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LA BIBLIOTECA

SECRETA:
EVOLUCIÓN

POR: VICTOR HUGO


BARRERA
 Victor Hugo Barrera Arellano 2016

Primera Edición: abril 2017

Segunda Edición: octubre 2019

ASÍN: B0718XH1S7

Diseño de Portada: Victor Hugo Barrera (modelo y diseño), Vanessa Barrera (Maquillaje y
fotografía de Gideon) y John Gurche (Imagen de Karabo).
ÍNDICE

PRÓLOGO ................................................................................................. 6
1 ......................................................................................................................... 8
2 ....................................................................................................................... 23
3 ....................................................................................................................... 36
4 ....................................................................................................................... 52
5 ....................................................................................................................... 67
6 ....................................................................................................................... 74
7 ....................................................................................................................... 77
8 ....................................................................................................................... 81
9 ....................................................................................................................... 90
10 ..................................................................................................................... 93
11 ..................................................................................................................... 95
12 ..................................................................................................................... 98
13 ................................................................................................................... 101
14 ................................................................................................................... 104
15 ................................................................................................................... 112
16 ................................................................................................................... 131
17 ................................................................................................................... 138
18 ................................................................................................................... 140

19 ................................................................................................................... 144
20 ................................................................................................................... 147
21 ................................................................................................................... 152
22 ................................................................................................................... 158
23 ................................................................................................................... 167
24 ................................................................................................................... 174
25 ................................................................................................................... 184
PRÓLOGO

La mayoría de los libros de texto enseñan acerca de un gran naturalista llamado


Charles Darwin, quien desarrolló la teoría de la Evolución al observar animales a principios
del siglo XVIII.

La Teoría de Darwin sugiere que las criaturas complejas evolucionan de antepasados simples que,
con el transcurso del tiempo, se adaptan gradualmente a un medio ambiente cambiante.

Muchos libros de texto de ciencias naturales enseñan que el universo comenzó con una
gran explosión hacia 14.000 millones de años. La teoría de Darwin sugiere que las criaturas
complejas tales como los seres humanos se desarrollaron a partir de animales unicelulares durante
5.000 millones de años.

Los matemáticos dicen que la vida NO PUDO tornarse tan compleja con tanta
rapidez, ni siquiera en 100.000 millones de años…
(Fragmento extraído del folleto “Respuestas a la Evolución” © 2006 Research, Inc.
Rose Publishing, Inc.)
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

“Profesando ser sabios, se hicieron necios”

Romanos 1:22

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LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

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—¡Niños, el próximo lunes es su examen de Ciencias Naturales!—dijo la
Profesora de quinto grado de Primaria— ¿Alguien tiene alguna duda sobre el tema
de la Evolución?
—Yo tengo un comentario, Profesora—dijo el Niño de 10 años Gideon
Ventimiglia.
—Adelante, Gideon.
—La Teoría de la Evolución nos dice que el hombre puede ser el resultado de
millones de años de mejoría de un ser diminuto e indefenso, el cual tuvo que
adaptarse a las condiciones de su medio ambiente, pasando por distintas especies,
hasta llegar a convertirse en un ser humano.
—Así es, Gideon. Muy bien—comentó la Profesora acompañando su
comentario con una sonrisa que demostraba la satisfacción de ver que uno de sus
alumnos aprendiera los conceptos vistos en clase.
—Pero en la Iglesia dicen que el libro del Génesis afirma que el hombre fue creado a
imagen y semejanza de DIOS, pero no igual a DIOS. Y por lo tanto, desde el inicio de los
tiempos, el hombre, quién siempre ha habitado la Tierra, ha sido un ser pensante y
puede llegar a crear grandes cosas.
—Pues... sí...—dijo la Profesora, un tanto sorprendida y dejando atrás la sonrisa de
satisfacción.
—Entonces, Profesora, no me lo tome a mal, pero me quedo con el Génesis.
— ¿Ah sí? Y ¿Por qué, Gideon?
—Porque el Génesis me hacer ver que el ser humano es un ser hermoso y pensante, que puede
crear y ha creado cosas cien veces mejores que las que existen. En cambio, la Evolución dice que
tienen que pasar miles, tal vez millones de años para que el hombre supere lo creado hasta ahora. Y

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por lo tanto, la Evolución estanca más al ser humano de los límites que éste tiene por naturaleza.
Además de hacernos ver como animales.
—¡Pues somos animales, Gid!—gritó desde la parte trasera del salón el alumno de
12 años Zachary Bartimeus, quien era el alumno más latoso, más problemático y el
menos inteligente del grupo, su comentario provocó algunas risas, y para ganarse la
aprobación del grupo, Zachary agregó—Mi papá siempre me dice que lo que
enseñan en la Iglesia son tonterías y cuentos de hadas y por lo tanto, todos somos
animales—Zachary esperaba que todo el grupo riera y le aplaudiera, pero Gideon
intervino rápidamente.
—Eso lo serás tú, Zack—respondió Gideon volteando a ver molesto a
Zachary—todo el tiempo te comportas como si fueras un animal—Dicha
respuesta de Gideon provocó que Zachary quedara en ridículo frente al grupo y
muchos chicos provocaran a Zachary para comenzar una pelea, sin embargo, la
Profesora intervino.
—Niños por favor, no es momento de discutir por cosas que ya han sido comprobadas
por la ciencia. Gideon, me encanta tu manera de pensar—comentaba la Profesora—
Pero para la clase de Ciencias Naturales memorizarás la Teoría de la Evolución, te haga
sentir tonto o no. ¡¿Está claro?!
—Pero Profesora...
— ¡Ya tienes un punto menos en el siguiente examen! ¡¿Quieres que te baje otro
o te repruebe?
—No, Profesora. Ya entendí.
El Niño Gideon agachó la cabeza y no hizo algún otro comentario en todo el día...
Esos recuerdos y reflexiones sobre la Escuela Primaria llegaban con frecuencia a
la mente de Gideon Ventimiglia, un joven de 27 años, Licenciado en la Enseñanza del
Español en Calgary, Alberta Canadá, egresado del Instituto Cervantes, quien se dirigía a
una cafetería en el Downtown Comercial Core para ver a su amiga de la infancia; Nancy
Plumfield.
Gideon entró a la cafetería, luego de estacionar su auto, un smart cuatro puertas,
color negro con amarillo, modelo del año. Al caminar entre las primeras mesas
Gideon vio a Nancy sentada en la mesa del fondo que está pegada a la ventana,
dándole la espalda a todos, vestida de mezclilla, tanto los pantalones, como la
Chamarra, además que Nancy trataba de arreglar un collar con un crucifijo que
usaba desde hace muchos años atrás.
Gideon llegó de sorpresa a la mesa del fondo y besó en la mejilla a Nancy.
—Hola Nan, ¿Tiene mucho que llegaste?—dijo Gideon
Nancy sonrío al ver a Gideon, dejó su cadena y la colocó sobre la mesa. Luego,
miró su reloj y saludó sorprendida a Gideon, quien dejaba su pequeña mochila tipo
portafolios junto a su silla, al mismo tiempo que se sentaba frente a Nancy.
—Hola Gid, es muy temprano. ¿Acaso no tuviste curso hoy?, Siempre llegas casi
12:30 y si mi reloj no está fallando apenas son las 11:30.
Gideon se sentó, respiró profundo, miró nostálgico a Nancy y abrió su corazón.
—Digamos que mi último curso propedéutico en el Instituto Cervantes fue más
corto.
—Bueno, cuando los estudiantes no tienen nada más que decir, pues lo mejor es
dejarlos ir—Ambos rieron brevemente luego de la rima de Nancy, pero ésta
reaccionó respecto a las últimas palabras de Gideon—Espera, ¿Dijiste último
curso?—preguntó Nancy desconcertada.
—Sí, así es. Eso dije. El Director del Instituto Cervantes me despidió luego de
llamarles la atención a casi todo el grupo de nuevo ingreso. Al parecer, a nadie le
interesa entregar trabajos de investigación, hoy en día.
—Gideon, como encargado del grupo propedéutico, tu deber es llamarles la
atención a los estudiantes si no cumplen. Digo, para eso se da el curso, para conocer
qué estudiantes no tienen lo que se necesita para estudiar la Licenciatura en Enseñanza
del Español—dijo Nancy.
— Nancy—decía Gideon mientras la mesera les traía la carta a cada uno— ¿Tú
qué harías si un estudiante te entregara un trabajo de investigación copiado
literalmente de Internet?
— Adivino, Wikipedia.
— Santa Wikipedia fue plagiada por un estudiante quién juró hasta por la vida de
su madre que el trabajo era invención suya.
— ¿Y sobre qué tema era el trabajo?
— El tema era a libre elección y él “investigó” sobre el gran naturalista que nos
dijo que no somos creación divina y que los seres humanos venimos de chita; Charles
Darwin—el sarcasmo de Gideon era notable.
—Gid, tranquilízate. Ya no sé qué fue lo que te molestó más, que el chico
plagiara el trabajo de Internet o que hablara de un tema que a ti te causa mucho
enojo.
— La Evolución no me causa enojo, simplemente no creo en ella porque es una completa
mentira.
— Dile eso a los científicos. Ellos te darán mil y un argumentos de por qué ellos
aseguran que el ser humano no fue creado por DIOS. Además, no sólo Darwin
habló de Evolución, también hay autores como Lamarck, Huxley, G. Gaylord Simpson
y existen muchas organizaciones como National Geographic que han hecho nuevas
aportaciones que reafirman la Evolución. ¿Qué tienes que decir a eso, Gid?
¿Cuántas organizaciones a favor de la Creación existen?—Nancy miraba con esos
dos hermosos ojos azules retando a Gideon — ¡¿Eh?!— pero éste no se quedó
callado.
— De hecho Nan, conozco una, la Creation Research Society (CRS-Sociedad de
Investigación de la creación) es una organización real con más de 600 miembros
que poseen títulos de Maestría y Doctorado en diversos campos científicos. Tú y
cualquier persona pueden consultar sus descubrimientos en: https://creationresearch.org.
Ahora, ¿Quieres nombres de autores? Te diré algunos; William Paley, Michael Behe y el
Dr. Kent Hovind. Los tres son científicos y los tres han hecho descubrimientos que
refutan completamente la Teoría de la Evolución.
Nancy no supo qué más responder, pues Gideon la había sorprendido demasiado
con su respuesta, ya que Nancy esperaba que Gideon no superara el reto que ella le
había puesto unos segundos atrás.
—Pues… no sabía eso. Yo… sólo… había olvidado que estaba frente al
vocero oficial de la Iglesia Cristiana—Nancy comenzó a mirar la carta mostrándose
avergonzada.
— No soy el vocero de ninguna Iglesia, creo firmemente en Aquel que dio su vida en la
cruz para salvarme y por eso defiendo mi Fe—Gideon tomó también la carta y
comenzó a mirarla esperando que la tensión que se había generado por el tema
disminuyera al pedir algo de tomar—Cómo me gustaría tener los argumentos
suficientes para callar de una vez por todas esa mentira de la Evolución.
— Y después de todo, ¿Por qué te despidieron?—Nancy preguntó mirando
todavía la carta y cambiando radicalmente de tema.
—Es triste decirlo, pero los estudiantes que hoy se inscriben al Instituto sólo
piensan en organizar orgías, irse de parranda, echar la hueva, decir estupideces que
escuchan en la televisión o leen en las revistas juveniles, y, si les llamas la atención, o
les exiges ser responsables, envían un escrito al Director diciéndole que su Profesor
los maltrata, los humilla, les grita, viola sus derechos como estudiantes...
—...Y el Director, como no quiere perder el dinero de todos los que se inscriben,
te despide a ti, y los estudiantes viven felices y relajados en su mundo de
porquería—afirmó Nancy molesta, luego de interrumpir a Gideon.
—Sí, así fue. Ahora veo por qué decidiste no trabajar en el Instituto Cervantes luego
de graduarnos.
—Mi querido Gideon, cada día empeora más la calidad en nuestras Instituciones
Educativas, y no sólo son los planes de estudio, sino la forma en que se enseña
empeora cada día más. Pareciera ser como si los Profesores quisieran que sus
alumnos no aprendieran. Y cuando hay un Profesor como tú, que se esfuerza
porque sus alumnos aprendan y no plagien el trabajo de otros, lo menosprecian o lo
despiden.
Nancy y Gideon se miraron muy nostálgicos, luego, Nancy miró muy
seriamente a Gideon y preguntó:
—¿Qué harás ahora? ¿Tomarás el trabajo de mensajero que te ofrece tu tía
Kekeyi?
Gideon miró sorprendido a Nancy.
— ¿Cómo sabes que mi tía Kekeyi me ofreció un empleo como mensajero?
Nunca se lo dije a nadie.
Nancy se puso tan nerviosa que no supo qué hacer o qué decir. Gideon miró
fijamente a Nancy sospechando que ella sabía algo muy importante sobre él.
—Nancy, ¿Hay algo más que debas decirme?—Gideon miró a Nancy
cuestionándola con la mirada y poniéndola más nerviosa.
—Yo... Lo que pasó fue que... ... Mira… Gid... Yo...
Nancy no sabía cómo salir de ese enredo que podía costar decirle a Gideon algo que
él mismo debía descubrir.
— ¡Está sonando tu teléfono!—Fue lo primero que Nancy tuvo en mente.
— ¿Qué? Mi teléfono no está sonando.
—Claro que sí, sólo que no lo escuchaste. Contesta Gid—argumentó Nancy.
—Nancy, no sé qué te está pasando, pero mi teléfono no está...
El Teléfono de Gideon sonó en ese momento, Gideon observó incrédulo a
Nancy, quien se mostró aliviada.
—...sonando—completó Gideon la frase y luego sacó su teléfono viendo en el
identificador que su tía Kekeyi lo llamaba. Observó impresionado a Nancy y
contestó el teléfono poniendo el altavoz.
—Hola Tía, ¿Cómo está?
—Gideon ¿Estás ocupado? ¿Interrumpo tu curso?—preguntó la tía Kekeyi.
—No, tía. Estoy disponible. Dígame.
—¿Aún te interesa el trabajo como mensajero?
—Sí, ¿Por qué?—Gideon hablaba sintiéndose muy confundido cada vez que
escuchaba a su tía hablar.
—Bueno, necesito que te presentes en la sucursal Fast and Express del Downtown
Comercial Core y preguntes en la recepción por la Antropóloga estadounidense y la
lleves al...
—Espere un momento, tía—interrumpió Gideon un tanto inconforme—
Según recuerdo, sólo iba a llevar paquetes u objetos de valor de una sucursal Fast and
Express a otra en toda la provincia. Mi trabajo no consistiría en trasladar personas.
—Gideon, ¿Quieres trabajar o no? Acabas de quedarte sin empleo y...
— ¿Cómo sabe que me despidieron?—La sorpresa se apoderaba de nuevo de
Gideon, quien comenzaba a sospechar que algo andaba mal.
—Siempre que te he llamado a esta hora me pides que llame dos horas más tarde
porque estás impartiendo un curso propedéutico. Así que si estás disponible
significa una cosa: Te despidieron. Y por lo tanto, te pregunto de nuevo ¿Quieres
trabajar o no?
—Pues... Sí.
—Entonces, sube a tu auto y ve lo más rápido que puedas a Fast and Express del
Downtown Comercial Core, y lleva a esa a Antropóloga estadounidense al Museo Glenbow.
Cuando la entregues se te dará tu primer pago. ¿Tienes alguna duda, Gideon?
—No, tía. Todo está muy claro—dijo Gideon un poco decepcionado.
—Si tienes algún problema, que espero que no lo tengas, llámame.
—Está bien, tía. Lo haré.
— ¿Qué harás? ¿Llamarme si tienes algún problema o harás el trabajo?—
preguntó severamente la tía Kekeyi.
—Ambas. Haré ambas. Hasta luego, tía. Gracias por el trabajo.
Gideon colgó, guardó su teléfono y observó sorprendido a Nancy, quien lo miraba
fijamente.
—Debo decir que tienes un excelente oído—comentó Gideon.
—Si no escuchas los sonidos más insignificantes, nunca entenderás el por qué y el para qué de las
cosas, Gid. Y... ya que no pudimos platicar como acostumbramos, ni tomarnos un
café, quiero darte algo antes de que te vayas—Nancy puso su bolsa sobre la mesa
tirando su collar al piso.
—No te preocupes, yo lo levanto.
—No te molestes, yo puedo...
Gideon levantó el collar viendo que en el crucifijo sobresalía la siguiente
inscripción: I.N.R.I. Le devolvió el collar a Nancy sin comentar nada y ésta guardó
el collar rápidamente para luego darle a Gideon un pequeño sobre bolsa de papel.
—Es para ti, Gid.
Gideon tomó el sobre y luego lo observó sigilosamente y muy sorprendido,
Nancy comentó:
—Descuida, como tú me lo dijiste en un día de San Valentín; “No voy a
cortejarte”, sólo hemos sido amigos y siempre lo seremos.
—Lo sé.
Gideon guardó el sobre en su pequeña mochila portafolios, Gideon se puso la
mochila de nuevo y por último, Gideon se levantó y caminó hacia Nancy.
—Hasta luego, Nan. Debo aprovechar esta nueva oferta de empleo. Aunque
algo me dice que sólo será pasajera. Además, el lugar al que tengo que ir está en este
mismo Edificio.
Gideon besó a Nancy en la mejilla para despedirse.
—Cuídate, Gid. Y abre ese sobre lo más pronto posible, ¿quieres?
Gideon asintió y sonrío y luego salió rápidamente de la cafetería. Nancy lo siguió
con la mirada y luego tomó su cadena y observó fijamente la inscripción del crucifijo
y se puso a pensar en todo lo que significa y existe alrededor de esa cruz doble…
La Doctora en Antropología Aleksie Taleneikov, nacida en Rusia, debido al trabajo
de su padre, pero quién estudió la Universidad en Estados Unidos, una mujer rubia,
de ojos verdes, de delgada, pero estética apariencia, además de vestir como una
hippie y cargar una vieja mochila, mostraba al mundo entero que tenía algo que
ocultar. Pues se mordía constantemente las uñas y los dedos debido a la ansiedad
que la causaba esperar.
La desesperación que la Antropóloga mostraba alteraba a los mismos empleados
de Fast and Express, los cuales le ofrecían un vaso con agua, ver la televisión, escuchar
música, o en su defecto, le ofrecían un cigarrillo y salir al estacionamiento a fumar.
Gideon entró a la sucursal Fast and Express y caminó directo a la recepción, la
Doctora Alexsie se puso de pie en cuanto vio a Gideon, quien vestía mocasines
color negro, pantalón gris, camisa de manga larga color hueso y chaleco con
botones y bolsas color negro, pues Aleksie sabía que Gideon era el mensajero desde
que ambos cruzaron miradas por escasos dos segundos, luego que éste entrara a la
sucursal.
Aleksie caminó rápidamente hacia Gideon, quién ya preguntaba en la recepción
por la Antropóloga Estadounidense, pero Alexsie se adelantó y tocó la espalda de
Gideon haciéndolo voltear.
—Soy yo. La Antropóloga Estadounidense soy yo.
Gideon se sorprendió, vio a la chica de arriba abajo dos veces y luego habló:
—¿Tiene mucho tiempo esperando?—preguntó Gideon.
—Sólo el necesario. Pero ya estás aquí, eso es lo que importa ahora.
—Pues... mucho gusto…Antropóloga
Gideon estrechó la mano de la Doctora Aleksie, la cual estaba mojada por el
sudor.
—¿Qué le parece si la llevo a su destino de una vez?—preguntó Gideon, todavía
sedado por la impresión que Alexsie le dejó.
—Me parece perfecto. Vamos.
Gideon trató de ayudarle a Aleksie con su mochila, pero ésta retiró la mochila del
alcance de Gideon y argumentó:
—No te molestes. Puedo y tengo que cargar esta mochila yo sola.
—Lo siento.
Ambos salieron de la sucursal ante la mirada de empleados y personas que
esperaban enviar o recibir un paquete, los cuales nunca habían visto que Fast and
Express tuviera servicio de chofer o fungiera como terminal de autobuses.
Aunque esta vez, todo tenía un por qué y una para qué. Y Gideon iba a
descubrirlo, aunque fuera de la manera más dolorosa para él...
Dentro del auto Smart de Gideon, Aleksie miraba la transitada calle del centro de
Calgary, así como los imponentes rascacielos, sentada en el asiento trasero del auto,
mientras Gideon detenía al vehículo al llegar a un semáforo y esperaba a que el
semáforo estuviera en verde, luego de eso, Gideon siguió a buena velocidad el
camino hacia el Museo Glenbow. Aleksie sacó de su mochila una foto, se acercó a
Gideon y preguntó:
—¿Cómo te llamas?
—Gideon. Gideon Ventimiglia.
—Gideon, ¿Conoces a este hombre?—Aleksie le mostró a Gideon la foto, éste
la observó rápidamente, siguió el camino y habló viendo a Aleksie por el espejo
retrovisor.
La imagen era de un Arqueólogo, Antropólogo e Investigador nivel 3, cuya
apariencia ya mostraba los signos de la edad; cabello blanco, rostro lleno de arrugas y
lentes de mucho aumento.
—Sí lo conozco. Es el Doctor Dunois Strogoff. Es un investigador muy reconocido
aquí en la provincia de Alberta Canadá. De hecho, los Diarios Calgary Herald y
Calgary Sun siempre hacen reportajes sobre sus investigaciones. Si no me equivoco,
el Dr. Strogoff trabaja para el Museo Glenbow actualmente.
—Así, es, Gideon. Veo que conoces a la gente importante del lugar donde vives.
Ahora quiero que me hagas un favor.
—Dígame. ¿De qué se trata?
—Cuando lleguemos, quiero que le digas al Dr. Strogoff que estoy preparada y
que él debe obtener rápidamente la información que le traje desde muy lejos.
—¿Quiere decir que esperará en mi auto cuando lleguemos?—preguntó
Gideon un tanto confundido.
—Algo así—Luego de hablar, Aleksie se recargó en el asiento trasero y
comenzó a buscar en su mochila.
El auto de Gideon llegó a otro semáforo deteniéndose quedando al frente de la
fila. Un policía de tránsito ayudaba a los peatones a cruzar la calle.
Gideon miró al frente observando nostálgico a los niños de primaria que
cruzaban la calle para ir a la Escuela. Después, Gideon vio de reojo en el espejo
retrovisor que Aleksie estaba inyectándose una ampolleta entera de 5 ml en el brazo
izquierdo.
Gideon volteó rápidamente muy sorprendido viendo que Aleksie se quitaba la
ampolleta del brazo y tapaba la aguja de la ampolleta.
— ¡¿Qué está haciendo?!—preguntó Gideon asustado al mismo tiempo que
volteaba hacia atrás.
Aleksie se desmayó casi instantáneamente sobre el asiento trasero asustando a
Gideon.
—¡Antropóloga! ¡Antropóloga! ¡Antropóloga! ¡Antropóloga!
Gideon guardó silencio un momento al no recibir respuesta por parte de Aleksie,
y escuchó que los autos detrás de él le tocaban el claxon, Volteó al frente viendo
sorprendido que el semáforo estaba en verde, pues era momento de avanzar. Vio
que los conductores de los autos que estaban detrás de él le tocaban el claxon muy
molestos, además, Gideon se dio cuenta que el policía de tránsito se acercaba hacia
su auto debido al ruido. Era momento de hacer algo, tomar una decisión y él la
tomó. Pues abrió su puerta, bajó rápidamente del auto, abrió la puerta trasera, tomó
la ampolleta y la guardó en la bolsa de su chaleco, luego, tomó la mochila de Aleksie,
la enrolló y la metió debajo de la playera que ella traía puesta. Mientras todo esto
transcurría, el Policía de Tránsito llegó.
—¿Qué pasa aquí? ¿Por qué no avanza, Señor? ¿No sabe qué significa el
verde?—preguntó el Policía, pero Gideon lo miró asustado como todo esposo que
está a punto de ser padre por primera vez.
— ¡Es mi esposa, Oficial! ¡La llevaba al Hospital porque comenzó a sentir los
dolores desde hace una hora y se desmayó de pronto en el camino!
—¿Quiere que llame una ambulancia?
—¡No! ¡Sería mejor si nos apoyara con el tránsito para llegar más rápido al
Hospital!
— ¿A qué Hospital se dirige?
—¡Al más cercano!
El Policía miró confundido a Gideon.
—Lo siento. Estoy muy nervioso, Oficial. Quise decir al Hospital Grace Women´s
Health Center. Sí, ahí llevaba a mi esposa. Quiero que mi mujer tenga un parto de
calidad con los mejores Médicos del mundo.
El Policía seguía sin creer completamente la historia de Gideon, pero finalmente
tomó su silbato y agilizó el tránsito generando un camino más corto para que
Gideon llegara al Hospital más cercano.
Realmente Gideon temía que Aleksie se hubiera suicidado, pero la mentira del
parto los había sacado de apuros. Aunque el costo de la mentira estaba por llegar
trayéndole a Gideon un apuro aún más grande...
En el Hospital Grace Women´s Health Center, Aleksie fue trasladada a urgencias
inmediatamente. Gideon les contó a los Médicos absolutamente todo lo que pasó.
Incluso, comentó que no sabía ni el nombre de la Antropóloga. Por lo tanto,
Gideon buscó en la mochila de Aleksie, encontrando varias credenciales de ésta en
donde aparecía con distintos nombres y luciendo distintos tonos de cabello y color
de ojos.
De pronto, el Médico salió de urgencias y llamó a Gideon para decirle lo que
Aleksie tenía.
—¿Tú eres el que trajo a la “Antropóloga Estadounidense”?—pregunto el
Médico.
—Sí, ¿Por qué? ¿Ella está bien?
—Estará en observación durante dos o tres horas más. Ingirió severas dosis de
clorhidrato de ranitidina, el cual provocó que el ácido clorhídrico de sus jugos gástricos
disminuyera. Aunque... gracias a eso pudimos ver que la Antropóloga tiene alojado
un objeto de tres centímetros de longitud en el estómago.
— ¡¿Qué cosa?!—dijo Gideon, muy impactado.
—Aún no sabemos si es tumor, quiste u otra cosa. Por eso tendrá que estar en
observación. ¿Estás seguro que no la conoces?—El Médico observó a Gideon
cuestionándolo con la mirada.
—Ya le dije que yo sólo la llevaba al Museo Glenbow con el Dr. Dunois Strogoff.
Por cierto, puedo llamarlo para informarle que su amiga está en el Hospital si Usted
quiere.
—¿Harías eso por una chica cuyo nombre desconoces?
—Claro.
Gideon le dio la vieja mochila de Aleksie al Médico y éste la observó sonriendo
burlonamente.
—La pondremos con todas las pertenencias de los pacientes mientras despierta.
—Está bien. Llamaré al Dr. Strogoff.
Gideon caminó hacia el elevador esperando que el Dr. Strogoff no pusiera algún
pretexto para no pagarle o lo denunciara en Fast and Express y Gideon perdiera lo
que hasta ese momento era su único empleo...
El elevador llegó a la planta baja, las puertas se abrieron y Gideon salió, pero, un
tipo de casi dos metros de altura y con la estructura física de un guardaespaldas
apareció frente a Gideon ahorcándolo y azotándolo contra la pared del elevador.
El Tipo miraba fijamente y con rencor a Gideon, quien no podía respirar ni
presionar algún botón en el elevador con su pierna o alguna parte de su cuerpo por
más que lo intentara.
— ¿Dónde está Aleksie Taleneikov?—preguntó el Tipo y Gideon no podía ni
hablar, lo cual enfureció más al Tipo, quien apretaba más fuerte el cuello de Gideon.
—Pregunté ¡¿Dónde está Aleksie Taleneikov?!
Gideon hizo un esfuerzo muy grande y por fin pudo articular una palabra. O al
menos eso intentó.
—N... N... N... no... Conozco... a nadie... llamado así.
El Tipo azotó a Gideon contra la pared del elevador de nuevo.
—¡No juegues conmigo, estúpido! Tu cuello es débil y lo romperé tan fácilmente
que te estoy haciendo un favor en este momento. Dime ¡¿Dónde está Aleksie
Taleneikov?! ¡Sí la conoces, tú la trajiste a este Hospital!
Dos personas se acercaron al elevador para entrar, ambas vieron al Tipo ahorcar
a Gideon, el Tipo volteó a ver a las dos personas, soltando un poco el cuello de
Gideon y permitiendo que un poco de oxígeno pasara. Gideon pateó con toda la
fuerza que tenía en ese momento al Tipo en los testículos, el Tipo cayó hincado
soltando a Gideon, quién luego de caer también y levantarse, le dio un puñetazo al
Tipo en la cara y luego lo azotó contra los botones del elevador ante la mirada
atónita de las dos personas. Gideon salió corriendo y empujando a las dos personas
mientras el elevador se cerraba con el Tipo adentro...
Gideon llegó corriendo al estacionamiento rumbo a su auto. Sacó las llaves de su
pantalón mientras corría hacia su vehículo, le quitó la alarma mientras aún corría
hacia el vehículo, pero antes de llegar a la puerta del Smart, una camioneta negra
apareció de la nada impactando el auto a gran velocidad por detrás, compactándolo
y embarrándolo contra la pared. Gideon se arrojó hacia atrás para no ser impactado,
pero cayó sobre otro auto mientras observaba atónito cómo la camioneta arrojaba
los restos de su único medio de transporte, hasta ese momento, contra la pared.
Gideon trató de levantarse sintiendo un dolor en el brazo a la altura del bícep.
Eran vidrios del espejo del auto en el que cayó, los cuales se le habían incrustado en
el brazo. Aún así, Gideon logró levantarse, para luego observar que dos tipos con
aspecto de Agentes Federales bajaron de la camioneta y se dirigían hacia él.
Gideon corrió como pudo hacia el elevador del estacionamiento, pero el Tipo
que lo atacó en el hospital apareció en el elevador, luego que las puertas se abrieran,
éste conectó su puño contra la nariz de Gideon, desviándole el tabique, después
cayó noqueado al piso mas no quedó inconsciente.
Gideon observaba que los dos Tipos de la camioneta se acercaban a él, mientras
todo a su alrededor le daba vueltas. Gideon sentía cómo los Agentes le quitaban su
celular, su billetera, la ampolleta que Aleksie se había inyectado y cosas muy
personales, así como la mochila donde viajaba el sobre que Nancy le había dado.
Todo daba vueltas y la luz se apagó poco a poco hasta quedar en completa
oscuridad...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

2
—¿Hola?—Respondió su celular el Dr. Dunois Strogoff
—¿Dr. Strogoff? Soy Kekeyi Kusha. ¿Ya están con Usted Aleksie y mi sobrino
Gideon?
—No. Hace tres horas que debieron haber llegado. Conociendo a Aleksie, estoy
seguro que algo malo pasó.
—He estado tratando de comunicarme con mi sobrino desde hace más de una
hora, pero no contesta su celular. Al parecer apagó su teléfono.
—Kekeyi...
—¿Sí, Doctor?
—¿Él es tan confiable o más que sus padres?
—Por supuesto. De lo contrario no le hubiera ofrecido nada.
—Pues esperemos que Aleksie y tu sobrino estén bien. Aunque, ella sólo tenía
ampolletas para doce horas más.
—¿Hace cuanto?
—Ayer, hace doce horas—dijo el Dr. Strogoff muy preocupado. Pues Aleksie
no tenía alojado en el estómago un quiste o un tumor. Era un pequeño pedazo de
plástico y metal con la información suficiente para que el mundo entero te
persiguiera...
—¡Ahhhhhhhhhhhh! –grito Gideon luego de que uno de los tres Tipos le
colocara el hueso de la nariz en su lugar.
—Vaya, creí que nunca despertarías—dijo el Agente Moko Nardac, “Agente de la
CIA”, quién venía sentado en el asiento del copiloto en la camioneta que destrozó el
Smart de Gideon.

23
Gideon observó a su alrededor viendo que estaba sentado y esposado a una silla
frente a una mesa en un pequeño cuarto con muy poca luz, la cual sólo iluminaba a
Gideon y a Moko. Gideon observó que su brazo estaba vendado, aunque le dolía
demasiado.
Moko acercó su rostro a Gideon:
—Bienvenido, Gideon Ventimiglia. Soy Moko Nardac.
Gideon rió un poco a pesar de sus fuertes dolores, Moko azotó molesto su
puño en la mesa provocando que Gideon se pusiera serio y lo mirara a los ojos.
—¿Te parece gracioso mi nombre? ¿Gideon?
—Es sólo que Moko significa en español...
Moko azotó molesto su puño contra la mesa de nuevo.
—¡Sé muy bien lo que significa mi nombre, Gideon! El problema aquí es que tú
no sabes lo que significa transportar y proteger a una persona tan peligrosa como
Aleksie Taleneikov.
—Con que así se llama la rubia de lindos ojos ¡Eh! Bueno... no me pareció una
persona tan peligrosa—comentó Gideon.
—¿Acaso te enamoraste de la terrorista más buscada en el mundo occidental?
Gideon observó incrédulo a Moko, quien lo miró fijamente y luego preguntó:
—¿Sabes quién es Alfred Russel Wallace, Gideon?
Gideon dijo no con la cabeza.
—¿Has oído hablar alguna vez de los Descubrimientos de Richard Leakey?
Gideon dijo no con la cabeza de nuevo.
—¿De dónde viene el ser humano, Gideon?
—El Ser humano fue creado por DIOS hace menos de 10.000 años. O al
menos eso me enseñó la Escuela Dominical y Yo lo creo firmemente —Gideon
se atragantó debido a la falta de aire y comenzó a toser fuertemente. No podía
controlar su tos y Moko sólo lo observaba. El aire no pasaba completamente por la
nariz de Gideon, pero éste, a pesar de saber que Moko no lo ayudaría y lo dejaría
morir de ser necesario, tenía que controlar su tos.
Gideon logró controlarse, mientras que Moko reanudó la charla:
—Sigamos con las preguntas.
—¡Oiga! Apenas si respiro, me duele desde la frente hasta la punta de la nariz,
gracias a su amigo que me atacó en el Hospital...
—Y tu dolor puede empeorar más, Gideon. O puede mejorar. Eso depende de
ti.
—Sólo soy el mensajero, no tengo nada que ver con la mujer que busca. Es más,
éste es mi primer día en el trabajo.
—Si es verdad dime ¿A dónde llevabas a esa mujer y por qué?
Gideon permaneció pensativo unos segundos, luego, tuvo una idea que lo podía
sacar de ese cuarto.
—Le diré todo lo que quiera saber con algunas condiciones.
— ¿Cuáles?
—Me dejará ir y no habrá ningún cargo en mi contra. Me devolverá mi auto,
nuevo y modelo del año junto con todas mis cosas que Usted y sus amigos me
quitaron mientras me desmayaba.
—Eso dependerá de tu respuesta—dijo Moko. ¿A dónde llevabas a Aleksie y
por qué?
—La llevaba a la sucursal Fast and Express que está el barrio de Beltline.
—¿El Barrio más denso de todo Calgary?
—Sí. Ahí ella se encontraría con un sujeto llamado... “Warrick”... quién... es
miembro de una pandilla asentada en los barrios dormitorio de Calgary llamada “Los
Leones Negros”.
—¿Warrick, dijiste?—preguntó sorprendido Moko.
—Sí. Ella le daría un paquete y luego volvería a Estados Unidos, su país natal.
—Aleksie Taleneikov es rusa, no estadounidense. Huyó de la justicia por
mucho tiempo escondiéndose en Estados Unidos.
—¿Por eso la está buscando? Usted es Agente de la CIA ¿Cierto?
—¿Cómo lo sabes?
—He visto muchas películas en donde los Agentes de la CIA lucen y actúan
como Usted.
Moko se puso de pie, se acercó a Gideon asustándolo, Moko le quitó a Gideon
las esposas de las manos y puso las esposas sobre la mesa.
—Gideon, necesito que me describas al sujeto llamado “Warrick”. Supongo que
Aleksie te dijo cómo era él o te mostró una fotografía.
—Me mostró una foto, pero... soy malísimo para las descripciones. Necesito
verlo de nuevo para señalarlo.
—Eso no será posible. Descríbeme al sujeto. Tengo unos excelentes dibujantes
que te ayudarán...
—¡No!
—¿Por qué No?
—Si le describo el sujeto a otra persona, su dibujante le dará a Usted una
descripción equivocada, Usted se molestará y luego me matará. ¿Cierto? ¿Verdad
que me matará si le fallo?—Gideon esperaba que Moko revelara sus verdaderas
intenciones en ese momento, pero Moko lo observó pensativo un momento.
Luego, tomó una decisión.
—¿Crees que puedas llevarme a esa sucursal en Beltline e indicarme quien es
“Warrick”?—preguntó Moko y Gideon asintió.
—Entonces ponte de pie. Es hora de detener a esos asesinos.
Gideon observó confundido a Moko, pues hace un momento había llamado a
Aleksie, terrorista. Lo cual le hizo pensar que Aleksie no era ni terrorista y mucho
menos asesina. Pero ¿Qué era entonces?...
Lo único que Gideon sabía era que su plan había funcionado. Al menos por ahora...
Aleksie despertó muy adolorida del estómago en un cuarto del Hospital Grace
Women´s Health Center. La luz del sol entraba por la ventana del cuarto iluminándole
toda la cara a Aleksie, quien miró a su alrededor viendo a Kekeyi sentada junto a su
cama.
—Hola Aleksie. Es un gusto que aún estés entre nosotros—dijo Kekeyi.
Aleksie exploró su estómago sintiendo la cicatriz de la cirugía a la que había sido
intervenida. Miró asustada a Kekeyi y habló a pesar del tremendo dolor que esto le
causaba:
—¡Me extrajeron la información! ¡Se llevaron la información! ¡Sacaron la
información de mi cuerpo! ¡La Enciclopedia está perdida!
—Descuida, el Dr. Strogoff ya está hablando con el médico que te operó.
Recuperaremos la información—dijo Kekeyi tratando de calmar a Aleksie—Pero...
hay una cosa que me gustaría saber.
Aleksie observó pensativa a Kekeyi, luego, recordó todo lo sucedido y expresó en
voz fuerte:
—¡Gideon!
—Así es. ¿Dónde está Gideon?
Kekeyi se puso de pie, se acercó a Aleksie y luego la sujetó de los hombros, pues
Aleksie entró en shock luego de la pregunta.
—Aleksie, mírame. ¡Mírame!
Aleksie miró fijamente a Kekeyi y ésta preguntó de nuevo:
—¿Dónde está Gideon? ¿Dónde está mi sobrino?...
—TEHILIM XCII: X—repitió en Hebreo Shae Ventimiglia, mujer de 38 años y
madre de Gideon y Samuel, quienes tenían 13 y 10 años respectivamente.
Inmediatamente después que Shae pronunciara esa cita bíblica en idioma hebrero,
sus hijos tomaron sus Biblias y comenzaron a buscar la cita que su madre les había
pedido. Todo formaba parte de un juego conocido entre los cristianos como esgrima
bíblica.
—¡Ya lo tengo!—gritó Samuel e inmediatamente después leyó—Pero tú
aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco.
—Muy bien, Sam ¡Podrías decirme la cita en español!
—Sí, es Salmo 92:10
—Perfecto. Me sorprende tu avance en tus clases de hebrero mi niño.
—Sí, ya, ya, ya—intervino Gideon, un tanto molesto y celoso—Les recuerdo a
los dos que vamos empatados. Así que falta una cita más para el desempate.
—Qué bueno que no te des por vencido, Gid. Así que ahora buscarán…—
Gideon y Samuel tomaron sus biblias, se miraron retándose uno al otro y luego
esperaron a que Shae dijera la cita en idioma hebrero—COHÉLET X: VIII.
Gideon y Sam comenzaron rápidamente a buscar en sus biblias la cita que su
mamá les había pedido, sin embargo, Sam ya tenía más rapidez que Gideon para
pasar las páginas de la Biblia y llegar hasta la cita solicitada, además que Gideon se
había desesperado tanto que no podía separar una página de otra de su Biblia para
encontrar la cita.
—El que hiciere hoyo caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente—leyó
Sam orgulloso de él mismo y de que por fin había derrotado a su hermano mayor
en un juego de esgrima. Shae sonrió orgullosa de su hijo menor e inmediatamente lo
abrazó y besó en la mejilla provocando que Gideon sintiera más celos y más
frustración por haber perdido el juego.
—Gid—Dijo Shae tratando de calmar a su hijo.
—¿Qué cosa?
—Ven acá—Shae le estiró los brazos a su hijo, quien se negó a abrazar a su
madre diciendo que no con la cabeza— ¿No vas a abrazarme?
—Ya estás abrazando al ganador del juego.
—Oye, a mí siempre me toca verte abrazar a mamá porque ganaste y ahora por
fin puedo decir que gané un juego de esgrima en mi vida—intervino Sam todavía
mostrándose emocionado por la victoria.
—Pero te faltó algo.
—¿Qué?
—No dijiste la cita en español.
—Es Eclesiastés 10:8. ¿Contento?
—No. No entiendo por qué mi mamá nos enseña hebrero y nos pone a buscar
citas bíblicas sin sentido. ¿Qué tienen que ver las fuerzas de búfalo con que te
muerda una serpiente?
—Gideon, ¿Crees que lo que te enseño no es importante?
—Sólo digo que ¿por qué nos enseñas un idioma muy difícil y nos pides en ese
idioma que leamos la Biblia?
—Pues el Antiguo Testamento de la Biblia fue escrito en el idioma hebrero y algunas
partes en arameo—todos voltearon y vieron a Carlo, hombre de 40 años y padre de
Gideon y Sam, obviamente, esposo de Shae—Todo aquello que por ahora te
parece sin sentido, Gideon, en un futuro será la clave para que obtengas muchas
victorias sobre nuestro enemigo.
—¡Papá!—gritó Gideon emocionado y la sonrisa volvió a su rostro, Carlo besó a
Shae y luego a sus dos hijos. Luego de besar a Gideon, éste agregó— ¿Qué haces
aquí tan temprano?
—Mi conferencia se adelantó y fue la primera de todo el congreso creacionista.
—¿Y cómo te fue, amor?
—Bien, Gracias a DIOS. Sin duda fue una Victoria.
—¿Les dijiste a todos que crean en DIOS?—cuestionó Sam.
—No precisamente. Pero sí les hice ver que no es ningún crimen enseñar la
Biblia en las Escuelas Públicas. De hecho, nunca ha sido considerado ilegal por
ninguna constitución de algún país civilizado por qué no existe una razón
científica para rechazar la Biblia. Lo que sí es ilegal es imponer una religión o
hacer creer a la población que falsas teorías son la explicación acerca de nuestro
origen como especie. Hasta 1790 la gente de Europa y Estados Unidos creía en la
veracidad de la Biblia aunque no profesaran ser cristianos. Pero 5 años después,
James Hutton publicó un libro llamado Teoría de la Tierra donde aseguraba que la edad
de la tierra se remontaba a billones de años y ahí comenzó el cuestionamiento y
rechazo a la palabra de DIOS.
—Entonces… ¿La gente no siempre creyó en la Teoría de la Evolución?—
cuestionó Sam.
—No mi niño—intervino Shae—De hecho, muchos de los pioneros de la Ciencia como
Kepler, Bacon, Newton, Pascal, Faraday y muchos más era creyentes devotos de la Biblia. Pues a los
científicos de generaciones pasadas no les causaba ningún problema estudiar los
hechos cuantificables de la naturaleza aceptando a la vez, la autenticidad y autoridad
de la revelación especial del Creador a través de la Biblia.
—Incluso, en un programa de la Radio Pública Nacional, Joseph Loconte aseguró
que demasiados escépticos rechazan la religión, pues lo ven como el enemigo de la Ciencia y el Progreso,
pero la visión Bíblica del mundo fue la que ayudó a muchos hombres y mujeres a llevar a cabo la
revolución científica siglos atrás.
—Todo eso suena muy interesante, Papá, pero… ¿Por qué no dejas que
vayamos contigo a una de tus conferencias? Me gustaría saber exactamente en
dónde trabajas.
—Lo sé, Gideon. Pero… por ahora éste trabajo es sólo responsabilidad mía y de
tu mamá. Algún día, Sam y tú, no sólo sabrán qué hago en mi trabajo, sino también
Ustedes dos harán mi trabajo—Las palabras de Carlo sorprendieron a sus hijos y a
la vez los emocionaron, pues tarde o temprano ellos continuarían con el legado que
su Abuelo le había encomendado a su padre. Un legado peligroso, pero que valía la
pena incluso hasta morir por él.
Ese recuerdo de la pubertad vino a la mente de Gideon mientras éste observaba
por la ventana de la camioneta, la cual era la responsable en la destrucción de su
auto. Gideon observaba perplejo una comunidad suburbana considerada como
barrio dormitorio por la gente de Calgary. Gideon tenía cuatro problemas
fundamentales en ese momento. El primero de ellos era su nariz. Luego del golpe,
había momentos en los cuales sentía que la respiración le faltaba a tal grado que tenía
que abrir la boca para que un poco de oxígeno entrara a su cuerpo y luego de
algunos minutos, todo volvía a la normalidad.
El segundo problema era su brazo, el cual no dejaba de dolerle. Gideon sentía
constantemente como si todavía tuviera vidrios incrustados en su brazo.
El Tercer problema era el Agente Moko Nardac, quien llevaba a Gideon a
donde supuestamente estaba “Warrick”, el contacto de Aleksie. Quién era el cuarto
problema, pues Gideon sospechaba que los otros dos Agentes se dirigían al
Hospital Grace Women´s Health Center para llevar a Aleksie al cuarto oscuro, o incluso
matarla cuando la encontraran.
La cabeza de Gideon era un túmulo de ideas y pensamientos sin sentido, los
cuales tenían que sacarlo de esta situación.
De pronto, Gideon observó a dos muchachos sentados en la banqueta, uno de
ellos estaba fumando marihuana, pero el otro tenía una postura como si estuviera
regañando al fumador y le estuviera pidiendo que dejara de hacerlo. Al parecer,
ambos eran miembros de los Leones Negros, una pandilla real, integrada por
adolescentes y jóvenes de raza negra o jóvenes que no tenían la piel blanca. La cual
azotaba frecuentemente las comunidades suburbanas de todo Calgary.
Pero el muchacho que regañaba al otro sentado en la banqueta era Dasarata
Ayodya, primo de Gideon e hijo de Kekeyi. Das, así llamado por sus seres queridos,
era un chico al que Gideon había cubierto más de una vez, tanto para no ir a prisión,
como para no ser castigado por sus padres. Hasta que un día la situación fue tan
grave que Gideon tuvo que dejar a Das sufrir las consecuencias de sus actos. Sin
embargo, Das aprendió que sólo una persona podía perdonarle todas sus fallas y permitir que al
morir él, su alma no fuera al infierno, y desde ese día, Das servía amorosamente a esa persona.
Das observó sorprendido a Gideon cuando lo vio pasar en la camioneta y se puso
de pie inmediatamente. Gideon observó a Das y tuvo una idea.
—¡Alto! ¡Alto! ¡Ahí está! ¡Ahí está! ¡Ahí está!—gritó Gideon ansiosamente
mientras señalaba hacia Das y su amigo, a quien Gideon consideraba como
“Warrick”.
Moko observó sorprendido a Gideon al mismo tiempo que bajaba la velocidad de
la camioneta.
—¡¿Lo viste?! ¡¿Viste a Warrick?!
— ¡Sí! ¡Es él! ¡Ahí está! ¡Está fumando con otro muchacho en la baqueta!
—¿Estás seguro?
—¡Sí! ¡Cien por ciento seguro! ¡Nunca olvido una cara! ¡Es él, es Warrick!
Moko observó por el espejo a Das y su amigo, ambos puestos de pie mirando hacia
la camioneta.
—Pues ambos nos acercaremos a él y lo detendremos—aseguró Moko.
—¡Oiga! ¡No soy Policía o Agente!
—No, pero no puedo dejarte aquí solo. Así que vendrás conmigo. Cuando
tenga a Warrick, te dejaré ir.
—Prometió darme algunas cosas más, Agente.
—Las tendrás cuando llegue el momento.
—Pues... hagámoslo. No me deja alternativa.
Moko detuvo la camioneta dos calles adelante, luego, cargó su arma y la guardó
entre su pantalón. Moko y Gideon bajaron de la camioneta y caminaron hacia Das
y “Warrick”, quien seguía fumando, ahora, ambos estaban recargados en la pared de
la entrada de una casa.
Moko y Gideon se les acercaron, ellos los miraron de reojo y “Warrick” siguió
fumando. Moko se acercó más a ambos muchachos dejando atrás a Gideon, quién
miraba a su alrededor esperando que ningún otro León Negro apareciera, pues de ser
así, Moko y Gideon estaban muertos.
—¿Quién de Ustedes es “Warrick”?—preguntó Moko.
El amigo de Das miró a Moko observándolo de arriba abajo y luego habló:
—Soy yo. ¿Qué quiere, anciano? Hable ya porque estoy ocupado.
—No soy ningún anciano. Soy el Agente Moko Nardac—Moko sacó su placa
y la mostró—Este joven te señaló como el siguiente contacto de Aleksie
Taleneikov, terrorista internacional...
Moko volteó a ver a Gideon, observando que éste se chupaba el dedo pulgar de la
mano izquierda.
—¡¿Qué estás haciendo, Gideon?!—preguntó molesto Moko.
—¡Qué! cuando estoy nervioso me chupo el dedo.
Das observaba preocupado a Gideon, sabía el significado de esa señal, sólo que
ésta vez Das sentía que no debía actuar, así que le decía a Gideon con la mirada que
mejor pensara en otra cosa. De pronto, un León Negro apareció y sujetó rápidamente
a Gideon tomándolo por el cuello y colocándole un arma en la cabeza. Moko sacó
su arma y le apuntó a Das y a Warrick, éste último también le apuntaba con un arma
a Moko. Das observó molesto a Moko mientras el León Negro le ponía el cañón del
arma en la sien a Gideon.
—¡Mira Policía! ¡No nos interesan tus asuntos! ¡Así que lárgate de aquí ya, o lo
mataré! ¡Le volaré la cabeza a este infeliz de un solo disparo! ¡Lo juro!—dijo el
pandillero.
—¡Claro que no lo harás! ¡Ninguno aquí presente hará una tontería en este
momento!
—¡Somos dos contra uno! ¡Ya estás muerto, anciano!—dijo Warrick.
—¡Debes saber que soy el mejor tirador de la Agencia!
—¡Pues ¿Qué está esperando?! ¡Disparé ya!—gritó Gideon.
—¡Tú cállate, estúpido!—el León Negro ahorcó más fuerte a Gideon y le recargó
más duro el cañón del arma en la sien. Gideon sólo miraba a Moko, quién por
primera vez estaba confundido y se mostraba inseguro de sí mismo.
—¡Les propongo un trato! ¡Todos bajaremos nuestras armas cuando cuente tres
y...!
—¡Somos los Leones Negros, anciano!—interrumpió Warwick— ¡Nosotros
mandamos en este lugar! ¡No tú!
—¡Ya te dije que no soy ningún...!
Una bala impactó el cuello de Moko perforándole la garganta. Todos miraron
atónitos a un tercer miembro de los Leones Negros, el cuál disparó desde la azotea de
una casa. Moko cayó al piso tirando su arma.
El segundo León Negro soltó a Gideon y éste corrió hacia Moko, quién yacía ya
en el piso junto a un charco de sangre. Gideon, se agachó para acercarse a Moko, le
tocó el cuello viendo que no tenía pulso. Das y Warrick se acercaron, Gideon los
miró preocupado y habló desesperado:
—¡Está muerto! ¡Está muerto! ¡Está muerto!
—¡Cálmate, Gideon! ¡Él iba a matarnos a todos! Entendí la señal que me diste
de que era un Agente Federal, cuando te chupaste el dedo izquierdo. Es bueno que
recuerdes nuestras señales pero estaba a punto de predicarle el evangelio a este
pandillero.
Gideon volteó a ver a Das y vio que éste tenía una Biblia de bolsillo escondida bajo
su chamarra.
—¿Le enseñaste a tu primo nuestro lenguaje?—preguntó Warrick.
—Sí, pero él es de confianza. Lo que me preocupa ahora es saber porqué un
Agente Federal llegó con mi primo a estos territorios preguntando por un tal
Warrick y Aleks... no sé qué. Gideon, ¿Qué está pasando?
Gideon observó preocupado a Das y habló:
—Eso me gustaría saber.
Gideon se puso de pie observando la sangre correr por el cuello de Moko, sin
embargo, Gideon notó que un collar, el cual brillaba por el sol, colgaba del cuello de
Moko. Gideon le desabrochó la camisa, con mucho cuidado, y le quitó el collar, lo
observó detenidamente viendo que era muy parecido al de Nancy. Incluso la
inscripción del collar resaltaba las letras: I.N.R.I.
—Gideon, ¿Qué pasa? ¿Qué tiene de importante ese collar?—preguntó Das
luego de acercarse a Gideon, quién cerró su puño cubriendo el collar para luego
guardarlo en el bolsillo de su chaleco. En ese momento, Gideon recordó que Moko
le había quitado todas sus cosas, incluyendo el sobre que Nancy le había dado.
Gideon miró molesto a Das y habló:
—Sólo hay dos personas que pueden decirnos lo que está pasando. Una es la
Dra. Aleksie y la otra... es tu mamá. Mi tía Kekeyi.
—¿Mi mamá?—preguntó Das, muy desconcertado.
—Sí. Y ambas están en peligro ahora. Además que ambas deberán ayudarme a
recuperar mis cosas que este Agente me quitó. Así que llama al resto de los Leones
Negros y diles...
—Oye, oye. Tú no eres nadie para darle órdenes a un León Negro. Ni siquiera yo
puedo hacer eso. Ya renuncié a la pandilla. Además, ya te ayudaron y te ayudarán
desapareciendo este cadáver.
—Yo no les pedí desaparecer este cadáver. Además, Yo tampoco era nadie para
ayudar a un León Negro, pero lo hice en más de una ocasión. Y por si fuera poco,
pido la ayuda de la pandilla para salvar a la madre de uno que fuera como ellos. Dos
Agentes Federales están buscándola en estos momentos. Uno de ellos destruyó mi
auto y el otro casi me mete la nariz hasta el cerebro. Pero si crees que no soy digno
de su ayuda, entonces yo...
—Espera. Ya te entendí. Y creo que a los Leones no les importará ayudarme. Y
ayudarte.
Das se alejó de Gideon unos cuantos metros, luego, silbó fuertemente la melodía
clásica que indicaba a los Leones Negros que uno de sus miembros necesitaba ayuda.
Luego de silbar por casi treinta segundos, Das y Gideon observaron que más de
treinta jóvenes de raza negra, miembros de los Leones Negros, salían entre las calles
para acercarse a ellos y rodearlos.
En ese momento un joven pudo salvar su alma, pero debido a la ambición de
una organización diabólica esos jóvenes no sólo no escucharon el mensaje que
pudo salvarlos de pasar una eternidad en el infierno, sino que ahora se veían
involucrados en el asesinato de un miembro que esa organización, que dicho sea de
paso, disfrutaba que el mensaje de salvación no llegara a los perdidos.
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

