Escuela de Psicología
Carrera Psicología Industrial
ASIGNATURA
Ética Profesional Del Psicólogo
TEMA
Inicio de la Psicología en la República Dominicana
FACILITADOR
Ilusión García
Introducción 1
Ejercicio profesional 25
Complejo extranjero 30
Complejo colonial 31
Complejo geográfico 31
Conclusión 32
Bibliografía 33
INTRODUCCIÓN
Se atribuye a Hermann Ebbinghaus haber dicho a finales del siglo XIX que la
psicología como ciencia tenía un pasado muy largo y una historia muy corta. Lo
mismo puede decirse actualmente de la psicología en República Dominicana.
Por otra parte, hablar de un pueblo como una realidad homogénea es incompatible
con las diferencias debidas a las expectativas culturales vinculadas al sexo, la
edad, la clase social y el nivel educativo, y descansa en un error de analogía, al
pretender construir un discurso psicológico razonando por analogía a partir del
universo geográfico, jurídico y político. A pesar de las limitaciones señaladas, que
son comunes a la mayoría de los trabajos publicados sobre el carácter nacional
(Barnouw, 1967; Béjar, 1966), los ensayos del profesor Sáinz reflejan una sólida
cultura filosófica y una gran familiaridad con las teorías psicológicas
predominantes en Europa durante la primera mitad del siglo XX. Es lamentable
que sus trabajos no provocaran el interés de los pocos interlocutores calificados
en Psicología que había entonces en el país.
Un año después, 1946, el Dr. Antonio Román Durán, psiquiatra español exiliado
en República Dominicana, publicó entre enero y febrero, en el Diario La Nación,
seis artículos sobre diversos temas, tales como la tartamudez desde un punto de
vista psicodinámico, la conducta del jugador, los instintos, la masculinidad y la
femineidad, el alcoholismo y las toxicomanías. Ese mismo año, Rafael Fco.
González publicó en la Revista Jurídica Dominicana una artículo sobre el
Psicoanálisis y el Derecho Penal (González, 1946).
El Dr. Andrés Avelino García, a quien el Dr. Oswaldo Robles, filósofo y psicólogo
mexicano, presentó ante los delegados al Primer Congreso como uno de los tres
pensadores originales que para esa época había dado Hispanoamérica,
compartiendo el honor con José Vasconcelos de México y Francisco Romero de
Argentina, disertó con la profundidad propia del verdadero filósofo sobre los
problemas antinómicos de la categorial “conciencia”. Para el Dr. Andrés Avelino
García lo que distingue a los problemas filosóficos de los problemas científicos es
que mientras estos últimos son problemas nómicos de inequívoca solución
comprobable con datos sensibles, los primeros son problemas antinómicos
susceptibles por lo menos de dos soluciones opuestas, contradictorias, de posible,
igual y excluyente validez.
Según el Dr. Andrés Avelino García, la ciencia trabaja con entes considerados
como realidades; la filosofía no trabaja con entes sino con categoriales de
pensamientos sobre entes. En este sentido, la conciencia no es una categorial
para el psicólogo científico, sino una realidad óntica indubitable; en cambio, para el
filósofo la conciencia no es una realidad óntica de evidencia absoluta, sino una
categorial antinómicamente problemática, que debe ser discutida y de la cual no
podemos tener una evidencia absoluta. El Dr. Andrés Avelino García discute los
problemas antinómicos de la existencia y el ser de la conciencia, algo que a su
juicio no puede hacer el psicólogo científico, porque:
Sobre estos últimos problemas, después de exponer las dos grandes tradiciones
gnoseológicas del pensamiento occidental – la platónica con su énfasis en el
conocimiento por intuición y la aristotélica con su énfasis en el conocimiento
conceptual – el Dr. Sánchez ilustra históricamente el carácter relativo de todo
conocimiento con referencia a las modificaciones fundamentales que ha sufrido el
pensamiento científico desde Aristóteles hasta el presente siglo, describiendo el
estado de las ciencias contemporáneas en los términos siguientes:
Su fundador y primer director fue el Dr. Tirso Mejía-Ricart, médico dominicano con
entrenamiento en psiquiatría y estudios especializados de psicología en la
Universidad de Bonn, quien ha publicado numerosos trabajos y libros de textos en
psicología general, social, jurídica y de la personalidad. Desde 1970 hasta 1981
dirigió el Departamento de Psicología de la UASD el Dr. Enerio Rodríguez,
psicólogo graduado en la Universidad Nacional Autónoma de México, quien
introdujo en el país la enseñanza tanto del análisis funcional de la conducta como
de la psicología del razonamiento humano, y a través de numerosas traducciones
divulgó en nuestro medio el ya famoso debate entre fenomenólogos y
conductistas, iniciado en el Simposio de Rice en 1963, y continuado en revistas
psicológicas durante las décadas subsiguientes. Así mismo ha dado a conocer en
nuestro medio las principales ideas de la Ciencia Cognitiva.
