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Adopción y problemas de conducta

Adoption and behavior problems


JESÚS PALACIOS, YOLANDA SÁNCHEZ-SANDOVAL Y ESPERANZA LEÓN 1

RESUMEN

Los problemas de conducta de niños y niñas adoptados se examinan en este


trabajo más desde la perspectiva de su variabilidad intragrupo, que desde la de
comparación adoptados-no adoptados. En una muestra de 181 niñas y niños pro-
cedentes de seis países y adoptados en España a una edad promedio de 38.5
meses, se analizaron los problemas de conducta y el contexto de las relaciones
padres-hijos en los que se sitúan. Los datos resaltan la normalidad general de los
adoptados, así como la mayor incidencia entre ellos de problemas de hiperacti-
vidad-distracción. Los problemas de conducta parecen a la vez afectar y estar
afectados por la dinámica de las relaciones padres-hijos. Finalmente, los datos
muestran la importancia de no dejarse llevar por etiquetas generales que ocul-
tan la importante diversidad que se esconde en el interior de este grupo.

Palabras clave:

Adopción, Problemas de conducta, Relaciones padres-hijos.

ABSTRACT

Adopted children’s behavior problems are here explored from the perspecti-
ve of intragroup diversity more than from the adopted-nonadopted comparisons.
In a sample of 181 chidren from six countries adopted into Spanish families at

1. Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, Facultad de Psicología Universidad de


Sevilla. Calle Camilo J. Cela s.n. 41018 Sevilla, España. Correspondencia electrónica: jp@us.es.

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an average age of 38.5 months, children’s behaviour problems and the context
of family dynamics in which they are situated were analyzed. Data show the
group of adoptees to be behaviorally normal, although with a higher incidence
among them of hyperactivity-distraction problems. Behavior problems seem to
simultaneously affect and be affected by parents-children relationships. Finally,
data show that it is important not to consider the adoptees by general labels that
tend not to appreciate the important diversity existing within this group.

Key words:

Adoption, Behaviour problems, Parent-child relationships.

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INTRODUCCION dos y los no-adoptados (por ejemplo,


Sharma, McGue y Benson, 1998).
La investigación sobre adopción Varias son las razones que explican
está conociendo un importante incre- estos datos contradictorios. Por un
mento en los últimos años. Ello proba- lado, la mayor incidencia de proble-
blemente se debe al efecto combinado mas entre los adoptados en compara-
de una serie de factores, entre los que ción con los no adoptados tiende a
cabe destacar el incremento de los encontrarse cuando las muestras de
casos de adopción (particularmente, comparación están constituidas por
de adopción internacional), la crecien- adoptados que son extraídos de mues-
te visibilidad social de la adopción (en tras clínicas (es decir, niños y niñas
otra época un secreto familiar y en la que han sido reclutados para los inves-
actualidad un ejemplo más de diversi- tigadores en contextos clínicos a los
dad familiar), el descubrimiento de los que habían sido llevados por sus pro-
investigadores de la adopción como blemas) (Brodzinsky, 1993), mientras
un experimento natural (un terreno que las investigaciones en las que los
privilegiado para estudiar cuestiones adoptados son reclutados entre la
relacionadas con la influencia de las población general dan de ellos una
experiencias tempranas y las capaci- imagen mucho más normal que pro-
dades de recuperación humana) y el blemática (Sharma et al., 1998).
creciente número de actividades pro- Igualmente, quienes han sido adopta-
fesionales desarrolladas alrededor de dos a una edad más temprana y tras
la adopción y de los en ella implicados una institucionalización más corta
(padres biológicos, padres adoptivos, (Levy-Schiff, Zoran y Shulman, 1997;
niños y niñas adoptados). Rutter, Kreppner y O’Connor, 2001)
La pregunta más frecuentemente no destacan por presentar más proble-
planteada se interesa por la compara- mas que los no adoptados, mientras
ción adoptados-no adoptados y trata de que los adoptados más mayores y tras
mostrar si los adoptados tienen o no institucionalizaciones más prolonga-
más problemas (de adaptación, de con- das (Groze e Ileana, 1996; Rutter et
ducta, de rendimiento académico...) al., 2001), tienden a presentar más
que los no adoptados. Sin duda, existe problemas. Por lo demás, como mos-
un cierto debate en torno a la cuestión, tró Warren (1992), parece que los
pues mientras que algunos investiga- padres de hijos adoptivos (que suelen
dores resaltan la mayor proporción ser quienes rellenan los cuestionarios
entre los adoptados de quienes tienen sobre problemas de conducta de sus
problemas de diverso tipo (por ejem- hijos) son más sensibles ante las con-
plo, Verhulst, 2000), otros encuentran ductas de sus hijos, pues buscan para
diferencias mínimas entre los adopta- ellos ayuda psicológica antes y por
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problemas menos graves que los tan significativamente más problemas


