Indefensión
En la depresión, el desarrollo y la
muerte
ePub r1.0
Titivillus
14.05.16
Título original: Helplesness Martin E.
P. Seligman, 1975 Traducción: Luis
Aguado Aguilar Ilustración de
portada: Portrait of a woman, Alexei
Grishchenko, 1918
Agosto de 1974.
Martin E. P. Seligman
Capítulo I
INTRODUCCIÓN
DEPRESION
LA CHICA DE ORO
ANSIEDAD E IMPREDECIBILIDAD
FRACASO ESCOLAR
CONTROLABILIDAD
Figura 2-1
Probabilidad del resultado (r) cuando se
realiza la respuesta (R)
ESTUDIOS EXPERIMENTALES
LA INDEFENSION DEBILITA LA
MOTIVACION PARA INICIAR
RESPUESTAS
El diseño triádico
¿Qué es lo que nos permite decir que la
indefensión aprendida resulta de la incapacidad
para controlar un trauma físico y no simplemente
de la experiencia de ese trauma? Con otras
palabras: ¿qué es lo que nos permite afirmar que la
indefensión es un fenómeno psicológico y no
simplemente el resultado de un déficit físico?
recompens independiente de la
es
a
respuesta; es incontrolable por
definición[28].
Teniendo presente la semejanza formal entre
insolubilidad e inescapabilidad, Donald Hiroto
y yo presentamos a tres grupos de
estudiantes universitarios problemas
discriminativos solubles, insolubles o no les
[29]
presentamos problemas . Después se pasó a
todos los grupos la prueba de la caja de vaivén
manual, donde debían escapar de un ruido intenso.
Los sujetos a quienes se había dado problemas
discriminativos solubles, y aquéllos a los que antes
no se les dio ningún problema, escaparon del ruido
con presteza; el grupo al que se le dieron
problemas insolubles aceptó pasivamente el ruido.
La
iniciación de respuestas que controlan eventos
aversivos puede verse disminuida por la
experiencia anterior con recompensas
incontrolables.
LA INDEFENSION PRODUCE
PERTURBACIONES EMOCIONALES
TEORIA: CURACION E
INMUNIZACION
FORMULACION DE LA TEORIA
Representac
d
Información contingencia
sobre la (aprendizaje,
contingencia expectativa,
percepción,
creencia)
Tanto en el caso del hombre como en el del
animal, lo primero es la información acerca de
la contingencia existente entre una respuesta
y un
resultado. Esta información es una propiedad
del ambiente del organismo, no una
propiedad del perceptor. Ya he definido
claramente lo que puede considerarse una
información objetiva de que una respuesta y
un resultado son independientes.
determinan fundamental de la
te
indefensión
respuesta-resultado
est
¿Cómolas produce
perturbaciones
. a
motivacionales, cognitivas y emocionales
expectativa de la independencia
asociadas a la indefensión?
Perturbaciones motivacionales
Perturbaciones emocionales
CURACION Y PREVENCION
Limites de la indefensión
TEORIAS ALTERNATIVAS
La teoría de la indefensión encaja
perfectamente con los datos presentados en el
capitulo tres. De hecho, históricamente hablando,
la teoría predijo gran parte de ellos. Además, ha
sugerido métodos eficaces para prevenir y curar la
indefensión. Durante la última década se han
[62]
propuesto varios enfoques alternativos .
Digamos de paso que ninguno de esos enfoques
explica la amplia gama de efectos que aquí hemos
revisado, sino que se centran concretamente en
explicar cómo las descargas inescapables pueden
interferir posteriormente con la conducta de
escape.
Respuestas motoras competidoras
DEPRESION
[72]
año .
TIPOS DE DEPRESION
Reglas básicas
Habitualmente, la definición y
categorización de una enfermedad quedan
precisadas al verificarse una teoría sobre ella.
