Mateo 7:21- 23
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
Mateo 7:13-14
13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la
hallan.
INTRODUCCIÓN
En la Iglesia hablando de la iglesia cristiana en general hay muchas personas que se están
congregando a asistiendo a alguna congregación, muchos están bautizados, muchos sirven, pero de
estar yo en una iglesia y congregarme y tener la biblia bajo el brazo a ser cristiano hay un proceso,
pero muchos no quieren ese proceso. Hoy vamos a tomemos una foto, vamos a vernos cada uno
individualmente como nos vemos y nos ven, y no se trata de señalar o juzgar más bien de mirarnos
nosotros mismos, no miremos la paja del vecino sino la viga en nuestro ojo, dice la palabra.
La biblia habla de:
1. TRES TIPOS DE CRISTIANOS
Apocalipsis 3: 15-19
15 Yoconozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses frío o caliente!
16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes
vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos
con colirio, para que veas.
19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
Oremos……
A. CRISTIANO FRIO:
La persona que se encuentra en el estado “frío”, es la que no distingue entre lo bueno ni lo malo.
(2 Corintios 4:4, “Pues como ellos no creen, el dios de este mundo los ha hecho ciegos de
entendimiento, para que no vean la brillante luz del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva
de Dios”).
Son las personas que no han conocido a Dios o tal vez lo han conocido, pero ya no sienten nada;
nada los toca. tampoco les interesa cambiar su estilo de vida; se sienten bien dónde y cómo están. A
ellos no se les puede llamar Cristianos – son impíos en la iglesia.
Es la persona que un día estuvo caliente, pero ahora no le interesa estar en la presencia de Dios. Se
dejó enfriar. No ora, no ayuna y no cumple más con la Palabra del Creador. Incluso, a veces, tiene
dudas sobre la existencia de Dios. Sin embargo, es consciente del error que está cometiendo y que
su vida no está bien. Es necesario que esa persona regrese a los caminos del Señor Jesús y
recupere la relación que un día tuvo con Él, mientras todavía haya tiempo.
Hay una vida antes de Cristo y otra después de haberle aceptado a Él, las cosas de nuestra pasada
manera de vivir tienen que desaparecer pero el cristiano frio vive todavía con esta cosas, y Pablo
menciona 6 aspectos de la vida del viejo hombre que debemos tener presente aunque podrían ser
muchas más:
B. CRISTIANO TIBIO:
La persona tibia es la que se interesa más por la carne y no por el Espíritu (Romanos 8:5). Tales
personas conocen a Dios, pero no lo involucran en sus vidas; hacen todo con sus propias fuerzas. Los
tibios sufren porque saben lo que tienen que hacer, pero no lo hacen pues tienen su propia agenda.
La prioridad de esas personas no es Dios sino su propio ego; creen que pueden servir a Dios sin tener
que rendir algunas aéreas de sus vidas a Dios. Ahí es donde muchos cristianos estan – en el peor
estado.
Dios prefiere que seamos fríos a que seamos tibios; aborrece la tibieza a tal grado que hasta le causa
náuseas. Todos los cristianos tenemos que aborrecer el estado tibio. Debemos acercarnos más a Él
para que nos dé de su calor y podamos ser “calientes”. Así podremos agradarlo y vivir como a Él le
agrada.
Las personas que están en ese grupo no comprenden que están distanciadas de Dios y no forman
parte de Su Reino. Ellas poseen una falsa sensación de bienestar. Todo parece estar tranquilo,
mientras sus vidas se acercan al abismo eterno. Se apoyan en van a la Iglesia y no en la calidad de
tiempo con al Señor Jesús. Asisten a la Iglesia solo para cumplir con la tradición, compromiso o para
que los vean y no para alimentarse del Espíritu Santo. La persona tibia no se da cuenta, no reconoce
que necesita acercarse a Dios. Ella no asume un verdadero compromiso con el Altísimo, pero conoce
Su Palabra. Es el cristiano que no cree ni entiende la salvación y por ende no ha nacido de nuevo. Por
eso, la persona que se encuentra en este grupo necesita urgentemente reconocer los caminos
equivocados que ha recorrido y debe reconciliarse con Dios mientras aún haya tiempo, para que no
caiga en el sufrimiento eterno.
Características del cristiano tiempo:
…asisten a la iglesia con bastante regularidad. lo que ellas creen que hacen “los buenos cristianos”
y por eso van.
