patatabrava.com
El interés del estudio de la Edad Media puede venir dado por varios
motivos, pero si se ha de destacar uno, será el de que es la época de los
primeros descubrimientos geográficos, lo que acelera la comunicación de los
diferentes marcos o ámbitos geohistóricos. Hasta el siglo XVII, los cambios se
van produciendo lentamente, hasta que sobreviene el final del Antiguo
Régimen con las revoluciones francesa, industrial y otras.
1
Antigüedad Tardía, Baja Romanidad o Romanidad Tardía, es la fase de
transición de la Edad Antigua a la Edad Media. El origen de esta transición está
en la crisis del siglo III, y su final, en el siglo VIII, ya puramente medieval. Es
una fase de cambios lentos pero importantes.
2
persigue ferozmente al cristianismo. En el año 313, el emperador Constantino
promulga el Edicto de Milán, por el cual se legaliza el ejercicio de la religión
cristiana, lo que tiene como consecuencia una cristianización masiva de la
sociedad. Es éste el origen de la Cristiandad Latina. La población rural queda
adscrita, encuadrada, en las unidades llamadas parroquias. Se da en esta
etapa la aparición del monacato. Serán estos primeros siglos medievales un
período de expansión monástica. También serán siglos de empobrecimiento
intelectual y artístico. Aparecen nuevos centros educativos radicalmente
distintos de las escuelas del mundo romano: serán ahora centros
confesionales, religiosos (escuelas monacales y catedralicias).
Otro rasgo más de este período son las segundas invasiones, el llamado
“cerco de Europa”: los vikingos (normandos y otros pueblos), que no formaban
aún parte de la Cristiandad Latina, atacan por el norte y el Atlántico; los
musulmanes avanzan desde el sur; desde el este, los húngaros o magiares, los
3
ávaros y otros, hasta que son derrotados por Otón I, lo cual le dará el
merecimiento de ser coronado emperador. Un cuarto elemento de estas
segundas invasiones será la progresión lenta y constante de los eslavos hacia
Occidente. La Cristiandad Latina tiende a incorporar a estos pueblos
(escandinavos, húngaros y eslavos occidentales de Bohemia, Croacia y
Polonia). A la altura del año 1000, el espacio europeo se ha expandido, Islandia
se incorpora al cristianismo. En definitiva, se produce una ampliación y una
estabilización del espacio europeo.
Una vez traspasada la frontera del año Mil, los siglos XI, XII y XIII
constituyen el momento culminante de la civilización medieval, el período de
plenitud. Conceptos como los movimientos artísticos culturales del Románico y
el Gótico florecen en esta etapa, así como el renacer del mundo urbano o el
nacimiento de las órdenes mendicantes (franciscanos, dominicos, etc.). La
Plena Edad Media se basa, como momento de madurez medieval, en un
crecimiento económico progresivo acorde con el orden feudal. La expansión
agrícola culmina en el siglo XII, centuria en la que renacen las ciudades en un
fenómeno de reurbanización, lo cual conlleva asimismo la multiplicación de las
actividades mercantiles (comercio, grandes ferias, expansión hacia el Este
—Ostkolonisation—, etc.).
Es también la época de las Cruzadas, a través de las cuales Occidente
consigue controlar el comercio del Mediterráneo y se proyecta sobre Oriente.
En cuanto a la Iglesia, en el siglo XI se produce la reforma gregoriana
(impulsada por el papa Gregorio VII). Se trataba de una reforma desde arriba,
en la que el papa aspiraba a reafirmarse como cabeza de la Cristiandad
medieval, rivalizando con el otro gran poder universal del momento: el
emperador del Sacro Imperio. Se produce, pues, un enfrentamiento entre la
teocracia pontificia y las monarquías feudales.
§ La última etapa, la Baja Edad Media, que comprende los siglos XIV y
XV, o acaso la segunda mitad del XIV y la primera del XV (más o menos un
siglo), es la época de crisis y convulsiones que conducen al orden del nuevo
estado moderno, sus mecanismos y procedimientos de gobierno y relaciones
internacionales. En esta última etapa medieval también se producen
importantes innovaciones técnicas en ámbitos diversos, como las finanzas o la
navegación, que prepararán el terreno para la consecución de los grandes
4
descubrimientos geográficos del siglo XV. Se constata también la actividad de
artistas e intelectuales precursores del humanismo y del Renacimiento italiano,
y se introducen ya algunos cambios en el mundo económico, en la agricultura y
la artesanía, que anticipan el desarrollo que conocerán estos sectores en los
primeros siglos modernos, el XV y el XVI. Se puede considerar, por lo tanto,
como el período de conclusión del Medievo y como etapa de transición a la
Modernidad.
Los datos de población que podemos manejar para estos siglos son
5
aproximaciones, estimaciones que se han hecho con mayor o menor precisión.
El Occidente, a pesar de ser más extenso, tendría alrededor de 25 millones de
habitantes, menos que la parte oriental, que contaría con unos 30 millones de
habitantes a pesar de ser menos extenso. Todo el Imperio sumaría una
población de 55 millones de habitantes. De ello se desprende que las
densidades de población habrían sido muy desiguales según las regiones,
siendo Egipto la provincia más densa, y registrándose las densidades más
pequeñas en la Galia y la Subdanubiana (alr. 3 hab/km). Hispania (o las
Hispanias) contaría con una densidad aproximada de 11 hab/km.
6
en la administración municipal e incluso imperial), dejan la ciudad y pasan a
residir en sus villae, con lo que los rendimientos de sus tierras dejan de ser
invertidos en las ciudades.
7
El sistema monetario bajoimperial se basaba en el oro, la plata y el
vellón. La moneda de más valor era de 4,5 g de oro y era el solidus (sueldo),
puesta en circulación por el emperador Constantino, y cuyo valor permanece
estable (por ser el oro el patrón fiduciario por excelencia). La heredan Bizancio,
el Islam y los reinos germánicos. El caso era que pudiesen llegar a usarla, pues
debido a su alto valor, era poco práctica, tan sólo servía para efectuar grandes
transacciones comerciales. El sueldo tiene un valor intrínseco, fiduciario,
mientras que las monedas de vellón y plata tienen un valor nominal, el que
atribuye el Estado; cuando éste desaparece, ya no valen nada.
El sistema fiscal del Bajo Imperio era agobiante para la población. Las
reformas fiscales llevadas a cabo por Diocleciano y Constantino estaban
encaminadas a asegurar que el Estado tuviera siempre recursos para
mantenerse, nutriéndose de fuentes fiscales diversas:
-Los ingresos de la res privata: provenientes de las tierras que son
propiedad del titular del Imperio (i.e. del emperador), un conjunto de latifundios
y otraspropiedades.
-Ingresos en metálico por actividad en el monopolio de minas, canteras,
talleres de acuñación monetaria y fábricas imperiales.
-Los impuestos sobre el comercio (aduanas y peajes).
-Los impuestos que pagan determinados grupos sociales: el aureum
decurionum que pagaban los decuriones (miembros de la curia), la gleba
senatoria de los senadores, la collatio lustralis de los artesanos, etc.
-Ingresos extraordinarios en especie, para garantizar la alimentación de
los funcionarios del Imperio: la indicción (indictio), novedad del Bajo Imperio.
8
-La esclavitud mediterránea.
9
4. Pensamiento político y ejercicio del poder en la Antigüedad
TardíaIV-VI).
(ss.
10
de consejo de Estado cuyos miembros designa el emperador
libremente. Su composición es fluida (jefes militares, senadores,
funcionarios, etc.).
El pallatium (palacio): el conjunto de personas que rodean al
emperador y lo asesoran (corte), un organismo casi “doméstico”.
En Bizancio tienen poco recorrido y en Occidente desaparecen.
• La administración central del Imperio. Órganos centrales:
El comitatus, radicado en cada una de las residencias imperiales.
Allí donde hay una residencia imperial hay un comitatus. En el
siglo IV había dos residencias imperiales en Occidente: Milán y
Tréveris, y dos en Oriente: Sirmio y Antioquía. En el siglo V, la
residencia imperial de Occidente se establece en Rávena y la de
Oriente en Constantinopla. Cuando el emperador se desplaza de
su residencia, por las razones que sean, el comitatus (órgano
colegiado) lo acompaña.
11
organización de la defensa del limes. El sistema defensivo se basa en primer
lugar en una barbarización del propio ejército: se firman tratados con pueblos
bárbaros próximos al limes, incorporándolos al sistema defensivo, y cuyos
guerreros son incorporados en ocasiones al propio ejército romano.
Se distinguen distintos tipos o categorías de tropas:
ripenses o limitanei: tropas fronterizas fijas.
comitatenses: acuden a donde se las necesite. Están en el interior.
pallatini: guarnición del palacio imperial.
12
II. La Iglesia en el Imperio.
A) La organización de la Iglesia.
13
en el 381, con el emperador Teodosio.
§1. El culto a los mártires. Los mártires son los primeros santos,
bienaventurados que mueren por la fe cristiana, sufren martirio a semejanza de
Cristo y van a acompañar a Dios. Son miembros relevantes de la comunidad
que fueron perseguidos y ejecutados. Cada año se celebra el aniversario de su
muerte bajo la fórmula del dies natalis, “día del nacimiento”, en el sentido de
“día en que nace para la vida eterna”, y la celebración tiene lugar en los
monumentos llamados martyria, sus sepulcros.
Estos mártires se convierten en miembros privilegiados de la comunidad,
que pueden interceder ante Dios por los demás fieles. El mártir es la primera
figura del santo, después habrá otros santos no mártires. Hay restos, reliquum
(pl. reliqua), cuerpos, cadáveres, lo que queda de ellos: las reliquias. El poder
de intercesión del mártir para favorecer a quienes los invocan se asocia a sus
reliquias. El poder del mártir es la virtus, y se manifiesta a través del prodigio o
milagro. Los fieles se les encomiendan buscando protección, intercesión ante
14
Dios, patrocinio en definitiva, a semejanza de lo que acontecía con la
encomienda a un señor en el ámbito social. Los santos mártires se convierten
en patronos de los fieles devotos.
15
ideales de vida de los monjes eran: la ascesis o mortificación, la oración y la
continencia, en relación con la cuestión de la materia y el espíritu.
