Anda di halaman 1dari 8

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA DEL ESTADO DE SINALOA

ORGANISMO PÚBLICO DESCENTRALIZADO DEL GOBIERNO DEL ESTADO

UNIDAD LOS MOCHIS

AUTOR

Heredia Ramírez José Juan

GRUPO

507

La implicación de la enseñanza-aprendizaje de la lectura y la escritura

Los Mochis, Ahome, Sin.; 04 de diciembre del 2018


INTRODUCCIÓN.

El proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura y la escritura tiene un papel


importante en la educación, puesto que permite el desarrollo de destrezas básicas
en el individuo que le permiten perfeccionarse, en el sentido de que amplían sus
horizontes, a la vez que adquieren una postura analítica y crítica; asimismo,
desarrollan diversas facultades como el lenguaje, la expresión oral y escrita. Pero,
ambas capacidades, leer y escribir, deben ser adquiridas por el alumno y orientadas
por el docente, para lo cual éste debe ser consciente del impacto que tienen la
lectura y la escritura en el proceso de aprendizaje de los educandos, es decir, qué
implicaciones tiene una correcta enseñanza, o qué repercusiones conlleva si ésta
fue deficiente.

Lo anterior se aúna con el necesario conocimiento de los niveles de lectura y


escritura, ya que identificar en qué etapa se sitúa el estudiante permite al docente
diseñar una estrategia de intervención en pro de un adecuado e ideal proceso de
enseñanza-aprendizaje de la lectura y la escritura.

Así pues, la importancia de la lectura y la escritura en el proceso de enseñanza-


aprendizaje, así como de sus respectivos niveles, se esclarece en este ensayo y,
para lo cual, se recurrió a diversas fuentes bibliográficas para darle un sustento
teórico a las aseveraciones que a continuación se presentan.

1|Página
Una persona que es consciente de la pobreza que hay en relación con la lectura y
la escritura advierte un problema de carácter social. Son alarmantes lo resultados
que presenta la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos) a través del estudio PISA (Programa Internacional para la Evaluación
de Estudiante) sobre el aprovechamiento lector de los alumnos mexicanos, pues
muestra que están lejos de alcanzar los niveles de rendimiento deseados; pero más
preocupante es la inacción que se observa por parte de la sociedad para solventar
la problemática. En ese sentido, escatimar esfuerzos para resolver la crisis
educativa que existe es un acto de inconsciencia.

Recurriendo a una analogía, un leñador que se afana por cortar un árbol grueso con
un hacha mellada, a pesar de su esfuerzo, su avance será nulo; es evidente que
necesita afilar su herramienta. Por otra parte, si los docentes pretenden cumplir los
objetivos educativos y hacer que los estudiantes aprueben las materias, pero no
enseñan a leer ni escribir, sus esfuerzos serán insulsos; es evidente que tienen que
priorizar la enseñanza de la lectura y la escritura (Esclarín, El valor de educar, 2006).

Aludiendo a lo anterior, es menester definir los conceptos de lectura y escritura,


puesto que una mala concepción de éstos puede acotar los aportes del maestro en
su intervención en pro de la resolución del problema.

En cuanto a lectura, es importante dilucidarla como el medio por el cual se consigue


el progreso, y saber leer es el instrumento que posibilita ese desarrollo. Pero saber
leer no radica en tomar un libro y, posteriormente, recorrer la vista sobre las
palabras; leer consiste en comprender el significado del texto e involucrarnos
intelectual y emocionalmente, y que por consecuencia sucede un cambio en las
estructuras mentales.

Por otro lado, es de suma relevancia evaluar cómo evoluciona la competencia


lectora de los niños desde que inician a leer, entendiéndose por competencia lectora
como “la capacidad de comprender, utilizar y analizar textos escritos para alcanzar
los objetivos del lector, desarrollar sus conocimientos y posibilidades y participar en
la sociedad” (OECD, 2006).

