Estética. 12.11.

2018

En un contexto histórico particular de muchos cambios, en los siglos XV y XVI (quatrocento y

cinquecento) aparece el Renacimiento. Suceden varias crisis y cambios en estos siglos:

La imprenta de Gutenberg (1440) es un hecho importante.

La división de la cristiandad también.

El cambio del paradigma científico y astronómico es también una crisis de los modelos anteriores.

El desarrollo del mercantilismo, con el consecuente surgimiento de nuevas riquezas que se

transformaron en mecenas es también importante.

En el arte, podemos mencionar tres características importantes:

1. Una vuelta a los cánones grecorromanos. Brunelleschi (arquitecto de la cúpula de Santa

María de Florencia), es uno de los que representa esta vuelta al canon. Estuvo diez años
estudiando las ruinas romanas. Además, se vuelve mucho a la mitología clásica.
2. Segundo aspecto importante es el paso de un teocentrismo a un antropocentrismo con
matices. Es el nacimiento de un nuevo humanismo, en que el hombre, gradualmente, se
sitúa en el centro. Eso no supuso una negación de Dios, pero hay un énfasis en el hombre
como centro de la creación. Los artistas firman sus obras, con categoría de autor. Hay
además una renovada confianza en las propias capacidades creadoras del hombre. Hay una
nueva autonomía.
3. Artista como uomo universale: no estaban especializados en una sola cosa. Eran
omniabarcantes. Manejaban tanto la teoría de su época, como también la práctica y el oficio
con gran destreza. Eran tan artistas como científicos. Tenían una retórica con una finura
retórica, ensayística, y al mismo tiempo la destreza del pincel, del dibujo, de la
arquitectura… Hoy vivimos, en cambio, en la época contraria.

Etapas:

- Quattrocento (siglo XV)

- Cinquecento (siglo XVI)

Antología de textos, José María Valverde

La poesía, artificio elevado y velo de la verdad

La poesía en su lenguaje debe buscar deliberadamente una dicción amena, gracia, elocuencia,
fundamentales para que cumpla su efecto.

Petrarca, Epístola de rebus familiaribus X, 4: la forma de la palabra debe ser no vulgar, sino
artificiosa, exquisita y nueva.

Epistolae seniles XIII, 2: El oficio del poeta es fingir, es decir, componer y adornar la verdad de las
cosas, tanto mortales como naturales… darles colores artificiosos, y cubrirlas con el velo de una
amena ficción.
Bocaccio: la poesía adorna lo compuesto en un contexto inusitado de palabras y frases, envolviendo
la verdad con un velo fabuloso y apropiado. La poesía es un velo que envuelve la vedad, y este velo
resplandece porque está exquisitamente compuesto. Para lograr esto, aunque urge a los ánimos en
que está infusa, se logra algo admirable solamente si se manejan los instrumentos, es decir, los
preceptos de la gramática y la retórica, “de que es conveniente tener plena noticia”. “Pura poesía
es cuanto se compone y expone exquisitamente bajo velo”. El lenguaje y el estilo que se utilizan son
un velo que debe ser ameno para llevarnos a la verdad. Es un cierto servicio de la poesía.

La poesía estaba entre las gnoseologías inferiores comparándola con la lógica o la retórica. Pero
estos autores, aunque no la sacan de esta posición, parecen estimarla más y darle un lugar más
preponderante en el ámbito del conocimiento.

Cennini, El libro del arte (II), I I: La pintura merece ser entronizada detrás de la teoría y coronada por
la poesía. En la estructura del conocimiento, la poesía sigue siendo gnoseología inferior, detrás de
la teoría, pero se la estima mucho. La poesía y la pintura tienen una libertad especial. Se construye
una revalorización de la poesía y la pintura, y se considera su libertad. Eso llama la atención por
contraste con el arte medieval: la libertad era poca, según reglas fijas de imitación.

XXVIII. Algunos manuales de estética hablan en esta época de una nueva mímesis: no es la mímesis
en el sentido griego, no es copia sin más, sino que introducen leyes teóricas (como la perspectiva)
que modifican lo imitado: la naturaleza imitada ha sido estudiada a través de la ciencia. La anatomía
y la perspectiva como ciencias eran aplicadas a la composición artística. Es una mímesis
transformada por los descubrimientos científicos que hacían los mismos artistas.

XXIX. Consejo práctico para el estudiante de arte. Ilustran el ideal que daba vueltas. Es tan
demandante el estudio de la pintura como el de la teoría.

Antonio Manetti. Habla sobre el experimento de perspectiva de Brunelleschi. El artista renacentista

tiene estas características únicas, un interés por la ciencia. La perspectiva es la ciencia que trata de
establecer racionalmente la distancia de los objetos vistos a distancia.

Luis Batista Alberti, arquitecto y escultor, De re aedificatoria. El ideal renacentista, tanto en

arquitectura como pintura, retoma explícitamente el canon griego. El edificio está compuesto de
diseño y materia. El diseño se produce por el ingenio; y la materia, por la naturaleza.

Distingue entre belleza y ornamento. El ornamento, puesto desde afuera, es pegadizo y añadido; la
belleza es algo bello por sí mismo y naturalmente difundido por todo el cuerpo bello. La belleza
imita el movimiento natural. La belleza es cierto consenso y concordancia de las partes…cuya
concordancia se obtenga de tal modo con determinado número, acabamiento y colocación, tal
como la buscaba la gracia (leggiadria), esto es, el principal intento de la Naturaleza.

“El edificio es casi como un animal, así que para acabarlo y determinarlo hay que imitar a la
Naturaleza”.

La pintura como análisis óptico. Habla de una pirámide visual. Es importante la perspectiva del
espectador, que determina la composición del paisaje. El sujeto toma posición respecto de la
composición del paisaje.
El arquitecto (o el artista) como genio. Vasari (sobre Brunelleschi). Anécdota de la ocasión en que
Brunelleschi ganó el concurso para la cúpula de Santa María de Florencia.

Marsilio Ficino. Theologia platonica (1482). Llama la atención el tono del texto. El hombre es una
suerte de Dios, es su vicario, y centro del universo. El hombre comprende el movimiento de las
estrellas porque posee un genio semejante al Autor del universo, posee casi el mismo genio, y sería
en cierto modo capaz de hacer los cielos si obtuviera el material necesario. Hay una gran confianza
puesta en los propios poderes del hombre.

En todos sus actos, nuestras almas desean poseer toda bondad y verdad, el alma intenta ser todo
tal como Dios es todo. El hombre vive la vida de las plantas, de los animales, de los hombres, de los
héroes, de los demonios, de los ángeles, de Dios.

Plantea una especie de ascenso platónico a Dios, hasta deificarse. Nuestra alma llegará a ser un dios.

Giovanni Pico della Mirandola, Oratio de hominis dignitate (1487). Terminada la creación, Dios quiso
“que hubiera alguien que comprendiese la razón de tan gran obra, que amase su belleza y admirase
su grandeza”. Dios creó al hombre como obra de imagen si definir que puede gozar de todo lo que
se les había dado singularmente a las otras creaturas. Adán se fijará su naturaleza según su propio
arbitrio. El hombre es como un camaleón, al hombre se le ha dado infinidad de semillas que
germinarán según las cuide y haga crecer. El hombre puede esculpirse “con seguridad en la forma
que prefiera”. Hay una gran afirmación de sí.

Examen: tres preguntas de distintos autores y periodos. Hablar de ellos con el lenguaje y los
conceptos fundamentales de cada uno. Dar cuenta con fidelidad del pensamiento del autor, con
apego al texto.