…dan dinero a la iglesia y obras benéficas…. siempre y cuando no afecte su estilo de vida.
Ofrendan si les sobra, no de corazón, fingen dar con alegria. Después de todo, Dios ama al dador
alegre, ¿verdad?
…tienden a escoger lo que es popular por encima de lo que es correcto en los momentos que
deben escoger. Desean encajar dentro de la iglesia, pero no ser rechazados fuera de ella. Se
preocupan más por lo que los demás piensan (si está asistiendo a la iglesia, si ofrenda, etc.) y no por
cómo Dios opine de su corazón y su vida.
…no quieren realmente ser salvas de su pecado – sólo quieren ser salvas del castigo de su
pecado. No aborrecen genuinamente su pecado, sólo se sienten mal porque Dios va a castigarles. No
entienden ni creen el sacrificio de Jesús por nuestros pecados en la cruz. Las personas tibian no creen
realmente que la nueva vida que Jesús ofrece sea mejor que la vieja vida del pecado.
…no tienden a compartir su fe con sus familiares, vecinos, compañeros de trabajo o amigos.
No quieren ser rechazados, ni tampoco quieren hacer sentir incómoda a la gente hablando de cosas
tan personales como lo es el tema de la religión.
…miden su moralidad comparándose a sí mismas con el mundo secular y no con Jesús. Se
sienten satisfechas de que, aunque no son tan comprometidas como fulano o mengano, no son tan
horribles como las personas de la calle. Dicen soy mejor que otras personas.
…dicen que aman a Jesús y, sin duda, Él es parte de sus vidas; pero sólo una parte. Le dedican
una parte de su tiempo, una parte de su dinero, una parte de sus pensamientos, una parte de su
corazon pero no permiten que Él controle sus vidas.
…aman a Dios, pero no con todo su corazón, su alma, su mente y sus fuerzas. Enseguida
asegurarían que intentan amarlo así, pero que ese tipo de dedicación total no es verdaderamente
posible para un cristiano común. Sólo lo alcanzan los pastores, misioneros, radicales, etc.
…aman a otros, pero no tanto como a sí mismos. Su amor por los demás se enfoca a los que les
aman de vuelta y les sobra poco amor para los que no lo pueden devolver – ¡y mucho menos para
aquellos que, deliberadamente, nos menosprecian o hieren! Es un amor condicionado e interesado.
…sirven a Dios y a los demás, pero con restricciones. Hay límites en cuanto a cuán lejos irán o
cuánto tiempo, dinero y energía están dispuestos a dar por el crecimiento del evangelio.
…piensan en su vida aquí en la tierra mucho más a menudo que en su vida eterna en el Cielo.
La vida cotidiana se centra en los quehaceres diarios, el horario del trabajo o las vacaciones del mes
que viene, . Rara la vez – si es que sucede – piensan en la vida eterna y sus implicaciones.
…son agradecidas por sus lujos y comodidades y eso es bueno pero rara la vez piensan en dar
a los pobres y no de lo que nos sobra sino bendecir. Rápidamente señalan: “Jesús nunca dijo que
el dinero es la raíz de toda maldad. Es el AMOR al dinero…”
…hacen lo necesario para evitar sentirse demasiado culpables. Hacen lo mínimo para ser
“bastante bueno,” pero sin que eso requiera demasiado de ellas. Preguntan: “¿Cuánto tengo que dar?”
en vez de “¿Cuánto puedo dar?” hablando de tiempo, vida y dinero. Preguntan: “¿Cuánto tiempo
tengo que orar y leer Biblia?” en vez de “¿Puede ayudarme a leer Biblia o enseñarme más de la biblia?”
…no viven por fe; sus vidas están estructuradas de modo que nunca tienen que hacerlo. No
tienen que confiar en Dios, si ocurre algo inesperado: tienen una cuenta de ahorros, que vender o que
empeñar. No necesitan la ayuda de Dios: tienen plan de retiro. No buscan genuinamente la vida que
Dios quiere que vivan: ya está todo organizado. No hay necesidad de depender de Dios todos los días:
las neveras están llenas y, por lo general, tienen buena salud. La realidad es que su vida no fuese
significativamente muy diferente si dejasen de seguir a Cristo.
…beben y maldicen menos de lo normal, pero aparte de eso, no son tan diferentes al típico no-
creyente. Igualan ese “limpio vivir” con la santidad, pero están equivocados, dicen he cambiado
mucho, pero mucho.