padres de no adoptados. En todo caso, que sus compañeros (Palacios,
cuando se detectan más problemas Sánchez-Sandoval y Sánchez, 1997).
entre los adoptados, las áreas más fre- En el trabajo que aquí presentamos
cuentemente implicadas son las rela- profundizamos en estos temas en tres
cionadas con los llamados “síntomas sentidos diferentes. Por una parte,
externalizados”, que incluyen hiperac- mientras que nuestras investigaciones
tividad, impulsividad, agresividad, anteriores habían implicado a niños y
conductas delictivas, etc. niñas de adopción nacional, los anali-
Los datos obtenidos por nosotros zados en este artículo son de adopción
mismos en una investigación sobre internacional, niños y niñas adoptados
adopción nacional en España son ilus- en España en su gran mayoría entre
trativos de estos contrastes. En este 1997 y 2000. Por otra parte, en lugar
caso, los adoptados eran comparados de interesarnos por la comparación
no sólo con sus compañeros actuales, entre adoptados y no adoptados, en
sino también con los que podrían este artículo nos interesamos, en pri-
haber sido sus compañeros si hubie- mer lugar, por los problemas de con-
ran permanecido en instituciones o si ducta entre los adoptados, y, en segun-
hubieran permanecido viviendo con do lugar, por los factores con que tales
sus familias en zonas con una alta problemas se relacionan. Y no sólo
concentración de riesgo psicosocial. factores de los propios niños y niñas
Los datos muestran pocas diferencias (como su edad en el momento de la
entre los grupos por debajo de los 6 adopción, por ejemplo), sino también
años (con la excepción de la mayor factores relacionados con la dinámica
incidencia de hostilidad/agresividad familiar y las relaciones padres-hijos.
entre las niñas institucionalizadas), En segundo lugar, en este artículo
pero diferencias más importantes por prestamos una especial atención a las
encima de esa edad: los niños y niñas diferencias entre unos adoptados y
de instituciones y de zonas de riesgo otros, así como al análisis de los fac-
presentan una mayor incidencia de tores con que tales diferencias pueden
problemas, aunque de diverso tipo relacionarse. La investigación acumu-
(más problemas de hostilidad-agresi- lada sobre este tema es escasa, ya que
vidad entre los de zonas de riesgo y las comparaciones adoptados-no
más problemas de ansiedad-temores adoptados han prevalecido en los inte-
entre los institucionalizados). A quien reses de los investigadores. Por lo que
más se parecen los adoptados es a sus al análisis de la variabilidad de pro-
compañeros actuales, excepción blemas existente entre los adoptados,
hecha del área de hiperactividad-dis- el factor clave más frecuentemente
tracción, donde los adoptados presen- analizado es la edad en el momento de
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la adopción (Simmel, Brooks, Barth y investigación se planteó en las comu-


Hinshaw, 2001; Sánchez-Sandoval, nidades autónomas de Andalucía,
2002; Verhulst, Althaus y Versluis- Cataluña, Madrid y Valencia, que
Den Bieman, 1990), si bien los datos representan en torno al 80% de todas
de Howe (1997) muestran que el tipo las adopciones internacionales hechas
de experiencias habidas durante la en España. Finalmente, la participa-
vida preadoptiva debe también ser ción de Cataluña no fue posible, por
tomado en consideración. lo que los efectivos muestrales corres-
Finalmente, una de las limitaciones pondientes se distribuyeron entre las
de la investigación más habitual sobre otras comunidades autónomas. Así
adopción es que se centra en los pro- mismo, para abarcar a los países de
blemas de conducta de forma bastante procedencia que representan aproxi-
descontextualizada. En efecto, la madamente el 80% de las adopciones
estrategia habitual consiste en consta- internacionales españolas, se incluye-
tar si hay o no más problemas, de qué ron en la muestra niños y niñas proce-
tipo son y con qué tipo de variables dentes de China, Colombia, la
del niño se relacionan: edad en el Federación Rusa, Guatemala, India y
momento de la adopción, presencia o Rumanía.
no de institucionalización previa, De cara a cumplir estrictamente
malos tratos antes de la adopción, etc. con la obligación de confidencialidad
Nosotros nos interesamos por esos que respecto a sus datos tienen las
factores, pero además prestamos aten- familias adoptivas, el camino para lle-
ción a cuestiones que tienen que ver gar a la muestra fue muy complejo.
con la dinámica familiar y las relacio- Desde el Ministerio de Trabajo y
nes padres-hijos, ausentes en la inves- Asuntos Sociales se nos facilitaron
tigación usual sobre adopción. listados que incluían la información
básica de cada caso (edad actual y en
MÉTODO el momento de la adopción, país de
procedencia, comunidad autónoma de
Sujetos residencia) excepto los datos de iden-
tificación personal (nombre, direc-
Nuestra investigación sobre adop- ción, teléfono), sustituidos por un
ción internacional en España surge código numérico. Una vez selecciona-
como respuesta a un encargo del dos los sujetos de la muestra para que
Ministerio de Trabajo y Asuntos hubiera una adecuada representación
Sociales con el fin de conocer la situa- de dos distintos países y las diferentes
ción de los niños y niñas adoptados y edades, los sujetos finalmente elegi-
de sus familias en España. Por limita- dos se identificaron a través de sus
ciones de tiempo y presupuesto, la códigos al Ministerio, que entonces se
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encargó de ponerse en contacto con nos países de la muestra (muy notable-


