Hay una esecie de belleza que hallamos en distintas producciones del arte y de la
naturaleza, que no actua sobre la imaginació(…).Consiste en la alegría o variedad
de los colores , en la simetría y en la proorción de las partes, en el orden y en la
disposición de los cueros, o bien en la funsión y confluencia de todos estos
elementos en su justa proporción. (Joseph Addison, 1726, Los placeres de la
imaginación, pg 79)
La persona cuyos sentimientos tienden a la melancolía no se define así porque,
privada de las alegrís de la vida, se consume en una oscura melancolía , sino porque
sus sensciones, cuando se amplian más alla de cierta medida, o tomas una
direcciónalcanzan esta triste del alma con más facilidad que otras condiciones del
espíritu. El goce del placer es en el más ordenado, pero no por eso menos intenso.
( Inmanuel Kant, 1764, Critica del juicio, pg 312)
Christian Bendayan lleva buen tiempo andando un camino solitario. No solo porque
lo emprendió y lo ha sostenido durante un numero de años en Iquitos, sobre el
Amazonas, su ciudad natal, sino porque en éste momento, dentro de las
coordenadas de la plástica nacional más reciente, su obra propone abiertamente un
intercambio sobre experiencias de frontera psíquica entre lo hermoso y lo
degenerado,lo vulgar y lo erudito,lo sagrafo y lo profano a las que difícilmente se
entragaría alguno entre sus coetanos peruanos, con la misma sed, la misma
angustia, el mismo amor.
Jorge Villacorta / 1999 Edén/ Babilonia. Catalogo de la exposición “Edén”
Cristian bendayán a llevado su arte rudito y chirreante a los espacios protegido del
arte
Cristian Bendayán (des) articula sus cuadros con imágenes y materiales que ponen
dura fricción, sobre un mismo soporte, ese archipiélago de temporalidad dislocada
que con demasiada ligereza solemos llamar Perú.
En la obras de Cristian , las mujres han sido lo único que ha sobrevido el proceso
moderno, pues sus paisajes, elemento natural muchas veces relacionado a la
compañera del hombre, ha sido modificado, se le han puesto acentos de colores
fosforescentes, colores que escapan del espectro natural ofrecido hacia nosotros.
Estos nuevos colores acompañan para crear un artificio mayor sobre la sociedad.
La mujer de Bendayán, es también un artificio a punto de limpiarse de toda
naturalidad, una ficción donde convive con el trato, el oleo de académica con los
esmáltes sintéticos, ambos generan dinámicas temporales que se traspola al
proceso doloroso pero asolapado de la vida entre la modernidad y la coloniedad.
Hay algo ntre sus fondos sensuales y sus insolentes imágenes del primer plano
Dentro de toda mujer alienta una vida secreta, una fuerza poderosa llena de buenos
instintos, creatividad apasionada y sabiduría eterna. Es la Mujer Salvaje, una
especie en peligro de extinción que representa la esencia femenina instintiva.
Aunque los regalos de la naturaleza les pertenecen desde siempre, los constantes
esfuerzos de la sociedad por "civilizar" a las mujeres han ocultado los dones que
éstas albergan en su interior.
No es que la cultura selvática sea desmedidamente sexual como desde la capital
tendemos a esteriotiparlos. Es cuando se originó el boom del caucho. Como
suscripe Jaime Royo Villanova,todo empezó en 1839, Charles Goodyear por azar
que el cuacho mesclado con azufre se convrtía en elástico e impermeable ( Pg 79).
El mundo echa sus ojos a la Amazonía para encontrar buena econónomía, creyendo
que en la riqueza se ubica la felicidad. Iquitos , ciudad natal de cristian Bendya´n
asó de ser de una ciudad de apenas 30 habitantes a ser la caital del dinero.
Centenares de personas, en su mayoría hombres, sin salir por meses a causa del
trabajo. No hubo quien vió en esa forma sedentaria del varón, propiciar negocios de
discotecas con chicas como elemento aliciente. De todas partes del Perú, la mujeres
vieron interés económico rápido, modo que fue esta dinámica la que otorgó a la
selva carácter libidinal. Aún hoy, en centro mineros y gaseoductos, donde los
trabajadores trabajan sin salir durante meses, aún persiste la prostitución informal,
solo que ya con la volatilidad de los medios y el tiempo, ya se omitió el baile y las
luces, solo se seduce al varón para distraerse, el licor y las mujeres, generando así
un circulo que estimula comercios humanos que al final solo agencian imaginarios
errados acerca de la cultura selvática. Por otro lado, también desvirtúan la realidad
acerca del mundo idílico de la Amazonía ya que, entra en un dilema contextual;
siendo tan rico naturalmente, porqué es un lugar con índices altos de pobreza y
analfabetismo. Entonces se entiende que los habitantes del lugar, al no poder
acceder a los recursos primordiales para una mejor economía, por consiguiente de
vida, se limitan a recoger las sobras que los trabajadores ofrecen a cambio de
diversión donde puede avizorarse desde compañía, baile, hasta trata de persona.
Los habitantes recogen el excedente del usufructo de las grandes empresas en
forma de opresión y dominación.
En ese sentido el imaginario selvático acerca del carácter lascivo femenino es más
una condición económica dirigida desde los desbordes masculinos que están
embrujados a lo que Freud suscribe en el Malestar de la cultura: Nuestro fin último
del trabajo, es generar comodidades para los nuestros; nuestra familia, ésta
cotidianamente se origina desde el sexo. Entonces se entiende que el sexo el la
dínamica y motor oculto que en realidad vitaliza la economía. Por otro lado Freud al
Igual que el trabajo para un fin último sexual, criticaba la condición excesiva de
higiene o el horror a la suciedad como otro malestar de la cultura. Entonces las
mujeres de Bendayán al tratar de limpiar la suciedad de su apariencia masculina,
se hacen de maquillaje y pinturas a modo de detergente simbólico para ocultar lo
que ellos concideran abyecto, porque al igual que la sangre, está bien que exista,
pero dentro del cuerpo , no visible.
Es también sabido que la selva tiene un matiz encendido acerca de los travestis o
las personas estimuladas precozmente.
Hay expresiones populares que dictan: donde el sol da fuerte y la lluvia a cántaros,
las mujeres al igual que los arboles se hacen esbeltos. Podría afirma