Durante un tiempo, la presencia de pequeñas
erupciones en el cuerpo fue el rasgo definitorio de
la viruela. Cuando se propuso una teoría de la
viruela como producida por un germen, la
presencia del germen pasó a formar parte de la
definición. A consecuencia de ello quedaron
excluidos algunos casos anteriormente
considerados viruela, y se incluyeron otros que
antes no lo estaban. Si, al final, el modelo de
indefensión aprendida de la depresión demuestra
ser adecuado, el propio concepto de depresión
deberá ser reformulado. Si la
indefensión aprendida aclara de forma
significativa algunas depresiones, otras, como la
depresión maníaco-depresiva, pueden llegar a ser
consideradas como un trastorno diferente, y habrá
aún otros trastornos, como el síndrome de desastre,
que aun no siendo normalmente considerados
como depresiones, terminen recibiendo ese
nombre.
La parálisis de la voluntad es un
aspecto destacado de la depresión
grave:
Desgraciadamente, no ha habido
pruebas sistemáticas que apoyen esa
interpretación; desde luego, la teoría se encuentra
tan lejos de lo observable que es casi imposible
ponerla a prueba directamente. Aun así, se han
recogido algunas pruebas a partir del análisis de
los sueños. La teoría psicoanalítica mantiene que la
hostilidad enquistada de los depresivos debería
manifestarse libremente en los sueños; sin
embargo, lo cierto es que, igual que su vida
despierta, los sueños de los depresivos están vacíos
[91]
de hostilidad . Incluso en sueños se ven a sí
mismos como perdedores y víctimas pasivas.
Melges y B también
la revers como el tema
cen de la depresión:
Si el argume
desesperanza
formas consti
denominador d
psicopatología
válido, las
terapéuticas
evaluarse en té en
que ayudan
cambiar su
Capítulo VI
ANSIEDAD E IMPREDECIBILIDAD
DEFINICION DE IMPREDECIBILIDAD
Figura6-1
Probabilidad de una tormenta de arena
en un día nublado.
Figura6-2
Probabilidad de una tormenta de arena en
un día nublado y en un día despejado.
ULCERAS DE ESTOMAGO
Giros
Ulceras de la
rueda
Grupos de
escape
Descarga
señalada 3.717
Descarga no 13.99
señalada 2,0 3,5 2
Grupos
acoplados
Descarga
señalada 3,5 1.404
Descarga no 6,0 4.357
señalada
Sin descarga
Con señal 1,0
Sin señal 1,0 60 51
Cuatro fueron los principales resultados: 1.
Diferencia en predecibilidad; tanto las ratas del
grupo de escape como las del grupo acoplado
tuvieron más úlceras con la descarga no señalada
que con la señalada. 2. Diferencia en
controlabilidad; tanto las ratas del grupo señalado
como las del no señalado, tuvieron más úlceras en
la
condición acoplada que en la de escape.
3. Frecuencia de giros dados a la rueda; tanto las
ratas del grupo acoplado como las del grupo de
escape hicieron girar más veces la rueda con la
descarga no señalada que con la señalada; las ratas
del grupo señalado y las del no señalado hicieron
girar la rueda más veces en la condición de escape
que en la condición acoplada (recuérdese que girar
la rueda sólo interrumpía la descarga en el grupo
de escape). 4. Correlación entre giros de la rueda
y úlceras; las ratas del grupo no señalado tuvieron
más úlceras e hicieron girar la rueda más veces.
Además, en todos los grupos, cuantas
más respuestas realizase una rata, más úlceras
tenía.
Weiss propuso la existencia de dos factores para
explicar estos resultados: menos realimentación
relevante produce más úlceras y más respuestas
para enfrentarse a la situación producen también
más úlceras. Creo que estos dos factores pueden
reducirse a la señal de seguridad. Considérese
primero el concepto de realimentación relevante,
que supuestamente explica por qué las ratas
indefensas desarrollan más úlceras que las ratas del
grupo de escape. Weiss define la realimentación
relevante como un estímulo que sigue a la
respuesta y no se asocia con el
elemento tensiógeno; con otras palabras, los
estímulos a que Weiss se refiere están asociados a
la ausencia del elemento tensiógeno; son señales
de seguridad. Cuando una rata aprende a escapar
de la descarga, aprende consecuentemente una
señal de seguridad, una señal de la ausencia de
descarga, y desarrolla menos úlceras porque pasa
menos tiempo atemorizada que una rata indefensa,
que no tiene señal de seguridad.