las familias para solicitar su colabora- mente, China e India). Cuando estos
ción. De aquellas que aceptaron parti- niños y niñas llegaron a España tenían
cipar en la investigación y cuyos como media 38.5 meses (poco más de
datos personales nos fueran transmiti- tres años). La más pequeña fue una
dos, el equipo de investigación recibió niña que aún no tenía el mes de vida al
entonces la información relevante llegar, y la mayor fue una chica que
para iniciar los contactos de cara a la llegó con algo más de 14 años.
recogida de datos. Dada la compleji- Cuando la recogida de datos se
dad del procedimiento, resulta difícil llevó a cabo, los niños y niñas lleva-
estimar con exactitud el porcentaje de ban en España como media tres años.
familias que no aceptaron participar, La edad media de estos niños y niñas
aunque la estimación del 20% parece en el momento de la entrevista era de
bastante ajustada. En estos casos, 75.20 meses (DT = 39.35) o, lo que es
estas familias fueron sustituidas por lo mismo, algo más de 6 años.
otras de características equivalentes Analizados los datos por intervalos,
que habían sido seleccionadas en el en el momento de nuestro estudio un
muestreo de reserva, siempre siguien- 13.8% eran menores de 3 años, un
do los mismos procedimientos para 37.6% tenían entre 3 y 6 años, un 32%
garantizar la confidencialidad. entre 6 y 9 años, y un 16.6% era
Hecho el muestreo teniendo en mayor de 9 años.
cuenta la edad de los niños y niñas en Respecto a los adoptantes, en el
el momento de su llegada, los países de momento de la entrevista la edad pro-
los que procedían y las comunidades medio de los padres fue de 44.47 años
autónomas de residencia, la muestra (DT = 6.53) y la de las madres de
final está compuesta por 181 familias 43.57 años (DT = 5.78). Predomina en
que han realizado una adopción inter- ellos y ellas el nivel educativo univer-
nacional en las Comunidades de sitario, correspondiente a algo más de
Andalucía (35 familias), Madrid (103 la mitad de los padres y madres. En
familias) o Valencia (43 familias). torno a un 30% de los casos, tanto
Estos niños y niñas proceden de seis padres como madres, tienen un nivel
países: China (40 casos), Colombia de estudios correspondiente a ense-
(34), Federación Rusa (31), Guatemala ñanzas medias, teniendo el resto
(19), India (37) y Rumanía (20). El (entre un 18 y un 14%) un nivel edu-
95% llegó a España entre los años cativo bajo, que corresponde a los que
1997 y 2000. como máximo tienen educación pri-
El 62.4% son niñas y el 37.6% maria. La distribución de la muestra
niños, lo que se relaciona con el pre- de padres entre distintas profesiones
dominio de adopción de niñas en algu- es bastante similar en los sectores pro-
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fesionales correspondientes a obreros investigadores previamente entrena-


sin cualificar (9.6%), obreros cualifi- dos, uno de los cuales procedía a
cados (10.1%), vendedores y comer- entrevistar a los padres mientras el
ciantes (13.5%), y administrativos otro se concentraba en la evaluación
(10.7%). En proporciones superiores del niño o la niña. Se trataba siempre
se encuentran técnicos de grado de largas visitas que raramente dura-
medio (19.1%) y profesionales libera- ban menos de tres horas. En caso
les (24.2%). Las diferencias respecto necesario, la familia recibía una
a las categorías profesionales de las segunda visita para completar la reco-
madres se refieren a la existencia de gida de datos.
un 18% de amas de casa y a un mayor
porcentaje (21.3%) de las que ejercen Instrumentos de investigación
labores administrativas.
Aunque la mayoría de las familias La manifestación de problemas
del estudio eran biparentales, en el por parte de los niños y niñas de la
12.7% de los casos se trataba de muestra en el momento de ser estu-
familias monoparentales (19 mujeres diados fue evaluada a través de
y un hombre solteros, dos viudas y RRPS (Revised Rutter Parent
una separada). Por lo que a las pare- Scales, Hogg, Rutter y Richman,
jas se refiere, llevan conviviendo una 1997), un instrumento con versiones
media de 16.14 años (DT = 5.591). para preescolares y escolares. Esta
Estas familias tenían entre 1 y 5 escala ha sido utilizada por otros
hijos, con una media de 1.74 niños. investigadores interesados también
En 42 de estas familias (23.20%) en los problemas de conducta de los
convivían hijos biológicos y adopta- adoptados (Hodges y Tizard, 1989;
dos. Cuando había hijos biológicos, O’Connor, Rutter y the ERA study
en la mayor parte de las familia se team, 2000; Quinton, Rushton,
trata sólo de uno. Respecto al núme- Dance y Mayes, 1998). Los padres
ro de hijos adoptados, el 68% tenía informan de los problemas de sus
uno solo, el 28.7% tenía dos y el hijos, 0 significando que el problema
3.3% (seis familias) tenía tres. El no está presente, 1 que lo está oca-
11.1% de las familias adoptaron a sionalmente y 2 que lo está habitual-
hermanos biológicos. mente. La prueba da lugar tanto a
una puntuación general, como a una
Procedimiento información parcelada en cuatro
subescalas, relativas a dificultades
Para obtener toda esta información en hiperactividad, emociones, con-
se visitaba a las familias en su hogar. ducta y relaciones prosociales. En
A cada domicilio se desplazaban dos los datos por nosotros obtenidos, la
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consistencia interna de las escalas es hijos hacia ellos. La escala consta de


