La razón de proporcionalidad.
Una regla de tres.
El método de reducción a la unidad.
Entonces, se selecciona cualquier par de puntos, por ejemplo, (0.4, 4) y (1.6, 10):
Es decir que, por cada kilogramo que se incrementa la masa, la longitud del resorte se incrementa
un centímetro. Pero, cuando no hay ninguna masa suspendida en el extremo del resorte, la longitud
del mismo es de 2 centímetros, entonces, la ecuación de la línea recta que representa la relación
entre L y M es:
Así, una magnitud es inversamente proporcional a otra cuando cada medida de la segunda
magnitud se obtiene multiplicando por un número la inversa de la medida correspondiente de la
primera magnitud. Lo veremos con más claridad estudiando la siguiente tabla.
Como se advierte, conforme van aumentando los valores de la primera magnitud (número de
obreros) disminuyen las medidas de la segunda magnitud (tiempo). Sin embargo, en esta ocasión
es más complicado ver el producto al que hacíamos referencia más arriba: «cada medida de la
segunda magnitud se obtiene multiplicando por un número la inversa de la medida
correspondiente de la primera».
Primero hallaremos la constante de proporcionalidad, para lo que basta con dar dos valores
correspondientes (por ejemplo, 30 y 112) a x e y en la fórmula que vimos en la definición.
3360:336=10
3360:168=20
3360:112=30
3360:84=40
2. Propiedades
2.1. Primera propiedad
10 · 336 = 3360 = k
20 · 168 = 3360 = k
30 · 112 = 3360 = k
40 · 84 = 3360 = k
El valor de los diferentes productos es siempre el mismo, es decir, es constante, la constante (k)
de esta relación de proporcionalidad inversa que estamos estudiando.
k = 3360
2.2. Segunda propiedad
Hagamos algunas pruebas usando los valores de la tabla anterior y examinemos lo que ocurre.
10 · 3 = 30
20 · 2 = 20
Hagamos lo propio con un valor que no esté en nuestra tabla. Por ejemplo, vamos a multiplicar
por 5 la tercera medida de la magnitud obreros (30) y, por supuesto, multiplicaremos por 1/5 la
tercera medida de la magnitud tiempo (112).
5 · 30 = 150
Según lo anterior, con una plantilla de 150 obreros terminaríamos la obra, aproximadamente, en
22 días (22,4 días). ¿Será verdad? Para comprobarlo, podemos aplicar la primera propiedad: «el
producto entre cualquier cantidad de la segunda magnitud y su correspondiente de la primera es
constante». De esta forma, si multiplicamos 22,4 por 150 nos tiene que dar 3360, que,
recordemos, es la constante de proporcionalidad (k) de la relación entre obreros y días de trabajo
necesarios para completar el edificio.