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Los Poderes del Estado y su Composición

5.1 EL Estado y la División de Poderes.

El Estado es la organización política, dotada de atribuciones soberanas e independiente, que integra la


población de un país.1 Hace referencia a la organización social, política, coactiva y económica,
conformada por un conjunto de instituciones, que tienen la atribución de regular la vida en sociedad.
Como término polisémico, designa también a todo aquel país soberano, reconocido como tal en el
orden internacional, así como al conjunto de atribuciones y órganos de gobierno de dicho país.
Todo Estado está dotado de territorio, población y soberanía.

la División de Poderes.

Desde siempre el ser humano a sufrido abusos de personas consideradas con mayor poder politico lo
cual esta mal y atraves de generaciones y generaciones las diferentes sociedades han propuesto la idea
de que una persona o un grupo de personas no es conveniente que tengan el poder, hubieron muchos
ilustrados que trataron sobre este tema como Jhon Locke y Montesquieu que fue el que hizo una obra
en la que manifesto las ideas de Jhon Locke acerca de la division de poderes llamada "El espiritu de las
leyes" este ilustrado fue el que hizo la teoria de la "Separacion de poderes"

Detalladamente podemos decir que separacion de poderes es una ordenacion y distribucion de


funciones del estado en la cual cada una de ellas es confiada a un organo o u organo publico distinto.

Esto se divide en 3: 1) Poder Legislativo


2) Poder Ejecutivo
3) Poder Judiicial

1) El Legislativo: dentro de la jerarquía constitucional, el Legislativo constituye el primer poder del


Estado. Está representado por el Senado de la República o Cámara Alta y por la Cámara de Diputados. El
Senado lo conforman 32 legisladores, que representan a las 31 provincias del país y al Distrito Nacional.
Por su parte, la Cámara de Diputados está conformada por 150 congresistas. Lo primordial del
organismo bicameral, que se denomina Congreso Nacional, es legislar a favor de los diferentes sectores
de la nación.

El Poder Legislativo tiene a su cargo proponer y elaborar las leyes, que luego de ser aprobadas las envía
al Poder Ejecutivo, a los fines de promulgarlas. Asimismo, se encarga de nombrar a los jueces de la Junta
Central Electoral y a los miembros de la Cámara de Cuentas

2) El Ejecutivo: La Constitución establece que el Poder Ejecutivo se ejerce por el Presidente de la


República, quien será elegido cada cuatro años por voto directo. El Presidente podrá optar por un
segundo y único período constitucional consecutivo, no pudiendo postularse jamás al mismo cargo ni a
la vicepresidencia de la República.
El Presidente de la República es el jefe de la administración pública y el jefe supremo de todas las
fuerzas armadas de la República y de los cuerpos policiales. El artículo 55 de la Constitución establece
los deberes del Presidente, entre los que figuran la designación de funcionarios de Estado, la
promulgación de leyes, la reglamentación de las aduanas y el velar por la buena recaudación y fiel
inversión de las rentas nacionales.

3) El Judicial: El tercer poder del Estado es, de acuerdo a la Constitución y las leyes, la institución
encargada de administrar justicia, a través de sus órganos especiales y jerárquicos llamados tribunales.
Su función es asegurar el amparo, protección o tutela de los derechos que se hallan establecidos en las
normas o leyes. El conjunto de todos estos tribunales constituye el Poder Judicial.

El Poder Judicial es independiente de los demás Poderes del Estado. Goza de autonomía administrativa y
presupuestaria, pero el monto de su presupuesto es asignado anualmente por el Poder Legislativo
mediante la Ley de Gastos Públicos.

5.2 Origen de la teoría de la División de Poderes.

En su teoría de la separación de los poderes del Estado, Montesquieu sostiene que la


distribución jurídica de las funciones ejecutiva, legislativa y judicial sólo podrá limitar el uso
arbitrario del poder y salvaguardar la libertad y los derechos de los ciudadanos, si se
combina con otro principio basado en su distribución social. Por esta razón describe un
modelo institucional en el que la diversidad propia de una sociedad estamental -la sociedad
inglesa- se integra formalmente a los poderes del Estado.