aceptable, pues de las diez puntua- 25 items con cuatro opciones de
ciones analizadas (cuatro subescalas repuesta: en absoluto parecido (1),
y la total en cada una de sus dos ver- poco parecido (2), bastante parecido
siones) seis superan el valor de .70; (3), completamente parecido (4).
el índice alpha de Cronbach más Contiene cinco subescalas de cinco
bajo lo tienen las escalas de proble- items cada una: implicación afectiva,
mas emocionales, que rondan el .50. distanciamiento afectivo, independen-
Los padres completaban además cia, resistencia al control y obedien-
una escala que evalúa sus estilos edu- cia. Se ha utilizado el valor medio
cativos (Escala Revisada para la obtenido en cada subescala, de mane-
Evaluación de Estilos Educativos, 4e- ra que los datos oscilan entre 1 y 4 en
r, Palacios y Sánchez-Sandoval, cada una de ellas; las puntuaciones
2000). La escala toma en considera- superiores en cada subescala indican
ción las variables tradicionalmente que las familias perciben en mayor
definitorias de los estilos de los medida que la relación de sus hijos
padres: afecto y comunicación, disci- hacia ellos se caracteriza respectiva-
plina y control. Se trata de un instru- mente por la implicación afectiva, el
mento con 20 items a los que los distanciamiento afectivo, la indepen-
padres responden con una escala dencia, la resistencia a su control o la
Likert de 1 a 5 en función de su grado obediencia. El alpha de Cronbach
de acuerdo. Ejemplos de items son: para las distintas subescalas presenta
“Si pido a mi hijo que haga algo y lo aceptables índices oscilando entre .60
hace mal, no le pido que se esfuerce y .77, a excepción de la subescala de
más porque al menos lo ha intentado” implicación afectiva hacia los padres
o “Un buen castigo a tiempo vale más en que el índice es más bajo (.45).
que varias explicaciones”. El alpha El estado psicológico de los niños
de Cronbach para el total de la escala y niñas de la muestra a su llegada a
es de .79 y las parciales son de .58 en España se evaluó a través de la infor-
la subescala de inducción, .61 en la mación retrospectiva aportada por los
de exigencias y .78 en la de afecto- padres utilizando la escala Battelle
comunicación. (Newborg, Stock y Wnek, 1988). El
Además, los padres contestaron al desarrollo de los niños y niñas de la
Parent Report of Child Behavior to muestra en el momento del estudio se
the Parent (Informe de los Padres analizó con la misma escala Battelle
sobre la Conducta del NiZo, IPCN) de hasta los 6 años. Los mayores de esas
Schaefer y Edgerton (1977), un ins- edad fueron evaluados a través del
trumento a través del cual los padres test de inteligencia WISC-r
informan del comportamiento de sus (Weschler, 1974).
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RESULTADOS general hay una proporción baja


(medias de en torno a 0.4) de proble-
Manifestación de problemas mas emocionales, de conducta y en las
relaciones prosociales, así como cierta
Manteniéndonos por ahora a nivel mayor presencia de problemas de hipe-
puramente descriptivo, de los obteni- ractividad (medias de en torno a 1), tal
dos con RRPS, llaman la atención como se muestra en la Figura 1 (como
algunos datos, el primero de los cuales se ha señalado más arriba, en esta esca-
tiene que ver con la incidencia de pro- la 0 significa que el problema no está
blemas, aspecto en el que las puntua- presente, 1 que lo está con alguna fre-
ciones medias nos indican que en cuencia y 2 que lo está habitualmente).

Figura 1 - Problemas de conducta en niñas y niños adoptados.