—¿Por qué no?—preguntó el Dr. Strogoff en los pasillos del Hospital Grace
Women´s Health Center.
—Ya le dije que debemos analizar el objeto que extrajimos del abdomen de su
hija, Dr. Strogoff—responde el Médico que operó a Aleksie.
—¿Habrá algún problema si decido conservar ese objeto? Digo, mi hija ya está
fuera de peligro.
—Dr. Strogoff, no está entendiendo la gravedad de la situación de su hija. Le
extrajimos un pedazo de plástico de tres centímetros de largo. Al parecer es una
especie de cápsula, la cual contiene otro objeto metálico en su interior.
—La cubierta plástica protegía al objeto que también es de plástico, de hecho.
Espero que no se haya dañado—comentó preocupado al Dr. Strogoff, lo que
provocó que el Médico se mostrara desconcertado y hablara:
—¿Qué quiere decir con eso? ¿Siempre supo que su hija tenía en su interior ese
objeto?
—Bueno... sí. Pero todo tiene una razón. Créame. Aleksie nunca estuvo en
peligro.
—Estará consciente de que debo llamar a la policía—El Médico caminó hacia la
mesa de atención que está al principio del pasillo.
—¡Espere! ¡No! ¡No haga eso!—el Dr. Strogoff siguió al Médico deteniéndolo
sujetando su brazo.
—No lo haga, por favor. Le explicaré todo. Pero no llame a la Policía—el Dr.
Strogoff miró una vez más las manos del Médico buscando algún anillo y también,
Strogoff veía el cuello del médico causando la molestia de éste.

36
—¿Por qué no ha dejado de mirar mis manos y mi cuello? ¿Quiere saber si soy
casado o no? Créame, nací hombre y me moriré hombre—el Médico logró soltarse
del Dr. Strogoff con un solo movimiento.
—No es lo que está pensando. Ni soy homosexual, ni mi hija es una mula que
transporta drogas.
—Entonces, ¿Por qué tenía alojado ese objeto en el estómago?
El Dr. Strogoff calló por unos segundos.
—¡Respóndame! Si tiene una explicación, me gustaría escucharla en este
momento.
—Si ese objeto metálico cae en manos equivocadas, la ignorancia triunfará de
nuevo y la Enseñanza y la Educación caerán tan bajo, que muchos preferirán no
estudiar y volveremos a dejar que sólo unos cuantos tengan acceso al conocimiento
y transmitan sólo lo que ellos quieran que creamos.
En ese momento, el elevador abrió sus puertas, el Médico y el Dr. Strogoff
voltearon y vieron salir del elevador a dos hombres; Blackburn Krasftein, “Agente
especial de Scotland Yard”, y Vyborg Kruppskaya, “Agente especial de la KGB”, ambos
agentes portaban collares con la inscripción I.N.R.I, lo cual representaba un peligro
para el Dr. Strogoff, quién retrocedió al verlos, mientras que el Médico caminó hacia
éstos sonriendo aliviado.
—Me alegra que dos Agentes estén cuando uno los necesita. Miren, el Dr.
Strogoff...
El Agente Blackburn sacó rápidamente su arma y le disparó al Médico en la
cabeza. La bala atravesó la frente del Médico y éste cayó muerto asustando al Dr.
Strogoff y las enfermeras de la mesa de atención. Blackburn observó al Dr. Strogoff
y le apuntó con su arma en la cabeza mientras Vyborg caminaba hacia Strogoff.
—Hola, Dr. Strogoff—dijo Blackburn. El Agente Kruppskaya lo revisará. Así
que no se resista y nadie más...
Dos balas de pintura impactaron al Agente Vyborg en el pecho mandándolo al
piso. El Dr. Strogoff volteó y observó a Das y Gideon dentro del elevador del otro
lado del pasillo.
—¡Al suelo, Doc!—gritó Gideon mientras que “Warrick” disparaba de nuevo.
El Dr. Strogoff se arrojó al piso poco antes de ser impactado por la bala de pintura,
la cual pasó muy cerca de la cabeza blanca del Doctor.
La bala de pintura impactó a Blackburn en el pecho provocando que tirara su
arma. Sin embargo, ni Blackburn ni Vyborg estaban heridos, pues además que sólo
recibieron un impacto de pintura, ambos traían chaleco anti balas puesto.
Gideon salió del elevador mientras que Das dejó de presionar el botón que
mantiene las puertas abiertas. Sujetó al Dr. Strogoff al mismo tiempo que Blackburn
se levantaba y tomaba su arma de nuevo y Vyborg comenzaba a levantarse. Gideon
corrió junto con el Dr. Strogoff y ambos se pusieron detrás de la mesa de atención,
mientras Blackburn les disparaba y las balas impactaban la superficie de la mesa.
Detrás de la mesa, Gideon observaba asustado que Blackburn y Vyborg
caminaban hacia ellos disparándoles. Luego, Gideon observó a las enfermeras, las
cuales estaban metidas debajo de la mesa, muy asustadas.
—Gideon. No quiero ser grosero, pero ¿Tienes algún plan para sacarnos de
aquí?—preguntó asustado el Dr. Strogoff mientras una bala impactaba la mesa
sobre la cabeza blanca del Doctor. Además que Gideon se mostró demasiado
sorprendido pues el Dr. Strogoff sabía su nombre.
Blackburn y Vyborg se acercaron lo suficiente a la mesa apuntando hacia la
superficie con sus armas.
—¡Como verás no tienes escapatoria, Gideon Ventimiglia! ¡Sal de ahí y
entréganos al Dr. Strogoff y nadie más saldrá herido!—fueron las palabras de
Blackburn.
—¡Lo siento, pero no confío en los Agentes! ¡Y menos en los que destruyeron
mi auto y me golpearon!
Esas palabras molestaron a Vyborg, quien disparó hacia la pared.
—¡Salgan ya! ¡Si entramos por Ustedes, uno terminará junto al Médico y el otro
en el fondo del río!
En ese momento Vyborg y Blackburn vieron que había movimiento debajo de
la mesa, al parecer iban a salir los dos fugitivos, pero... una persona salió corriendo
hacia el lado contrario de donde se encontraba el elevador, Vyborg disparó varias
veces hacia la persona, quién era una de las enfermeras, pero traía puesto el saco del
Dr. Strogoff. Aún así los disparos de Vyborg impactaron la pared asustando más a
la enfermera, quién tropezó y cayó al piso llorando. Vyborg seguía disparándole.
—¡Espera, Vyborg! ¡Alto! ¡Es una enfermera!
Vyborg dejó de disparar viendo sorprendido que la enfermera lloraba
inconsolablemente en el piso. De pronto, ambos escucharon un grito:
—¡Ahora Warrick!
Vyborg y Blackburn voltearon y vieron que Gideon y el Dr. Strogoff corrían
hacia el elevador siendo cubiertos por otra enfermera, ambos les apuntaron a los
fugitivos con sus armas, pero al ver a la enfermera, ambos bajaron las armas, pues si
disparaban, podían herir a la civil.
Las puertas de elevador se abrieron y “Warrick” arrojó una bomba casera dentro
de una botella de vidrio hacia Vyborg y Blackburn, siendo éste último el que
disparara hacia la botella.
—¡Espera! ¡No!—fueron las últimas palabras que dijo Vyborg antes de que la
bala impactara la botella y la bomba casera explotara arrojando a Blackburn y
Vyborg contra el piso y a Gideon, la enfermera y el Dr. Strogoff dentro del elevador
junto con Das y “Warrick”, quién rápidamente cerró las puertas del elevador y
presionó el botón que los llevaría hacia el estacionamiento.
Varios vidrios de la botella salieron disparados directo al rostro de Blackburn, el
cual no pudo evitar los impactos. Vyborg se acercó como pudo a Blackburn luego
de la explosión, a pesar del zumbido de oídos que ambos tenían.
Vyborg observó a Blackburn viendo los vidrios incrustados en el rostro de éste
último, los cuales sobresalían de su lado izquierdo. Blacknurn al ver su rostro en un
pedazo de vidrio de la botella, el cual estaba tirado frente a él, se desmayó. Vyborg
por su parte sacó su celular y se comunicó con la policía local para impedir que los
fugitivos escaparan. Sin embargo, luego de hablar con el Jefe de Policía, Vyborg
recordó que aún había dos mujeres que desconocían su presencia y la presencia de
Gideon, “Warrick” y Das. Por lo tanto, Vyborg tenía que ir por Kekeyi y Aleksie y
matarlas al momento de encontrarlas. Pues si llegaban a escapar, la organización a la
que Vyborg pertenecía, lo mataría por fallarles...
Gideon levantó al Dr. Strogoff dentro del elevador mientras Das cargaba su
arma de gotcha y “Warrick” tenía lista una otra bomba casera.
—¿Está bien, Doctor Strogoff?—preguntó Gideon, el Dr. Strogoff sólo asintió
y luego miró que el elevador se dirigía hacia el estacionamiento. Observó el arma de
gotcha y la bomba casera que Warrick tenía, luego, reaccionó, presionó el botón del
elevador que lo hizo detenerse.
—¿Qué está haciendo, Doc?—preguntó Das.
—¡Aún faltan las chicas!—gritó el Dr. Strogoff provocando que Gideon y Das
lo miraran sorprendidos.
—¿Perdón?—preguntó Das, pero el Dr. Strogoff sujetó fuertemente de los
hombros a Gideon y habló:
—¿A dónde me llevan?
—Pues ¿A dónde cree que lo llevamos? Vamos a sacarlo de aquí—dijo Gideon.
—Sí. A menos que Usted quiera quedarse, Doc.
El Dr. Strogoff observó preocupado a Das y habló:
—Me temo que debemos regresar. Tu madre aún está en peligro, Das. Y
también la Doctora Aleksie, Gideon.
—No diga eso, por favor—comentó Gideon.
Das se acercó al Dr. Strogoff sujetándolo de los hombros y sacudiéndolo al
momento de hablarle.
—¡¿Dónde está mi mamá?! ¡Dígame ¿En dónde está?!
—Con la Dra. Aleksie. Gideon sabe muy bien quién es ella. Él la trajo aquí.
Das observó molesto a Gideon.
—¡¿Trajiste a mi mamá a este Hospital?!
—Está hablando de la Dra. Aleksie, Das. Traje a la Antropóloga porque creí
que su salud corría grave peligro. Pero desde que la Dra. Aleksie entró a la sala de
operaciones, mi vida ha estado en peligro más de una vez.
—Lo sé—comentó el Dr. Strogoff—pero créeme que todo tiene una
explicación.
—¿Ah sí? Pues me gustaría escucharla ahora.
—No puedo hacer eso. Debemos regresar al piso 8 por Aleksie y Kekeyi y
luego ir a la bodega donde está la mochila de Aleksie y uno de nosotros tendrá que
sacar del laboratorio el objeto que le extrajeron del estómago. Les pido su ayuda,
muchachos. Sé que nunca hemos cruzado palabra, pero créanme, si hay alguien que
puede ayudarme en este momento, son Ustedes.
Gideon y Das se miraron pensativos, luego, Das presionó el botón del elevador,
el cual cambió el rumbo hacia el piso 8, Gideon observó molesto a Das y habló:
—¡¿Qué estás haciendo, Das?! ¡Debemos irnos ya!
—Mi mamá está en peligro. No puedo dejarla ahí.
—Creí que mi tía Kekeyi y tú ya no...
—Si la dejo a su suerte, entonces se reunirá con mis tíos. Y disculpa si te
ofendo, Gid. Pero quiero reconciliarme con ella antes que nos maten. Recuerda el
cuarto mandamiento. Si quieres puedes venir con nosotros, estás invitado y eres
Bienvenido. Pero si no, baja en el piso que quieras.
Gideon observó pensativo por unos segundos a Das, luego, presionó el botón
del elevador provocando que el elevador se detuviera.
—¡Gideon, por favor! ¡Necesitamos de tu ayuda!—dijo el Dr. Strogoff mientras
Gideon presionaba el botón que abría las puertas del elevador. Estaba a punto de
salir del elevador, cuando observó a varios policías locales apuntarles con sus armas a
él, Das, “Warrick” y el Dr. Strogoff.
—Quedan arrestados. Manos arriba—dijo el Jefe de Policía.
—Creo que nos equivocamos de piso—afirmó Gideon, muy nervioso.
“Warrick” le disparó al Jefe de Policía, quién recibió el impacto de la bala de
pintura en un brazo, los demás policías preparaban sus armas para disparar, pero
Das metió a Gideon al elevador de nuevo de un solo jalón, luego, las puertas del
elevador se cerraron para posteriormente recibir varios impactos de bala. Otro
policía corrió a auxiliar al Jefe mientras otro gritaba desesperado pidiendo la ayuda de
un médico.
Y, aunque parezca curioso, no había un médico disponible en ese momento...
Kekeyi terminó de ponerle sus jeans a Aleksie, la cual gritó fuertemente al sentir
dolor en la cicatriz de la incisión.
—¡Oye, ten cuidado, Kekeyi! ¡Casi me abres el estómago de nuevo!
—¿Quieres salir de aquí?
—Sí, pero quiero salir entera. Si la cicatriz se abre, no podré correr y...
Un disparo impactó la ventana del cuarto rompiéndola y asustando a Kekeyi y
Aleksie, quienes inmediatamente se arrojaron al piso mientras tres disparos más
entraban al cuarto e impactaban el marco de la ventana y la pared.
Kekeyi metió a Aleksie bajo la cama y luego ella entró bajo la cama viendo los
pies de la persona que disparó, los cuales se apresuraban a llegar a la ventana. Aleksie
sentía mucho dolor, pero Kekeyi le tapaba la boca, además que Kekeyi se movía
junto con Aleksie cada vez que los pies de la persona que disparó se acercaban a la
cama. Ambas lograron compactar su cuerpo de tal forma que nadie podía ver que
dos personas estuvieran escondidas bajo esa cama.
Kekeyi observó que los pies del tirador se acercaban a la ventana y que ahí
permanecían por algún tiempo. Kekeyi miró a Aleksie, ésta tenía lágrimas en los ojos
por el fuerte dolor, pues se encontraba en una posición incómoda, la cual
aumentaba el dolor de la cicatriz. Fue entonces cuando Kekeyi tuvo una loca idea.
El “Agente Especial de la Interpol” Florent D´Annunzio observaba por la ventana
que muchas patrullas llegaban a la entrada principal del Hospital. De pronto, el
Agente D´Annunzio escuchó ruidos detrás de él, volteó y observó a Kekeyi
acercarse rápidamente a él con un florero en la mano. Ésta aprovechó su
oportunidad y le quebró el florero en la cabeza a D´Annunzio desmayándolo y
provocando que cayera como tabla al piso.
Kekeyi pateó en el estómago a D´Annunzio luego de desmayarlo. Después,
sacó de un fuerte jalón a Aleksie de debajo de la cama y prácticamente cargándola,
Kekeyi sacó a Aleksie del cuarto...
Kekeyi sacaba como podía a Aleksie, quién con el cuerpo prácticamente
anestesiado por el dolor sólo se movía en la dirección que Kekeyi la movía. De
repente, Kekeyi observó que varios policías locales llegaban y les apuntaban con sus
armas.
—¡Suelte a la rehén y ponga las manos en alto!—gritó uno de los policías.
—¡Yo no soy una criminal! ¡No tienen porqué apuntarme con sus armas!
—¡No lo diré otra vez! ¡Suelte a la rehén o les ordenaré a mis hombres que le
disparen!
En ese momento, una bomba casera cayó detrás de los policías quedando bajo el
switch principal que controla la energía eléctrica del piso, Kekeyi observó la bomba
casera, sonrío y observó maliciosamente a los policías.
—¡No creo que puedan dispararnos!
La bomba casera explotó, Kekeyi se arrojó junto con Aleksie detrás de una
columna mientras la explosión hería a algunos policías y provocaba que el switch
tuviera un corto circuito y emitiera descargas eléctricas que lastimaran a los policías.
Kekeyi sujetaba fuertemente a Aleksie, quién estaba desmayada, de pronto, Das
llegó sujetando a Kekeyi del hombro.
—¡Mamá ¿Estás bien?!—gritó Das.
Kekeyi gritó asustada, pero luego de voltear y ver a Das y al Dr. Strogoff junto a ella
se tranquilizó.
—¿Das?—preguntó Kekeyi creyendo que todo era una ilusión.
—Sí, mamá. Soy yo. Tu único hijo. Ahora te sacaré de aquí y...
D´Annunzio llegó apuntándole a Das por la espalda con su arma.
—Aléjate de ellos o te perforaré un pulmón.
Kekeyi y el Dr. Strogoff observaron sorprendidos a D´Annunzio, pero
“Warrick” apareció golpeando a D´Annunzio y tirándole el arma, luego, “Warrick”
derribó a D´Annunzio con un puñetazo en la cara. Se arrojó sobre D´Annunzio y
le dio un cabezazo y después comenzó a darle de puñetazos, momentos después, el
Dr. Strogoff se acercó y separó a “Warrick” de D´Annunzio.
—¡Espera, Muchacho! ¡Cálmate! ¡Déjalo ya! ¡No nos conviene si lo matas! ¡Tal
vez él pueda darnos información sobre cómo llegar a la Biblioteca Secreta!
Das observó confundido al Dr. Strogoff y “Warrick” dejó de golpear a
D´Annunzio, luego, Kekeyi descubrió algo sobre éste último.
—¡Esperen! Creo que este hombre no es enemigo—dijo Kekeyi.
Das y Strogoff observaron a Kekeyi, quien trataba de levantarse junto con
Aleksie.
—Si me ayudan no me enojo
Das se acercó a su madre y le quitó con extremo cuidado a Aleksie de encima,
luego, el Dr. Strogoff levantó a Kekeyi.
—¿Qué quieres decir con que éste no es enemigo?
Kekeyi levantó a D´Annunzio tomándolo de la mano y mostrando un collar en
su cuello que tenía la silueta de un pez y con la inscripción JESÚS, lo cual lo hacía un
aliado en ese momento.
—¿Perteneces a la Casa Patrocinadora de la CRS?—le preguntó Strogoff a
D´Annunzio.
—Así es, Dr. Strogoff. Mi nombre es Florent D´Annunzio. Trabajo para la
Interpol y ahora estoy a su servicio—D´Annunzio hizo una caravana frente a
Strogoff, quién todavía no podía creer que tuvieran un aliado.
—¿Cómo supiste que estábamos en problemas?—preguntó Strogoff.
—Nancy Plumfield me pidió que la acompañara.
Kekeyi y Strogoff se miraron sorprendidos, luego, Kekeyi miró a D´Annunzio y
preguntó:
—Si Nancy Plumfield está aquí ¿Por qué no está contigo?
—Porque ella decidió recuperar la información por ella misma.
Esas palabras llevaron a Strogoff, Kekeyi, “Warrick” y al mismo Das a intuir que
Nancy fue a proteger a Gideon. Y por lo tanto, ellos deberían ir a protegerlos a
ambos. Pues Vyborg y Blackburn seguían en el Hospital...
Gideon entró al laboratorio del Hospital abriendo la puerta con una patada. Para
ese momento, todo el Hospital había sido evacuado, debido a que la policía local dio
la alarma de terrorismo.
Los únicos que estaban en ese edificio eran policías locales, Agentes Federales de
distintas agrupaciones y por supuesto Gideon, “Warrick”, Das y las personas,
quienes decían pertenecer a la Casa Patrocinadora de la CRS.
Gideon miró a su alrededor viendo que muchas muestras en frascos,
microscopios, agitadores electrónicos y muchos estantes llenos con material de
laboratorio y algunos llenos con demasiados archivos.
Afortunadamente, en el laboratorio había un escritorio con una computadora, la
cual parecía tener abierto un archivo de base de datos. Gideon se acercó a la
computadora y decidió teclear el nombre de Aleksie Taleneikov. Sin embargo, la
base de datos no encontró algún archivo relacionado con Aleksie. Gideon recordó
entonces que cuando revisaba en la mochila de Aleksie encontró varias credenciales
de ella, con distintas identidades y que el nombre que se repetía más en las
credenciales fue Allison Carlson. Gideon tecleó Allison Carlson en la computadora
encontrando un archivo relacionado con ella. Dicho archivo decía la clave, la
ubicación y el contenido del objeto que le extrajeron a Aleksie.
Gideon arrojó un microscopio hacia la vitrina del estante donde estaba el frasco
con formol donde flotaba el objeto que le extrajeron a Aleksie. Gideon sacó el
frasco, lo abrió, sacó con ayuda de un pedazo de tela el objeto, el cual se veía
demasiado maltratado y destruido. Sin embargo, Gideon abrió completamente el
objeto plástico viendo que en su interior había una tarjeta micro SD.
—Veo que no necesitaste mi ayuda—dijo una voz femenina. Gideon volteó
rápidamente asustado guardando el micro SD en la bolsa de su chaleco. Gideon
observó sorprendido que Nancy estaba en el laboratorio.
— ¿Nancy? ¿Qué rayos haces aquí?
—Sí, Nancy. Dile a tu amigo qué estás haciendo aquí—dijo otra voz masculina.
Gideon y Nancy voltearon rápidamente viendo al Agente Vyborg apuntarles con
su arma.
— ¿Qué pasa, chicos? ¿Acaso estoy interrumpiendo su momento a solas?—dijo
Vyborg en tono burlón.
—Está bien. ¿Busca éste frasco? Pues... ¡Tómelo!—Gideon arrojó el frasco con
formol hacia Vyborg, quién se agacho para evitar el impacto mientras Gideon se
arrojó sobre Nancy para que ambos cayeran detrás del escritorio. El frasco se
impactó con la pared rompiéndose en mil pedazos tirando todo el formol en el piso
y sobre la pared. Vyborg caminó hacia el escritorio con su arma en la mano.
— ¡Eres un idiota, Gideon! ¡No escaparás esta vez! ¡Sé que mataste a mi
compañero, pero te aseguro que vengaré su muerte!
Vyborg llegó al escritorio y disparó varias veces con mucha pasión.
Desgraciadamente para él, Gideon y Nancy ya no estaban detrás del escritorio. Lo
cual desconcertó a Vyborg.
—¿Cómo escaparon?—Se preguntó para sí mismo Vyborg. Un vaso de
precipitado lo impactó en la cabeza mandándolo al piso. Vyborg sentía que algunos
vidrios estaban incrustados en su cara, y que estaba sangrando. Sin embargo, se
levantó como pudo y apuntó con su arma hacia todos los ángulos posibles del
laboratorio.
—¡Me atacaste por la espalda, Gideon! ¡Eso me dice que eres un cobarde!—
gritó Vyborg.
—¿Ah sí? Según recuerdo, tú me atacaste por sorpresa dos veces en este
Hospital hace algunas horas si no me equivoco. Lo cual me dice que tú eres el
cobarde.
—Además la que arrojó el vaso de precipitado hacia tu horrenda cara fui yo—
fueron las palabras de Nancy que Vyborg escuchó.
Vyborg apuntaba con su arma hacia todos lados esperando ver a Gideon o a
Nancy. Cualquiera de ellos. Pues uno lo llevaría al otro.
—¡Sal de tu escondite ahora, cobarde!
— ¡Déjame ver!... ¡No!
Vyborg comenzó a disparar hacia la nada esperando herir a alguien, aunque sólo
estaba desperdiciando las balas, ya que la sangre de su frente comenzaba a descender
a sus ojos.
Gideon y Nancy observaban a Vyborg detrás de un estante con mucho material de
laboratorio. Luego, Gideon observó a Nancy de arriba abajo y comenzó a tocarle la
pierna derecha desde el tobillo hasta el muslo.
—Gid, no es momento para...
Gideon llegó a la bolsa del pantalón de Nancy sacando un encendedor, el cuál le
mostró a su amiga:
—Sabía que no dejarías de fumar. Ahora, corre cuando te diga, ¿Entendido?
Nancy asintió y Gideon salió de su escondite arrojando el encendedor contra el
pedazo de pared donde había formol, el encendedor impactó la pared rompiéndose
y comenzando un incendió con ayuda del formol.
Las llamas cegaron momentáneamente a Vyborg, quien trató de alejarse del
fuego. Gideon y Nancy salieron corriendo del laboratorio y aunque Vyborg alcanzó
a verlos, no pudo dispararles, pues las llamas del fuego crecían debido a que
alcanzaban los frascos con las distintas sustancias inflamables, las cuales podemos
encontrar en un laboratorio.
Gideon y Nancy corrían por los pasillos del Hospital mientras la alarma contra
incendios se activaba, las regaderas salían y mojaban todo, lo cual retrasaría la huída
de Gideon y Nancy, pues el elevador no estaría en funcionamiento...
Das y el Dr. Strogoff salieron corriendo del lugar donde estaba la mochila de
Aleksie. Ambos revisaron que no faltara nada y ambos corrieron hacia el
estacionamiento donde ya los esperaban D´Annunzio, “Warrick”, Kekeyi y Aleksie,
quién comenzaba a despertar de su trance.
Das y el Dr. Strogoff llegaron al estacionamiento encontrándose con
D´Annunzio, el cual tenía cargando en sus brazos a Aleksie.
—¡Listo! ¡Tenemos la mochila!—gritó Das— ¿Dónde están Gideon y Nancy?
—¡Aquí!—gritó Gideon provocando que los demás lo voltearan a ver y vieran
que él y Nancy venían corriendo hacia ellos.
—¡Lamentamos el retraso, pero tuvimos que bajar por las escaleras!—comentó
Nancy muy agitada y cansada. Pero dicha agitación aumentó más cuando Nancy
observó que muchas patrullas y demasiados policías rodeaban el estacionamiento
apuntándoles con sus armas.
—¡Policía!—gritó Nancy, los demás voltearon y se sorprendieron al ver que
medio departamento de policía de la Ciudad de Calgary estaba frente a ellos. Nadie
sabía qué hacer, nadie sabía qué decir. Un policía ya llevaba su altavoz a la boca para
decir lo que todo policía dice en momentos como ese.
—¿Cuál es el auto en que nos iremos?—preguntó Das.
—El Volkswagen azul que está en segundo lugar yendo de derecha a izquierda—
contestó el Dr. Strogoff. Das miró el auto y luego Das volteó viendo otro auto, un
BMW rojo, modelo del año para terminar mirando a “Warrick” y enviándole con la
mirada la señal de que era hora de separarse.
—Cuando yo les diga, corran hacia el BMW y cuando les diga que se detengan,
háganlo por favor—comentó de nuevo Das, todos asintieron asustados. De
pronto, “Warrick” se alejo de todos, una sombra cubrió a los policías, algunos de
ellos voltearon y se mostraron sorprendidos. De repente, muchas bombas caseras
cayeron bajo las patrullas que bloqueaban la salida del estacionamiento.
— ¡Corran a donde les dije!—gritó Das y todos corrieron tan rápido como
pudieron hacia el BMW, el cual tenía las cuatro puertas abiertas, listo para que lo
abordaran. En ese momento las bombas caseras explotaron, pero estas bombas
eran más potentes que las que “Warrick” arrojó la primera vez, pues con sólo tres
bombas una patrulla salió volando por los aires, provocando que todos los policías
corrieran asustados para evitar el impacto. Las patrullas que cubrían la salida y
entrada al estacionamiento ya no eran un estorbo.
Una camioneta llegó al estacionamiento infestada de Leones Negros, todos ellos
bajaron del vehículo y sacaron sus armas. Eran pequeñas armas de gotcha con
cartuchos completamente llenos de balas de pintura, los cuales fueron descargados
por los Leones Negros sobre la humanidad de algunos policías, mientras otros usaban
sus armas para defenderse y herir a algunos pandilleros.
El BMW salió a gran velocidad del estacionamiento siendo protegido por los
Leones Negros, pero aún así, algunos policías lograron dispararle al BMW antes de que
abandonara el lugar.
—¡Se escapan! ¡Se escapan!—eran los gritos de un policía, quién luego tomó su
radio y se comunicó con Blackburn.
—¡Señor, los fugitivos se escapan en un BMW rojo modelo del año sin placas!
—Gracias. Yo me encargo.
Poco después de escuchar eso, el policía fue impactado por dos balas de pintura,
las cuales lo derribaron. El estacionamiento era un campo de batalla. Los pandilleros
más temidos de toda la provincia de Alberta Canadá se enfrentaban a unos policías,
quienes de haber sabido que se encontrarían con los Leones Negros no hubieran
aceptado. Pero eran órdenes y ellos debían obedecer, no importando si su vida
estuviera en riesgo...
El BMW huía a gran velocidad por la carretera que llevaría a los tripulantes del
centro de Calgary hacia Edmonton. El auto lujoso hacía caso omiso de las señales de
tránsito estando a punto de causar accidentes graves en más de una ocasión, sin
contar que el vehículo transitaba muy a la orilla de la carretera, casi pegado al Río
Elbow. Sin embargo, una camioneta negra en donde Blackburn y Vyborg viajaban
salió al encuentro del BMW, el cual tenía los vidrios polarizados impidiendo ver
quiénes y cuántos eran las personas que viajaban dentro del auto.
Aun así, la camioneta de Blackburn y Vyborg logró alcanzar a gran velocidad el
auto golpeándolo en la defensa trasera para sacarlo del camino. De todos modos, el
BMW logró sobreponerse y aumentó más la velocidad alejándose
considerablemente de la camioneta.
— ¡No dejes que nos rebase! ¡Ve por ellos!—fueron los gritos que Vyborg emitió
desde el interior de la camioneta. Blackburn aceleró la velocidad para impactar de
nuevo el BMW por detrás.
Ambos autos, tanto el BMW, como la Camioneta pasaban entre los demás
autos provocando que los otros conductores detuvieran sus vehículos, ya que creían
que un accidente grave estaba por ocurrir. Y no estaban equivocados.
El BMW hacía maniobras para burlar a los otros autos, el conductor era un
Maestro detrás del volante. Desafortunadamente para él, cincuenta metros más
adelante, un sujeto hacía señales a los conductores para que disminuyeran la
velocidad, pues su auto se había detenido en medio de la carretera por un
sobrecalentamiento del motor. Dos impactos más a la parte trasera del BMW por
parte de la camioneta provocaron que el conductor no viera al sujeto con su auto,
pues cuando el conductor se dio cuenta del auto en medio de la carretera, ya estaba a
sólo tres metros del impacto. De todos modos, el conductor giró el volante lo más
que pudo, el BMW evitó atropellar al sujeto, pero alcanzó a impactar el auto
detenido, en la esquina derecha trasera, el BMW salió disparado por los aires y cayó
sobre el muro de contención logrando romperlo y el BMW cayó hacia el Bow, lugar
donde desemboca el Río Elbow.
La camioneta de Vyborg y Blackburn llegó rápidamente deteniéndose antes del
agujero en el muro de contención. Ambos bajaron del vehículo y corrieron para ver
que el BMW seguía impactándose contra las rocas antes de llegar al fondo del Río.
Donde por supuesto, el BMW arrojó una gran parte de agua hacia la carretera,
provocando alboroto entre los demás conductores.
—Creo que ya no serán un problema—comentó Blackburn.
—Se llevaron el micro SD con la información. Debemos asegurarnos que ese
drive se esté ahogando en este momento junto con todos los que procuraban
salvarlo.
— ¿Quieres revisar allá abajo?—preguntó confundido Blackburn—oye amigo,
No creo que sea buena idea. Además sólo de ver cómo caía el vehículo ya me dio
vértigo.
—Descuida, Blackburn. Yo bajaré a revisar junto con los buzos. Tú quédate acá
arriba y cuida que ninguno de esas personas logre salir del precipicio.
—No creo que puedan hacerlo. Pero cuidaré todo por acá.
En ese momento un camión de bomberos, una ambulancia y una patrulla
llegaron. Vyborg caminó hacia los policías, bomberos y paramédicos para comentar
la situación de las personas que estaban dentro del BMW. Era imposible creer que
Gideon, Das, Kekeyi, Nancy, D´Annunzio, Aleksie y el Dr. Strogoff hubieran
sobrevivido luego del fatal accidente. Pero... no se puede creer siempre todo lo que
se ve... o se lee...
4
Un Volkswagen Azul se dirigía a velocidad moderada de vuelta hacia el sur de
Calgary, dentro del vehículo, todos iban incómodos, pues el espacio era muy
reducido. Sin embargo, el Dr. Strogoff, quién era el conductor del vehículo y
Aleksie, la cuál iba en el asiento del copiloto, debido a su situación, disfrutaban de
más espacio.
El Dr. Strogoff conducía de manera precavida viendo a cada instante a las
personas que viajaban en los asientos traseros por medio del espejo.
—Estamos muy incómodos. Gracias por preguntar—dijo Gideon de manera
sarcástica.
—Siento que el espacio sea tan reducido, Gideon. Pero pronto llegaremos a un
lugar seguro—habló el Dr. Strogoff viendo a Gideon a través del espejo.
—¿Alguien podría explicarme qué rayos está pasando?—preguntó Das de
manera muy exigente—De pronto me vi envuelto en la mira de varios Agentes
Federales. Y no sólo yo, sino mi madre y mi primo también. Luego, no sé porqué
un Agente viaja con nosotros en un auto que me da menos espacio que el que tuve
cuando estuve en el vientre de mi madre. No te ofendas, Kekeyi.
Aleksie volteó y observó fijamente a Das:
—Te explicaremos en cuanto lleguemos a la casa de Samuel Ventimiglia.
—¡¿Qué?!—Gritó Gideon— ¿Acaso están hablando de mi hermano?
—Calma, Gid—dijo Kekeyi—en cuanto Sam nos deje entrar a su casa...
—¡Ya estoy harto de que pospongan sus explicaciones! ¡Es más! ¡Detengan el
auto! ¡Deténganse ahora! ¡Ya! ¡Háganlo! ¡Dije Alto!
El Dr. Strogoff frenó bruscamente estacionándose cerca de un parque, Gideon
abrió la puerta y trató de salir del auto, pero Nancy, quién estaba sentada en sus
piernas, lo sujetó fuertemente para evitar que saliera.
—Espera, Gid. No puedes salir de este auto. No ahora. No es seguro.
— ¿Seguro? Dime Nancy, si allá afuera no es seguro, ¿Qué es lo que pasó en el
Hospital? Desde esta mañana todas las personas a las que creí conocer,
comenzando por ti, se han comportado de manera muy extraña. Dicen que me
protegerán, pero arriesgan mi vida cada vez más y más—Gideon miró asombrado
que Nancy usaba un collar con un pez dorado con la palabra JESÚS en el interior,
muy diferente al collar que tenía en su poder la mañana de ese mismo día.
—Todo tiene que ver contigo, con Das y conmigo… y con tus padres y
hermano, Gid—intervino Kekeyi.
—¿Mis papás? ¿Qué tienen que ver en todo esto mis papás? Ellos están muertos.
Murieron mientras viajaban a Europa, luego de dejarnos de vacaciones con Usted y
mi tío Lucius, quien por cierto, también está muerto.
—Eso no es del todo cierto—argumentó el Dr. Strogoff—Tus padres eran
amigos míos, Gideon. Los conocí perfectamente. Gracias a ellos y a tu tía Kekeyi,
me di cuenta que eres una persona en la que se puede confiar.
—No trate de engañarme mintiendo y contando falsas historias, Doctor. Mis
papás y Usted jamás cruzaron palabra. Mi padre era Científico y buceaba en sus
ratos libres, de hecho a Sam y a mí nos puso a trabajar veranos enteros en la
fabricación de dos tanques de buceo impulsados por un pequeño propulsor. Y mi
madre era Bióloga Marina.
—Sí. Pero también eran miembros de la Casa Patrocinadora de la CRS que su
Iglesia local decidió formar—dijo Aleksie.
—¿Y eso qué es?—comentó Das.
—Creation Research Society (Sociedad de Investigación de la creación) —Luego de
explicarle el significado a Das, Gideon observó sorprendido a todos viendo en el
colgar de sus cuellos peces dorados con el nombre de El Salvador en su interior.
—Todos Ustedes son de esa Casa Patrocinadora de la CRS, ¿Cierto?
—Así es, Gid—habló Kekeyi—y tu hermano Sam, es uno de nuestros últimos
miembros. Ya que el Agente D´Annunzio afirma que fue el último miembro
aceptado por su Iglesia.
— ¿Iglesia? ¿Sociedad?—preguntó Das— ¿Son una especie de secta o sociedad
secreta?
—Aunque a Gideon le moleste escucharlo, les explicaremos todo cuando
lleguemos a la casa de Sam—argumentó el Dr. Strogoff.
—Sam no está donde ustedes creen que está. Yo los llevaré donde Sam puede
darnos refugio. Pero ustedes tendrán que decirme toda la verdad sobre la muerte de
mis padres—dijo Gideon luego de cerrar la puerta del auto.
—Claro que lo haremos. Sólo espero que estés listo para saber la verdad, igual
que Das—fueron las palabras del Dr. Strogoff antes de encender de nuevo el auto y
dirigir su rumbo hacia el lugar donde Sam Ventimiglia, hermano menor de Gideon,
se encontraba...
Blackburn observaba desde la ventana en la puerta de la morgue de la Ciudad
mientras que Vyborg hablaba con el forense al mismo tiempo que ambos revisaban
el cadáver de la única persona que viajaba en el interior del BMW.
Vyborg salió de la morgue y caminó a la salida del edificio junto con Blackburn.
—¿Y bien?—preguntó Blackburn— ¿Es uno ellos?
—Claro que no. Los malditos se escaparon de nuevo. No sé cómo pero lo
hicieron.
—Entonces ¿De quién es el cadáver que está en la morgue?
—Es el muchacho que nos arrojó bombas caseras en el Hospital. Fue miembro
de una pandilla conocida como Leones Negros. Al parecer uno de los fugitivos
también fue miembro de esa pandilla durante mucho tiempo y los demás llegaron
en su auxilio.
—Nunca me imaginé que un cristiano pudiera pertenecer a una pandilla. Creí que
eran muy estrictos con eso de la ética, las reglas y el testimonio—habló
sarcásticamente Blackburn.
—Es obvio que este cristiano ya no es un pandillero. Pero debemos saber quién es
su conexión con la Casa Patrocinadora de la CRS y averiguar la conexión de todos
los fugitivos con esa Sociedad.
—¿Para qué? ¿De qué nos sirve eso?
—No hay nada más importante para un cristiano que su familia. Si descubrimos la
ubicación de familiares importantes para alguno de estos infieles, entonces
podremos chantajearlos e impedir que lleguen a la Biblioteca Secreta antes que
nosotros—afirmó Vyborg.
— ¿En serio crees que ese lugar exista? Digo, nadie ha podido encontrar la Isla
Secreta ni mucho menos su Biblioteca oculta.
—Si no existiera La Biblioteca Secreta, nuestro líder no estaría tan preocupado y
angustiado porque los cristianos lleven a cabo su plan de propuesta de reforma
educativa mundial. Así que debemos creer que existe y asegurarnos que ningún
infiel llegué ahí nunca—fueron las palabras de Vyborg, las cuales hicieron sonreír
maliciosamente a Blackburn. Pues ambos eran miembros de La Compañía de Jesús.
Una orden casi tan antigua como la misma Iglesia Católica, y por lo tanto, ambos
consideraban a todos los cristianos sus enemigos a muerte...
En una Cabaña ubicada a las afueras de Strathmore; Samuel Ventimiglia, Sam, para
sus amigos y gente cercana, despertó súbitamente luego de escuchar que alguien
abría la puerta de la cabaña mientras él dormía junto con Angie; “su novia”. Sam
salió de la cama, se vistió rápidamente y bajó corriendo las escaleras rumbo a la sala.
Al llegar a la sala, Sam observó a Gideon, Das, Kekeyi, Aleksie, D´Annunzio y el
Dr. Strogoff poner todas sus cosas que traían consigo sobre los sillones.
— ¿Qué hacen aquí?—preguntó Sam, provocando que todos voltearan a verlo.
—Sam, ¿Estabas dormido? Son casi las 6:00 p.m. —dijo Gideon.
—Bueno... últimamente he tenido muchos problemas para dormir por las
noches, así que uso el día para...
—Se supone que el horario de entrada a tu trabajo es a las 9:00 a. m. y tu horario
de salida es a las 6:00 p.m.
—Sí, pero… Me despidieron.
—No es buena noticia que ambos hayan sido despedidos—dijo Kekeyi
preocupada.
— ¡¿Cómo que te despidieron?! ¡Sam, ¿Qué fue lo que hiciste?!—gritó Gideon.
—Sam, ¿Qué pasa, amor? ¿Quiénes son estas personas?—fueron las palabras de
Angie, quién se encontraba parada detrás de Sam, completamente desnuda—Creí
que no tenías familia
Kekeyi, Nancy y Aleksie miraron sorprendidas a Sam, el cual se puso tan nervioso
que no supo qué hacer o qué decir.
—He aquí la causa de tu despido, Sam—dijo Kekeyi mientras Gideon,
D´Annunzio y el Dr. Strogoff miraron el cuerpo desnudo de Angie e
inmediatamente voltearon a ver a otro lado. Pero Das, tomó las cosas con madurez
y luego de mirarla, buscó a su alrededor, vio en el sillón una bata de baño, se acercó a
Angie y le dio la bata en la mano antes de decir:
—Toma “prima”. Ponte esto antes que te de un resfriado y te recomiendo que
duermas y comas más, pues estás casi en los huesos.
Las palabras de Das fueron como puñales en el orgullo de Angie, quien hasta ese
momento se jactaba de ser la mujer más escultural y bella del mundo.
—Dasarata Ayodya. Me sorprendes, hijo—comentó asombrada Kekeyi a su
hijo.
—“Si ella no se da a respetar, Tú respétala”—respondió Das impresionando a su
madre, quien le había enseñado esa frase respecto a las mujeres cuando era niño.
—Eh... A... A…Angie, ¿Por qué no subes al cuarto y preparas el baño y el
desayuno, amor?—fueron las palabras de Sam, luego de recuperar el aliento.
—Está bien. Hasta luego a todos. Gusto en conocerlos—Angie subió las
escaleras de vuelta al cuarto.
Gideon, quién estaba molesto, se acercó a Sam mirándolo fijamente mientras Das
lograba soltarse de Kekeyi.
—¿Qué fue eso, Samuel?
—Es mi novia, Gideon. Su nombre es Angie Waltendran. Nació en Estados
Unidos, pero vivió mucho tiempo en Estocolmo. Ahí, las personas están
acostumbras a dormir desnudas y vestirse luego de desayunar.
—Ahora resulta que Sammy ama a las nórdicas—volvió a decir Das, y Kekeyi le
dio un zape en la nuca a Sam, quien se mostró enojado con su tía.
—Bien, si no me equivoco, ésta casa no pertenece a Estocolmo aún. Así que
preguntaré, ¿Por qué dejaste tu empleo por una nórdica, fornicas con ella faltándose
al respeto ambos, y no conforme con ello dejas que ella se pasee desnuda por
nuestra casa?—cuestionó Gideon a Sam.
— ¿Disculpa? Creí escuchar a mi padre muerto regañarme. Te recuerdo que
tengo 24 años, soy mayor de edad y puedo...
—¡No puedes hacer lo que quieras, Sam! Es cierto. No soy nuestro padre, pero
soy tu hermano mayor y debes obedecerme. Esta casa es de los dos y es lo único
que nos queda de nuestros padres. Ambos debemos cuidar esta casa…
—Si te importara cuidarla, no traerías a estos miembros de la Casa Patrocinadora
de la CRS aquí. ¿Sabías que gracias a ellos somos huérfanos?
—Entonces ¿Sabes por qué estamos aquí, Sam?—preguntó el Dr. Strogoff.
—Sí. Eso me temo.
— ¿Hay algún lugar en esta casa donde estemos más seguros?—preguntó
Kekeyi.
—Si por seguro se refiere a oculto, los llevaré al sótano.
—Ninguna cabaña tiene sótano—dijo D´Annunzio. Sam lo miró de manera
soberbia y habló:
—Ésta si lo tiene. Así que les pido a todos, de la manera más atenta que lleven
todas sus cosas al sótano ahora. Gideon los llevará. No quiero que mi casa esté llena
con secretos de su Casa Patrocinadora y documentos sagrados que romperán con
el paradigma educativo de hoy día. ¿Está claro?
Todos asintieron y comenzaron a tomar sus cosas que había dejado en los
sillones. Sam se dio cuenta que Gideon sacó rápidamente algo del primer cajón de la
vitrina y luego se acercó mucho a Nancy para ayudarla a recoger su mochila, la cual
no se veía tan pesada. Luego, observó que todos se dirigían hacia el sótano
siguiendo a Gideon.
Sam detuvo al Dr. Strogoff un momento.
—Un segundo, Dr. Strogoff.
—¿Qué pasa, Sam?
—¿Le dirá la verdad sobre la muerte de mis padres a Gid?
—Sí. Tiene derecho a saberlo.
—¿Está consciente que Gideon puede ponerse en su contra una vez que sepa la
verdad?
—Sí. Lo sé. Pero me atendré a las consecuencias.
El Dr. Strogoff y Sam entraron al sótano. Ambos vieron que tanto Nancy,
Aleksie, Kekeyi y D´Annunzio estaban molestos.
—Tenemos un problema, Doctor—dijo Aleksie.
—¿Qué pasa?
Todos miraron a Gideon, éste miró al Dr. Strogoff, respiró profundo y habló:
—Cuando los Agentes Vyborg, Blackburn y Moko me atraparon, me quitaron
el sobre que Nancy me dio ésta mañana.
El Dr. Strogoff sintió como si una sustancia fría y viscosa subiera y bajara por
todo su cuerpo.
— ¡Oh, DIOS mío, no!—el Dr. Strogoff se tomaba de los cabellos mientras
miraba preocupado a Gideon—Esa era nuestra llave para entrar a la Biblioteca Secreta.
Ahora, los Jesuitas destruirán toda la información y todo nuestro trabajo habrá sido
en vano.
El Dr. Strogoff observó molesto a Kekeyi y Nancy.
—¡Ustedes dijeron que Gideon era confiable!
—¡Lo es!—dijeron al mismo tiempo Kekeyi, Das, Nancy y Aleksie mientras
Gideon gritaba también:
—¡Soy confiable! El problema fue que Ustedes nunca confiaron en mí. Tengo
que adivinar e intuir que todos Ustedes, a excepción de Das, pertenecen a una secta
o sociedad secreta llamada Casa Patrocinadora, la cual tiene membrecía a nivel mundial
pero su organización es a nivel local.
—Hasta ahora—comentó Aleksie—Hoy, nuestros enemigos están
comenzando el ataque hacia nuestra sociedad y sus miembros.
—Perdonen la pregunta ¿Hace cuánto se fundó la CRS sin necesidad de su
“Casa Patrocinadora”?—cuestionó Das.
—Todo inició en 1963 con un comité de diez científicos que compartían la
misma opinión—respondió Kekeyi.
— ¿Qué opinión?—argumentó Gideon tomando la mano de Nancy y mirando
fijamente de nuevo la cadena de ésta.
—El Origen del Universo y del Ser Humano—Contestó el Dr. Strogoff.
—Pues se supone que la ciencia se encarga de eso—habló Sam, un poco
desconcertado— ¿O no?
—Muchos científicos han pasado la mayor parte de su vida tratando de refutar
lo que dice la Biblia—comentó Aleksie—pero todos, absolutamente todos, han
encontrado que la Biblia dice la verdad. Cosa que no les agrada. Por eso, muchos
descubrimientos no han sido revelados y muchos más son modificados para
continuar con este paradigma de “DIOS sólo está en las Iglesias y es una idea, no
una realidad”, cuando nosotros, los cristianos sabemos que DIOS existe y no sólo es
DIOS de este Planeta, sino es DIOS del universo entero.
—¡Amén!—gritó D´Annunzio—Hecho que hizo que todos los demás lo
miraran como si fuera un irreverente.
—Agente D´Annunzio, ¿Por qué no usa sus contactos para encontrar el lugar
donde llevaron a mi sobrino Gideon?—dijo Kekeyi—Así nosotros sabremos
dónde buscar ese sobre y recuperarlo.
—¿Qué tiene de especial ese sobre?—preguntó D´Annunzio.
—Si quieres saber la importancia del sobre, primero debes saber la Historia de
cómo nuestras familias decidieron patrocinar la CRS—afirmó Strogoff.
—Ay, no. Debí traer malvaviscos para entretenerme—comentó Sam, mientras
el Dr. Strogoff sacaba su billetera, de ahí sacó una foto y se las mostró a Das,
Gideon y D´Annunzio. En dicha fotografía sólo aparecían cuatro personas. Das,
Gideon y D´Annunzio miraron la fotografía por algunos segundos, luego, Gideon
observó a Strogoff.
—¿Reconoces a alguien en esa foto, Gideon?—preguntó Strogoff.
—Sí. El hombre que está a la izquierda suya es mi Abuelo Paterno: Luca
Ventimiglia. Un italiano que emigró a Canadá hace ya muchos años.
—En efecto, el sujeto es tu Abuelo. Pero el sujeto del centro de la foto no soy yo.
Es mi padre; Domremy Strogoff. Él fue un Misionero Evangélico francés, cuyo plan de
trabajo lo trajo a Canadá hace ya mucho tiempo también. Él conoció a William
Plumfield...
—...Mi Abuelo...—expresó Nancy.
—...Al Hindú Gua Kusha, quién luego se convirtió al cristianismo...
—...Él era mi padre...—dijo Kekeyi.
—Entonces ¿Por qué es tía de Gideon y Sam?—preguntó D´Annunzio—No
coinciden en ningún apellido.
—Mi padre dejó la India por su ideología anti evolucionista. Emigró a América y
no supe de él durante muchos años. Me casé con Kasala Ayodya, tuve un hijo...
—Muy hermoso, por cierto...—afirmó Das.
—Pero las cosas se complicaron. Mi madre enfermó severamente, tuvimos que
localizar a mi padre, quién se encargó de traer a mi madre a América, junto con Das,
mi esposo y yo. Él ya se había convertido al cristianismo, así que todos lo seguimos.
Un año después, Kasala murió y al año siguiente conocí a Lucius Dereck, hermano de
la madre de Gideon y Sam, y me casé con él tres meses después.
—El Padre de Kekeyi, mi padre y los Abuelos de Gideon, Sam y Nancy,
decidieron formar parte de la Creation Research Society (Sociedad de Investigación de la
creación) creando su propia Asociación para patrocinar todas las investigaciones de
índole creacionista—dijo Strogoff.
—Pero debió haber algo más profundo. Algo que provocara al Misionero
Strogoff para formar parte de una Sociedad Científica en busca de la sabiduría—
habló Das, muy seguro de sí mismo.
—De hecho, tuvo que ver con un visitante, que en un principio era ateo, a su
congregación, y quién en dos semanas ya era miembro de la Iglesia. Y nadie,
absolutamente nadie, sospechaba los diabólicos planes de ese visitante infiltrado—
intervino Aleksie y Strogoff la miró un tanto molesto— ¿Qué? es la verdad.
—Si nadie sospechaba de ese tipo, entonces él pudo causar una div...
—Así fue, Gideon—aseguró Strogoff—Mi padre nunca se imaginó que su
Iglesia pasaría por una de las crisis más terribles en toda su historia. Este sujeto no
sólo intentó dividir a la congregación en más de una ocasión, sino que también intentó
desacreditar la reputación de mi padre. Para su mala fortuna de este infiltrado mi padre
estaba rodeado de cristianos con testimonio firme, una preparación académica
excelente, y sobre todo, la capacidad de crítica y aceptación de la verdad que está a
nuestro alrededor. Ellos apoyaron a mi padre en todo momento y junto con él
desarrollaron uno de los proyectos bíblicos más interesantes de toda la historia.
— ¿Y además de eso lograron deshacerse de esta persona?—cuestionó Das.
—Ese fue el problema, esta persona pertenecía a los jesuitas y por lo tanto gozaba
de mucha protección política, judicial e incluso eclesiástica.
Gideon, Das y D´Annunzio miraron sorprendidos a Nancy, quien habló de nuevo:
—¿Por qué creen que nos están persiguiendo?
—Pero los Agentes que nos persiguieron usaban cadenas muy parecidas a los
suyas—comentó Gideon—Sólo que en lugar de un pez tenían un crucifijo con la
inscripción...
—I.N.R.I. —dijo Kekeyi—Que literalmente significaría IESVS
NAZARENVS REX IVDAEORVM, la cual se traduce al español como: "Jesús de
Nazaret, Rey de los Judíos". Aunque, para los jesuitas esas letras significan: “Iustom,
Necar, Reger, Impios” que traducido es: “Es sólo exterminar o aniquilar
reyes, gobiernos o dirigentes impíos o herejes”
—¿Y para los jesuitas quiénes son los gobiernos herejes?—intervino Sam.
—Todos aquellos gobernantes o personas que no están con el catolicismo o son
protestantes—Respondió preocupado el Dr. Strogoff.
—Por ejemplo: los Cristianos—comentó Nancy.
—O sea nosotros—Gideon no podía creer lo que estaba escuchando.
—Gilbert Bartimeus, el cual era el nombre de ese sujeto, era un infiltrado jesuita
cuyo propósito era destruir la Iglesia del Pastor Strogoff—Kekeyi tomó de nuevo la
palabra.
—Pero si ellos buscan destruirnos, ¿Por qué no pelear y destruirlos nosotros a
ellos?
—No funciona así, Das—dijo Strogoff. Nosotros no somos como ellos.
Tenemos la verdad, entonces usaremos la verdad para vencerlos. Por eso, mi padre
puso como regla principal que todo el conocimiento que adquirieran los miembros
de la CRS sería transmitido a todos los integrantes de la Casa Patrocinadora y éstos
lo transmitirían de padres a hijos. O podría transmitirse también a familiares y
amigos de mucha confianza. Cuando un miembro de la Casa Patrocinadora moría,
su hijo tomaba su lugar. Era su obligación. Desgraciadamente, mi padre creyó que
Bartimeus era confiable y le reveló todo el conocimiento de nuestra Asociación
hasta ese momento. Todavía no localizábamos todos los libros, mapas, piezas de
colección, artículos, libros, y fotos que refutaban la Evolución del Mono en Hombre, el
Descubrimiento de América y muchos otros sucesos que los jesuitas han alterado a lo largo de la
historia y que hasta ese momento, estaban perdidos y dispersos en todo el mundo.
Los miembros de la CRS tardaron mucho tiempo, pero, cuando Bartimeus
comenzó a patrocinar las investigaciones, él logró encontrar el lugar exacto de cada
evidencia física, e incluso, localizó el paradero de aquellas piezas que los museos ya
no exhiben y mantienen ocultas. Y también, sabía el nombre de todas las personas
en el mundo que tenían en su poder algún objeto que validara nuestro
descubrimiento.
—Entonces, ese Bartimeus estaba bien relacionado en todo el mundo—dijo
Sam.
—Ni que lo digas—fueron las palabras de Nancy—Bartimeus obtuvo
fotografías del Arca de Noé.
—¡¿Qué?!—gritaron sorprendidos al unísono Das, Gideon, Sam y D´Annunzio.
—¿Cómo hizo para fotografiar el Arca de Noé?—dijo Das— ¿Acaso Bartimeus
tenía una máquina del tiempo o algo así?
—No, Das. Claro que no—comentó Kekeyi—Las fotografías eran del Arca de
Noé, o mejor dicho de lo que queda de ella hasta hoy. Se encuentra partida en tres
partes en el monte Ararat, en Turquía. Esas tres partes están prácticamente
congeladas por dentro y por fuera.
—Lo curioso—intervino Aleksie—Es que muchas de las fotos fueron tomadas
desde el interior del arca.
—¿Cómo hizo eso?—cuestionó Gideon.
—Aún no lo sabemos con exactitud. Mis padres cuestionaban la autenticidad de
la foto, pero luego de muchos análisis... descubrieron que era una fotografía
auténtica.
—Otra cosa que Bartimeus consiguió fue un pedazo de la estatua de sal que está
en medio oriente—agregó el Dr. Strogoff.
—De la esposa de Lot. Ella se convirtió en estatua de sal cuando fueron destruidas
Sodoma y Gomorra.
—Todo parecía muy impresionante—tomó Nancy de nuevo la palabra—Pero
había un ligero problema. Bartimeus era un ladrón profesional. Estaba relacionado
con grupos delictivos de élite en todo el mundo. Trabajó para ellos en algunas
ocasiones. Y muchas veces les hizo favores. Es por eso que lo ayudaron a encontrar
lo que él necesitaba...
—Pero para desgracia de la mafia—interrumpió Kekeyi—Bartimeus no
conservaría toda la evidencia. Es más, no conservaría ninguna. Todos los objetos
irían a una Biblioteca que estaba en la casa de seguridad de la Sociedad.
—La Biblioteca Secreta—confirmó Gideon—Ese nombre me fue enseñado desde
muy pequeño.
—Así es, Gid—complementó Kekeyi—Sólo que en ese momento, la
Biblioteca con toda la evidencia y la casa de seguridad eran un secreto para
Bartimeus y casi todos los miembros de la Asociación Patrocinadora. Sólo dos
miembros de mucha confianza para Domremy Strogoff sabían la ubicación exacta
de la casa: Carlo y Shae Ventimiglia.
—Nuestros padres—dijeron al unísono Gideon y Sam.
—Sí. Sus amorosos padres. Excelentes personas, en quienes se podía confiar—
fueron las palabras de Strogoff—Mi padre les encargó poner en un lugar seguro y
oculto, que sólo ellos supieran la ubicación, toda la evidencia, y así lo hicieron. Por
mucho tiempo, la Biblioteca de la Casa Patrocinadora estuvo protegida de
Bartimeus, quién meses después sería expulsado de Asociación, una vez que
descubriéramos sus verdaderas intenciones y su procedencia...
—Pues a ustedes no les importó mucho quién era realmente él, supongo—
interrumpió D´Annunzio—Ya que conservaron toda la evidencia, a pesar de que
era robada.
— ¿Podrías decirme cómo te enteraste de la existencia de la Casa Patrocinadora
de la CRS? Y ¿Cómo fue que fuiste aceptado? Y lo más importante ¿Quién te
aceptó, Florent D´Annunzio?—preguntó molesto Strogoff.
—Mi madre, Florencia D´Annunzio, era íntima amiga de su esposa. Ella le
compartió todos los secretos de su Asociación a mi madre antes de morir.
—Sé que mi esposa tuvo una enfermera las veinticuatro horas durante sus
últimos dos años de vida. Pero nunca me dijo que hubiera revelado los secretos de
nuestra Asociación a nadie.
—Nunca dije que mi madre fuera la enfermera. Además, tal vez su esposa no
creyó necesario decirle lo que había hecho, Doctor—comentó D´Annunzio.
—Si así fue, entonces te pediré que localices a los Agentes Vyborg y Blackburn y
luego nos ayudes a encontrar ese sobre.
—No hay problema. Me conectaré al satélite y buscaré el lugar donde llevaron a
Gideon viendo los videos de todo lo que pasó luego que Gideon dejara el Hospital
donde encontramos a Aleksie.
Dichas palabras sorprendieron a todos los ahí presentes. Sin embargo, el Dr.
Strogoff veía que D´Annunzio no se movía de su lugar.
—¿A qué hora piensa hacer eso, Agente D´Annunzio?—preguntó Strogoff.
—Cuando termine de contarles a Gid y Sam que sus padres murieron cuidando
la Biblioteca Secreta por órdenes de Usted.
Sam y Gideon miraron molestos a Strogoff.
—¿Eso es cierto?—preguntó Gideon mirando fijamente a Strogoff, quién se
puso nervioso.
—Pues... S... S... Sí—dijo Strogoff, luego, miró molesto a D´Annunzio y habló—
¡Estoy tratando de hacer esto más fácil para ellos! ¡Pero por haber hablado antes de
tiempo, harás lo que te ordené hacer ahora mismo! ¡Lo harás en la sala y cuando
descubras algo, que será dentro de algunas horas, nos lo harás saber! ¡¿Está claro?!
—Pero yo...
— ¡¿Está claro?!
—Sí, Dr. Strogoff—D´Annunzio se agachó y corrió molesto hacia la sala.
El Dr. Strogoff siguió con la mirada a D´Annunzio, luego volteó, y, antes que
volteara completamente, Gideon empujó a Strogoff contra la pared y lo comenzó a
ahorcar
— ¡Gideon! ¡No!—gritó Aleksie, quién junto con Kekeyi y Nancy, sujetaban a
Gideon tratando de separarlo de Strogoff, pero Gideon era una roca. Su enojo lo
fortalecía y lo impulsaba a ahorcar más fuerte a Strogoff.
—¡Gideon, suéltalo ya!—gritó Kekeyi, pero Gideon hizo caso omiso a su tía.
Kekeyi miró a Das y Sam, quienes observaban molestos a Strogoff, el cual ya tenía
problemas para respirar.
—¡Samuel! ¡Dasarata! ¡Ayúdennos por favor!—dijo Kekeyi.
—¿Por qué? si el maldito lo tiene bien merecido—comentó Sam.
—¡¿Qué?!—dijeron al unísono Aleksie, Kekeyi y Nancy, las tres mirando
asustadas a Sam.
—¡Gid, por favor! ¡No lo lastimes! ¡Él tiene la única clave que podría cambiar
nuestro futuro!—Nancy le comentó a Gideon, quién dejó de apretar un poco el
cuello de Strogoff.
—Al parecer, ya cambió las vidas de Sam y la mía—Gideon azotó de nuevo a
Strogoff contra la pared—Vamos, Doctor Strogoff. No le dé más vueltas al asunto
y diga cómo mandó a mis padres a su muerte. Diga cómo provocó que Bartimeus
se apoderara de toda la Biblioteca de la Casa Patrocinadora. ¡Dígalo!
Strogoff miraba asustado a Gideon, pues era momento de confesar que la
envidia y soberbia llevaron a Strogoff a enviar a Carlo y Shae Ventimiglia con el
hombre que robó toda la Biblioteca Secreta y luego mató a Carlo y Shae, y después,
quemó la casa de seguridad de la Asociación...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

