Para que exista disolución es preciso que se dé alguna de las causas previstas en la ley, a
saber:
4) Por consecución del objeto para el cual se formó, o por la imposibilidad sobreviniente de
lograrlo;
8) Por reducción a uno del número de socios, siempre que no se incorporen nuevos socios en
el término de tres (3) meses. En este lapso el socio único será responsable ilimitada y
solidariamente por las obligaciones sociales contraídas;
10) Por resolución firme de retiro de la autorización para funcionar cuando leyes especiales
la impusieren en razón del objeto.
ADMINISTRACIÓN Y REPRESENTACIÓN
Las facultades administrativas al verificarse las causales están vedadas solo a asuntos
urgentes y deben referirse a las medidas necesarias para iniciar la liquidación.
Los liquidadores están obligados a confeccionar dentro de los treinta (30) días de asumido el
cargo un inventario y balance de patrimonio social, que pondrá a disposición de los socios.
Estos podrán por mayoría, extender el plazo hasta ciento veinte (120) días. Dada la
naturaleza de la liquidación, realización del activo para la cancelación del pasivo, los bienes
incorporados en el ACTIVO deberán evaluarse según el apartado 4.3.2 de la Resolución
Técnica Nº17 Determinación de los Valores Netos de Realización.
Éstos balances deberán incorporar como información complementaria los datos de los
liquidadores designados y el plan de liquidación indicando los bienes que se destinaran para
cancelar cada uno de los rubros incluidos en el PASIVO.
Cuando los fondos sociales fueran insuficientes para satisfacer las deudas, los liquidadores
están obligados a exigir de los socios las contribuciones debidas de acuerdo con el tipo de
sociedad o del contrato constitutivo.
Es decir, que los estados contables finales se presentarán con un PASIVO en cero en todos
los casos y con un ACTIVO que puede o no ser nulo dependiendo si fue suficiente para hacer
frente a las obligaciones societarias.