Prosociales

Conducta
RRPS

Emocionales

Hiperactividad

0 0,5 1 1,5 2

Preescolares Escolares

Respecto a la hiperactividad, desta- miedo situaciones o cosas nuevas (al


can las elevadas proporciones de padres 44% de los escolares), que el 42.7%
que describen a sus hijos como “Muy llora fácilmente, o que el 35% se pre-
inquietos” (84.2% en preescolares, ocupa con frecuencia por cosas sin
72.8% en escolares), así como la difi- demasiada importancia (48% de los
cultad para concentrarse o facilidad para escolares). Es muy inusual que sean
distraerse (en torno al 50% de los prees- niños que se muestren tristes o
colares y del 70% de los escolares). angustiados (3.9%).
En la subescala de problemas Entre los problemas de conducta,
emocionales, destaca que al 51.3% destacan los comportamientos des-
de los preescolares les suelen dar obedientes de buena parte de estos
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niños (65.8% de los preescolares y tades para llevarse bien con otros y
53.1% de escolares); además, un 50% tener en cuenta sus sentimientos.
de preescolares tiende a echar la culpa Apenas si hay niños que sean descri-
a otros, un 36.6% de los escolares tos por sus padres como tristes, angus-
suele ser resentido o agresivo cuando tiados o desgraciados. Además, es
se le corrige y un 34.1% se pelea a muy poco usual la presencia de tics o
menudo con otros niños o niñas. Las movimientos estereotipados. En la
conductas de robo se han dado en un edad escolar, parecen haber desapare-
6.2% de los escolares. Las mentiras se cido los problemas que los más
han atribuido al 27% de los preescola- pequeños tenían para ir al colegio, de
res y al 38.3% de los escolares. manera que entre los problemas
Merece la pena analizar cuáles menos frecuentes se encuentran faltar
eran, según los padres, los problemas a la escuela o no querer ir a clase.
que los niños y las niñas del estudio
manifestaban más frecuentemente. Manifestación de problemas
Entre los preescolares, son muchos y características de partida
los que lloran o no quieren entrar de los niños y las niñas
cuando se les lleva al colegio (84.2%)
y, como antes se ha comentado, abun- Como quiera que existen dos ver-
dan los descritos como inquietos siones distintas de la escala RRPS para
(67.1%) o muy nerviosos (48.7%). diferentes edades, con el propósito de
Además, entre estos niños y niñas tener una medida única de este instru-
menores de 6 años hay algunos que mento para toda la muestra, hemos
aún no controlan esfínteres o que al convertido las puntuaciones directas en
menos ocasionalmente no los han valores tipificados (puntuaciones z).
controlado en el último año (36.5%). Las puntuaciones tipificadas indican a
Entre los problemas más frecuentes cuántas unidades de desviación típica
de los escolares, destacan cuatro rela- se encuentra un valor por encima o por
cionados con la hiperactividad, siendo debajo de la media. Una puntuación 0
muchos los que no terminan las tareas podría erróneamente llevar a pensar
que empiezan (47.6%), los descritos que significa ausencia de problemas,
como muy inquietos (54.3%) o ner- cuando lo que está indicando es que el
viosos (42%), y los que se distraen sujeto correspondiente ha obtenido una
fácilmente (48.1%). puntuación igual a la media. Si las pun-
Cuando observamos cuáles son los tuaciones son negativas (por ejemplo, -
problemas que presenta la escala 1) indicarían que los problemas son
RRPS como menos frecuentes entre inferiores a la media (por ejemplo, una
estos niños, vemos que en los dos desviación típica inferior) y si son
niveles de edad no se detectan dificul- positivas es que se están encontrando
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problemas con una frecuencia superior estos niños y niñas antes de su adop-
a la media. Las comparaciones que a ción, no existen relaciones significati-
partir de ahora se realizarán con los vas entre la presencia de problemas
datos de este instrumento se harán con actuales y haber vivido con su madre
esta nueva variable. biológica, haber vivido solos en la
Respecto al sexo de los adoptados, calle, haber estado hospitalizado o
los datos de RRPS nos indican que niños haber estado institucionalizado. En
y niñas presentan la misma cantidad y caso de haber estado institucionaliza-
frecuencia de problemas totales, de con- dos, tampoco la duración de la estan-
ducta, en las relaciones prosociales y de cia en los orfanatos se relaciona con
hiperactividad (aunque como media los estos problemas. Pero en la medida en
niños muestren una puntuación superior, que, según los padres, las necesidades
las diferencias no son significativas). emocionales y sociales, así como de
Las únicas diferencias significativas a estimulación de sus hijos estaban
nivel estadístico indican que las niñas mejor cubiertas en los centros donde
presentan como media más problemas residían en sus países de origen, en la
emocionales (a los que también se deno- actualidad presentan menos proble-
mina internalizados) que los chicos, t mas emocionales (r = - .263, p < .01).
(156) = 2,963, p < .01. La puntuación Mientras que no existen relaciones
media de los niños tiene un valor negati- significativas con la presencia de
vo de –0.28 en el área emocional, que enfermedades de los niños a su llega-
indica que su manifestación de proble- da a España, sí encontramos algunas
mas es inferior a la media, mientras que diferencias significativas entre los
las niñas, con una puntuación tipificada niños que presentaban necesidades
de 0.18, presentan más problemas emo- educativas especiales, que manifies-
cionales que la media. tan en la actualidad un mayor número
Aunque la tendencia es que los de problemas en general, t (12,401) =
niños que llegaron con 6 o más años 3,586, p <.01, así como en particular
presenten mayores problemas (a mayores problemas conductuales, t
excepción de la subescala de hiperac- (21,615) = 3,502, p =.01.
tividad) que los que llegaron más Al analizar las posibles relaciones
jóvenes, las diferencias estadísticas no con experiencias previas de malos tra-
llegan a ser significativas (p > .05). tos (prenatal, abusos sexuales, maltrato
La presencia de mayor o menor físico, negligencia en la cobertura de
número de problemas o de uno u otro necesidades físicas y negligencias psi-
tipo de dificultades no ha mostrado cológicas) en aquellas familias en las
una relación significativa con el país que disponen de esta información, sólo
de origen de los niños y niñas estudia- existen relaciones significativas respec-
dos. Respecto a las experiencias de to al maltrato físico. Destaca que aque-
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llos niños que con seguridad lo recibie- años con la escala Battelle y luego con
ron, están manifestando mayores pro- WISC-r) no difiere significativamente
blemas en la actualidad relacionados entre los niños que manifiestan más y
con el comportamiento prosocial, t (56) menos problemas. Pero cuando los
= 2,963, p < .01. También los tres chi- problemas de conducta se ponen en
cos con experiencias de abuso sexual relación con la valoración que los
muestran tendencia a presentar como padres hicieron en la entrevista sobre
media mayores problemas de hiperacti- cómo veían a sus hijos en diferentes
vidad que el resto (p = .060). ámbitos, se obtiene varias relaciones
En cuanto a la evaluación del des- estadísticamente significativas. En la
arrollo de estos niños a su llegada, los tabla 1 se muestran las correlaciones
datos muestran que los que inicialmente entre la valoración que los padres
presentaban graves problemas de des- hicieron de distintos aspectos del des-
arrollo, tienden en la actualidad a mani- arrollo y la conducta de sus hijos, por
festar mayores problemas de hiperacti- una parte, y la manifestación de pro-
vidad, según RRPS, t (148) = -1,933, p blemas, por otra, con la particularidad
=.055. Por el contrario, los niños que se de que las correlaciones significativas
situaban en o por encima de la media en siempre son negativas, es decir, se
desarrollo inicial presentan en la actua- asocian mayores niveles de problemas
lidad menos problemas que la media. a peores puntuaciones en las áreas de
desarrollo analizadas. Así, la mayor
Manifestación de problemas y carac- frecuencia de problemas en la actuali-
terísticas actuales de niños y niñas dad se asocia a peores niveles de des-
arrollo del lenguaje, de la inteligencia
El desarrollo psicológico de los y social, y a peores rendimiento, moti-
niños actual (evaluado hasta los 6 vación y adaptación escolar.