CABAÑA SITUADA CERCA DE LAS


MONTAÑAS ROCOSAS EN LA FRONTERA
NATURAL ENTRE ALBERTA Y LA COLUMBIA
BRITÁNICA EN CANADÁ.
HACE 14 AÑOS...

—¡Gideon, Despierta!—dijo el niño de 7 años Dasarata Ayodya— ¡Vamos Gid!


¡Arriba primo!—Das le dio una bofetada a Gideon, quién despertó muy molesto.
—¡Oye Sam! ¡Ya te dije que no me gusta...!—El Adolescente de 13 años,
Gideon Ventimiglia se sorprendió al ver a su primo Das parado junto a su cama—
¿Das?
—Sí. Soy yo.
—¿Qué haces aquí?—Gideon se levantó de la cama y se puso los zapatos
mientras hablaba con Das— ¿Sam no te dijo que no me gusta que me despierten?
—Pero mi tía Shae lo hace todo el tiempo cuando vas a la escuela.
—Cuando tengo que ir a la escuela, no tengo más opción que levantarme. Pero
ahora; estoy de vacaciones y no tengo horario fijo para dormir, ni para despertar—
Gideon caminó al baño para orinar mientras Das lo miraba sorprendido.
—¿Mis tíos te dejan hacer eso? No lo creo.
—Claro. Ellos y Sam también hacen lo mismo. Cuando estamos de vacaciones,
aquí en la cabaña, nos dormimos hasta que tenemos mucho sueño y nos
despertamos hasta que el sol toca nuestros rostros—Gideon terminó de orinar, se
lavó las manos, luego, se lavó la cara y los dientes mientras Das entraba al baño.

67
—Me gusta esa idea de no obedecer el reloj. Pero... ¿Por qué mis tíos están
vestidos como si fueran a una fiesta y tienen sus maletas listas para volver a casa?
Gideon escupió súbitamente la pasta y miró sorprendido a Das:
—¡¿Qué?! ¿Estás hablando de mis papás?
—Sí. Ya mandaron a Sam a desayunar con mi mamá y Papá Lucius
—No te creo nada. Iré a ver—Gideon bajó corriendo las escaleras y Das siguió
a su primo...
Al llegar a la sala, Gideon vio a Sam despedirse de sus papás con lágrimas en los
ojos.
—Samuel, ¿Qué hablamos anoche sobre llorar?—preguntó Carlo Ventimiglia a
su hijo menor.
—Qué... Qué... Qué...—Sam no podía controlar su llanto.
—¿Qué pasa aquí?—Gideon preguntó a sus padres, luego de acercarse a ellos—
¿Por qué están vestidos así? ¿Por qué tienen maletas listas? ¿Por qué están aquí los
tíos Lucius y Kekeyi con Das?—Gideon volteó a ver a su tíos y Das—No me
molesta que nos visiten, pero... quiero saber por qué están aquí.
—Gid, amor...—Shae tomó de los hombros a su hijo y lo miró fijamente a los
ojos, mientras Gideon miró el collar de su madre, el cual tenía la silueta de un pez
dorado con el nombre JESÚS en su interior.
—Tu padre y yo tenemos asuntos de trabajo que atender. Son asuntos muy
importantes.
—¿En vacaciones? Mamá, Ustedes dijeron que habían cancelado todo...
—Este es un asunto que no podemos cancelar, hijo—comentó Carlo.
—Claro que sí. Todo puede pasar en esta vida. Además, íbamos a tener fiesta
por su aniversario—dijo molesto Sam.
—Samuel—Carlo miró a sus dos hijos, pensó un poco, respiró profundo y
luego habló—Hay cosas más allá del trabajo y más allá de nuestro alcance.
Desgraciadamente, su madre y yo estamos obligados a hacer muchas de esas cosas...
verán. Yo...
—Carlo—interrumpió Shae—Es hora.
—Sí, querida.
—¡Nooooooooooooooooooo!—gritó Sam y rompió en llanto abrazando a su
mamá, Gideon hizo lo mismo. Carlo trató de separar a Sam y Gideon de Shae, pero
ésta apretó fuerte las manos de sus hijos y comenzó a llorar. Carlo volteó a ver a
Lucius.
—¿Quieres ayudarme, Lucius?
—Está bien. Vamos, chicos. Gideon, Samuel, Vengan acá. Quiero mostrarles
algo que los sorprenderá.
Shae miró sorprendida a sus hijos.
—¿Ya oyeron? Tío Lucius les enseñará uno de sus trucos. Vayan con él.
—Ya no somos niños de Kinder. Mejor dinos ¿Cuándo volverás, Mami?—
preguntó Gideon.
—Si todo sale bien, pronto, amor.
— ¿Y si no?—preguntó Sam, muy preocupado.
—No piensen negativamente—comentó Kekeyi—mejor abracen a su mamá y
díganle que la aman.
—¡Te amo, Mami!—pronunciaron al unísono Gideon y Samuel, para luego
besar a su madre, cada uno en cada mejilla. Luego, ambos niños corrieron hacia la
mesa con Das y su tío Lucius, quien ya preparaba un truco de ilusionismo...
Carlo y Shae se dirigían, a bordo de su auto, rumbo a la casa de seguridad de la
Asociación Patrocinadora. Shae se mostraba triste y con lágrimas en los ojos. Carlo
notó la tristeza de su esposa y la sujetó del hombro, le tomó la mano y le dio un
beso en la mano.
—Te amo, Shae. Y te amo más porque sé que amas a nuestros dos hijos como a
nadie en el mundo.
—Los extraño mucho. Deberíamos pasar nuestras vacaciones con ellos y no
estar analizando mapas, fotos, y libros secretos para diseñar un plan de estudios
bastante desgastante.
— ¿Crees que la verdad es desgastante, Shae?
—Si no es desgastante, entonces ¿Por qué el Dr. Strogoff siempre está tan
tenso?
—Tal vez porque su padre nos escogió a nosotros y no a él.
—Eso me preocupa, Carlo. ¿Qué pasará cuando esta nueva propuesta de plan
de estudios salga a la luz? ¿Crees que la gente acepte la verdad? ¿Incluso si su país o
sus antepasados estén envueltos en ella?
—Nos preocuparemos de eso cuando llegue el momento. Por ahora,
recogeremos los artículos que hablan sobre los Descubrimientos de Richard Leakey y el
verdadero autor de la Teoría de la Evolución y los llevaremos a la casa de seguridad...
La adolescente Aleksie Strogoff abrió la puerta de su casa luego de escuchar el
timbre. Aleksie observó emocionada a Carlo y Shae.
—Pero si son los Hermanos Ventimiglia. Pasen por favor.
—Gracias, Aleksie—dijo Carlo, para luego entrar con su esposa a la casa.
En la Sala, el Dr. Strogoff y su esposa recibían muy emocionados un cheque, con
una muy generosa aportación, de parte de James Moore, un nuevo miembro en la
Casa Patrocinadora de la CRS. Sin embargo, ningún miembro de dicha Asociación
ahí presente notó que la sirvienta veía y escuchaba todo escondida detrás de una
columna que conectaba la sala con la cocina.
James tomó su cadena, se la colocó en el cuello y luego sonrió.
—Bienvenido a la Casa Patrocinadora, James Moore—dijo Strogoff, luego,
abrazó a James y miró a Carlo, Shae y Aleksie, quienes estaban parados en la entrada
de la sala. Strogoff soltó a James, quién abrazó a Allison Carlson Strogoff, mientras
el Doctor miraba a Carlo y Shae.
—Carlo, Shae, vengan. Quiero que conozcan a alguien.
Carlo y Shae se acercaron a Strogoff, quien puso a James frente a ellos.
—Les presento a James Moore—dijo Strogoff—el más reciente integrante de
nuestra Asociación. James, ellos son Carlo y Shae Ventimiglia.
—Mucho gusto—James saludó a ambos de mano.
—Ellos son los guardianes de la Biblioteca Secreta—comentó Strogoff.
—Oh, vaya. Increíble. Nunca creí que...
—James los acompañará a la casa de seguridad—palabras de Strogoff que
sorprendieron a Carlo y Shae—le mostrarán la Biblioteca Secreta.
—Pero... el Pastor Domremy Strogoff dijo que sólo nosotros...
—Sé muy bien lo que dijo mi padre. Pero él ya no está aquí. Carlo, Shae,
conozco perfectamente que Ustedes sacrifican valioso tiempo con sus hijos por
cuidar de nuestra evidencia. Así que sugiero que alguien más; una persona sin familia
que proteger, sepa la ubicación de la Biblioteca.
—¿Qué dijeron los demás miembros?—cuestionó Shae.
—Todos están de acuerdo conmigo.
—Pues... tal vez James pueda conocer la ubicación de la casa de seguridad y la
Biblioteca Secreta, pero te digo desde ahora, Dunois, que James nunca tendrá las llaves
de acceso a dichos lugares. Nunca.
—Te entiendo, Carlo. Por ahora, sólo lleven a James y los artículos a la casa de
seguridad y me daré por bien servido.
—Está bien—dijo molesto Carlo—salimos en 5 minutos. Lleva ropa cómoda,
James, el viaje será largo.
James y Strogoff sonrieron al mismo tiempo...
Mientras el Jet de la Asociación Patrocinadora se dirigía rumbo a la casa de
seguridad, la cual estaba en Lyon Francia, Aleksie miraba molesta por la ventana de
su cuarto. Strogoff entró al cuarto de su hija sin tocar la puerta, se acercó a ella por
detrás y la sujeto de los hombros hablándole.
—Estás muy pensativa.
—¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhh!—gritó asustada Aleksie—Luego, miró a su padre
y se tranquilizó— ¿No te han dicho que debes tocar antes de entrar?
—Lo siento, hija. No quería asustarte, pero estaba abierto.
—Eso no significa que puedas entrar. Como el que seas hijo del Pastor
miembro destacado de la Casa Patrocinadora de los proyectos científicos de la CRS no
significa que desobedezcas sus órdenes.
—¿Estás molesta porque acepté a James Moore? Sé que dices que no te agrada,
pero...
—No es sólo eso. Lo enviaste a la casa de seguridad en su primer día como
miembro. ¿Cuánto tiempo tiene de cristiano? Ni siquiera veo que muestre interés
por las cosas de DIOS.
—Cuando le dijimos la verdad, no se negó a aceptarla como Gilbert Bartimeus
lo hizo. Sino que James la interiorizó y la creyó.
—A mi Abuelo le hubiera encantado un miembro así en su Iglesia luego del
desastre que causó Bartimeus en la congregación. Pero creo que tu envidia hacia
Carlo y Shae Ventimiglia, por haber sido elegidos por mi Abuelo, puede provocar
una desgracia.
Strogoff río burlonamente.
—Aleksie, ¿Te han dicho que tiendes a exagerar todo?
—¿Y te han dicho que tiendes a desconfiar de los buenos y a confiar en los malos? ¿Papá?...
Carlo, Shae y James se dirigían hacia la casa de seguridad a bordo de un auto francés.
Llovía fuertemente en ese momento. La lluvia era intensa y ruidosa. De repente,
todos vieron que varios Agentes de la Interpol rodeaban la entrada de la casa.
—¿Qué es eso?—preguntó James.
—Parecen Agentes de la Interpol o algo así—comentó Shae
Carlo detuvo el auto y sacó las llaves.
—No tienen por qué estar rodeando esa casa. Iré a ver.
—Voy contigo amor—Shae y Carlo salieron del vehículo y caminaron hacia los
Agentes.
—Disculpen, ¿Sucede algo?—preguntó Carlo mientras él y Shae se acercaban a
los Agentes, quienes miraron a ambos y no dijeron nada.
—¿Hay algún problema aquí?—volvió a preguntar Carlo, quién ya estaba
completamente empapado— ¿Podrían dejarnos entrar a nuestra casa? Están
bloqueando nuestra entrada.
Un disparo impactó a Shae por la espalda, ésta cayó muy herida.
—¡Shae!—Carlo corrió hacia Shae, pero el tirador, quien era James Moore,
disparó de nuevo hiriendo a Carlo en una pierna. Carlo cayó herido antes de llegar
con Shae. Los Agentes rodearon a Carlo y éste observó que todos los Agentes
portaban un collar con crucifijo y con la inscripción I.N.R.I. James se acercó a
Carlo y le disparó de nuevo, hiriéndolo ahora en el hombro.
—El único problema aquí son los cristianos y sus tontos descubrimientos
fantásticos, Carlo. Ahora, dame las llaves de la casa y ambos morirán sin ser
torturados.
Carlo observó a Shae, quien sangraba mucho, luego, Carlo miró molesto a James.
—Toma las llaves tú mismo de mi cadáver, James
James le disparó una vez más a Carlo, ahora el impacto dio en el estómago, Carlo
quedó completamente tirado en el piso, mientras James se le acercaba y esculcaba
entre su ropa. Sacó las llaves del saco, al igual que un sobre bolsa tamaño carta,
James miró el sobre y lo abrió, a pesar de la fuerte lluvia, vio la primera página de tres
que contenía el sobre.
—Maniático—dijo James, para luego caminar hacia los Agentes y arrojarle a uno
de ellos las llaves. El Agente que atrapó las llaves, corrió hacia la puerta y comenzó a
abrir el candado. James sonrió y caminó hacia la casa.
—¡Nunca la tendrás!—gritó Carlo, haciendo voltear a James— ¡Puedes
matarnos, destruir mi casa y la Biblioteca! ¡Pero...! ¡Nunca la tendrás!
James caminó hacia Carlo, quien sonreía maliciosamente.
—¡Nunca tendrás en tu poder la evidencia! ¡Te... ga…namos...! ¡B....! ¡B...!
James levantó su arma y le apuntó a la cabeza de Carlo, luego, James disparó…
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

—Yo quiero más Té, Tía Kekeyi—dijo Sam.


—Yo también, Ma—dijo Das.
—Y yo—agregó Gideon. Los tres jugaban con Kekeyi y Lucius a tomar el té.
Aunque todo tenía un trasfondo bastante diferente, ya que Gideon, Sam y Das
querían que Kekeyi les sirviera té caliente en sus tazas para que el ilusionismo de
Lucius se llevara a cabo.
Kekeyi comenzó a servir té en cinco tazas negras, las cuales, al tener agua caliente
en su interior, se transformaban en tazas blancas mostrando el nombre de cada
persona ahí presente. Lucius movía las manos fingiendo hacer magia, e
inmediatamente, Gideon, Sam y Das tomaban la taza que tenía su nombre para
observarla hasta que el té se enfriara y la taza volviera a ser negra.
—Con cuidado—decía Kekeyi—Con Cuidado. Cada taza tiene nombre, así que
nada de que mi hermano o mi primo me quitaron mi taza.
—No tía, dijeron al unísono Sam y Gideon.
—Nada de eso, Ma.
El teléfono comenzó a sonar en ese momento, Kekeyi volteó rápidamente
preocupada hacia la sala, después, miró a Lucius:
—¿Quieres contestar?
—Claro—Lucius se levantó y caminó hacia el teléfono para contestarlo.
—¿Cómo lo hace, tía?
—¿Hacer qué, Gideon?— ¿Cambiar la taza de color negro a blanco? Ya
bebieron más de tres litros de té y ¿Aún no adivinan el truco?
—No. Y ya me cansé de estarme parando al baño todo el tiempo—argumentó
Sam.

74
—Bueno... les diré que... el secreto está en la taza. En su interior, de hecho.
Los niños tomaron rápidamente su té para luego mirar el interior de la taza, sin
embargo, Lucius gritó preocupado.
—¡Kekeyi ven rápido!
—¡¿Qué pasa, amor?!—preguntó confundida Kekeyi.
—¡Algo malo les pasó a Carlo y Shae!
Kekeyi se levantó rápidamente y corrió a la sala, Gideon, Sam y Das sólo se
miraron preocupados. Los tres temían lo peor en ese momento, pero ninguno se
atrevió a decir algo...
Kekeyi, Lucius y los padres de Nancy Plumfield bajaron de una camioneta y
corrieron hacia la puerta de la casa de seguridad de la Asociación Patrocinadora, la cual
estaba completamente quemada, los cuerpos de Carlo y Shae estaban atados cada
uno a un poste de madera y a su alrededor había demasiadas cenizas que hacían
suponer que ambos fueron quedamos cuando todavía estaban vivos.
En la fachada de la casa la frase jesuita en latín ad majorem Dei Gloriam estaba
pintada con ceniza. El Dr. Strogoff observaba atónito la imagen de lo que un día
fuera la casa de seguridad de la Asociación que un día fundará su padre.
Kekeyi, Lucius y los Señores Plumfield se acercaron al Dr. Strogoff, Kekeyi y la
Señora Plumfield rompieron en llanto al ver los cuerpos, Lucius corrió hacia el
cuerpo de su hermana Shae para desatarla y el Señor Plumfield corrió detrás de
Lucius. Los bomberos habían apagado el incendio y se habían ido. Strogoff no
podía decir una sola palabra, estaba en shock. Sólo quedaba mirar cómo Lucius y el
Sr. Plumfield desataban los cuerpos y los restos de libros, fotografías, mapas y
artículos ardían en las pocas llamas que quedaban. Aún así, algo llamó la atención de
Strogoff. La supuesta “Flauta Neandertal (objeto cuya sola existencia anhula toda la línea
evolutiva previa al supuesto Hombre de Neandertal)” ardía rápidamente y olía como si
estuviera hecha de plástico. Y para los que han estudiado, sabrán que La Flauta
Neandertal está hecha de hueso. Por lo tanto, esa “Flauta” no ardería tan rápido, ni
olería a plástico quemado.
Strogoff levantó el pedazo restante de la Flauta y le talló los dedos, en ese
momento, las tintas mancharon los dedos de Strogoff, quién logró sonreír
fingidamente.
—Creo que tenías razón, SEÑOR. Dicen ser sabios pero en el fondo son
necios—Strogoff arrojó el pedazo de flauta falso al fuego...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

CABAÑA SITUADA EN STRATHMORE, AL


ESTE DE CALGARY
HOY...

Strogoff logró ponerse de pie, luego que Gideon lo soltara. Ya que éste derramó
algunas lágrimas, luego de escuchar la verdadera Historia sobre la muerte de sus
padres. Sin embargo, Sam encaró a Strogoff.
—¿Qué significa eso, Dr. Strogoff? ¿Qué significa que la supuesta Flauta
Neandertal se quemara como plástico?
—Qué esa no era la verdadera Flauta—comentó Aleksie. Gideon, Das y Sam la
voltearon a ver—De hecho, toda la evidencia que James Moore, o mejor dicho,
Gilbert Bartimeus destruyó, era falsa.
—¿James Moore era Gilbert Bartimeus? Pero ¿Por qué nadie lo reconoció?—
cuestionó Das.
—Bartimeus se operó en más de una ocasión para cambiar el aspecto de su
rostro y que ningún cristiano pudiera reconocerlo. Su intención era destruirnos
completamente—respondió Aleksie.
—Y volviendo a lo de la Flauta ¿Bartimeus sabe que la evidencia era falsa?—
preguntó Gideon.
—Lo supo. O al menos, eso creemos—Kekeyi intervino—De lo contrario no
hubiera pasado el resto de su vida buscado descrifrar el contenido del sobre bolsa.
—¿El sobre bolsa que Bartimeus le quitó a mi padre, es el mismo que Nancy le
dio a Gid ésta mañana?—preguntó Sam.

