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8. LA HISTORIA DEL RELATO PRE-MARCANO DE LA PASIÓN


8.1. LA HISTORIA DE LA PASIÓN PRE-MARCANA

Es necesario de que en vista a presentar la cuestión histórica del cuarto evangelio


nos detengamos en un gran intervalo previo. La narración de la pasión en los textos
sinópticos. Desde los comienzos de la historia de las formas, se presentaron cuatro
cuestiones importantes, la extensión del relato de la pasión; el carácter unitario o
fragmentario del relato; la hipótesis de un relato pre-marcano de la pasión y la
cuestión de la forma en que se origino el relato de la pasión.

8.3.1. La cuestión extensión del relato de la pasión.

La extensión del relato es discutida, para algunos 1 integra desde el capítulo 11 al


15. 1. para Dibelius sitúa el principio del relato en Mc 14, 1s y el final en la
sepultura de Jesús. La pasión pre-marcana que según Pesch comenzaría en 8, 27;
según E. Lohse2 en 14,1s, la cual según R. Pesch 3 sería la tradición más temprana
escrita; lo mismo opina Grudmann4; la cual contiene una “serie de perícopas
particulares”5. Clasificada por Bultmann y Dibelius como “leyenda” 6;mientras que
para otros (K. Schmidt) sólo va desde el 14-15.

8.3.2. La cuestión del carácter unitario o fragmentario.

A comienzos del siglo pasado se pensaba que el relato de la pasión era una
narración completa (M. Dibleius; K. Schnmidt), que constituía un “relativa
cerrazón”; posteriormente a esto se impuso la idea de R. Bultmann; V. Taylor para
quien el relato de la pasión consistía en una serie de relatos unidos uno a otro por
obra de un redactor; la cuestión del material pre-marcano.

8.3.3. La historia de la pasión pre-marcana

La extensión del relato pre-marcano varia de acuerdo a los autores, asi por ejemplo
V. Taylor distingue un relato A y uno B. El relato A: 14, 1-2. 10-11 (12-16). 17-21.
26-31. 43-46(53. 55-64); 15, 1. 3-5. 15. 21-24. 26. 29-30. 34-37. 39. 42-46; para
el relato B: 14, 3-9. 22-25. 32-42. 47-52. 54. 65. 66-72; 15, 2. 6-14. 16-20. 25.
27. 31-32. 33. 38. 40-41. 47.

Para Schenke el relato pre-marcano comienza en 14, 1 y los relatos de 14, 3-8; 14,
12ª.b.13-16ª; 14, 21-26; 14, 22-24; 14, 33b-35ª. 36-37. 38b. 41-42. 43-46. 50
son pre-marcanos.

En relación a Mc 15 otra clasificación es la J. Gnilka. 7 Quien distingue un relato


fundamental premarcano en donde el texto del AT estaría tamizado con el relato de
la pasión. Este relato estaría centrado en mostrar a Jesús como el justo que sufre
de los Salmos; un segundo texto que es anterior a Marcos y es acuñado con una
perspectiva apocalíptica “más probable es la elaboración de un relato fundamental
con la ayuda de la ideología apocalíptica que pudo sospecharse ya en precedentes
secciones del relato de la pasión y que se adecua a un redactor anterior a Marcos.”
1
Cf. E. Lohse, Die Geschichte des Leidens und Sterbens Jesu Christi, Gütersloher Verlaghaus, Berd
Mohn, 1964, 11
2
Cf. E. Lohse, Introducción al Nuevo Testamento.,124.
3
Cf. R. Pesch, Das Markusevangelium II. 8,27-16,20, Herder, Freiburg-Basel-Wien, 1977, 1-27; id.,
The Gospel in Jerusalem: Mark 14,12- 26 en The Gospel and the Gospels, William B. Eerdmans
Publishing Company, Grand Rapid, Michigan, 1991, 106-148. Ed. P. Stuhlmacher;G
4
W. Grundmann, Das evangeliun nach Markus, Evangelische Verlagsanstalt,berlín, 81980, 8.
5
W. Grundmann, Das evangeliun nach Markus, 8.
6
H. Conzelmann; A. Lindemann, Arbeitsbuch zum Neuen Testament, Mohr Siebeck,Tübingen, 132000,
96.
7
Cf. J. Gnilka, El evangelio según san Marcos II, 365s.
2

Como está dicho, este relato fundamental está marcado por motivos tomados de
los salmos, esto significa a juicio de Gnilka “historia interpretada y no puede ser
considerada como puro relato histórico”. El relato fundamental sería v. 20b-22ª.
24. 26; y el relato apocalíptico: vv. 25. 29b. 30. 33. 34. 37. 38; para Schreiber
tradición apocalíptica de la crucifixión consiste en: Mc 15, 25. 26. 29ª. 32c. 33.
34ª. 37. 38.Para R. Pesch el relato pre-marcano de la pasión comprende 8: Mc 8,
27-33; 9, 2-13.30-35;10, 1.32-34.46-52;11, 1-23.27-33;12, 1-17.34c-37.41-
44;13, 1-2;14, 1-16, 8.

