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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

PROCESOS DE EJECUCIÓN
Ciclo: VIII

Docente.
URPY GAIL ESPINOZA SILVA

Integrante:

ROCA ANDAGUA RODOLFO

HUARAZ - PERU

2018
LAS NUEVAS CONVOCATORIAS

Se da esta denominación, cuando al acto del remate no se presentaron postores a la


primera convocatoria o, en todo caso cuando el adjudicatario que resultó en el de remate
no cumplió con el pago del saldo dentro del plazo dispuesto por el Juez. Se trata en sí,
de la figura de un remate que se declara desierto y que determina que se lleve a cabo
otro remate a solicitud de cualquiera de las partes procesales sujetándose a las mismas
formalidades con la única diferencia de la disminución de la nueva postura. De acuerdo
a lo señalado en el artículo setecientos cuarenta y dos del Código Procesal Civil en lo
relacionado a las nuevas convocatorias dice que si en la primera convocatoria no se
presentaron postores, se convoca a una segunda disminuyéndose en el quince por ciento
el valor de la nueva postura. Ahora bien, si en la segunda convocatoria no se presentan
postores se convoca a una tercera, pero con la disminución del quince por ciento
adicional con relación a la segunda convocatoria. Si en la tercera convocatoria tampoco
se presentan postores, a solicitud del ejecutante podrá adjudicársele directamente el bien
por el precio base que sirvió para la tercera convocatoria, pagando el exceso sobre el
valor de su crédito si lo hubiera. Ahora bien, si el ejecutante dentro del plazo de diez
días no solicita la adjudicación del bien a su favor, el Juez sin levantar el embargo
dispondrá una nueva tasación y el remate bajo las mismas normas de la segunda y
tercera convocatoria. Respecto al anuncio o publicación será de tres días si el bien es
inmueble y de un día si el bien es mueble. Asimismo, la convocatoria se anuncia en el
diario encargado de la publicación de los avisos judiciales del lugar del remate, por tres
días tratándose de muebles, y seis días si son inmuebles. Cuando los bienes se
encuentran fuera de la competencia territorial del juez de la ejecución, la publicación se
hará también en el diario encargado de la publicación de los avisos judiciales de la
localidad donde estos se encuentran.

Si no hay un diario del tipo descrito, la convocatoria se publicará a través de cualquier


otro medio de notificación edictal, por los períodos ya señalados

ADJUDICACIÓN A FAVOR DEL EJECUTANTE O, ADJUDICACIÓN EN


PAGO. Como se tiene aclarado el remate es un proceso que concluye con el pago de la
prestación debida al acreedor, monto dinerario que resulta del remate en la subasta
pública y al mejor postor, valor del bien que en ese acto el postor denominado ya
adjudicatario, no lo paga, pero tiene un plazo de tres días para depositar el saldo, ya que
si no cumple con el depósito, el remate se declara nulo y es el momento que el
ejecutante o acreedor si, la subasta hubiera sido en tercera convocatoria; adquiere su
derecho para solicitar al Juez que se lo adjudique por el precio que fue base de la
postura y en el supuesto de no hacerlo de inmediato en ese acto, dicho ejecutante tiene
un plazo de diez días para solicitarlo, caso contrario, como se ha precisado
anteriormente se procesan nuevas convocatorias. Esta forma de extinguir la obligación
es el caso de la adjudicación en pago, que como lo señala, el autor español Prieto Castro
y Fernández 1 es “La elección de parte del acreedor por esta forma de pago, que en si
constituye una renuncia al pago en suma dineraria”. Efectivamente, como se podrá
advertir de lo que se expone en sí, este acto implica que el acreedor hace renuncia al
derecho que tiene para que se le pague con dinero y, admite que su pago sea con el bien
que fue embargado a través de alguna medida cautelar cuyo remate no se llevó a cabo,
por falta de postores. Asimismo, en el supuesto de presentarse el caso, y si fueran
varios los adjudicatarios que tienen derecho a la adjudicación, la adjudicación como
acto procesal se efectivizará solamente, si existiese acuerdo entre dichos acreedores, tal
como lo previene el artículo setecientos cuarenta y cinco del C.P.C.

EL PAGO: Desde el punto de vista jurídico el pago en la relación obligacional es la


forma de extinguir la obligación, en la medida que el deudor ha honrado el crédito del
acreedor.

Liquidación del capital, gastos e intereses.- El pago, implica la extinción de la


obligación como acto procesal, pero en sí, es un proceso que está orientado
previamente, analizar y valorar las costas y costos procesales así como practicar los
intereses legales del crédito, de esta manera el Juez con resolución motivada dispone
que se practique la liquidación de los intereses, las costas y costos dentro de un plazo
prudencial bajo responsabilidad por la demora. Practicada la liquidación se corre
traslado al ejecutado, es decir se pone en conocimiento por tres días para que las partes
procesales observen dicha liquidación si lo creyeran conveniente, vencido el plazo con
la absolución o en rebeldía, el Juez aprueba la liquidación o la modifica con el
consiguiente requerimiento de pago dentro de un plazo prudencial, tal como lo ordena el
artículo setecientos cuarenta y seis.