77
—Así es—Nancy puso su mano sobre el hombro de Sam—Yo se lo quité de
las manos al mismísimo Zachary Bartimeus, hijo de Gilbert, y quién ahora es parte
de los jesuitas.
—Hasta eso le copió a los miembros de la Casa Patrocinadora. Si un miembro
muere, su hijo toma su lugar—comentó Gideon.
—Volviendo al tema—tomó de nuevo la palabra Nancy—Tanto jesuitas, como
cristianos creemos que ese sobre muestra la verdadera ubicación de la auténtica
Biblioteca Secreta.
—Si tú tenías el sobre, y luego me lo diste a mí... Eso significa que abrieron el
sobre y no pudieron interpretar su contenido.
—Exacto, Gideon—habló Strogoff—El sobre contiene tres páginas en blanco,
creemos que es una especie de clave que sólo Ustedes pueden descifrar.
—Si es una página en blanco, tal vez sea tinta invisible, o un texto que sólo se
puede leer con luz negra—dijo Das.
—Intentamos todo eso—argumentó Aleksie—Pero las páginas no mostraron
nada.
—Por eso los trajimos con nosotros. Sam, Gideon, Ustedes deben saber cómo
descifrar el mensaje en esas tres páginas—fueron las palabras de Strogoff.
Gideon y Sam se miraron preocupados, ninguno sabía cómo buscar un mensaje
en una hoja en blanco.
—Por favor, Gid—comentó Sam—Di que sabes cómo buscar en esas tres
páginas.
Gideon no sabía que decir, todas las miradas estaban sobre él. Pero
afortunadamente, D´Annunzio y Angie entraron al sótano al mismo tiempo en ese
instante.
—¡Lo encontré! ¡Lo encontré! ¡Encontré el lugar donde tienen el sobre!—gritó
D´Annunzio emocionando a todos.
Strogoff caminó hacia D´Annunzio y lo tomó de los hombros.
—¿En dónde está?
—Está en el Suburbio de Okotoks.
—Querrás decir, Municipio de Okotoks—comentó Aleksie.
—Como sea. Okotoks es considerado un Suburbio.
—Y otra buena noticia en todo esto. El desayuno está listo—intervino Angie.
—Creí que no sabías cocinar, Angie—cuestionó Sam a su novia.
—Aprendí—Angie se encogió de hombros, pero Strogoff miró a Nancy, Sam,
Gideon y Das.
—Nancy ¿Aún nos quedan Agentes Internacionales aliados?
—Sí. Aún nos queda uno o dos Agentes de Scotland Yard.
—¿Aceptaron Agentes de Scotland Yard, FBI o Interpol como Patrocinadores?
—Muchos no son Agentes precisamente, Gideon—Respondió Strogoff—
Algunos se caracterizan como Agentes ya que tuvieron un entrenamiento muy
parecido al que tiene un Agente Especial. En nuestro caso, estas dos personas
pueden caracterizarse como Agentes y Protegernos para que así podamos recuperar
ese sobre—Strogoff miró a Nancy—Si aún nos quedan aliados, llámalos, Nan. Y
Gideon, ve con Nancy y D´Annunzio y juntos recuperen ese sobre.
—Yo iré con mi hermano—dijo Sam.
—Y yo iré con mis primos—dijo Das. Lo cual sorprendió a Strogoff.
—¿Están seguros que quieren ir?
—Sí. Ya perdí a mis Leones Negros sin salvar a uno solo del infierno. Ahora, debo
salvar a muchas personas en el mundo—comentó Das.
—Das, sé que no fui una Madre capaz de impedir que mi hijo formara parte de
una pandilla. Pero prométeme que ésta vez, No matarás a nadie—fueron las
palabras de Kekeyi—Sólo ayudaras a tus primos y a cuatro cristianos más a
recuperar ese sobre.
—Lo prometo. Ya soy una nueva persona, créeme. JESUCRISTO me
salvó—A pesar de las palabras de su hijo, Kekeyi decidió mantener con ella el arma
de gotcha que “Warrick” le había dejado a Das.
—Bien. Cuando recuperen el sobre avísennos—agregó Aleksie—nosotros los
esperaremos en el Aeropuerto Internacional de Calgary, una vez que nos hayan
avisado.
—Entendido. Esta vez les prometo que no fallaré—dijo Gideon, mientras se
ponía una chamarra encima del chaleco y la camisa, Aleksie se acercó a Gideon y lo
miró a los ojos.
—Cuídate, Gideon—Aleksie besó a Gideon en la boca mientras le colocaba un
celular en la bolsa de la chamarra, Gideon sintió que Aleksie le colocaba el celular,
pero no dijo nada y comenzó a besar a Aleksie.
—¡Ya Gid, suéltala!—dijo Das, luego, volteó y vio a Sam besar apasionadamente
a Angie para despedirse de ella—De tal palo, tal hermano menor...
Gideon, Sam, Das, Nancy y D´Annunzio salieron de la casa, mientras Strogoff,
Aleksie y Kekeyi llevaban todas sus cosas de vuelta a la sala, pues la huída estaba
muy próxima a realizarse...
8
—Está bien, Agente Dechard. Esperaremos hasta su llegada... Adiós—Palabras
que Nancy pronunció poco antes de colgar su celular. Luego, Nancy miró a
Gideon, Sam y Das, quienes venían en la parte trasera de una camioneta negra, la
cual se dirigía hacia la ubicación del sobre.
—No haremos nada hasta que los Agentes Ricard y Dechard lleguen.
¿Entendido?
—No eres nuestra Jefa—dijo Das mostrándose molesto.
—El Dr. Strogoff me puso a cargo, así que obedezcan—Nancy observó a
Gideon, quién la miraba fijamente a los ojos— ¿Quieres decirme algo, Gid?
—Sí. Tengo una duda. ¿Cómo lograste quitarle el sobre a Zachary Bartimeus?
—Simple. Usé mis encantos. Aunque tú no me consideres atractiva, hay
hombres que creen que hay algo hermoso dentro y fuera de mí.
—Y Zachary Bartimeus es uno de esos hombres.
—Correcto, Sam.
Gideon miró pensativo a D´Annunzio, el cual conducía la camioneta con una
expresión muy seria en el rostro.
—Zachary Bartimeus—Repitió Gideon— ¿Ya les conté que tuve un
compañero en la Primaria con el mismo nombre?
—Creo que sí. Una vez—dijo Sam.
—Zachary Bartimeus—Repitió de nuevo Gideon—El Pobre Zack era tan...
imbécil. Tan... inepto—Gideon río burlonamente—Decía que los seres humanos
provenimos del mono y que todos somos animales. Desde niño amaba a Charles
Darwin. Qué estúpido tipo.
D´Annunzio observó molesto por el retrovisor a Gideon.
— ¿No es Charles Darwin considerado el padre de la Evolución?—Preguntó
Gideon burlonamente.
—No. Claro que No. Desde 1795 James Hutton ya había propuesto la edad de la
Tierra, que para ese entonces se creía que sólo tenía 70.000 años de antigüedad. En 1830, el
Abogado escocés Charles Lyell inventó la columna geológica, aquí la edad de la Tierra
fue modificada; ahora tenía 2 billones de años. Y más tarde, Alfred Russel Wallace fue el
hombre que presentó la teoría de la evolución por medio de la selección natural y
mutación de especies. Luego de muchas expediciones alrededor del mundo, en
1858, Wallace tuvo una idea radical, la cual lo llevó a escribir un ensayo y luego de
eso, Wallace habló con el naturalista que había influido hasta ese momento en su
trabajo; Charles Lyell. Sin embargo, Lyell no estuvo de acuerdo con la teoría de
Wallace, así que éste habló con otro naturalista cuyo estilo era parecido al de Lyell;
Charles Darwin.
—¿Entonces Darwin robó la teoría de la Evolución de Wallace, quien tuvo la
influencia geológica de Lyell?—Cuestionó Das, pero D´Annunzio frenó
súbitamente la camioneta provocando que todos se sacudieran de un lado a otro.
— ¡¿Qué te pasa?! ¡Pudiste matarnos!—gritó Sam.
— ¿Todos están bien?—preguntó Nancy.
—No gracias a Florent—dijo sarcásticamente Gideon.
— ¡Florent! ¡¿Qué rayos te sucede?! ¡¿Eh?! ¡Mírame cuando te hablo!
Florent miró muy molesto a Nancy intimidándola con la mirada.
—Por si no lo saben, los Agentes Blackburn y Vyborg guardan celosamente ese
sobre. Por lo cual, deben tener rodeado el departamento donde se esconden desde
tres manzanas a la redonda. Así que sería una muy pésima idea estacionarnos cerca
de su edificio, ¿No creen?—D´Annunzio miró muy molesto a Nancy.
Gideon tocó la rodilla de Sam, era una señal de los Leones Negros. Sam tocó la
rodilla de Das y Das presionó rápida y ligeramente la oreja de Sam, luego, Das tomó
su mochila, abrió la puerta de la camioneta, bajó del vehículo y corrió hacia los
edificios de una vecindad. D´Annunzio y Nancy observaron sorprendidos a Das
correr.
— ¡Dasarata! ¡Vuelve acá! ¡Das!—gritó Nancy.
— ¡Iré por él!—dijo Gideon.
—¡Voy contigo!—afirmó Sam y ambos bajaron rápidamente del vehículo y
corrieron hacia los departamentos de un vecindario cercano, tomando rumbos
diferentes.
— ¡Maldita sea!—D´Annunzio golpeó el volante con ambos puños— ¡¿Por qué
los trajiste, Nancy?! ¡¿Y por qué rayos me hiciste decirles cuál es nuestro el plan?! ¡Ya
tendríamos ese sobre de no ser por ellos!
— ¡Cierra la boca!—Dijo Nancy— ¡Ahora vamos por ellos!
Nancy bajó corriendo del vehículo. D´Annunzio la observó muy molesto, luego,
cargó su arma y bajó del vehículo a un paso muy lento...
En un departamento localizado en el último piso de un edificio en una vecindad
en el Municipio de Okotoks, Vyborg y Blackburn observaban por las ventanas
constantemente, esperando una señal de que algún cristiano quisiera intentar entrar a
esa fortaleza.
—¿Estás seguro que vendrán?—preguntó Vyborg.
—Pudimos detectarlos, gracias a un análisis por computadora a los videos
satelitales, centrados en esta área, en la hora en que Gideon Ventimiglia estaba aquí.
—Moko fue un imbécil al creer en Gideon—comentó Vyborg—Por eso está
muerto.
—Gideon es muy astuto. Me pregunto ¿Qué nuevo truco nos mostrará esta
vez?—Las palabras de Blackburn fueron seguidas por un estruendo muy fuerte.
Ambos Agentes miraron asustados por la ventana viendo que la gente salía
corriendo aterrada de sus casas y que había una columna de humo y fuego en los
edificios de la manzana anterior a su edificio.
—¡¿Qué fue eso?! ¡Se escuchó como una bomba!—dijo Vyborg.
—Calma y espera a que...—Blackburn fue interrumpido por otro estruendo
mucho mayor al anterior, esta vez sucedió en la esquina del edificio donde ellos
estaban.
Era un auto que se había estrellado contra el poste de la esquina izquierda y luego
había hecho explosión.
— ¡Debemos llamar al Jefe!—dijo Vyborg desesperado.
— ¡No! ¡Mejor tú quédate aquí! ¡Cuida el sobre y yo iré a ver qué pasa!—
Blackburn corrió a la salida mientras Vyborg miraba asustado por la ventana que la
gente salía de sus casas para ver y que todos comenzaban a rodear el auto en llamas,
pues de acuerdo con Blackburn, sólo un terrorista era capaz de hacer una cosa
como esa. Aunque, Blackburn no conocía aún toda la capacidad creadora—
destructora de un León Negro...
La gente se amontonaba alrededor del auto en llamas. Sam llegó corriendo
gritando como histérico.
—¡Mi auto! ¡Mi auto! ¡¿Qué le pasó a mi auto?! ¡Lo amaba más que a mi esposa!
—¡¿Alguien puede explicarme qué pasó?!—pronunció Blackburn, luego de
llegar corriendo, Sam se volteó discretamente al ver a Blackburn.
—¡Usted!—Blackburn señaló a Sam y éste lo tuvo que mirar— ¡¿Es su auto?!
—¡Sí! ¡Lo era! ¡Un tipo de casi dos metros de alto, caucásico y de complexión
media me robó mi auto y mire Usted lo que le hizo! ¡Oh mi auto! ¡Cuánto te voy a
extrañar!
—¿Está seguro de lo que dice?—Blackburn preguntó confundido, pues la
descripción concordaba con Florent D´Annunzio.
—Claro que estoy seguro—Sam se acercó a Blackburn metiendo la mano en
uno de sus bolsillos—Tan seguro que haré esto.
Sam sacó una pequeña macana eléctrica que D´Annunzio le había dado, y le
colocó a Blackburn el artefacto en el estómago dándole una fuerte descarga,
Blackburn salió disparado y se impactó contra el piso, quedando completamente
paralizado. La gente se asustó, unos corrieron por ayuda y otros corrieron a ponerse
a salvo, pero ninguno hizo nada por ayudar a Blackburn.
Sam corrió hacia Blackburn y comenzó a esculcarlo, pero sin encontrar el sobre.
Sam sacó rápidamente su celular y llamó a Das.
— ¡Das! ¡Blackburn no tiene el sobre! ¡Debe estar en el departamento!
—¿Sabes qué departamento es?—fueron las palabras que Das emitió a través del
teléfono.
—Aguarda un segundo—Sam sacó las llaves del bolsillo de Blackburn y luego
buscó la que tuviera alguna seña de ser llave de departamento y, la encontró.
—¡Lo tengo! ¡Es el Departamento número 123!
—Entendido. Le avisaré a Gid, ahora aléjate de Blackburn y te veremos en la
camioneta...
Vyborg observaba atento por la ventana que Sam estaba cerca de su compañero
caído.
—¿Quién es ese tipo?—Vyborg corrió hacia la puerta, pero se detuvo
sorprendido al ver a Gideon dentro del departamento, parado frente a él.
—Hola Vyborg. ¿Te acuerdas de mí?
Vyborg sacó rápidamente su arma y le apuntó a Gideon, éste movió su cabeza
antes que el Agente jalara el gatillo, el disparo impactó en la puerta que estaba
cubierta de material blindado y metal, la bala impactó la parte metálica y rebotó
dándole a Vyborg en la rodilla derecha dejándolo completamente tirado en el piso.
—¡Ahhhhhhhhhhhh!—gritaba Vyborg antes de caer y tirar su arma. Gideon
pateó el arma de Vyborg alejándola del Agente, para luego sujetarlo de los hombros
y sacudirlo fuertemente.
— ¡¿Dónde está el sobre?!—preguntó Gideon exigentemente.
— ¡Púdrete! ¡Gideon Ventimiglia!
— ¡Púdrete tú, imbécil!—Gideon pisó en el pie izquierdo a Vyborg.
— ¡Ahhhhhhhhhhhh!
— ¡Dime ¿Dónde está el sobre?! ¡Y te prometo que te dejaré en paz! ¡Calla o
finge ser valiente y usaré tu propia arma contra ti! ¡¿Me oíste?! ¡Tú destruiste mi único
auto en la vida! ¡Así que yo te destruiré a ti!
— ¡¿Qué estás haciendo, Gid?!—preguntó Das, luego de entrar y ver a Gideon
amenazar a Vyborg— ¡Venimos por el sobre, no a matar Jesuitas! ¡No olvides que
nos somos como ellos! ¡Recuerda, no con ejército, ni con fuerza…!
— ¡Vyborg sabe dónde está el sobre! ¡Y nos lo dirá ahora! ¡¿Verdad Vyborg?!—
Gideon sacudió la cabeza de Vyborg varias veces...
La parálisis de Blackburn, luego de la descarga estaba terminando, ya que
comenzaba a mover los pies y piernas. La gente hablaba con la policía y los
bomberos sobre todo lo sucedido. De pronto, Blackburn vio frente a él a Florent
D´Annunzio, el cuál lo miraba.
— ¡Florent!—expresó Blackburn.
— ¿Me puedes explicar qué pasó aquí, Blackburn?
— ¡El so... el so... el sobre...! ¡Ve por el sobre! ¡Los Cristianos vinieron por él...!
Una explosión en el interior del departamento 123 interrumpió a Blackburn y
asustó a toda la gente. La policía y los bomberos corrieron inmediatamente al
departamento mientras Blackburn y D´Annunzio miraron asustados hacia el
departamento en llamas.
—Creo que ya lo encontraron—dijo Blackburn, lo cual, hizo voltear a
D´Annunzio, quien muy molesto, sacó su arma y le apuntó a Blackburn.
—Tu estupidez nos costó muy caro, Blackburn Krasftein. Pero ahora, nos
liberaré de ella—D´Annunzio jaló del gatillo y el disparo impactó la frente de
Blackburn, quien cayó muerto instantáneamente.
D´Annunzio se agachó hacia Blackburn para quitarle la cadena de los Jesuitas,
pero, luego de revisar el cuello y todos los bolsillos de Blackburn; D´Annunzio
descubrió que la cadena había desaparecido...
Gideon, Das y Sam entraron corriendo a la camioneta asustando a Nancy, quien
escuchaba música de su Reproductor MP3. Y aún más grande fue el susto de Nancy
cuando Gideon subió del lado del piloto con las llaves en la mano encendiendo el
vehículo.
—¿Qué haces, Gid?—preguntó Nancy, muy desconcertada y ansiosa.
—Nos vamos. Tenemos el sobre. Es hora de continuar con el plan.
—¡¿Qué?! ¡Oye, no podemos irnos aún! ¡El plan era regresar todos juntos, sanos
y salvos!—En ese momento, Gideon arrancó la camioneta, lo que provocó que
Nancy se sacudiera contra el asiento.
— ¡De prisa! ¡Vámonos!—dijo Das.
—¡Calma, Das! ¡Primero tenemos que avisarle a Strogoff que ya tenemos el
sobre!—comentó Sam.
Gideon le dio el celular, que Aleksie puso en su bolsillo, a Sam.
—Toma. Busca el número del Dr. Strogoff o el de Aleksie y avísales que vamos
rumbo al Aeropuerto Internacional de Calgary—le ordenó Gideon a Sam, quien
miraba sorprendido el celular.
—No sabía que tuvieras nuevo celular, hermano.
—Aleksie me lo dio mientras me besaba. Todo fue una distracción para ocultar
el celular entre mi ropa. No pierdas más el tiempo y llámala.
—Está bien—Sam comenzó a buscar en la Agenda del teléfono el número de
Aleksie—Lo que es capaz de hacer una mujer con tal de conseguir lo que quiere—
las palabras de Sam no atrajeron para nada la atención de Nancy, quien miraba muy
ansiosa a Gideon.
—¡¿Qué le pasó a Florent?! ¡Dijo que iría por Ustedes y que los ayudaría a
cumplir con el plan!
— ¡Murió!—intervino Das.
— ¡¿Qué?!
— ¡Murió, se quedó, da igual! ¡Por ahora estamos mucho mejor sin él!
— ¡Pero no podemos dejarlo! ¡Tenemos que regresar por él!
— ¡Claro que no!—pronunciaron al mismo tiempo Gideon y Das.
—¡Entonces lo llamaré!—Nancy sacó su teléfono y antes que buscara el número
de D´Annunzio para llamarlo, Gideon le sujetó la mano.
—No lo llames. Por favor, olvídate de él.
—Pero él nos trajo hasta aquí y...
—Creo que Florent D´Annunzio es Zachary Bartimeus—dijo Gideon, muy
seguro de sí mismo. Lo cual desconcertó a Nancy, quien por un momento no supo
qué decir.
—¿C...? ¿Cómo...? ¿Cómo... sabes eso?—preguntó Nancy, buscando que
Gideon comprobara su teoría.
—¡Silencio!—dijo Sam—Ya está llamando—Sam activó el altavoz y todos
escucharon el tono de marcar.
—¿Hola?—contestó una voz femenina.
—¿Aleksie? Soy Sam, el hermano de Gideon. Tenemos el sobre... Dile a tu
padre y a mi tía que vamos rumbo el Aeropuerto Internacional...
— ¿Eres Sam Ventimiglia?
—Sí, soy yo, Aleksie...
—Sam, no soy Aleksie. Soy Angie, mi amor...
— ¿Angie? ¿Qué haces con el teléfono de Aleksie?
—¿Tú qué crees, amorcito?—Las palabras de Angie fueron como agua helada
sobre todos los que viajaban en esa camioneta. Incluso, Gideon volteó
completamente hacia atrás, olvidándose por completo del camino.
— ¡La maldita trabaja para los Jesuitas!—dijo Gideon.
—Vaya, creí que me descubrirías desde el momento en que me viste, Gideon. Pero veo que mi
cuerpo desnudo logró cegar tu entendimiento. Eres un hombre común y corriente después de todo.
—Angie, supongo que estás en la cabaña y tienes tres rehenes. ¿Cuál es tu
intención con Strogoff, Aleksie y mi tía Kekeyi?
—Con Aleksie me arreglaré después. Descuida, Gideon. Tu novia estará a salvo mientras esté
lejos de mí. Pero tu tía y el Famoso Arqueólogo y Antropólogo sufrirán mucho si yo no tengo ese sobre
a más tardar en una hora.
— ¡Nunca te daremos nada, maldita traidora!—expresó Sam.
—¡Sam, no es momento para…!
—¡Gid, cuidado al frente!—gritó Das haciendo que todos voltearan al frente y
vieran que estaban a punto de estrellarse contra una camioneta de la policía, la cual
les cerraba el paso. Gideon tomó el volante e hizo una maniobra hacia el lado
derecho para evitar el impacto contra la camioneta y lo consiguió. Sin embargo,
Gideon ya no pudo frenar y la camioneta se impactó contra un poste de luz
destruyéndose todo el frente del vehículo, al igual que el parabrisas.
Gideon, quien no se había desmayado aún por el impacto, sintió que sangraba
de su cabeza, luego, varios policías rodearon la camioneta y les apuntaron a los
pasajeros con sus armas.
— ¡Manos sobre la cabeza! ¡No intenten nada! ¡Los tenemos rodeados!—dijo un
Policía de Apellido Ricard...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

9
Luego que Gideon, Sam, Das, Nancy, y D´Annunzio salieran de la cabaña;
Strogoff, Aleksie y Kekeyi empacaban algo de ropa, y uno que otro chaleco anti
balas en caso de requerir protección. Así como pasaportes con nombres reales y
falsos, por si eran boletinados. Aunque Kekeyi no sabía aún qué hacer con el arma
de gotcha que le había quitado a Das. De pronto, Angie llegó emocionada y bien
vestida.
—La mesa está servida, mis amigos.
Strogoff, Aleksie y Kekeyi observaron sorprendidos a Angie.
—¿Disculpa?—preguntó Kekeyi.
—La mesa está servida. Ya pueden desayunar.
—¿Desayunar?—dijo Strogoff—Son casi las 8:00 p.m.
—Bueno... entonces ya pueden cenar.
—Nos encantaría, pero tenemos que irnos ya—comentó Aleksie y caminó
hacia la puerta, pero Angie detuvo a Aleksie.
—Ah no. No, no, no. Ustedes van a quedarse a cenar y lo harán ahora,
Cristianos—el tono de Angie era imperativo. Aleksie miró su pecho viendo un collar
jesuita colgando de su cuello.
—Quítate de mi camino, Jesuita—dijo Aleksie empujando y mirando fijamente a
Angie, quien río sarcásticamente luego de escuchar a Aleksie.
—¡Ad majorem Dei Gloriam!—Angie sacó un pica hielo de entre su ropa y se lo
enterró a Aleksie en la pierna derecha.
—¡Ahhhhhhhhhhhh!—gritó Aleksie, para luego ser golpeada en la cara por
Angie y caer al piso.
—¡Aleksie!—gritó Strogoff mientras Angie sacaba su arma y les apuntaba a
Strogoff y Kekeyi.
—¡No se muevan, Cristianos!—afirmó Angie.

90
—Aunque nos mates, sabes bien que nunca tendrás ese sobre—dijo Kekeyi.
—¿Y Quién dijo que quiero matarlos?—Angie disparó dos veces, una bala
impactó a Kekeyi en el hombro derecho, y la otra en la parte baja del abdomen de
Strogoff. Ambos Cristianos cayeron al piso—Sólo voy a torturarlos para obtener ese
sobre.
Angie volteó para dispararle a Aleksie, pero no la vio. Aleksie había desaparecido.
—¿A dónde se fue?—Angie terminaba de decir eso cuando de pronto, Aleksie
apareció detrás de Angie y le quebró en la cabeza un vaso de vidrio, Angie cayó al
piso, mientras Aleksie corría hacia la puerta, tan rápido como su pierna herida y su
cicatriz en el estómago se lo permitían. Angie logró tomar su arma en el piso y le
disparó a Aleksie.
Sin embargo, el disparo sólo destruyó la cerradura de la puerta principal,
provocando que Aleksie abriera la puerta y saliera corriendo, con mucho esfuerzo...
Angie salió corriendo de la cabaña viendo a su alrededor una oscuridad que le
impedía seguir a Aleksie. Aún así, Angie vio que una pequeña luz a la mitad del
camino, se encendía y apagaba constantemente. Angie corrió hacia la luz viendo el
celular de Aleksie sonando y con el nombre de Gideon en la pantalla. Angie sonrío
maliciosamente y luego levantó el teléfono y lo contestó:
—¿Hola?
—¿Aleksie? Soy Sam, hermano de Gideon... Tenemos el sobre... vamos para el aeropuerto...
—¿Eres Sam Ventimiglia?
—Sí, soy yo, Aleksie...
—Sam, no soy Aleksie. Soy Angie mi amor...

Mientras Angie discutía con Sam, Gideon, Das y Nancy; Aleksie corría como
podía en el interior de un bosque cercano a la cabaña. La oscuridad le impedía
planear cómo escapar. Sólo quedaba el correr hacia donde el suelo te lo permitiera y
mirar hacia atrás esperando que nadie te siguiera. Aleksie seguía huyendo a pesar del
cansancio que el correr, las heridas y cicatrices le habían dejado. De pronto, Aleksie
chocó contra algo. O mejor dicho, contra alguien. Alguien que reconoció a Aleksie
de inmediato.
—¡Aleksie!—dijo el Tipo, quien la sujetó de las manos.
—¡Noooooooo! ¡Noooooooo! ¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡Suéltame!—Aleksie se
sacudía tratando de soltarse de ese hombre, pero no podía por más que lo
intentaba— ¡Suéltame!
—¡Cálmate, Aleksie! ¡No voy a hacerte daño! ¡Estoy de tu lado!—las palabras
del Tipo calmaron a Aleksie momentáneamente.
—¿Quién eres?
—¿No recuerdas ni siquiera el tono de mi voz?
La oscuridad estaba en su apogeo, así que Aleksie no podía ver el rostro de ese
sujeto, quien afirmaba estar del lado de los cristianos.
—No puede ser. Es imposible—Dijo Aleksie para luego tocar el rostro del
tipo. Después de varios segundos de palpar ese rostro, que en un principio parecía
extraño, tomó una forma de un viejo amigo y aliado. Un cristiano, el cual tenía dos
seres queridos inmiscuidos en todo este asunto. Desgraciadamente, el
reconocimiento terminó una vez que Aleksie y el nuevo Aliado escucharan varios
disparos que provenían de la cabaña...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

10
—¡¿Papá?! ¡¿Papá?!—Gritaba Aleksie luego de entrar corriendo, como podía, a la
cabaña, seguida del Aliado— ¡Papá! ¡Kekeyi! ¡Kekeyi! ¡Soy yo, Aleksie!
—Creo que los disparos que escuchamos ellos los hicieron—dijo el Aliado.
—¿Por qué lo dices?
El Aliado le mostró a Aleksie el cuerpo de Angie, el cual estaba tirado junto al
sillón con dos disparos de bala de pintura en el pecho y gran cantidad de espuma en
la boca, aunque parecía que el cuerpo de Angie fue arrastrado desde la entrada de la
cabaña hasta la sala. También, en la pared estaba el rastro de dos disparos de bala de
plomo.
—Angie. Ella fue la que me atacó. Supongo que ingirió una píldora de cianuro—
Aleksie se acercó al cuerpo de Angie para esculcarla entre la ropa logrando encontrar
su celular. Observó en la pantalla del celular que la última llamada recibida fue una
llamada de Gideon. Aleksie pensó un poco y luego miró al Aliado.
—Todos están en problemas, una vez más.
—¿Cuál era su plan?
—Vernos en el Aeropuerto Internacional de Calgary.
—¿Y luego?
—Encontrar la Biblioteca Secreta antes que los jesuitas y protegerla. Esperábamos
que Gid y Sam ya hubieran encontrado algo en esas tres páginas.
—Si Shae y Carlo les dejaron ese sobre a sus hijos, entonces ellos son los únicos
que pueden descubrir el secreto. Pero si están en problemas, dudo que puedan
hacer algo.
—¿A qué te refieres?—preguntó Aleksie.
—Tu padre y Kekeyi presenciaron el suicidio de esta jesuita. Seguramente, ella
les dijo algo sobre el paradero de los demás.

93
—Si Gid, Sam, Das y Nan están en problemas, mi padre y Kekeyi debieron ir
por ellos. Así que...
—Si seguimos a tu padre y Kekeyi, entonces nos atraparán a todos. No habrá
más cristianos que tengan las herramientas suficientes para defender su fe frente a los
evolucionistas y la Biblioteca quedará a expensas de los jesuitas.
—Entonces ¿Qué sugieres?
—Viajar a donde está la Biblioteca Secreta ahora mismo y protegerla nosotros
mismos.
—¿Sabes dónde está la Biblioteca Secreta?
—¿Olvidas que Shae y Carlo eran muy cercanos a mí?—dijo el Aliado—
Además, aunque parezca irónico, todas las miradas de los jesuitas estarán centradas en
tu padre y Kekeyi. Por ahora, el Aeropuerto Internacional de Calgary estará libre.
—Supongo que no viajaremos en primera clase.
—Todo lo contrario, Aleksie. Tengo las identidades suficientes como para
recorrer cada país del mundo y ser bienvenido en todos ellos.
—Pues... ¿Qué estamos esperando?
—Cámbiate de ropa y tíñete el cabello. Yo me encargaré del cuerpo—El
Aliado se agachó, cargó el cuerpo de Angie y lo llevó a enterrar al bosque mientras
Aleksie caminaba como podía al baño para modificar su imagen una vez más en su
vida...
11
Luego de hablar con Gideon, Sam, Das y Nancy y provocar que estos se
estrellaran, Angie caminaba de vuelta a la cabaña con el celular de Aleksie en la
mano izquierda y su arma en la mano derecha. De pronto, el celular de Aleksie sonó
de nuevo, Angie observó el nombre de Gideon en la pantalla del teléfono, así que
contestó la llamada:
—Hola Sammy. ¿Ya lograste digerir tu coraje y perdonarme?
—¿Quién habla?—dijo el Agente Ricard, el cual había tomado el teléfono de
Gideon, luego del accidente— ¿Eres Cristiana o Jesuita?
—Soy tu hermosa y única hija, Papi—comentó Angie.
—¿Angie? ¿Angie Waltendran Ricard?
—Así es, Papi. Supongo que lograste detener a los cristianos que trataban de huir
con el sobre.
—Claro, hija. Sabes bien que nuestro infiltrado en los cristianos prometió llevarnos hacia ese sobre
y cumplió. Tengo el sobre y a los cuatro jóvenes cristianos que lo robaron. Todos están siendo revisados
por nuestros médicos. Luego los obligaré a descifrar lo que dice ese sobre, quieran o no decírmelo.
—Dale a Sam un trato especial, ¿Quieres? Y a Gideon déjalo desangrarse hasta
morir—Angie entró en ese momento a la cabaña. Abrió la puerta y fue impactada
por dos disparos de pintura en el pecho, los cuales la derribaron haciéndola tirar su
arma y el teléfono, Kekeyi fue la responsable de los disparos, pues por fin le había
encontrado un uso adecuado al arma de gotcha que le quitó a Das.
—¡Angie! ¡Angie! ¡Angie, ¿Sigues ahí?!—gritaba Ricard desesperado.
El Dr. Strogoff pateó el arma de Angie alejándola de ésta, Kekeyi se acercó a
Angie viendo los impactos que había recibido. Kekeyi escuchó los gritos por el
celular y de inmediato tomó el teléfono.
—¿Con quién hablas?—preguntó demandantemente Strogoff a Angie mientras
Kekeyi volvía a apuntarle a la chica con el arma de gotcha en la cabeza—Dime
¿Quién está del otro lado del teléfono?
Angie no decía nada, ni se movía.
—Sabes bien que te mataré si es necesario, Angie. Así que muere con dignidad y
dime...
—Mi padre—interrumpió Angie escupiendo espuma por la boca—Hablaba...
con... con mi padre...
Strogoff le arrebató el teléfono a Kekeyi y habló:
—¿Jordan Ricard?
—¿Dunois Strogoff?
—Así es. Y temo ser yo el que tenga en sus manos la vida de tu hija.
—¡Si tocas a mi Angie, te aseguro...!
—¡No asegurarás nada! Tu Angie lastimó a mi Aleksie y no sé dónde esté
ahora y si se encuentre bien. Tu Angie me hirió a mí y a una colega y hermana mía.
Tu Angie traicionó al hijo de un gran amigo y hermano. Tu Angie...
Strogoff se molestó más y descuidó a Angie quien ya había ingerido una segunda
píldora de cianuro y comenzaba a sacar espuma por la boca.
—¡No! ¡No! ¡No!—Strogoff trató de impedir que Angie siguiera intoxicándose
pero su esfuerzo fue inútil. De pronto, Angie, con la poca fuerza que le quedaba
sacó un arma pequeña y trató de dispararle a Strogoff, éste se dio cuenta de las
intenciones de Angie y sujetó fuertemente la mano de ésta y la azotó contra el piso,
aun así, el arma se disparó dos veces hacia la pared.
—¡¿Qué fue eso?! ¡¿Quién disparó?! ¡Strogoff! ¡Strogoff ¿Sigues ahí?!
—Sí. Aquí estoy. Pero tu Angie ya no.
Ricard tartamudeó un poco, luego, sintió que una toronja atravesaba a presión
por su garganta. Finalmente, las lágrimas escurrieron por sus mejillas.
—Sé que sigues ahí, Ricard. Sé que ahora tú vendrás por mí, pues no pude
evitar que tu hija se suicidara. Y acepto las consecuencias de mis actos, pero si me
quieres tener a tu merced para vengar a tu hija torturándome hasta cansarte, debes
dar algo a cambio.
—¿Matas a mi hija y ahora pones condiciones?
—Yo no maté a tu hija. Ella siguió el protocolo que tú le enseñaste. Tienes tres
jóvenes que merecen saber el porqué de todo este alboroto. Cuando sepan la
verdad, ellos mismos te dirán dónde está la Biblioteca Secreta.
—Sueñas si crees que yo les diré algo.
—Ya lo sé. Yo les diré toda la verdad.
—¿Por qué estás tan seguro que te dejaré acercarte a los prisioneros?
—Porque si no lo haces, mi colega herida enviará a una pandilla conocida como
Los Leones Negros, y ellos bombardearán literalmente el lugar donde tengas a mis
cristianos, acabando con todo. El sobre se quemará y nunca sabrás cuál era su
contenido, Ricard.
—Si vas a acercarte a los prisioneros, entonces te pondré una condición.
—¿Cuál?
—Tu colega se entregará junto contigo.
Strogoff miró preocupado a Kekeyi, pero ésta lo miró fijamente y luego asintió.
—Si quieres a mi colega sin que Los Leones Negros te hagan daño, deberás estar
dispuesto a algo más.
—¿De qué hablas?
—De algo que te costará tu membrecía como jesuita...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

12
CABAÑA UBICADA EN STRATHMORE, AL
ESTE DE CALGARY
HACE 14 AÑOS...

—Niños, es Hora de dormir—dijo Kekeyi a los todavía niños Das, Sam, y al


Adolescente Gideon, los tres estaban platicando y recostados cada uno en su cama
en el cuarto de Sam y Gideon—Dejen la plática para mañana.
—¿Por qué?—Dijo Das.
—Porque tienen que estar listos para hacer bien todo lo que les pidan mañana en
la Escuela.
— ¿Por qué tenemos que ir a la Escuela? Nunca aprendo nada y además luego
nos enseñan cosas que no son ciertas—afirmó Sam.
—Pues... tal vez tengas razón—murmuraba Kekeyi—Sin embargo, es hora de
dormir. ¿Ya hicieron oración?
—Yo sí—dijo Gideon
—Yo también, Mami.
— ¿Y tú, Sam?
—Yo no he hecho. Y no haré oración esta noche. Y tal vez no haga oración
mañana, ni nunca más.
—Sam—Kekeyi se le acercó y se sentó junto a él en su cama— ¿Qué sucede?
¿Por qué no quieres orar?
— ¿Porque DIOS me quitó a mis papás? Ellos eran buenas personas, que no
hacían mal a nadie. Al contrario, ellos daban conferencias en todo el mundo de por

98
qué la gente debería creer en ÉL. Y luego, DIOS me quitó a mi tío Lucius, él
desapareció en un viaje de trabajo. Nos dejó solos a mi hermano Gideon y a mí.
—No están solos. Nos tienen a nosotros—dijo Das.
—Bien dicho Das—Kekeyi observó decepcionada a Sam—Además, nosotros
los tenemos a Ustedes también. Sam, DIOS no te quitó a tus papás.
—Sí, ÉL no nos los quitó. Entonces nos los quitaron unos hombres muy malos.
Y tarde o temprano pagarán por eso—fueron las palabras de Gideon.
—Gideon, necesito que reconfortes a tu hermano, no que lo incites a matar—
Kekeyi puso su mano sobre el hombro de Sam y lo miró tiernamente—Tus papás
fueron víctimas de una desgracia. Todos los seres humanos, absolutamente todos,
estamos expuestos a sufrir una en la vida.
—Pero ¿Por qué nosotros?—cuestionó Sam—Digo, tal vez yo no sea un niño
bueno, pero mi hermano Gid, él sí es una persona buena. Él no merece estar
pasando por esto.
— Gracias Sam, pero no soy tan bueno como tú crees.
—Tú tampoco eres mala persona, Sam—Dijo Kekeyi tratando de reconfortar a
Sam—Ni Das, ni yo. Pero pronto sabremos por qué DIOS permitió que
pasáramos por esto. Y les aseguro que nos reiremos de este momento tan
desagradable. Además, ¿Recuerdan la historia de Job?
—Sí. El hombre de la Biblia al que el diablo le quitó todo y DIOS se lo devolvió
duplicado—contestó Gideon.
—Exacto—Kekeyi se levantó y cubrió a Sam con las cobijas, luego, Kekeyi
besó a Sam en la frente y caminó hacia la cama de Das—Recuerden que cuando el
hombre quita, DIOS te devuelve lo que te quitaron, y cuando DIOS quita, DIOS
mismo te devuelve lo que te quitó duplicado.
Kekeyi cubrió a Das con las cobijas y lo besó en la mejilla.
—Buenas noches, Mami.
—Buenas noches, Das—Kekeyi caminó hacia la cama de Gideon, lo cubrió con
las cobijas y lo besó en la frente.
—Hasta mañana, tía Kekeyi.
—Hasta mañana, Gid—Kekeyi observó a Sam, esperando las buenas noches,
pero Sam seguía enojado—Samuel Ventimiglia. ¿No vas a darme las buenas
noches?
Sam se mantuvo un rato enojado, pero luego, las lágrimas lo vencieron y miró a
Kekeyi.
—Hasta mañana, Tía Kekeyi.
—Piensa en lo que te dije—Kekeyi caminó hacia la puerta del cuarto, pero
antes que Kekeyi apagara la luz, Sam habló de nuevo:
—¡Tía Kekeyi!
—¿Qué sucede, Sam?
—¿Podemos repetir un versículo que mi mamá nos enseñó a Gideon y a mí
para antes de dormir?
—¿Es el Salmo 4:8?
—No. Es Jeremías 8:9.
—¿Jeremías 8:9? No parece un versículo muy adecuado para dormir.
—Sí, pero mi mamá nos lo enseñó hace tiempo y a Sam y a mí nos gustó—dijo
Gideon.
—Bueno. Los escucho.
—Jeremías 8:9—pronunciaron al unísono Gideon y Sam—“Los sabios se avergonzaron...”
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

13

EN ALGÚN LUGAR DE CANADÁ.


HOY...

—¿Y qué sabiduría tienen? ¿Y qué sabiduría tienen?—Última parte del versículo que
repetía Gideon mientras estaba acostado y dormido en un catre dentro de un cuarto
pequeño donde también estaban prisioneros Das, Sam y Nancy. Todos ya estaban
curados de sus heridas, a excepción de Gideon, cuyas heridas de la nariz y del bícep
comenzaban a dolerle de nuevo. Además que la sutura en la cabeza lo obligaba a
estar acostado.
—Gid, despierta—dijo Nancy—Despierta Gid. Creo que se están acercando.
Vamos Gid. Arriba, abre los ojos por favor.
Gideon abrió los ojos observando a Nancy, Das y Sam parados frente a su catre.
Todos con distintas suturas o vendas en diversas partes del cuerpo, además de
expeler un olor que denotaba el intenso calor del interior del cuarto.
—No es momento de repetir el versículo que nos enseñó mamá, Gid.
Gideon se levantó lentamente y se sentó como pudo, pues experimentó mareos,
en el catre viendo que el cuarto estaba demasiado sucio y demasiado pequeño para
albergar a cuatro personas.
—Estaba soñando—logró decir Gideon.
—Pues dudo que hayas tenido un hermoso sueño mezclado con los más bellos
recuerdos de la infancia.
—¡Das no es momento para ser sarcástico!—dijo Sam.
—¡Qué! Yo sólo decía. No tardan en matarnos y Gideon no ha amado a nadie
en el mundo.

101
—Claro que he amado a alguien. He amado a muchas personas. El que nadie
me haya amado es otra cosa.
—Eso no es del todo cierto—intervino Nancy—Yo te amo, Gideon. En serio,
te amo.
Sam y Das miraron sorprendidos a Nancy.
—Nan… no creo que se te haga quedarte sola con mi hermano por media
hora... dudo que nos dejen salir—comentó Sam, sarcásticamente.
—Además, sería algo incómodo verlos declararse amor eterno frente a nuestros
ojos y...
—Ya cállate, Das—dijo Gideon.
—Ustedes no tienen remedio—agregó Nancy—Ni siquiera porque digan que
ahora son diferentes.
En ese momento, la puerta del cuarto se abrió, los cuatro prisioneros miraron
sorprendidos hacia la entrada y su sorpresa fue aún mayor cuando vieron entrar a
Strogoff y Kekeyi, con curaciones, en el caso de Strogoff y con el brazo enyesado,
en el caso de Kekeyi, y cargando cada uno una pequeña pantalla tan delgada como
no había sido inventada aún, junto con el Agente Ricard.
—¿Mamá?—dijo sorprendido Das.
—Dr. Strogoff, ¿Qué hacen... aquí?—completó Nancy.
—Se los explicaremos mañana. Por ahora, el Agente Ricard se llevará a Nancy
mientras Kekeyi y yo hablaremos con Uds.
—Pero ¿Por qué van a llevarse a Nancy?—cuestionó Gideon—Y ¿A dónde
van a llevarla?
—No hay tiempo de explicarlo—habló Ricard—Fue parte del trato. Ahora...
Ricard se acercó a Nancy, la tomó de los cabellos y la llevó hacia la puerta,
Gideon se levantó y caminó hacia Ricard tratando de detenerlo.
—¡Oiga! ¡Déjela en paz! ¡Suéltela!
Kekeyi y Strogoff detuvieron a Gideon y lo separaron de Ricard, permitiéndole a
éste salir con Nancy.
—Tranquilo, Gid—dijo Kekeyi.
—¡No puedo tranquilizarme sabiendo que se llevaron a Nancy y no sabemos
cuántas cosas hará ese tipo con ella!
—Por favor, cálmate. Ella estará bien—argumentó Strogoff.
— ¡¿Qué lo hace estar tan seguro?!—dijo Gideon para luego encarar a Strogoff.
—Ya oíste al Agente Ricard. Cristianos y Jesuitas hicimos un trato. Y ambas
partes lo respetaremos. Sólo que una de sus condiciones fue que Nancy no estuviera
presente en lo que vamos a decirles.
—¿Tiene que ver con ella?—preguntó Sam.
—No. Tiene que ver con lo que descubrimos y el por qué de todo este
alboroto—respondió Strogoff.
—Entonces ¿nos dirán por qué La “Evolución del Mono en Hombre” es un fraude?
—Así es, Das—dijo Kekeyi—La pregunta aquí es ¿Están listos para saber la
verdad?
Gideon, Sam y Das asintieron estando seguros de sí mismos. Kekeyi y Strogoff
se miraron sonrientes.
—Pues digámosles la verdad—Strogoff y Kekeyi encendieron las pequeñas
pantallas que traían y comenzaron a mostrar fotos, imágenes e incluso réplicas de
fósiles y las proyectaron en tercera dimensión en una de las paredes del pequeño
cuarto. Gideon, Sam y Das sólo miraban los objetos en la pared, pero no
preguntaban qué eran o para qué. Pero los tres sabían que en breves instantes
conocerían qué significaba cada objeto en ese muro...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

14

“Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre


corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles”.
Romanos 1:23

El Doctor Strogoff señaló una foto en su pequeña pantalla y la foto sobresalió de


las otras en la pared, la foto era en blanco y negro y mostraba a un sujeto sentado en
una silla de madera, vestido con traje y corbata, pañuelo saliéndose de la bolsa
superior izquierda del saco, con lentes, barba y con el cabello y barba de color
blanco, lo cual demostraba su avanzada edad. Das, Sam y Gideon miraron la
fotografía por varios segundos.
—¿Alguien sabe quién es este hombre?
—Sí. Es Charles Darwin —dijo Das—El inventor de la teoría de “La Evolución del
Mono en Hombre”
—Creo que deberías observar mejor la fotografía, Dasarata. Estás
completamente equivocado—dijo Strogoff, provocando la risa de Sam y Gideon y
la molestia de Das.
—Entonces dígame por favor, ¿Quién es la persona de la foto?
—Es el verdadero inventor de la teoría de La Evolución del Mono en Hombre—
intervino Kekeyi.
—No puede ser—dijo Sam impactado. ¿Él es…Alfred Russel Wallace?
—Así es, Samuel—comentó Strogoff impactando más a Sam y sorprendiendo a
Gideon.
—Supongo que ya habían escuchado de él.