C. CRISTIANO CALIENTE:
¿Cómo es el cristiano caliente? el estado “caliente” consiste en el deseo de cuidar los intereses de
Dios. Tal persona pone a Dios en primer lugar y su ego en el último lugar.
Los cristianos calientes se dejan guiar por el Espíritu Santo. Caminan con sus pies sobre la tierra, pero
con sus ojos en Dios; quieren ser como Jesús. De esa clase de cristianos es que anhelo ser; quiero
tener los mismos intereses que Dios. Quiero tener la agenda de Jesús – ganar almas. Quiero que Dios
cambie y controle todas las áreas de mi vida; quiero que el Alfarero haga su trabajo en mí para yo
poder hacer lo que Él me encomendó “id y haced discípulos…
¡Si todos los cristianos estuviéramos calientes, ya hubiéramos ganado países enteros para Cristo!
Esta clase de persona presenta delante de Dios una satisfacción genuina. Su presencia es diferente,
porque ella practica una adoración verdadera. Al participar de las reuniones, esta persona canta y ora
entregándose al Señor en espíritu y en verda. Está presente y consciente durante las reuniones. En
su vida pone la Palabra de Dios por encima de cualquier situación, porque las orientaciones del
Altísimo son como su alimento. Ella no necesita ninguna motivación para estar en el Altar de Dios,
porque ella se pone a disposición para servirlo. El que está caliente, debe vigilar, prestar atención para
no enfriarse y caer.
vocación;
5 un Señor, una fe, un bautismo,
6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
1. Dar testimonio de una vida regenerada por el espíritu santo y ordenando su vida personal,
negocios, su hogar etc.
2. Testificar del evangelio; es decir propagarlo, para que otros puedan ser salvos. • "Cuando yo
dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su
camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano."
(Ezequiel 33:8).
3. Procurar evitar las discusiones y controversias múltiples que no edifican, sino que solo
engendran odios y enemistades. Evitando también las profanas platicas.
1) Procurar recibir y mantenerse lleno del espíritu santo. • "No os embriaguéis con vino, en lo
cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu " (Efesios 5:18).
2) Ser constantes en la oración y en la comunión con nuestro gran Dios y salvador
Jesucristo. "Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil. " (Mateo 26:41).
3) La diaria lectura y meditación de las Sagradas Escrituras. “Será como árbol plantado junto
a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace,
prosperará." (Salmos 1:3).
4) Debe procurar vivir piadosamente, en santidad. "porque escrito está: Sed santos, porque
yo soy santo. " (1 Pedro 1:16).
a) Dar buenos ejemplo, cultivar los buenos hábitos, dejando los deseos que antes se tenían.
b) El esposo debe proveer para el sostenimiento del hogar.
c) El esposo debe colaborar con la esposa en la educación moral y religiosa con su ejemplo y
consejo.
d) Las hermanas casadas deben sujetarse a sus maridos. (Efesios 5:22-25) " 22 Las casadas
estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la
mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos
en todo. 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó
a sí mismo por ella,"
e) Respetar a los padres, hijos, esposa, familiares y allegados.
f) Los hijos deben someterse a las normas y disciplina del hogar como conviene en el señor,
honrando a sus padres.
g) Debe orar por la salvación de cada uno de sus familiares, orar por los hermanos y sus
pastores.
h) . Dar gracias a Dios por los alimentos cada vez que se siente en la meza para recibirlos.
i) Procurar mantenimiento del altar o culto familiar.
Mateo 7:13-14
13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la
perdición, y muchos son los que entran por ella;
14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la
hallan.
Efesios 4:22-24
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los
deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado
según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Pablo nos presenta 3 pasos de acción de los creyentes en Cristo
1. Despojaos del viejo hombre. Esto sugiere un cambio de carácter, un cambio de manera de
vivir
2. Renueven la mente. Esta renovación es la acción del Espíritu Santo en el ser humano, pero
ocurre conforme los seres humanos nos entregamos, nos rendimos a la dirección divina.
3. Vístanse del nuevo hombre. Colosenses 3:10 nos explica muy bien que significa esto “ y
revestidos del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el
conocimiento pleno”. Significa vestirnos de Cristo, esta nueva vida se caracteriza por la justicia y la
santidad, que marca su relación con su prójimo y con Dios respectivamente.