Los debates posteriores que dieron vida a las constituciones modernas -debates
reconocidamente deudores de la teoría de Montesquieu- se centraron exclusivamente en el
principio de distribución jurídica, transformándolo en un pilar fundamental en la
organización de los Estados. Por más de dos siglos los expertos del derecho polemizaron
sobre los alcances de este principio, en un debate en el que se enfrentaron los defensores
de la autonomía absoluta de cada poder con aquellos que abogaban por su separación
relativa.1 En uno y otro caso se trataba de interpretar adecuadamente lo que Madison llamó
"El oráculo de Montesquieu" (1994: 205).2

Una suerte muy distinta corrió el principio de distribución social: bajo el supuesto de que
este principio sólo es apropiado para un modelo de la sociedad estamental, se pensó que
superando las jerarquías del antiguo régimen se superaba también el principio. Sólo faltaba
encontrar las razones que hicieran comprensible el "error" de su autor. Los más suspicaces
creyeron estar en presencia de un pensador interesado -el Barón de La Bréde y
Montesquieu- que promovía la repartición social del poder político para devolver a la
nobleza a la que pertenecía sus antiguas prerrogativas de clase (Althusser, 1968: 91-101).
Para otros, en tanto, Montesquieu sería un autor de transición en cuya teoría se confunden
estrategias modernas y premodernas de "frenos y contrapesos" del poder. El principio de
distribución jurídica correspondería a una forma de organización moderna en la que las
funciones del Estado se relacionan con instituciones y no con clases sociales. El principio de
distribución social, en tanto, representaría el momento de "lo antiguo", basado en el modelo
de gobierno mixto de la tradición republicana3(Solozabal, 1981: 221-224).4
5.3 El Poder Legislativo.
El poder legislativo es aquel que crea las leyes y también las modifica, la facultad que implica la
posibilidad de regular en nombre del pueblo, los derechos y las obligaciones de sus habitantes en
consonancia con las disposiciones constitucionales.[cita requerida] Para ejercer dicha facultad está
investida de una incuestionable autoridad que le otorga la representación de la voluntad.
Las figuras presentes más importantes son el senado y los diputados. Montesquieu propuso, en su
célebre libro El espíritu de las leyes, que era necesario que las funciones del Estado se dividieran
entre distintos poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), para que mediante los arreglos de las
características el poder se autocontrole, a fin de evitar la tiranía.

5.4 La Legislatura.
Una legislatura1 es el periodo de funcionamiento de los órganos legislativos –
Parlamento o Congreso– o de sus respectivas cámaras –Senado, Cámara de Diputados, de
Representantes, etc.–, es decir, es el lapso durante el cual sesionan dichas instituciones.
Corresponde, asimismo, al periodo en que los miembros del Congreso o Parlamento pueden ejercer
las funciones o atribuciones que les otorga la Constitución, hasta la siguiente elección general.
Por lo anterior, una legislatura corresponde al periodo de vida de las cámaras parlamentarias, cuya
duración –regular o especial– fijan los textos constitucionales, y que se extiende desde el momento
de su formal constitución o instalación hasta el de su efectiva disolución. En otros términos, equivale
al mandato de un Parlamento o Congreso, e igualmente corresponde a la duración de ese mandato,
que abarca desde la instalación de una determinada asamblea legislativa, y hasta la disolución
definitiva de la misma junto con la expiración de todos sus poderes.
En ocasiones, también, esta denominación es utilizada para referirse de modo general al órgano en
que se deposita o que ejerce el poder legislativo, esto es, a los Congresos o Parlamentos, o para
designar a los cuerpos legislativos de forma conjunta.

5.5 El Poder Judicial.

El Poder Judicial es uno de los tres poderes del Estado que


conforman el gobierno de la nación. Su función consiste en
administrar justicia, de manera gratuita, para decidir sobre los
conflictos entre personas físicas o morales, en derecho privado
o público, en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo
ejecutar lo juzgado. Su ejercicio corresponde a los tribunales y
juzgados determinados por la ley.

El Poder Judicial goza de autonomía funcional, administrativa y


presupuestaria otorgada por la Constitución y por la Ley Núm.
46-97 del 18 de febrero de 1997, modificada por la Ley Núm.
194-04 del 28 de julio de 2004. El presupuesto del Poder
Judicial, conjuntamente con el Ministerio Público, será de por lo
menos un 4.10% de los ingresos internos incluyendo los
ingresos adicionales y los recargos establecidos en el
Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos, y se
distribuye de la manera siguiente: un 65% del 4.10
corresponderá a la Suprema Corte de Justicia y un 35%
corresponderá a la Ministerio Público.