104
—De hecho sí—dijo Gideon—Incluso, Nan nos contó cómo fue que Darwin
le robó su idea a Wallace poco antes de que llegáramos al departamento para
recuperar el sobre.
—Bien. Sólo me queda agregar que según fechas importantes de ambos —
comenzó a contar Strogoff—Wallace nació el 8 de enero de 1823, siendo más
joven que Darwin, quien naciera el 12 de Febrero de 1809. Wallace viajó por el
mundo haciendo observaciones e investigaciones como naturalista, algo parecido a
lo que Darwin hizo. Sin embargo, estando en la isla de Ternate, territorio de lo que
ahora es Indonesia, en Febrero de 1858, una idea radical vino a la mente de Wallace,
el concepto de Evolución por selección natural y mutación. Cuando el ensayo de
Wallace titulado “Sobre la tendencia de las variedades a apartarse indefinidamente del tipo original”
fue enviado a Darwin sucedió el mismo mes de Febrero, y según un familiar de
Wallace, quien también recibió una carta de éste que fuera enviada esa misma fecha,
la carta llegó a Darwin el 10 de Junio del mismo año. Aunque ese mismo día,
Darwin escribió a un amigo suyo llamado Joseph Hooker y a su referente Charles Lyell
diciéndoles que ya había resuelto el problema del mecanismo para explicar la
evolución y tenía listos todos los detalles de su teoría. Wallace explicó en pocas
páginas lo que Darwin tardó tantos años en “descubrir”. Darwin quería renunciar a
su obra y cederle todo el crédito a Wallace, pero Lyell y Hooker lo convencieron de
publicar las conclusiones de ambos autores en un libro. Fue así que en 1859 el libro
“El Origen de las Especies mediante la selección natural” estaba listo para ser publicado.
— Pero… ¿Qué pasó con Wallace? ¿Por qué nunca reclamó ni dijo nada?—
cuestionó intrigado Gideon—Al final del cuentas su teoría fue robada.
—Al parecer Wallace nunca tuvo la impresión de que su trabajo haya sido
plagiado—respondió Kekeyi—Pues Darwin le aseguró al mundo que luego de
escribirle a Hooker, ocho días después recibió la carta de Wallace, o sea el 18 de
Junio de 1858.
— Darwin pudo haber mentido sobre las fechas—dijo Das seguro de sí mismo.
— Algo me dice que eso fue lo que hizo—completó Sam, un tanto molesto.
—Lo importante aquí, chicos, es que el deseo del ser que le dio a Wallace la idea
sobre la teoría de la Evolución se cumplió—Las palabras de Strogoff dejaron muy
intrigados a Sam, Gideon y Das, quienes miraron confundidos a Strogoff pidiendo
una respuesta de éste—Darwin aseguró ser un ateo. Tema que discutiremos
después, pero Wallace, era un espiritista declarado y aseguraba que la teoría de la
Evolución había venido a él de parte de sus “espíritus guías”.
— ¿Espíritus guías? ¿Acaso esos no son… demonios?—Preguntó Sam, aunque él
mismo ya había dado la respuesta.
— Claro que lo son—Dijo Kekeyi—¿De dónde crees que pudo venir la idea de
que un ser hermoso como es el humano, creado a imagen y semejanza de DIOS,
mas no igual a DIOS, desciende de una criatura de la creación que se encuentra en
una posición muy inferior a la del ser humano? ¿Quién crees que pudo ser el autor
intelectual de tan tremendo engaño? ¿Qué otro que el padre de mentira para fomentar
una poderosa religión (pues la Evolución también es una religión en nuestros días)
para pelear en la lucha espiritual?
— Vaya, ésta teoría que muchos creen como una absoluta verdad hoy en día no
es más que una sarta de mentiras y de invenciones de índole demoniaca—aseguró
Sam.
—Y eso no es todo—aclaró Strogoff—La Teoría de la Evolución no sólo es incorrecta en
lo espiritual, también lo es en lo científico—Gideon, Sam y Das miraron incrédulos a
Strogoff.
— A ver, a ver, a ver, ahora sí ya no entiendo nada. ¿Dice que científicamente
hablando la evolución también es una farsa?
— Exacto, Das—Respondió Kekeyi para luego sacar una tarjeta micro SD muy
parecida a la que Aleksie tuvo almacenada y la colocó sobre su pantalla,
inmediatamente, la pantalla mostró en la pared varias fotografías del universo, los
planetas, las estrellas, las galaxias y la famosísima línea evolutiva que muestra varias
especies de “monos” hasta llegar al hombre. Luego de eso, Kekeyi continuó—la
palabra evolución básicamente significa “cambio” y por lo tanto, “cambio” involucra
demasiadas cosas; desde procesos que suceden a lo largo del tiempo, hasta la
adaptación de los organismos a los cambios de su medio ambiente…
— Incluso, algo que es para mal o algo negativo también podría ser un cambio.
— Correcto, Gideon—dijo Kekeyi luego de ser interrumpida por su sobrino—
Pero debemos plantear primeramente que los científicos consideran que la
Evolución se puede observar en las siguientes formas—Kekeyi hizo un gran
acercamiento a la imagen de la pared que mostraba el Universo—Evolución Cósmica,
donde una gran explosión produce hidrógeno que da origen a nuevos elementos—
Kekeyi minimizó la imagen que mostraba al Universo para ahora hacer un
acercamiento a la imagen que mostraba distintos elementos químicos—la segunda
forma de Evolución es Química, en la cual evolucionan los elementos superiores, por
ejemplo el Hidrógeno—La imagen de los elementos fue minimizada por Kekeyi
para que la imagen que mostraba los planetas y las estrellas fuera agrandada—un
tercer tipo de evolución (estelar) nos dice que los planetas y las estrellas evolucionan del gas—
Kekeyi hizo pequeña la imagen de los planetas y las estrellas y mostró en grande la
imagen de montañas rocosas—también se considera a la evolución orgánica que
asegura que la vida evoluciona de las rocas—Kekeyi dejó atrás la imagen de las
montañas para dar paso a la imagen que mostraba animales en el bosque—y
pasamos a la ya famosa Macro evolución…
— Supongo que esa es la que habla de los cambios entre especies de plantas y
animales.
—Es correcto, Sam—Kekeyi continuó maximizando una imagen que mostraba
mariposas nocturnas de diversos colores—y finalmente tenemos la Micro evolución,
aquella relacionada con los cambios dentro de las especies a través del tiempo.
Debemos tomar en cuenta que la Macro evolución y Micro evolución, dos conceptos que
en ocasiones son confundidos, podrían llevarnos a dos tipos más de evolución, una
es Descendencia universal en común, donde los organismos descienden de un mismo
antepasado, y… la Selección natural…
— Adivino, es la que nos dice que las especies se conservan por medio de “la ley
del más fuerte”
— No precisamente el más fuerte, Das—intervino Strogoff—Sino el más apto.
Aunque lo intrigante aquí es que de todas esas formas de evolución que les
mencionó Kekeyi sólo se ha observado científicamente la micro evolución, todas las demás son
aceptadas por Fe.
— ¿Por Fe? Creí que esa palabra no estaba en el vocabulario de los científicos.
— Te sorprendería saber cuántas cosas son aceptadas por Fe por los científicos,
Gideon—aclaró Strogoff—Por ejemplo, respecto al tema de los elementos, la
pregunta es ¿Cuál es la fuerza que une al átomo? Ya que sabemos que los electrones del
átomo giran alrededor del núcleo cientos de millones de veces cada millonésima de
segundo y que el núcleo del átomo consiste de partículas llamadas neutrones y
protones. En este caso, los neutrones no tienen carga eléctrica así que son neutros.
En cambio todos los protones del núcleo tienen carga positiva…
— Si los protones de adentro son positivos y los de afuera también, entonces
tendrían que repelerse pues tienen carga similar…
—Sin embargo se unen, Samuel—dijo Strogoff mostrándose sorprendido
también— ¿Puedes creerlo?—Sam negó con la cabeza—Y para dar una respuesta
a ese tema, alguien dijo que existían unas partículas llamadas glucones, los cuales hoy
sabemos que NO existen, pues científicamente hablando nadie los ha visto ni nadie
los ha medido. Y científicamente hablando, si no puedo ver algo, ni tocarlo o comprobar su
existencia, entonces no existe.
— Pero… —Gideon tenía un cuestionamiento interesante—Los científicos
aseguran tener pruebas para comprobar la Teoría del Big Bang y de la Evolución del Mono
en Hombre y por eso las aceptan como verdad.
— Bueno, Gid—ahora intervino Kekeyi—también el conocimiento científico
es de naturaleza cíclica, es decir, que sus pruebas que comprueban una teoría
siempre que son analizadas deben dar los mismos resultados. Y temo decirles a los
evolucionistas que el darwinismo no es científico, pues sus “pruebas” son
cuestionables e incluso, muchas de ellas han sido refutadas firmemente, pues los
descubrimientos científicos aún no prueban ni brindan una pequeña evidencia de
que formas de vida simple verdaderamente podrían desarrollarse para alcanzar la
clase de complejidad y diversidad que vemos en el mundo que nos rodea. Ya que
las mutaciones y la selección natural no crean nada nuevo, al contrario, la gran
mayoría de ellas son letales y perjudiciales para los organismos que las presentan—
Kekeyi usó su pantalla para mostrar en el muro varias imágenes que representan la
explosión de la Teoría del Big Bang, los tres jóvenes miraron las imágenes mientras
Strogoff hablaba.
—La Teoría del Big Bang declara que todo el universo se formó gracias a una
explosión masiva y caliente que dio origen a las galaxias, sistemas solares, estrellas,
planetas y los elementos que hoy en día conocemos y desde entonces el universo
continúa expandiéndose. Sin embargo, los científicos aún no han podido
comprobar o ponerse de acuerdo respecto a qué provocó esa gran explosión.
— Supuestamente antes que ocurriera el Big Bang todo era una mezcla de gases,
por eso fue la gran explosión.
— Los gases no explotan por sí mismos, Das—comentó Kekeyi dejando en
duda a los tres jóvenes—Tiene que haber un agente externo, como el fuego, por
ejemplo, que los haga explotar. Si no existe DIOS para los científicos y sólo
convivían puros gases en perfecto equilibrio, entonces ¿Qué rompió con ese
equilibrio?
— ¿Y no hay la remota posibilidad que el fuego…?
—¿Cuál fuego, Sam?—dijo Kekeyi un tanto molesta por la necedad de su
sobrino—Ya te dije que no había los agentes externos necesarios como para crear
fuego y provocar una explosión, y mucho menos, una explosión, de la magnitud
que postula la teoría, capaz de producir con el paso del tiempo formas biológicas
diferentes y transformar algo en otra cosa completamente diferente…
— Tía—interrumpió Gideon—Creo que esta teoría podía refutarse con sólo
poner atención a sus declaraciones—Todos miraron muy desconcertados a
Gideon pidiéndole con la mirada que explicara su argumento—Si había gases que
convivían en perfecto equilibrio, entonces ya había algo, aunque sea gas, pero había
algo, creado por alguien, por lo tanto, ésta teoría se contradice por sí sola y sólo da más
argumentos en creer en la creación divina de la que habla la Biblia—Las palabras de Gideon
dejaron asombrados a todos, pero luego de unos pocos segundos, Strogoff
complementó el argumento de Gideon.
— Otras creencias que se desprenden de la Teoría del Big Bang son que: en la
Tierra luego de millones de años, moléculas de materia inorgánica se transformaron
mediante un proceso natural en estructuras orgánicas de la vida, o sea, las
proteínas—Strogoff mostró, con ayuda de su pantalla, imágenes referentes a lo que
él hablaba en el muro para hacer más entendible su explicación—Dicha creencia se
ha comprobado que es imposible científica y estadísticamente, pues las proteínas
que se encuentran en todos los organismos vivos se ensamblan a partir del mismo
“alfabeto” básico de 20 aminoácidos.
—Cada clase diferente de proteína se forma en base a una organización exclusiva
de estas “letras” químicas. Para que se forme una proteína que realmente funcione,
las letras de aminoácidos se deben organizar en secuencias precisas, de la misma
manera en que lo hacen las letras de una frase. Esta secuencia precisa crea una
determinada proteína que posee una función específica en la célula.
—No comprendí casi nada, pero creo que es prácticamente imposible que
suceda eso—dijo Das provocando la risa de Gideon, Sam y Kekeyi.
— Te lo explicaré de la siguiente forma: Para que exista la vida se necesita más
que energía y los ingredientes correctos, se requiere de ordenación, organización e
información, debido a que todos los seres vivos reciben su información genética de
organismos progenitores, pero nunca vemos que la información surja de materia
prima sin previa programación—Strogoff suspiró haciendo una breve pausa y
retomó la palabra—Citando un “experimento” que los científicos Stanley Miller y
Harold C. Urey realizaron, en los años 50, en un laboratorio donde según ellos
simularon las condiciones de la tierra en la antigüedad—Kekeyi ayudó a Strogoff
proyectando imágenes del famoso experimento Stanley-Urey en la pared mientras
Strogoff seguía hablando—Ambos colocaron en matraces y frascos especiales
metano, amoniaco, vapor de agua e hidrógeno, todo en una cámara bien cerrada y
con electrodos que tomaran el lugar de los relámpagos. Así, ambos tenían el mismo
caldo primigenio del cuál supuestamente salió la vida, luego de hervir los fluidos y
provocar chispas sobre los gases resultantes durante aproximadamente una semana,
Miller y Urey obtuvieron aminoácidos (glicina, valina, ácido fórmico, ácido glicólico,
alanina entre otros) en su experimento, lo cual les hizo pensar que podían formar
proteínas y de ahí crear vida…
— ¿Pero?… —Gideon le dio más emoción al asunto mirando intrigado por
saber el resto de la explicación de Strogoff.
— El experimento no tomó en cuenta dos cosas fundamentales: La primera de ellas es
que las condiciones del experimento de Stanley y Urey no se parecían en nada absoluto a
la supuesta atmósfera de la supuesta tierra primitiva. Todos los científicos de hoy coinciden en que si el
experimento se hubiera llevado a cabo en una atmósfera real, no se formarían aminoácidos. Y la
segunda fue que crear un aminoácido fue mucho más fácil que crear una proteína, la
cual no se formaría con la presencia de agua, caso contrario a los aminoácidos, que son disolubles en
agua. Además que existe una incompatibilidad entre los aminoácidos que constituyen las proteínas de
los seres vivos y los aminoácidos de la materia inerte, y dichos aminoácidos fueron los que obtuvieron
Miller y Urey. Es por eso que la comunidad científica de hoy no considera relevantes para la
Evolución las conclusiones que generó dicho experimento.
Gideon, Sam y Das se miraron muy asombrados y cansados, pues la
información había sido demasiada, además de ser recibida de manera tan rápida y
sorprendente que el cerebro necesitaba reposar un poco para digerir toda esa nueva
información, la cuál sería una herramienta para defender su Fe contra los
evolucionistas de ahora en adelante.

Aunque, aún faltaba lo mejor para todos…


15
“Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a
las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”.
Romanos 1:23

—Pero si se tiene toda esta evidencia contra la Teoría de la Evolución, ¿Por qué
dejamos que en las Escuelas se siga enseñando esta teoría errónea?—cuestionó Das.
—Disculpa que responda a tu pregunta con otra pregunta, Dasarata—respondía
Strogoff— ¿Por qué estamos aquí encerrados y no mirando esta información en un
lugar más cómodo?
—¿Los Jesuitas tienen que ver?—preguntó Sam.
—Los Jesuitas o la Compañía de Jesús tienen un poder ilimitado e inimaginable
humanamente hablando, Samuel. Ellos han sido los responsables de que ésta
supuesta teoría científica y muchas otras mentiras históricas sigan vigentes en los
planes de estudio.
—La pregunta aquí es ¿Qué hemos hecho los cristianos para impedírselos?
—Excelente cuestionamiento, Gideon—comentó Kekeyi mostrándose
nostálgica—Los cristianos hemos estado viendo el juego desde la banca mientras el
ejército del vaticano controla el juego, se burla del mundo entero y encamina a billones
de almas directo al infierno. En primer lugar no cumplimos con la gran comisión, es
decir, no predicamos el verdadero evangelio. Y en segundo lugar, nos hace falta
mucha, pero mucha convicción. Los evolucionistas están convencidos de que su
teoría es la verdad mientras que muchos cristianos en el mundo dudan que la Biblia es la
palabra de DIOS y la única verdad absoluta de este planeta. Por eso, algunos teólogos cristianos
para “dejar de pelear” con los evolucionistas y otros grupos han “creado” nuevas teorías en las cuales la
Biblia se adapta a las mentiras del mundo. Teorías auténticas como la evolución teísta y la creación
progresiva son un ejemplo de ello.
Strogoff mostró, por medio de su pantalla, en la pared, imágenes sobre los
dinosaurios, el planeta siendo destruido, varios ángeles cayendo del cielo a la tierra y
muchos restos de animales fósiles mientras Kekeyi continuaba con su explicación.
— Una de esas teorías que obtuvo gran éxito y fama a nivel internacional fue la
Teoría de la Brecha—Gideon, Samuel y Das miraban en la pared los dos primeros
versículos del Génesis mientras Kekeyi hablaba—Creada por el teólogo escocés Thomas
Charlmers en 1814, a pesar de que algunos aseguran que en 1600 Dutchman Episcopius
escribió acerca de esta teoría. Aunque fue el Reverendo y geólogo William Buckland quien
popularizó la teoría luego de escucharla en boca de Charlmers en una conferencia.
La Brecha, que era un punto de vista que tenían en común tanto sacerdotes como escolásticos, trata de
unir la creación que nos cuenta el Génesis y la supuesta edad de la tierra, que según los geólogos y
su evidencia “irrefutable” se trata de miles de millones de años.
—Y hablando de millones de años de antigüedad—intervino de pronto
Strogoff—desde “Teoría de la Tierra” de James Hutton y “Principios de Geología” de Charles
Lyell, la Tierra envejece 21 millones de años por cada año desde los últimos 220
años. Es decir, desde que se dijo que la edad de la Tierra equivalía a 70.000 años de
antigüedad, luego se cambió la cifra por 12 millones de años, en 1905 se creía que
eran 2 billones de años. 3.5 billones de años ya tenía la Tierra para 1969 y hoy (2019)
tenemos que nuestro Planeta se formó hace 4.6 billones de años. Lo cual nos lleva a
calcular que cada minuto la Tierra envejece 40 años según los evolucionistas.
—Qué loco. Y siguiendo con las brechas de muchos años ¿En qué parte del
Génesis se encuentra la separación de tiempo según los autores que mencionó mi
tía Kekeyi?—preguntó Sam.
—Según ellos, entre Génesis 1:1 que dice: “En el principio creó Dios los cielos y la Tierra”.
Y Génesis 1:2 que dice así: “Y la Tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la
faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”, existen millones de
años de tiempo geológico pues DIOS no pudo crear una Tierra desolada y vacía, así
que la brecha daba lugar a todas las eras, que incluyen también miles de millones de
animales fósiles y sobre todo, incluye otra humanidad creada antes que Adán. Lo
cual hizo pensar a muchos intérpretes de la Biblia que hubo una creación hecha por
medio de las órdenes de DIOS y otra recreación hecha por el mismo DIOS pero
reconstruyendo todo aquello que había sido destruido…
—Pero ¿Qué pasó, de acuerdo con estos autores, para que DIOS tuviera que
recrear todo lo que ya había hecho antes?
—Ellos aseguran que la rebelión y caída de Satanás ocurrió en este supuesto periodo de tiempo,
Gideon—Strogoff tomó la palabra mientras mostraba las imágenes de ángeles
cayendo a la tierra—Pero eso no pudo haber sucedido así, porque la misma Biblia en
Génesis 1:29—31 aclara que Dios expresó, al terminar su Creación, en el sexto día, que todo era
“bueno en gran manera”. Esta cita nos da a entender que los animales y el hombre fueron
creados originalmente vegetarianos, pues DIOS le dijo al Hombre que de todo árbol del huerto podía
comer, nunca le ordenó que comiera animales. Todos aquellos fósiles encontrados que
muestran que dichos animales aparentemente estaban luchando y comiéndose
unos a otros debió ocurrir después del pecado de Adán.
-–DIOS no miente, si dijo que todo era bueno, no pudieron haber ocurrido
destrucción y muerte mientras el mundo era creado.
—Ese es el punto exacto, Das—aseguró Kekeyi sonriendo orgullosa—La Biblia
nos dice en Ezequiel 28:12-15 que Lucifer estaba en el Edén, de la Tierra seca, antes de su caída, y el
Edén fue creado hasta el sexto día, así que no pudo caer luego de la creación de los cielos y la Tierra
(Planeta), lo cual ocurrió el Primer día. La Tierra seca de la que fuimos formados fue creada hasta el
Tercer día, junto con las plantas, los árboles y los animales. Para el cuarto día se formaron el sol y la
luna (necesarios para el crecimiento de las plantas y árboles que eran el alimento de los animales) y en el
quinto día fueron creados los insectos que son los intermediarios en la reproducción de las plantas. Su
hubiera miles de años de tiempo entre una creación y otra y no días de 24 horas, los árboles, plantas y
animales hubieses muerto sin el sol, la luna y los insectos.
— Todos los profesores universitarios de lengua Hebrea más destacados del mundo coinciden en
que los Capítulos del 1 al 11 del libro del Génesis fueron escritos para contar la historia de una creación
real de todas las cosas en 6 días de 24 horas—dijo Strogoff a forma de breviario cultural
mientras retomaba su discurso—Antes del pecado de desobediencia que tuvieron Adán y Eva,
la muerte, el derramamiento de sangre, la enfermedad y el sufrimiento aún no estaban en el mundo—
Strogoff mostró en la pared la cita bíblica de Romanos—En el Nuevo Testamento,
el Apóstol Pablo nos dice: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron…” lo cual nos
dice que no pudo haber pecado humano o muerte antes de Adán. El mismo
Apóstol Pablo declara en 1 Corintios 15 que Adán fue el primer hombre, y como resultado de su
pecado llegaron la muerte y la corrupción. Antes de que Adán pecara no podía haber
ninguna clase de muerte de humanos o animales. Así que la teoría de la Brecha vuelve a
equivocarse cuando nos dice que hubo otra humanidad antes que Adán, pero en 1 Corintios 15:45
La Biblia es muy clara en decir que Adán fue el primer hombre en la Tierra.
—Si creemos que hubo una brecha de miles o millones de años entre los dos
primeros versículos de Génesis, entonces estaríamos negando que DIOS creó todo
en seis días como dice la Biblia—Kekeyi mostró en la pared la cita Bíblica de Éxodo
20:12.
—“Porque en seis días hizo JEHOVÁ los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en
ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, JEHOVÁ bendijo el día de reposo y lo santificó”—
Gideon leyó en voz alta, además de estar muy convencido de la información que
estaba recibiendo.
— ¿Qué hay de los fósiles de dinosaurios? ¿Existieron esos animales?
—Claro que sí, Das—dijo Kekeyi mientras mostraba en la pared imágenes de
diversas especies de dinosaurios—En la Biblia se menciona la existencia de animales
que nosotros llamamos dinosaurios. Génesis 1:20 dice “Y creó Dios los grandes
monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y
toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno”. Los grandes monstruos marinos
no sólo podrían ser llamados dinosaurios, ya que dicha palabra se inventó hasta 1841 y en
1851 apareció en los diccionarios, por cierto, también la palabra prehistórico fue usada hasta hace
apenas 100 años, después que la evolución se volviera teoría popular. Pero antes de 1841 las
personas llamaban a los monstruos marinos dragones. Muchas culturas coinciden en
la existencia de dragones y conservan valiosas evidencias de la convivencia de esos
animales con los seres humanos. La historia de Yu en China, la Epopeya del Gilgamesh, las
imágenes del dios babilónico marduc, Beowulf o los reportes de dragones en la India cazados por
Alejandro Magno son un ejemplo de esas evidencias. Y la Biblia también afirma la
existencia de dragones, pues la palabra en el idioma original se menciona más de 34 veces,
por ejemplo, en Job 41: 18-21 y 31 dice: “Con sus estornudos enciende lumbre, Y sus ojos son
como los párpados del alba.De su boca salen hachones de fuego; Centellas de fuego proceden. De sus
narices sale humo, Como de una olla o caldero que hierve. Su aliento enciende los carbones, Y de su
boca sale llama. Hace hervir como una olla el mar profundo, Y lo vuelve como una olla de ungüento”.
Sólo piensen que si DIOS creó todo en 6 días y los dinosaurios o dragones fueron
creados por DIOS, Adán, su esposa y sus descendientes convivieron con dragones—Gideon,
Sam y Das miraban de manera crítica diversas imágenes de dragones legadas por
civilizaciones antiguas. Luego, Strogoff tomó la palabra para dar un argumento
certero.
—Según los evolucionistas, los dinosaurios y los seres humanos nunca
convivieron. Aquí van unos ejemplos que dicen lo contrario: El Dr. Jaime Gutiérrez
encontró en Sudamérica rocas que tienen impresas manos humanas y huellas de dinosaurios, en Perú
también hay piedras con imágenes de Hombres y Dinosaurios, Carl Baugh encontró huellas de
dinosaurios junto a huellas humanas en Texas. Y uno de los más contundentes hallazgos
sucedió en Julio de 1944, el comerciante alemán y arqueólogo aficionado Waldemar
Julsrud, al igual que los anteriores, un personaje real, encontró junto con un
campesino local al pie de la colina "El Toro", en Acámbaro, Guanajuato, México,
3.000 figuritas de cerámica que hoy en día se le conoce como la colección de Waldemar
Julsrud—Strogoff proyectó en la pared imágenes de la colección de Julsrud e
inmediatamente, Gideon, Samuel y Das mostraron su asombro—Dicha colección
no sólo cuenta con figurillas humanas, sino también con monstruos, docenas de
dinosaurios que ustedes reconocerán fácilmente, gente conviviendo con dinosaurios e inclusive
personas junto a lo que parece platillos voladores. Obviamente, esta colección fue
analizada para comprobar su autenticidad, así que la compañía Isotopes Inc. de Nueva
Jersey, usando la prueba del Carbono 14 (que por cierto, arroja más errores que
aciertos), y la Universidad de Pensilvania, que usó la prueba por termoluminiscencia,
descubrieron que las figurillas son auténticas y que su edad aproximada se encuentra
en un rango de 3.000 a 7.000 años de antigüedad. Lo cual desbarata por completo la
idea que los evolucionistas declaran que los dinosaurios se extinguieron mucho
tiempo antes que los seres humanos pisaran este Planeta. Además de México y
Perú, también en Rusia, Turkmenistán, Brasil y en varios lugares más de los Estados
Unidos se han encontrado abundantes pruebas de que los dinosaurios y los
humanos vivieron en la misma época.
—Pero si había dinosaurios en el Planeta hace 3.000 años apenas, ¿Qué pasó con
ellos? ¿Cómo fue que se extinguieron?
—Esa respuesta la tiene la Biblia, Sam—respondió Kekeyi—Los Dinosaurios,
que en un principio fueron herbívoros solamente, y luego que el pecado entrara al
mundo, la creación entera se corrompiera y hubo animales carnívoros; murieron,
junto a muchas otras especies terrestres, en el…
—Diluvio Universal —Gideon y Kekeyi dijeron al unísono, luego, Kekeyi
continúo su explicación— ¿Nunca se han preguntado Por qué DIOS crearía un
mundo con dos polos congelados?—intervino Kekeyi—si la Biblia dice que había
un vapor que subía de la Tierra y regaba toda la faz de la Tierra (Génesis 2:5)
—Ese vapor, que provenía de una bóveda de agua que hasta ese entonces se
encontraba en el firmamento, no sólo regaba la Tierra—volvió a hablar Strogoff—
La protegía de sufrir una catástrofe, tal y como las nubes nos protegen de los rayos
dañinos del sol en los días nublados. En ese momento la atmósfera de la Tierra tenía
7 niveles, hoy sólo cuenta con 6. Sin olvidar que nunca había llovido sobre la Tierra
antes del diluvio.
—Por eso, Noé fue considerado un loco cuando les habló a la gente sobre el
diluvio—afirmó Gideon.
—Ese “loco” halló gracia en los ojos de DIOS y DIOS lo escogió a él y su
familia para salvar a la humanidad (Génesis 6:8)—continuó Kekeyi—La orden de
DIOS a Noé fue construir un barco que midiera 300 codos de longitud, 50 codos
de anchura y 30 codos de altura con tres pisos en su interior—Todos miraban, en la
pared, imágenes que comparaban al arca de Noé con un barco de guerra de los
estados unidos—Según expertos el arca medía entre 135 y 150 metros de longitud,
lo mismo que un portaviones tipo Casablanca usado por el ejército estadounidense en la
Segunda Guerra Mundial y pesaba alrededor de 34 millones de kilos.
—Los cálculos indican que cerca de 35.000 animales terrestres entraron en el
arca, el equivalente a 146 carros del ferrocarril—Gideon, Sam y Das miraban en la
pared una imagen que comparaba al arca de Noé con los carros del ferrocarril
mencionados mientras Strogoff seguía hablando—Aunque luego de los hallazgos y
la comparación con la escritura se ha comprobado que el arca tenía la capacidad de
aguantar más de 522 carros del ferrocarril, dejando un espacio suficiente para 1 año
de provisiones y comodidades para Noé y su Familia. También, el Arca tenía un
hueco en medio para que al pasar por las olas no se partiera ni se rompiera y fueron
encontradas 12 rocas drogue (rocas gigantes de 4 toneladas de peso con un agujero en
la parte superior tipo argolla para ser sujetada por una cuerda) que fueron utilizadas
para nivelar el Arca en el agua y que se mantuviera firme y flotando.
—Retomando el tema del diluvio—dijo Kekeyi—Esa bóveda de agua o capa
protectora de la Tierra que ya hemos mencionado estaba acompañada por otra
bóveda de agua situada bajo la corteza terrestre, pues sólo había árboles en todo el
Planeta, no océanos, los continentes siempre estuvieron conectados pues
actualmente tienen base sólida de tierra, además de 50% más de oxígeno molecular
y doble presión atmosférica. Ese conjunto hacía, primeramente, que las personas y
animales vivieran hasta 900 años, sanando más rápido, y en segundo lugar, la
vegetación era verde y abundante para que la dieta de frutas, semillas y vegetales,
vitamina E y lecitina, tanto para humanos y personas pudiera darse. Y una vez que el
oxígeno y presión atmosférica fueran disminuidos, el vapor se condensó y se
convirtió en agua de lluvia que cayó sobre la Tierra, acabando con toda vida que
había sobre la faz del Planeta en ese momento—La imagen de la pared mostraba al
vapor de la atmósfera condensarse y provocar el diluvio además que Gideon ya
había notado desde hace varias imágenes atrás que en el espacio entre cada imagen
aparecía una letra o un par de letras del abecedario—Agregando también que
Géiseres, volcanes y manantiales gigantescos brotaron de la Tierra producto de la
salida de la bóveda de agua que permanecía bajo la superficie terrestre. Las placas de
la Tierra son las cicatrices que comprueban el diluvio universal. (Génesis 7:11)
—Los únicos animales que entraron al arca, dos de cada especie, Noé, su esposa,
sus hijos y las familias de sus hijos sobrevivieron—argumentó Das.
—Creo que estás equivocado en algo, hijo—dijo Kekeyi luego, mostró en la
pared la cita Bíblica concerniente al diluvio—Génesis 7:2—3 “De todo animal limpio
tomarás siete parejas, macho y su hembra, mas de los animales que no son limpios, una pareja, el
macho y su hembra. También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar
viva la especie sobre la faz de la Tierra” No todos eran dos de cada especie, más bien dicho
algunos eran dos de cada género y todos tenían que respirar por las narices (Génesis 7:22) o
sea que todos los animales que entraron al Arca eran animales terrestres y aves, los
insectos respiran por la piel y los animales marinos estaban en su hábitat natural.
— Tomen en cuenta, muchachos, que los Dinosaurios también respiraban por
las narices, a pesar de su gran tamaño de algunos, tenían narices pequeñas, lo que
nos habla del posible tamaño de sus pulmones—complementó Strogoff así que
Noé debió llevar dinosaurios en el Arca. Aunque no todos los animales en el Arca
debieron ser adultos, pues Noé pudo llevar muchos huevos de dinosaurios y demás
animales, dinosaurios y otros animales bebés o cachorros por cuestión práctica.
—Entonces ¿Por qué no seguimos conviviendo con dinosaurios si Noé los
salvó?—cuestionó Gideon elocuentemente.
— Al salir del Arca, Dinosaurios o dragones y muchas otras especies animales se
encontraron con que el clima, el oxígeno y la presión atmosférica eran diferentes a
las que ellos estaban acostumbrados, todo eso agregado a que el campo magnético
de la Tierra era menos fuerte y por lo tanto los animales más grandes tuvieron
muchos problemas para subsistir—respondió Kekeyi.
—Por eso, muchas especies de dinosaurios y otros animales terrestres y aves se
extinguieron. No había suficientes para reproducirse, y si a eso agregamos la mano
del hombre que cazaba dinosaurios para comer, porque los consideraban una
amenaza, o con propósitos medicinales, entonces comenzaron las extinciones de
muchas especies...—dijo Strogoff para luego leer la cita bíblica que habla de la
muerte animal y humana durante el Diluvio.
—“Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó
sobre le tierra. Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la
superficie de las aguas. Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había
debajo de todos los cielos, fueron cubiertos. Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves
como de ganado y bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre” Génesis
7:17—19 y 21—Leyó en voz alta Strogoff.
—Tanto hombres, como animales terrestres, y aves murieron repentinamente—
tomó de nuevo la palabra Kekeyi—Los Mamuts encontrados en Beresouka, Siberia y en
Alaska muestran que esos animales tuvieron una muerte súbita y la carne que
comían en ese momento, se mantuvo fresca a pesar de quedar congelados. Tal
como la carne congelada que compramos en el supermercado, hoy en día.
—En el caso del mamut de Beresouka, los investigadores analizaron, en primer
lugar, fragmentos de comida extraída de los dientes que no presentaba ningún grado
de descomposición, por lo tanto, el mamut murió tan repentinamente que ni
siquiera tuvo tiempo de tragar lo que estaba masticando. Debido a que su sangre
estaba tan conservada que parecía sangre fresca y su carne del lomo izquierdo estaba
tan fresca como carne congelada. El contenido de su estómago era equivalente a
10.8 kilos de plantas.
— ¿Plantas?
—Sí, Das. Plantas. Y lo más curioso es que plantas que no crecen en Siberia, hoy
en día. Lo que llevó a los científicos a intuir que Siberia gozó de un clima cálido o
tropical mucho tiempo atrás. Por eso, crecía vegetación en sus suelos—dijo
Strogoff—y en el caso de algunos Mamuts de Alaska, luego de analizar el interior de
su estómago, los investigadores descubrieron que la hierba a medio mascar que
lograron sacar, estaba tan fresca como si hubiera sido arrancada en ese instante. El
Dr. Jack Wolf en la Revista “Geological Survey” declaró que Alaska también tuvo
clima tropical basándose en los hallazgos de palmeras, manglares y árboles.
—Otro hecho que comprueba que antes del diluvio no había polos congelados,
es que en la Isla de Maloi se han encontrado huesos fosilizados de Mamuts. Siendo que por el
simple hecho de ser una Isla, Maloi goza de tener un clima tropical—argumentó
Kekeyi—Y en el caso del suelo de Alaska, también se han encontrado huesos de animales
no muy comunes hoy en día en Alaska, como son lobos, osos, zorros, tigres, jaguares, elefantes, caballos,
camellos, antílopes, caribúes, alces, árboles petrificados y los ya mencionados, Mamuts.
—Muchos de esos animales habitan en climas cálidos y tropicales, hoy en día—
dijo Gideon, un tanto sorprendido.
—La Tierra tenía a nivel global esas dos clases de clima antes del diluvio,
Gideon—comenzó a explicar Strogoff—Luego que las cataratas de los cielos y las
fuentes del grande abismo cayeran sobre la tierra, animales y seres humanos
huyeron tratando de ponerse en un lugar seguro. Pero sabemos bien que ninguno
logró sobrevivir. Y los que lo hicieron fueron congelados debido al repentino y
radical cambio climático y a la fuerte corriente de agua que cayó sobre ellos y la
cantidad enorme de agua que estuvo cubriendo la tierra durante cuarenta días y
cuarenta noches. Los polos y muchos lugares en las montañas alrededor del mundo
fueron el lugar propicio para que el agua pudiera pasar de un estado líquido a sólido
sin problemas pues toda el agua que inundó la Tierra se erosionó en 20 minutos
dejando como consecuencia el petróleo y el carbón. El mismo Monte Ararat, donde
descendió el arca, que hoy tiene nieve en sus alturas, ha mostrado fracturas
concoideas de lava que sólo pudieron haberse formado por extrusión a gran
profundidad bajo el agua.
—Otra comprobación que nos muestra que lo dice la Biblia es cierto, pues en
Génesis 7:19-20 nos dice: “Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que
había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos. Quince codos más alto subieron las aguas, después que
fueron cubiertos los montes”—dijo Kekeyi.
Gideon, Sam y Das se miraban sorprendidos e incrédulos.
—¿Sucede algo, muchachos?—preguntó Kekeyi.
—Es sólo que... la evidencia siempre ha estado ahí—dijo Gideon—La Biblia
siempre ha dicho la verdad.
—Y créeme que la seguirá diciendo—interrumpió Strogoff—Sólo que muchas
personas en el mundo no aceptan la veracidad de La Biblia y por eso cuando
encuentran la verdad, la ocultan.
Kekeyi proyectó en la pared la imagen del Dr. Bob Helton mientras comenzaba a
hablar.
— ¿Quién es ese sujeto?—Preguntó Das.
—Es el Dr. Bob Helton, experto en la Historia, Descubrimientos e incluso pérdida
de la evidencia de la existencia del Arca de Noé—Respondió Kekeyi para luego
proyectar la primera fotografía en blanco y negro del primer descubrimiento del arca
de Noé—El Dr. Helton nos dice que un día del verano de 1916, un piloto ruso del
destacamento de aviación caucásico 3-D voló sobre el Monte Ararat encontrando
algo que creía que era un submarino a poco más de 4 mil metros de altura del
Monte. El piloto regresó a su base y reportó su descubrimiento para luego volver
junto con su superior y ambos volvieron a presenciar el descubrimiento, el cual llegó
hasta el Zar Nicolás de Rusia. El Zar ordenó una expedición científica en busca del
Arca de Noé.
Strogoff proyectó imágenes del Arca de Noé en el Monte Ararat mientras
Kekeyi seguía contando la historia.
—Un equipo de 150 ingenieros del ejército y especialistas del decimocuarto
batallón escalaron el Monte Ararat en dos equipos. Uno de ellos, integrado por 50
hombres no pudo pasar hasta el Arca debido a un pantano infestado de víboras
venenosas y enjambres de insectos. Sólo podían conformarse con verla. Pero el otro
equipo que era integrado por 100 hombres, llegó al arca, tomaron fotos y medidas
diciendo que medía más de 150 metros de longitud y que toda la parte trasera del
arca estaba metida en el hielo de la montaña.
Strogoff proyectó imágenes del interior del Arca asombrando a Gideon, Sam y
Das mientras Kekeyi terminaba el relato.
—Al entrar al Arca, encontraron cuartos con jaulas desde el piso hasta el techo.
Incluso, algunas jaulas eran tan enormes que parecían ser el espacio para un
dinosaurio adulto. Lo que también fue un descubrimiento asombroso que comprueba
lo que dice la Biblia fue que todos descubrieron que el Arca tenía una sustancia oscura
parecida al barniz por dentro y por fuera. La Biblia, en Génesis 6:14 nos dice que el
Arca sería calafateada por dentro y por fuera con brea.
—Pero ¿Por qué esa información sólo muy pocos la saben?—Cuestionó
Gideon.
—Porque todos los documentos que comprobaban que científicamente existía
el Arca de Noé fueron dados a uno de los soldados miembro del equipo, quien
volvió a Rusia para reportar los resultados de la expedición al Zar—Strogoff
proyectaba imágenes de la Revolución Rusa y Leon Trotsky en la pared mientras el
mismo Strogoff continuaba respondiendo la pregunta de Gideon—Al llegar a
Moscú, la Revolución estaba en su máximo apogeo. Los Bolcheviques, o mejor dicho,
los comunistas tenían el control. Su líder, Leon Trotsky capturó al soldado mensajero, le
quitó todos los documentos, lo silenció y lo fusiló. Años más tarde en Rusia se
formó el Concilio Mundial de Iglesias, asociación que infiltra a sus agentes (comunistas) en
Seminarios Cristianos de todo el mundo para que los ministros y peor aún, los
jóvenes cristianos nieguen la Biblia y con mayor razón la historia del Arca de Noé.
—Gracias a DIOS—dijo Kekeyi un tanto aliviada al mismo tiempo que en la
pared se miraban fotografías del hallazgo de Fernando Navarra en 1955—Fernando
Navarra realizó su tercer viaje al Monte Ararat en 1955 llevando a su hijo de 11 años
con él. Mientras buscaban en el Monte, el niño encontró una enorme masa oscura
en el hielo con la forma de un barco. Ambos escavaron y Navarra descendió con
una soga y usando una piqueta escavó el hielo y desprendió un pedazo de madera
trabajado a mano que según muchos análisis tiene 4000 años de antigüedad.
—La Biblia nunca ha carecido de comprobación científica, como muchos lo
han dado a entender—dijo Strogoff—La ciencia comprueba lo que dice la Biblia. Sólo hay
que echar un vistazo a nuestra historia y veremos que todos los sucesos que se
narran en la Biblia son verdad. Incluso aquellos que parecen fantásticos para la gente
común. Por ejemplo, muchos no creen que Josué detuvo el sol cuando conquistó
Jericó. Pero Herodoto, el padre de la historia, escribió sobre un suceso que los
sacerdotes egipcios le habían contado, sobre una vez en que el sol había nacido dos
veces. Y en el México Prehispánico, en el año considerado de los siete conejos, hay
registros de un día extremadamente largo. Y si revisas la evidencia histórica, verás
que coincide con la conquista del Pueblo de Israel hacia los pueblos de Canaán. Y
otra historia que muchos consideran fantástica como la de Jonás. Que incluso un
cuento de hadas se atrevió a satirizarla. Hay comprobaciones actuales que muestran
que un pez puede tragar a un ser humano completamente sin que éste sufra algún
daño.
Kekeyi proyectó la noticia en la pared y la leyó en voz alta:
—En Febrero de 1891, los tripulantes del navío ballenero “Star of the East” fueron
emboscados por un cachalote, el cual tragó a uno de los dos tripulantes que cayeron al
agua. James Bartley era su nombre. El barco logró atrapar al cetáceo luego de muchas
horas de persecución y lucha. Y después de extraer la grasa del animal, lo cual les
llevó todo un día, los tripulantes encontraron dentro del estómago del cetáceo a
James Bartley en estado de inconsciencia. Luego de llevarlo a otro barco y de algunos
cuidados médicos, Bartley recobró el sentido y vivió para contarlo.
—Esa es la prueba viviente que la historia de Jonás en verdad pasó—tomó la
palabra Strogoff, una vez más—En cambio, los libros de historia dan por hecho esa idea,
un tanto descabellada para mi punto de vista, de que muchos gases convivían en
paz y armonía hasta que una explosión arrojó lo que hoy conforma el Universo, y
luego de eso, al que apodan el Tercer Planeta, después de miles de millones de años
pudo dar vida a seres que dominaron el mundo por muchos años. Hasta que un
mono se decidió a bajar de los árboles junto con su tribu y, por millones de años los
monos vivieron en cavernas recogiendo frutas y raíces, cazando animales, pescando
a mano limpia y adaptando implementos rudimentarios hasta que con el pasar de
los años, el pelo se les cayó, lograron enderezarse, pudieron hablar y luego... henos
aquí.
—La pregunta aquí es ¿Qué atractivo tuvieron o siguen teniendo la Teoría del Big
Bang y la Evolución del Mono en Hombre para ser consideradas como verdad?—
cuestionó Das.
—Simple—habló Kekeyi—Las teorías evolutivas se olvidan de DIOS. Así el
hombre puede ser su propio creador. Y por lo tanto, el Hombre cree que al
olvidarse de DIOS, ÉL se olvidará de todos los juicios que vienen mencionados en
la Biblia y por lo tanto, el Hombre, quien sólo se mueve dentro de un egocentrismo
negativo, alimentado por las falaces concupiscencias de las distintas culturas que
tientan y rebajan, puede sentir que durará para siempre junto con éste mundo.
Aunque para eso, tenga que extinguir la mitad o más de los recursos del Planeta.
—Si realmente fuéramos resultado de la evolución—intervino de nuevo
Strogoff—El hombre cuidaría del mono, ya que eso significaría darle continuidad a
la especie humana por muchos billones de años más, pero sucede todo lo contrario.
Los monos son uno de los principales receptores de los ataques del hombre, y por
eso, no tardarán en estar en peligro de extinción y en extinguirse.
Strogoff respiró profundo, observó a Das, Sam y Gideon, los cuales estaban un
tanto melancólicos y habló:
— ¿Tienen alguna pregunta, muchachos? Nuestro tiempo está por terminar.
— ¿Qué hay de los monos, hombres mono y hombres que presentan en la línea
evolutiva?—preguntó Sam.
—Esos dibujos, que están hechos a la idea de alguien con mucha imaginación y
malicia—hablaba de nuevo Kekeyi riendo burlonamente y proyectando la línea
evolutiva del mono en hombre en la pared—son el resultado de supuestos huesos
“encontrados” en distintas partes del mundo. Todos ellos son una mentira. El
Descubrimiento del Antropólogo Richard Leakey, quien encontrara en Turkana, Kenia restos de
tibia y fémur junto con tres cráneos, hizo obsoleta la tabla evolutiva cuando encontró fósiles
que ubicaban al ser humano 3 millones de años antes de lo que ésta línea evolutiva
dice que apareció, pues El Australopitecus nunca existió si el ser humano ya estaba ahí
un millón de años antes que ellos.
—El Hombre de Pekín, cuyos huesos están perdidos actualmente, estuvo bien
resguardado por sus descubridores chinos, pero dos científicos franceses obtuvieron
permiso para estudiarlos, determinaron que eran huesos de animales, calaveras aplastadas
que encontraron en una cueva junto con herramientas humanas para ser exactos. Sólo que los
descubridores olvidaron que algunas culturas orientales comen cerebros de mono en el interior de las
cuevas como ritual. Luego del análisis, los huesos desaparecieron misteriosamente
durante la Segunda Guerra Mundial.
—El Homo Erectus tiene los huesos formados con base al cráneo de un gibón y
un fémur humano. Incluso, el Museo de Leiden y el Museo Americano de historia Natural
lo han quitado de sus exhibiciones debido a que se comprobó que su descubridor el
Dr. Dubois ocultó dos esqueletos humanos, que ocupó para formar el supuesto
fósil, bajo su cama.
— En el caso del Hombre de Heidelberg, se descubrió que fue formado con base a
una quijada que se considera una mandíbula humana. Y en el caso del Hombre de
Nebraska, los datos arrojaron que se formó con base en un diente de un cerdo
extinto. Pero eso no es todo, también le construyeron una hembra para que
simulara ser su pareja, lo cual representa una falta de ética a la paleontología que considera
a un fósil como bueno a aquel que tenga un esqueleto o cráneo completo o parcial y su material esté
preservado al menos en un 50%. Si no, es considerado un fósil pobre, categoría que les aseguro
dicho Hombre-Mono ni siquiera alcanza. Misma situación por la que pasó el
Hombre de Piltdown cuyos restos fósiles estaban integrados por: un cráneo parcial, un diente
suelto y una mandíbula con dientes. Fue “descubierto” en 1912 y permaneció 45 años en los
libros de texto hasta que la verdad fue dicha; sólo era una calavera humana adherida a una
mandíbula de mono que habían sido pulidos y puestos en químicos de tal manera que pudieran
embonar.
—Refiriéndonos al Hombre de Neanderthal, tenemos que en el año de 1958, en el
Congreso Internacional de Zoología, el Dr. A.J.E. Cave dijo que los análisis realizados a este
famoso esqueleto hallado en Alemania hace más de 50 años, dieron como resultado
que sólo era el cadáver de un hombre anciano que sufría artritis.
—Y finalmente, Lucy, conocido como el eslabón perdido, y que muchos
simuladores han arrojado que era parecido a un orangután, no era nada más que un
chimpancé que medía 91 centímetros, ah y su esqueleto sólo tenía el 40% de los huesos—Kekeyi río
burlonamente por unos momentos mientras Strogoff proyectaba imágenes de fetos
humanos comparados con fetos de otros animales dibujados por Earnst Haeckel.
— Para cerrar con broche de oro, muchos evolucionistas, apoyados por los
dibujos hechos por Earnst Haeckel en 1869, aseguran que los fetos humanos aún tienen
aberturas de agallas, lo que comprueba que evolucionamos de los peces hace millones de años. Pero en
1874 descubrieron que esos son pliegues de piel en el embrión, no agallas, pues después se
desarrollan como huesos en el oído y glándulas en la garganta—Strogoff cambió la imagen por
una que muestra cómo son los fetos humanos y animales realmente—Además que
los dibujos de Haeckel fueron maliciosamente retocados por él mismo para que todos los embriones de
los animales expuestos por éste tuvieran un parecido entre sí, cosa que también se refutó ya.
Hoy sabemos que los fetos de las diversas clases de vertebrados presentas notables diferencias entre
sí—Strogoff cambió la imagen por una que mostraba el cóccix y el apéndice
mientras terminaba de dar su explicación—En cuanto a los órganos vestigiales como el
cóccix y el apéndice, que según muchos, comprueban que hemos evolucionado de
otros animales con cola. Vemos que el cóccix cuenta con nueva músculos adheridos, los cuales
nos ayudan al momento de caminar y sentarnos y el apéndice funciona como receptor y protector de
agentes patógenos que llegan al estómago y los intestinos, su función es más notable cuando somos bebés
o cuando estamos en la tercera edad. Y en los animales la situación no es diferente, la
presencia de diminutos vestigios de esqueleto en la pelvis y huesos en las extremidades inferiores
englobados en la pared del cuerpo de las serpientes no significan que éstas hayan evolucionado de un
animal con extremidades inferiores, ya que dichas garras en la parte externa y a cada lado de la cloaca
desempeñan un papel importante al momento del coito en las serpientes. Caso similar a las ballenas
que presentan huesos en la pelvis, cuya función tiene que ver con el coito también, y folículos pilosos (pelos)
alrededor de la nariz que son nada más y nada menos que cerdas sensoriales muy útiles para esos
animales.
En ese momento, Ricard entró al cuarto con una charola con comida en las
manos. Miró a Strogoff y Kekeyi y sonrió.
—Su tiempo del día de hoy ha terminado, Cristianos. Es hora que los jóvenes
coman algo y descansen. Mañana será un día muy largo para todos—Ricard dejó
caer la charola con comida frente al catre de Gideon. Luego, Kekeyi comenzó a
apagar las pequeñas pantallas que proyectaron imágenes en la pared, mientras
Strogoff observaba la charola con comida y miraba molesto a Ricard.
—Espere, tía—dijo Gideon— ¿Podría dejarnos alguna de esas cositas?
— ¿Qué te pasa? La verdad ha sido dicha y expuesta—dijo Das molesto— Te
conozco y sé que toda la noche estarás proyectando esas imágenes en la pared y no
nos dejarás dormir.
—Cuando terminemos de cenar dejaré de proyectar imágenes, ¿Te parece, Das?
Das asintió, Kekeyi dejó su pantalla en manos de Gideon. Luego, Strogoff y
Kekeyi caminaron hacia la puerta del cuarto mientras Ricard observaba que
ninguno de los tres muchachos había tocado la comida.
— ¿No piensan comer hoy?—preguntó Ricard burlonamente.
—Nos gusta tener privacidad a la hora de comer—dijo Sam.
—Como quieran—dijo Ricard, para luego esperar a que Kekeyi y Strogoff
salieran, Ricard salió y cerró la puerta.
Gideon comenzó a proyectar de nuevo las imágenes de la pantalla de Kekeyi en
la pared, proyectó cada vez más rápido las imágenes en la pared viendo que en el
espacio entre cada foto había una letra o un par de letras del alfabeto, Gideon pasó
todas las imágenes lo más rápido que podía mientras Sam se acercaba a la charola
con comida oliéndola toda, desde los sándwiches de jamón, queso amarillo,
mayonesa, jitomate y lechuga, hasta los platos con rebanadas de pastel de limón,
chocolate y el favorito de Das, el volteado de piña. Sam miró a Das y Gideon,
quienes trataban de formar palabras con las letras que estaban entre las imágenes.
—Oigan, no sé Ustedes, pero yo ya tengo mucha hambre—dijo Sam.
—Si crees que no es veneno, entonces éntrale y cuando veamos que no mueres,
nosotros también comeremos.
Sam volvió a oler toda la comida descubriendo que los tres vasos de leche que
tenía la charola, olían a pintura fresca. Sam tomó toda la charola y luego la arrojó
contra la puerta del cuarto embarrándose toda la comida y la leche en la puerta.
—¡Tráguese su propio veneno, Ricard! ¡Nosotros somos más inteligentes que
los jesuitas, nosotros somos cristianos! ¡¿Me oyó?! ¡Cristianos!!—gritaba Sam.
—¡Sam! Deja de gritarle a la puerta y ayúdanos a armar este rompecabezas de
letras—dijo Gideon, luego, Sam se acercó y vio a Das y Gideon armando la
primera frase que decía: “NOSOTROS A CAMBIO...”
—¿Creen que mi tía y Strogoff nos hayan dejado un mensaje oculto?
—Claro. De hecho, es raro que un jesuita le permita a un cristiano transmitir sus
descubrimientos. Los jesuitas quieren que la Historia siga contándose como se cuenta
en las escuelas—dijo Das.
—Lo más probable es que Strogoff y Tía Kekeyi hayan hecho un trato con
Ricard. Así que ayúdanos por favor, Sam.
—Está bien—Sam se sentó en el catre y comenzó a tratar de formar palabras
con las letras—Ese sándwich tan rico que se veía y tan envenenado que debió haber
estado.
La ayuda de Sam favoreció a que Gideon y Das formaran la primera frase:
“NOSOTROS A CAMBIO DE USTEDES...”, sin embargo, ahora completar la
segunda frase los llevaría a planear cómo impedir que ese trato se llevara a cabo,
luego de que Strogoff y Kekeyi les compartieran los descubrimientos acerca de los
errores de la Ciencia para probar origen del Hombre en el Planeta Tierra al día
siguiente. Pues nadie quería hablar de lo que habían escuchado. Todos estaban
incrédulos hacia la verdad sobre La Teoría de la Evolución. Y lo mejor estaba por venir,
ya que Gideon, Sam y Das se darían cuenta que todo lo que les enseñaron en la
Iglesia era verdad. Sólo había que llegar el fondo de esa verdad. Lo cual sería algo
doloroso para el resto de la población mundial. Y más para aquellos que como
Charles Darwin y Alfred Russel Wallace quisieron explicar la naturaleza sin un
diseñador...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