En origen, los monjes son laicos que deciden vivir conforme a los ideales
evangélicos y buscar la perfección cristiana. La expansión del monacato a
Occidente se realiza por medio de viajes de monjes. Los primeros monasterios
se fundan en el sur de la Galia, como el de San Víctor de Marsella, fundado en
el 416 por Juan Casiano, inspirado en las reglas orientales. Otro personaje
importante es San Martín de Tours, que muere en el 327; éste se había retirado
en principio a la vida anacorética, luego pasó a la vida cenobítica y finalmente
se reintegró en la comunidad de la que procedía, pues fue llamado a presidir la
sede episcopal, convirtiéndose en obispo de Tours. Ocurre en Occidente que
algunos obispos redactaron reglas monásticas para que sus clérigos viviesen
de una forma determinada. Un ejemplo de ello es la que redacta San Agustín
en su sede episcopal de Hipona, en el norte de África. Había diferencias
notables entre el monacato de Oriente y el de Occidente. En Occidente, las
normas de vida monástica son menos austeras y menos rígidas que las
orientales.
16
La Iglesia en estos primeros siglos propone definiciones de la doctrina
que serán importantes para los siglos venideros. Hay un esfuerzo por definir la
ortodoxia y la heterodoxia o herejía. Los clérigos y monjes han estudiado
filosofía en las escuelas clásicas, y en muchos casos tratan de aplicar los
métodos lógicos para analizar las verdades reveladas. Se aplican los métodos
del raciocinio filosófico para perfeccionar los dogmas de la doctrina cristiana.
17
que emitir opiniones a favor o en contra de las diferentes ideas defendidas.
Estas intervenciones doctrinales evidenciaban la imposibilidad de la Iglesia
para mantenerse unida en Oriente sin el papel que jugaba el emperador.
18
San Jerónimo, muerto hacia el 420, es el personaje latino mejor formado
lingüísticamente. Formado en la literatura latina, conoce el griego y el hebreo
también. Es conocedor asimismo del monacato oriental. Su principal
contribución fue la traducción de la Biblia al latín, manejando las versiones
griega y hebrea. Esta edición es la Vulgata.
§1. Hacia los siglos II-III hay cuatro o cinco familias lingüísticas de
hablas germánicas:
-Las hablas escandinavas o nórdicas.
-Las hablas ósticas (del al. ost, este) u orientales: gótico, burgundio y
vándalo.
-Las hablas huésticas o vésticas (de west, oeste) u occidentales: la
lengua de los francos, la de los alamanes, la de los bávaros, etc.
-Hablas vésticas del Mar del Norte: anglo, sajón, frisón, etc.
19
-Hablas de una zona del río Elba.
20
follow, seguir), semejantes o casi equiparables al comitatus latino. El hausherr
puede llegar a tener 200 miembros en su gefolge. Hay lazos de vinculación
personal de hombre a hombre entre el guerrero y su señor. El hausherr
también dispone de campesinos semilibres y esclavos que trabajan sus tierras,
pero que no tienen ningún tipo de obligación militar. Cuanto más poderoso sea
un hausherr, más posibilidades tendrá de que su pueblo lo elija jefe: herizogo
—líder de armas— (heer ziehen o en al. actual herzog, duque, dux, de donde
viene p. ej. Herzegovina). El herizogo es el jefe militar, dirigente del ejército,
estratego, término equivalente al dux romano. Por encima del rango de
herizogo está el mando militar supremo, con connotaciones políticas: el rey
militar o heerkönig, el rey del pueblo en armas. Se trata de una realeza de
carácter electivo y militar. La monarquía, el otro tipo de realeza, es una
aportación de los germanos a la organización política de Occidente. Aparece
una realeza dinástica con origen divino, legendario. Las monarquías son, en
estos primeros tiempos, electivas.
Hacia el año 375, finales del siglo IV, en las Islas Británicas se
encontraban, en Irlanda, los escotos, que invadirán el norte de la isla de Gran
Bretaña, es decir, Escocia, donde en aquel momento se hallaban los pictos. Al
sur estaba la Britania romana.
21
respectivamente). El río Dniéster los separó, estableciéndose al noreste los
ostrogodos, y al oeste los visigodos. Al noreste de Europa se hallaban los
pueblos eslavos, y al este, los hunos. Entre el año 375 y el 476, la irrupción de
los hunos y su violencia en la Europa Oriental provoca el movimiento de los
germanos orientales hacia Occidente, viéndose obligados a penetrar en
territorio imperial.
El año 526 es el punto de llegada, pues desde esta situación previa, los
bárbaros habrán ya penetrado en el Imperio y estableciéndose de la siguiente
manera: los suevos en la Gallaecia y Lusitania, los visigodos en Hispania, los
francos en la Galia, junto con alamanes y burgundios; frisones en los Países
Bajos, con sajones, jutos, anglos y turingios; ostrogodos en Italia, y otras
presencias germanas en otros puntos del territorio.
C) La penetración en el Imperio.
22
la oriental, por Arcadio, ambos hijos de Teodosio.
23
TEMA 2. LOS REINOS BÁRBAROS Y SUS ESTRUCTURAS POLÍTICAS.
Siglos V, VI y VII.
Los llamados reinos efímeros son los que menor duración han tenido,
bien porque han sido destruidos por la reacción de Bizancio y conquistados,
bien porque han sido también conquistados o anexionados por otro reino
germánico más consolidado.
24
ciudad). Su actitud para con la población romana y sus instituciones fue
bastante hostil. Se encerraron en un arrianismo militante, que rechazaba lo
romano, y en algunos momentos persiguen a la Iglesia católica. Su identidad
germánica se refuerza por el arrianismo, que mantiene la lengua litúrgica gótica
frente al latín.
25
El dominio suevo dura 136 años. Una vez que los suevos comienzan a
extender su influencia por la Península, Roma reacciona con sus aliados, los
visigodos, a los que envía a Hispania en el 456, año en que derrotan a los
suevos en Astorga, en la batalla del río Órbigo. Los suevos se rehicieron y
consiguieron restablecer su dominio en el noroeste. Poco antes del 468, el
pueblo suevo adopta el arrianismo y abandona el paganismo. Influyeron en
esta decisión los visigodos, que enviaron a un misionero llamado Áyax a
mediados del siglo V. A partir del 468 tenemos cien años de oscuridad de las
fuentes sobre el reino suevo. Luego, en el siglo VI, hacia 560-570, los suevos
pasan del arrianismo al catolicismo por la acción de Martín de Dumio o de
Braga, llamado “apóstol de los suevos”, que los consigue convertir al
catolicismo. Se celebran los dos primeros concilios en Braga. La política del
reino suevo en su fase final, contraria a la del visigodo arriano Leovigildo, hace
que éste anexione el reino suevo al reino hispano-visigodo en el año 585 de la
era cristiana.
26
II. Los reinos anglosajones, visigodo y franco.
A lo largo de los siglos VII y VIII hay una sucesión de hegemonías de los
distintos reinos en diferentes momentos: bretwalda, supremacía temporal de un
rey sobre los otros. En el siglo VII es el rey de Northumbria el que ostenta la
hegemonía sobre los reinos anglosajones, al imponerse a los britanos. En el
siglo VIII la hegemonía es del reino de Mercia.
27
Inglaterra a un grupo de misioneros dirigidos por Agustín de Canterbury, que
son recibidos por el rey de Kent, y que introducen además la orden benedictina
en la isla. La introducción del cristianismo favorece la territorialización, esto es,
el reforzamiento de la autoridad monárquica.
B) El reino hispanovisigodo.
28
que dio lugar al Codex Revisus, en busca de una unificación del derecho.
Remarcó el carácter germánico de su reino, y reorganizó la administración
territorial en condados. Adoptó atributos imperiales, como la vestimenta
púrpura, e hizo crear un Consejo Palatino u Oficio Palatino, integrado por
germanos. Reconoció a las ciudades como unidades de articulación del reino
(modelo urbano, a semejanza del Imperio). A Leovigildo, que muere en el 586,
lo sucede su hijo Recaredo.
29
C) La Francia merovingia: una síntesis ponderada con futuro.
30
§3. Cobran importancia también los obispos, que colaboran con los
monarcas en el ejercicio del poder, defendiendo los intereses de la aristocracia
galorromana. Los obispos utilizan su poder para intervenir en las querellas
habidas entre los hermanos herederos de los reinos que, en el momento de la
sucesión, pugnan por imponerse unos sobre otros (las guerras son frecuentes
sobre todo en el siglo VII). Los obispos residen en las ciudades.
A) La realeza.
B) El ejercicio del poder compartido con la aristocracia en el plano militar,
fiscal y judicial.
C) La concepción germana del derecho prevalece en la sociedad.
31
también sangrienta o bien con una compensación pecuniaria. La wergeld era una
compensación tarifada de los delitos, y esta figura se traslada al derecho eclesiástico
con los penitenciatites. La actualización del derecho de los francos se lleva a cabo
por influencia de la romanidad, que promueve que se deje la oralidad y se codifique
en latín la Lex Salica y otros códigos, a diferencia de lo que sucedía en Britania con
las leyes de Wessex y Kent, escritas en lengua germana.
32
feudovasallático sería un número reducido, una pequeña parte de la sociedad.
Sería, por tanto, una visión restringida del sistema.
b) La concepción del materialismo histórico.
Esta segunda concepción, mucho más amplia que la anterior, y
formulada siguiendo las tesis marxistas o del materialismo histórico, concibe el
feudalismo como un modo de producción, que forma parte esencial de la
estructura económica y política y de la superestructura ideológica y de las
mentalidades. Sería la organización económica, social y política basada en las
relaciones de hombre a hombre establecidas mediante las instituciones
feudovasalláticas, por las que se constituye una especie de casta militar, un
grupo de señores feudales que dominan al campesinado, al que se le imponen
cargas (impuestos, censos, corveas, luctuosas…). Los señores son los
propietarios de la tierra que trabajan los campesinos. En esta concepción, el
feudo no es la clave explicativa, sino una parte de la estructura jurídico-política
del estado.
c) Relaciones feudales / relaciones señoriales.
Como consecuencia de las discusiones entre institucionalistas y
materialistas, los primeros han propuesto que se distingan las relaciones
feudales, que afectan a una parte reducida de la sociedad, y las relaciones
señoriales o régimen señorial, esto es, las relaciones entre señores y
campesinos (gran masa de población trabajadora). Se trata de un afinamiento
de la visión institucionalista. Las relaciones feudales se habrían terminado con
el triunfo del estado moderno, pero las relaciones señoriales o régimen señorial
habían permanecido hasta finales del Antiguo Régimen.
d) La sociedad feudal.