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Tabla 1 - Correlaciones entre escalas de RRPS y


evaluación del desarrollo por los padres

Des. Des. Des. Rendimiento Motivación Adaptación


lenguaje inteligencia social académico escolar a la escuela

Hiperactividad -0.226** -0.073 0.025 -0.193* -0.175* -0.129

Prob. conducta -0.137 -0.045 -0.022 -0.059 -0.143 -0.235**

Prob. emocionales -0.092 -0.091 -0.196* -0.105 -0.162* -0.203*

Prob. prosociales -0.201* -0.112 -0.201* -0.139 -0.135 -0.234**

Total de problemas -0.297*** -0.173* -0.197* -0.222** -0.258** -0.348***

*p < .05, **p < .01, ***p < .001.

Manifestación de problemas afectuosos con ellas cuantos más pro-


y dinámica familiar blemas conductuales (-.31, p < .001)
prosociales (-.35, p < .001) y totales
Es sin duda interesante conocer el (-.29, p < .001) manifiestan.
modo en que la dinámica familiar se No sólo los niños y niñas con más
relaciona con la manifestación de pro- problemas son menos afectuosos,
blemas. En primer lugar, y de manera sino que también los padres de los
bastante esperable, padres y madres más problemáticos son los que mani-
reconocen en IPCN a sus hijos como fiestan actitudes que implican menor
más desobedientes a medida que pre- expresión de afecto (correlación de
sentan más problemas de hiperactivi- actitudes de afecto con problemas de
dad, conductuales y en las relaciones hiperactividad, -.26, con problemas
prosociales (p = .000 en las tres escalas de conducta, -.38, con problemas
anteriores del RRPS, tanto en padres emocionales -.22, con problemas
como en madres). Los que tienen prosociales -.29 y con total de pro-
mayores problemas emocionales no blemas -.46 (p < .001 en todos los
son, sin embargo, más desobedientes. casos, excepto en problemas emocio-
En el resto de dimensiones de nales, p < .01).
IPCN en correlación con RRPS, los Además, el análisis de 4er nos
niños que tienen más problemas, ade- muestra otras correlaciones negativas
más de tener una tasa mayor de con- significativas, de forma que cuantas
flictos, son menos afectuosos con sus menos exigencias planteen los padres,
padres y madres. Esto es así sobre más probable es que los hijos mani-
todo con las madres, siendo menos fiesten más problemas en el compor-
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tamiento prosocial (-.20, p < .027). niñas y de tipo conductual en los


También es más probable que los niños (Brodzinsky, Schechter, Braff, y
padres que utilizan técnicas más coer- Singer; 1984; Simmel et al., 2001;
citivas tengan hijos con mayores pro- Verhulst et al., 1990; Versluis-den
blemas de conducta (-.31, p < .001). Bieman y Verhulst, 1995). Así mismo,
Estas correlaciones negativas también el hecho de que los niños y niñas
pueden leerse en sentido contrario: los adoptados a edades más elevadas o
padres que son más afectuosos, más con necesidades especiales tengan
exigentes y que hacen menos uso de tendencia a presentar en la actualidad
técnicas disciplinarias punitivas, tie- más problemas de conducta no debe
nen hijos que, en la actualidad, están resultar sorprendente a cualquiera
planteando menos problemas. Es difí- familiarizado con la investigación
cil conocer la dirección de tales rela- sobre adopción (Fernández y Fuentes,
ciones, ya que son correlaciones entre 2001; Palacios et al., 1997; Simmel et
variables cuantitativas. al., 2001; Sánchez-Sandoval, 2002;
Verhulst et al., 1990). El hecho de que
Discusión algunas de esas diferencias aparezcan
en nuestros datos sólo como tendencia
Aunque el objetivo propuesto para no nos debe hacer olvidar el acuerdo
este artículo no era la comparación prácticamente unánime de la investi-
entre los niños y niñas adoptados y los gación sobre adopción en torno a
que no lo son, quizá merezca empezar estas cuestiones.
haciendo una referencia al hecho de Por otra parte, no debe olvidarse
que, como han mostrado muchas otras que los problemas a que nos estamos
investigaciones, los adoptados se des- refiriendo no son exclusivos de los
arrollan dentro de los parámetros de la adoptados. Que los preescolares ten-
normalidad, difiriendo de los no adop- gan miedo de situaciones nuevas,
tados frecuentemente sólo en la que lloren con cierta facilidad, que se
mayor incidencia en ellos de proble- resistan a ir al colegio en ocasiones o
mas relacionados con el ámbito de la que tengan algún accidente en el con-
hiperactividad-distracción (Quinton et trol de esfínteres, son conductas que
al, 1998; Simmel et al., 2001; claramente no son privativas de los
Sánchez-Sandoval, 2002; Verhulst et niños y las niñas preescolares de
al., 1990). Los datos de nuestra inves- nuestra muestra. Lamentablemente,
tigación apuntan claramente en la al carecer de datos normativos del
misma dirección. También coinciden RRPS para la población infantil
nuestros datos con los de otros inves- española no nos es posible determi-
tigadores en la mayor incidencia de nar en qué medida el grado en que
problemas de tipo emocional en las esos problemas se manifiestan coin-
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cide en mayor o menor medida con angustia de forma significativa, lo que