El relato fundamental era una cadena continuada de relatos desde el prendimiento


hasta la sepultura de Jesús, pero hay que contar que se añadieran otras historias.
Para el autor de este relato “interpretó la pasión de Jesús desde la transformación
ocurrida al final , es decir, desde su resurrección” 9 El segundo relato añadidas al
relato primigenio se caracterizaba porque en ellas Jesús conoce las cosas
anticipadamente, anuncia su propio destino conduciéndolo al propio tiempo él
mismo con actitud obediente. Además se caracteriza por la forma de usar el
Antiguo testamento

Según la crítica, desde una temprana etapa de su redacción, el relato de la pasión,


estuvo ligado al uso de esquemas apocalípticos. Autores como J. Gnilka 10, W.
Schmithals11 y Schreiber12, son de esta opinión. Según H. W. Bartsch, existen los
siguientes motivos apocalípticos en el relato de la pasión: el proceso de Jesús (Mc
14, 62); el velo del templo se rasgó; la confesión del centurión (Mc 15, 39); las
tinieblas en pleno día (Mc 15, 33) y el grito inarticulado de Jesús (Mc 15, 37) 13. La
misma estancia en Jerusalén y la visita al templo, responde a un esquema
apocalíptico de una semana, o de horas en el relato de la crucifixión. Estos
esquemas y motivos apuntan a desarrollar el tema central: en la muerte del
mesías, Hijo de Dios, acontece el día de Yahvéh.14

Dicho lo anterior, J. Gnilka; H. Conzelmann y otros autores sostienen que la sección


previa al arresto, fue desarrollada con material apocalíptico, al que el autor le dio
una realización histórica (historisiert es)15, con ello quieren decir que Marcos ha
situado los hechos en el contexto histórico de Judea del siglo I. La terminología de
estos autores no facilita la comprensión, pues la apocalíptica no es un discurso
ahistórico, al contrario, como lo vemos en los apocalipsis históricos, las referencias
a la historia social de Palestina de los siglos I-II son permanentes. Con el concepto
de “hacerse historia” (historisiert es) estos autores desean resaltar que Marcos
“actualiza”, se “apropia”, de tradiciones apocalípticas para estructurar los hechos
acontecidos en la muerte de Cristo.

8.3.4. El proceso de formación

Acerca del proceso que llevó a la formación de este relato se sostiene que hubo dos
factores que están a la base y que los autores acentúan o comprenden de acuerdo
a sus particulares puntos de vista: 1) Los testigos oculares, 2) la prueba de
Escritura.
8
Cf. R. Pesch, Das Markusevangelium II/2, 12.
9
J. Gnilka, Teologia del Nuevo Testamento, 156.
10
Cf. J. Gnilka, El evangelio según san Marcos II, 365s. “historia interpretada y no puede ser considerda
como puro relato histórico”.
11
Cf. W. Schmithals, Das evangelium nach Markus. 1/2, 59.
12
Cf. J. Schreiber, Theologie des Vertrauens, 66s. La segunda tradición apocalíptica de la crucifixión
consiste en: Mc 15, 25. 26. 29ª. 32c. 33. 34ª. 37. 38.
13
Cf. H. W. Bartsch, Die Bedeutung des Sterbens Jesu, ThZ 20(1964), 94-95; J. Gnilka, Teología del
Nuevo Testamento, 159-161.
14
Cf. R. T. France, The Gospel of Mark, 438.
15
Cf. H. Conzelmann, Geschichte und Eschaton nach Mc 13, ZNW 35(1959), 219; J. Gnilka, El evangelio
según San Marcos I, 36.
3