Finalmente, se impone una interpretación aceptada generalmente y que
es la que se ocupa de definir qué es una sociedad feudal, siguiendo a Marc
Bloch. Este tipo de sociedad se define por varias condiciones que tienen que
darse simultáneamente:
1º. Tiene que tratarse de una sociedad de base agraria, sostenida por el
trabajo de la tierra, cuya forma de propiedad tiende a ser el gran dominio. Estos
grandes dominios son propiedad de los señores, y son trabajados por los
campesinos, cuya producción genera las rentas que perciben los señores.
2º. Priman los lazos de dependencia privada en todos los ámbitos de la
escala social, en oposición a los vínculos públicos. Son relaciones de tipo
privado las que se establecen entre los libres (la clase alta de señores y
vasallos) y entre los señores y los campesinos (libres o siervos).
3º. El poder público, del estado, tiene que ser débil necesariamente. Es
indispensable un fraccionamiento de la autoridad pública (triunfo de las
aristocracias locales romano-germanas en los primeros reinos). Es imposible
un sistema feudal con una monarquía absoluta. La máxima atomización del
poder, y en consecuencia el auge del feudalismo o régimen feudal, es lo que se
observa en la Francia Occidental a la altura del año 1000 como gran novedad.
33
De ello se desprende que en el proceso histórico de la Alta Edad Media
estemos atendiendo al tránsito de una sociedad esclavista (la romana) a una
sociedad feudal, y que en el ámbito político la aristocracia de los espacios
regionales se imponga al concepto de res publica. Hay, no obstante, momentos
de paréntesis, de puntuales interrupciones de la deriva general del proceso,
como la restauración imperial del 800.
34
Antigüedad, esta continuidad, no se constata en las Islas Británicas o en la
Germania.
c) La progresiva pérdida de peso del ager frente al saltus en el interior de
los reinos bárbaros.
Predomina el saltus (terreno sin cultivar) frente al ager (terreno cultivado)
en el interior de los reinos bárbaros, sobre todo en el área germánica. La razón es
el predominio de la ganadería sobre la agricultura, por un mayor consumo de
carne y grasa animal de los germanos frente al mayor consumo de aceite de oliva
y vino de los romanos. También los germanos bebían cerveza en vez de vino, y
complementaban su dieta con la pesca fluvial.
d) La sociedad se estructura en función de las propiedades rústicas.
-Vías de crecimiento de la gran propiedad.
Las circunstancias de los siglos VI y VII favorecen el crecimiento de la
gran propiedad. Las tierras públicas, propiedad del Imperio, que eran
abundantes en todas las provincias, pasan en teoría a manos de los reyes
germánicos, que distribuyen esta riqueza entre la aristocracia laica germánica y
luego romano-germánica. Estos aristócratas incrementan su propiedad
ejerciendo la coacción sobre los más débiles campesinos propietarios
(tenuiores), procurando su sometimiento e integrar así sus pequeñas
propiedades en la propiedad mayor. Una tercera vía, que da origen a la gran
propiedad eclesiástica, es la de las donaciones piadosas a las iglesias.
Estos dominios, propiedades agrarias de gran extensión, donde podían
trabajar alrededor de 40 o 50 familias campesinas, frente a la pequeña
propiedad familiar, empiezan a constituirse o establecerse como señoríos. Se
distingue el señorío territorial, plena propiedad y plena disposición del dominio
por parte de su señor propietario, y el señorío jurisdiccional, que consiste en que
su titular, además de ser dueño o señor de la tierra, tiene otras atribuciones,
correspondiéndole ejercer sobre la población que trabaja y vive en ese dominio
una jurisdicción fiscal, judicial y militar. En la medida en que estos dominios
tiendan a erigirse en señoríos, estaremos avanzando en la feudalización en su
tercer aspecto, de fraccionamiento del poder político.
-Los trabajadores de la tierra: grupos diferenciados y uniformidad
social.
Frente a la aristocracia territorial conformada por los propietarios de
grandes dominios que tienden a ejercer señorío jurisdiccional sobre los mismos,
transmitiendo hereditariamente a sus hijos esos dominios y esos poderes, se
encuentra el otro extremo de la sociedad: los trabajadores de la tierra. Al
principio, hay grupos diferenciados (en función de diferentes condiciones o
estatutos jurídicos: esclavos, siervos y colonos). A lo largo de los siglos VI y VII
estas diferencias tienden a desdibujarse hacia una cierta uniformidad social de
este grupo mayoritario de la población.
En el estrato más bajo de la sociedad estaban los esclavos, una
permanencia de la Antigüedad, eran considerados objeto de propiedad del señor
(dentro de la categoría de res mancipi). Frente a éstos, aparecen los siervos
como una mano de obra más rentable y apetecible para los señores. En esos
siglos, era más rentable manumitir a un esclavo que mantenerlo como tal; por el
contrario, los siervos se encargaban ellos de mantenerse a sí mismos y además
el señor podía exigirles trabajo gratuito (corveas), el pago de censos u otras
prestaciones. El siervo se instalaba en una pequeña propiedad agraria, una
pequeña explotación de tamaño familiar denominada manso (del lat. mediev.,
35
mansus y a su vez del v. lat. manere, permanecer), y que permitía el
abastecimiento familiar. El manso estaba constituido por la vivienda familiar,
huertos alrededor de la casa, tierras de cultivo y derechos de participación en el
bosque. El manso podía ser compacto o disperso, en caso de que las parcelas
que conformaban las diferentes partes estuvieran separadas. Aparte de esto,
otro aspecto que diferencia al siervo del esclavo es que los siervos tenían
derecho a la prole, a formar una familia, mientras que los esclavos sólo podían si
eran autorizados por su dueño o propietario.
Un tercer estatus jurídico que se da entre los trabajadores de la tierra es
el de colono. El colono es libre. No es propietario de la tierra, sino que trabaja
una explotación familiar dentro de una unidad superior. Mantiene una relación de
dependencia económica con el señor propietario de la tierra, cuyas tierras
explota a cambio del pago de una renta o canon estipulada por un contrato de
enfiteusis. Finalmente, estarían los campesinos libres propietarios de sus tierras.
Es imposible para aquellos siglos saber qué porcentajes de población
representaban los esclavos, los siervos o los colonos. Algunos historiadores han
estimado una cierta nivelación a la baja, esto es, que han visto que el
esclavismo había llegado casi hasta el año 1000.
36
regular los intercambios. Las acuñaciones de moneda obedecen principalmente
al hecho de que suponen un símbolo de poder de los monarcas, sobre todo las
de gran valor, de oro (sueldo o solidus). La evolución de la moneda de oro va
pareja a la reducción de la actividad mercantil, por su escasa utilidad. Al final
del período deja de acuñarse moneda de oro, pues no es necesaria al dejar de
realizarse intercambios a larga distancia, y se pasa a acuñar moneda de plata.
Se trata, en definitiva, de una economía cerrada. Los intercambios de bienes
pasarán a hacerse muchas veces por vías extraeconómicas, como los regalos
entre poderosos y las ofrendas y donaciones a las iglesias.
37
Imperio (foedus). Allí donde se dio esta modalidad de integración, la minoría
germana fue beneficiaria de unas rentas mediante el reparto de grandes
propiedades (antes se les había pagado con la anonna, sueldo de los
funcionarios). Los repartos de tierras de la aristocracia romana incluyen a los
germanos recién llegados, a los que se les atribuye un tercio o dos tercios de
un latifundio, pasando a ser copropietarios del mismo; de esta forma, tienen un
medio de subsistencia, beneficiándose de los rendimientos de estos latifundios.
Las fuentes de derecho hablan de la tercia de los romanos o sortes.
§1. Los obispos juegan un papel muy importante sobre todo en las
ciudades. La mayoría de ellos procede de la aristocracia romana y luego de la
aristocracia germana. Su importancia tiene que ver con el proceso de cambio
de los poderes urbanos. El obispo sigue siendo elegido teóricamente por el
pueblo. En la práctica son elegidos por los reyes y la aristocracia. Los obispos
38
pueden actuar de manera colegiada en los concilios y sínodos. Cuando no es
posible que actúen colegiadamente, i.e. cuando no se celebran concilios, se
produce una decadencia general de la Iglesia regional en cuestión (los obispos
pierden el control sobre el clero, etc.). La Iglesia latina se organiza de manera
regional, acomodándose a las fronteras de los nuevos reinos. Estas iglesias
regionales van acumulando grandes propiedades hasta que, en el reino franco,
hacia el 730, Carlos Martel, mayordomo de palacio de Neustria y Austrasia,
lleva a cabo una primera gran desamortización de bienes eclesiásticos (que
eran el 25% de la propiedad general del reino), para repartir esos bienes entre
los guerreros francos.
39
en su desarrollo por los conflictos políticos del siglo VII, que impiden la
celebración de concilios, lo cual repercute en que los obispos descuiden sus
obligaciones pastorales.
1. Los objetivos.
2. El contenido.
3. Los instrumentos.
40
comunidad a un santo patrono poderoso, que arraiga fuertemente en la misma,
es un correlato del tipo de relaciones sociales que se dan en ese momento
histórico, como hemos visto. Sin embargo, pese al fuerte arraigo de estos
santos patronos, en el siglo XI, hacia el año 1080, cuando en León se cambia
la liturgia hispánica por la romana, se produce un cambio en el santoral que ha
dado lugar a que algunas parroquias pasasen a tener una doble advocación,
pues habían mantenido su patrono original pero le habían añadido el nuevo
santo patrono. Ejemplos de estas dobles advocaciones pueden ser las
parroquias de San Pedro de Santa Comba o la de Santiago de San Cotobade
(San Cucufate, mártir hispano, cuya fiesta se celebraba en la liturgia hispánica
el 25 de julio, mientras que el Santiago se celebraba el 30 de diciembre).
