Los sistemas de alimentación reciben nombres diferentes según como circule el líquido a concentrar:
1- Alimentación directa: El alimento entra en el primer efecto y sigue el mismo sentido de circulación que
el vapor saliendo el producto en el último efecto. El líquido circula en el sentido de presiones decrecientes y
no es necesario aplicar energía auxiliar para que el líquido pase de un efecto al otro. Solo hacen falta dos
bombas, una para introducir el líquido en el primer efecto y otra para extraer el producto en el último efecto.
2- Alimentación a contracorriente: El líquido a evaporar entra en el último efecto y sale concentrado por el
primero. El liquido a concentrar y el vapor calefactor circulan en sentido contrario. Aquí el líquido circula en
sentido de presiones crecientes y eso requiere el uso de bombas en cada efecto para bombear la disolución
concentrada de un efecto hacia el siguiente. Eso supone una complicación mecánica considerable que se
suma al hecho de hacer trabajar las bombas a presiones inferiores a la atmosférica. Así, si no hay otras
razones, se prefiere el sistema de alimentación directa
3- Alimentación mixta: Cuando en una parte del sistema la alimentación es directa y en la otra parte es a
contracorriente. Este sistema es útil si tenemos disoluciones muy viscosas. Si utilizamos la corriente directa
pura, nos encontramos que el último efecto, donde hay menos temperaturas la viscosidad de la disolución
concentrada aumenta, lo que hace disminuir sensiblemente el coeficiente global, U, en este efecto. Para
contrarrestar eso, se utiliza la alimentación a contracorriente o la mixta. La disolución diluida entra en el
segundo efecto i sigue el sentido de la alimentación directa, pasando después del último efecto al primero,
para completar la evaporación a temperatura elevada.
4- Alimentación en paralelo: Cuando el alimento entra simultáneamente a todos los efectos y el líquido
concentrado se une en una sola corriente. Sistema utilizado en la concentración de disoluciones de sal
común, donde los cristales depositados hacen que resulte difícil la disposición de la alimentación directa.
En general, para decidirnos por un sistema de alimentación u otro, es necesario efectuar el cálculo previo del
rendimiento de evaporación para cada uno de los sistemas.
Si la temperatura de entrada del alimento es bastante inferior a la de ebullición en el primer efecto, en el caso
de corrientes directas todo el calor que se da en el primer efecto va destinado a calentar el alimento (calor
sensible) y muy poco a producir vapor, lo que provocará un bajo rendimiento en el proceso global del múltiple
efecto. En este caso se prefiere la circulación a contracorriente.
Por lo contrario, cuando la disolución entra en el sistema a temperatura superior a la de ebullición del último
efecto, será más conveniente la alimentación directa, ya que lo que pasaría sería que la disolución al entrar
al último efecto lo vaporizaría parcialmente, produciendo un vapor que no tiene utilidades posteriores,
entonces la disolución lo enfriaría hasta la temperatura de la cámara de evaporación del último efecto y
posteriormente se tendría que ir calentando al entrar a cada efecto.
Es conveniente señalar que debido a razones económicas, se acostumbra diseñar
a estos evaporadores de tal manera que sean del mismo tamaño, es decir, que sus
áreas de transferencia de calor sean iguales.
6. Si las superficies así calculadas no son esencialmente iguales para los tres efecto
revise la distribución de temperaturas hecha en el paso 3. A no ser que las
elevaciones en el punto de ebullición sean muy grandes, esto no afectara
apreciablemente las elevaciones supuestas en el paso 2.
Repetir estos ajustes hasta que las superficies de calefacción sean iguales.
Balances de materia.
En esta etapa se calculan, mediante balances de materia, los flujos másicos de las
corrientes del licor concentrado y del vapor total generado VT. En el caso de la
primera, la corriente de este producto puede salir en cualquier efecto, dependiendo
del sistema de alimentación que se esté utilizando. Si la alimentación es en corriente
directa, la disolución concentrada saldrá del último efecto LN; si es en
contracorriente saldrá del primer efecto L1 y si es en corriente mixta podrá salir en
cualquier efecto, inclusive efectos intermedios Li. El cálculo es similar en todos los
casos. En general:
Posteriormente, se supone que existe la misma cantidad de agua evaporada en
todos los efectos de forma que:
Estos valores podrían servir para calcular los valores faltantes de todas las Li.
donde
Por lo tanto
Con estos valores se calcula la sumatoria de las EPE.
Cálculo de Ti. Los valores calculados en la etapa anterior sirven para calcular las
temperaturas de ebullición de la solución en cada efecto.
9. Cálculo del área de transferencia de calor en cada efecto Ai. El objetivo de los
cálculos de diseño de un sistema de evaporación es la determinación del área de
transferencia de calor en cada efecto. En esta etapa se tienen todos los datos para
poder realizar este cálculo, mediante la ecuación siguiente:
Para calcular el calor Q1, es necesario calcular la economía del sistema, y asi
evaluar S, y se define asi,
Cálculo del área promedio, Am. El área a utilizar en el sistema de evaporación será
el área media aritmética utilizando la siguiente ecuación:
Bibliografía
http://www.eumed.net/rev/tlatemoani/02/rcm.htm
https://www.ecured.cu/Evaporador_de_m%C3%BAltiple_efecto
Edgar, T.F; Himmelblau, D.M. (1989) Optimization of chemical processes, NY, USA:
Editorial McGraw Hill.
Estrada C. Alberto/Flores, L. A. (2000) “Algoritmo para el diseño conceptual de
evaporadores de múltiple efecto” Tecnología, Ciencia y Educación IMIQ, México:
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