8.3.4.1. Los testigos oculares

El relato se articula en base a los pocos testigos oculares y recuerdos que la


comunidad logra reunir como lo refleja 1Cor 15, 3. Esto da pie para postular la
existencia de un texto protocolar de la pasión 16, es decir un relato que narrara los
hechos en forma de un protocolo moderno. Dibelius señaló que “donde los
recuerdos de los testigos oculares fallaron, debió ayudar al más antiguo evangelio
de la pasión, el AT”17. Los textos de Marcos “en la tradición de la historia de la
pasión los testigos oculares jugaron un rol, para al menos dos veces ser indicados:
la mención del joven el cual huye en el arresto de Jesús (Mc 14, 51) y la mención
de los hijos de Simón de Cirene, Alejandro y Rufus (Mc 15,21)” 18 Además de estos
datos, debemos añadir los comentados por Ch. Dodd en relación a las indicaciones
de fecha y lugar con la que se introduce el relato de la pasión 19. Por su parte R.
Brown señala una secuencia que bien pudo servir como “secuencia básica” para
construir el relato “there was basic sequence in early Christian tradition that
connected super to arrest, condemnation, crucifixión, and burial. Alongside this
sequence, which guided kerygmatic preaching and liturgical (Eucharistic) memories,
stories about figures and incidents in the passion were told. At the early stages the
sequence need not have been fleshed into a consecutive narrative, and the stories
need not have been connected to precise points in it. Since I think of this as a
widespread tradition, it may be called ‘preGospel’ in the sense that it had not begun
to be channelled toward any of the Gospels that would emerge. Only when a form
of it had entered into the particular community and evangelistic history that led to
the Gospels of Mark and John would I speak specifically of features as belonging to
premarcan or preJohannine tradition as distinct from preGospel tradition” 20

8.3.4.2. La prueba de Escritura

M. Dibelius indica en Evangelienkritik und Christologie que “los diferentes sucesos


del Gólgota son dados a conocer en palabras del Antiguo Testamento...pero ellos
serán informados como eventos, en los cuales se ha cumplido el Antiguo
Testamento ”21. No obstante estas opiniones ya señaladas, desde los comienzos de
la historia de las Formas, no ha existido consenso en torno a este punto. El mismo
Dibelius duda de la existencia de una „versión-protocolo“ de la pasión „Urformen,
die mit protokollarischer Genauikeit das Faktum nüchtern und ungedeutet
wiedergeben, sind uns unerkennbar;wahrscheinlich hat es sie nie gegeben, denn
alle Formung für Gemeindezwecke war schon irgendwie interessiert.“ esta opinión
se encuentra confirmada en los actuales comentarios por J. Gnilka quien sostiene
“el texto primigenio de la pasión habría sido una historia interpretada
teológicamente y estaba destinado para ser usado en la asamblea comunitaria” 22

Para Dibelius sin duda, algunos lugares del relato de la pasión han sido producidos
desde el AT “Los lugares de la Biblia han producido la historia” 23. El texto del
evangelio señala claramente que todos huyeron, por lo tanto es evidente que
muchos testigos, “objetivos” no existieron de los hechos de la pasión, en
Getsemani, los discípulos se duermen; en el arresto de Jesús huyen; en el
16
Cf. E. Lohse, Die Geschichte des Leidens., 11-12.
17
Tomado de J. Schreiber, Die Markuspassion. Wege zur Erforschung der Leidensgeschichte Jesu,
Furche Verlag, Hamburg, 1969, 33. M. Dibelius, „Zur Formgeschichte der Evangelien“, 48, en F. Hahn
(ed.), Zur Formgeschichte der Evangelien, Wissenschaftliche Buchgesellschaft, Darmstadt, 1985;M.
Dibelius, Die Formgeschichte des Evangeliums, J.C.B. MOHR, Tübingen, 41961, 189.
18
M. Dibelius, „Evangelienkritik und Christologie“ ., 101.
19
Ch. Dodd, La tradición histórica en el cuarto evangelio, Cristiandad, Madrid, 1978, 45s
20
R. Brown, The Death of the Messiah, 84.
21
M. Dibelius, „Evangelienkritik und Christologie“, 60.
22
J. Gnilka, Teologia del Nuevo Testamento, 153.
23
M. Dibelius, Die Formgeschichte.,188; id, „Evangelienkritik und Christologie“, 101. Dice “Die
Bibelstellen haben Geschichte produziert „
4

interrogatorio ante el Sanedrín, en la flagelación está sólo; en la comparecencia


ante Pilatos ocurre algo similar; en la crucifixión se menciona explícitamente por lo
menos en los sinópticos que los discípulos están “lejos”.
A partir del estudio de estos elementos M. Dibelius; R. Bultmann insistieron en que
el relato de la pasión la prueba de Escritura se utiliza de modo particularmente
fuerte24.