-El segundo instrumento esencial de la evangelización es la celebración
de la eucaristía, la misa dominical. Desde principios del siglo VII las iglesias
regionales establecen un canon específico de una parte de la celebración de la
misa para celebrar al santo patrono. Al principio la misa era en latín y se
entendía por parte de los fieles. En primer lugar se realizaban las lecturas
bíblicas, luego se celebraba la eucaristía y en tercer lugar se procedía a la
administración de los sacramentos (que para el cristiano transmiten la gracia
divina). Una novedad que se introduce es el bautismo de los niños pequeños
(antes sólo se bautizaba a los adultos), que sigue siendo por inmersión. Otra
novedad es la utilización de los penitenciales para la administración de la
penitencia. Eran libros donde se recogían las faltas más comunes y se
estipulaban las penitencias correspondientes para la expiación de tales
pecados. Estos penitenciales provienen de la Iglesia irlandesa.
41
calendario lunar), el tipo de tonsura, etc. Estas diferencias se resolverán en el
sínodo de Whitby de la Iglesia anglosajona. Otro rasgo de la Iglesia irlandesa
era el interés por la formación cultural desde la lengua céltica, aunque se
aprendía el latín en estas comunidades. Otro aspecto importante fue su
vocación misionera y evangelizadora. El cristianismo se había introducido en
un medio puramente pagano, en un medio geográfico que no había conocido la
romanización. La experiencia evangelizadora de los monjes irlandeses en su
tierra será importante para la futura evangelización del continente, destacando
figuras como la de San Columba, misionero fundador de monasterios en la
segunda mitad del siglo VI, y San Columbano, discípulo del anterior, y autor de
una regla de vida rigorista, exagerada en sus normas.
42
C) La cristianización de los reinos bárbaros.
43
TEMA 5. LA CULTURA EN EL OCCIDENTE BÁRBARO.
La cultura en el Occidente bárbaro de los primeros siglos medievales va
a estar estrechamente relacionada con la actividad de la Iglesia, hasta el punto
de que se produzca, efectivamente, una verdadera clericalización de la cultura.
I. El efecto de las migraciones sobre la cultura.
A) La escasa incidencia directa.
Las migraciones, exceptuando algunas destrucciones, tienen escasa
incidencia, puesto que no alteran las líneas generales en que se estaba
desarrollando la cultura tardoantigua. Los germanos la admiran, pero no están
en condiciones de continuar desarrollándola ni de mantenerla. Por otra parte,
los elementos germánicos que puede haber habido en la cultura de estos
momentos son muy reducidos, ya que los germanos carecían de una tradición
literaria (escrita, se entiende). Sólo se conserva el Códice Argénteo de los
ostrogodos en lengua gótica.
B) El desmembramiento intelectual de Occidente.
En efecto, los ostrogodos tuvieron cierto interés por relacionarse con las
poblaciones germánicas continentales; sin embargo, los francos no
consideraban que este ámbito ostrogodo tuviese algo que ver con la idea de
civilización, esto es, no hubo interés por estas relaciones, con lo cual se
produjo un cierto aislamiento cultural. En estas culturas regionales lo antiguo
fue desapareciendo lentamente. Occidente quedaba fraccionado en provincias
o reinos que se ignoraban, que no tenían relaciones entre sí.
C) Los cambios lingüísticos.
El principal cambio lingüístico que se produce, en correspondencia con
el aislamiento de las culturas regionales, es la fragmentación del latín.
Consecuencia de las migraciones fue el traslado de la frontera antigua de habla
latina, que retrocede, frente al avance de la lengua germánica. Este rápido
retroceso del latín se produce en la Germania, en la región subdanubiana y en
la Britania, principalmente.
Las regionalizaciones aceleran la fragmentación dialectal de la lengua
hablada. La lengua común que se hablaba en la Romania se va fragmentando
y transformando. Ya han cristalizado las lenguas protorrománicas. Cada vez
más, la lengua hablada en la Romania se va distanciando de la lengua literaria
del latín clásico, que pasa a ser una lengua muerta, de cultura, pese a que
incluso en los textos se perciben los cambios que nos sitúan ante un latín
vulgar y unos usos determinados propios del latín medieval. No obstante, el
latín se ha reafirmado como lengua litúrgica y jurídico-administrativa, y por lo
tanto conserva el status de lengua de cultura. Por otra parte, otro aspecto de
esta época es el retroceso del conocimiento del griego, como consecuencia del
distanciamiento con el Imperio y la Iglesia de Oriente, esto es, la Cristiandad
griega. Este fenómeno se explica también en parte por la desaparición de las
escuelas clásicas de las ciudades.
II. La desaparición de las escuelas clásicas y la afirmación de la escuela
confesional monástica, episcopal y parroquial.
A) La desaparición de la escuela de tipo clásico.
44
B) La nueva escuela confesional.
Las escuelas clásicas desaparecen de las ciudades (por el retroceso
urbano y la desaparición del Imperio y de autoridades urbanas que se
encargasen de estas escuelas). Los saberes clásicos del mundo antiguo
grecorromano quedan sólo en los medios aristocráticos impartidos por
preceptores y educadores privados. En el lugar de la escuela clásica aparece
una escuela estrictamente confesional, que puede ser episcopal (urbana), la
escuela catedralicia, o monástica (más en el mundo rural). En estas nuevas
escuelas cristianas se aprende algo de cultura clásica, y la lengua, en especial
la gramática. Por algunos concilios sabemos que hay también una
preocupación por la apertura de escuelas rurales en las parroquias, regidas por
los párrocos. El objetivo principal de este tipo de escuela era la formación de
los futuros clérigos, y en segundo lugar la transmisión general de la doctrina
cristiana.
Las escuelas monásticas ya existían en el monacato oriental y surgen en
principio para formar como futuros monjes a los niños que eran encomendados
por sus padres a la comunidad. Se hacía hincapié en la formación intelectual
para que pudieran realizar la lectura personal de las Escrituras, la lectio divina.
Hay un cambio radical respecto a las escuelas clásicas: el maestro de la
escuela confesional es educador moral y guía espiritual de los alumnos, en los
que instruye y consolida la fe religiosa. Sólo algunos laicos, de familias
aristocráticas, reciben cierta instrucción fuera de estos circuitos.
Como centros culturales cabría pensar en esta época en las cortes
reales (lo que más tarde serán las escuelas palatinas), por ejemplo la de Pavía
de los lombardos. Allí se enseñaba lo mínimo: aprender a leer, aprender a
escribir, leer la Biblia, memorizar salmos (como forma de aprender el latín) y
algo de doctrina, derecho canónico y formación litúrgica. También se instruía
en los conocimientos de las artes liberales (concepto acuñado a mediados del
siglo V por Marciano Capella), cuyo número se fijó en siete, dividiéndose en
dos grupos: las de la lengua, esto es, el trivium de gramática (arte de la
escritura, i.e. correcta expresión), retórica (arte de preparar y dar discursos, i.e.
buena redacción) y dialéctica (reglas de razonamiento, i.e. buena
argumentación); y las de las matemáticas o cuadrivium, que eran la aritmética,
la geometría, la música y la astronomía. En el momento, todavía no entraban
todas estas siete vías del saber en el programa.
A) El ámbito italiano.
En el ámbito italiano destaca Boecio, un romano que sirve en la corte del
rey ostrogodo Teodorico. Todavía es uno de los que conoce el griego (ha
recibido una formación clásica) y traduce al latín obras de Platón y Aristóteles
(principalmente la Lógica, que será la última traducción al latín de esta obra, la
que se conocerá durante la Edad Media hasta el siglo XII, en que llegue
45
Aristóteles desde el mundo islámico. Por eso, a esta traducción se la conoce
como la Logica vetusta o Lógica antigua). Boecio acuñó el concepto de
quadrivium. Cultivó la filosofía dentro del neoplatonismo, escribiendo la obra De
consolatione philosophiae (La consolación de la filosofía), durante su cautiverio,
pues fue injustamente condenado por Teodorico ante una falsa acusación de
traición.
B) La Galia y África.
La Galia es un foco de actividad intelectual entre los siglos VI y VII. La
figura más destacada, aunque marca ya claras diferencias con la Antigüedad
Tardía, es Gregorio de Tours, obispo de esta ciudad en la segunda mitad del
siglo VI. Su obra principal fue la Historia Francorum. En un determinado
momento de la evolución de las formas políticas de Occidente, las nuevas
entidades políticas necesitan buscar su lugar en la historia universal. En otros
ámbitos sucederá algo semejante. Durante el siglo VII, con la crisis y
decadencia política del reino franco, habrá una decadencia cultural, ninguna
figura relevante.
C) La Hispania visigoda.
46
historia de los suevos, vándalos y alanos, y la historia de la Hispania visigoda
en su Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et Suevorum (abreviado,
Historia Gothorum); contra los judíos escribió De fide catholica contra Iudaeos,
pero su obra principal son las Etimologías u Orígenes (Etymologiae u Originum
sive etymologiarum libri viginti, trad. lit. Los veinte libros de los orígenes o de
las etimologías). La obra consiste en un amplio compendio del saber de la
Antigüedad en veinte libros de contenidos distintos, comprendiendo lo más
importante de la cultura antigua, a juicio de San Isidoro. Fue uno de los libros
más leídos hasta el siglo XII. Estos libros fueron copiados ampliamente, y unos
de sus principales difusores fueron los monjes irlandeses. En las Etimologías u
Orígenes la forma de cada palabra está relacionada con su significado. Muchas
veces las etimologías que se presentan son falsas, erróneas, pero el impulso
de la obra, la razón de ser de la misma, responde a la idea de que el mundo en
que el autor vive se está degradando progresivamente (entrando en la Sexta
Edad). Las palabras van perdiendo su significado original, y por ello hay que
remontarse a su etimología, a su origen lingüístico. Durante el siglo VII la
actividad cultural hispano-visigoda prosigue en las escuelas episcopales, con
personajes como Fructuoso de Braga o Valerio del Bierzo, que siguen
creyendo vivir en la Antigüedad.
Este tema comprende la historia política del reino franco desde el año
751, en que asciende al trono la dinastía de los carolingios, hasta el año 840,
en que muere Luis el Piadoso, hijo y sucesor de Carlomagno. Desde el 711, el
reino hispano-visigodo ha desaparecido, y buena parte del mismo, junto con el
Norte de África, han quedado bajo el dominio del Islam. Salvando el reino
asturiano y el reino anglosajón, prácticamente todo el Occidente latino de este
momento se identifica con el reino franco.