Figura6-4
En la condición a, la luz blanca es
peligrosa a lo largo de toda la sesión; en la
condición b, la ausencia ae la luz blanca es
segura a lo largo de toda la sesión, excepto
cuando el tono está presente.
Autoadministración
Control percibido
DESENSIBILIZACION SISTEMATICA Y
CONTROLABILIDAD
Ya que predecibilidad y controlabilidad juegan un
papel tan importante como reductores de la
ansiedad, sugiero que estas dimensiones son un
ingrediente activo de la desensibilización
sistemática, quizá la forma más eficaz de
psicoterapia utilizada en el tratamiento de la
[133]
ansiedad . En esta terapia, un paciente que se
queja de neurosis de ansiedad, por ejemplo, de una
fobia a los gatos, es primero enseñado a relajar
profundamente sus músculos; mientras está
relajado, imagina escenas de acontecimientos cada
vez más temidos. Por ejemplo, mientras está
relajado,
[134]
imagina oír la palabra galo al oír catsup , y así
sucesivamente, remontando una jerarquía de
miedo hasta que puede imaginar serenamente estar
acariciando a un gato. Esta técnica produce una
rápida remisión de las fobias específicas en un
ochenta a noventa por ciento de los casos.
Yo ya no me valgo exclusivamente de la
metoliexitona para producir el estado
deseado de relajación muscular profunda
y calina emocional, sino que empiezo la
primera sesión con instrucciones y
entrenamiento en relajación muscular.
Esto podría ser considerado como un
curso breve (de cuatro a cinco minutos)
de relajación progresiva. A medida que el
paciente continúa relajándose,
se le avisa que la droga que va a recibir le
facilitará el relajarse y calmarse aún más,
pero que él debe «contribuir». Tan pronto
como empieza a ponerse la inyección, se
hacen más sugestiones de relajación,
como si se fuese a inducir un estado de
hipnosis.
El tratamiento de la eyaculación
precoz proporciona un interesante paralelo del
último ejemplo. Los hombres con eyaculación
precoz no sólo son incapaces de controlar su
excitación sexual, sino que frecuentemente tienen
miedo anticipatorio cuando es inevitable una
relación sexual. Este pánico anticipatorio anula los
intentos de controlar la eyaculación y pueden dar
[136]
lugar a una impotencia secundaria . Mediante la
utilización de una técnica de presión del pene y la
exposición gradual
CONCLUSION
DESARROLLO
EMOCIONALY
EDUCACION
Reaferencia
¿Qué ocurre cuando un niño es privado de la
sincronía entre respuesta y resultado?
PREDECIBILIDAD Y
CONTROLABILIDAD EN LA NIÑEZ Y LA
ADOLESCENCIA
Pobreza
Lo que para
desgracia má una
total calam cerdo
murió sus propias
labriego y su
desolados. La los
cabellos cabeza cont
mientras el
acurrucaba mu
contra una es del
cerdo sign
Capítulo VIII
MUERTE
[166]
o abandono, y no por emergencia .
Hay otro fenómeno de restricción animal que
pudiera tener relación con la muerte por
indefensión. Cuando un predador, como un halcón
de los pollos, ataca a un pollo y luego le suelta, el
pollo puede permanecer paralizado en una postura
catatónica durante muchos minutos e incluso
horas. Esta respuesta catatónica ha sido
denominada hipnosis
animal, inmovilidad tónica, muerte fingida, sueño
[167]
fingido, catalepsia y mesmerismo . Entre los
ejemplos de este fenómeno procedentes de la
sabiduría popular se cuentan el «hacer dormir a
una rana» volviéndola boca arriba y frotándole
suavemente el estómago y la inmovilización de los
caimanes durante la lucha; las personas que
colocan anillos de identificación en las patas de los
pájaros suelen ser prevenidas de que el tenerlos
agarrados en la mano puede producirles un estado
parecido a la muerte. En el laboratorio, ese efecto
suele producirse al coger al animal y tenerlo
agarrado por un costado durante unos quince
segundos. Al
principio, el animal forcejea, para luego quedarse
rigido. A esto sigue un estado de total ausencia de
responsividad, siendo posible que el animal
inmovilizado no reaccione ni a un pinchazo. El
animal termina saliendo de ese estado, por lo
general de forma repentina, y huye. Este fenómeno
suele considerarse como una inmovilización
producida por el miedo, pero tiene algunos
aspectos que lo ligan con la indefensión y la
muerte repentina.
