7MO “A”
1a. La presunción de muerte debe declararse por el juez del último domicilio que el
desaparecido haya tenido en el Ecuador, justificándose previamente que se ignora
su paradero; que se han hecho las posibles diligencias para averiguarlo, y que,
desde la fecha de las últimas noticias que se tuvieron de la existencia del
desaparecido, han transcurrido, por lo menos, dos años.
2a. Entre estas pruebas será de rigor la citación al desaparecido después de
transcurridos los dos años de que habla la regla anterior, citación que deberá
hacerse por tres veces en el Registro Oficial, y en el periódico o periódicos que
señale el juez, ¡con intervalo de un mes entre cada dos citaciones;
3a. La declaración podrá ser pedida por cualquier persona que tenga interés en ella,
con tal que hayan transcurrido tres meses, a lo menos, desde la última citación.
4a. Será oído, para proceder a la declaración, y en todos los trámites judiciales
posteriores, el ministerio público; y el juez, a petición de éste, o de cualquiera
persona que tenga interés en ello, o de oficio, podrá exigir, además de las pruebas
que se le presentaren, si no las estimare satisfactorias, las otras que, según las
circunstancias, convengan.
5a. El juez fijará como día presuntivo de la muerte, el último del primer año, ¡contado
desde la fecha de las últimas noticias; y transcurridos tres años desde la misma
fecha, concederá la posesión provisional de los bienes del desaparecido; y,
6a. Con todo, si después que una persona recibió una herida grave en la guerra, o
naufragó la embarcación en que navegaba, o le sobrevino otro peligro semejante,
no se ha sabido más de ella, y han transcurrido desde entonces seis meses, y
practicándose la justificación y citaciones prevenidas en los ordinales anteriores,
fijará el juez como día presuntivo de la muerte, el de la acción de guerra, naufragio
o peligro, o, no siendo enteramente determinado ese día, adoptará un término medio
entre el principio y el fin de la época en que pudo ocurrir el suceso, y concederá
inmediatamente la posesión definitiva de los bienes del desaparecido.
El art. 68 habla sobre la posesión definitiva de los bienes del desaparecido:
Art. 68.- El juez concederá la posesión definitiva, en lugar de la provisional, si,
cumplidos los tres años, se probare que han transcurrido ochenta desde el
nacimiento del desaparecido. Podrá asimismo concederla, transcurridos que sean
diez años, desde la fecha de las últimas noticias, cualquiera que fuese, a la
expiración de dichos diez años la edad del desaparecido, si viviere.
La sucesión en EE. UU., Cuba, Venezuela, Chile y España:
En Estados Unidos el principio rector es la plena libertad del testador al momento
de redactar su testamento. No existen limitaciones, salvo el respeto a los derechos
del cónyuge que varían según las leyes de cada Estado.
En este sentido, existen dos principios de leyes sucesorias: Comunidad conyugal
(“Community Property”) utilizado en Arizona, California, Idaho, Nevada, New
Mexico, Texas, Washington, Wisconsin y Alaska; y el Derecho común (“Common
Law”) utilizado en el resto de los 41 estados.
El principio de comunidad conyugal consiste en que todos los bienes adquiridos por
los cónyuges durante el matrimonio pertenecen a ambos, en estos se incluyen las
ganancias obtenidas por su trabajo, los bienes comprados con su salario, y los
bienes individuales que uno de los cónyuges de a la comunidad. Sin embargo, los
cónyuges pueden mantener la propiedad individual de los bienes recibidos en
herencia o por donación, los adquiridos antes del matrimonio y de los que adquieran
durante el matrimonio siempre y cuando existan capitulaciones matrimoniales
(“Prenuptial Agreement”). En este principio, cada cónyuge es propietario de la mitad
de los bienes de la comunidad, por lo tanto, cada cónyuge puede, mediante
testamento, disponer de su mitad de la forma que desee.
El principio de derecho común no establece que cada cónyuge es propietario de la
mitad de los bienes de la comunidad, por el contrario, establece que la propiedad
de los bienes será determinada por el nombre que aparezca en el título de propiedad
del bien o en el caso de que el titulo sea irrelevante mediante la determinación de
quien pagó por el mismo. No obstante, el cónyuge sobreviviente está protegido de
ser desheredado completamente puesto que tiene derecho a recibir una cuota parte
de la propiedad del cónyuge fallecido, que en la mayoría de los estados corresponde
a un tercio (1/3) de dicha propiedad. En el testamento se puede disponer que el
cónyuge sobreviviente reciba una cuota parte menor a la dispuesta legalmente, pero
este debe dar su aceptación por escrito a recibir dicha cantidad, y en caso de
oponerse a lo estipulado puede realizar una demanda ante los tribunales
competentes.