16

“Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas


sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia”.
1 Timoteo 6:20

El rayo del sol entraba por una pequeña ventana en la parte superior izquierda
del cuarto donde estaban Gideon, Sam y Das. Los tres habían dormido apenas un
par de horas, no habían comido nada y estaban cansados y sudados debido al fuerte
calor que había en el interior de ese cuarto. Pues Calgary es una de las Ciudades más
soleadas de Alberta Canadá, además de tener una temperatura diurna promedio de
30 grados centígrados.
Sin embargo, algo más importante mantenía preocupados a los jóvenes Cristianos,
y eso tenía que ver con el trato que Strogoff y Kekeyi hicieron con Ricard. Los tres
estaban tristes y, a pesar de sus esfuerzos, ninguno había podido elaborar un plan lo
suficientemente bueno para que ese trato no se llevara a cabo y todos salieran sanos
y salvos.
La puerta del cuarto se abrió, un poco de aire fresco entró al cuarto e
inmediatamente los tres jóvenes Cristianos se pusieron de pie y disfrutaron de la
caricia de esa pequeña brisa de frescor.
Strogoff y Kekeyi entraron al cuarto, Strogoff traía un maletín en las manos, el
cual puso sobre el catre, Ricard entró sintiendo el fuerte calor que emitía ese
pequeño cuarto.
—¡Qué calor se siente aquí dentro!—dijo Ricard— ¿Qué tanto estuvieron
haciendo aquí anoche, cristianos?
—Eso no es de su incumbencia, jesuita—respondió Sam.
131
—Como quieran. De todos modos, este es su último día juntos—Ricard sonrío
maliciosamente, mientras Strogoff, Kekeyi, Sam, Das y Gideon lo miraron muy
molestos. Incluso, Das cerró su puño tan fuerte que los dedos le tronaron. Pero,
Gideon detuvo a Das de hacer algo estúpido en esos momentos. Luego, Ricard
salió y cerró la puerta.
Kekeyi abrió el maletín y sacó una Biblia y luego la puso sobre el catre, después,
Kekeyi sacó la Micro SD y la conectó a su pantalla para después comenzar a
proyectar muchas imágenes en la pared. Strogoff miró a los tres jóvenes cristianos y
sintió el cansancio físico y emocional que los tres tenían en ese momento.
—Les prometo que en unas horas estarán en condiciones mucho mejores,
muchachos—fueron las palabras de Strogoff.
—Sí, estaremos muertos y nos iremos al Cielo—dijo Das sarcásticamente.
—Sea como sea, nosotros habremos ganado—argumentó Strogoff,
sorprendiendo a Gideon, Sam y Das—Respecto a todo lo que hablamos ayer, de
La Teoría de la Evolución del Mono en Hombre ¿Alguien tiene alguna pregunta?
Los tres cristianos callaron, Strogoff tomó la Biblia y la hojeó frente a Gideon,
Sam y Das.
—Cuando mi padre se puso como meta comprobar que la Biblia dice la verdad
o de no ser así, él renunciaba como misionero y se volvería científico, su sorpresa fue
que este bendito libro, el cual merece todo el respeto del mundo entero, ya que es
único en su elaboración, y ha sobrevivido a lo largo de los años, a pesar de las críticas
y las modificaciones y, debo decirlo de las malas traducciones, dice la verdad. Sólo
hay que saberla estudiar y ver que las evidencias que anuncian que las teorías
evolutivas y muchas teorías sobre la creación del mundo están equivocadas. No en
balde la Biblia ha sido odiada a través de los siglos y ha sido destruida como ningún
otro libro. Probablemente se han quemado más copias de la Biblia que de todos los
demás libros juntos.
—¿Qué más nos enseñará la Biblia hoy respecto al tema de la creación, Dr.
Strogoff?—preguntó Gideon.
—Primeramente, quiero hacerles una pregunta a los tres. Una pregunta estúpida
que los científicos que la hacen, sienten que se vuelven inteligentes cuando la hacen.
Esa pregunta es ¿Quién creó a DIOS?—Strogoff miró fijamente a Sam, Das y
Gideon— ¿Alguno de Ustedes puede responderme esa pregunta en este
momento?
Sam y Das miraron a Gideon seleccionándolo para responder la pregunta. Éste
sintió las miradas de su hermano y primo y luego se dio cuenta que Kekeyi y
Strogoff lo miraran fijamente también. No tuvo más remedio que tragar saliva de
una manera un tanto, dolorosa.
—Bien, Gideon Ventimiglia—habló Kekeyi—Tu hermano y primo creen que
tú puedes responder esa pregunta. ¿Quién creó a DIOS para ti, hijo?
—Nadie.
—¿Por qué?
—¿Por qué DIOS es el único ser en el Universo que siempre ha existido?
—Bien contestado, Gideon—dijo Strogoff—y la Biblia lo menciona en Isaías
43:10, que dice—Strogoff buscó el pasaje de la Biblia y cuando lo encontró lo leyó
en voz alta: “Vosotros sois mis testigos, dice JEHOVÁ, y mi siervo que yo escogí, para que me
conozcáis y creáis, y entendáis que YO MISMO SOY; antes de MÍ no fue formado dios, ni lo será
después de MÍ”
—DIOS es el único ser en todo este Universo, y los otros Universos que
muchos argumentan que existen, que siempre ha existido y siempre existirá—
fueron las palabras de Kekeyi—Otra porción de la Biblia que habla sobre la eternidad
de DIOS y su hijo JESUCRISTO está en Juan 1:1-5 y dice así: “En el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.Este era en el principio con Dios.Todas las
cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la
vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra
ella” Si quieren una respuesta a ¿Cuál es la fuerza que une al átomo? He aquí la
respuesta correcta.
—Muchos han olvidado que la Biblia tiene un principio de interpretación
llamado Recurrencia que nos dice que cuando dos cosas nos hablan de lo mismo en la
primera sólo se cita el evento y en la segunda mención se profundiza en detalles. Por
ejemplo la creación del Hombre —comentó Strogoff—Les mostraré—Strogoff
leyó Génesis 1: 26—28: “Entonces dijo DIOS: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la
Tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la Tierra. Y creó DIOS al hombre a su imagen, a
imagen de DIOS lo creó, varón y hembra los creó. Y los bendijo DIOS, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos: llenad la Tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra”
—Suena como si DIOS hubiera creado a otros hombres antes que a Adán.
—Así es, Gideon—dijo Strogoff— pero también muchas personas consideran
que al decir DIOS “hagamos” está llamando a otros semejantes a ÉL, ¿Acaso había
otros dioses junto a DIOS en ese momento?
—No. Está hablando con JESUCRISTO, el VERBO que siempre ha existido
también y con el ESPÍRITU SANTO de DIOS—respondió Sam.
—Correcto, Samuel—dijo Kekeyi—Era la DIVINA TRINIDAD la que
hablaba en ese momento. Además, la segunda mención que profundiza en detalles
sobre la creación del Hombre y la Mujer está en Génesis 2:7-8 y Génesis 2:21 y 22
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue
el hombre un ser viviente. Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre
que había formado. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste
dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del
hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre”
—Una comprobación científica acerca de que el ser humano fue creado por
DIOS del polvo de la tierra la dieron Alfen-Slater y Aftergood en “Nutrition for Today”
(Nutrición para hoy) donde aseguran que los elementos sodio, cloro, calcio, fósforo,
potasio, sulfuro, yodo, cobre, hierro, cobalto, manganeso, flúor, zinc, molibdeno,
cromo, selenio y silicio se encuentran presentes por igual tanto en el cuerpo
humano como en la tierra seca que pisamos—cerró el comentario Strogoff.
—La Biblia es muy clara el hablar de una creación en sólo unos días; tal y como
los conocemos hoy. Pues además de seguir el Principio de interpretación literal o Regla de
oro de interpretación Bíblica que nos dice que “DIOS dice lo que quiere decir y quiere decir lo que
dice”. Por lo tanto, si leemos que “acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día
séptimo de toda la obra que hizo” entonces debemos creer que la creación sólo se llevó
seis días ordinarios como lo comentamos ayer. Y DIOS no sólo creó todo lo que existe, sino
también, DIOS controla y sostiene la creación y continúa concediendo vida a todos los seres vivientes.
—Pero… además del libro de Lyell con la columna geológica también hay otro
método que según los científicos demuestra la edad de las rocas y los fósiles y por
ende la edad de la Tierra. ¿Qué hay de cierto en eso?
—En el caso de las edades de la Tierra todo tiene que ver con un error en el
método, no en la evidencia, Das—aseguró Kekeyi para luego proyectar en la pared
imágenes de caracoles vivos, el volcán de Santa Elena, rocas lunares y fotografías del
gran cañón—pruebas como el carbono 14, potasio-argón, uranio-plomo entre otros tienen
bastantes errores. Por ejemplo, cuando aplicaron la prueba del carbono 14 a conchas
de caracoles vivos los resultados mostraron que esos caracoles tenían 27.000 años de
edad. El problema es que un caracol vive como máximo 3 años.
—También, cuando usaron el método de potasio-argón para calcular la edad de
lava del Volcán de Santa Elena los resultados iban desde los 340.000 hasta los 3.
000.000 de años—dijo Strogoff.
— Y ¿Cuándo hizo erupción ese volcán?—preguntó Sam.
—En 1980.
— ¡Ah! Interesante dato—dijo Das mostrándose sarcástico.
—Y otro dato aún más interesante—intervino Kekeyi mostrando números que
nos hablan de la edad de la Tierra—es el error de calcular la edad de la Tierra usando
como método el movimiento de los continentes. Pues para que la erosión, causada
por lluvias y ríos arrastre todo lo que existe sobre el nivel del mar sólo tardaría 14
millones de años y no 5 mil millones de años como aseguran los geólogos
evolucionistas. Pues usando sus propios métodos dividimos los 383 mil billones de
toneladas de masa que tienen los 30.4 millones de millas cúbicas de corteza
continental sobre el nivel del mar sobre los 27.5 millones de toneladas que es el total
de sedimento que fluye al océano cada año y tenemos sólo 14 millones.
—Aunque este dato también sería erróneo al considerar que los arrecifes de
corales más antiguos, los desiertos más extensos y el árbol más antiguo vivo sólo
tienen algunos miles de años de edad—complementó Strogoff mientras proyectaba
imágenes en la pared sobre el calendario judío.
—Ya para cerrar este tema, quiero decirles que Israel, el pueblo de DIOS, los
judíos, tienen un calendario diferente al nuestro que dicen que lleva la cuenta exacta
desde Adán hasta nuestros días (año 2019 en que se hizo una revisión de este libro).
El Calendario Judío nos dice que la Tierra sólo tiene 5768 años de existencia.
—Nuestro Planeta no es tan viejo como pensamos—comentó Gideon.
—Pues el Universo tampoco lo es, Gid—agregó Kekeyi—Un ejemplo de ello
lo tenemos en los cometas, que duran 10.000 años cuando mucho, por lo tanto, el Universo
no tiene billones de años. Así mismo, la Ley del cuadrado inverso nos dice que: la Luna,
nuestro satélite natural, se está acercando 3 pulgadas por año a la Tierra, y si ésta tuviera billones
de años de antigüedad ya la Luna hubiese dejado de existir junto con la Tierra luego de
una colisión.
—Hace 6.000 años DIOS creó el Universo y la Tierra y hace 4.000 años hubo un Diluvio
Universal. Existen 270 historias de civilizaciones antiguas, además de la Hebrea, que lo
comprueban—tocó el turno de hablar a Strogoff—El Poema del Gilgamesh, El Prisma
de Weld, La Epopeya de Atrahasis, La Tabilla de Nippur, La Tabilla de Nínive, El Fragmento
Hilprecht, La lista real El enuma ilu awilum, La Leyenda de Nu-u en Hawaii, el Cuento
Hihking en China, Una tabla mesopotámica que relata el Diluvio, y la Historia de la Familia
Coxcox de los Toltecas en México son un ejemplo de esas historias. Todas hablan de una
inundación mundial que sucedió 1716 años después de la creación. Según los tiempos que marca la
Biblia el Diluvio Universal sucedió 1656 años después de la creación. No hay mucha
discrepancia entre la historia Bíblica y las historias que se contaron mucho después
en todo el mundo.
—El problema a lo largo de estos casi 6 mil años de creación ha sido un grupo
que goza de mucho poder político y religioso que nació desde hace casi 4 mil
años...—La puerta del cuarto se abrió, Richard entró y les hizo una seña a Strogoff y
Kekeyi que indicada que el tiempo se había terminado, luego, Richard cerró la
puerta.
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

17
“…Soy bastante consciente de que mis especulaciones van más allá de los límites de
la verdadera ciencia…Es un simple harapo de una hipótesis con tantos defectos y
agujeros como partes buenas”.
Charles Darwin a Asa Gray, citado por Adrián Desmond y James Moore,
Darwin (New York: W.W. Norton and Company, 1991) pp. 456,475.

Sin hacer ningún aspaviento Kekeyi guardó la Biblia en el maletín, desconectó su


pantalla y guardó la Micro SD en el mismo maletín. Das se acercó a su madre, la cual
tenía una expresión de melancolía y nostalgia. Das la sujetó del brazo haciéndola
voltear.
—¿Puedo ayudarte?
—Por favor, hijo—Kekeyi apretó fuerte la mano de Das y luego ambos
continuaron guardando las pantallas en el maletín. Strogoff por su parte, caminó
hacia Gideon y Sam, quienes estaban sorprendidos y nostálgicos, después de todo
lo que oyeron y sabiendo lo que estaba a punto de pasar.
—Gideon, ¿Dónde pusiste la Micro SD que le extrajeron a Aleksie?
—Está en el bolsillo de la chamarra de Nancy.
Strogoff se entristeció al oír la noticia, pero sujetó a Gideon de los hombros, los
miró a los ojos y habló con voz clara y sin titubear.
—Recupérala en cuanto tengas oportunidad.
—Sí, señor.
—¿Qué contiene esa famosa Micro SD? Y ¿Por qué Aleksie la transportaba en
su estómago?—cuestionó Sam, Strogoff lo miró sin soltar a Gideon y habló:

138
—Esa Micro SD tiene un HB (Hexabite, equivalente a mil millones de tera bites)
de capacidad. Contiene la toda la Biblioteca Secreta en versión digital. Todo el
conocimiento que les hemos transmitido, está contenido ahí de manera mejor
explicada y con mejores mapas e ilustraciones que las que nosotros les mostramos.
Era el proyecto que íbamos a presentar a las secretarías de educación de algunos
países. En caso de aceptarlo como un plan de estudio en las escuelas, el esfuerzo de
todos los científicos cristianos que han ido y venido, habría valido la pena. Aleksie logró
conseguir una cubierta plástica para proteger e ingerir la Micro SD. Luego se inyectó
clorhidrato de ranitidina cada 4 horas para evitar que el ácido clorhídrico de sus jugos
gástricos dañara el drive. Sólo así, la información de la Biblioteca Secreta podría viajar
segura a cualquier parte del mundo sin causar sospechas…
—No se preocupe, Dr. Strogoff. Tendré esa Micro SD conmigo más rápido de
lo que cree—afirmó Gideon, muy seguro de sí mismo.
Kekeyi y Das terminaron de cerrar el maletín, Kekeyi le dio el maletín a Das y éste se
lo colgó al hombro.
—¿Qué hicieron durante la noche con la pantalla que les presté?—preguntó
Kekeyi a su hijo.
—Admiramos las imágenes de la verdad—respondió Das, quien miró una
lágrima en la mejilla derecha de su madre. Das tocó la lágrima antes que cayera por la
mejilla, la mantuvo en la yema de su dedo, y luego la besó.
—No llores, Mami. Gid, Sam y yo tenemos un plan.
—Kekeyi sonrío preocupada y acarició el rostro de su hijo, tal vez por última
vez…
18

“…Suponer que el ojo con todo su artefacto inimitable para ajustar el foco a las
diferentes distancias, para admitir distintas cantidades de luz y corregir la aberración
esférica y cromática, se haya podido formar por selección natural parece, confieso
abiertamente, un absurdo en su máxima expresión”.
Charles Darwin, El Origen de las Especies, John Murray, Londres, 1859 (1)
Edición más nueva.

La puerta del cuarto se abrió de nuevo, Strogoff, Kekeyi, Sam, Das y Gideon
miraron hacia la puerta viendo a Ricard con el sobre bolsa en la mano.
—Vaya que hace calor aquí dentro—dijo Ricard—Lo curioso es que primero
llegaron tres personas. Estos dos días hubo cinco, y ahora, sólo habrá dos personas
que vivirán aquí por el resto de sus días.
Gideon adoptó una postura rígida sin dejar de mirar a Ricard, quien se acercó a Sam
y le dio el sobre bolsa. Luego, Ricard miró maliciosamente a Strogoff.
—¿Ya les dijiste cuál fue nuestro trato, Dunois?
Sam, Gideon y Das se miraron y parpadearon dos veces. Era otra señal de los Leones
Negros, que indicaba que todos están listos para ejecutar su plan…
Luego que Gideon, Sam y Das leyeran la frase “NOSOTROS A CAMBIO
DE USTEDES…” entre las imágenes, los tres se sorprendieron e inmediatamente
revisaron el espacio entre el resto de las imágenes que les faltaban y comenzaron a
unir las letras y pares de letras hasta formar el mensaje completo que decía así:
“NOSOTROS A CAMBIO DE USTEDES, LOS DEJARÁN IR SI
DESCIFRAN LAS PÁGINAS DEL SOBRE” “HUYAN EN CUANTO
TENGAN OPORTUNIDAD”
La lectura del mensaje puso pensativos y preocupados a Sam, Das y Gideon.
Los tres no tenían ni idea de cómo descifrar el mensaje oculto en esas páginas del
sobre. Y también, sabían que no descifrarían nada por arte de magia al momento de
tener el sobre en sus manos.
—Gid, ¿Tienes alguna idea?—preguntó Sam—Dime que tienes una idea, por
favor.
—No. Pero podemos fingir que desciframos el sobre y…
— ¿Crees que nos creerán?—interrumpió Das—No te ofendas, Gideon, pero
nunca has sabido mentir y no creo que sea correcto hacerlo.
—Es eso, o todos morimos y los jesuitas ganan.
Das y Sam se miraron preocupados, sabían que no tenían más opciones. Su
siguiente jugada de los tres era un todo o nada.
—Si vamos a fingir, debemos estar de acuerdo en cómo y de qué forma lo
haremos, hermanito. Yo sugiero que palpemos el papel, lo acariciemos y luego
deslicemos el pulgar y el anular por toda la página. Luego, diremos que la Biblioteca
Secreta está en… en…
—…En México—intervino Das—Está dentro del museo donde está la
colección de figuras de barro con formas de dinosaurios.
—Me parece una excelente idea—dijo Gideon.
—A mí también—comentó Sam—Eres un genio Das.
—Gracias. Soy muy inteligente a pesar de ser tan guapo.
Por ahora, el plan parecía lo más viable. Sin embargo, Gideon sentía que alguien
los vigilaba todo el tiempo. Pero desgraciadamente para él, no podía dedicarse a
buscar la cámara oculta, porque eso significaría despertar sospechas en Ricard y
provocar que éste terminara con el acuerdo…
Gideon, Sam y Das salieron del cuarto siendo vigilados por Ricard, el cual les
apuntaba con su arma a los tres jóvenes cristianos. Luego de salir, Gideon, Sam y Das
vieron a Nancy, quien estaba atada de manos, con la ropa ensangrentada y
desgarrada y con los ojos vendados, sentada en el pasillo muy cerca de ellos.
—¡Nancy!—Gideon corrió hacia Nancy, ya que creyó que sus ojos habían sido
extraídos.
— ¡No, Gid, espera!—gritó Sam, pero Gideon llegó hasta Nancy y le quitó la
venda de los ojos. Nancy abrió los ojos y miró a Gideon. Sonrío, lloró y abrazó
fuertemente a Gideon. Los ojos azules de Nancy estaban rodeados por un color
rojo intenso, que denotaba golpes y mucho llanto. Desafortunadamente, Nancy no
era la única en ese pasillo. Gideon sintió que el cañón de una pistola se colocaba
detrás de su cabeza, al mismo tiempo que escuchaba que el cartucho hacía el sonido
que demuestra que el arma puede ser disparada.
—¿Te duele verla así, Gideon?—preguntó Floren D´Annunzio. Gideon volteó
y miró a D´Annunzio apuntarle con su arma—Hola “Gid”—dijo sarcásticamente
D´Annunzio— ¿Por qué no te evitas el sufrimiento y nos dices que la Biblioteca
Secreta está en México? Anda, dinos que la Biblioteca está dentro del museo donde
se encuentra la colección de figuras de barro con formas de dinosaurios.
Das y Sam se miraron sorprendidos. El plan había sido descubierto, pero
Gideon miró fijamente los ojos de D´Annunzio y habló lo que en ese momento era
necesario hablar.
—A mí también me da mucho gusto volver a verte, “Zack”.
—¿Zack?—preguntó Das— ¿Qué no se llama Florent D´Annunzio?
—Ese era el nombre de la perra de su madre. Él se llama Zachary Bartimeus—
las palabras de Gideon molestaron tanto a D´Annunzio, que éste colocó su arma en
el pecho de Gideon.
—¿Qué pasa, Zack? ¿Te incomoda recordar que tu madre era una perra? Ó Tal
vez... Ya sé. Te incomoda recordar que tu madre, quien era sirvienta del Dr.
Strogoff, le contó el secreto de la Casa Patrocinadora de la CRS a tu Padre, y éste, dejó
morir a tu mamita y por eso lo asesinaste.
D´Annunzio no pudo evitar recordar que Zachary Bartimeus fue encarcelado
por robo a casa habitación, luego de un año en prisión, fue informado que su madre
estaba en fase terminal de cáncer y que la única solución, era decirle el secreto de la
Casa Patrocinadora a Gilbert Bartimeus, quien para ese entonces, gozaba de fama y
fortuna.
Tristemente para Zack, las palabras de Gideon fueron ciertas, Zack fue atacado
brutalmente por su compañero de celda en la prisión siendo dado por muerto por
las autoridades policíacas. Poco después, Zack despertó en el Hospital viendo a su
padre, el cuál le dio la terrible noticia de que su madre había fallecido dos días antes.
El Recuerdo del fallecimiento de su madre llenó de rabia a D´Annunzio, el cuál
golpeó con su arma a Gideon en la cara, éste cayó al piso y D´Annunzio le tiró una
patada, pero Gideon logró detenerle la pierna, para luego darle un puñetazo en la
espinilla provocando que D´Annunzio cayera al piso gritando como cerdo al
matadero, tirando su arma, la cual se deslizó por todo el pasillo hasta llegar a los pies
de Sam, quién rápidamente se agachó, tomo el arma y disparó hacia Ricard en una
pierna, el cual, al ver caer a D´Annunzio, ya le apuntaba al corazón de Gideon.
Luego de disparar, Sam y Das cerraron los ojos. Ambos escucharon dos
disparos que impactaron cuerpos humanos. Ambos abrieron los ojos viendo que
Gideon tenía manchas de sangre en el pecho de su playera.
—¿Gid?—preguntó temerosamente Das, para luego ver que Gideon se
desplomaba hacia atrás sobre el piso del pasillo…
19
—¡Gideon!—gritó fuertemente Sam, e inmediatamente, Ricard cayó al piso, luego
que su disparo le impactara en la rodilla y se la destrozara.
Sam y Das corrieron hacia Gideon, quién seguía tendido en el piso. Ambos lo
abrazaron sintiendo que no tenía ni un solo impacto de bala en el cuerpo.
—Qué extraño. No encuentro el agujero por donde entró la bala—dijo Das
muy sorprendido.
Gideon abrió los ojos y la boca para luego tomar una enorme bocanada de aire,
la cual le hacía mucha falta en ese momento. Poco después, tosió y comenzó a
hablar:
—Mi vida pasó frente a mis ojos detrás del viaje de esa bala.
— ¡¿Qué rayos te pasa, Gideon Ventimiglia?!—Gritó Nancy— ¡Me asustaste!
¡Te creí muerto!
—Nosotros también—agregó Sam—Te desplomaste de repente y… tienes
sangre en tu playera, Gid. Mira—Sam le mostró su playera con sangre a Gideon,
éste miró su playera, pensó un poco y luego miró a Zachary Bartimeus/ Florent
D´Annunzio tirado en el piso con un impacto de bala en el hombro izquierdo.
—Ahí está el disparo de Ricard—Gideon señaló a Zachary, quien estaba
consciente, pero no se movía debido a los fuertes dolores que aquejaban su pierna y
hombro. Todos guardaron silencio por algunos segundos, los cuales fueron
interrumpidos por los gritos y golpeteos a la puerta del cuarto, donde estuvieron
antes los tres jóvenes cristianos, por parte de Strogoff y Kekeyi.
Gideon, Sam, Das y Nancy miraron hacia la puerta del cuarto viendo a Strogoff
y Kekeyi golpear la puerta extremadamente desesperados.
— ¡Mi madre!—dijo Das, para luego correr junto con Sam hacia la puerta del
cuarto. Sam le quitó las llaves del cuarto a Ricard, mientras Gideon cortaba las
cuerdas con las que Nancy estaba atada. Una vez desatada, Nancy abrazó
fuertemente a Gideon y luego lo besó. Sam, Das, Strogoff y Kekeyi llegaron
corriendo.
—¡¿Qué rayos pasó aquí, Gideon?!—Preguntó exigentemente Strogoff—
¡Pudiste haber muerto!
—Sí, lo sé. Pero DIOS no quiso que muriera. Aún no. Ahora, ¿Qué les parece si
salimos de aquí?
—¿No creen que haya miles de jesuitas cuidando este lugar?—dijo Das.
—Tal vez—respondió Gideon, para luego acercarse a Zachary y mirarlo de
manera inquisitiva—Si tú eres Jefe aquí debes conocer todas las salidas. Así que te
preguntaré ¿Cómo salimos de aquí sin ser vistos?
Zachary no respondió nada, lo cual molestó a Gideon, quién preguntó de nuevo.
— ¿Cómo salimos de aquí sin ser vistos, Zachary? Dinos o te aseguro que tus
dolores aumentarán en gran manera.
—N… Nu… nunca saldrán de aquí. Y no podrás evitar que otros jesuitas
destruyan la Biblioteca Secreta.
Gideon puso su pie sobre la espinilla lastimada de Zachary haciéndolo gritar tan
fuerte, que los demás tuvieron que taparse los oídos.
—Sé que éste es el mayor dolor que podrías tener, Zack. Ya que no puedo
pisarte las pelotas, porque sólo tienes una. No dejaste de presumirlo a todas las
chicas de la Escuela. Sé que usaste el nombre de tu madre; Florencia D´Annunzio,
quién fuera sirvienta de Allison Carlson Taleneikov, y quién además, descubrió
ilícitamente los secretos de la CRS y se los dio a tu estúpido padre, Gilbert
Bartimeus. No sé porqué lo hizo, ya que Gilbert dejó a Florencia, por ser una
ramera y darle un hijo sin un testículo…
—¡Basta! ¡Basta! ¡Deja de hablar!—gritó Zachary—Te diré cómo salir a salvo de
aquí, si tú prometes perdonarme la vida.
—Te perdonaré la vida cuando estemos fuera de aquí.
—¿Cómo sabemos que está diciendo la verdad?—preguntó Nancy—No
podemos confiar en él.
—Claro que sí—argumentó Gideon para luego sujetar del cuello a Zachary y
levantarlo de un jalón—Zack nos llevará directamente a la salida. ¿Verdad, Zack?
Zachary asintió y luego señaló con la mirada el lado contrario del pasillo.
—Vengan. Es por allá
Todos caminaron por el rumbo establecido por Zachary, pero Gideon miró a
Das y Sam levantando una ceja en dirección a Nancy. Otra señal de los Leones Negros
que indicaba que Nancy debía ser vigilada…
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

20
La puerta de una cabaña en el Puerto de Calgary, Canadá, se abrió. Gideon, Sam,
Das, Kekeyi, Strogoff y Nancy salieron e impresionados vieron todo el Puerto, así
como los barcos que adornaban el paisaje vespertino. Todos sabían que necesitarían
tomar un barco para volver a un lugar seguro.
—Toma Nancy. Detén esto por mí un momento—Gideon le dio el arma que
le había quitado a Zachary, para posteriormente, regresar a la cabaña y verlo, Zack se
sostenía, con un solo brazo, del barandal de las escaleras que llevaban al sótano,
donde Ricard tuvo prisioneros a los tres jóvenes cristianos.
—Hoy me sorprendiste, Gideon—dijo Zachary—nunca creí que te enfrentaras
a mí de esa forma.
—Para ser sincero, nunca te tuve miedo, Zachary. Ni siquiera cuando eras el
ladrón y abusador del quinto grado.
—Aún así, están muy lejos de casa. Tengo un bote aquí mismo en el Puerto.
Puede llevarlos a donde quieran y...
—No quiero darte la más mínima oportunidad de seguirnos. Así que me
encargaré que estés lo suficientemente entretenido como para olvidarte de nosotros.
Zachary río burlonamente.
— ¿Y Cómo harás eso? ¿Eh? ¿Cómo me mantendrás entretenido?
Gideon se acercó a Zachary y lo pateó en el pecho fuertemente, Zachary cayó de
espaldas y rodó por todas las escaleras hasta llegar al primer descanso. Miró molestó
hacia la puerta viendo que Gideon ya se había ido. Zachary olvidó el fuerte dolor y
gritó una promesa para su enemigo:
— ¡Pronto te encontraré, Gideon! ¡Y cuando eso pase, sólo uno de los dos saldrá
con vida! ¡Te lo prometo! ¡Te lo prometo!

147
Gideon y Sam caminaban por el muelle en busca de una lancha o bote que
estuviera a la venta o renta, para poder tomarlo y así huir. Detrás de ellos venían
caminando Nancy, quien ayudaba a Strogoff y detrás de ellos venían Das y Kekeyi.
Sam y Das cargaban con el maletín que contenía las pantallas y Micro SD de las
evidencias que reafirmaban los descubrimientos de la CRS.
Todos habían recorrido más de la mitad del muelle sin poder encontrar algún
vehículo que los alejara de Zachary Bartimeus.
—¿Cómo supiste todo eso?—preguntó Sam a Gideon— ¿Cómo sabías que
D´Annunzio es Zachary Bartimeus? Y no sólo eso, sino también su historia y que
Zachary es... bueno sólo tiene uno… o algo así.
—El testículo no descendido o alteración biológica de Zack lo descubrí en
quinto grado. Jugando fútbol le di un balonazo en las pelotas del lado izquierdo y no
mostró ni rastro de dolor.
—Tal vez traía puesta una concha.
—¿Y también la traía puesta todos los días, las 24 horas? Zachary recibió más de
cincuenta golpes en el área genital durante todo el quinto grado, y nunca se quejó. Al
menos de todos aquellos golpes que fueron recibidos del lado izquierdo. También,
muchas compañeros afirmaban que Zachary les mostraba sus genitales a los cuales
les hacía falta algo—Gideon miró hacia atrás viendo que Strogoff, Nancy, Das y
Kekeyi caminaban muy retrasados respecto a ellos— ¡No se atrasen! ¡Debemos
permanecer juntos como equipo!
—¡Ya vamos!—contestó Das.
Gideon volteó a ver a Sam y siguió hablando con él.
—Y en cuanto a que D´Annunzio es Zachary, recordé que ya había escuchado
en mi infancia el nombre de James Moore. Pero según mis recuerdos ese nombre
lo tenía una mujer. Una anciana cuyo nieto era compañero mío de escuela en quinto
grado.
—¿Era la Abuela de Zachary?
—Así es. Jamie Moore, madre de Gilbert Bartimeus. Y nuestro Padre lo
descubrió poco antes de morir.
Sam pensó un momento y luego le encontró sentido a las palabras de Gideon.
—Claro. Por eso le dijo “Nunca tendrás en tu poder la evidencia. Te ganamos
Bartimeus” y creo que papá tenía razón. Realmente ganamos, Gid. La Biblioteca
está segura, tenemos las claves para su ubicación y...
Ambos escucharon un disparo. Ambos voltearon y vieron que Strogoff caía al
piso con un disparo en el estómago. Mientras que Nancy tenía en sus manos el
arma que Gideon le había dado a sostener.
Gideon y Sam corrieron hacia Nancy, pero Das corrió más rápido y sujetó a
Nancy por detrás, ambos forcejearon y Nancy disparó varias veces al aire, hasta que
la misma Nancy le dio un fuerte codazo a Das en la nariz rompiéndosela. Das cayó
al piso y Nancy le apuntó a la cabeza a Das para dispararle, pero Kekeyi llegó
corriendo, así que Nancy le disparó a Kekeyi en el hombro, donde había sido herida
previamente por Angie. Kekeyi cayó herida junto a Das. Gideon y Sam llegaron
corriendo, pero Nancy le puso la pistola en el pecho a Gideon deteniéndolo.
—Anda. Dispara ya. Haz lo que tengas que hacer, maldita traidora.
—Esto debe terminar ya, Gid. Y lo sabes. Estoy cansada de huir, esconderme y
de no poder estar con el hombre que amo, que eres tú, Gideon.
—Es curioso. Das dijo que yo nunca he amado a ninguna mujer. Y eso te
incluye a ti, maldita zorra mentirosa—Las palabras de Gideon irritaron tanto a
Nancy que ésta jaló del gatillo sin pensarlo. Pero, en un acto insólito, el arma no
disparó. Nancy jaló del gatillo de nuevo y luego lo hizo una vez más. Pero el arma
nunca disparó.
—Te di las balas contadas—dijo Gideon, para inmediatamente sujetar las
manos de Nancy y forcejear con ésta. Pero, a excepción de Das, Gideon siempre
permaneció frente a Nancy, lo cual le ayudó para recargar todo su peso sobre ella y
que ambos fueran a dar rápidamente a la orilla del muelle.
Al llegar a la orilla, Gideon dejó de recargarse sobre Nancy, para sujetarla del
cuello y mirar esos traicioneros ojos azules.
—Salúdame a Zachary cuando lo veas—Gideon empujó a Nancy, quien cayó
de espaldas hacia el mar. Observó la caída de “su amiga”, así como la entrada de ésta
a lo profundo del océano.
—¡Gideon! ¡Gideon, ven acá!—gritó Sam.
Gideon volteó viendo a Das y Kekeyi heridos, pero ambos y Sam estaban con el
Dr. Strogoff, el cual sangraba mucho y agonizaba. Gideon corrió hacia ellos
mientras algunos curiosos se acercaban, y otros llamaban al número de emergencias.
Gideon llegó con Strogoff, el cuál sonrió al verlo.
—¿Recuperaste...la...la...Micro SD?—preguntó con mucho esfuerzo Strogoff a
Gideon.
—Para ser sincero con todos, Nancy nunca tuvo la Micro SD de Aleksie. Yo la
cambié por otra, antes que saliéramos de la cabaña—Gideon se quitó su mocasín y
sacó la Micro SD protegida por otra cubierta metálica.
—La Biblioteca Secreta está a salvo—comentó Sam.
—¿Gideon?
—¿Sí, Dr. Strogoff?
—Mi... Aleks... Aleks... mi Aleksie... está viva—Strogoff hablaba cada vez con
mayor esfuerzo—Cuídala... mucho—Strogoff tomó la mano de Gideon y la apretó
con toda la fuerza que le quedaba—Cuídala—Strogoff cerró los ojos y murió. Das,
Kekeyi, Sam y Gideon no pudieron evitar el llanto respecto a la muerte de ese
antropólogo, arqueólogo e investigador nivel 3, altamente reconocido en la
provincia de Alberta, Canadá, y quién, a pesar de haber provocado la muerte de
muchos cristianos, al final había buscado el bienestar de tres jóvenes.
La ambulancia llegó, y con ella el sentimiento de incertidumbre respecto al
futuro. Un futuro que iba más allá de darle una declaración falsa a la policía sobre
quienes habían asesinado a Strogoff. Este futuro tenía que ver con los jesuitas que
aún seguían persiguiéndolos, más uno de sus líderes y Nancy. A quienes Gideon no
daba por muertos todavía.
La única y última esperanza recaía en tres páginas sin nada aparentemente escrito
sobre ellas. Tres páginas que no querían decir el secreto que tan celosamente
guardaban. Tres páginas que requerían del movimiento o la acción correcta para
decir dónde está la Biblioteca y no sólo eso, esas páginas ocultaban los sistemas de
seguridad que protegen la Biblioteca, así como un sistema de auto destrucción, en
caso de ser necesario...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

21
“¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la
violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia?
Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo
cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia
al justo, por eso sale torcida la justicia”
Habacuc 1:2-4

