¿Qué tiene que ver “volvernos verdes” con los procesos de una empresa?

A priori, parece que solo es cuestión de poner dos contenedores para residuos, uno para inorgánicos y otro
para orgánicos (válido para Argentina, otros países tendrían 4), acordarnos de apagar la luz antes de dejar
la oficina, apagar la PC en lugar de dejarla en stand by e imprimir lo menos posible.

Lamento ser portadora de malas noticias, hay un camino largo para recorrer si queremos “volvernos
verdes”.

Seguro que estás pensando en que ningún empresario en su sano juicio invertiría un centavo, tiempo y
esfuerzo en “volverse verde” porque “esto es una moda pasajera”.

Lo cierto es que de moda no tiene nada y diseñar una estrategia verde para una empresa conlleva grandes
beneficios, sobre todo, de los que más nos gustan, los económicos $$$$$$$.

Una estrategia verde se diseña bajo, al menos, cuatro pilares:

 Procesos: que optimicen el uso de cualquier tipo de recursos como tiempo, materiales, incluso
humanos, etc., en definitiva todos son traducibles a recursos financieros. Que estén diseñados a
medida de la empresa y quienes la conforman. Procesos que sean el resultado de una estrategia de
revisión y comunicación permanente. Que estén escritos en papel un documento digital que sea
accesible para todos. Que sean cumplidos por todos y esto incluye a todos en el más estricto de los
sentidos.
 Responsabilidad: con el medio ambiente y la sociedad. Se trata nada menos que de establecer
vínculos de calidad con la sociedad donde habitamos nosotros, nuestros empleados e, incluso,
nuestros clientes. Según dicen algunos expertos devolver a la sociedad lo que nos brinda, para que
ese vínculo se mantenga en el tiempo.
 Tecnologías apropiadas: la idea no es convertirnos en pioneros tecnológicos, sino utilizar las
herramientas que existen o que podemos construir para continuar mejorando los procesos de
nuestra empresa, que luego mejorarán los productos o servicios que ofrecemos a la sociedad.
Desde implementar el uso de un sistema que ayude a nuestro equipo a llevar la contabilidad de la
empresa (ERP), o encarar la relación con los clientes (CRM), hasta uno que nos permita optimizar la
producción, por ejemplo, para reducir tiempo y cantidades de materias primas acopiadas, que
además representará menos dinero de alquiler y mantenimiento de depósitos, que evitará que nos
queden sobrantes por discontinuidad, etc. Hasta podemos volvernos un poco locos y llevar
nuestros servidores a la nube, porque nos sale más barato alquilar el espacio de servidores ya
administrados que comprarlos y contratar personal para que les realice el mantenimiento diario.
Claro, acá dependemos de internet, y si bien es casi masiva, el problema es que en las ciudades
pequeñas ese casi tiene otra dimensión temporal y podemos llegar a quedar desconectados por 24
hs.
 Dinero: invertir de manera controlada en el corto plazo a fin de obtener mejores ganancias a futuro
y esta proyección a futuro es la que le quita la etiqueta de “Moda” a nuestra estrategia verde, pues
no hay moda que perdure en el tiempo.
Hace unos días, un colega a quien estimo mucho, riéndose me dijo “vos venís con tus historietas verdes y
nos hacés hacer demás …. Bueno, demás no. Lo mismo y gastamos menos dinero”.

Implementar procesos nuevos, aunque sean mejores, implica un cambio de comportamiento en la

empresa. Como todo cambio, nos cuesta y nos da la sensación de ser muy laborioso, de que hacemos más
cosas que antes, pero a larga nos damos cuenta que al final no es tanto trabajo, no es tan complicado y por
suerte, nos queda más plata en bolsillo para disfrutar.

Más adelante les iré contando con más detalle sobre como volvernos verdes incorporando pequeños
cambios.

Nos leemos!