9. LA HISTORIA DELA PASIÓN

9.1. La cuestión del uso de la Escritura

La primera edición de su texto Formsgeschichte, Dibelius señaló que “donde


fallaron los recuerdos de los testigos oculares, el AT debió ayudar al más antiguo
evangelio de la pasión”25, no obstante, Dibelius valora el rol que cumplen los
testigos oculares, y sostiene que este relato es más que un informe protocolar;
según su opinión la historia de la pasión fue narrada como un testimonio con ayuda
del Antiguo Testamento, como cumplimiento de las profecías. 26 Dibelius duda de la
existencia de una versión-protocolo de la pasión „Urformen, die mit
protokollarischer Genauikeit das Faktum nüchtern und ungedeutet wiedergeben,
sind uns unerkennbar; wahrscheinlich hat es sie nie gegeben, denn alle Formung
für Gemeindezwecke war schon irgendwie interessiert.“

En la segunda edición esta postura se acentuó: “se leyó las secciones de la pasión
del Antiguo Testamento como fuente decisiva para la historia de la pasión” 27, así
también lo indica Schreiber “la primitiva comunidad de Jerusalén leyó el Antiguo
Testamento como un informe de la pasión a la luz de la fe pascual y en el recuerdo
de la pasión y muerte de Jesús”. 28 M. Dibelius indica en Evangelienkritik und
Christologie que “los diferentes sucesos del Gólgota son dados a conocer en
palabras del Antiguo Testamento...pero ellos serán informados como eventos, en
los cuales se ha cumplido el Antiguo Testamento”. 29 Para Dibelius sin duda algunos
lugares del relato de la pasión han sido producidos desde el AT “Die Bibelstellen
haben Geschichte produziert”30, no obstante, en otros pareciera que esta función de
la Escritura es afirmada como un postulado. 31 En efecto nos ha dado la impresión
de que la postura de Dibelius es ambigua, él califica su opinión como “probable”,
pues está referido a un hipotético relato pre-marcano de la pasión: “...pero se
contó todo esto –no importa si se sabía, se dedujo o se inventó-simplemente
porque se ha reconocido en él la voluntad de Dios, como fue revelado en las
Escrituras”.32 Y se quiso recurrir al testimonio de la Escritura, aún antes de que se
pudiera ofrecer realmente”.33 A partir de esto se encontraron determinados textos
del AT- Sal 22, 31, 69, Is 53- y desde allí se ha narrado la pasión de Jesús. De ahí
que estos motivos veterotestamentarios llegan al texto de Marcos de modo natural,
confundidos en el texto de la pasión, sin cita expresa, en forma de narración. 34

24
Cf. G. Schille, Das Leiden des Herrn, ZThK 52(1955), 163.
25
Tomado de J. Schreiber, Die Markuspassion. Wege zur Erforschung der Leidensgeschichte Jesu,
Furche Verlag, Hamburg, 1969, 33. M. Dibelius, Die Formgeschichte, 189.
26
Cf. M. Dibelius, „Evangelienkritik und Christologie“, 101.
27
M. Dibelius, Die Formgeschichte, 188.
28
J. Schreiber, Die Markuspassion, 35.
29
M. Dibelius, „Evangelienkritik und Christologie“ , 60.
30
M. Dibelius, Die Formgeschichte,188; id, „Evangelienkritik und Christologie“ , 101.
31
Cf. M. Dibelius, Die Formgeschichte,188.
32
M. Dibelius, Die Formgeschichte, 188.
33
M. Dibelius, Die Formgeschichte, 185.
34
Cf. M. Dibelius, Die Formgeschichte, 185.
5

R. Bultmann en el texto de Die Geschichte der Synoptischen Tradition, comprende


la teoría de la prueba de Escritura, como una función de ayuda que utilizó la
comunidad primitiva para solucionar el problema del Mesías crucificado. 35 Al
analizar la historia de la pasión, Bultmann señala que la prueba de profecía ha
jugado un papel importante en la formación del relato de la pasión, de este modo
enumera que la historia de la traición está al menos “enriquecida” a base del AT
( Mc 14, 18); la escena de los ultrajes Mc 14, 65, el episodio de Pilatos y Herodes.
Sobre todo, la imagen de la crucifixión fue elaborada por rasgos
veterotestamentarios; la crucifixión entre dos malhechores Mc 15, 27, el reparto de
los vestidos en Mc 15, 24, la burla 15, 29, el grito de Jesús en la cruz 15, 34, el
ofrecimiento y degustación del vinagre Mc 15, 36, son todos motivos sacados del
AT. Por otro lado, señala que este principio fue utilizado tanto en la comunidad
helenista como en la palestinense y que la prueba de profecía jugó un papel
determinante en la explicación del escándalo de la cruz. De este modo, los rasgos
tomados del AT sirvieron a Marcos para probar el cumplimiento de la profecía, es
decir, fueron los motivos apologéticos y dogmáticos los que explicaron la utilización
de este uso del AT.36

