El tabaco es una planta, la cual puede ser consumida de cuatro formas diferentes: aspirada, lamida,
fumada o mascada. Ésta está entre nosotros desde hace miles de años, donde los indígenas y otras
poblaciones ya la consumían por el método de inhalación, es decir, fumada.
Por su parte, el tabaquismo es una adicción o dependencia al tabaco, considerada una de las
enfermedades más adictivas y con mayor probabilidad de contraer complicaciones debido al daño
que produce a la salud. Según un estudio, en los países desarrollados esta enfermedad es la principal
causa de muerte prematura que puede ser evitada.
Debido a ello, hemos querido crear un artículo con información precisa y detallada, para de esa
manera contribuir en informar a las personas sobre los daños que produce y cómo evitarlo.
El principal inconveniente, es que se trata de una adicción que produce más enfermedades, las
cuales en su mayoría suelen ser crónicas o graves y aparte, se consume en la gran mayoría de
países del mundo. A pesar de que cada país ha regulado la publicidad del mismo, la edad de
consumo y los lugares donde es permitido fumar.
La principal causa es la nicotina, la cual es psicoactiva y a pesar de que aún no han encontrado
relación con las enfermedades que produce el tabaco y las sustancias usadas en los cigarrillos, es
la responsable de generar dependencia y adicción de tipo física, es decir, es el cuerpo el que necesita
consumir la sustancia.
Sin embargo, las causas por las que una persona puede empezar a fumar son variadas. Según varias
investigaciones, más de la mitad de fumadores empezaron antes de cumplir los 18 años de edad; lo
que significa que el problema está latente en los jóvenes adolescentes.
Esto se puede deber principalmente a que esa etapa es una de las más difíciles, en donde los
adolescentes no tienen bien claro cuáles son las consecuencias de sus actos o simplemente se trata
de un acto de rebeldía. Por ejemplo, en dicha edad es posible considerar fumar por los siguientes
motivos:
Los padres o representantes de los jóvenes consumen tabaco, lo cual hace que éstos tengan
interés o curiosidad en probarlo.
El grupo de amistad empieza a fumar e invitan al joven a probar.
Los ambientes sociales están repletos de personas que fuman, algo que ellos pueden notar
y deciden probar para no sentirse “fuera de ambiente”.
Por otra parte, es posible encontrar otras causas que podrían hacer que un individuo de cualquier
edad empiece a fumar, como por ejemplo:
Predisposición genética.
Influencia generada por los medios de comunicación.
Influencia por publicidad.
Automedicación.
Desinformación.
Reducir o prevenir el estrés.
Sin embargo, ninguna de las causas debería ser suficiente como para realizar un acto que daña la
salud, el bolsillo y afecta a las personas no fumadoras de nuestro alrededor. Por lo tanto si eres un
afectado, te recomendamos ir al apartado de tratamientos para dejar este el tabaco.
El tabaquismo, al igual que otras enfermedades como el alcoholismo, presenta síntomas que hace
evidente que una persona consume tabaco de forma excesiva.
Si una persona presenta alguno de estos síntomas, lo más seguro es que tenga un problema con el
tabaco. Además, es fácil saber si una persona fuma con tan sólo oler su aliento o manos.
Como mencionábamos, existen muchas enfermedades que pueden ser causadas por la dependencia
al tabaco, entre las cuales encontramos diferentes tipos de tumores, como el del labio, faringe y boca,
estómago, esófago, vejiga, riñón, tráquea, páncreas, laringe, entre otros; al igual que también
enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Por ese motivo es que informábamos los datos presentados por la OMS, en la que se ubica el
tabaquismo como la primera enfermedad crónica y adictiva que causa muerte prematura en varios
países del mundo.
El negativo es aquel que sólo utiliza el cigarrillo como si se tratase de un método de relajación,
lo cual suele ser en situaciones complejas.
El crónico es aquel que suele fumar gran cantidad de tabaco sin ser consciente del daño que
está haciéndose a sí mismo.
El hedonista sólo fuma de vez en cuando, es decir, tiene control de la sustancia. Además,
disfruta cada cigarrillo.
El drogodependiente, como su nombre lo indica, es aquél que es adicto y dependiente a la
sustancia en mayor grado que todos los demás; al cual no puede faltarle los cigarros y puede
estar fumando constantemente uno tras otro. Este estaría ubicado en lo más alto de la escala
de tabaquismo.
Por último está el pasivo, el cual no fuma cigarro pero inhala el humo producido por la
combustión del tabaco ya que está rodeado de fumadores. Como dato curioso, estos suelen
ser los más afectados de todos los tipos de fumadores.
Para curar una enfermedad crónica como ésta, primero se debe ser consciente del daño que éste
produce y que el individuo es dependiente física, mental o ambas. Una vez aceptado el problema, se
puede realizar diferentes tipos de tratamientos para la adicción al tabaco: sustituto de nicotina,
terapias de grupo o individuales y medicación.
Si te gustó la entrada te invitamos a difundirla en tus redes sociales para dar a conocer la información
a todas las personas. Si cada quién pone su grano de arena, de seguro podremos lograr que más
personas estén informadas de esta enfermedad tan desbastadora y tal vez en algún momento,
cumplir el objetivo de eliminar el tabaco de la sociedad.