47
1. El ascenso de los carolingios y el cambio de dinastía.
La de los carolingios es la familia aristocrática más poderosa, que posee
todo el patrimonio feudal (o feudario) entre el Rin, el Mosa y el Mosela, en
Austrasia, y controla las mayordomías de palacio de Austrasia y Neustria, de
las que logra apoderarse Pipino de Heristal, quien se las lega a su hijo bastardo
Carlos Martel, duque de los francos. Su hijo Pipino será el primer rey carolingio,
y el hijo de éste, Carlomagno, conseguirá conquistar un gran territorio y la
concesión de la dignidad imperial a su persona, lo cual vendrá a representar un
paréntesis en la historia política de la Alta Edad Media, siendo la primera
restauración del poder imperial.
a) Carlos Martel, duque de los francos.
Carlos Martel, al morir su padre, consigue hacerse con las dos
mayordomías de palacio, de Austrasia y de Neustria. Se erige en jefe de la
aristocracia franca, se intitula duque de los francos, dux Francorum. Su poder
era ya superior al del monarca merovingio. Su papel es restablecer la autoridad
franca haciendo frente a las revueltas que está habiendo en Bretaña, Aquitania,
Provenza y Borgoña. También logra imponer su autoridad en Frisia, Alamania o
Suabia, Turingia y Baviera. La intervención en Aquitania estuvo relacionada
con la expansión del Islam; los musulmanes no se detuvieron tras conquistar el
reino hispano-visigodo hacia el 711, sino que continuaron hacia el noreste,
adentrándose por el Ródano hasta llegar a Lyon y por el Loira llegando a
Poitiers, donde los detuvo Carlos Martel en el año 732 en la batalla del mismo
nombre (también llamada batalla de Tours). Un cronista habla de quienes
detienen a los musulmanes como “los europeos”.
Todas estas campañas Carlos Martel las lleva a cabo con el apoyo de la
aristocracia franca. Para financiar las campañas acude a los bienes de la
Iglesia franca, expropiándolos y dándolos en beneficio o en precario a los
caballeros que luchan con él, comprometiéndose a pagar un canon o renta a la
Iglesia. Al mismo tiempo, en Italia se preparan los acontecimientos que van a
terminar en la inevitable intervención de los carolingios en el norte italiano. La
situación es de fragmentación política entre territorios imperiales bizantinos y
territorios lombardos. Durante el siglo VIII la autoridad del emperador de
Oriente se viene abajo, debido a, entre otras cosas, la crisis iconoclasta
(prohibición imperial de la veneración y culto a las imágenes), que abrió una
brecha con la Iglesia latina. El papa León III excomulgó al emperador por haber
dado este paso. Tal circunstancia fue aprovechada por los lombardos para
ampliar sus dominios a expensas de las posesiones bizantinas. Los lombardos
tenían entre sus objetivos conseguir dominar Roma; ante esto, el Papado
buscó la protección del duque de los francos, Carlos Martel, en un intento de
que éstos interviniesen en Italia.
El papa se desvincula del emperador bizantino y pasa a buscar una
alianza con los francos. Carlos Martel no hizo caso de esta llamada del papa,
pero quedaba sentado un precedente para las intervenciones futuras. En el año
741 Carlos Martel muere, y se reparten los territorios que controla entre sus
dos hijos, Pipino y Carlomán.
b) Pipino, primer rey carolingio.
Carlomán desaparece pronto, se retira a un monasterio, y queda como
único duque de los francos Pipino el Breve, a partir del 747. Para legitimar su
autoridad ante los francos, como jefe de la aristocracia, eleva a un rey
merovingio al trono, a Childerico III. La labor principal de Pipino es consumar su
ascenso al trono, y por ende, instaurar la dinastía carolingia en el reino de los
francos. En el 751 da un golpe de estado, deponiendo al legítimo rey
48
merovingio. Pero para esto, Pipino escribe al papa Zacarías preguntándole qué
sería lo más normal, lo más lógico: que sea rey el que tiene efectivamente el
poder, o que sea rey el que sólo tiene el título. El papa le responde
favorablemente a sus intereses, diciéndole que lo normal es que sea rey el que
verdaderamente tiene el poder. Así, desde el primer momento la monarquía
carolingia queda vinculada al pontificado. Pipino el Breve interviene en Italia a
favor del papa y de Roma frente a los lombardos, y el papa le otorga el título de
patricio de los romanos.
En otras campañas, Pipino consigue neutralizar al duque de Aquitania,
Gaiferos, que es depuesto. Pipino muere en el año 768 y, como franco que es,
según la tradición (concepción patrimonial del reino), procede al reparto del
reino entre sus hijos: Carlomán y Carlos (Carlomagno). Al principio gobiernan
los dos hermanos, pero a partir del 771, Carlomagno reina como único
monarca, hasta que muere en el 814.
2. Carlomagno y la coronación imperial del año 800.
a) La expansión del reino.
-La conquista de Sajonia.
-La anexión del reino lombardo.
-Las marcas fronterizas.
Año tras año, Carlomagno llevó a cabo campañas militares exitosas,
iniciativas que no respondían a un plan organizado, sino que, por aparecer
concentradas en el tiempo, dan la apariencia de un plan expansionista. Como
franco del norte, austrasiano, Carlomagno se siente más cómodo imponiendo
su autoridad a los germanos del norte (excepto a los escandinavos). Los
sajones son sometidos durante largas guerras de más de veinte años; impone
el cristianismo, integra a los sajones en el reino franco, fijando la frontera del
reino en el río Elba. Al este del Elba ya no hay población germánica, sino que
quedaban las tribus eslavas, algunas de las cuales son sometidas, no obstante,
en Noralbingia (o Nordalbingia). También estrechará su cerco sobre Jutlandia.
Promulgó (h. 802) la Lex Saxonum, con muchos preceptos de la ley sálica.
Suprimió el ducado de Baviera, región que fue integrada directamente en el
reino franco, llegando éste hasta Carintia, donde se encontró con el pueblo de
los ávaros, asiático de las estepas, nómada, y que se había establecido en el
Danubio medio.
La segunda línea de expansión territorial fue la intervención en Italia,
preparada por su padre, y que se consuma con la anexión del reino lombardo.
Además de las ambiciones que tenían los lombardos sobre Roma, los papas se
encontraban con otro problema: el que las familias aristocráticas romanas
intentasen controlar el Papado, minando su autoridad, un fenómeno que se
repetirá en otros momentos. Así las cosas, el papa Adriano pide ayuda a
Carlomagno, que interviene en el 774, deponiendo en Pavía al rey de los
lombardos, Desiderio, y adoptando su título. Poco después, este reino
lombardo se lo entrega a uno de sus hijos como rey de Italia en el 781,
sometido a la autoridad superior de su padre. En ese mismo año, convierte
Aquitania en reino y lo encomienda a su hijo de tres años Luis.
Un último aspecto de la expansión territorial carolingia es la organización
de las marcas fronterizas. En las nuevas fronteras, Carlomagno concentra el
mando militar en un único personaje: un conde que recibe el título de marqués.
Se establece la Marca Bretona en el norte; al sur, la Marca Hispánica, una vez
que se produce la expedición franca en el año 788. La causa de la misma fue
49
que los gobernadores musulmanes de Zaragoza y Barcelona pidieron ayuda a
Carlomagno para desligarse de la autoridad del emir de Córdoba. Carlomagno
intervino en la Península, pero cuando las circunstancias ya habían cambiado,
y no logró incorporar ni Zaragoza ni Barcelona a sus dominios. A su vuelta a la
Galia, al paso por Roncesvalles, su retaguardia fue atacada y masacrada por
musulmanes y quizás también vascones, lo que pasaría al imaginario colectivo
y a la literatura como el Cantar de Roncesvalles y el Cantar de Roldán. La
Marca Hispánica tuvo el río Ebro como frontera. En el año 801 se produce la
ocupación de Barcelona, Urgel, Gerona, etc., a costa de arrebatárselas a los
musulmanes. Otras de las fronteras del reino franco se establecen en el istmo
de Jutlandia y la marca frente a los ávaros en Carintia (Eslovenia). La
organización de las fronteras fue fundamental para consolidar el reino.
b) La dignidad imperial.
-La maduración del proyecto de restauración imperial.
-El significado para Bizancio, para los medios pontificios y para
Carlomagno.
Cuando acaban las campañas de expansión, el reino franco ha
conseguido dimensiones considerables. La gran talla política y militar de
Carlomagno hace que su figura sea vista como superior a la de un rey.
Utiliza las bulas de plomo o de oro para autenticar sus documentos,
igual que el emperador bizantino, y atributos como “serenísimo” u “ortodoxo”.
Legisla mediante capitulares, promulga leyes y celebra concilios que él mismo
preside, como el de Francfort en el 774. Va adoptando atributos imperiales. Su
principal consejero, Alcuino de York, habla de Carlomagno como “la cabeza de
un Imperio”. Sin embargo, lo único que une a los diversos territorios es la
religión romana cristiana, por lo que estaremos ante un Imperio cristiano,
Imperium Christianum. En la última década del siglo VIII, Carlomagno
construye un palacio en Aquisgrán, del que sólo queda la capilla palatina, que
sigue modelos de la Antigüedad Tardía, y que está imbuida de un simbolismo
entre el Dios todopoderoso del cielo y el gobernante que reina en la tierra. La
corte carolingia era itinerante, y tenían varios palacios rurales.
Progresivamente se va fraguando la idea de que debe procederse a
otorgarle a Carlomagno el título imperial. En Roma, el papa León III, que es
expulsado en un momento dado por la aristocracia romana, acude a
Carlomagno, que interviene a su favor como patricio de los romanos,
restaurándolo en la sede pontificia. Esto ocurre en las vísperas de la Navidad
del año 800. Durante la Misa del Gallo, el día de Navidad del 800, el papa
corona a Carlomagno como emperador, siguiendo el ritual bizantino en orden
invertido: primero se realiza la coronación por parte del papa y luego el
emperador es aclamado por el pueblo (en Bizancio se producía primero la
aclamación popular y luego la entronización). Fue algo que no gustó
demasiado a Carlomagno, según su biógrafo Eginardo (autor de la Vita Karoli
Magni), quien seguramente hubiera preferido autocoronarse y no tener que
postrarse ante el papa. Por otra parte, se habla de que Carlomagno aceptó con
reticencias el ser coronado emperador, pero esto responde más bien al
principio de que no hay que apetecer las dignidades.