Pago al ejecutante.- Ahora bien, estamos con un capital obtenido en la subasta pública,
así como, con una liquidación aprobada que se relaciona con los gastos por costos y
costas y, además los intereses legales que son frutos civiles. La forma como debe
llevarse a cabo la ejecución de la resolución que aprueba la liquidación es conforme a
los siguientes presupuestos:

a.- Si la suma recauda cubre el capital más los costos y costas y, los intereses, dicha
cantidad se le entrega al ejecutante y en consecuencia el crédito ha sido pagado, la
obligación ha quedado cumplida.

b.- Si la suma recaudada no cubriese el capital, los costos y costas e intereses, se pagan
los costos y costas e intereses y después el capital, de conformidad con lo dispuesto en
el artículo mil doscientos cincuenta y siete del Código Civil, es el caso de la imputación
al pago.
c.- Si son varios los ejecutantes con derechos distintos; el producto del remanente se
distribuirá en atención al derecho respectivo de cada uno, previa resolución motivada
por el Juez.

d.- Si con la suma recaudada se cubren, los gastos por costos, costas, intereses y capital,
el saldo quedará a disposición del ejecutado en su condición de deudor.

Concurrencia de varios acreedores.- En la relación obligacional que resulta como


consecuencia del mutuo, sucede que un deudor puede tener varios acreedores y ante
quienes dicho deudor puede haberlos garantizado a todos con un solo bien. Este es el
supuesto de los acreedores concurrentes quienes pretenderán hacer valer su derecho de
prelación. El artículo setecientos cuarenta y ocho del Código Adjetivo lo tiene resuelto
al disponer que ante la concurrencia de varios acreedores, sin que ninguno tenga
derecho preferente y los bienes del deudor no alcanzaran para cubrir todas las
obligaciones el pago será a prorrata. Esta misma conducta procesal judicial será
aplicada cuando exista un acreedor preferente, frente a otros acreedores, cuyo pago a
estos últimos también será a prorrata.

EL ACTO DEL REMATE:

Los autores argentinos SIBURU y FERNÁNDEZ, sostienen que cada puja constituye
una aceptación de la oferta del vendedor. Se produce, entonces, el acuerdo de
voluntades que concluye el contrato entre vendedor y comprador; pero sujeto a la
condición resolutoria de que no se ofrezca una suma mayor. Con cada puja se forma un
contrato de compraventa, que se resuelve o consolida según se haga o no una nueva y
mayor puja por otros oferentes.

Como este mayor precio puede o no producirse, resulta un acontecimiento incierto y


futuro, es decir, una condición resolutoria. La adjudicación por el rematador no tiene
sino una función meramente declarativa – de reconocer al definitivo adquirente – puesto
que la venta se perfeccionó con la oferta de precio.

Para DEMOGUE, en cambio, no hay tales contratos bajo condición resolutoria con cada
puja. Para él las cosas son de otra manera.

El rematador hace una propuesta de contrato. Ella se reputa aceptada por aquél que
ofrece el último precio, pero éste queda obligado por su oferta recién cuando el
rematador acepta el precio ofrecido.

La compraventa se perfecciona con la aceptación de la mejor oferta por el rematador. El


rematador fija el instante preciso en que el ofertante es adjudicatario. Es un acto de
autoridad privada del rematador.

Las pujas se extinguen desde que una puja superior es emitida o cuando se suspende el
remate sin que se pronuncie la adjudicación.
Fuera de esos casos, conforme al carácter ordinario de la oferta, la postura es
irrevocable; pero el contrato no se forma sino con la adjudicación pronunciada y ello
sucede con la caída del martillo.

Nosotros consideramos que el rematador ofrece un bien en venta, con un elemento sin
fijar: el precio. Cada oferente ofrece un precio; pero con ello no se perfecciona la
compraventa pues falta que el rematador acepte ese precio. La compraventa se
perfecciona cuando el rematador acepta el precio propuesto por el último o mejor
postor.

Deseamos aclarar que esto es así en la venta de muebles. El contrato no se reputa


concluido sino por la adjudicación pronunciada y ésta se pronuncia desde que el
martillo cae. En ventas en que se requieren formalidades, como la venta de inmuebles,
con el remate no se perfecciona la venta. Se celebra por medio del remate un negocio
preliminar en que se establecen las bases de un negocio definitivo que se deberá
concretar luego.