Esta postura de R. Bultmann, respecto a la adecuación a la Escritura, la


encontramos en G. Bertram quien señala que “ya no más los evangelistas, sino que
fue la teología de la comunidad la responsable de la formación de las historias
evangélicas. Y como un contenido esencial de esta teología de la comunidad valió la
prueba de profecía (Weissagungsbeweis) del Antiguo Testamento”. 37 A juicio de
Bertram, desde un comienzo existe una voluntad dogmática y doctrinal en el uso de
la Escritura38, para éste “la prueba de verdad dependió de su coincidencia con el
Antiguo Testamento”.39 La historia del relato irá del lado de “las noticias
pragmáticas”, y la interpretación del lado de “la unión entre perícopas”, la
comunidad no toma interés sobre la versión más pragmática de la pasión; las
apariciones fueron originariamente informes secos y noticias aisladas, que la
comunidad fue “coloreando”. R. Bultmann señala en „Weissagung und Erfüllung“
que “en todos estos casos los escritores neotestamentarios no han conseguido
nuevos conocimientos desde los textos veterotestamentarios, sino desde ellos
extraen, o sea en ellos leen, lo que ellos ya sabían”. 40 Esta es la postura básica, la
relación con respecto al AT es externa y funcional, sin embargo el desarrollo
cristológico muestra otra visión, los textos del AT sirven a la comunidad post-
pascual para comprender positivamente lo que ha acontecido con Jesús.

Tanto J. Jeremias41 como Ch. Maurer42 postularon el uso de la prueba de Escritura


en la más temprana etapa de la redacción de la pasión. En su artículo, Jeremias
argumenta la existencia de una temprana prueba de Escritura en la comunidad más
antigua.43
35
Cf. R. Bultmann, Die Geschichte, 303; G. Schille, Das Leiden des Herrn. Die evangelische
Passionstradition und ihr ‚Sitz im Leben’, ZThK 52 (1955), 161-205.
36
Cf. R. Bultmann, Die Geschichte , 304.
37
G. Bertram, „Die Leidensgeschichte Jesu und der Christuskult“, 277. Dice „Nicht mehr die
Evangelisten, sondern die ‚Gemeindetheologie’ wurde für die Gestaltung der evangelischen
Geschichten verantwortlich gemacht. Und als ein wesentlicher Inhalt dieser Gemeindetheologie gilt der
alttestamentliche Weissagungsbeweis, überhaupt der ganze Komplex der damit zusamengehörigen
Vorstellungen.“
38
Cf. G. Bertram, „Die Leidensgeschichte Jesu“, 278.
39
G. Bertram, „Die Leidensgeschichte Jesu“, 286.
40
R. Bultmann, „Weissagung und Erfüllung“, 167, en Cl. Westermann (ed.), Probleme
alttestamentlicher Hermeneutik, Kaiser Verlag, 1968.
41
Cf. J. Jeremias, pai/j 337, en GLNT IX; M. Rese, Überprufung einiger Thesen von Joachim Jeremias
zum Thema des Gottesknechtes im Judentum, ZThK 60 (1963), 21-41.
42
Cf. Ch. Maurer, Knecht Gottes und Sohn Gottes im Passionsbericht, ZThK 50(1953), 1-42; J.
Schreiber, Die Markuspassion, 24;H. W. Bartsch, Die Bedeutung des Sterbens Jesu nach den
Synoptikern, 90-91.
43
Cf. A. Suhl, Die Funktion, 123.
6

La tesis de Ch. Maurer es la figura del siervo de Dios del deuteroIsaias, como el
decisivo factor en la formación y estructura de la historia de la pasión y del resto
del evangelio.44 W. Grundmann publica en 1959 la segunda edición 45 corregida del
comentario al evangelio de Marcos, asume la distinción de verbo y de facto de Ch.
Maurer. En relación a Mc 13 señala que el panfleto revela un tipo de “florilegio
qumramita”, colocando en relación expresiones de la Escritura con diferentes
preguntas, las que al modo de interpretación midrásica por el maestro de la
comunidad son pronosticadas. Señala este autor que análogamente, pudieron
haber comenzado a circular textualmente la tradición oral. Colecciones de palabras
de Jesús sobre el discipulado y preguntas de la vida de la comunidad, historias
sobre Jesús que colocan de importancia su persona, de discusiones como
instrucción y ayuda, para las polémicas con los adversarios de la comunidad, etc.

44
Cf. Ch. Maurer, Knecht Gottes, 2-3; J. Jeremias, New Testament Theology I, 287.
45
Cf. W. Grundmann, Das Evangelium nach Markus, 6-11.

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