2) Duelo agudo.
Indefensión institucionalizada
CONCLUSION
Pido disculpas (aunque no con mucha fuerza) al
lector académico, por el carácter impresionista de
los argumentos expuestos en este capítulo. Lo que
he alegado en su favor no es sino un cúmulo de
hechos anecdóticos y varios estudios
experimentales, de los que sólo algunos están
especialmente bien diseñados o ejecutados. Pero
quizá la importancia del problema sea un
atenuante. Si la muerte repentina por indefensión
es un hecho, tiene tanta importancia como para
merecer un breve llamamiento a los investigadores
para que se ocupen seriamente de él. Espero haber
presentado argumentos
suficientemente persuasivos en pro de la
investigación controlada en este área.
200.
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Ansiedad, 160-161
y depresión, 135-136
e hipótesis de la señal de seguridad,
160-163
e impredecibilidad, 19-20, 155 ss., 213 ss.
107 Autoadministración de la
estimulación aversiva, 179 ss. Autovaloración.
Véase disposición cognitiva negativa
endógena, 117
endógena bipolar, 117
endógena unipolar, 117
etiología de la, 137 ss.
falta de agresión en la, 131 ss.
falta de competitividad en la, 132
frecuencia de la, 116
por hacinamiento, 226 ss.
e indefensión aprendida, resumen, 153
inducida por un trauma incontrolable, 84
ss. maníaca, 117 miedo desplazado por la, 85 y
muerte por fallo cardíaco, 250 ss. y parálisis de la
voluntad, 122-123 persistencia en la -y curación de
la, 148-149 pérdida de libido y apetito en la, 134
pesimismo en la, 127 prevención de la, 151 ss. en
los prisioneros de guerra, 256-257 punto de vista
freudiano de la, 131-132 reactiva, 116-117, 137
remedios personales para la, 150 resistencia a la,
resumen, 144 y retraso psicomotor, 123 síntomas
de la, 115, 121 ss., 135-136
suicida, 18
terapia de la, 134, 153
terapia efectiva de la, 129
terapia química de la, 134
tratamiento de la -por tareas graduales, 147 ss.
y desesperación, 93
disminución de la norepinefrina por la, 105 ss.
Inhibición proactiva
y aprendizaje verbal, 81
evolución temporal de la, 104
Iniciación de respuestas
debilitamiento de la -como resultado de la
incontrolabilidad, 59
elicitada por el miedo, 86
y expectativas de controlabilidad, 78
Iniciación de respuestas voluntarias en la
depresión, 122 ss.
Inmovilidad tónica
y muerte, 240-241
en la indefensión, 240 ss.
e incontrolabilidad, 240 ss. Inmunización contra
la indefensión, 45, 90 ss., 212
de la, 134
Miedo, 84, 86 como motivador, 86 como
respuesta de emergencia, 86
contracondicionamiento del, 184-185
crónico, 160 e impredecibilidad, 163
inducido traumáticamente, 86 en
situaciones desesperadas, 86 Mono
ejecutivo, 68, 166 ss. Motivación
desarrollo de la, 191, 211 miedo y
frustración como, 86 plasticidad, 193
Muerte fingida, 240 ss. por emergencia,
238 por ataque fingido, 240 ss.
por indefensión, 245, 258 ss.
infantil, 261-262
e inmovilidad tónica, 240-241
por maldición, 21-22, 246-247
parasimpática, 238
psicogénica, 245 ss.
de seres queridos, 248
simpática, 238
vudú, 246 ss.
Véase también muerte repentina
Muerte psicogénica
causas de la, 245 ss.
e indefensión, 247
Muerte repentina, 21-22, 239 ss.
de animales salvajes en cautividad, 242243
persistencia en los, 77
Superstición, experimentos, 38 ss.
Taquicardia, 238
Teoría cognitiva de la indefensión y
disminución de la norepinefrina, 107 ss. por
contraposición a la
paralización aprendida, 99
100 Terapia directiva, 88-89
Terapia de entrenamiento asertivo, 147
Terapia de orientación intuitiva, 146 ss.