5.6 El Poder Ejecutivo


En ciencia política y derecho, el poder ejecutivo (del latín executus, «que hace cumplir») es una de
las tres facultades y funciones primordiales del Estado. Se distingue así del poder legislativo, que
aprueba o deroga leyes, y del poder judicial, que interpreta, hace respetar o invalida las mismas.
El poder ejecutivo es el responsable de la gestión diaria del Estado, concibe y ejecuta políticas
generales de acuerdo con las cuales las leyes tienen que ser aplicadas; representa a la nación en
sus relaciones diplomáticas; sostiene a las fuerzas armadas y en ocasiones aconseja con respecto
a la legislación.1 En los estados democráticos, el poder ejecutivo está considerado como
administrador y ejecutor de la voluntad popular a la cual representa y de la que debe ser su más
firme garante.

5.7 Independencia de los Tres Poderes.

El concepto de independencia de los poderes, pese a la estructura negativa del sintagma (= no


dependencia) alude antes al constitutivo positivo de cada poder (a su capacidad de mantener su ritmo
propio, su iniciativa); mientras que en el concepto de separación actúa sobre todo el componente
negativo (= no estar junto con otro). Según esto la independencia es un concepto que fácilmente
evoluciona hacia el «megarismo». Y entonces se nos plantea la cuestión sobre si todos los poderes
pueden tener el mismo grado de independencia. Parece evidente que si los tres poderes tuviesen
independencia total, megárica, su conjunción sería una mera yuxtaposición. En realidad, la
independencia ha sido formulada para alguno de los tres poderes respecto de los otros dos, que le
quedarán subordinados de algún modo. Habría así tres modulaciones de la independencia, y sólo
cabría hablar de Estado de Derecho cuando la independencia recae sobre el legislativo o sobre el
judicial:

Uno. La independencia del poder ejecutivo caracterizaría al Antiguo Régimen, si los otros dos poderes
le quedasen subordinados. Contra esta independencia se edifica la idea de un Estado de Derecho.

Dos. La independencia del poder legislativo representaría una limitación al absolutismo del Antiguo
Régimen, sobre todo cuando el legislativo independiente se haga caer sobre el pueblo, o el estado
llano (frente a la nobleza, la aristocracia o la iglesia).

Tres. Pero también la independencia del poder judicial puede llevarse, en el límite, a un megarismo (al
que se aproximan algunos teóricos como Gustavo Radbruch, que consideraba a la corporación de los
jueces como auténtico tutor de los valores de la libertad) en el que los jueces aparecen como los
verdaderos guardianes y actores del Estado de Derecho. Esto ocurrirá cuando el ordenamiento
jurídico se considere, si no definitivo, si cuasi sagrado, sea porque procede de lo alto, sea porque se
considera como una revelación, aunque sea dada históricamente, de la misma naturaleza (del derecho
natural histórico). El Estado de Derecho o el Estado legal se convertirá ahora en un Estado de Jueces,
en un Estado judicial. El carácter conservador de esta concepción ha sido muchas veces señalado.

Cuatro. Habrá que considerar también, por último, la situación en la que pueda hablarse de
independencia de dos poderes con dependencia del tercero: ya sea, en primer lugar, la independencia
del judicial y legislativo frente al ejecutivo, ya sea, en segundo lugar, la independencia del judicial y el
ejecutivo frente al legislativo, ya sea, en tercer lugar, la independencia del legislativo y del ejecutivo
frente al judicial. {BS22 27-28}

5.8 Interpretación de las Leyes.


La interpretación de la ley es el proceso interpretativo que consiste en establecer algún sentido de
las normas jurídicas que forman el derecho legislado. Se trata de un tipo de interpretación jurídica.
En particular es realizado por los jueces que deciden de un caso de acuerdo con la legislación
aplicable al mismo. Además de que solo los legisladores son los que pueden manifestar la
oscuridad de una ley en donde deben recurrir a la historia o en general a los metodos de
interpretacion de la ley y determinar su sentido. y en los casos de que no se utilicen los metodos
para la interpretacion de la ley se interpretará del modo en que más parezca.

