Después de un año, la Casación 724-2015/Piura, ha sido #compartida 3,738 veces. La temática, sin duda,
genera gran interés.
La audiencia de prisión preventiva, además del debate sobre sus presupuestos, debe exigir un control de
la imputación (fáctica y jurídica) como punto de partida.
No tiene sentido imponer una medida tan intensa sobre un hecho atípico. Eso ocurría con el delito de
violencia contra la autoridad policial (caso Buscaglia).
El juez de garantías no puede rechazar observaciones a la imputación jurídica, con el solo argumento de
que presente su excepción de improcedencia de acción. Ese "fundamento" lesiona el derecho de defensa.
Si el hecho es flagrantemente atípico, debe sobreseerse de oficio por el JIP. Luego, si la subsunción no
es clara, amerita desestimar el requerimiento de prisión preventiva. La exigencia de sospecha grave, no
permite pasar por alto subsunciones aparentes.
Cómo discutir los "graves y fundados elementos de convicción" sin ejercer un control de la imputación
necesaria. A menor distancia temporal entre la formalización de la investigación y el requerimiento de
prisión preventiva, más exigible se hace un control sustancial de los hechos.
Palabras clave: Registro personal, cacheo policial, stop and frisk, sospecha
razonable.
2. Análisis y comentario
2.1. Caso
El 11 de marzo del 2011, se produjo en la ciudad de Puno, un accidente de
tránsito que ocasionó la muerte de una persona. El efectivo policial a cargo de las
investigaciones se presentó ante la causante, entonces candidata al Congreso de
la República, y le solicitó dinero a cambio de no comprenderla en las
investigaciones.[1]
En los hechos materia del caso que originó la casación bajo comentario, se puede
señalar claramente que existió fundadas razones que originaron el consiguiente
operativo que permitió revelar la comisión del delito, produciéndose la detención
del efectivo policial en flagrancia, al encontrársele con los efectos del delito. Sin
embargo, no en todos los casos tenemos claro lo que se requiere para proceder a
un registro en casos no flagrantes.
“Cuando la policía actúa en estos supuestos de urgencia, es claro, que no por ello
desaparecen los recaudos de motivo previo para actuar y de límites a la actuación
policial, la cual debe estar razonablemente relacionada con dicho motivo
previo”.[6]
La sospecha que la origina no puede ser solo subjetiva, sino que debe sustentarse
en datos concretos y objetivos. A fin de determinar si nos encontramos ante una
sospecha razonable se ha desarrollado además lo que se conoce como doctrina
del “wholepicture”, esto es la necesidad de tener en cuenta las circunstancias y el
contexto en el que se realiza el registro.
En este caso, una llamada telefónica anónima alertaba a la policía que Vanessa
Whitesaldría de su departamento en su vehículo transportando drogas, por lo que
la policía procedió a su intervención y registro, encontrándosele efectivamente la
droga. El tribunal de apelaciones de Alabama revocó su condena por cargos de
tenencia, sosteniendo que el tribunal de primera instancia debió haber suprimido
lo incautado, pues los oficiales no tenían la sospecha razonable necesaria y que la
llamada telefónica no era suficiente para justificar el registro personal y
vehicular. La Corte Suprema de los Estados Unidos señaló que, si bien este aviso
telefónico puede ser insuficiente para una orden de detención, la información
brindaba suficientes “indicios de fiabilidad” que justificó la intervención
policial.
De ese modo, quedó establecido que la sospecha razonable es un estándar
menos exigente que la causa probable, pues la sospecha razonable puede
establecerse con la información o datos que son diferentes en cantidad o
contenido que la requerida para establecer la causa probable, lo que en nuestra
legislación se conoce también como “suficientes elementos de convicción”.
En el sistema legal del commow law se diferencia entre parar (stop), registrar
superficialmente (frisk) y el registro en las pertenencias (search) que plantean
diversos niveles de exigencias para el personal policial.
Para realizar search esto es una búsqueda o registro de una persona y sus
pertenencias, el funcionario policial debe ser capaz de demostrar que tenía una
sospecha razonable que permitió el stop and frisk, por ejemplo, mientras formula
el cacheo ha palpado la presencia de un arma, o como el caso de Alabama vs.
White haber recibido una llamada telefónica al respecto.
La policía (…) cuando existan fundadas razones para considerar que una persona
oculta en su cuerpo o ámbito personal bienes relacionados con el delito,
procederá a registrarla.
En este caso, el registro personal tiene por objetivo buscar la suma de dinero
entregada, esto es billetes previamente marcados o que contienen los reactivos
químicos con los que ha sido preparados, estos casos no requieren que la persona
se desnude o se proceda a la revisión de cavidades humanas, pues al tratarse de
una entrega supervisada de dinero, lo lógico es que el dinero esté inmediatamente
en las manos o en los bolsillos del intervenido.
Según la sentencia casatorio, el artículo 210° del Código Procesal Penal establece
que el registro personal que realiza la Policía Nacional debe ser inmediato,
señalando que “siempre que se dé cuenta al representante del Ministerio Público,
no podrá posponerse o dilatarse el registro personal cuando haya razón fundada
para considerar que el intervenido oculta en su cuerpo o ámbito personal bienes
relacionados al delito”.
b) Presunción de juridicidad
Por ello se genera “una presunción” a favor de las acciones estatales por el valor
funcional que representa la legitimidad de sus actos, existiendo un interés en
mantener el principio de que el poder público se ejerce conforme a derecho.[13]
Esta es entonces una presunción iure tantum, puesto que las actas realizadas
gozan de esta presunción de licitud. Si bien es cierto, que en la sentencia bajo
comentario se señala que posponer el registro conlleva a cuestionamientos de que
los bienes no se encontraban en posesión del registrado, ello no es tal, si es que
existe inmediatez y continuidad en la realización del registro y nos encontramos
ante un simple traslado cuando resulte necesario.