Transferencia de la indefensión, 54 ss.
Tratamiento de la depresión por tareas
graduales, 147 ss. Trauma incontrolable y
déficit motivacional, 43 miedo y frustración
inducidos por un, 86 reducción del, 98 de
separación, 85 Tricíclicos, como
antidepresivos, 134
Vagancia aprendida, 60
Vulnerabilidad a la indefensión
evolutiva, 91-92
MARTIN SELIGMAN (Albany, Estados Unidos,
1942). Es un psicólogo y escritor
estadounidense. Se le conoce principalmente
por sus experimentos sobre la indefensión
aprendida (learned helplessness) y su relación
con la depresión. En los últimos años se le
conoce igualmente por su trabajo e
influencia en el campo de la psicología
positiva.
Wikipedia
Notas
[1]
New York Times, Sección de Viajes, 30 de
enero y 19 de febrero de 1972. <<
[2]
Wintrob (1972). <<
[3]
Véase Irwin (1971) y Teitelbaum (1964) para
una elaboración de la relación entre voluntariedad
y conducta instrumental o sensible a los resultados.
<<
[4]
Hay una fascinante y cada vez más abundante
literatura sobre el problema de cuáles son
exactamente las respuestas voluntarías en este
sentido. La lista muestra una constante expansión,
puesto que hay razones para creer que el ritmo
cardiaco, el flujo de orina y las ondas alpha
cerebrales (entre otras) pueden ser puestos bajo
control voluntario mediante procedimientos de
entrenamiento especiales. Véase Miller (1969)
para una revisión del tema. Estos datos quizás
oscurezcan la distinción ordinaria entre voluntario
e involuntario, pero para mi definición el hecho de
si una
respuesta determinada es voluntaria es
simplemente cuestión de si puede o no ser
modificada por recompensa y castigo. <<
[5]
Humphreys (1939 a, b, c) y Skinner (1938). <<
[6]
La paloma consigue grano sólo si se abstiene de
picotear la tecla. Hay una controversia académica
acerca de si es realmente posible para un
organismo el no responder. Después de todo,
plantea la discusión, los organismos están siempre
naciendo alguna cosa, aun si uno no lo observa, y
ese algo será reforzado. Aunque esa posición sería
defendible a priori, las pruebas que expondré a lo
largo de todo el libro son totalmente incompatibles
con ella. <<
[7]
El lector atento se preguntará por qué me he
molestado en añadir la restricción temporal de
treinta segundos a lo largo del ejemplo. ¿No podría
haber utilizado sólo el apretar el botón y el no
apretarlo? La razón es que, estrictamente hablando,
apretar el botón es un evento instantáneo, pero no
apretarlo no. A fin de que p (r/R) y p (r/Ȓ) (los ejes
x-e y-del espacio de contingencia de respuesta)
lleven la misma cantidad de tiempo, R queda como
la ocurrencia de respuesta en un periodo de treinta
segundos y R como la ausencia de respuesta
durante esos treinta segundos.
Schoenfeld, Cole, Lang y Mankoff (1973) emplean
ampliamente este procedimiento. El marco
conceptual propuesto en este capítulo es también
generalizable a los casos en que no hay restricción
temporal y el lector interesado debería consultar
los artículos de Seligman, Maier y Solomon (1971)
para los detalles de la deducción
<<
[51]
Para definiciones operacionales de las
expectativas respuesta-resultado véase Irwin
(1971) y Seligman y Johnston (1973). <<
[52]
Thornton y Jacobs (1971). <<
[53] Hiroto y Seligman (1974),
MacKintosh (1973), Maier (1949), Mellgren y Óst
(1972), Miller y Seligman (1974 a), Thomas et al.