La interpretación constitucional ha de orientarse a mantener la seguridad jurídica


y la vigencia del Estado de Derecho, pues las normas constitucionales constituyen la
base del resto del ordenamiento jurídico. De una determinada interpretación de la
Constitución, pueden ser expulsadas del sistema jurídico de un país algunas leyes,
debido precisamente a la imposibilidad de interpretarlas conforme a los preceptos
constitucionales. Esto puede originar asimismo la inconstitucionalidad de otras normas
que encuentren en conexión con tales leyes.

Por consiguiente, la interpretación de la ley siempre será necesaria cuando ella sea
insuficiente, oscura o contradictoria. Todos los legisladores están consientes de que la
ley no está en capacidad de prever la diversidad de situaciones que la vida en sociedad es
creadora.

Igualmente, Josserand al justificar la interpretación de la ley dice “La ley está


destinada a ser aplicada y por consiguiente, a ser interpretada. El texto más limpio no
podría prever todas las dificultades que pueden presentarse en la práctica: la vida es
más ingeniosa que el legislador y que el mejor de los juristas”.

5.9. Concepto de Interpretación.

Concepto
Interpretar es desentrañar el sentido de una expresión para descubrir un
significado. Se interpretan sueños, expresiones, símbolos, etc. La interpretación es una
labor de todos, pero la calidad de la misma puede variar dependiendo del sujeto que la
realice.

La interpretación es el hecho de que un contenido material, ya dado e independiente


del intérprete, sea “comprendido” o “traducido” a una nueva forma de expresión. Dicho concepto
está muy relacionado con la hermenéutica. Cognitivamente la operación de interpretación es el
opuesto a la operación de representación. Representar consiste en retratar una realidad material
mediante símbolos de diferente naturaleza, mientras que interpretar consiste en reconstruir la
realidad material a la que se refiere una representación de la realidad.

5.10. Autoridad Calificada para Interpretar las Leyes.

Autoridad Calificada para interpretar la Ley

El tema del control de la constitucionalidad y quiénes deben ejercer este control, es


de mucho interés y actualidad. En los sistemas jurídicos modernos existen dos sistemas
diferenciados a la hora de interpretar la Constitución: la interpretación Política, la cual
es hecha por un órgano político, generalmente el congreso, al cual se le otorga la función
de interpretar las disposiciones que él mismo hace, por lo que, en este sistema estaría
facultado para interpretar tanto la Ley como la Constitución; y la Interpretación
Jurisdiccional, la cual es hecha por los jueces, o tribunales, el cual a su vez se subdivide
en dos subsistemas, el concentrado y el difuso.

En el sistema concentrado la interpretación es realizada o por el más alto tribunal


del Estado, ejemplo, Suprema Corte de Justicia, ya sea el Pleno o una sala de la misma, o
por un Tribunal especial cuya única función es precisamente interpretar la Constitución
y determinar la conformidad de las demás disposiciones de derecho interno con la
misma. En el control difuso se le impone a todo juez, de cualquier rango que sea el
interpretar la constitución y determinar que en cada caso que la Ley o disposición a
aplicar esté de conformidad con la Constitución.

5.11. La Jurisprudencia y la Interpretación de la Ley.

INTERPRETACION Y JURISPRUDENCIA. Interpretar la ley es desentrañar su sentido y por ello la


jurisprudencia es una forma de interpretación judicial, la de mayor importancia, que tiene fuerza
obligatoria según lo determinan los artículos 193 y 193 bis de la Ley de Amparo reformada en vigor,
según se trate de jurisprudencia establecida por la Suprema Corte de Justicia funcionando en Pleno o a
través de sus Salas. En síntesis: la jurisprudencia es la obligatoria interpretación y determinación del
sentido de la ley, debiendo acatarse, la que se encuentra vigente en el momento de aplicar aquella a los
casos concretos, resulta absurdo pretender que en el período de validez de una cierta jurisprudencia se
juzguen algunos casos con interpretaciones ya superados y modificados por ella que es la única
aplicable.