los obtenidos en esta investigación. sin duda es un dato positivo a favor de
Pero, en general, los datos de nuestro los niños y las niñas adoptados y de
estudio concuerdan con la mayor sus familias.
parte de las investigaciones actuales Resulta también interesante que las
sobre adopción en indicar que la gran variables relacionadas con el pasado
mayoría de los adoptados son niños, de los niños (por ejemplo, su país de
niñas y adolescentes perfectamente origen o el haber pasado o no por ins-
normales, con un buen nivel de adap- tituciones) no muestren una clara rela-
tación y ajuste conductual. Ello no ción significativa con sus problemas
obsta, sin embargo, para que haya de conducta. Lo que esto nos está pro-
una pequeña proporción de adopta- bablemente diciendo es que el hecho
dos que presenta más dificultades de que el niño pueda ser etiquetado de
que el promedio, aunque las diferen- una cierta manera (de tal o cual país,
cias suelen ser de magnitud modera- con o sin convivencia prolongada con
da. Cuando hay problemas, el ámbito su madre biológica, habiendo o no
de la hiperactividad-distracción suele pasado por instituciones, por ejemplo)
ser el más afectado. es poco predictivo de sus problemas
Pero los datos presentados en este posteriores, pues habrá que conocer
artículo contienen algunas novedades qué experiencias tuvo en el país de
que amplían nuestros conocimientos origen o cómo fueron las relaciones
respecto a los problemas de conducta con la madre biológica, si marcadas
de los adoptados. Así, en primer lugar, por la protección o por el maltrato,
nos permiten valorar cómo la natura- pues no todos los niños que están dis-
leza de los problemas de conducta va ponibles para adopción lo están por
cambiando con la edad, como lo las mismas razones (en algún caso la
muestra el hecho de que a medida que madre puede haber preferido otro
crecen, los problemas relacionados futuro para un hijo del que le costó
con ir al colegio se hacen menos rele- separarse, en otros casos la madre
vantes, disminuyendo también los pudo ser negligente o maltratadora).
rasgos más físicos de la hiperactivi- Por ello, para predecir su ajuste con-
dad (dificultades para el autocontrol ductual no será suficiente con saber si
físico), pero aumentando los proble- un niño o una niña concretos proce-
mas relativos a su contraparte interior den de éste o aquel país o están dentro
(dificultades de atención). Por su de tal o cual grupo genérico (los que
parte, los problemas emocionales no estuvieron en instituciones o los que
parecen particularmente llamativos ni no, por ejemplo), sino que será nece-
con los más pequeños ni con los sario conocer además en qué circuns-
mayores, que no muestran tristeza o tancias concretas transcurrió su vida y
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cuál fue la calidad de las experiencias bilidad de unos u otros problemas de