La Casación señala que en casos de que se tenga que posponer el registro, el
fiscal “garantizará la cadena de custodia” hasta que sea posible la realización del
registro. Este es un supuesto poco convencional, dado que la cadena de custodia
se inicia con el objeto hallado y no antes, por lo que debemos entender que lo que
se quiere con la utilización de esta expresión es que se garantice el traslado del
intervenido al ambiente adecuado bajo supervisión, sin interrupciones, ni
contacto con terceros que hagan presumir que se puede haber deshecho de los
bienes que porta o evitar la exclusión probatoria de lo obtenido en el registro por
las demoras incurridas que cuestionen que los bienes se encontraban en su poder.
3. Parte resolutiva
[2] Vid. QUISPE, Fany. “El registro personal y las intervenciones corporales”. El
Proceso Penal. Estudios Fundamentales, Lima, Palestra editores, 2006, p. 374.
[5] Vid. LARKIN, PauL J. “Stops and Frisks, Race, and the Constitution”.
Disponible aquí.
[8] Art. VI TP CPP: Las medidas que limitan derechos fundamentales, salud las
excepciones previstas en la Constitución, sólo podrán dictarse por la autoridad
judicial, en el modo, forma y con las garantías previstas por la ley. Se impondrán
mediante resolución motivada, a instancia de la parte procesal legitimada. La
orden judicial debe sustentarse en suficientes elementos de convicción
[9] Vid. ROXIN, Claus. Derecho Procesal Penal, Buenos Aires Editores del
Puerto. 2003, p. 319.
[11] Terry Vs. Ohio (1968): “If the “stop” and the “frisk” give rise to probable
cause to believe that the suspect has committed a crime, then the police should be
empowered to make a formal “arrest,” and a full incident “search” of the person.
This scheme is justified in part upon the notion that a “stop” and a “frisk” amount
to a mere “minor inconvenience and petty indignity. Por su parte en Sampson u.
California, 547 U.S. 843 (2006), La Suprema Corte estableció las circunstancias
en que la sospecha razonable no es necesaria.
I. Introducción
10. Un punto que está adquiriendo notoriedad, en los casos que vienen
tramitándose en la actualidad, y que se relaciona con el estándar de sospecha
grave o vehemente que se requiere para dictar prisión preventiva, está referido a
la utilización de las declaraciones, documentos y demás elementos de convicción
que se obtienen en el curso de los procesos por colaboración eficaz, en fase de
corroboración. Sobre el particular, en el país se cuenta con preceptos precisos.
Rigen los siguientes artículos del Código Procesal Penal reformados por
el Decreto Legislativo 1301, de 30-12-2016: (i) 476-A -cuando el proceso
culminó favorablemente a la colaboración-, (ii) 481 -cuando se rechaza el
acuerdo de colaboración-, y (iii) 481-A -cuando el proceso de colaboración está
en trámite-.
Por tanto, según esa doctrina, existen tres criterios de comprobación, que han de
analizarse en conjunto: (i) si había un motivo justificado para la no contradicción
en la actuación del acto de aportación de hechos -sin duda, en el presente caso,
existe una autorización legal y, en la mayoría de los casos, el proceso está en fase
de corroboración-; (ii) si la declaración en cuestión sería el fundamento único o
determinante para la decisión -es de analizar el peso de ese testimonio, pero en
todo caso rige la regla de inutilización prevista en el artículo 158.2 del CPP (para
declaraciones de colaboradores), por lo que deben existir otros actos de
investigación que convergentes con tal declaración-; y, (iii) si había elementos de
compensación, principalmente sólidas garantías procesales suficientes para
contrarrestar las dificultades causadas a la defensa y asegurar la equidad del
procedimiento -a más importancia de las declaraciones sin contradicción más
sólidos los elementos de compensación-. Estos elementos de compensación están
en función no solo a la coherencia, precisión y detalle circunstancial del
testimonio incriminador; sino también, y preponderantemente, la existencia de
otras pruebas que corroboren el testimonio único o preponderante -informes
periciales, testificales, prueba material, actas de incautación o de intervención,
etcétera-. Esta doctrina ha sido correctamente seguida por la STSE 182/2017, de
22 de marzo.
11. ¿Cómo puede determinarse si existe un riesgo de fuga o un riesgo de
obstaculización? La regla es que el peligro siempre debe determinarse con base a
criterios abstractos sino con -el principio de igualdad juega un papel central en
este análisis- [Llobet].
12. Con relación a la amplitud del control del auto que acuerda la prisión
preventiva, es evidente que corresponde al Juez de la Investigación Preparatoria
y a Sala Penal Superior, la constatación y valoración integral de los antecedentes
fácticos justificativos de la prisión preventiva, ya se refieran a las sospechas
graves de responsabilidad criminal, ya a los riesgos concretos de fuga o de
obstrucción de la investigación (STCE 128/1995, de 26 de julio) -esta última será
plausible como mucho tan solo en los primeros momentos de la investigación
preparatoria, en un plazo breve [SÁNCHEZ-VERA]-.
4. Bibliografía Básica