A diferencia del cónyuge sobreviviente, los descendientes del fallecido no están
protegidos legalmente de ser desheredados. Sin embargo, cuando en un
testamento se haya omitido a un hijo sin intención de hacerlo, por ejemplo cuando
el testamento es anterior al nacimiento de dicho hijo, la ley presume que fue
accidentalmente, y este tiene derecho a una cuota parte de la herencia. Si la omisión
es intencional, el testamento debe establecerlo y fundamentarlo expresamente.
Esta es precisamente la regla general. La excepción es que junto con la muerte del
titular el derecho desaparezca.
En sentido amplio se puede decir que la sucesión se presenta cada vez que una
persona reemplaza a otra en una relación jurídica, sea ésta un derecho personal,
sea un derecho real. Así, algunos dicen que la sucesión en un carácter general
consiste en el sub entrar de una persona en la posición de sujeto pasivo o activo de
las relaciones jurídicas. En otras palabras, se puede hablar de sucesión cada vez
que en una relación jurídica se produce un cambio del titular de la misma, trátese
de un derecho personal o real.
España: El artículo 744 del Código Civil, dice que “Podrán suceder por testamento o
abintestato los que no estén incapacitados por la Ley.”
Se llama heredero al que sucede a título universal, y legatario el que sucede a título
particular.
Por regla general, todos los bienes, derechos y obligaciones son transmisibles, a
excepción de los que determine la Ley, son transmisibles entonces:
Servidumbres.
Derecho real de prenda e hipoteca.
Derecho de participación en las compañías.
Títulos de acciones.
Derechos de acreedor y obligaciones del deudor.
Acción de nulidad relativa.
Derechos de autor.
Derechos laborales.
Acción por daño moral.
Clases de sucesiones:
Por la forma de suceder los bienes puede ser a título universal (se sucede al difunto
en todo su patrimonio o una cuota de ellos), o a título singular (cuando se sucede
en una o más especies o cuerpos ciertos).
Testamento:
Acto jurídico por el que una persona decide como habrá de diponerse de sus bienes,
o parte de ellos, tras su muerte. El contenido habitual de un testamento, suele
centrarse en el reparto del patrimonio del testador, pero también puede contener
disposiciones de naturaleza personal o familiar del la persona fallecida, como puede
ser la designación de un tutor, el reconocimiento de un hijo, etc...
El testamento es válido desde el momento en que se otorga, pero se hace eficaz
a partir de la muerte de su autor, que es cuando se realiza la denominada “apertura
de la sucesión”.
Existen varias clases de testamentos:
1. Testamento Abierto: en este sistema el testador manifiesta su última
voluntad en presencia de las personas que deben autorizar el acto, es decir, ante
el notario y los testigos. Es el más usado y el que más garantías ofrece, ya que
tiene por sí mismo pleno valor y no es necesario realizar ningún trámite posterior
para darle autenticidad. Tan sólo el testador podrá pedir copia del
citado testamento mientras viva.
2. Testamento Cerrado: está forma de testar prácticamente no se utiliza, y no esta
autorizadado ni para invidentes, ni para personas que no puedan o no sepan leer y
ecribir, ya que consiste en que el testador presenta su última voluntad en un
pliego contenido dentro de un sobre cerrado debidamente identificado, ante la
persona que ha de autizar el acto, normalmente el notario, el cuál no conocerá en
ningú momento el contenido del testamento, que permanecerá oculto hasta el
momento del fallecimiento del testador.
3. Testamento Ológrafo: se trata de un testamento escrito, fechado y firmado
personalmente por el testador. Es completamente secreto, pero la falta de
asesoramiento técnico puede producir que se declare como testamento nulo, se
pueda perder, o se requiera de un proceso judicial para verificar su autenticidad. La
ventaja es el secreto total y absoluto, y su sencillez, pero sólo puede ser realizado
por mayores de edad, e igualmente no esta autorizadado ni para invidentes, ni para
personas que no puedan o no sepan leer y ecribir. Debe estar escrito en su totalidad
por el testador, firmado con su firma usual, y no pudiendo contener palabras
tachadas, enmendadas o entre refranes. Lo podrá conservar el testador o
depositarlo en una persona de su confianza o ante notario.