Hablar de psicomotricidad es referirse a la acción. Siguiendo a Betta, podemos decir que esta acción
puede realizarse mediante:
Por eso nosotros hemos clasificado bajo el nombre de psicomotricidad los trastornos del impulso,
volición y actividad motriz, agrupándolos más que por los mecanismos psicopatológicos que
subyacen al trastorno, por la fenomenología que muestran al observador
Manteniendo el término psicomotricidad por considerarlo más universal, con una denotación
similar al de conación, nosotros los hemos clasificado en: 1. Trastornos de la psicomotricidad que
aparecen como conductas y actitudes básicas del paciente. 2. Trastornos de la psicomotricidad que
se manifiestan en relación a los demás. 3. Trastornos de la psicomotricidad que configuran grupos
clínicos específicos: a) Serie catatónica. b) Trastornos de la psicomotricidad por alteración del
impulso de tipo compulsivo. c) Trastornos de la psicomotricidad en relación al impulso sexual. d)
Trastornos de la psicomotricidad en relación al impulso a alimentarse o apetencia.
Ecolalia: que consiste en imitar y repetir frases o sonidos de forma involuntaria, es un síntoma de
trastornos como el autismo o la afasia.
Serie Catatónica: agrupamos acá una serie de trastornos de la psicomotricidad, que presentan
características peculiares y tienen en común el manifestarse en un ámbito clínico constante. Es
característica común instalarse frecuentemente en forma súbita y sorpresiva, darse en un área
intermedia entre lo automático y lo voluntario, y aparecer como movimientos, actos y conductas
carentes de finalidad evidente.
a) Catalepsia: el paciente presenta una rigidez completa, pudiendo mantener posturas forzadas y
agotadoras por largo tiempo. Las mantiene contra todo intento del examinador de cambiar su
posición, oponiendo fuerzas contrarias con sus músculos y sometiéndose a desplazamientos en
bloque, antes que variar la posición asumida. Así un paciente permanece largo rato suspendido
horizontalmente con el solo apoyo del cuello y el tobillo en el respaldo de dos sillas.
c) Estereotipias posturales: alude a posturas repetitivas que el paciente adopta y que no cumplen
ninguna función ni se les rescata sentido alguno. Formas de permanecer en cama muy extrañas y
rebuscadas, se paran en los pasillos de una manera idéntica y rara, se sientan a la mesa siempre de
la misma forma, muchas veces incómoda.
d) Estereotipias de lugar: se refiere a la elección repetitiva de un lugar por parte del paciente
permaneciendo en él, o realizando algún movimiento estereotipado pero reducido a ese espacio.
Estos pacientes irán siempre al mismo rincón de su pieza, ocuparán un mismo lugar en el patio, se
sentarán en un mismo puesto a la mesa y lucharán por mantenerlo si se lo ocupan, o bien tocarán
el mismo mueble un número de veces, y en el mismo punto. Ejemplo: Una enferma esquizofrénica
todos los días barría un mismo lugar más allá de lo útil, luego se sentaba en una esquina durante el
resto del día.
Trastornos de la Psicomotricidad por Alteración del Impulso de Tipo Compulsivo: agrupamos acá
aquellos trastornos de la psicomotricidad que están movilizados por un trastorno previo del impulso
y que son vividos por el paciente como un imperativo y arrollador deseo que no logra controlar y
frente al cual carece de libertad. Los hemos definido como de "tipo compulsivo" según algunas
clasificaciones que los agrupan así, por ejemplo, Freedman y Kaplan, considerando que son impulsos
que se imponen al paciente. En rigor creemos que no corresponden a los actos compulsivos ya que
carecen de una lucha consciente de la voluntad que los resiste, situación que raramente se da en
los actos impulsivos que intentamos delimitar.
Manias
• Concepto de "manía"
• Cuando leemos la definición que nos proporciona el diccionario, en lo que respecta a temas
de salud mental, encontramos que la palabra "manía" describe dos condiciones muy
distintas:
Orden y repetición
• Comprobar en decenas de ocasiones que los objetos del escritorio se encuentran en orden,
contar una y otra vez los automóviles estacionados en la calle, cerciorarse cada determinado
lapso de que la puerta de la casa tiene puesto el seguro o verificar constantemente que la
llave del gas y del agua están cerradas, son algunas de las conductas a las que
llamamos manías, las cuales, en caso de ser muy frecuentes y numerosas, dejan de
ser manifestaciones de extravagancia para convertirse en auténticos dictadores de la
voluntad.
• Los especialistas en salud mental definen a estas actitudes como rituales, y nos dicen que
son característicos de personas que padecen trastornos obsesivos compulsivos
• El diagnóstico del trastorno obsesivo compulsivo suele correr a cargo del psicólogo o
psiquiatra, quien entrevista al paciente para conocer sus síntomas, además de que puede
realizar un examen físico para descartar posibles causas de tipo orgánico, así como
cuestionarios que permitan hacer una detección precisa y determinar el tratamiento.
• Aunque las causas de las manías no se han identificado con claridad, el abordaje médico
requiere, por lo general, de la administración de
medicamentos antidepresivos y psicoterapia, la cual se encamina a enseñarle al paciente a
reducir la ansiedad, resolver conflictos internos y encontrar métodos efectivos
para controlar el estrés. También es posible que este tratamiento se dirija a exponer al
paciente en forma repetitiva a toda situación que desencadena la tensión emocional, pero
con asesoría especializada, de modo que aprenda a resistir la urgencia de llevar a cabo sus
"manías" o rituales. Además, es posible enseñar a frenar pensamientos obsesivos y centrar
la atención en el alivio de nerviosismo e inquietud.
IMPULSIVIDAD:
La impulsividad puede ser causa del incumplimiento de normas debido a una pobre inhibición de la
conducta.
Debido a la falta para emplear el lenguaje como autoguía, aparece la impulsividad como
consecuencia directa.
Por su parte, los problemas de autocontrol pueden ser consecuencia de multitud de factores, como
por ejemplo:
Excesivo movimiento.
Baja atención