Si el hecho de sepultar a un familiar, amigo o simplemente, un gran conocido, es


un hecho que llena de tristeza cada poro del cuerpo, el que llueva a cántaros en el
momento del entierro, lo hace todavía más triste.
Y si a eso agregas que debes proteger la evidencia que respalda la verdad escrita
hace miles de años, y no puedes dar el primer paso, entonces actúas como Das,
Sam, Gideon y Kekeyi, quienes no dejaron de llorar durante el sepelio del Dr.
Dunois Strogoff. Esas lágrimas podían expresar la tristeza, la impotencia y la
desesperación que todos sentían, ya que sabían muy en el fondo que en caso de
fallar, compartirían lugar en el cementerio junto al Dr. Strogoff.
Aún así, Gideon creyó ver a Aleksie escondida cerca de ellos durante el sepelio,
así como Kekeyi sintió la mirada de alguien más. Alguien a quién ella había perdido
hace tiempo, pero ella nunca creyó muerto.
Una limusina negra, enviada por los Leones Negros hacia su hermano Das, llegó a
las afueras del panteón. Todos entraron al vehículo; Kekeyi, quién tenía el hombro
completamente enyesado y tenía dificultad para moverse, Das, quién tenía la nariz
muy lastimada; Sam, el cual ya no sabía qué parte de su cuerpo estaba sana, y
Gideon, del que mejor ni mencionar nada.
152
La limusina arrancó y llevó a buena velocidad a los únicos asistentes al sepelio de
Strogoff a un Condominio cercano al centro de la Ciudad.
Gideon no dejaba de mostrar una preocupación inmensa con su mirada, la cual
trataba de esconder de alguno de sus familiares, pero era imposible. Sam quería
animar a su hermano, pero no sabía exactamente qué decirle o qué no decirle para
que Gideon se sintiera mucho menos peor.
—¿Sabes Gid, creo que la próxima vez que tengamos novia nos aseguraremos
primero de que no esté loca como Angie o sea una maldita traidora como Nancy?
Gracias a DIOS ambas están muertas ya.
Gideon miró decepcionado a su hermano.
—¿Qué? No me digas que en verdad estabas enamorado de Nancy. Porque te
aseguro que…
—Nancy no está muerta—La respuesta de Gideon dejó fríos a todos en el
interior de la limusina.
—Creo que escuché mal, Gid. ¿Acaso dijiste que Nancy no está muerta? Mira,
una cosa es la realidad y otra muy diferente es lo que nosotros quisiéramos que fuera
esa realidad…
—Cuando íbamos en Secundaria nos llevaron de campamento a la llanura
Saskatchewan. Asentamos nuestras casas de campaña cerca de los lagos y en la noche,
unos tipos de otro grupo nos ataron a Nancy y a mí de manos y pies y nos llevaron
hacia el lago, yo logré zafarme y corrí por ayuda. Cuando volví al lago, ya con los
Profesores, vimos a los chicos golpeados a las orillas del lago y Nancy ya estaba de
vuelta en su tienda. Lo que más me sorprendió es que Nancy estaba
completamente empapada.
—¿Eso quiere decir que sí la arrojaron al lago?—preguntó Das intrigado.
—Sí, sólo que Nan logró nadar, a pesar de estar atada, hasta la superficie, luego,
aún atada, golpeó a los tipos y volvió a su tienda donde por fin pudo romper las
cuerdas que la apresaban.
—¿Cómo sabes eso, hermano?
—Ella me lo contó todo. Me dijo que su padre la había enseñado a nadar
perfectamente desde que tenía 4 años. Pero ahora que sé que Nancy pertenece a los
jesuitas creo que su entrenamiento fue extraordinario. La enseñaron a sobrevivir a
pesar de la adversidad. Caer desde un muelle no la detendrá. Al menos no como
nosotros quisiéramos.
—¿Eso significa que Nancy sigue persiguiéndonos?—cuestionó Sam
demasiado preocupado, luego, Gideon asintió y todos se recargaron en el asiento en
señal de frustración y de temor, pues la que creyeron amiga resultó ser su enemiga y
no sólo eso, esa enemiga era difícil de destruir y muy pronto los encontraría.
Al llegar al departamento en el condominio, todos vieron una enorme fogata en
la terraza del departamento.
—¡Esto va de mal en peor! ¡Nos encontraron!—gritó angustiado Sam.
—No, Sam—respondió Das—Esa fogata significa que no hay peligro en este
condominio y en más de 10 kilómetros a la redonda—Das sacó la llave y abrió la
puerta de un departamento amueblado lujosamente—Pasen.
—Entonces ¿Nadie podrá encontrarnos aquí?—preguntó preocupado Sam.
—No. Mientras esa fogata esté encendida, los Leones Negros nos estarán
cuidando, y, si por alguna razón, la fogata llega a apagarse, los Leones llegarán para
ayudarnos—Das veía mucho cansancio en el rostro de su madre.
—Creí que los Leones Negros sólo residían en las comunidades suburbanas en
Calgary.
—De hecho, residen en todo Canadá. Ellos buscan la expansión por todo el
continente. Por eso comencé a predicarles el Plan de Salvación. Me gustaría que esos
muchachos recibieran a CRISTO y cambiaran sus vidas para bien—Das miró a
Kekeyi y le acarició el rostro— ¿Quieres comer algo o prefieres descansar?
—Quiero dormir, Das. Y todos Ustedes deberían hacer lo mismo.
—Tiene razón, tía. Ya mañana con más calma, fuerzas e inteligencia
descifraremos el contenido del sobre—Gideon colocó el sobre bolsa sobre la mesa.
—Gideon, ¿Puedo hablar contigo un segundo?
—Claro, Sam ¿Qué pasa?
—¿Podemos hablar en la terraza?
—No veo porque no—Gideon y Sam salieron a la terraza, Gideon tomó el
sobre de la mesa, pues ya no confiaba ni en su propia sombra. Das por su parte,
ayudaba a su madre a llegar hasta uno de los cuartos del departamento.
Al salir a la terraza, Gideon cerró completamente el cancel, pues creyó que Sam y
él hablarían en un tono de voz más fuerte al que la mayoría de la gente está
acostumbrada.
Gideon caminó hacia Sam, quien miraba nostálgico la fogata.
—¿Cuál es el inconveniente, Sam?
Sam miró nostálgico a Gideon, tragó saliva y luego habló:
—Ya no quiero seguir con todo esto.
Gideon quiso hablar, pero Sam lo interrumpió.
—Y quiero que tú, Das y la tía Kekeyi detengan ese absurdo plan de descifrar el
contenido de esas tres páginas. En pocas palabras, quiero que nos rindamos y
esperemos a que los jesuitas nos encuentren y así acabar de una vez por todas con
todo esto.
Gideon no sabía qué decir. Estaba anonadado por la petición de Sam.
—Sam. Sam, Sam, mira a tu alrededor. Nunca habíamos tenido tanta ventaja
como en este momento...
—¡¿Ventaja?! ¡Mira a tu alrededor, Gideon! ¡Mira a la tía Kekeyi! ¡Sólo DIOS
sabe si volverá a mover el brazo! ¡Mira a Das! ¡Tiene fracturada la nariz! ¡Mírate tú
mismo, Gid, estás todo golpeado! ¡Destruyeron tu auto! ¡El único que has tenido en
toda tu vida y el que compraste con tanto trabajo y sacrificio! ¡Mira tu rostro! ¡Mira el
mío! ¡No hemos comido bien, ni tampoco hemos dormido bien! ¡Sólo DIOS sabe
qué le están haciendo ahora mismo a nuestra casa! ¡El único patrimonio que
nuestros padres nos dejaron! ¡Ya no quiero más problemas! ¡Nos han apuntado con
armas de fuego en más de una ocasión y otras más nuestras vidas han estado en
peligro! ¿Crees que es justo, Gideon?
—¿Y tú crees justo que la verdad sea disfrazada o considerada como un cuento
de hadas, cuando el cuento de hadas lo inventaron las mismas personas que nos
persiguen?
—No, pero... ya no quiero sufrir más.
—Sam, esto es una prueba. Pronto pasará...
—¿Y qué tal si no es una prueba, sino un castigo de DIOS? ÉL no necesita de
gente como nosotros. Tal vez gente como tú sí, ¿Pero...Das? ¿Tú crees que
realmente sea un pandillero arrepentido? ¿Y qué dices de mí? Soy más pecador que
tú y que Das juntos. Forniqué con una chica que sólo buscaba tener mi cuerpo para
luego destruirlo y casi lo logra.
—Sam, yo también estoy muy lejos de la perfección… He dicho más
maldiciones en los últimos días que en toda mi vida. No sabes cómo me arrepiento
de todo lo que les dije a Nancy y a Zack. Sean quiénes sean y cómo sean no me da
ningún derecho a burlarme de ellos y menos de la forma en que lo hice. Utilicé las
mentiras en más de una ocasión para obtener la victoria y mira lo que logré. Pedí la
ayuda de una pandilla que siempre cuestioné, pero nunca cuestioné sus métodos
con los que nos ayudaron. Muchas personas inocentes resultaron heridas y algunas
murieron por culpa mía, Sam.
Gideon calló sintiéndose decepcionado de él mismo, miró hacia la fogata mientras
Sam lloraba y respiraba profundo para hablar de nuevo.
—Siempre creí que nuestra familia estaba destinada a cosas grandiosas. Pero
cuando Strogoff dijo sobre la muerte de nuestros padres, y que todos los cristianos
que los rodeaban han sido perseguidos, creí que tal vez nosotros... nosotros...
—Ya no sigas, Sam—Gideon le dio el sobre a Sam chocándoselo contra el
pecho— ¿Quieres rendirte? Respeto y apoyo tu decisión. Pero tú mismo destruirás
el sobre en esa fogata. Página por página. Y cuando vengan los jesuitas para tomar
nuestras vidas, no quiero que te quejes, ni grites como colegiala aterrada. ¿Me oíste?
Sam asintió, Gideon dio media vuelta y caminó hacia el departamento. Esta vez
no cerró completamente el cancel luego de entrar.
Sam, por su parte, abrió el sobre, sacó la primera página en blanco y la acercó al
fuego mirando hacia el cielo mientras las lágrimas le escurrían por las mejillas.
—Perdóname por rendirme, SEÑOR. Pero sé que tienes a las personas
indicadas para hacer éste trabajo—Sam colocó la parte baja de la primera página en
blanco sobre la llama del fuego. Lo curioso es que luego de breves segundos, la parte
baja de la página no se consumía por el fuego, al contrario, sólo cambiaba su
tonalidad de blanco a negro. Sam puso el centro de la página sobre la llama viendo
que toda la página se volvía negra, pero no se consumía—Con razón DIOS me
rechazó, ni siquiera puedo quemar una simple...—Sam vio impresionado que la
página comenzaba a mostrar números, coordenadas, nombres e incluso figuras. De
pronto, vino a la mente de Sam el recuerdo de cuando su tío Lucius hacía
ilusionismo cambiando una taza negra a una taza blanca con sólo colocarle un
líquido caliente en su interior. También, Sam recordó las palabras que su tía Kekeyi
dijo en esos momentos:
—El Secreto está en la taza. En su interior, de hecho.
—El secreto está... ¡Está en la página! ¡Está en la página! ¡Sí! ¡El secreto está en la
página!—Sam volteó hacia el interior del departamento viendo a Gideon y Das
comer algo en la cocina— ¡Gideon! ¡Dasarata! ¡Vengan rápido!
Luego de unos segundos, Das gritó algo:
—¡Estamos cenando, Sam! ¡Ven ya, y arroja eso al fuego! ¡Es simple!
—¡No arrojaré nada al fuego! ¡Vengan! ¡Estoy descubriendo el mensa...!
¡Ahhhhhhhhhhhh!—la llama creció tanto que quemó la mano de Sam, y éste soltó
la página, la cual cayó en medio de la fogata...
22
“Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo
débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que
nadie se jacte en su presencia”
1 Corintios 1:27-29

Luego que Gideon entrara al departamento, después de discutir con Sam, vio a
Das sentado en la cocina comiendo una rebanada de volteado de piña en la mesa.
Gideon se sentó junto a Das, quien al ver a su primo, se levantó, cortó otro pedazo
del volteado de piña y la puso en un plato, luego, le puso el plato frente a Gideon,
además de darle un tenedor.
—Toma, Gid. Nuestra última cena—Das y Gideon comieron de su rebanada
de volteado de piña.
—Gracias, Das. Pero tú y tía Kekeyi aún pueden...
—Mi madre ya está muy cansada para huir. Y yo... haría un último esfuerzo por
llegar a esa Biblioteca, pero... van a rendirse. Así que... mejor nos quedamos con
Ustedes. Nosotros también tenemos cola que nos pisen, Gideon. Nadie me obligó
a acompañarte en este arriesgado viaje en busca de la verdad. Yo estoy aquí junto a
Ustedes por mi propia voluntad. Tal vez nuestra lucha espiritual termine esta noche, tal
vez no. Sólo DIOS sabe…
— ¡Gideon! ¡Dasarata! ¡Vengan rápido!—gritó Sam desde la terraza.
— ¿Ahora qué quiere? ¿Tu hermano no sabe quemar tres simples páginas en
blanco?—Das se levantó molesto, vio a Sam desde el cancel que llevaba a la terraza
y gritó:
— ¡Estamos cenando, Sam! ¡Ven ya y arroja eso al fuego! ¡Es simple!
—¡No arrojaré nada al fuego! ¡Vengan! ¡Estoy descubriendo el mensa...!
¡Ahhhhhhhhhhhh!—Sam, soltó la página, luego que la llama creciera y quemara su
mano...
Gideon y Das salieron corriendo a la terraza, Sam se tocaba la mano y se agachaba
debido al dolor y ardor que sentía en esos momentos.
— ¡Sam ¿Qué descubriste?!—dijo Gideon, Sam le dio rápidamente el sobre a
Gideon y luego le señaló el interior de la fogata.
— ¡La primera página cayó ahí!
Gideon se acercó a la fogata viendo la página con números y claves en su
interior, el problema era que la página ya comenzaba a quemarse. Gideon se quitó el
saco que traía desde el sepelio de Strogoff, cubrió su mano con él y luego metió su
mano al fuego y sacó la página, la cual se estaba quemando ya de las orillas. Sacudió
la página en el piso logrando apagar el fuego en las orillas.
— ¡Ay, no! ¡Gid!
—Descuida, Das. Sólo se quemaron las orillas y mi mano está bien.
—Quiero decir que ese saco me costó más de $1.000 dólares americanos. Y tú
ya lo quemaste.
Gideon miró molesto a Das y luego habló:
—Tenías razón, Das. Nuestra lucha espiritual aún no termina. ¿Por qué no
vamos adentro y usamos otro fuego más controlable para leer qué dicen estas
páginas? Supongo que el mensaje fue escrito con tinta de sulfato ferroso.
—Estoy de acuerdo—dijo Sam—mostrándoles a los demás su mano
quemada—Espero que tía Kekeyi tenga una pomada o uno de sus remedios
hindúes...
Kekeyi, Das, Gideon y Sam, ahora con la mano derecha quemada, curada y
vendada, observaban las tres páginas negras con claves escritas en blanco.
—Lucius debió decirles el secreto de la tinta de sulfato ferroso a Carlo y
Shae—dijo Kekeyi—De acuerdo con los números al final de las páginas sin
quemar, la página 1 es la que está quemada.
—No alcanzo a distinguir lo que dice el mensaje—comentó Das mientras
trataba de leer el primer mensaje en la primera página—Parece que dice “ra Bora”
—¿ra Bora? Tal vez sea alguna frase en español, Gideon. ¿Qué significa “ra
bora”?
—Nada. “ra Bora” no significa nada. Al menos que yo sepa.
—Genial, si el mensaje está arruinado por mi culpa, yo seré arrojado al fuego—
dijo Sam.
—Vamos, chicos. Piensen—dijo Kekeyi—Gid, Sam, ¿Qué podría significar “ra
Bora” para sus padres?
Gideon y Sam se miraron pensativos, luego, ambos trataron de ver si la frase era un
anagrama de algo importante. Pero no fue así. Entonces, Gideon tuvo una idea.
—Das ¿En este lugar tienen una computadora con Internet?
—Sí. Creo que vi una laptop en uno de los cuartos. ¿Quieres revisar tu correo?
Dudo que Nancy te haya escrito para decirte que está viva...
—¡Das! Sólo trae la computadora, hijo.
—Está bien—Das se levantó y subió al cuarto donde recordaba haber visto la
laptop...
Das encendió la computadora, luego, se la dio a Gideon, quien entró al Buscador
más famoso de toda la Internet. Gideon tecleó “ra Bora” e inmediatamente
aparecieron miles de referencias con esas dos palabras.
—Más de 8. 660.000 resultados encontrados—dijo Sam—Nunca acabaremos
de revisarlos todos.
—Espera—dijo Gideon—quien observaba la sugerencia que hacía el
buscador—“Quiso decir Bora Bora”
—¿Bora Bora?—preguntó Kekeyi—Se refiere a...
—¡La Isla de Bora! ¡Bora Bora!—gritó Das— ¡La Biblioteca Secreta está en la Isla
de Bora! ¡Sí! ¡Lo descubriste, Gid! ¡Por eso eres mi héroe!—Das besó a Gideon en la
frente, pero Gideon se sacudió de Das y se limpió el beso.
—Espera tú también, primo besucón—Gideon tomó la página 1—el Primer
mensaje dice “Bora Bora Latitud 17° 32´Sur, Longitud 149° 34´ Oeste” ¿La Isla de
Bora tiene esa ubicación geográfica?
—No. Me temo que no—dijo Sam, quien dio clic en la primera referencia sobre
Bora Bora—Bora Bora es una Isla que forma parte de las Islas de la Sociedad de la
Polinesia Francesa y... y... si mis cálculos son correctos, las coordenadas de la página
nos llevan como a 250 kilómetros fuera de la Isla.
—La página muestra otras coordenadas—dijo Gideon viendo la página 1—
Sam, te las mencionaré y tú me dices si nos ubicarían dentro de la Isla de Bora.
—Entendido—respondió Sam.
—16° 25´ Sur, 152° 15´ Oeste –16.417, -152.25
—Nada que ver con Bora Bora—Sam les mostró a todos la imagen satelital de
la Isla de Bora en la computadora—Esas coordenadas pudieran llevarnos a posibles
islas cercanas.
—Tal vez Bora es el punto de referencia—comentó Gideon—Hay que llegar
al centro de la Isla y luego seguir el rastro de otro lugar, donde posiblemente se
encuentre la Biblioteca Secreta.
—La idea de visitar Bora Bora me agrada. Pero ¿Cómo llegaremos?
—¿Disculpa, Das?—dijo Gideon—yo seré el único que viaje a Bora Bora.
—Claro que no—dijo Das molesto.
—Claro que sí. Ustedes deben quedarse aquí para cuidar de tía Kekeyi.
—Yo puedo cuidarme sola.
—Ahí tienes. Además, Bora Bora es una Isla y por si no lo recuerdas, no sabes
nadar, Gideon—dijo Sam.
—Claro que sé nadar. Sólo que nado diferente a los demás.
—Chicos, chicos, cálmense por favor. Descubrieron la primera ubicación,
ahora, tendrán que ser llevados a la Isla de Bora por un jesuita y seguir el camino hasta
la Biblioteca Secreta acompañados por más jesuitas. Sólo así viajarán seguros.
—Eso significa que debemos hacernos pasar por jesuitas—comentó Das.
—No hay problema. Tenemos los collares de Moko y Blackburn—dijo
Gideon.
—Pero somos tres. Y no tenemos contacto ni sabemos quiénes sean los jesuitas
que nos persiguen.
—Eso no es problema—habló Kekeyi—Yo me encargo de eso. Strogoff me
heredó una base de datos con nombres, direcciones y teléfonos de jesuitas en todo el
mundo. Podemos llamar a algunos, y ofrecerles dinero a cambio de guía y
transporte. Pero... para hacerlo más creíble, uno de Ustedes deberá pasar por un
rehén cristiano—Kekeyi miró fijamente el parche que Das tenía en la nariz— ¿Qué
tan peligroso es que te quites el parche, Das?...
A la mañana siguiente, en una calle aledaña a una granja en Calgary, muy cercana
a las montañas rocosas, un jesuita llamado Mauban Negoro, esperaba ansiosamente
parado frente a su avioneta. Una camioneta negra, que viajó casi 80 Km. Hacia el
Oeste de la Ciudad, llegó y se estacionó a un costado de la avioneta.
Gideon y Sam bajaron del vehículo, ambos vestían como Agentes del FBI o
Scotland Yard y portaban los collares con la inscripción I.N.R.I
Luego de bajar, Gideon y Sam sacaron a Das, quien lucía muy golpeado de la
cara, además que tenía las manos bien atadas. Gideon y Sam vieron a Mauban y se
acercaron a él jalando a Das, Mauban miró inmediatamente los collares con la
inscripción I.N.R.I, colgando de los cuellos de Sam y Gideon, luego, sonrío y se
acercó a los muchachos.
—¿Mauban Negoro?—preguntó Gideon.
—Sí. Soy yo. ¿Quiénes son Ustedes?
—Soy Moko Nardac—dijo Gideon y luego estrechó la mano de Mauban.
—Y yo soy Whiteburn Krasftein—dijo Sam, para luego estrechar la mano de
Mauban—El joven es un cristiano que conoce los secretos de la Casa Patrocinadora
de la CRS llamado Dasarata Ayodya.
Mauban se sorprendió al escuchar el nombre, tuvo que mirar a Das dos veces y
luego preguntó confundido a Gideon y Sam:
—¿Quieres decir que él es...?
—Sí. Es el nieto de Gua Kusha. Uno de los altos directivos de la Casa
Patrocinadora—agregó Gideon, sorprendiendo todavía más a Mauban.
—Increíble. Pero... ¿Cómo lograron capturarlo?
—¿No lo ves? Casi lo matamos a golpes para poder traerlo con nosotros.
—Sí. El infeliz quería seducir a una rubia en un bar usando esto—Gideon le
mostró a Mauban las tres páginas con la información sobre la ubicación de la
Biblioteca Secreta, hecho que también lo sorprendió.
—No puede ser. ¿Puedo ver qué dicen esas...?
—Lo único que verás será el camino hacia la Isla de Bora—Gideon ocultó las
páginas entre su ropa mientras Sam sacó una bolsa con dinero y se la dio a Mauban.
—Toma. Son $20.000 Dólares americanos. Y tendrás $20. 000 más cuando
lleguemos.
—Entendido. Suban al rehén a la avioneta. Supongo que él nos llevará hasta
esa Biblioteca.
Gideon y Sam asintieron y llevaron a Das hacia la avioneta, pero, en ese
momento, Mauban tuvo un recuerdo que le causó un ligero conflicto con lo que
sus ojos veían en ese momento.
—Qué extraño. Moko Nardac nunca se casó y Blackburn Krasftein sólo tuvo
hijas mujeres.
Gideon y Sam se sorprendieron al escuchar a Mauban, pero ambos tenían una
buena coartada, la cual tardó cuestión de segundos para ser escuchada.
—Tienes razón—comentó Gideon—Pero lo que no sabes es que tanto
Nardac como Krasftein frecuentaban a una prostituta de las comunidades
suburbanas de Calgary.
—Sí. Era nuestra madre—agregó Sam desconcertando un poco a Gideon.
—¿Su madre?
—Sí. Primero quedó embarazada de Moko y luego de Blackburn. Mi... Mi...
Padre. Me cuesta trabajo decir su nombre, pues como verás, dejó a mi madre.
Nuestra madre.
—Entonces. ¿Ustedes son hermanos?
Gideon y Sam asintieron, ante la mirada incrédula de Das.
—Ya decía yo que veía un parecido entre Ustedes. Suban ya.
Por ahora, todo salía conforme al plan. Mientras Mauban no quisiera hacer
plática durante el camino, el cual sería un poco largo y cansado, todo seguiría
estando bien. Sin embargo, el nuevo plan tenía como consecuencia el pensar en una
forma rápida y discreta de deshacerse de Mauban, una vez que aterrizaran en Bora
Bora...
En el trayecto, Gideon y Sam cuidaban de Das como si realmente éste fuera un
prisionero. Los tres viajaban en la parte trasera del vehículo, mientras que Mauban
piloteaba solo en la cabina. Aún así, Gideon vigilaba sigilosamente a Mauban, pues
estaba seguro que Mauban sospechaba de ellos tres...
Esa misma noche, Kekeyi seguía el rastro de Das, Sam y Gideon a través de la
computadora y gracias a un pequeño dispositivo GPS dentro de una pequeña
cápsula plástica que Kekeyi les dio a tragar a cada uno, antes que éstos se fueran. De
pronto, Kekeyi escuchó ruidos cerca de la terraza. Volteó y observó sorprendida
que la fogata de la terraza estaba apagada, tomó de inmediato un arma con balas de
pintura y caminó hacia la terraza apuntando el arma hacia el frente. Obviamente,
tomó el arma con el brazo izquierdo, el que no estaba acostumbrado a manipular
armas.
De repente, la leña que alimentaba la fogata golpeó el cancel, el cual estaba
cerrado. Kekeyi disparó hacia el frente y el disparo impactó la parte alta del cancel. A
pesar de todo, Kekeyi no pudo oír ni ver a ninguna persona.
Kekeyi abrió la puerta del cancel y salió a la terraza viendo cenizas en el lugar
donde estuviera la fogata. Se acercó a las cenizas viendo huellas de pie de hombre
alrededor de las cenizas. De pronto, la puerta del cancel se cerró súbitamente, volteó
asustada y disparó de nuevo hacia el cancel, esta vez, el disparo impactó el vidrio
estrellándolo y manchándolo de pintura y creando un gran ruido.
Kekeyi respiraba agitadamente y apuntaba su arma, tan bien como podía, hacia el
frente. Después, sintió que alguien estaba parado detrás de ella.
—Baja eso, Kekeyi, antes de que alguien salga herido. Ese no es tu brazo
bueno—dijo la voz masculina, la cual, lejos de atemorizar a Kekeyi, la tranquilizó.
—¿Lucius?—dijo Kekeyi, para luego voltear y ver a su segundo esposo estar
parado frente a ella— ¡Lucius!—Kekeyi besó y abrazó fuertemente a Lucius, quien
no pudo evitar las lágrimas.
—Sólo por esto valió la pena tanto sufrimiento.
—¿Cómo me encontraste?
—Aleksie me trajo
—¿Aleksie?
—Sí—pronunció la propia Aleksie, quien se acercó a Kekeyi saliendo a la
terraza—Aleksie Taleneikov Strogoff. Hija de los fallecidos Allison y Dunois y
nacida en Moscú Rusia, mientras mi padre finalizaba su segundo Doctorado.
—¡Aleksie!—Kekeyi abrazo fuertemente a Aleksie, luego, ésta miró a Kekeyi y
preguntó:
—¿Dónde están Gideon, Samuel y Dasarata?
—Ellos... ellos... ellos...—Kekeyi no podía articular la frase, pues era presa de sus
emociones.
—Cálmate, Kekeyi—dijo Lucius para sujetar a Kekeyi de su hombro sano y
tranquilizarla— ¿Dónde están los muchachos?
—Gideon y Sam descifraron el mensaje de las tres páginas del sobre. Todos
van en camino a la Biblioteca Secreta.
Aleksie y Lucius miraron atónitos a Kekeyi.
—No puede ser. Tenemos que ayudarlos—Aleksie corrió hacia la casa, pero
Kekeyi la sujetó del brazo deteniéndola.
—Espera. ¿Qué sucede?
—Lucius me llevó a la Biblioteca Secreta. Venimos de allá, logramos poner a salvo
parte de la evidencia, pero no toda. Aún falta sacar un cofre con mucho material. El
más importante, pues habla del tema de la creación.
—¡Oh DIOS mío! Los envié a su muerte—dijo Kekeyi desesperada.
—Si ya descifraron el mensaje, podrán pasar la seguridad de la Biblioteca—
argumentó Lucius—pero debemos saber si viajan solos o con un guía. Kekeyi, si los
muchachos viajan acompañados, dinos ¿Quién es su guía?
Kekeyi no respondió nada, ya que el sonido que la computadora estaba
volviendo distraía toda su atención.
—¿De dónde viene ese ruido?—preguntó Lucius.
—Es la computadora que sigue el rastro de los muchachos. Algo malo pasó...
Kekeyi, Aleksie y Lucius entraron corriendo a la casa. Todos vieron que la
computadora marcaba el rastro de Das, Gideon y Sam en una Isla cercana a Bora.
Sin embargo, el rastro parpadeaba mucho emitiendo una luz roja.
—Al parecer, llegaron a una Isla—dijo Aleksie— ¿Creen que sea...?
—Se dirigían a la Isla de Bora—Kekeyi tecleó rápidamente en la computadora
viendo las coordenadas de la ubicación—Están a 17° 32´ Latitud Sur, y 149° 34´
Longitud Oeste.
—Eso es como a 200 kilómetros al Noroeste de Bora. ¿Por qué aterrizarían ahí?
Su destino era la Isla de Bora—dijo Lucius.
—No creo que hayan aterrizado.
—¿A qué te refieres, Kekeyi?
—La avioneta en la que viajaban los muchachos se estrelló en esa Isla...
Las palabras de Kekeyi eran ciertas, pues en la Isla de Tahití, al noroeste de la Isla
de Bora, el cuerpo de Gideon estaba tirado en medio de la playa...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

23
Estaba por amanecer de acuerdo al nuevo horario de las Islas que pertenecen a la
Polinesia Francesa. Y la Isla de Bora es una de ellas. Mientras amanecía, la avioneta
que Mauban Negoro piloteaba se dirigía a buena velocidad hacia su destino.
Gideon, Sam y Das estaban completamente dormidos en la parte trasera de la
avioneta, ya sin los collares falsos en los cuellos de Gid y Samuel. Mauban
aprovechaba el sueño de los muchachos para enviar mensajes de texto a su Jefe,
Zachary Bartimeus, quién ya preparaba la recepción que habrían de tener esos tres
jóvenes cristianos.
Gideon despertó viendo que el sol comenzaba a salir y a iluminar la Isla de Bora.
El lugar recreativo y de veraneo por excelencia de las celebridades de Hollywood.
Gideon miraba sonriente el lugar desde la ventana, pero algo distrajo su atención.
Mauban había tirado su teléfono celular al piso, cosa que intrigó a Gideon...
Mauban se agachó para recoger su teléfono, pero, Gideon apareció de pronto
detrás de Mauban levantando el teléfono y leyendo el mensaje de texto a punto de
ser enviado.
—¿Me pregunto quién te envía tantos mensajes a esta hora? En Calgary, Canadá
ya es de noche.
—¿Qué pasó?—preguntó Sam, quien junto con Das ya había despertado, pero
permanecía en la parte trasera del vehículo.
—¿Que qué pasó? ¡Qué este jesuita va a entregarnos a su Jefe cuando lleguemos!
—¡¿Qué?!—dijeron al unísono Das y Sam. Éste último se puso de pie y se
acercó rápidamente a Gideon.
—¿Vas a entregarnos, Mauban?—preguntó Sam.
—Sólo tienen dos opciones, cristianos. O llevo la avioneta a la Isla de Bora y los
entrego a Zachary cuando lleguemos, o tiro la avioneta ahora mismo—Las palabras

167
de Mauban dejaron pensativos a Gideon y Sam—No tienen muchas opciones,
estamos en medio del océano.
Gideon logró ver por la ventana que sobrevolaban una pequeña Isla, al mismo
tiempo, Mauban aprovechaba la distracción y abría la guantera para sacar una pistola
y luego apuntarle a Gideon.
—¡Cuidado, Gid!—gritó Sam.
Gideon sujetó fuertemente las manos de Mauban, quién soltó los controles y
forcejeó con Gideon disparando varias veces al techo, el piso y los controles de la
avioneta. Gideon le dio un codazo en la nariz a Mauban, éste cayó herido en el
asiento del piloto mientras Gideon y Sam corrían hacia la parte trasera para liberar a
Das. Luego que Mauban dejara los controles, la avioneta comenzó a perder altura.
—¡Desátenme! ¡Desátenme! ¡Vamos a caer! ¡Vamos a caer!—gritó Das, Sam
llegó corriendo y desató a Das con ayuda de su navaja de explorador y luego ambos
corrieron hacia Gideon, quién buscaba desesperado los paracaídas.
—¡No busques más, Gideon!—gritó Mauban mientras la avioneta caía— ¡No
empaqué los paracaídas! ¡Cuando vi su collar y me saludaron como saludarían a
cualquier otra persona, supuse que no eran jesuitas! ¡Nosotros tenemos un saludo
secreto! ¡Soquetes! ¡Ahora todos vamos a morir ad majorem Dei Gloriam!
Gideon se enfureció mucho, así que corrió hacia Mauban, lo sujetó y lo llevó a la
puerta de la avioneta. Abrió la puerta de la avioneta, la cual ya caía cerca de los
árboles de la pequeña Isla. La avioneta se sacudió fuertemente una vez que Gideon
abriera la puerta.
—¡Gid, ¿Qué haces?!—preguntó muy asustado Das, pero Gideon sujetó del
cuello a Mauban y lo puso en la orilla de la puerta.
—¡Si morimos, tú morirás primero y de una peor manera que nosotros!—
Gideon arrojó a Mauban por la puerta, éste salió siendo llevado por la fuerte
corriente de aire y se impactó inmediatamente contra la copa de un árbol, luego, la
avioneta fue impactada por las ramas de otro árbol más grande.
La avioneta perdió las alas luego de pasar por las ramas del árbol, pero siguió su
camino hacia la playa, aunque lo hizo de manera descendente.
Dentro del vehículo, Gideon, Das y Sam chocaban contra el techo y paredes de
la avioneta, después, los tres lograron colocarse de nuevo en sus asientos
colocándose los cinturones de seguridad, al mismo tiempo que el vehículo se
despedazaba poco a poco mientras se impactaba contra las ramas de los árboles.
Cada impacto, impulsaba a la avioneta a seguir curso, aunque siguiera descendiendo.
La avioneta salió de la jungla hacia la playa, Gideon salió del vehículo a bordo de
su asiento y se impactó contra la arena dando vueltas varias veces. Mientras que los
pedazos de la avioneta que lograron sobrevivir, con Sam y Das en su interior,
cayeron en el mar...
—¡Gideon! ¡Gideon! ¡Gideon! ¡Gideon!
Gideon despertó algo aturdido y desconcertado mirando a su alrededor, ya que
había perdido por un instante la noción del tiempo y espacio.
—¡Gideon! ¡Gideon!—Gideon volteó y vio que Sam estaba en la orilla del mar
tratando de llevar a Das, quien se encontraba inconsciente, hacia la playa— ¡Gideon
ayúdame por favor!
—Gideon trató de levantarse, pero no pudo. Sus piernas no le funcionaron. Es
más, sus brazos tampoco.
—¡Gideon, no puedo llevar a Das a la playa yo solo! ¡Por favor! ¡Ven a ayudarme!
Gideon intentó levantarse de nuevo, pero no pudo mover ninguna de sus
extremidades. Luego de eso, quiso gritarle algo a Sam, pero su voz no se escuchó.
Trató de gritar más fuerte, pero su voz se había ido también. Quería ayudar a Sam y
Das a salir del agua, pero no podía ni siquiera hablar.
—¿Qué pasa, Gideon? ¿Estás indefenso?—preguntó una voz masculina.
Gideon volteó y vio a Zachary Bartimeus apuntarle a la cabeza con un arma.
—Te advertí que me vengaría—Zachary Bartimeus disparó hacia la frente de
Gideon, éste, por más que quiso moverse o gritar, no pudo evitar que la bala lo
impactara...
—¡Noooooooo! ¡Noooooooo!——gritó Gideon, luego de despertar en una
cama incómoda, en el interior de una cabaña localizada en el centro de la jungla en la
Isla de Tahití. Lugar donde la avioneta había caído. Por cierto, ya era de noche.
—Ya despertó el camicace—dijo Tarlenheim Horn a su compañero Nun Fritz,
ambos jesuitas se acercaron a Gideon, quien miraba sorprendido todo a su alrededor.
—No estás muerto aún, Gideon—dijo Fritz—no temas sólo porque una
legión de ángeles no te está recibiendo.
—¿Quiénes son Ustedes? Y ¿Dónde estoy?—Gideon miró un collar con la
inscripción I.N.R.I en los cuellos de ambos sujetos.
—Como verás, no somos nativos de la Isla—respondió Horn—Así que
descuida, no vamos a comerte.
—Pero tampoco vamos a dejarlos ir—agregó Fritz.
—¿Dejarlos ir? ¿Quiere decir qué...?
—Sí. Tus amigos están vivos. Muy lastimados, pero vivos. Están en la sala
tratando de quemar unas páginas mojadas con el encendedor de la cocina.
Al oír eso, Gideon no sólo intuyó que Sam y Das estaban vivos, sino que intuyó
lo que éstos estaban tratando de hacer.
—Claro—Pronunció Gideon y se levantó inmediatamente de la cama—
Necesito ver a Sam y Das ahora mismo.
—No hay problema—dijo Horn—Puedes ir a donde quieras, siempre y
cuando sea dentro de esta cabaña.
—Tenemos órdenes muy específicas de mantenerlos aquí hasta que el Jefe
llegue.
—Entonces nos entregarán a Zachary Bartimeus—dijo Gideon mirando
confundido a Horn y Fritz.
—No podemos arriesgarnos a que cambien de lugar la Biblioteca. Ya han
llegado muy lejos para ser tres jóvenes cristianos—Fritz recibió un codazo de parte de
Horn.
Gideon se mostró más confundido todavía, pero salió de ese cuarto
rápidamente. Bueno, tan rápido como su cuerpo adolorido, herido, suturado y
golpeado se lo permitía. Pero lo más importante para Gideon en ese momento era
ver a su hermano y primo vivos y con estado de salud aceptable y adecuado para
continuar su camino. Pero antes, los tres deberían descifrar los mensajes de las
páginas números 2 y 3...
En la cocina de la cabaña, Das y Sam revisaban las coordenadas de la primera
página una a una, sentados en una mesa. Gideon llegó y se sentó frente a ellos.
—Supongo que la información se borró cuando el agua la tocó.
—¡Gideon!—pronunciaron al unísono Sam y Das.
—Es bueno ver que estás bien, hermano.
—Estabas inconsciente cuando Horn y Fritz nos emboscaron en la playa—
contó Das.
—Nos trajeron a esta cabaña para que Bartimeus y Nancy vengan por nosotros
y por esto—Sam mostró las tres páginas negras del sobre.
—Me da gusto que hayan encontrado la forma de descubrir la información.
Pero ¿Qué más han descubierto?
—En la primera página hay más coordenadas que corresponden al centro de la
Isla de Bora—explicó Sam—pero como no estamos ahí en este momento, las
siguientes coordenadas son inútiles. De acuerdo con mi brújula y mi GPS, que
espero que funcionen ambos todavía, estamos a 100 kilómetros de la Isla de Bora.
Por lo tanto, debemos recorrer 27 Km. al sureste y llegaremos a esto—Sam
mostró la segunda página, la cual tenía en la primera parte una ilustración parecida a
una trampa para animales (un agujero enorme cavado en tierra y cubierto por hojas,
ramas y raíces) Gideon y Das miraron la página viendo también en la parte baja un
dibujo parecido a un laberinto con tres posibles caminos a recorrer, estando
marcado sólo uno de ellos.
—¿A qué distancia está eso de aquí?—preguntó Das.
—27 Km. Al sureste. Desgraciadamente, Horn y Fritz nos tienen bien
custodiados. No hay forma de escapar.
—Tal vez sí la hay—dijo Gideon—Pero no podremos librarnos de Horn y
Fritz hasta llegar a ese lugar—Gideon se levantó y caminó hacia la cocina.
—¡Espera, Gideon! ¿A dónde vas?—cuestionó Sam...
En el comedor de la cabaña, Horn y Fritz cenaban filete y cerveza sentados en
una silla cada quien, Gideon llegó, seguido por Sam y Das.
—Oigan, Ustedes dos, le propongo un trato.
Horn y Fritz miraron confundidos a Gideon, pero siguieron comiendo,
entonces Gideon argumentó:
—Buen provecho.
—Gracias, Gideon. Pero no nos interesa nada de lo que digas—dijo Fritz.
—Zachary nos ordenó estrictamente mantenerlos aquí hasta que él llegue—
agregó Horn.
—Y cuando eso pase, Zachary te ordenará estrictamente que lo dejes dormir
con tu esposa. Y tú obedecerás—comentó Gideon sarcásticamente.
Horn dejó de comer, puso su filete a un lado y se levantó para golpear a Gideon.
— ¡Te voy a enseñar a...!—Horn fue detenido por Fritz.
—Espera, Tarlenheim. Tranquilo—Horn tomó asiento de nuevo mientras
Fritz se dirigía a Gideon— ¿Cuál es tu trato, Gideon?
—Sabemos dónde está la Biblioteca Secreta. Si nos llevan hasta allá con vida y sin
corromper, yo mismo los dejaré elegir cualquier evidencia, la que Ustedes quieran,
para que hagan con ella como les plazca.
—Aun así el resto de la evidencia creacionista seguiría intacta—intervino Horn.
—Sí, pero toda la Biblioteca Secreta refuta La Evolución del Mono en Hombre. Si algo
llega a faltar, el resto de la Biblioteca pierde sentido. Y nosotros perdemos—
comentó Sam, sorprendiendo a Horn y Fritz.
—¿A qué distancia está la Biblioteca de aquí?—preguntó Fritz.
— 27 Km. Al sureste—respondió Das.
Horn y Fritz se miraron pensativos, luego, Fritz miró a Gideon y habló:
—Mañana a primera hora saldremos rumbo a...
—No hay mañana para nosotros—interrumpió Gideon—Salimos ahora
mismo o no hay trato. Tienen 30 segundos para decidir.
—¡¿Ahora mismo?!—Ahora interrumpió Horn— ¿No ves que la oscuridad es
tan densa que no podemos ver ni donde pisamos?
—En los roperos de los cuartos tienen linternas—comentó Das.
—Y yo tengo un GPS que nos llevará directo y sin escalas peligrosas—
argumentó Sam.
—20 segundos—agregó Gideon.
—Si los llevamos, Zachary nos matará y luego él mismo destruirá la Biblioteca
Secreta junto con Ustedes.
—Dejen que nosotros nos encarguemos de Zachary—dijo Das—O si lo
prefieren, podemos darles la oportunidad de escapar.
—10 segundos—dijo Gideon imperativamente—9... 8... 7... 6... 5... 4...
— ¡Ya cállate!—gritó Horn.
—¿Cuál es su decisión, jesuita?—cuestionó Sam.
—No toquen la ropa abrigadora ni los zapatos resistentes de los roperos.
Saldremos en una hora—dijo Fritz, para luego caminar hacia la cocina junto con
Horn.
Gideon, Sam y Das se miraron sonrientes. Habían obtenido la primera victoria;
evitar el enfrentamiento con Zachary Bartimeus y Nancy en su campo de ellos.
Ahora, se dirigían a un campo neutral, el cuál podía volverse campo local cristiano,
siempre y cuando se actuara del modo conveniente. Gideon y Sam aún se sentían
preocupados, pues no sabían qué clase de trampas usaron sus padres y todos los
miembros de la Casa Patrocinadora para proteger la Biblioteca Secreta. Y peor aún, no
sabían si Carlo y Shae les habían dejado alguna pista de cómo superar esas trampas
en las tres páginas del sobre...
LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

24

CABAÑA SITUADA CERCA DE LAS


MONTAÑAS ROCOSAS EN LA FRONTERA
NATURAL ENTRE ALBERTA Y LA COLUMBIA
BRITÁNICA EN CANADÁ.
MAÑANA DEL 25 DE DICIEMBRE DE 2002...

El Adolescente de 12 años, Gideon Ventimiglia y su hermano de 10 años,


Samuel, despertaron felices y emocionados, ya que el regalo más esperado de todo
año, al fin había llegado. No importaba tener que compartir el regalo, ni las futuras
discusiones que esto traería consigo, pues al fin la espera había terminado. Sin
embargo, luego de bajar las escaleras, Carlo y Shae, padres de ambos muchachos, ya
los esperaban para decirles que el regalo estaba en la sala, pero para poder acceder a
ese regalo, ambos muchachos tenían que comportarse de cierta forma con sus
padres, familiares y amigos por el resto de todo el siguiente año, o de lo contrario, el
regalo sería confiscado por tiempo indefinido.
—¿Por qué no dejas de decirnos qué hacer y nos das ya nuestro regalo, Papá?—
dijo Sam exigentemente.
—Samuel. Háblale con respeto a tu padre.
—Lo siento, Mamá. Pero cumplí con mi parte del trato y ya no puedo esperar
más.
—Sam tiene razón, Mamá—intervino Gideon—Ya por favor. Dennos nuestro
regalo.
—Está bien—dijo Carlo—Pero con una última condición.
— ¿Ahora cuál?—preguntó Sam.
174
—Jugarán el videojuego que yo les diga en este momento.
—Está bien.
—Estoy de acuerdo.
—Bien. Vengan a la sala por favor...
Al llegar a la sala, Gideon y Sam vieron sorprendidos que una consola de
videojuegos, conocida como X-Box, estaba conectada a su televisión.
— ¡Feliz Navidad!—dijeron al unísono Carlo y Shae.
—¿Es...? ¿Es...? ¿Es...?—Sam no podía hablar de lo emocionado que estaba.
—¡Un X-Box!—Gideon y Sam corrieron hacia la consola, pues era uno de los
videojuegos más caro y sofisticado en esos momentos de la historia humana.
—¡Gracias Papá!
—¡Nunca olvidaré este regalo! ¡Mira Gid, cada quién tiene su propio control!
—¡Sí! ¡Y los controles están de lujo! ¡Tienen palancas y su forma se adapta mejor
a los dedos!
—Bueno, bueno, ya fue suficiente de halagos hacia la consola—dijo Carlo—
Prometieron que jugarían el juego que yo les dijera. Así que...—Carlo tomó tres
videojuegos y les dio uno, el que parecía el más barato y sencillo—Jugarán éste.
Gideon y Sam miraron el empaque por unos segundos leyendo el título, el cual
estaba escrito con plumón sobre una impresión de computadora sobre una hoja de
papel común y corriente.
—¿La Biblioteca Secreta?—preguntó sorprendido Gideon.
—Si se trata de leer libros en la televisión, yo no...
—Sam, no juzgues al videojuego sólo porque no es comercial o tu Padre es el
creador.
—¿Tú eres el creador?—preguntaron al unísono a su padre Sam y Gideon.
—Bueno... Yo escribí la Historia. Las gráficas y el mecanismo lo diseñaron otras
personas.
—¿Quieres que probemos tu videojuego y luego tú veas si tendrá éxito comercial
o No?
—No, Gideon. Sólo quiero que prueben el videojuego y nunca olviden las
pruebas y las situaciones que el juego les presenta. Nunca se sabe qué cosas
tendremos que enfrentar en un futuro de nuestras vidas.
—Pues de todos modos tenemos dos videojuegos más.
—Tienes razón, Sam. Probemos la Biblioteca Secreta...
El videojuego sorprendió a Gideon y Sam, pues sus gráficas que simulaban una
Isla, se veían tan reales, y los personajes eran tan parecidos a ellos que, ambos no
pudieron evitar preguntarse si su Padre trataba de decirles algo importante o si los
preparaba para una prueba futura.
Aún así, Gideon y Sam pasaron fácilmente el traslado de una Isla a otra un poco
más pequeña. Pero al llegar al centro de la segunda Isla, Gideon y Sam llegaron a
una trampa para animales, en la cual, el personaje que controlaba Sam cayó
accidentalmente.
—¡Rayos! ¡Caí en la trampa!
—¿Qué no ves que ahí hay una trampa?
—Lo siento, Gid. ¿Ahora qué? ¿Cómo pasamos al otro lado?
—No creo que tengamos que pasar al otro lado. Si miras bien, cosa que no has
hecho en todo el videojuego, en la orilla del agujero de la trampa hay una cuerda que
está fijada al piso.
—Entonces ¿Tenemos que bajar por ahí?
—Sí, pero... ¿Cómo quitamos las ramas, hojas y la hierba del resto del agujero?
Papá, ¿Podrías ayudarnos con...?—Gideon volteó dándose cuenta que su papá ya
no estaba— ¿Papá?
—Creo que él y Mamá están desayunando sin nosotros.
—No importa. Los alcanzaremos en poco tiempo. Creo saber cómo entrar a
ese agujero...
PAPEETE, TAHITÍ
HOY...