(1970). <<
[54]
Para detalles sobre la secuencia protesta-
desesperación véase Bowlby (.1973), Hinde,
Spencer-Booth y Bruce (1966), Kaufman y
Rosenblum (1967) y Sackett (1970). Véase
también Selye (1956) para una versión muy
general de esta secuencia. <<
[55]
Solomon y Corbit (1974) han teorizado que las
emociones pueden ser antagónicas entre sí de la
misma forma que los colores rojo y verde son
antagónicos en el sistema visual. Desde este punto
de vista es posible que el miedo y la depresión
sean procesos que se oponen entre sí: con la
experiencia repetida de un acontecimiento
incontrolable que produce miedo, durante el miedo
se va formando la depresión. La presencia de la
depresión inhibe el miedo y lo mantiene dentro de
límites tolerables. Tan pronto como se retira el
acontecimiento, el miedo
también lo hace; pero el proceso opuesto de la
depresión, que se disipa más lentamente,
permanece. <<
[56]
No todos los juegos y ejercicios de competencia
pueden ser considerados como surgidos de un
impulso a evitar los estados aversivos de miedo y
depresión, ya que el juego y la exploración ocurren
a menudo cuando el organismo aparece relajado y
pueden ser inhibidos por la presencia del miedo
[White (1959)]. Por otra parte, hay que señalar que
cuando el juego o la exploración son restringidos o
interrumpidos a la fuerza, surgen estados aversivos
como el llanto o la lucha. <<
[57]
Comida favorita de los perros de Filadelfia,
Pensilvania e Itaca, Nueva York. Salchichón por
cortesía de Kelly y Cohen’s, de Filadelfia. <<
[58]
Véase Seligman el al. (1968). Para datos
relacionados sobre el «hacer pasar por ello a la
fuerza» como técnica de entrenamiento véase
también Black (1958), Maier (1949) y Tolman y
Gleitman (1948). <<
[59]
Seligman y Maier (1967). Para
procedimientos de inmunización y resultados
semejantes con ratas véase Seligman et al. (1974
b). <<
[60]
Seligman y Groves (1970). <<
[61]
Lessac y Solomon (1969). <<
[62]
Para críticas y explicaciones alternativas de
la indefensión véase Anderson et al. (1968),
Bracewell y Black (1974), Gamzu et al. (1973).
Hineline (1973), Maier et al. (1969), Miller y
Weiss (1969), Staddon (1974), Weiss, Stone y
Harrel (1970) y Weiss, Glazer y Pohorecky (1974).
<<
[63]
Paralización es la denominación general de un
conjunto de conductas que las ratas manifiestan
cuando tienen miedo: se agarran con fuerza a las
varillas de la rejilla, se encorvan y tiemblan. Se ha
dado mucha importancia al hecho de que las ratas
se queden paralizadas cuando tienen miedo y se ha
afirmado que la indefensión aprendida no es más
que paralización [Anisman y Waller (1973)]. Por
ejemplo, la descarga eléctrica intensa, que en las
ratas produce más paralización que la descarga
débil, produce también más interferencia con la
evitación en la caja
de vaivén [Anisman y Waller (1972)); y la
escopolamina, una droga que reduce la
paralización, hace que las ratas eviten mejor
[Anisman (1973)]. Sin embargo, estas pruebas no
son muy relevantes para la indefensión. No niego
que existan muchas formas de interferir las
respuestas de escape y evitación, como, por
ejemplo, cortarle las patas al animal. Inducir
paralización es otra forma. Pero el hecho de que la
paralización interfiera con el escape de una
descarga no implica que la descarga inescapable
interfiera con el escape a través de la paralización,
igual que tampoco implica que la descarga
inescapable interfiera con el escape
cortándole las patas al animal. Además, los perros
no se quedan paralizados, las personas que reciben
problemas discriminativos insolubles no se quedan
paralizadas ni tampoco las ratas que reciben
comida no contingente; a pesar de ello, todas estas
condiciones producen indefensión. Por último, hay
una pregunta que los teóricos de la paralización no
han considerado seriamente; ¿por qué la descarga
inescapable, pero no la escapable, produce
paralización en las ratas? Cualquier respuesta
implicarla probablemente que la rata ha aprendido
que la descarga es inescapable y esto es lo que se
halla en el centro de nuestra
teoría de la indefensión. <<
[64]
Maier et al. (1973), Seligman y Beagley
(1974). Los datos de Maier y Testa (1974) sobre la
demora de RF1, el reforzamiento parcial y la
clarificación de la contingencia de RF2 no pueden
ser explicados fácilmente por ningún enfoque que
aluda sólo a actuación y no a déficits de
aprendizaje. <<
[65]
Miller y Weiss (1969) y Weiss et al. (1970,
1974) han especulado así. <<
[66]
Para otros estudios sobre sus efectos en el
hombre y en los animales véase Maier y Gleitman
(1967) y Underwood (1948). <<
[67]
Miller y Weiss (1969), Weiss (1968, 1970,
1971 a, b, c). Weiss et al. (1970, 1974). <<
[68]
Abramson y Seligman (1974). <<
[69]
Para la elaboración de la teoría véase Stein
(1964). <<
[70]
Thomas y Balter (1974). <<
[71]
Abramson y Seligman (1974). <<
[72] Williams, Friedman y Secunda
(1970). <<
[73]
Esta dicotomía es tratada en Carney, Roth y
Garside (1965), Kiloh y Garside (1963), Mendels
(1970) y Schuyler (1975). <<
[74]
Por ejemplo, si la madre es depresiva y el
padre es alcohólico, es posible que el descendiente
llegue a ser un depresivo [véase Winokur (1973)].
