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El cerebro que pesa alrededor de 1400 gramos y contiene varios miles de

millones de neuronas, es un órgano con forma semiovoide y superficie rugosa, que ocupa
la parte anterior y central de la cavidad craneal. En el cerebro se integran las
percepciones sensitivas, se generan los impulsos de los movimientos voluntarios y se
realizan las funciones intelectuales.

El cerebro humano es firme y esponjoso, parece gelatina. Si algún día tuviste la


oportunidad de tocar un cerebro que se encuentre en un laboratorio tiene en cuenta que
este es más firme que el que poseemos en nuestro cráneo. Mientras estás leyendo esto
tu cerebro está en actividad y nunca deja de estarlo por más que te esfuerces en poner tu
mente en blanco. Nuestro cerebro se encuentra flotando dentro de una estructura rígida
llamada cráneo, el cráneo tiene más de medio centímetro de espesor, aunque es un poco
más grueso en la base. A pesar que su estructura es dura, nunca olvides usar casco si
vas a realizar algún deporte de riesgo o si sales a andar en bicicleta.
Aunque te muevas mucho tu cerebro no se daña con facilidad porque está cubierto con
tres bolsas delgadas pero muy resistentes. De afuera hacia adentro, las bolsas cerebrales
se llaman: duramadre, aracroides y piamadre. La duramadre es como lo dice su nombre,
dura. Aracnoides significa “como una araña” y esta bolsa se parece a una telaraña.
Pia significa “tierna”, y es la bolsa que está en contacto con el cerebro , esta es más
suave y flexible. Entre la piramadre y la aracnoides hay un líquido claro y acuoso que
cumple una función Entre la piamadre y la aracnoides hay un líquido claro y acuoso que
cumple una función de amortiguar los golpes. Este líquido es conocido como líquido
cefalorraquídeo.

Cada día por lo menos medio vaso de líquido gotea en tu cerebro. Este líquido
contiene proteínas, sales, azúcar y urea. Y tu cerebro flota en eso. Toda estas cosas:
bolsas, líquido y caja (cráneo) cuidan a la maravilla de tu cerebro. Este pesa alrededor de
un kilo y medio y esta compuesto casi todo por agua. Y sin él casi nada podría funcionar,
sientes con el cerebro, piensas con el, tu cerebro genera tus estados de humor y guarda
todos tus recuerdos. A pesar de tener un estado amorfo y feo, él es centro de control de tu
vida. Y por ese mismo motivo lo debes cuidar bien.
Dicen los científicos que el ser humano conoce muy poco acerca de su propio
cerebro. Es el órgano más importante de todo el cuerpo, el centro de mando que
mantiene en funcionamiento todo el sistema. Está dividido en dos hemisferios: el derecho
y el izquierdo, unidos por un conjunto de fibras nerviosas que están cruzadas, de esta
forma rigen los sistemas ubicados en el lado opuesto del cuerpo. El cerebro está
conformado por dos tipos de tejido: la materia gris y la blanca. En la materia gris por
ejemplo existen varias funciones como la inteligencia, la formación de la personalidad, las
zonas musculares y sensibles, además de controlar la visión y el lenguaje entre muchas
más. Por su parte la sustancia blanca relaciona ambos hemisferios por estar constituida
de fibras nerviosas. ¿Por qué es tan difícil conocer los misterios y secretos del cerebro?
Recordemos que es un órgano muy distinto. El cerebro no palpita, ni filtra, ni digiere los
alimentos como hace un estómago. Podemos hacer un trasplante de riñón y de corazón,
pero no podemos trasplantar nuestro cerebro. Está preservado por la cavidad craneal,
protegido cuidadosamente. Sin embargo, el hombre continúa creando dispositivos que
pueden ver cómo trabaja nuestra mente aunque aún no pueda responder a tantas
preguntas que nos hacemos. ¿Por qué soñamos? ¿Qué es un presentimiento? ¿Qué es
la intuición, el equilibrio y el pensamiento? ¿Es más inteligente una persona que tenga
una cabeza grande o una cabeza pequeña?
La parte interna del cerebro está formada por los núcleos grises centrales
rodeados de sustancia blanca, las formaciones comisurales que conectan ambos
hemisferios y las cavidades ventriculares y núcleos grises del cerebro.