La dignidad imperial se utiliza con toda normalidad en la idea de la
renovatio Imperii Romanorum, renovación del Imperio de los romanos. Desde
Bizancio, esta renovación no se pudo impedir, pues estaba rigiendo la
emperatriz Irene de Atenas, durante la minoría de edad de su hijo Constantino
VI. Esta circunstancia fue aprovechada por el papa para proceder a la
restauración imperial en Occidente. Desde Bizancio se hablará de un
50
“emperador de los francos”.
Para el Papado, la renovación imperial supone el triunfo del agustinismo
político: se crea un Imperio cristiano, el de los francos, como “pueblo elegido”, y
es el papa quien permite con su auctoritas la concesión de la potestas regia al
emperador. Además, para legitimar el golpe de estado que había dado Pipino
en el 751, por primera vez en el reino de los francos se produce la unción regia,
administrada por un obispo, que, a semejanza de los reyes del pueblo de Israel
del Antiguo Testamento, da un carácter sacro al monarca, reforzando la función
religiosa del reino franco.
Para Carlomagno, la dignidad imperial supone un centro de atracción de
todos sus dominios alrededor de su persona, de su autoridad. Cambia su
intitulación en los documentos, ahora imperiales, como Emperador Augusto.
Desde el año 806 se va preparando o planteando la sucesión, con el nuevo
problema que es el reparto del Imperio. Carlomagno plantea tarde su sucesión
y el consiguiente reparto territorial de sus dominios, sin embargo, la transición
se facilita gracias a que, antes que él, mueren su hijo Carlos, duque de la
Marca de Bretaña, y su hijo Pipino, rey de Italia. Sólo le sobrevive Luis el
Piadoso.
51
real, que supuso un renacer del documento escrito como instrumento principal
de la administración. Otro órgano es el conventus publicus placitum generalis,
que anualmente celebra el rey, en teoría, junto con todos los hombres libres del
reino; en la práctica, con los guerreros de la aristocracia militar. Estas
asambleas se celebran a comienzos de la campaña militar, en primavera. En
ellas el rey legisla oralmente, promulga edictos, etc.
d) La administración territorial en condados y los missi dominici.
La unidad de organización territorial es el condado, al frente del cual
está, casi siempre y en todos los territorios, un conde franco. Hay alrededor de
200 condados, y la mayor parte de los condes han sido nombrados por
Carlomagno, que nombra también a los scabini, los sabedores de derecho, que
ayudarán al conde en la administración de justicia.
Es un momento de expansión territorial, y para compensar lo exiguo de
la administración central, se pone a disposición del rey una nueva institución
que son los llamados missi dominici, una pareja de inspectores que el rey
manda en un momento dado a una determinada parte del reino para examinar
la administración de los condes, recoger quejas, etc. Primero eran reputados
miembros de la corte, finalmente, los missi dominici serán un conde y un
obispo, y la institución perderá eficacia, pues es precisamente a condes y
obispos a quienes debían vigilar los missi dominici.
Los condes, con el tiempo, establecerán relaciones entre ellos y será
difícil sustituirlos, pasando a ser títulos hereditarios hacia finales del siglo IX. Se
introducen los condados en Lombardía, Baviera, el sur de la Galia y Cataluña
Vieja. Estos condes de reciente nombramiento tenderán a perpetuarse en sus
cargos.
El conde percibe parte de las rentas fiscales debidas al emperador. El
patrimonio regio se había incrementado (vid. Capitular De villis). Esa parte de
las rentas públicas percibidas por el conde se denomina la honor. La otra parte
de las rentas es percibida por el rey. El conde percibe también el tercio de las
rentas policiales. Con el tiempo, los condes tendrán intereses particulares
(debido a la adquisición de territorios, al establecimiento de vínculos
matrimoniales, etc.), e irán concentrando poder económico y político, además
de dignidad social. Mientras hay un poder central fuerte, con Carlomagno, no
hay problema, pero cuando los condes se consolidan en sus condados
estableciendo un linaje, eso supondrá, a la larga, un mayor problema para el
poder regio.
e) Las instituciones compensatorias: inmunidad y vasallaje.
Para equilibrar la balanza de poder entre los condes y la corona, el rey
recurre a varias estrategias o instituciones compensatorias: la inmunidad, la
fidelidad y el vasallaje.
La inmunidad consiste en la concesión a un gran propietario de tierras
de la exención de su sometimiento a la autoridad pública del conde, que pierde
poder sobre esos dominios. Así, para mermar el poder de un conde, el rey sólo
tiene que conceder varias inmunidades dentro de un condado. En los condados
hay grandes propiedades agrícolas, llamadas villas o villae carolingias, de
titularidad laica o eclesiástica (monasterios, etc.). En el momento en que el rey
concede la inmunidad a una de esas instituciones, todos los que viven bajo su
dominio quedan exentos de la autoridad del conde, y la institución inmune pasa
a desempeñar los poderes públicos en sus dominios.
Una estrategia de contrapeso del poder territorial, pero que no llega a
52
ser una institución compensatoria, es la fidelidad, esto es, que los hombres
libres juren fidelidad al monarca, estableciéndose así un vínculo público.
Normalmente, son los guerreros quienes juran fidelidad en las grandes
asambleas que se celebran antes y después de las campañas militares.
La segunda institución compensatoria a la que se recurre se establece
mediante un vínculo privado, y es el vasallaje: todos los condes, los grandes
propietarios y los inmunistas tienen que contraer este vínculo privado y
declararse vasallos del señor, vasallos del rey (emperador): vassi dominici. De
esta forma, toda la aristocracia (laica y eclesiástica) queda estructurada en
torno a la figura del rey, señor superior. A su vez, estos vasallos del rey crean
otros vínculos privados con personas que pasan a ser vasallas suyas,
conformándose de esta manera una pirámide vasallática de relaciones
privadas, en cuya cúspide está el rey. El vasallaje garantiza a los carolingios la
colaboración de la aristocracia en las campañas militares. A medida que
terminan las conquistas, el patrimonio regio deja de crecer y se reduce la
posibilidad de premiar a los vasallos con beneficios.
4. Luis el Piadoso y el primer reparto. Reinado: 814-840.
Pese a que Carlomagno plantea la sucesión tarde (h. 806), no llega a
producirse un reparto de su Imperio ya que la sucesión recayó sobre su único
hijo vivo, Luis el Piadoso, que reinaría entre el 814 y el 840, año en que muere,
y que se dedicaría a la administración de las conquistas de su padre, sin llevar
a cabo ningún intento expansionista.
a) La erosión del poder imperial y las tendencias internas.
Dentro de la jerarquía aristocrática, nos encontramos con varias
tendencias o actitudes respecto al poder imperial. Destaca el partido
imperialista, representado sobre todo por el alto clero, que es partidario de la
unidad del Imperio, en la idea del concepto de res publica christiana, que sin
embargo acaba perjudicando a la autoridad imperial, porque impone objetivos
religiosos y morales a los reyes y porque el alto clero se atribuye a sí mismo la
facultad de juzgar las acciones del rey, en correspondencia con la teoría de las
dos espadas, que primaba la superior auctoritas sacerdotal sobre la regia
potestas. El efecto adverso de esto es el menoscabo de la autoridad del rey
(que se muestra condescendiente u obediente, por su condición piadosa, con el
alto clero) y en consecuencia el debilitamiento de la figura imperial.
b) Los proyectos de reparto.
Se mantiene la tradición franca de la concepción patrimonial del reino.
En el 817, Luis el Piadoso plantea un primer reparto, en el que estaba en
cuestión no sólo el reparto territorial, sino también la sucesión de la dignidad
imperial, la Ordinatio Imperii (nombre del decreto imperial emitido en esta
fecha). El partido imperialista o pro-imperial se alegra al ver que se propuso al
hijo mayor, Lotario, como heredero de la dignidad imperial. Como co-
emperador en vida de su padre, Lotario recibió un territorio más extenso que
sus hermanos, lo que causó un distanciamiento familiar. En el año 821, los
obispos del reino impusieron una penitencia pública a Luis el Piadoso por un
conflicto con algunos aristócratas del reino, lo que vino a socavar la autoridad
real, pues el rey aceptó la penitencia.
Finalmente, la sucesión se complicó más con el nacimiento de un nuevo
hijo, Carlos, de un segundo matrimonio. Se presiona para que el rey le confiera
un reino a este hijo.
c) Los juramentos de Estrasburgo (842) y el Tratado de Verdún (843).
53
En el 840 se produce la muerte de Luis el Piadoso, cuyos últimos años
de reinado son un caos (sus hijos lo deponen, luego vuelve a reinar, etc.).
Carlos el Calvo y Luis el Germánico, hijos menores, que reciben una parte más
pequeña que su hermano Lotario, se rebelan contra éste, haciendo un pacto
conocido como los Juramentos de Estrasburgo en el año 842, en el que se
coaligaban para promover un reparto igualitario, para que el emperador Lotario
no tuviese un territorio mayor que sus hermanos. Se ha conservado el
documento de los Juramentos en dos versiones (una en protofrancés o francés
antiguo y otra en lengua germánica, fráncico). Estos Juramentos dan lugar al
Tratado de Verdún del 843, en que estos hermanos acaban por imponer a
Lotario un reparto igualitario, de la siguiente manera:
- El reino franco occidental, la Francia Occidental, para Carlos el Calvo.
- El territorio oriental, Francia Oriental, para Luis el Germánico.
-El territorio central, en medio de las dos Francias, desde el Mar del
Norte y Frisia hasta Italia y el Mediterráneo, para Lotario.
TEMA 7. LA
ESPACIO DECRISIS
LA CRISTIANDAD
POLÍTICA CAROLINGIA
LATINA. 843-1000.
Y LA AMPLIACIÓN DEL
Llegado un momento, se nombrará rey a un no carolingio, desapareciendo la
dinastía como consecuencia de los diferentes repartos. El Imperio desaparece cuando
el último carolingio que reine en Italia y sea emperador, sea sustituido por un rey
ajeno a esta dinastía. Atendemos en este período a la ruina de la construcción
carolingia, y además va a ser un período condicionado por las segundas invasiones,
el cerco de Europa.
1. La crisis política y la desaparición del Imperio carolingio.
La crisis política carolingia se inicia en el 843 con el Tratado de Verdún y
el reparto en tres reinos, y los futuros problemas sucesorios con los sucesivos
repartos que se producirán.
a) La pluralidad de reinos carolingios y las vicisitudes del título
imperial.