Sobre este tema transcribimos pasajes de una consulta de HURVICH, respecto al remate
judicial.

La tasación.- La tasación es un acto procesal ordenado por el Juez en resolución


debidamente motivada después que ha quedado firme la resolución que dispone llevar
adelante la ejecución, resolución en la cual se dispondrá la tasación de todos los bienes
que serán rematados. La tasación verdaderamente, es el paso inicial del remate que está
a cargo de los peritos nombrados, cuya labor se extiende desde el examen y
caracterización del bien o bienes, hasta concluir con el justiprecio y dentro del plazo que
el Juez ha señalado, bajo apercibimiento de ser subrogados sin perjuicio de la
imposición de una multa no mayor de cuatro unidades de referencia procesal. El
artículo setecientos veintiocho del Código Adjetivo precisa que una vez consentida la
resolución que ordena llevar adelante la ejecución, el Juez dispondrá la tasación de los
bienes a ser rematados y ésta resolución que ordena la tasación contendrá: a. El
nombramiento de dos peritos;

El plazo dentro del cual los peritos deberán cumplir con su dictamen, bajo
apercibimiento de ser subrogados sin perjuicio de una multa no mayor de cuatro
unidades de referencia procesal. Sin embargo, de conformidad con lo que señala el
artículo setecientos veintinueve, la tasación no será necesaria si las partes en el
documento de la constitución de garantía convinieron en un valor especial en caso de
ejecución forzada. No obstante el Juez de oficio o, a pedido de parte puede disponer
una nueva tasación de los bienes si considera que la tasación que contiene el documento
de la garantía está desnaturalizada como resultado de una economía inestable, generada
por alguna circunstancia política o inestabilidad económica.

La convocatoria del remate: Esta palabra derivada del verbo transitivo convocar, que
significa reunir, acercar y, desde el punto de vista procesal la convocatoria también
significa reunir y acercar personas para vender o transferir bienes en el acto procesal
llamado subasta. El artículo setecientos treinta y uno del Código Adjetivo, precisamente
dice que una vez aprobada la tasación presentada del bien o bienes, en el dictamen a
cargo de los peritos o en todo caso sin necesidad de tasación, el Juez convoca a remate
nombrándose al martillero, que lo designará en el orden y número correlativo del
Registro de Martilleros Judiciales de cada Corte. El martillero nombrado por el Juez
tiene la facultad de llevar a cabo el remate previo señalamiento de lugar, día y hora para
hacer efectivo dicho acto procesal, dentro de la brevedad posible. La subasta la lleva a
cabo el martillero público del bien mueble en el lugar donde está ubicado dicho bien,
pero si el bien a rematarse es un bien inmueble la subasta se lleva a cabo en el local del
juzgado. Sin embargo, ateniéndonos a nuestra realidad nacional se da el caso que en
todas las Cortes no existe Martillero Público por lo tanto la subasta la lleva a cabo el
Juez del proceso en las oficinas del juzgado si el bien es inmueble, pero si fuera mueble
y estuviese fuera de su jurisdicción, por comisión, la efectuará el Juez de su mismo
nivel y jerarquía. En cuanto a los honorarios del martillero serán fijados por el Juez,
conforme al arancel establecido en el Reglamento de la Ley del Martillero Público. El
pago será de cargo del comprador del bien en la subasta, tal como lo señala el artículo
setecientos treinta y dos del Código Procesal Civil.

Publicidad del remate.- La publicidad es el anuncio que se hace a través de un medio


de comunicación para informar o extender las noticias o los hechos que se pretenden dar
a conocer a la opinión pública. Pues bien, en materia procesal civil la publicidad del
remate es importantísima para evitar la nulidad de este acto procesal, es decir la
publicidad es un requisito de excepción del remate sustentado en el principio del mismo
nombre. El artículo setecientos treinta y tres del Código Adjetivo precisa que la
convocatoria se realiza en el diario donde se publican los avisos judiciales del lugar
donde se llevar a cabo el remate, por tres días tratándose de bienes muebles y durante
seis días si el bien del remate es inmueble. Sin embargo, si el remate se hiciera en lugar
diferente a la jurisdicción del Juez que lleva el proceso, la publicación para el remate
también se hará en el diario oficial de las publicaciones de avisos judiciales del distrito
donde se encuentre el bien a rematarse. Y, a falta de diario, la convocatoria se hará
haciendo uso de cualquier otro medio de notificación edictal durante los días antes
indicados. Además de las publicaciones que se mencionan para cumplir con la
publicidad del remate es obligatoria colocar avisos para el remate:

a.- Si el bien a rematarse es inmueble se pondrá un aviso en lugar visible del mismo
bien, así como en el local del Juzgado bajo responsabilidad del Secretario.