Los núcleos grises del cerebro son formaciones de sustancia gris situadas en la
proximidad de la base del cerebro; representan relevos en el curso de las vías que van a
la corteza cerebral y de las que, desde la corteza, descienden a otros segmentos del
neuroeje (sobre todo, a los núcleos del mesencéfalo). Para cada hemisferio, los núcleos
se dividen en: tálamo óptico, núcleo caudado, putamen, pallidum (Los dos últimos
constituyen juntos el núcleo lenticular) y antemuro o claustrum. Entre estos núcleos se
encuentran interpuestas dos láminas de sustancia blanca, llamadas cápsula interna y
cápsula externa; una tercera lámina, la cápsula extrema, está interpuesta entre el
antemuro y la corteza cerebral del lóbulo de la ínsula.

El tálamo óptimo. Es un grueso núcleo de sustancia gris con forma ovoide,


situado al lado del III ventrículo. Su polo anterior tiene, por encima, la cabeza del núcleo
caudado, y está en relación con el pilar anterior del trígono; delimita, con este último, el
agujero de Monro, que pone en comunicación el III ventrículo con el ventrículo lateral. El
polo posterior, más voluminoso, corresponde a la encrucijada del ventrículo lateral. La
cara interna constituye la parte lateral del III ventrículo. La cara externa está rodeada por
la cápsula interna. La cara superior forma, por su mitad anterior, el suelo del ventrículo
lateral, mientras que la mitad posterior está en relación con el trigono. La cara inferior
descansa sobre el hipotálamo. En la zona en que la cara inferior se continúa con la
posterior, existen dos salientes, llamados cuerpos geniculados, externo e interno. Estos
salientes están unidos a los tubérculos cuadrigéminos del mismo lado mediante dos
cordones, llamados brazos conjuntivales o cuadrigéminos.

El tálamo está formado por varios núcleos secundarios, que pueden dividirse en
cuatro grupos: anterior, posterior, ventral y dorsal; además de los cuerpos geniculados.
Estos núcleos, en relación con sus conexiones, pueden agruparse en tres sistemas
fundamentales.
* El sistema de los núcleos de proyección específica, al que llegan los haces nerviosos
que transportan la sensibilidad general (es decir, la sensibilidad táctil, térmica, dolorosa y
profunda) y las sensibilidades especificas (o sea, la sensibilidad olfatoria, visual, etc.); de
estos núcleos parten fibras que se irradian a las correspondientes zonas corticales,
formando la radiación talamocortical.

* El sistema de los núcleos de proyección inespecífica, que no reciben fibras de la


periferia, sino que las envían a las zonas asociativas de los lóbulos frontal y parietal.
* El sistema de los núcleos de asociación directa subcortical, que envían fibras a los
núcleos hipotalámicos, pero no a la corteza.

El núcleo candado.

Tiene forma de una coma dirigida de delante a atrás. El extremo anterior o


cabeza, se apoya en el polo anterior del tálamo óptico y sobresale en el asta frontal del
ventrículo lateral; lateralmente está conectado con el putamen, por la presencia de un
puente de sustancia gris. La parte media o cuerpo, se apoya en el tálamo, sobresaliendo
por arriba en la cavidad del ventrículo lateral. La extremidad posterior, afilada, o cola,
rodea al polo posterior del tálamo y termina desviándose hacia fuera y entrando en
relación con el putamen.

El núcleo lenticular.

El putamen y el pallidum constituyen juntos, el núcleo lenticular. En las secciones


frontales éste presenta la forma de una cuña, con el vértice dirigido hacia dentro y hacia
abajo; la porción externa corresponde al putamen y la interna al pallidum. Por dentro y
arriba, el núcleo lenticular está separado del tálamo y del núcleo caudado por la
interposición de la cápsula interna; por fuera, está limitado por la cápsula externa; por
abajo, se apoya en una capa de sustancia blanca (porción sublenticular de la cápsula
interna), que lo separa del núcleo amigdalino, de la cola del núcleo caudado y de la
sustancia innominada de Reichert. El núcleo lenticular está en conexión, principalmente,
con el área motora y premotora de la corteza y con los núcleos talámicos, hipotalámicos y
mesencefálicos.

El antemuro.

Es una delgada lámina gris, situada entre la cápsula externa y la cápsula


extrema, conectada, principalmente, mediante fibras de paso, con la corteza de la ínsula.

¿En qué área del cerebro reside la creatividad? Este tipo de cuestiones nos fascinan porque
dan lugar a titulares llamativos. La búsqueda de las bases neurobiológicas de la creatividad
lleva a una conclusión: No hay un área específica de la innovación. Dicho de otro modo: En
todas y en ninguna.