5.12. La Doctrina y la Interpretación de la ley.

5.13. Las Escuelas de la Exégesis, Histórica y del derecho libre.


a Escuela de la Exégesis fue un movimiento de interpretación del derecho que se gestó en Francia después
de la publicación del Código Civil de Napoleón de 1804 y tuvo su auge en el siglo XIX, sus postulados
consistían en la interpretación de la norma por la norma misma, exaltando el derecho escrito, dándole
preeminencia al texto de la ley por sobre otros planteamientos y manteniendo una mentalidad
antihistórica en la creación de la norma, el texto leído es obra del jurista francés Bonnecase, quien estudió
los principales representantes de la Escuela exegética, su doctrina y sus métodos, así como su influencia
en el derecho civil y positivo.
En este sentido, la pretensión de que la letra de la Ley era suficiente para fijar el derecho y para su
conocimiento está ligada a la Ilustración y sus efectos, especialmente la codificación de las normas que
regían el actuar de pueblo.
En cuanto a la interpretación de la ley, se afirmaba que las palabras y proposiciones no eran sino medios o
instrumentos que servían para traducir un pensamiento o voluntad, el cual no podía ser otro sino el del
legislador, es decir, el de los autores de la ley.
A los interpretes no debía interesarle lo que el texto legal en sí decía, o el sentido en que ellos lo podían
entender, sino que debían averiguar lo que el legislador quiso decir al elaborar el texto, los fines que
persiguió y las necesidades que pretendió satisfacer, pues sostenían que el contenido del código civil en sí
mismo era letra muerta; pues su valor dependía del pensamiento de su autor.
Al respecto, Savigny fue el principal propugnador de este método (método lógico). La interpretación debe
consistir en "la reconstrucción del pensamiento contenido en la ley" dicha reconstrucción se refiere al
pensamiento del legislador que dictó la ley; en consecuencia, el interprete debe "colocarse en el punto de
vista del legislador reproducir artificialmente sus operaciones y reconstruir la ley en su inteligencia.
Por su parte y contraria a la escuela exegética, se inició la ideología de la escuela histórica de los métodos
dogmáticos, siendo ésta antitesis de la primera, en donde su fundador Savigny sostenía la profunda
concepción del la historia como evolución de la vida del pueblo, pensamiento que resultaba por demás
inverso a las corriente exegética, en la que no ignoraban la historia sino únicamente no la afirmaba y
mucho menos la contemplaban en la formación y elaboración del derecho, pues consideraban que cada
edad produce libre y arbitrariamente su vida, su organización en la medida de su inteligencia y fuerza, lo
que de manera evidente resultaba incorrecto, pues como bien la escuela histórica afirmaba “Hay un todo
superior en el que los distintos periodos se integran. Cada periodo de la historia de un pueblo es
continuación y desarrollo de las edades pasadas, cada edad no crea por sí su propia vida, sino en
indisoluble comunidad con el pasado, y ha de reconocer en sí algo dado ya, lo cual es necesario”.
De lo anterior se advierte que su principal fundamento era que los preceptos legales deben ser
transformados por el interprete dentro de ciertos limites, para ponerlos en armonía con las circunstancias
imperantes al medio social de la época. Interpretando y adaptando las normas.
Esta teoría supone en la norma una parte rígida y otra mudable. Iniciada la vigencia de la ley, ella se
incorpora al medio social, comienza su vida propia, autónoma. Al modificarse las condiciones sociales, el
interprete debe aplicarla consultando la realidad social entonces existente, dándole el sentido que mas se
ajuste a la solución de los problemas que el legislador pudo prever cuando se promulgó, pues la ley es un
producto del medio social vigente para la época en que se dictó y como ella se dicta no sólo para el
presente sino para el futuro, deben consultarse, al momento de aplicarla, las circunstancias imperantes,
prueba de ello es lo que al respecto se afirma en el sentido de decir que “lo que se reputa como
jurídicamente válido y vigente, es el resultado de una evolución cuya raíz está en el pasado y su término en
el futuro”

5.14. Métodos de evolución Histórica y libre Investigación Científica.

El Método de la Investigación Científica propone acudir a otras fuentes auxiliares del


Derecho como la: Costumbre, la Jurisprudencia, la Doctrina, la Equidad y adicionalmente
acudir a otras ciencias auxiliares del derecho como a la balística, a la antropología, a la
sociología, a la psicología, a la medicina forense, la criminología, etc.

Se denomina libre porque sustrae de toda autoridad positiva. Se denomina científica porque
acudimos a las ciencias para respaldar de manera objetiva un argumento.

El Método de la Libre Investigación CientíficaTiene su punto de encuentro con el


MétodoSavigniano cuando al haber lagunas acudimos a la analogía.

Se opone al Método Exegético ya que este carece de un método científico y no se ocupa de


analizar las necesidades de la sociedad.