b.- Si el bien es mueble se pondrá aviso en el local del juzgado y en el lugar específico
donde se llevará a cabo el remate. Estas exigencias coadyuvan a la publicidad del
remate bajo responsabilidad del secretario, que el remate como acto procesal debe
llevarse a cabo como la ley señala bajo sanción de nulidad. La nulidad se interpondrá
dentro del tercer día de realizado el acto, caso contrario, por aplicación del principio de
la preclusión y de convalidación el acto del remate queda firme e inalterable. La
publicidad del remate no se puede omitir aunque medie renuncia del ejecutado, bajo
sanción de nulidad.
Requisitos esenciales.- La publicidad en los remates, sean judiciales o privados, es el
medio indispensable para asegurar su éxito. La ley comercial dispone que los remates
deban anunciarse con la publicidad necesaria.

En la práctica todos los remates son abundantemente enunciados y acotan al respecto


que la importancia radica únicamente en el interés del comitente de obtener mejores
precios. En los remates particulares, a los efectos de verse favorecido el propietario y
por consiguiente el martillero, la publicidad se realiza conforme a la importancia del
bien.

En los remates judiciales es requisito imprescindible esta formalidad debiendo


anunciarse por medio de los edictos

 Subasta de muebles o semovientes.- El código procesal, refiriéndose a la venta


en remate de bienes muebles o semovientes, señala que “se anunciará por
edictos, que se publicarán por dos días en el Boletín Oficial y en otro diario”
(art. 556)
 Subasta de bienes inmuebles.- Cuando el bien a subastarse es inmueble, la
publicación de los edictos es un modo de publicidad habitual y que brinda el
conocimiento conveniente y anticipado de la venta. Es facultad privativa del juez
designar los diarios en que han de publicarse, según lo establecido por el art.
566, C. Procesal, la publicación será de dos días en el Boletín Oficial y en otro
diario, que podrá ser reducido a un solo día cuando el escaso valor del bien así lo
aconsejare.
 Responsabilidad del martillero .- El edicto es la publicidad exigida por la ley; en
consecuencia, siendo el martillero encargado de su redacción y diligenciamiento,
hasta la publicación, resulta responsable por las consecuencias derivadas por los
errores del texto.

Contenido del aviso para el remate.- El remate como acto procesal y por el
principio de la publicidad los avisos tienen sus propios requisitos que deben
cumplirse imperativamente, para los efectos de la eficacia, seriedad y la seguridad
jurídica del acto.

De acuerdo como lo prescribe el artículo setecientos treinta y cuatro del Código


Adjetivó en los avisos del remate deberá expresarse obligatoriamente los siguientes:
a.- Nombres de las partes y terceros legitimados

b.- El bien a rematar, y de ser posible.

c.- La afectación del bien.

d.- El valor de la tasación y el precio base.

e.- El lugar, día y hora del remate.

f.- El nombre del funcionario que efectuará el remate.


g.- El porcentaje que debe depositarse para intervenir en el remate

h.- El nombre del Juez y del Secretario del juzgado y la firma de éste. Esta información
vía publicación en el diario de los avisos judiciales del distrito, garantiza además de la
publicidad el cumplimiento de los principios del debido proceso, de vinculación y
formalidad a que se contrae el artículo noveno del título preliminar del Código
Adjetivo.

TRANSFERENCIA DEL BIEN MUEBLE REMATADO Y EL DESTINO DEL


DINERO RECAUDADO: Son bienes muebles los que se los lleva con facilidad de un
lugar a otro y se transfieren necesariamente con la tradición o desplazamiento del bien
de poder del vendedor a favor del comprador, tal como lo previene el artículo
novecientos cuarenta y siete del Código Civil al decir “la transferencia de la propiedad
de una cosa mueble determinada se efectúa con la tradición a su acreedor.” Conforme a
la regla establecida por el Código Civil, según la cual, la transferencia del bien mueble
es con la tradición y como lo precisa el artículo setecientos cuarenta del Código
Procesal Civil se tiene que, una vez producido el remate del bien mueble y tomando en
cuenta al postor que ofrece mayor postura, éste se convierte en el adjudicatario, dando
lugar para que haga el pago total del bien y en ese momento también recibe el bien
adquirido en la pública subasta.

Concretamente, la propiedad la adquiere el adjudicatario en el acto mismo del remate,


porque es el momento que también efectúa el pago del valor del bien mueble. El
importe recibido en el acto del remate será depositado en el banco de la nación a la
orden del Juzgado a más tardar el día siguiente, bajo responsabilidad y, en el supuesto
que se tratase de bien mueble inscrito también se pasarán los partes a los Registros
Públicos para su inscripción, es decir se actuará conforme a los preceptos del artículo
setecientos treinta y nueve del Código Procesal Civil.

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