Quien dice ser cristiano debería demostrarlo viviendo como Cristo vivió; es decir, haciendo lo que Él
hizo y evitando lo que Él evitó. En definitiva, el cristianismo es un camino de vida. Un verdadero
discípulo de Jesús es aquél que le sigue e intenta vivir según su ejemplo.
Ser cristiano es más profundo de lo que parece
Si queremos seguir a Cristo, primero debemos estudiar su vida para saber qué hizo y cómo vivió. La
enseñanza del apóstol Pablo para los cristianos es: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1
Corintios 11:2, énfasis añadido”). No basta con tener la experiencia emocional de “entregar nuestro
corazón a Dios” o decir que somos “cristianos” para ser cristianos verdaderos; debemos vivir
imitando el ejemplo de Jesús día tras día. En 1 Juan 2:6, el apóstol Juan nos explica más al
respecto: “El que dice que permanece en él [en Jesucristo], debe andar como él anduvo”.
Pero ¿cómo vivió Cristo en la tierra? Los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento nos relatan lo que
Cristo hizo durante su vida. Ser un verdadero cristiano implica un cambio radical en nuestras vidas—
la Biblia lo llama “arrepentimiento”—que consiste en dejar de pensar y actuar como los seres
humanos lo hacen normalmente.
¿Qué más se necesita para ser un verdadero cristiano?
Pero ser un verdadero cristiano requiere de algo más. Para entregar nuestra vida a Cristo debemos
arrepentirnos de nuestros pecados y someter nuestra voluntad a la de Dios. Como dice Pablo,
primero debemos recibir de verdad a Cristo como nuestro Señor y Salvador, bautizarnos para que y
luego esforzarnos por no pecar más. “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por
el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6:4).
Estar “revestidos de Cristo” es cambiar por completo nuestra manera de pensar y comenzar a vivir
según la palabra de Dios (Mateo 4:4).
Un verdadero cristiano es aquella persona que ha recibido el Espíritu Santo de Dios, por medio del
cual Jesucristo puede vivir dentro de una persona.
Un verdadero cristiano debe además dejarse guiar por el Espíritu para así poder “despojarse del
viejo hombre”, “revestirse de Cristo” y convertirse en un hombre nuevo.
¿Qué es un verdadero cristiano?
Ser un verdadero cristiano es más que “creer en Jesucristo” o “aceptar a Cristo en nuestro corazón”.
Un verdadero cristiano es un seguidor e imitador activo de Jesucristo que le ha entregado su vida, se
ha bautizado y ha recibido el Espíritu Santo; es aquella persona que se esfuerza por “revestirse de
Cristo”—por vivir como Jesucristo vivió en la tierra.
Un verdadero cristiano siempre está luchando contra el pecado y tratando de parecerse cada vez
más a Cristo, tratado de ser “perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”
(Mateo 5:48). Este es un proceso que dura toda la vida, no una decisión o experiencia del momento.
Y es un compromiso que será recompensado eternamente, pues, si somos verdaderos cristianos,
¡seremos eternos herederos del reino de Dios junto a Jesucristo, Amen Aleluya.
CONCLUSIÓN:
QUE CLASE DE CRISTIANO ERES:
Frio, tibio, caliente, un crispeto o un cristiano de la secreta, llamarse cristiano es asumir la
responsabilidad de haber aceptado a Jesús con nuestro Señor, aceptado su perdón y Salvación,
nacer de nuevo y olvidar el viejo hombre, cambiar integralmente, como niños ir creciendo y
dejándonos enseñar por que estamos aprendiendo, pero ir aplicando lo nuevo que vamos
aprendiendo, no es fácil la palabra dice que es un camino estrecho, pero tenemos al espiritusanto
que nos ayudara y nos recordara todo lo que Jesús enseño.
Estamos ya finalizando año son once meses que nos sirven a cada uno como una foto de lo que
hemos hecho o dejado hacer, nos sirven para evaluar que cristiano soy delante de Dios y de Los
hombres, los invito a que como dice: romanos 8
35 ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo? ¿El sufrimiento, la angustia, la persecución, el
hambre, la pobreza, el peligro, las amenazas de muerte?
38 Estoy convencido de que nada podrá apartarnos de su amor; ni la muerte, ni la vida, ni los
ángeles, ni los demonios, ni lo presente, ni lo que está por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto, ni lo
profundo, ni cosa alguna de toda la creación. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha
demostrado en Cristo Jesús, nuestro Señor!
OREMOS.