SegúnGeny; la finalidad de la interpretación es descubrir el pensamiento del legislador para


que se revelen las circunstancias dominantes de la época en la que se formulo y no las
existentes en el de la aplicación.

5.15. La tesis de Hans Kelsen sobre la Interpretación de la ley.


En nuestro estudio, hemos abordado el capítulo décimo (X) de la “teoría pura del derecho” del
autor HANS KELSEN, obra editada hacia los años de 1960.
Al iniciar nuestro informe podemos plantearnos un interrogante ¿De qué trata y como está
planteada la interpretación según este capítulo de Hans Kelsen?
Ante lo cual podemos decir que trata de plantear unas consecuencias originadas en la
jerarquía de un orden jurídico, que esta jerarquía presentan una situación operativa que
generalmente, acompaña los procesos de creación del derecho al ser legislados, y que este
proceso será a través del paso de una norma superior a una norma inferior planteando de esta
manera una fórmula deductiva.
Podremos decir entonces que la interpretación de una ley según Hans es básicamente saber
cómo el órgano competente, que es aquél que está legitimado para aplicar una determinada
norma, aplicando una norma general a un hecho concreto nos da como resultado óseo tiene
una norma individual que debe aplicarle a ese hecho concreto.
Ante lo anterior se explicaría entonces que toda norma, debe ser interpretada por su
aplicación, cuando el proceso de creación y aplicación del derecho desciende un grado en la
jerarquía del orden jurídico.
En éste caso, la norma superior regularía el acto por el cual la norma inferior fue creada, pero
que al mismo tiempo esta menor regularía el acto por el cual debe ser ejecutada. Es decir que
la norma superior actúa de manera parcial determinando el contenido de la norma inferior,
pero que no lo determina de una manera completa, sin que pueda regular todos los detalles
del acto por el cual debe ser aplicada, ese espacio o margen de apreciación, llamado marco
que debe ser llenado por el órgano encargado de aplicar la norma.
Hans, plantea a manera de ejemplo: que un órgano competente, como el juez, da una orden
para detener malhechores, y que el es el único que debe decir cuándo y cómo ejecutar la orden,
y que esa orden depende de circunstancias imprevistas que no puede prevenir en la mayoría
de los casos, en este proceso el órgano creador de la norma superior, deja que la norma
inferior continué el proceso que determina el derecho, en el sentido jerárquico de la estructura
del orden jurídico.
Vemos entonces, que la no determinación de un acto jurídico, puede ser la consecuencia
involuntaria del texto de la norma que regula ese acto. Esto nos permite decir que la persona
que aplica la norma, encuentra palabras o frases del texto con equívocos, planteando el
pensamiento moderno sobre el equivoquismo, es decir que puede tener varias
interpretaciones y esas interpretaciones están enmarcadas en el subjetivismo y relativismo, y
en este caso nos llevaría decir que la hermenéutica se basan una comprensión trayendo la
posición de J. HABERMAN.
Ante, lo anterior nos dice Hans, que nos encontramos con significaciones que por su variedad
encuentran dificultad de interpretación y en este caso, sólo está presente lo meramente
subjetivo y la voluntad de lograr una verdadera comprensión. Esta posición considera, la
posibilidad de desacuerdo entre la voluntad del legislador, de las partes contratantes y el texto
de la ley, es decir, que la no determinación de un acto jurídico, es el resultado de una
determinación total o parcial entre dos normas que pretende ser válidas concurrentemente,
Hans, nos plantea la situación de conflicto, entre una norma superior e inferior, por lo anterior
vemos que no afecta la unidad del orden jerárquico.
Es claro que cuando no existe determinación voluntaria de un acto jurídico, estamos hablando
de un marco abierto a varias posibilidades de interpretación. La norma y su aplicación, nos da
posibilidades de darle varias significaciones que pueda tener el texto jurídico o darle el sentido
que tuvo la voluntad del autor o elegir una de las dos que se encuentran en contradicción, así
toda norma superior es marco abierto varias posibilidades, por lo tanto todo marco de
aplicación es conforme a la norma sin salirse de ese marco que es llenado de alguna manera
posible.
En este orden de ideas, interpretación será la determinación del sentido de la norma por aplicar
y no será otro que el sentido para esa determinación del marcó establecido por la norma, y
que existe la comprobación que la determinación tiene varias maneras de llenar el marco
jurídico y que por tal razón podrá dar margen a pensar que es justa o injusta, pero que al
interpretarlas la parte contraria considera que son válidas conforme a la norma superior,
aplicada por un órgano legalmente constituido es decir con competencia, quien escogerá la
aplicación más apropiada convirtiéndola en el derecho positivo, en un caso concreto, estará
entonces fundamentada esa decisión en el derecho con varias posibilidades y que no fue la
única dentro del marco jurídico.
Además de presentar varias posibilidades y escoger una, para llenar el marco jurídico de un
acto jurídico, debe tener una técnica para llenarla correctamente, y que es la única decisión
correcta impuesta por la misma ley y la utilización de la razón para comprender cuál es la más
justa de las interpretaciones. Ante lo anterior Hans nos dice que no existe un método que
permita escoger cuál es la interpretación más acertada y única en un acto jurídico, por ser un
marco abierto a múltiples posibilidades, de acuerdo a los intereses, así como para el juzgador
puede ser la más correcta, también para el defensor y los demandados puede ser la más
contraria y la posición de ellos ser la más correcta, declarando la decisión del ente juzgador
como absurda, entonces para dirimir este conflicto, existe o es necesario, un nuevo acto
creador de derecho como es el fallo de un tribunal, es decir, la última decisión la toma un
superior y que éste declare si ésa decisión tomada en los procesos anteriores fue la más
correcta, basada en la presentación de las pruebas del proceso, incluyendo aquellos exentos
de vicios.
En el caso anterior, vemos la teoría planteada por Hans en un acto de conocimiento y voluntad,
en el cual existe una diferencia, dice Hans; cuantitativa; ya que en estos dos casos, plantea
una diferencia desde el punto de vista material; la libertad del legislador, que es más amplia
que la del juez, aunque este último también está llamado a crear normas jurídicas y gozar de
libertad para llenar, solamente, la interpretación en el marco que está establecido por la norma
general y que ha sido creada por el legislador, que es quien tiene la posibilidad de creación
del derecho, y que en esta creación no necesariamente está presente el acto de voluntad, ya
que el legislador no aplica la norma y su interpretación tampoco es obligatoria, para el juez la
creación de la norma inferior, estará sobre la base de la norma superior y ése es el marco fijado
por ella teniendo en cuenta la norma superior y otras normas jurídicas relativas a la moral y
justicia.
Lo anterior nos deja ver claramente que la creación de la norma inferior es la que se deja a la
voluntad de interpretación en un hecho concreto por parte del órgano competente y éste a su
vez “según la tradición”, cuando hay duda, la interpretación de la norma debe escoger cual
será más correcta a aplicar a ese acto jurídico y que existe un método que permite establecerla
en todos los casos. En este caso según esa tradición, nos dice Hans, que el derecho sería
“inequívoco” para todos los actos jurídicos, tribunales y órganos, encargado de aplicarlo,
entonces se daría una economía y una seguridad. Pero que este planteamiento, sería un
planteamiento ilusorio; dice que la teoría pura del derecho: se dedica a la búsqueda de la
verdad y que esta obligada a destruir esa ilusión.
Hans; nos plantea, que la interpretación, tiene un papel especial que es el de llenar las lagunas
del derecho, ante la imposibilidad de aplicar el derecho vigente en un caso concreto; porque
ninguna norma jurídica indica la conducta debida, por tal razón, el órgano competente debe
recurrir a la interpretación. Hans, plantea también, que no existe tal laguna, que lo que existe
es el llamado “litigio”, por cuanto una parte reclama los derechos, que cree tener y que han
sido cuestionados por la otra parte, ósea del órgano quien determina si el derecho vigente
impone o no obligación, si es positiva el demandante la acepta, pero sido negativa la rechaza,
en este último caso estaría aplicando la regla general: lo que jurídicamente no está prohibido,
esta jurídicamente permitido, es decir que cada individuo es libre de obrar como quiera según
su voluntad, cuando sus conductas no están determinadas por el derecho garantizado por el
orden jurídico y tampoco impedir o de motivarlo al otro a hacer lo que está prohibido.