No obstante, se van sabiendo más cosas gracias al estudio de pacientes especiales con
nuevas tecnologías. En los años 60 del pasado siglo, Sperry y Gazzaniga estudiaron
pacientes a los que se había separado ambos hemisferios cerebrales como tratamiento de
epilepsia grave para evitar la propagación de los ataques de una parte a otra del cerebro.
Esto permitió estudiar la función de cada hemisferio cerebral de manera individual y
comprobaron que el hemisferio cerebral derecho estaba más implicado en funciones
creativas mientras que el izquierdo era más analítico, responsable de la mayoría de aspectos
de la comunicación (lenguaje oral, escrito y corporal), de las capacidades matemáticas y de
hilar los pensamientos.

El hemisferio derecho procesa imágenes, melodías, patrones complejos como la expresión


facial, la orientación del cuerpo en el espacio. Los estudios de activación cerebral durante la
realización de actividades creativas apuntan también en esta dirección. Más tarde se
comprobó que pacientes con lesiones de la parte derecha del cerebro pierden su talento
creativo para la pintura, la poesía o la música.

Alice Flaherty es una neuróloga que experimentó en sus propias carnes un problema
curioso: coincidiendo con dos embarazos sufrió sendos episodios de hipergrafia (deseo
incontenible de escribir). Se pensó que podía deberse a la depresión postparto pero en
realidad había una inflamación del lóbulo temporal izquierdo. Algo parecido sucede en
personas con una forma de demencia llamada demencia frontotemporal que se caracteriza
por una atrofia progresiva de la parte frontal y temporal de un hemisferio cerebral.

Cuando la atrofia afecta al lado izquierdo del cerebro, y sobre todo a la parte temporal,
brotan las más variadas dotes artísticas, desde pinturas hasta composiciones musicales. Es
como si estas dotes se liberaran del control ejercido por los lóbulos temporales. Sucede lo
mismo en el caso de los brotes maníacos. No obstante, no todas las ideas que surgen del
cerebro son innovadoras. Una idea creativa debe ser útil, relevante y efectiva y debe encajar
en un contexto cultural determinado que dé sentido a lo creado. Estos condicionantes los
pone el hemisferio izquierdo que fiscaliza y controla las “locuras” del derecho.

En definitiva, todo el cerebro entra en acción cuando se está en pleno proceso creativo.
Posiblemente el acto creativo está escrito en códigos que reclutan muchas y diferentes redes
neuronales que son además cambiantes en el tiempo lo que dificulta mucho su comprensión
neurobiológica definitiva.

1. El cerebro no siente dolor.

Pese al hecho de que el cerebro sea el encargado de procesar las señales de dolor de otras partes del
organismo, en sí mismo no puede sentir verdadero dolor. Irónicamente es el encargado de hacernos
sentir el dolor del resto del cuerpo, pero no puede generarlo.

2. El cerebro tiene grandes necesidades de oxígeno.

El 20% de las necesidades de oxígeno y de calorías de nuestro cuerpo provienen del cerebro, pese al
hecho de que el cerebro únicamente supone (de media) un 2% de la masa corporal.

3. El 80% del cerebro es agua.

Pese a ser relativamente sólido, el cerebro humano está compuesto en un 80% de agua. Esto
intensifica la importancia de mantenerse totalmente hidratado por el bien de la mente.

4. El cerebro se activa por la noche.

Cuando el resto del cuerpo disminuye su actividad alcanzando mínimos durante los momentos de
sueño, el cerebro aumenta su actividad siendo incluso mayor que cuando estamos despiertos. Eso sí,
la actividad en vigía y sueño tiene lugar en lugares distintos del cerebro.

5. El cerebro humano opera a 15 watios de potencia.


Un cerebro adulto únicamente consume en un día entre 250 y 300 kcal, lo que supone una potencia
de cerca de 15 watios para un cerebro de unos 1.300 – 1.400 gramos (el peso que de media tiene un
cerebro humano adulto).

6. El cerebro cambia de forma durante la pubertad.

Durante la adolescencia, el ser humano cambia de aspecto físico, y también cambia su forma de
pensar, ya que la estructura del cerebro cambia por completo. Hasta que este cambio no ha
terminado, el ser humano no es capaz de asumir los riesgos de sus acciones.