Los recuerdos de aquella navidad llegaron de golpe a la mente de Gideon, quien


junto a Sam, Das, Horn y Fritz habían tenido una muy mala noche. Pues una fuerte
lluvia a la mitad del camino los hizo detenerse y acampar bajo un árbol, el cual
tuvieron que abandonar una vez que comenzaron los truenos y seguir el camino a
pesar de la fuerte lluvia. Además, los mosquitos no dejaron de atacarlos, pues sólo
Horn y Fritz usaban camisas con manga larga y cuello de tortuga mientras que
Gideon, Samuel y Das eran torturados por los mosquitos.
El viaje hacia la trampa de animal había sido muy largo y cansado después de
todo. Aún así, los tres jóvenes cristianos habían evitado el encuentro con Zachary y
Nancy, al mismo tiempo que admiraron exuberantes selvas, enormes cascadas y
valles ocultos llenos de vegetación. Sin embargo, sus problemas llamados Horn y
Fritz aún no desaparecían. Pero... una pequeña esperanza comenzaba a surgir, pues
luego de salir de los arbustos, Sam, Das, Gideon, Horn y Fritz miraron que al fin
habían llegado al centro del bosque de la Isla. La trampa para animales estaba frente
a sus ojos. Y en cuanto a Gideon y Sam, ambos creían que la persona que diseñó las
gráficas ya había visitado la Isla y por ende, ya conocía la trampa verdadera.
—¡Miren! ¡Llegamos!—Das corrió hacia la trampa.
—¡No, Das, espera!—Gideon corrió detrás de Das, pero éste corrió tan rápido
que cuando quiso detenerse, ya había pisado las ramas y hojas, las cuales se
rompieron y cayeron seguidas por Das.
—¡Auxilio!—Das comenzó a caer hacia el profundo agujero, pero Gideon se
deslizó por la tierra y lo sujetó con ambas manos, evitando su caída. Ambos
quedaron en la orilla de la trampa. Sólo que Das tenía medio cuerpo en el interior
del agujero— ¡Lo siento, Gid!
—¡Sam! ¡Envía las ramas y hojas al fondo del agujero, ¿Quieres?!—gritó Gideon
volteando a ver a su hermano, quien salió inmediatamente de los arbustos, miró
hacia arriba buscando una red gigante llena de piedras y rocas sostenida entre las
copas de los árboles.
—¿Qué sucede? ¿Qué buscas?—preguntó Fritz a Sam.
—¿Tu amigo y tú trajeron un hacha con Ustedes?
—Sí, pero...
—¡Dénmela por favor! ¡Vamos! ¡Ya, denme el hacha!
Horn buscó en su mochila y sacó una pequeña hacha, le dio el hacha a Sam y
éste corrió hacia un árbol, el cual tenía una flecha clavada en el tronco y una soga a su
alrededor.
—¡Apúrate, Sam!—Gideon comenzaba a sudar y sus manos comenzaban a
soltar las manos de Das.
Sam llegó al árbol y golpeó la flecha con el hacha hasta romperla y provocar que
la soga se desatara y la red con las piedras y rocas cayeran sobre el centro del agujero
enviando todas las ramas y hojas al fondo del agujero.
Gideon sujetó fuertemente a Das, quién cerró los ojos al momento de sentir que
las ramas y hojas de su alrededor caían.
—Das, abre los ojos. ¡Abre los ojos, Das!
Das abrió los ojos.
—¿Ves alguna soga cerca de ti?—preguntó Gideon.
—Sí. Veo varias.
—Sujeta la que esté más cerca de ti y úsala para descender, ¿Entendido?
—Sí, Gideon—Das estiró su brazo y sujetó fuertemente la soga, para luego
soltar a su primo.
Sam, Horn y Fritz se acercaron a Gideon, quién se levantó, se sacudió la tierra de
la ropa y luego habló:
—Espero que alguna vez en su vida hayan escalado, porque al parecer son 40
metros o más de profundidad.
—No te preocupes, Gideon. Iremos con Ustedes hasta el final, les guste o no—
Horn fue el primero en sujetar una soga, luego, le siguieron Gideon y Sam y al final
Fritz se sujetó de una soga para comenzar el descenso, el cual se veía más profundo
de lo que era...
Al llegar al fondo del agujero, Das iluminaba a los demás con su linterna. Horn,
Gideon, Sam y Fritz encendieron cada uno sus linternas tratando de iluminar las
paredes de esa cueva profunda, y al parecer, demasiado larga.
Sin embargo, Sam observó que la pared izquierda de la cueva tenía talladas unas
flechas que indicaban el rumbo que deberían seguir para llegar al siguiente punto.
—¡Oigan! ¡Es por acá!
—¿Cómo lo sabes?—cuestionó Horn.
Sam sabía que todo era igual al videojuego que su padre había creado, pero no
podía dar esa respuesta.
—La pared tiene unas flechas talladas, creo que si las seguimos, llegaremos hasta
el siguiente punto.
—Esa es una buena opción. Pero si alguien tiene una mejor, la escuchamos con
gusto—Comentó Gideon.
Horn miró a Fritz esperando apoyo por parte de éste, sin embargo, Fritz respondió:
—Sigamos esas flechas. Es lo mejor—La respuesta de Fritz molestó a Horn,
pero a pesar de eso, siguió el camino de las flechas junto a los demás...
El camino de las flechas terminó del otro lado del agujero, justo donde había tres
cuevas que mostraban tres posibles caminos. Gideon, Sam y Das se alejaron de
Horn y Fritz, iluminaron las páginas del sobre con sus linternas mirando la segunda
página del laberinto.
—¿Y bien, cristianos?—preguntó Fritz— ¿Cuál es la correcta?
Das golpeó a Gideon en la nalga derecha, éste golpeó a Sam en la misma nalga,
era una señal más de los Leones Negros. Los tres se miraron y luego asintieron.
—¡Respondan! ¡¿Cuál es la puerta correcta?!—Preguntó Horn exigentemente,
pero Sam, Gideon y Das corrieron hacia las cuevas. Cada uno entró en una cueva
sorprendiendo a Horn y Fritz.
—¡Rayos!—gritó Fritz.
—¡No te quedes ahí parado! ¡Entra a una cueva y atrapa a quien sea!—Horn
corrió detrás de Das y entró a la tercera cueva, mientras que Fritz corrió detrás de
Gideon y entró a la segunda cueva...
En el interior de la primera cueva, Sam corría rápidamente iluminando su
camino con su linterna. Él sabía que había entrado al camino correcto de acuerdo
con la página 2, pero temía por Gideon y Das. Aunque sabía que ambos podían
llegar a donde él estaba siempre y cuando el interior de las tres cuevas fuera idéntico
al videojuego.
De pronto, Sam chocó contra una puerta de madera y cayó al piso. Se levantó e
iluminó la puerta con su linterna viendo un candado enorme que impedía el paso al
siguiente nivel. Sam recordó que en el videojuego había dos candados en la puerta
en lugar de uno, y cada candado tenía que ser abierto mediante una combinación de
letras y cuando él y Gideon jugaron el videojuego, abrieron una puerta cada uno
formando su nombre, cada uno, en cada candado.
Ahora, desgraciadamente para Sam, la palabra que tenía que formar tenía 6 letras.
Y recalco desgraciadamente, porque Sam introdujo su nombre completo y el
candado no abrió. Sam introdujo el nombre de Gideon y tampoco funcionó.
—¡Rayos!—Sam golpeó desesperadamente la puerta con su mano lastimada.
Aunque para él dolía más no saber la clave para abrir ese único candado, en esa
enorme puerta de madera, la cual separaba a Sam de la Biblioteca Secreta...

Mientras tanto, en la segunda cueva, Gideon corría desesperado tocando con su


mano la pared izquierda de esa cueva oscura, arriesgándose a que un animal
ponzoñoso encontrara su mano y lo picara.
Aún así, Gideon continuó corriendo hasta que chocó contra la cabeza de Das,
quién ya había encontrado la forma de pasar de una cueva a otra. Gideon no sabía
que la otra persona con la que había chocado era Das, así que lo iluminó con su
linterna, viendo que su primo sangraba de la frente.
—¡Das, si escuchas que vengo corriendo hacia ti, ¿Por qué no me dices?! ¡El
pómulo se me va a hinchar!
— ¡Pues tú me abriste la cabeza de nuevo, primo!
—Lo que importa ahora es que encontraste el pasadizo secreto antes que yo.
—Sí, así fue. En este momento, Horn está con una tremenda arañota.
—De hecho, es una araña Goliat.
—¿Araña Goliat? Pero según lo que leímos en las Islas de la Polinesia
Francesa no hay animales venenosos ni serpientes.
—Algo me dice que mi tío Lucius estuvo aquí… Y que las especies que trajo
están desesperadas por sobrevivir en este nuevo ambiente al cual no se adaptarán…
Un disparo impactó la pared frontal de la cueva, Gideon y Das iluminaron con
sus linternas a Fritz, quién les apuntaba con un arma.
—Hola cristianos. ¿Por qué no me muestran ese pasadizo secreto del que tanto
hablan?
Gideon recargó su codo en la pared sintiendo que parte de ésta se recorría hacia
atrás—Claro que te mostraremos el pasadizo secreto, Fritz—Gideon pateó
fuertemente la tierra arrojando gran parte de ella a los ojos de Fritz, quién no pudo
ver nada por unos segundos.
—¡Ahhhhhhhhhhhh! ¡Mis ojos! ¡Mis ojos! ¡Malditos cristianos! ¡Los voy a...!
Fritz escuchó un ruido extraño y sintió que una serpiente se enredaba entre su
pierna derecha, de repente, iluminó la cueva con su linterna viendo que Gideon y
Das ya no estaban y algunas víboras de cascabel se arrastraban desesperadas hacia él.
—¡No! ¡No! ¡No! ¡Aléjense de mí! ¡Aléjense de mí, malditos animales!—Fritz
comenzó a dispararles a las víboras logrando matar a algunas— ¡Aléjense de mí!—
Una víbora de cascabel mordió a Fritz en el cuello...
En cuanto a Horn y la tercera cueva, cabe mencionar que Das corría tan
desesperadamente por llegar al otro lado, que tropezó y cayó, tirando la linterna lejos
de él. Se levantó y caminó para recoger su linterna, pero entre toda esa oscuridad y
terreno pantanoso, logró ver que algo parecido a una araña, sólo que mucho más
grande, estaba sobre la linterna.
—¿Qué es esa cosa?—Das caminó hacia atrás viendo que la pared frontal de la
cueva y el techo de la misma estaban infestados de agujeros que seguramente
albergaban arañas Goliat— ¡Ay, DIOS!—Das se recargó en la pared izquierda
sintiendo que la pared se recorría hacia atrás— ¿Qué está pasandooooo?—
¡Ahhhhhhhhhhhh!—Das cayó del otro lado, pero poco después, Horn llegó
iluminando con su linterna la cueva y viendo a la araña Goliat caminar desesperada
hacia él.
—¿Dónde rayos se metió ese cristiano?
La Araña Goliat comenzó a silbar debido al movimiento de sus patas, ya que la
araña se sentía amenazada por Horn, éste trató de encontrar la fuente del silbido,
pero tropezó y cayó tirando su linterna, para luego ser atacado por la araña Goliat, la
cual le rompió la piel con su mordida y lo peor fue que Horn estaba respirando los
pelos de la araña, que según expertos, son peligrosos para los humanos...
Gideon y Das llegaron a la primera cueva viendo a Sam golpear desesperado el
candado de la puerta.
—Sam, ¿Qué sucede?—preguntó Das.
—¡No puedo abrir este único candado! ¡Sólo una puerta nos separa de la
Biblioteca Secreta y no puedo abrirla!
—Tranquilo, Sam ¿Tienes que formar una palabra para que el candado se abra,
como en el videojuego?
—Sí. Pero sólo una palabra de 6 letras. Intenté con tu nombre, con el mío, el de
la tía Kekeyi, hasta reduje los nombres de Dasarata, Strogoff y Aleksie, y... nada.
—¿Ya intentaste el nombre de mi padrastro?
Gideon y Sam se miraron sorprendidos, luego, Sam formó la palabra L U C I U
S en el candado, pero... éste no abrió.
—No. Me temo que tampoco es la clave.
Gideon miró a Sam, pensó por algunos segundos y luego, Gideon habló:
—¿Dices que ya intentaste con todos los nombres?
—Sí.
—Creo que te faltó uno. El nombre que es sobre todo nombre, el nombre al
que todos nosotros representamos y por eso nos hacemos llamar cristianos—Gideon
tomó el candado y formó la palabra C R I S T O, inmediatamente, el candado abrió
y la puerta con él.
Gideon, Sam y Das entraron por la puerta de madera, pero, estaban tan
emocionados que no vieron que el camino era un rampa de tierra que descendía, así
que los tres jóvenes cristianos cayeron por la rampa hasta llegar a una cueva
subterránea, localizada en medio y por debajo del océano, pero ahí, por fin estaba la
Biblioteca Secreta...
25

CABAÑA SITUADA CERCA DE LAS


MONTAÑAS ROCOSAS EN LA FRONTERA
NATURAL ENTRE ALBERTA Y LA COLUMBIA
BRITÁNICA EN CANADÁ.
25 DE DICIEMBRE DE 2002...

Carlo entró molesto a la sala de su casa viendo a sus dos hijos jugar desesperados
el videojuego que él les había regalado.
—¿Me quieren explicar por qué no vinieron a desayunar? Creí que les gustaba la
pierna al honro que cocinó su madre.
Gideon puso pausa al video juego y observó a su padre:
—Nos encanta la comida que prepara mamá. Es sólo que el video juego que nos
regalaste es muy difícil.
—Sí. Primero descendimos como 40 metros en una trampa para animales,
luego, caminamos siguiendo unas flechas que nos llevaron a tres túneles, y en dos de
ellos nos atacaron arañas muy grandes y víboras de cascabel.
—Y cuando llegamos al túnel que tenía una puerta con dos candados, cuyas
claves supimos inmediatamente, entramos a una cueva con un tablero gigante en el
piso, con cuadros de colores, y en cada cuadro había un versículo de la Biblia en
idioma hebrero.
— ¿Y?—Preguntó Carlo— ¿Cuál fue el problema?
—¿Cómo que Y? En cada cuadro que nos paramos, nos pasó algo malo. O nos
mordió una serpiente, o fuego del cielo nos consumió, ó...
—El Diluvio cayó sobre nosotros y morimos ahogados.
—Eso pasa por no saber suficientes versículos de la Biblia y no poner atención a
sus clases de hebreo, muchachos.
—Oye, no podemos memorizar toda la Biblia. Ni siquiera los teólogos la
conocen de principio a fin completamente.
Carlo se sentó en el sillón, y luego, Gideon y Sam se sentaron junto a su padre.
—Saben, muchachos. Por eso mucha gente no cree en la Biblia. Porque los que
decimos conocerla, no sabemos usarla para refutar los argumentos de un ateo o
evolucionista, o peor aún, no sabemos aplicar la Biblia a nuestra vida diaria.
—Entonces ¿Diseñaste este juego para mostrarnos que si no usamos la Biblia
correctamente, entonces habrá muchos problemas en nuestras vidas?
—Algo así, Gideon. Pero... creo que es momento que sepan por qué su madre y
yo salimos mucho de viaje.
—Supongo que merecen pasar tiempo ustedes dos solos—dijo Sam.
—De hecho, nunca estamos solos cuando salimos de viaje, Sam Su madre y yo...
En ese momento, sonó el timbre de la casa, y Shae, quien estaba en la cocina, salió
corriendo hacia la puerta.
—¡Yo abro!
—Deben ser Lucius, Kekeyi y Dasarata—dijo Carlo mirando nostálgicamente a
sus hijos—Vayan a la cocina ahora o ya no quedará pierna al horno para Ustedes. Y
por favor, no le enseñen a Das el video juego que les regalé.
—Entonces ¿Nadie más que nosotros sabrá sobre este video juego?
—Algo así. Pueden enseñárselo a Das hasta que la vida de los tres dependa de
este juego.
—Está bien—pronunciaron al unísono Sam, y Gideon. Luego, ambos se
levantaron, Gideon apagó el videojuego y comenzó a desconectar todos los cables
mientras Sam fue a recibir a Das y entretenerlo un poco...
BIBLIOTECA SECRETA EN PAPEETE, TAHITÍ
HOY...

Gideon estaba tirado e inconsciente en el piso de la cueva. De repente, Zachary,


quien misteriosamente estaba curado de su herida en el hombro izquierdo, llegó y le
dio una fuerte patada a Gideon en el estómago, éste despertó debido al dolor.
Zachary sujetó a Gideon de los hombros, lo levantó y lo azotó contra un cuadro de
un enorme tablero en el piso, lleno de cuadros de colores, en cada uno de los cuales
había un versículo de la Biblia escrito en hebreo.
—¿Qué te pasa, Gideon? ¡Pelea ahora, cobarde!—dijo Zachary, pero un disparó
impactó el techo de la cueva, Zachary volteó y observó a Nancy tener bien sujetos a
Das y Sam, además de portar un arma en la mano.
—Creo que el cobarde es otro, Zachary—dijo Nancy—Dijiste que sería una
pelea justa.
—¿Y tú le creíste? Qué ilusa eres—comentó sarcásticamente Das.
—Apuesto a que te decepcionaste de él cuando viste que no tenía un testículo. Y
por eso, le pediste el sobre y le prometiste que nosotros descifraríamos su contenido.
—Para tu información, Sam—habló Zachary—Mi padre, quien asesinó al tuyo,
me sacó de prisión haciendo parecer mi escape como un homicidio, para que así yo
fuera el nuevo guardián de ese sobre. Para su mala fortuna, mi madre había muerto
ya, así que desquité toda mi rabia sobre mi padre y lo asesiné frente a sus amados
jesuitas en mi rito de iniciación. Cuando los superiores de mi padre vieron lo que
había hecho, me hicieron líder del grupo que tuvo mi padre a su cargo y me
informaron la situación por la que pasaba La Compañía. Luego, su amiga Nancy
apareció en escena queriéndome quitar el sobre, pero cuando vio que yo ponía mi
arma sobre su frente, imploró tanta piedad por su patética vida, que no pude
negarle un trato. Y, para hacer más interesante todo, incluí en ese trato a Angie
Ricard, como un distractor para uno de los chicos Ventimiglia. Y ella se decidió por
el más estúpido—Zachary caminó hacia Sam pasando por varios cuadros de
distintos colores en el tablero, pisando cuadros que tenían versículos bíblicos que
nos hablaban de tragedias, hecho que preocupó a Sam. Pero Zachary llegó hasta él y
lo sujetó de las orejas.
—Si eres tan bueno descifrando ¿Por qué no me dices qué pasó con esos dos
libreros vacíos?
Sam, Das y Gideon miraron la Biblioteca Secreta, la cual estaba integrada por tres
enormes libreros, uno frente a la pared frontal y los otros dos, frente a las paredes
izquierda y derecha, respectivamente. Sin embargo, sólo quedaba un librero lleno de
libros, revistas científicas, evidencias, manuscritos y fotografías auténticas que
refutaban la Evolución del mono en Hombre.
—¡¿Por qué sólo hay un librero con evidencia?!—Preguntó exigentemente
Zachary— ¡¿Qué le pasó al resto del material?!
—No menosprecies lo que ves ahí—comentó Gideon—El contenido de ese
Librero vale más que muchas Bibliotecas enteras en el mundo. Por ejemplo, ese
libro gigante que está hasta arriba del librero, es una Biblia impresa y editada por
Gutenberg.
Zachary y Nancy miraron sorprendidos el librero viendo efectivamente la Biblia
Gutenberg, pero, también, Nancy observó que un cofre metálico de gran tamaño
estaba sobre un cuadro color rojo en el tablero. Junto al cofre había dos tanques de
oxígeno para bucear.
—¿Qué es ese cofre?
Gideon, Sam y Das miraron el cofre. Sam miró la tercera página y vio unos
versículos Bíblicos escritos en hebreo, y luego, vio unos números junto al dibujo del
cofre.
—Creo que tú tienes la respuesta, Sam—dijo Zachary— ¿Por qué no abren ese
cofre y nos muestran el contenido?
—Lo haré sólo con la condición que Gideon y Dasarata me ayuden a abrirlo.
Zachary miró inquisitivamente a Sam y luego habló molesto:
—Nancy los vigilará. Y yo estaré aquí con un arma de alto calibre para evitar
sorpresas.
—Como quieras. Sólo te digo que si hieres a uno de nosotros, el otro
automáticamente destruirá estas tres páginas y ya no podrás saber qué hay dentro de
ese cofre y para qué es—Sam y Das se soltaron de Nancy y junto con ésta,
caminaron hacia Gideon pisando varios recuadros azules que sólo tenían versículos
bíblicos que hablaban de la exaltación de la sabiduría.
Al llegar con Gideon, éste escupió ligeramente a Sam en los ojos, en señal que
Gideon tenía un plan y Sam y Das debían confiar ciegamente en él. Después, los
tres jóvenes cristianos caminaron por los cuadros del tablero del piso hasta llegar al
cuadro rojo que tenía encima el cofre. Los tres miraron que el cuadro mostraba el
siguiente texto en hebreo: COHÉLET X: VIII. Luego de eso, Sam le mostró a
Gideon la tercera página, la cual tenía los números clave para abrir el candado del
cofre.
Gideon se hincó para estar a la altura del cofre y colocó los números clave en el
candado azotándolo fuertemente contra el cofre cada vez que seleccionaba un
número. Después de seleccionar el último número, Gideon logró escuchar un siseo
insignificante dentro del cofre. Se puso de pie, miró a Nancy y sabía que necesitaba
recordar algo para poder llorar frente a ella. Obviamente, Gideon recordó la muerte
de sus padres y comenzó a llorar sentidamente impresionando a todos los demás
ahí presentes.
— ¿Qué te pasa, Gid?—preguntó Das.
—Perdónenme, pero yo... ...La amo. Temo decirles en este preciso momento
que he amado locamente a Nancy Plumfield desde el primer día que la vi.
—¡Ay, qué tierno!—dijo sarcásticamente Zachary—Pero debo decirte que
Nancy se quedará conmigo, porque yo sí puedo hacerla feliz.
—Me pregunto ¿Qué felicidad puede encontrar una mujer estando con un
hombre sin un testículo?—Las palabras de Gideon molestaron mucho a Zachary,
quien le apuntó a Gideon con su arma.
—Sólo por eso, Nancy será la única persona que abra ese cofre y ella me
mostrará su contenido. Así sabremos si la amas tanto como dices.
Gideon le mostró a Nancy que el candado estaba abierto y que el cofre era todo
suyo, Nancy, quién dudada realmente si hacía lo correcto, caminó hacia el cofre,
pero Sam la sujetó del brazo.
— ¡No! ¡No voy a permitir que abras ese cofre!
— ¡Sam!
— ¡Ella nos traicionó, Gid!
— ¡Pero si ella no lo abre, Zachary nos matará a todos!
—Tu hermano tiene razón, Sammy. Si te sigues oponiendo te volaré los sesos
desde aquí.
Sam miró muy molesto a Nancy y luego la soltó.
—Está bien. Qué Nancy abra el cofre.
Nancy se paró sobre el cuadro rojo y Gideon se paró sobre un cuadro azul que
decía en hebreo: TEHILIM XCII: X (Que significa Salmo 92:10). Nancy quitó el
candado y luego abrió rápidamente el cofre, inmediatamente después, una serpiente
mamba negra salió desesperada y mordió a Nancy en el cuello varias veces, ésta cayó al
piso y murió casi instantáneamente.
—Lo siento, Nan—dijo Gideon—Pero si no escuchas los sonidos más insignificantes,
nunca entenderás el por qué y el para qué de las cosas.
—¡Gid, cuidado!—gritó Das, Gideon miró hacia el cofre y observó un grupo
numeroso de mambas negras y mambas verdes que salían desesperadas del cofre y
recorrían todos los cuadros del tablero buscando salir de ese lugar.
—¡Quédense dónde están!—gritó Gideon— ¡Pase lo que pase, no se muevan y
no las provoquen, ellas buscarán huir!
Sam observó de nuevo el versículo bíblico del cuadro rojo y luego gritó:
—¡Ese cuadro decía COHÉLET X: VIII, y significa Eclesiastés 10:8 que dice: “El
que hiciere hoyo, caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente”! ¡Todo es igual al
videojuego que nuestro padre creó!
— ¡Gracias por no enseñarme todos los secretos de ese juego, malos primos!
En este caso, las serpientes andaban desesperadas y sueltas por todo el tablero
deslizándose rápidamente, Zachary decidió entrar al tablero apuntándoles a los
reptiles con sus armas, sin embargo, se paró sobre un cuadro amarillo que decía en
hebreo: VA YICRA X: II. Aún así, Zachary les apuntaba a las serpientes con su
arma y no se atrevía a dispararles todavía. Las mambas por su parte, al sentirse
acorraladas levantaban la cabeza, y, en el caso de las mambas negras, desplegaban un
capuchón como las cobras, abrían su hocico y siseaban.
—¡Anda, dispárales, bobo!—Dijo Gideon— ¡Espero que tengas suficientes
balas para...! Ay, No—Gideon sintió que una serpiente se había enredado en su
pierna, miró hacia abajo y comprobó que una mamba negra se enredaba en su pierna,
al ver a la serpiente en su cuerpo, Gideon decidió no moverse y mirar a la serpiente a
los ojos.
— ¡No te muevas, Gid!—gritó Das— ¡No te hará daño si no te mueves!
Gideon no se movía, pero tampoco dejó de mirar a la serpiente a los ojos, la cual
también miró a Gideon e hizo movimientos de querer morderle la pierna, justo a la
altura de la arteria femoral.
—No me morderás. Mi madre nos enseñó Hebreo y sé que estoy parado sobre
Salmo 92:10 que dice “Pero TÚ aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; seré ungido con aceite
fresco”. Así que aunque me muerdas, no podrás dañarme, y lo sabes—Las palabras
de Gideon llevaron a la serpiente a sólo sisear para luego dejar la pierna de éste y
seguir su camino. Gideon respiró aliviado y se tranquilizó, ya que su corazón latía
casi al doble del funcionamiento normal, debido a la situación por la que pasó.
—¡Oye Gid, ¿Podrías hacer lo mismo con éstas?!—gritó Das, y Gideon volteó
viendo a Das y Sam tener una serpiente mamba verde cada uno enredada en la pierna
y subiendo rápidamente por sus cuerpos— ¡Soy hijo de un Hindú, las serpientes
deben someterse a nosotros!—La serpiente subía hacia el estómago de Das—
¡Creo que no funcionan los encantamientos!
— ¡Ay, DIOS! ¡Ahora sí me arrepiento de todos mis pecados!—gritó Sam luego
de caer, hecho que provocó que la serpiente en su pierna subiera rápidamente hacia
sus genitales y amenazara con morderle esa zona, lo cual provocó en Sam un severo
brote de ansiedad—¡No, por favor no! ¡Muerde donde quieras, pero ahí no! ¡Ahí
no! ¡Por favor! ¡No! ¡No! ¡No! ¡Mis pobres...!—un disparo impactó la cabeza de la
mamba verde despedazándosela completamente, Sam observó que Gideon disparó
una segunda vez con el arma de Nancy y mató a la mamba verde que ya rodeaba el
cuello de Das.
—¡Gracias JESUCRISTO! ¡Gracias SEÑOR! ¡TÚ SÍ ERES DIOS!—gritó
Sam.
—“No cabe duda que no hay ateos en las trincheras”—Gideon corrió rápidamente
hacia Sam y lo levantó, Sam estaba en shock, sudando a chorros y demasiado
sorprendido, caso similar ocurría con Das— ¿Están bien?
Sam observó a Gideon y luego lo abrazó fuertemente y lo besó en la mejilla.
—Tú eres una bendición de DIOS, Gideon Ventimiglia. Qué nadie te diga o te
haga pensar lo contrario.
Gideon abrazó efusivamente a Sam, pero el encanto se rompió una vez que
ambos escucharon que el cañón de un arma estaba listo para disparar. Gideon y
Sam miraron hacia la entrada y vieron que Zachary que tenía bien sujeto a Das y le
apuntaba con su arma. Das y Zachary estaban parados sobre un cuadro verde que
decía en Hebreo: COHÉLET X: XI.
—Dime, Gideon. Salvaste a tus familiares de las serpientes. Ahora, ¿Cómo
impedirás que mate a Dasarata Ayodya? ¿Eh? ¿Cómo lo harás? ¿Acaso detendrás
las balas con el poder de tu mente?
Gideon sintió que una serpiente se deslizaba cerca de sus pies en ese momento,
quedándose sobre otro cuadro verde que tenía escrito el mismo versículo bíblico
que tenía el cuadro donde Zachary estaba parado, así que Gideon parpadeó tres
veces señalándole a Das que debía correr en cuanto tuviera oportunidad.
El peso de la serpiente activó un resorte que impulsó el cuadro, la mamba salió
disparada hacia Zachary y Das, éste último le dio un fuerte codazo a Zachary
impactándolo en el área estomacal, Zachary soltó a Das y éste último corrió, la
serpiente cayó enredándose en el cuello de Zachary y luego lo mordió varias veces
en la boca. Zachary cayó sobre el cuadro amarillo sobre el que estaba parado
anteriormente.
—“Si la serpiente muerde antes de ser encantada, de nada sirve el encantador” Eclesiastés
10:11—repitió Sam.
A pesar de las repetidas mordidas por parte de la serpiente mamba verde, Zachary
logró levantarse activando el mecanismo del cuadro donde cayó, sorprendiendo a
los tres jóvenes cristianos, Zachary se arrancó la serpiente de su cuello arrojándola al
piso, para después dispararle y matarla. Desafortunadamente para él, el cuadro sobre
el que estaba tirado emitió un gas desde que lo pisó la primera vez, así que el disparo
provocó que Zachary y la serpiente ardieran en llamas.
Gideon, Sam y Das miraban sorprendidos a Zachary arder.
—VA YICRA X: II es Levítico 10: 2 que dice: “Y salió fuego de delante de JEHOVÁ
y los quemó, y murieron delante de JEHOVÁ”. –Dijo Gideon, quien junto con Das y
Sam vieron que, a pesar de arder en llamas, Zachary logró levantarse de nuevo y
caminar casi cayéndose hacia ellos tres.
— ¡No puede ser! ¡Viene hacia nosotros!—dijo Das— ¡Viene hacia nosotros!
Gideon levantó el arma de Nancy y le apuntó a Zachary.
— ¡No des un paso más, Zack! ¡Por favor no me obligues a…!
—¡Jamás me rendiré ante un cristiano!—Zachary seguía caminando como podía,
a pesar de estar ardiendo en llamas, hacia los tres jóvenes— ¡¿Tendrás el valor de
matarme o dejarás que yo destruya este lugar contigo y tu familia en él?!
Gideon ya no tuvo otra alternativa, Zachary estaba dispuesto a morir sepultado
bajo el agua si eso significaba destruir La Biblioteca Secreta y a sus tres defensores. Así
que Gideon disparó dos veces a Zachary, el primer disparo impactó la frente de éste
y el segundo perforó su cuello, Zachary cayó sobre el tablero y Gideon quedó en
shock al ver a su enemigo muerto y con el cuerpo quemándose completamente
sobre el tablero.
Gideon tendría que enfrentar el sentimiento de haber matado a un ser humano.
Un psicópata asesino, pero al final de cuentas, un ser humano.
Gideon tiró el arma de Nancy, cayó hincado y gritó de frustración golpeando
fuertemente con sus puños un cuadro color azul marino que tenía el mismo
versículo bíblico que el cuadro donde cayó el cuerpo muerto de Zachary. Sam y
Das se acercaron, con lágrimas en los ojos, a Gid para informarle el estado de su
situación.
—¿G… Gi… Gid?
—¿Qué pasa, Sam?
—Zachary cayó sobre un cuadro color azul marino que dice en Hebreo:
BERESHIT VII: XI, XII. Si no me equivoco, es Génesis 7:11—12 que dice: “...aquel
día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas, y hubo
lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches”. Y me temo que tú golpeaste la pareja de
ese cuadro que activa el mecanismo de…
Inmediatamente, una parte del techo de la cueva, la cual era en forma circular con
un diámetro de 50 metros, cayó sobre uno de los libreros vacíos y el agua del océano
comenzó a inundar la cueva. Gideon, Sam y Das se miraron asustados, luego, los
tres miraron desesperados los dos tanques de oxígeno para bucear con propulsor,
que estaban junto al cofre.
—Sólo hay dos tanques de oxígeno. Mis tíos nunca se imaginaron que yo
vendría con ustedes.
—Jamás te abandonaremos, Das.
—Pero sólo hay dos tanques de oxígeno. Uno para Gideon y otro para ti, Sam.
Gideon tuvo una idea rápida y factible.
—¡No discutan, por favor! ¡Ayúdenme a poner toda la evidencia en el cofre!
—¡Dudo que podamos sacarla por donde entramos!—dijo Sam y les mostró a
Gideon y Das que el agua del océano estaba entrando por la puerta de la entrada.
—¡Ayúdenme a poner toda la evidencia en el cofre! ¡Si no me equivoco ese cofre
tiene cubierta metálica, pero debajo tiene un forro de hule que lo hará flotar en el
agua! ¡Nos turnaremos los tanques de oxígeno para poder salir y tendremos activos
los propulsores todo el tiempo! ¡Les prometo que saldremos vivos de aquí!—
Gideon, Sam y Das corrieron hacia el librero y luego colocaron la Biblia de
Gutenberg primero en el cofre, luego, colocaron encima el resto de la evidencia que
incluía títulos reales como: “Piedras y Huesos” del Dr. Carl Wieland, “El Misterio de los
Dinosaurios” de Lee Grady, Un artículo que da 16 respuestas para dudar del
darwinismo, “Las pruebas de la Evolución se esfuman” de Thomas F. Heinze, “Evidencias de
un Creador” de Abraäo de Almeida, Seminarios en video sobre la Creación y sus
comprobaciones científicas del Dr. Kent Hovind, hasta tratados en formato de comic
llamados “El Hombre Primitivo” y “El Arca” ambos títulos de Jack T. Chick. Toda la
evidencia fue puesta dentro del cofre hasta que el librero quedó completamente
vacío. Después de eso, Gideon cerró el cofre con el candado, Sam y Das quitaron la
cubierta metálica dejando que el forro de hule comenzara a florar en el agua que los
estaba comenzando a cubrir, Gideon miró el agujero del techo de la cueva por
donde entraba el agua, la cual ya estaba inundando la misma.
—¡Gid, tendremos que ir bien sujetos al cofre o éste nos dejara en el fondo del
mar!—dijo Sam.
—¡Descuida! ¡Ahora veremos si realmente soy una bendición de DIOS o no!
¡Este es mi plan para salir! ¡Das, te sujetarás del cofre con tus pies y tobillos una vez
que la cueva esté completamente inundada!
—¡Y ¿por qué no mejor cargo el cofre con las manos?!
—¡Porque usarás tus manos para sujetarte fuertemente de los tobillos de Sam! ¡Y
tú, Sam...!
—¡Ya sé, me sujetaré fuertemente de tus tobillos!
—¡Sí! ¡Una vez en el océano, todos cargaremos el cofre con las manos,
activaremos los propulsores y nos turnaremos el oxígeno! ¡Rueguen a DIOS y ÉL,
nos dará la completa victoria!
Mientras Gideon hablaba, el agua comenzó a subir de nivel rápidamente. Sam,
Das y Gideon se abrazaron luego que Sam y Gideon se colocaran los tanques de
oxígeno, después, los tres comenzaron a contener la respiración mientras el agua
cubría todo el lugar.
Una vez todo inundado, Gideon nadó hacia el enorme agujero del techo de la
cueva usando sus brazos como si fueran aletas, Sam se sujetó fuertemente de los
tobillos de Gideon, mientras que Das se sujetó de los tobillos de Sam al mismo
tiempo que sujetaba con sus pies y tobillos el cofre.
Los tres jóvenes cristianos salieron nadando por el agujero del techo de la cueva.
Gideon nadaba tan rápido como podía al mismo tiempo que recordaba en su
mente el Salmo 92:10, una y otra vez, mientras turnaba oxígeno con Sam y Das y los
tres sujetaban el cofre hasta llevarlo a la superficie, impulsados con la ayuda de los
propulsores.
Gideon nadaba como nunca lo había hecho en su vida, pues sabía que ellos tres
y el cofre se dirigían hacia un anhelado agujero en el fondo del mar, o un pasadizo
hacia alguna cueva en el fondo del océano, los cuales, en caso de existir, los llevarían
hasta la superficie, ó de lo contrario, todos tendrían una tumba acuática...
En medio del océano, un nativo de la Isla de Bora, esperaba ansiosamente a
bordo de su bote.
De pronto, Gideon salió a la superficie y se sujetó de la orilla del bote. Abrió la
boca para tomar una gran bocanada de aire, pues le había dejado el oxígeno a Das
poco antes de salir del mar. Gideon hizo un ruido tan intenso, que el nativo se
asustó e inmediatamente volteó a verlo, Gideon no había notado la presencia del
nativo.
Sam y Das salieron a la superficie y colocaron el cofre cubierto de hule dentro del
bote. Por ahora, no importaba a quién pertenecía. Sólo querían usarlo para recuperar
fuerzas.
—Creo que crecí más de veinte centímetros—dijo Das, luego, el nativo se acercó
y dijo algunas cosas en su idioma haciendo que Gideon, Das y Sam notaran por fin
su presencia.
—¿Y éste qué?—preguntó Sam.
—No sé. Y para ser sincero, no entiendo ni media palabra de lo que está
diciendo—comentó Gideon—Y debo decir que me siento tan cansado que no
tengo ganas de pelear con este hombre para que nos lleve en su bote. Me
conformaría si nos dejara una hora para descansar y luego nos dejara aquí si quisiera.
—Pues pensándolo bien, todavía me quedan un poco de ganas de pelear—dijo
Das—Además, somos tres. Él es uno. Y el bote se ve que puede llevarnos a
cualquier Isla cercana.
—¿No les gustaría viajar en lancha?—preguntó una voz masculina muy familiar
para los tres jóvenes, quienes voltearon inmediatamente viendo a Lucius a bordo de
una lancha de motor.
—¿Tío Lucius?—dijo Gideon.
—¿Acaso esperabas a un jesuita, Gideon?
—No lo creo. Acabamos de derrotar a los últimos dos que nos perseguían—
agregó Sam—Por cierto, creímos que estaba muerto, tío Lucius.
—Es cierto, Papá Lucius. Nos dijeron que Gilbert Bartimeus te había dado
chicharrón cuando quisiste vengar la muerte de mis tíos Carlo y Shae.
—Eso querían que creyéramos. Fue parte del plan del Dr. Strogoff—dijo
Kekeyi asomándose por un lado de Lucius e impresionando a todos.
—¿Mamá? Mamá ¿Qué haces aquí?
—Digamos que queríamos saber cómo terminaba todo—Aleksie salió detrás de
Lucius y Kekeyi observando sonriente a los tres jóvenes cristianos.
—¿Aleksie?
—Hola Gideon. Me da gusto saber que sigues con vida y que por fin honraste la
muerte de tus padres y la de los míos.
Gideon sonrío y la cara se le iluminó de nuevo, luego, se olvidó del cansancio
que sentía y nadó rápidamente hacia la lancha de motor, abordó la lancha, se acercó
a Aleksie a quién besó y abrazó, ante la sorpresa de los demás.
—Hoy mi hermano Gideon no ha dejado de sorprenderme.
—A mí también me sorprendió. Pensé que no sabía nadar y mira, nos sacó de la
cueva y nos trajo hasta la superficie como todo un escualo—dijo Das.
Gideon dejó de besar a Aleksie y miró a Sam y Das.
—Ya les dije que sí sé nadar. Es sólo que nado de manera diferente a los demás.
—¿Estás seguro que desciendes de Adán?—preguntó Das—Porque recuerda
que según la Teoría de la Brecha también hay humanos que descienden de...
—Claro que desciendo de Adán. Hoy más que nunca puedo decirle a quién sea
con certeza que soy un ser humano que desciende del primer hombre creado por
DIOS.
—Y hablando de eso—intervino Lucius—Mi amigo nativo, a quién por cierto,
casi no toman en cuenta, nos ofrece casa y trabajo en la Isla de Bora a cambio de un
poco de... educación.
Gideon, Sam y Das miraron sorprendidos al nativo, quién sonrió.
—¿Educación? Lo siento, pero yo sólo puedo enseñarles a hablar español.
—Quién como tú, hermano. Yo ni siquiera terminé la carrera de... de... de... la
Universidad—dijo Sam.
—Y yo sólo puedo abrir una nueva agrupación de jóvenes cristianos llamada los
Leones Negros reformados en la Isla de Bora. Así reivindicaremos el nombre de la
pandilla que desperdició la vida de sus integrantes en Canadá. En este caso,
haríamos todo lo contrario a esos Leones Negros originales.
—Creo que Lucius se refiere por educación a compartir la información referente
al contenido del cofre que rescataron, chicos—explicó Kekeyi.
—¡Ah! El cofre. Es cierto. Pero... ¿Creen que ellos...?
—¿Por qué no habrían de creernos, Gideon?—preguntó Aleksie—Si es la
verdad.
—Además, su mente de los nativos no está tan cerrada como la gente de las
ciudades—dijo Lucius—Si DIOS está con nosotros, ellos creerán la verdad.
Gideon, Sam y Das miraron al nativo, quien volvió a sonreírles y dijo algunas
palabras amistosas en su lenguaje.
—Ahora que si no quieren, podemos volver a Calgary y...
—¡Olvídelo, tía!—dijo Sam—siempre quise pasar un fin de semana entero en
una playa.
—Pues créanme cuando les digo que pasaremos muchos fines de semana en las
playas, lagunas y los montes de la Isla de Bora—comentó Aleksie.
—¡Pues qué así sea!—gritó Das. Luego, El nativo ayudó a Sam a subir al bote, y
después, él y Sam ayudaron a Das a subir. Lucius y Kekeyi encendieron la lancha
para que todos pudieran emprender el camino hacia la tan mencionada Isla de
Bora...
La lancha y el bote se dirigían hacia la playa principal de la Isla de Bora; Sam, Das,
Gideon y Aleksie miraban sorprendidos la claridad del color del agua y la hermosura
del paisaje al que estaban a punto de formar parte.
Aleksie abrazó fuertemente a Gideon y luego lo besó, éste observaba un collar
con un pescado con el nombre JESÚS en su interior y dicho collar estaba sostenido
por la mano derecha de Gideon. Aleksie lo miró sorprendida.
—¿Qué significa esto?—preguntó Aleksie a Gideon señalando el collar.
—Es un símbolo no muy cristiano que los cristianos que eran perseguidos por los
jesuitas usaban para identificarse entre ellos.
—¿Símbolo no muy cristiano dijiste? ¡Wow! ¿De dónde sacaste esa
información?
—Mis padres... ellos me contaron una historia aterradora que tendremos que
contarle al mundo muy pronto.
—Supongo que tiene que ver con los tratados en formato de comic que
salvamos antes de que ustedes llegaran a la Biblioteca.
—¿Dónde están esas evidencias?
—Descuida. Todo está en un lugar seguro. Lo verás cuando lleguemos—
Aleksie besó de nuevo a su ahora novio.
La lancha y el bote llegaron a la playa principal de la Isla de Bora. Los nativos
recibieron a todos los tripulantes de la lancha y el bote como auténticos héroes.
Además, que las coronas tejidas con flores en el cuello de Gideon, Aleksie, Sam,
Das, Lucius y Kekeyi llegaron de golpe una tras otra.
El nativo y Lucius bajaron el cofre y lo colocaron sobre la arena blanca de la
playa, junto a los otros dos cofres previamente rescatados por Aleksie y Lucius.
Gideon, Sam y Das no podían creer lo que miraban sus ojos. Al fin la primera
victoria completa había llegado. Aún faltaban otros dos enfrentamientos, los cuales
eran más complicados y difíciles que el ya superado. Y al igual que a Job, DIOS les
había devuelto lo que el maligno y los hombres les habían quitado; su casa, sus
empleos, incluso, sus parejas. Aunque Sam y Das no llegaron a Bora bien
acompañados como Gideon, en la Isla habitaban muchas nativas hermosas,
quienes sonreían ante esos dos jóvenes triunfadores al mismo tiempo que bailaban
Tamure Tahitiano. Las lágrimas en los ojos de todos los cristianos no podían faltar, ya
que la alegría y la satisfacción estaban a su máximo nivel.
Sam recordó a sus padres e incluso, le pareció verlos y escucharlos diciéndole que
estaban orgullosos de él. Era inevitable para Sam recordar cuando le pidió perdón a
DIOS por abortar la misión, pues según él, DIOS tenía a las personas indicadas para
ese trabajo. Y en efecto, DIOS tenía a las personas indicadas; sus nombres eran Sam,
Gideon y Das, quien por cierto, comenzó a recordar en su mente canciones
infantiles que decían que DIOS tiene un plan para la vida de todos en este mundo y
que la FE hace que las personas vean muchos milagros en sus vidas.
Gideon por su parte, no dejó de abrazar ni de besar a Aleksie, cada vez que tenía
oportunidad. Pero, también recordó a sus padres, y en especial, recordó a su madre,
quien siempre le enseñó a Gideon a respetar las creencias y costumbres de otros y
no imponer las propias, pero sí compartirlas y defenderlas.
Finalmente, Gideon recordó el versículo Bíblico que su madre le hacía repetir
cada noche antes de dormir cuando era niño; Jeremías 8:9 que dice: “Los sabios se
avergonzaron, se espantaron y se fueron consternados; he aquí que aborrecieron la palabra de
JEHOVÁ; ¿Y qué sabiduría tienen? “

Y eso era lo que se preguntaba Gideon Y ¿QUÉ SABIDURÍA TIENEN?


LA BIBLIOTECA SECRETA: EVOLUCIÓN

Para mi Padre, Para mi Madre

Para mi Elena y para mi Vane

201
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VICTOR HUGO BARRERA/ VH 23.

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