Hans, dice que el derecho vigente es siempre aplicable a cualquier litigio y permite resolverlo,
que no hay un caso que un juez jamás haya conocido. Entonces la laguna consistiría, en que
el órgano que aplica la norma, sea oportuna o justa, o podría darse la situación de llegar a
pensar que el legislador no tuvo en cuenta ese caso en particular, pero que hubiera decidido
de manera diferente. De acuerdo a las condiciones para uno es buena y para otros es malo
según el espacio y el marco en que se esté ubicado. Vista de este modo no hay tal laguna.
Si existiera laguna no sería llenada por la interpretación, sino se procedería eliminar la norma
y remplazarla por otra norma nueva, juzgada de mejor manera por el encargado de aplicar el
derecho.
Hans; nos plantea que sí puede existir una laguna técnica: cuando el legislador omite dictar
una norma, ye esta es indispensable para la aplicación técnica de la ley, y tal laguna podría ser
llenada por vía de interpretación. Ante lo anterior Hans, plantea que cuando una norma está
desprovista de sentido, la interpretación no la puede encontrar, porque no se puede extraer lo
que no está contenido en la norma.
Aunque no existen lagunas en el derecho, él legislador puede estar orientado de manera
equivocada y admitir que existen una laguna lógica, el juez está autorizado para resolver
libremente un acto, el legislador se encuentra incapacitado para determinar previamente los
casos en que el juez debe sustituirlo, ya que si pudiera este último hacer esas veces, crearía
el mismo las normas que le parecieron apropiadas. Entonces el juez no puede reemplazar al
legislador sólo se encarga de aplicar la ley conforme a la norma teniendo en cuenta los
principios de jurisdicción.