7. El cerebro puede almacenar todo.

Técnicamente, el cerebro humano tiene la capacidad de almacenar todas las experiencias, todo lo que
se ve, todo lo que se oye e incluso todo lo que se siente. El gran problema recae en si una vez
almacenado, esa información puede ser recuperada. En la mayoría de casos esto no sucede, aunque la
historia ya ha dado el caso de Jill Price, una mujer que no podía olvidar.

8. La información en el cerebro viaja a distinta velocidad.

Las neuronas en el cerebro están situadas de distintas formas, y la información viaja a través de ellas
a distintas velocidades. Esta es la razón por la que en algunas ocasiones se puede acceder a algo
almacenado instantáneamente, mientras que en otras ocasiones toma un poco más de tiempo.

9. Un C.I. mayor equivale a más sueños.

Cuanto más inteligente eres, más sueñas, pero esa no es la única curiosidad relacionada con la
inteligencia y el cerebro. Un elevado cociente puede llegar a combatir las enfermedades mentales, y
existen casos de personas que son literalmente más inteligentes en sueños que cuando están
despiertos

Leer más: http://recuerdosdepandora.com/ciencia/biologia/hechos-y-datos-fascinantes-sobre-el-


cerebro-humano/#ixzz1PNAhgBOq
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El cerebro está constituido por dos mitades, la mitad derecha llamada hemisferio derecho
y la mitad izquierda llamada hemisferio izquierdo.
Ambos hemisferios están conectados entre sí por una estructura denominada Cuerpo
Calloso, formado por millones de fibras nerviosas que recorren todo el cerebro.

Gracias a estas fibras, los dos hemisferios están continuamente conectados.

Cada hemisferio está especializado en funciones diferentes, de ahí que uno de los aspectos
fundamentales en la organización del cerebro lo constituyan las diferencias funcionales que
existen entre los dos hemisferios, ya que se ha descubierto que cada uno de ellos está
especializado en conductas distintas.

Conviene saber también, que existe una relación invertida entre los dos hemisferios y
nuestro cuerpo. Por consiguiente, el hemisferio derecho se encarga de coordinar el
movimiento de la parte izquierda de nuestro cuerpo, y el hemisferio izquierdo coordina la
parte derecha.

La parte derecha está relacionada con la expresión no verbal.

Está demostrado que en él se ubican la percepción u orientación espacial, la conducta


emocional (facultad para expresar y captar emociones), facultad para controlar los aspectos
no verbales de la comunicación, intuición, reconocimiento y recuerdo de caras, voces y
melodías. El cerebro derecho piensa y recuerda en imágenes.

Diversos estudios han demostrado que las personas en las que su hemisferio dominante es
el derecho estudian, piensan, recuerdan y aprenden en imágenes, como si se tratara de una
película sin sonido. Estas personas son muy creativas y tienen muy desarrollada la
imaginación.

. Funciones del hemisferio izquierdo


El hemisferio izquierdo es el dominante en la mayoría de los individuos.

Parece ser que esta mitad es la más compleja, está relacionada con la parte verbal.

En el se encuentran dos estructuras que están muy relacionadas con la capacidad lingüística
del hombre, el "Area de Broca" y "Area de Wernicke"(áreas especializadas en el lenguaje y
exclusivas del ser humano).

La función especifica del "Area de Broca" es la expresión oral, es el área que produce el
habla.
Por consiguiente, un daño en esta zona produce afasia, es decir, imposibilita al sujeto para
hablar y escribir.

El "Area de Wernicke" tiene como función específica la comprensión del lenguaje, ya que
es el área receptiva del habla.

Si esta zona se daña se produce una dificultad para expresar y comprender el lenguaje.

Además de la función verbal, el hemisferio izquierdo tiene otras funciones como capacidad
de análisis, capacidad de hacer razonamientos lógicos, abstracciones, resolver problemas
numéricos, aprender información teórica, hacer deducciones...

4. 4. ¿Existe un hemisferio dominante?


El hemisferio que más se ha estudiado ha sido el izquierdo, ya que la mayoría de los
estudios apuntan a que se trata del hemisferio dominante.

Parece ser que en los diestros domina el hemisferio izquierdo, y en los zurdos el hemisferio
derecho.

Pero esto no quiere decir que tanto zurdos como diestros no puedan desarrollar mejor el
hemisferio no dominante, ya que como se ha dicho anteriormente ambos están conectados.

De hecho, las personas que tienen el cerebro muy desarrollado, utilizan simultáneamente
los dos hemisferios.

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