Sin pretender ofrecer una panacea a los complejos problemas que rodean el
proceso de formación profesional en la carrera de psicología, creo que la discusión
debe comenzar por la relación entre la psicología como ciencia y la psicología
como profesión. A diferencia de la medicina y la ingeniería, que en sí mismas no
son ciencias sino profesiones basadas en la integración y la aplicación de
conocimientos generados por diferentes disciplinas científicas, la psicología
conjuga en sí misma la doble condición de ciencia y profesión. Es por ello que,
desde mediados del siglo XX se ha sostenido que una persona que se llame
profesional de la psicología debe, primero que todo, ser científica Raimy, 1950).
El modelo de formación profesional que se deriva de esta convicción implica que
un verdadero profesional de la psicología debe familiarizarse con la aplicación del
método científico en un grado tal que un simple profesional debe ser un científico-
profesional de la psicología.
Ejercicio profesional
Antes del año 2001, para el ejercicio profesional, sólo se requería la autorización
del Poder Ejecutivo de la nación, la cual era otorgada rutinariamente, previa
solicitud a través de los canales institucionales correspondientes. La única
regulación existente entonces era el Código de Ética, aprobado por la Asociación
Dominicana de Psicología (ADOPSI) en asambleas realizadas desde el 25 de
marzo hasta el 9 de abril de 1980. En fecha 9 de enero del año 2001 se promulgó
la Ley No. 2201, la cual creó el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI).
Dicha ley establece requisitos precisos de formación para el ejercicio profesional
en las diferentes áreas de la psicología.
Por este motivo, no es extraño que uno de los primeros trabajos de sobre
psicología del dominicano, correspondiera a un profesional español, exiliado de la
guerra civil, quien ejercía el magisterio en nuestro medio. Otro trabajo de
psicología popular dominicana, es elaborado como tesis de grado para obtener el
doctorado en filosofía, por Enrique Patín Veloz.
Fernando Sainz (Granada, España, 1891; Missisipi, Estados Unidos, 1959). Llegó
al país en 1939 como exiliado de la Guerra Civil Española. Ejerció la cátedra
universitaria y era especialista en psicología pedagógica. Escribía una columna en
el vespertino ``La Nación´´. Es autor del libro ``Un Estudio Sobre Psicología y
Educación Dominicana, que recoge una amplia serie de artículos dominicanos
sobre el tema.
Al final, resume sus observaciones y experiencias, haciendo una silueta del tipo
popular dominicano:
No le interesa la lógica como disciplina sino por las sorpresas de pensamiento que
pueden acarrear. No le interesa el método de investigación, sino la intuición
directa. Su discurrir es preferiblemente deductivo y sintético; la ascensión analítica
inductiva le fatiga y aburre. Prefiere ver el mundo desde la cima que subir a ella.
Es mucho más afectuoso y pasional que emotivo; y así como para el suceso, el
cuento, la noticia o la broma tienen infinitas exclamaciones, para lo sentimental es
de una parquedad expresiva desconcertante.
Tiene un gran facilidad de olvido para lo que no sean vivencias y una gran
memoria para lo que le afecta.
Hace una vida muy sobria, a pesar de gustarle los goces como el que más, y llama
gozar a los más inocentes entretenimientos. Las sensaciones y placeres más
sensibles y modestos los eleva a la categoría de sibaritismo.
En la gran lucha entre la biología, la moral y la religión tienen grandes aciertos. Ha
hecho una perfecta distinción entre la esfera religiosa y humana. Sabiendo que el
organismo es amoral ha optado porque la moral sea biológica posible. Tiene un
gran sentido de respeto y tolerancia para todo aquello que sea patrimonio de la
conciencia individual.
- Complejo extranjero:
“Consiste, en el grupo de perjuicios que inclina a los dominicanos a considerar
superior todo lo extranjero por el hecho se serlo”. Este complejo es responsable de
responsable de considerar a los asuntos nativos carentes de interés y de que no
se haya desarrollado en el país un ambiente cultural propio. Acusa a la mayor
parte de los intelectuales de vivir con el espíritu en Europa, mientras permanecen
ciegos y sordos a las cosas dominicanas. Este complejo extranjero tiene mucho el
típico complejo de inferioridad.
- Complejo colonial:
Tiende a considerar nuestras actividades políticas, sociales o nacionales, con
apego al pasado, o sea, a la época de la colonia, donde prevalecieron el
aristocraticismo, las costumbres patriarcales, el obscurantismo y el misoneísmo.
Considera Patín que este complejo es de los que más daño nos ha causado, por
cuanto es por él que mucha gente del pasado siglo creyó no podíamos
constituirnos en un Estado libre, auspiciando la anexión a España, Francia,
Inglaterra y Estados Unidos.
- Complejo geográfico:
Es el “conjunto de prejuicios que origina en nosotros las condiciones geográficas
de nuestra patria”. Estima que la situación geográfica de un pueblo influye sobre
su modo de ser. La pequeñez territorial y la pobreza en recursos materiales, le da
a los dominicanos la impresión de debilidad.
CONCLUSIÓN
Historia de la Psicología
Thomas H. Leahey
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