5.16. La mejor Interpretación de la ley.


COMENTARIO PERSONAL.
Según Hans Kelsen; el proceso de interpretación, es un proceso por el cual, el intérprete que
es un órgano competente como el juez realiza, mediante el tránsito o paso de una norma de
superior jerarquía a una norma de inferior jerarquía, es decir, aplicar una norma de carácter
universal, que es de carácter abstracto a un caso concreto y particular, que en ese tránsito se
crea derecho, para aplicarlo en una sentencia, una decisión o un caso singular concreto, es
decir el juez puede partir de una norma universal para condenadar en un caso singular y
concreto, por ejemplo una norma de mayor jerarquía es “el que matare a otro incurrirá de seis
a veinte años de prisión” “Pedro Mata a Luís” el juez dicta una sentencia condenatoria a nueve
años, o diez años, o 20 años según sea la voluntad del órgano juzgador y su conocimiento, es
decir existe una terminación de la norma superior sobre la norma inferior, porque no se puede
salir del marco generado o establecido por la norma superior, entonces el litigio será un acto
de voluntad y también es un acto de conocimiento, porqué cuando el juez escoge uno de esos
posibles argumentos de sentencia, es porque conoce todos los demás o le parece que ese es
el más adecuado para aplicarlo en ese caso concreto, y él estado de voluntad del órgano
competente, sólo se produce después del conocimiento de las diferentes posibilidades de
aplicación de la sentencia.
Hans; nos plantea que la única diferencia entre la interpretación auténtica y la teórica es la
persona o sea la del intérprete, porque la misma interpretación que realiza el juez la realiza el
abogado litigante la diferencia es que este último no se encuentra facultado, como si lo está el
juez, este es uno de los puntos sustentados con debilidad de la teoría de Hans kelsen.
La interpretación de Hans, ira a partir de los ordenamientos jurídicos democráticos modernos,
es decir aquellos que constituye una estructura jerárquica, por eso en nuestros estudios de
constitución y procedimientos se habla de la pirámide kelsen llegar a la norma constitucional
que la de mayor jerarquía. Kelsen nos dice que los sistemas jurídicos, son sistemas
coherentes, jerarquizados y completos, es decir que el juez nunca se va a encontrar con un
caso jamás visto, de llegarse a presentar este caso, el ente juzgador no podrá tomar una
decisión condenatoria y tendrá que darle libertad al autor de la conducta, porque la norma
dice, que no se pueden prohibir, lo que no esté estrechamente prohibido en la norma jurídica,
entonces está expresamente permitido. Por tal razón kelsen nos plantea, que no existen
lagunas jurídicas, estoy de acuerdo, cuando hay una transición de una norma de mayor
jerarquía a una de menor jerarquía. Pero cuando se trata de un conflicto de aplicación de dos
normas de mayor jerarquía, si pueden existir lagunas para determinar cual de las normas tiene
validez de aplicación a un caso concreto, lo cual Kelsen no prevé este planteamiento en su
teoría, dejando otro de los puntos débiles de su teoría de la interpretación.

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