Por cierto, se ha dicho que en los hombres el
alcoholismo es el equivalente de la depresión en
las mujeres. <<
[75]
Para una excepción importante véase Wolpe
(1967), que expone varios criterios necesarios para
poder afirmar la existencia de una correspondencia
entre neurosis animales y humanas. <<
[76]
Para una formulación general del argumento de
que las palabras del lenguaje normal, como
«depresión» o «juego» no tienen rasgos
necesarios, véase Wittgenstein (1953), parágrafos
66-77. <<
[77]
Grinker, Miller, Sabshin, Nunn y Nunnaly
(1961). <<
[78]
Beck (1967, p. 28). <<
[79]
Para algunos estudios representativos
véase Friedman (1964), Martin y Rees (1966) y
Shapiro y Nelson (1955). Seligman, Klein y Miller
(1974 a) presentan una revisión de la literatura
existente. <<
[80]
Véase Lewinsohn y Libet (1972). <<
[81]
Para algunos estudios representativos
véase Payne (1961) y Walton, White, Black y
Young (1959). <<
[82]
Lewinsohn (1974). <<
[83]
La descripción más completa y sistemática de
la mente de las personas deprimidas puede verse
en Beck (1967). <<
[84]
Miller y Seligman (.1973, 1974 a, b), Miller,
Seligman y Kurlander (1974).
<<
[85]
Miller et al. (1974). <<
[86]
David Klein, Ellen Fencil-Morse y yo (1975)
hemos obtenido resultados paralelos utilizando
problemas discriminativos insolubles en vez de
ruido inescapable. Además, hallamos que si la
persona deprimida que había recibido los
problemas insolubles era instada a atribuir su fallo
a la dificultad del problema, en vez de a su propia
incompetencia, la solución de anagramas
mejoraba. Klein (1975) ha demostrado también
que las personas deprimidas que no han recibido
pretratamiento no llegan a escapar del ruido, igual
que las personas no deprimidas que han
experimentado el ruido inescapable. <<
[87]
Wallace (1956 b). <<
[88]
Para exposiciones sobre el papel del tiempo en
la depresión véase Kraines (1957), Lundquist
(1945) y Paskinf (1929, 1930). <<
[89]
Véase, por ejemplo, Szasz (1963). Aunque, en
general, estoy de acuerdo con Szasz respecto a los
perjuicios del compromiso involuntario, disiento
de él en cuanto al suicidio. <<
[90]
Para formulaciones representativas de la teoría
psicoanalítica sobre la depresión véase Abraham
(1911, 1916), Freud (1917), Jacobson (1971),
Klein (1968) y Rado (1928). <<
[91]
Beck y Hurvich (1959) y Beck y Ward (1961).
<<
[92]
Suomi y Harlow (1972). Para un resumen
general de la relación de los estudios sobre
separación en primates con la depresión humana
véase Akiskal y McKinney (1973). <<
[93]
Schildkraut (1
Akiskal y McKin
revisión de los d aminas
biogénica integrarlos con
lo Concluyen que las nos
permiten señal ninguna
amina com depresión. <<
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