54
campesinado y, en definitiva, se avanza hacia la plena feudalización. Se
producen revueltas y conflictos internos, y el papel de la Iglesia, que se sitúa
fuera del alcance de los reyes, contribuye a la merma del poder real. Hacia la
década del 850 se ponen en circulación las falsas decretales, una compilación
de falsas cartas decretales papales que están totalmente interpoladas,
falsificadas, y que establecen un falso derecho canónico. Con ellas, la Iglesia
intentaba ponerse al margen de la autoridad real, pretendiendo: defender la
libre elección de obispos, sin interferencias del rey o de la aristocracia; obtener
la inmunidad e inviolabilidad del patrimonio eclesiástico; la independencia de
cada obispo dentro de la provincia eclesiástica correspondiente frente a los
metropolitanos, y la primacía de Roma.
A mediados del siglo IX, el papa Nicolás I argumenta que la dignidad
imperial era una emanación de la autoridad pontificia, reforzando la primacía de
Roma.
55
húngaros y eslavos. Su red urbana es también menos desarrollada que las de
los otros reinos. Pero tiene una ventaja: la homogeneidad lingüística y étnica.
Es un reino que está organizado en cinco grandes ducados: Franconia,
Turingia, Sajonia, Baviera y Alamania o Suabia. El poder del rey se acepta
mucho más fácilmente que en los otros dos reinos, pues se acerca al modelo
más puramente germánico, al ser la parte menos romanizada. Las doctrinas del
alto clero no han calado en este reino y tampoco se han establecido los lazos
vasalláticos entre la aristocracia y el rey. La diversidad de pueblos es
reconocida por Luis el Germánico, que casa a sus hijas con aristócratas de los
cinco ducados.
Los cambios que se producen entre los años 875 y 880 contribuyen a
acelerar la crisis. En el año 875 muere el emperador Luis, pero antes se habían
producido otros cambios. El primero en morir había sido Carlos de Borgoña,
hijo de Lotario, a cuya muerte, al no haber herederos, se produjo un reparto de
su reino entre sus hermanos: la mitad sur, la Baja Borgoña o reino de
Provenza, bascula hacia Italia, para el emperador Luis. La mitad norte, Alta
Borgoña, para Lotario II, rey de la Lotaringia.
56
En la Francia Occidental, la aristocracia eleva al trono al conde de París,
Eudes, que se había hecho fuerte en la defensa frente a los vikingos. Se trata
del primer rey no carolingio, de la dinastía de los capetos, y además es un rey
electo. Se alternará hasta la segunda mitad del siglo X entre reyes carolingios y
reyes capetos en la Francia Occidental. En la Francia Occidental la monarquía
será electiva durante todo el siglo X y buena parte del siglo XI. En Borgoña
sucederá algo semejante. En Italia, en el 888, se proclama rey a otro no
carolingio, el marqués Berenguer de Friul. Todavía queda a los carolingios la
Francia Oriental, con Arnulfo de Carintia, etc., hasta el año 911, en que
asciende al trono de Alemania el duque de Franconia Conrado I.
Respecto al título imperial, hasta el 929, cada vez que el papa necesite a
alguien que lo proteja, nombrará emperador al rey de Italia.
57
usa en esta Primera Edad Vikinga era bastante anterior, desmontando la tesis
que defendía que la causa de la expansión era la mejora de la navegación.
Estos escandinavos eran todavía en el siglo VIII pueblos protohistóricos, que no
conocían la escritura. En el año 780 se constata el primer ataque vikingo a un
monasterio anglosajón. En el 793 atacan el monasterio de Lindisfarne. Los
testimonios que tenemos son sólo occidentales, cristianos, que dan cuenta de
los sacrilegios cometidos por los vikingos (destrucción de monasterios e iglesias,
etc.). La expansión vikinga se produce en tres direcciones:
• La expansión de los noruegos colonizando archipiélagos del norte de
Inglaterra y estableciéndose en territorios de Irlanda y Britania.
• La expansión de daneses en Inglaterra y en la Francia Occidental.
• Los varegos o suecos, por las costas del Báltico y hasta Rusia y el Mar
de Azov.
58
Francia. En esta fase, aquéllos que habían sido piratas saqueadores se
convierten en gobernantes territoriales. Una incursión similar por el Loira hacia
Nantes fracasó. Así se pone fin a la Primera Edad Vikinga.
59
más fuerte de Alemania, el de Sajonia, Enrique I, que efectivamente es elegido
y reina entre el 918 y el 936.
-Los reyes sajones. La Alemania de los Otones.
A partir de Enrique I, los sucesores al trono serán sus descendientes
directos, de la Casa de Sajonia: Otón I, Otón II y Otón III, por lo que se habla
de la Alemania Otónida. Las relaciones con el resto de los duques son de tipo
feudovasallático.
- La idea imperial.
Otón I, que reina entre el 936 y el 973, protagoniza la segunda
restauración imperial en Occidente, en el año 962, inaugurando el Sacro
Imperio Romano Germánico. Es coronado rey de Alemania en Aquisgrán, que
estaba en la antigua Lotaringia; es ungido y se impone a los ducados,
intentando evitar que se convirtieran en principados territoriales. En su
estrategia, aplica lo que se conoce como el sistema otoniano-salio, que
consiste en que las iglesias episcopales del reino sean una especie de iglesia
propia del rey, para reafirmar su poder. El rey, que nombra a obispos fieles,
consigue así entablar una alianza con el alto clero. Este sistema otoniano de la
primera mitad del siglo X no suscita ninguna queja por parte de los papas, pero
en el contexto de la reforma gregoriana del siglo XI y a comienzos del XII dará
lugar a la Querella de las Investiduras.
En el reinado de Otón I se da comienzo a la colonización hacia el Este,
una labor de colonización y evangelización que era también la imposición de la
autoridad del rey de Alemania sobre los pueblos eslavos que estaban entre el
Elba y el Óder. Se fundan las primeras sedes episcopales con una primera
provincia eclesiástica metropolitana en Magdeburgo, en el 968. A Otón I se le
debe también la derrota de los húngaros o magiares en la batalla del río Lech
(o batalla de Lechfeld) en el 955, poniendo fin a las expediciones de saqueo de
los húngaros. Esta victoria, por la trascendencia que tiene, le da a Otón I la talla
de un gran gobernante, convirtiéndose en la figura política más importante de la
Europa del momento. Sólo le falta gobernar Italia para poder ser emperador. Se
da, pues, comienzo a las relaciones de los reyes de Alemania con Italia, hasta
el punto de que efectivamente Otón I llegará a ser proclamado rey de Italia, por
primera vez en el 950, sin consecuencias, y por segunda vez en el 961, esta
vez con consecuencias: el papa Juan XII lo corona emperador en Roma.
Otón I recupera y restaura una constitución del año 824, de Luis el
Piadoso, por la cual el obispo de Roma, antes de ser consagrado, debería jurar
fidelidad al emperador. Se trataba de un sistema de control de la Iglesia por
parte del Imperio. Los emperadores, que nombraban a los obispos (investidura
laica), normalmente procuraban nombrar personas capaces para esos cargos y
más para el Papado. Desde el 962, en que se restablece el Imperio en
Occidente, los reyes de Alemania intervendrán en ocasiones en la elección de
los papas. En otros momentos, la figura pontificia está en manos de familias
aristocráticas romanas, que a veces promueven personas indignas del cargo.
Se habla, por tanto, del Siglo de Hierro del Pontificado para el siglo X.
A Otón I lo sucede Otón II (973-983), que tiene que hacer frente a una
sublevación general de los eslavos al este del Elba, perdiendo los territorios
que había conseguido someter su padre. A Otón II lo sucede su hijo de tres
60
años, Otón III, con una regencia primero de siete años y luego con un gobierno
efectivo entre el 996 y el 1002. Otón III se identifica más que nadie con la figura
imperial romana. Establece la sede imperial en Roma, elige papa a su
preceptor, Gerberto de Aurillac, un auténtico intelectual que elige el significativo
nombre de Silvestre II para el Papado, pues Silvestre I había sido el papa
contemporáneo de Constantino el Grande. Estamos ya a la altura del año 1000,
fin del período. Es también el momento en el que la asamblea de Islandia
decide adoptar el cristianismo, y el momento en que se ha ampliado el espacio
europeo. Otón III es emperador de Germania, de Italia, de la Galia y de
Eslovenia, Bohemia, Polonia, etc., poblaciones eslavas que se han incorporado
a la Cristiandad latina. Es un Imperio cristiano pero por encima de la autoridad
papal, antecedente del enfrentamiento entre Papado e Imperio que se
producirá en el período siguiente, sobre todo entre Gregorio VII y Enrique IV.
b) Eslavos y húngaros en la Europa central.
La ampliación del espacio europeo en la Europa central se produce con
la incorporación de eslavos y húngaros a la Cristiandad latina. Los eslavos se
dividen entre los meridionales y orientales (serbios, búlgaros y rusos), que caen
en la órbita de Bizancio y la Iglesia ortodoxa; y los que caen en la órbita de
Occidente mediante su incorporación a la Cristiandad latina, que son los de
Croacia, Eslovaquia y Moravia.
Moravia había sido objeto de la actividad misionera de las sedes
episcopales de Baviera, pero a mediados del siglo IX los moravos se alejaron
de Occidente latino y se decantaron hacia la Iglesia ortodoxa, pidiendo al
patriarca de Constantinopla que enviara misioneros allí. Éstos fueron Cirilo y
Metodio, que prosiguieron en la evangelización, crearon un alfabeto, el
glagolítico o cirílico, apto para transcribir la lengua eslava, que en consecuencia
pasó a ser apta para la liturgia. Pero la experiencia de lo que se dio en llamar la
Gran Moravia fracasó por los ataques de los húngaros. Los avances cursados
hicieron, no obstante, que se incorporasen estas poblaciones a la Iglesia
ortodoxa.
Los eslavos occidentales, tribus de Bohemia (checos, etc.) y polacos, del
ducado de Polonia, se incorporaron a la Cristiandad latina, que se extendió en
consecuencia hasta el Vístula. Bohemia fue incardinada en el reino de
Alemania como ducado, y Polonia se mantuvo como ducado independiente
cuya Iglesia estaba directamente bajo la autoridad del papa. También se
produjo la incorporación de los húngaros, que habían sustituido a los hunos y a
los ávaros y se habían asentado, organizándose en una monarquía. Su rey,
Esteban, se bautiza en torno al año 1000 y se somete a la Iglesia de Roma.