que tuvieron antes de la adopción conducta, de forma, por ejemplo, que
(¿estuvieron sus necesidades de esti- los niños y niñas adoptados que tienen
mulación y de relación interpersonal una personalidad controladora presen-
bien o mal atendidas en el contexto tan más frecuentemente problemas de
institucional?). De hecho, lo que en tipo “internalizado”, mientras que
nuestros datos guarda relación con los aquellos con más dificultades de con-
problemas de conducta no es haber trol muestran con más probabilidad
estado o no en una institución, sino la problemas de tipo “externalizado”.
valoración que los padres hacen de en Por tanto, la condición de adoptado
qué medida las necesidades de sus por sí misma no lleva necesariamente
hijos estuvieron o no bien atendidas implicado uno u otro tipo de proble-
en ella. Como había apuntado Howe mas de conducta. Nuestros datos pare-
(1997), la historia de adversidad antes cen ir exactamente en la misma direc-
de la adopción debe ser considerada ción e indican que el tipo y la calidad
como un factor relevante para enten- de las experiencias antes de la adop-
der la problemática posterior de los ción deben también tomarse en consi-
adoptados. deración para su mejor conocimiento
La información que los padres tie- y comprensión, no siendo adecuado
nen del pasado de sus hijos adoptados guiarse por clasificaciones que nos
suele ser escasa y fragmentaria. El hablan de con quién o dónde estuvo el
hecho de que sólo el maltrato físico niño antes de su adopción, por ejem-
antes de la adopción se relaciones con plo, pero no de qué tipo de relación
los problemas de conducta actuales no tuvieron o qué experiencias le fueron
es casual, pues se trata de una de las posibles o le estuvieron vedadas.
formas más visibles y reconocibles de Por otra parte, los problemas de
maltrato, de forma que el dato, a nues- conducta de los niños y niñas adopta-
tro juicio, no debe tomarse en el senti- dos no pueden entenderse fuera del
do de que sólo el maltrato físico deja contexto de la dinámica de relaciones
secuelas conductuales posteriores, sino familiares. Una compleja dinámica en
como indicador de que el maltrato la que las relaciones de causa-efecto
sufrido en los primeros años es fuente son la mayor parte de las veces supli-
de dificultades años después de haber- das por interinfluencias que se ali-
lo experimentado y a pesar de condi- mentan mutuamente. Algo parecido
ciones posteriores más favorables. ha sido analizado, por ejemplo, por
Juffer, Stams y van Ijzendoorn Webster-Straton (1990) en relación
(2004) han mostrado que las caracte- con las características de los niños y el
rísticas de personalidad de cada niño estrés experimentado por sus padres:
adoptado determinarán mayor proba- los padres más estresados tienden a
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ser también más coercitivos y puniti- diferir de los de muchos otros niños y
vos con sus hijos, que entonces des- niñas, pero que presentan también sus
arrollan conductas aversivas con sus rasgos peculiares. Y unos problemas
padres, cuyo estrés se ve entonces cuya adecuada comprensión requiere
aumentado, desarrollando conductas un conocimiento detallado de las
que aumentan los problemas de sus características y las circunstancias de
hijos, etc. En el caso de nuestros cada uno, tanto las de antes como las
datos, como hemos ya indicado, de después de la adopción. Sin duda
puede que los padres más afectuosos, alguna, habrá entre los adoptados y
más exigentes y que hacen menos uso entre sus familias quienes requieran
de técnicas disciplinarias punitivas, ayuda psicológica, ayuda que será
tengan hijos que les plantearan de tanto más efectiva cuanto mejor se
entrada menos problemas, pero es comprenda el carácter personal y la
también muy probable que fueran naturaleza fuertemente interactiva de
cuales fueran las condiciones de parti- las dificultades concretas que en cada
da de sus hijos, el uso de estrategias caso puedan plantearse. La buena
educativas con altas dosis de afecto, noticia, por otra parte, parece ser que
de control, de explicaciones y de diá- la mayor parte de los adoptados y de
logo, creara un contexto propicio para sus familias no requerirán ayuda tera-
que la conducta infantil fuera encau- péutica, pues su desarrollo y su con-
zándose más adecuadamente. Basta ducta se mueven dentro de los pará-
con pensar en lo que significa un niño metros de la normalidad. Tras unos
o una niña con problemas conductua- inicios adversos, su vida parece
les de partida y luego puestos en el haberse puesto en orden en el contex-
contexto de relaciones marcadas por to de unas relaciones familiares gene-
la frialdad, por la tensión, por exigen- ralmente positivas, estimulantes y
cias y controles a veces excesivos o, protectoras, un clima propicio para el
por el contrario, excesivamente laxos, buen desarrollo personal y social.
para darse cuenta de que, en efecto, lo Algunas limitaciones de este traba-
que el niño o la niña aporta de entrada jo debe ser resaltadas, entre otras
a la relación educativa no es sino un cosas porque indican la dirección de
elemento de una ecuación mucho más nuevas líneas de investigación. La
compleja y –en todo caso- siempre información sobre las experiencias de
interactiva. los adoptados previas a su adopción
En conclusión, los datos presenta- es notablemente escasa y fragmenta-
dos en este artículo nos acercan a una ria. Es cierto que son muchos los
más completa comprensión de los padres que desconocen datos relevan-
problemas de conducta de los adopta- tes del pasado de sus hijos, pero tal
dos, unos problemas que parecen no vez los investigadores deberíamos ser
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más sistemáticos y exhaustivos en la en la que sin duda alguna se puede y


exploración de todos estos aspectos se debe ir más allá. Finalmente, la
para asegurarnos de que toda la infor- prueba utilizada para la valoración de
mación relevante que los padres ten- los problemas de conducta no se
gan es adecuadamente recogida. Por encuentra baremada para la población
otra parte, la exploración de la diná- española de niños y niñas no adopta-
mica familiar debería ser objeto de dos, lo que nos priva de un elemento
análisis más completos y detallados, de comparación de indudable interés.
pues parece razonable pensar que Afortunadamente, ello no afecta gra-
jugará un importante papel en el pro- vemente a las conclusiones aquí pre-
ceso de adaptación de sus hijos adop- sentadas, más centradas en la variabi-
tivos. Aunque el trabajo aquí presen- lidad dentro de los adoptados que en
tado constituya un avance en esa la comparación de los adoptados con
dirección, se trata de una información los que no lo son.

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