3. La Francia feudal.
a) Los últimos carolingios y los primeros capetos.
La Francia Occidental del siglo X es por antonomasia la Francia feudal.
El último rey carolingio es depuesto y es entronizado el primer representante de
una nueva dinastía, Eudes, de la Casa de los Capetos. Hay una alternancia de
carolingios y capetos hasta Lotario, último monarca carolingio que muere en el
986. A partir de ahí, gobiernan los capetos.
b) El triunfo del feudalismo y la fragmentación del poder político.
El feudalismo se ha consolidado, se ha fragmentado el poder político de
manera absoluta entre los años 950 y 1050. Los principados territoriales se han
fraccionado en células más pequeñas, jurídico-políticas, llamadas castellanías,
y que estaban bajo el poder de los señores de los castillos. Lo que permite
61
hablar todavía de un reino de Francia son los vínculos feudovasalláticos que
ligan a todos los guerreros. El contrato feudovasallático es una relación de
fidelidad que se retribuye con la entrega de un feudo, con el que va implícita la
capacidad de ejercer el poder sobre el mismo. Este orden feudal se despliega
rodeado de una gran violencia, con conflictos entre los señores, lo que hace
que surjan instituciones para paliar esta violencia: la paz de Dios y la tregua de
Dios, por las cuales se establecían una serie de días de la semana y períodos
del año en que no se podía combatir.
A escala local, en áreas regionales concretas, son las comunidades
afectadas por la violencia las que se movilizan para atenuarla. Se va
estableciendo la idea de que los guerreros, todos aquellos que participan en la
actividad militar, constituyen una sociedad política que ejerce el poder, y en
paralelo, se produce el encuadramiento de los campesinos.
En las relaciones señor-vasallo hay dos elementos: el personal, que es
el homenaje, la inmixtio manum o investidura; y el elemento material o real, que
es el feudo que se entrega por parte del señor al vasallo. El potencial vasallo
buscará un señor que le ofrezca un feudo que le interese.
Cuando los reyes intenten reconstruir su poder, su estructura
monárquica, se encontrarán con el problema de las tendencias al
mantenimiento del orden feudal. La Francia Occidental está plenamente
feudalizada, y este modelo se va a extender a otras zonas de Occidente, como
Alemania, donde los condes establecerán vínculos feudovasalláticos con los
duques y demás, algo que dificultará la unificación hasta el siglo XIX.
4. Los núcleos hispano-cristianos en la Europa del Sur en el siglo X.
5. Los países escandinavos e Inglaterra: la ampliación del espacio en la
Europa del norte.
a) La incorporación de los países escandinavos a la Cristiandad Latina.
En los países escandinavos acaban cristalizando jefaturas o principados
que se constituyen en monarquías cristianas, poderes centralizados. Tal es el
caso de Noruega, con su rey Olaf, “rey perpetuo de Noruega”, un vikingo que
había sido bautizado por el obispo de Ruan en una de las incursiones, hacia el
año 1000. En Suecia el proceso es más tardío, pero semejante. En Dinamarca,
la creación de una monarquía danesa se complica por la relación con Inglaterra
y esa especie de hegemonía danesa que se había creado en el mar del Norte.
b) La Inglaterra anglosajona y el dominio danés.
En Inglaterra, desde el año 980 vuelve a haber incursiones escandinavas,
desde la Dinamarca cristiana, y los daneses volverán a conquistar otra vez toda
Inglaterra, tras derrotar en el 1030 al rey anglosajón. Durante un breve tiempo,
Inglaterra y Dinamarca serán reinos de una misma persona, el rey Canuto el Grande
(1015/1016-1035), que controla una especie de imperio anglo-danés y que a su vez es
rey de Noruega y de parte de Suecia un breve tiempo. El proceso estuvo muy marcado
por el modelo del reino otoniano del siglo X.
Para hacer frente a esta amenaza danesa, el penúltimo rey anglosajón contrae
matrimonio con la hija del duque de Normandía. Cuando, hundido este imperio anglo-
danés, el último rey anglosajón, Enrique el Confesor, muere sin descendencia, va a
reclamar la corona Guillermo, duque de Normandía, nieto del penúltimo rey. Guillermo
el Conquistador consigue conquistar Inglaterra y convertirse en rey, instaurando la
dinastía normanda. Pero es rey de Inglaterra y duque de Normandía, vasallo del rey de
Francia, lo que a la larga será fuente de conflicto entre los dos reinos.
62
*****
El reino de Borgoña o de Provenza acabará siendo parte del Sacro Imperio
Romano Germánico desde el 1030 aproximadamente. Quienquiera que sea elegido rey
de Alemania será rey de Italia y rey de Borgoña. A partir del año 1000, la figura de
mayor relevancia política es el emperador, que ocupa el espacio central de Europa.
La villa carolingia se divide en dos partes: la reserva, para disfrute del dueño o
propietario, y los mansos, pequeñas explotaciones o tenencias campesinas de
tamaño familiar.
63
Los que residen en la cabecera tienen obligación de trabajar en la reserva a
cambio de su manutención. En cambio, las familias campesinas que viven en los
mansos sólo dedican una parte de su tiempo a la reserva, lo cual está indicado en los
polípticos, que hablan de operas, vernas, corveas, de por ejemplo dos o tres días a la
semana, en los que alguien del manso tenía que ir a trabajar a la reserva. Los
polípticos dan cuenta también de nombres, número de hijos de las familias y otros
detalles sobre los explotadores del manso, su condición jurídica (siervos o libres) y las
cargas a que estaba sometido (censos, gastos militares, luctuosas, etc.).
A la altura del año 1000, la palabra servus o (res) mancipium, que en latín
clásico significaba esclavo, sin derechos, ahora cambia ligeramente su significado.
Los siervos medievales ya tienen más derechos que los esclavos. La palabra se ha
ampliado semánticamente, pues tienen derecho a la prole y a la explotación y venta
del manso, entre otras cosas. En la Alemania del siglo XI (o XII?) hay los siervos
llamados ministeriales, que realizan labores de representación de su señor, como una
especie de embajadores. También los siervos realizan funciones artesanales (como la
de panadero o la de molinero) e incluso administrativas. A la altura del año 1000 se
han borrado las diferencias jurídicas entre los siervos y los libres: todos residen en
explotaciones de tamaño familiar, los mansos.
-El motor del crecimiento: ¿la villa carolingia o el pequeño propietario libre?
64
crecimiento va a ser la explotación llevada a cabo por la familia conyugal.
65
-La producción agraria.
La producción agraria aumenta desde la segunda mitad del siglo IX, pero los
rendimientos bajarán otra vez en el siglo XI con el encuadramiento de los campesinos
por los señores, más interesados en obtener otro tipo de rentas.
66
El Atlántico Norte es escenario de piratería e intercambios, desde el mar
Báltico hasta el norte de la Península Ibérica.
El Mediterráneo está bajo control islámico, pero ciudades italianas con puertos
importantes comienzan su actividad, controlando la piratería musulmana y llegando a
competir con la flota bizantina. Es el caso de Venecia, Amalfi, Nápoles o Génova.
TEMA
ALTA EDAD
9. CONSOLIDACIÓN
MEDIA. ECLESIÁSTICA Y VIDA RELIGIOSA EN LA
67
Las reformas eclesiásticas promovidas por los carolingios y por la influencia de
Bonifacio, se llevaron a cabo con la celebración de sínodos y concilios con la finalidad
de regular los problemas derivados de la gran desamortización eclesiástica de Carlos
Martel. Cuando muere Bonifacio, el inspirador de las reformas va a ser el obispo de
Metz, Crodegando, que elabora una norma de vida en común de los presbíteros, la
regla de Crodegando, con la pretensión de que se implantase en todo el Imperio
carolingio.
Con Carlomagno continúa la dirección de la Iglesia por parte del rey o del
emperador, lo que se llama el cesaropapismo imperial. El emperador se considera
protector de la Iglesia en su reino y del Papado. La Iglesia es una de las partes en
que se apoya para el gobierno de su Imperio. Se celebran concilios para debatir
temas diversos, como la querella del adopcionismo, la cuestión iconoclasta o la
cuestión del filioque del Símbolo de Nicea (la Iglesia occidental añadió que el Espíritu
Santo procedía también del Hijo, filoque). Como consecuencia de esta doctrina
cesaropapista, Carlomagno reorganiza las provincias eclesiásticas, nombra los altos
cargos del clero y se considera último titular y propietario de las tierras de la Iglesia.
Ni el alto clero ni el Papado levantaron la voz sobre estas atribuciones que se daba
Carlomagno a sí mismo.
Se producen desde Baviera hacia los ávaros y los eslavos occidentales y hacia
los escandinavos.
68
Tras el momento de ocupación lombarda y bizantina, los papas consiguen que
se les reconozca la propiedad de Rávena y otros territorios, de manera que el papa ya
se perfilaba como señor temporal de territorios que estaban dentro del Imperio
carolingio. El Papado quedó vinculado a las aristocracias rurales que acabaron
controlando el principado territorial que se constituiría como los Estados Pontificios o
Estados Papales.
Para los carolingios, el papa estaba bajo la autoridad del emperador. Por una
capitular de Luis el Piadoso se dice que el papa electo, antes de ejercer su
pontificado, tiene que jurar fidelidad al emperador. Por su parte, los papas, en la idea
de la Falsa Donación de Constantino, dicen que ellos están por encima de la
autoridad imperial, en tanto que son ellos quienes conceden tal dignidad. En el
pontificado de Nicolás I, entre el 858 y el 867, se refuerza la doctrina de la
supremacía jurisdiccional del papado.
d) Las tensiones de mediados del siglo IX con el patriarca Focio y sus motivos.
b)
funcionamiento.
La parroquia rural y las iglesias propias: régimen mixto de administración y
-El templo, el responsable pastoral, el patrimonio y las rentas.
-Iglesias parroquiales como iglesias propias.
-Dependencia personal, beneficio, nicolaísmo y simonía.
69
Alemania, Normandía, Italia e Inglaterra.
**************************************
Finaliza la asignatura.
70