2|Página
La evaluación permite, a partir de ciertos criterios, hacer una revisión y un análisis
de las destrezas y el desempeño de cada alumno frente a un texto para conocer en
qué condiciones se encuentra y precisar cuáles fueron las causas para
determinados resultados; posteriormente, con la información obtenida y con una
actitud reflexiva, se elabora un nuevo plan de mejora.

Para evaluar la comprensión lectora se aplica una rúbrica que considera tres
indicadores de desempeño observables y medibles en el alumno, los cuales son:
fluidez, velocidad o palabras por minutos leídas y comprensión del texto.

La velocidad es la destreza para pronunciar una cantidad de palabras en un tiempo


definido tratando de comprender el texto; con la fluidez se observa la entonación,
el ritmo, fraseo y pausas que realiza el alumno, es decir, el uso de la voz durante la
lectura; y con la comprensión lectora se juzga la capacidad del lector para realizar
inferencias o hacer comparaciones respecto a lo leído.

La rúbrica consta de cuatro niveles por cada indicador de desempeño: avanzado,


estándar, se acerca al estándar y requiere apoyo; cada grado escolar tiene sus
propios referentes de evaluación en cada nivel, v. g., en el grado de primero, en
alusión a la velocidad lectora, un niño se ubica en el nivel “se acerca al estándar” si
lee de 15 a 34 palabras por minuto (ppm), mientras que en el grado de segundo el
niño se ubica en ese nivel si lee de 35 a 59 ppm (SEP, 2010).

Leer es un acto de transformación, es clave en el proceso de aprendizaje; si no se


logran desarrollar las destrezas cognitivas que se emplean durante la lectura se
incrementa el riesgo de perder oportunidades de aprendizaje. Por ello, es importante
preocuparse por los niños que están dando sus primeros pasos con la lectura.

“La lectura enriquece y desarrolla la necesaria capacidad crítica de las personas


[…], la vida cotidiana debe estar condicionada por la capacidad lectora que
contribuya al perfeccionamiento de los seres humanos” (Ministerio de educación,
1970).

3|Página
Por otra parte, la escritura es una destreza lingüística con una función social, puesto
que es un recurso de comunicación que permite la expresión de los pensamientos
a través del lenguaje.

“Si es difícil llegar a ser un buen lector, más difícil resulta todavía llegar a ser un
buen escritor […] Si es evidente que sólo se logra el dominio de la lectura
ejercitándola continuamente, esto es más evidente todavía con la escritura”
(Esclarín, Aprender es divertido, 1999). Aunado a lo anterior, la escritura es una
práctica novedosa para los niños, puesto que las situaciones cotidianas ofrecen
mayores oportunidades de conseguir un acercamiento a la lectura, por lo que
carecen de experiencias previas con el lenguaje escrito y sus reglas que resultan
de mayor complejidad debido a la densidad léxica.

Cabe resaltar que la escritura funge como un medio por el cual se aprende a pensar,
ya que implica escucharse a sí mismo para reflexionar sobre el propio pensamiento
y, enseguida, plasmar las palabras correctas. Por eso la importancia de ejercitar la
escritura personal y creativa.

Por añadidura, la lectura y la escritura son habilidades que deben desarrollarse de


manera simultánea; es decir, para poder realizar un escrito es necesario leer y
releer, ambas actividades llevándose a cabo paralelamente. En tal sentido, el niño
en un primer momento comienza su escritura con base en signos arbitrarios para
comunicar sus ideas, posteriormente, conforme se apropia del código escrito, sus
producciones tienden a mejorar hasta emplear correctamente las letras; esa
respectiva sucesión se representa por cuatro niveles de escritura, los cuales son:
presilábico, silábico, silábico-alfabético y alfabético (Ochoa, 2004).

En la etapa presilábico los niños se caracterizan por descubrir la diferencia entre


el dibujo y la escritura, lo que conlleva a que “escriban” empleando garabatos y
letras yuxtapuestas con una libre interpretación. Para estimular sus avances en este
nivel, es necesario que a los niños se les presenten materiales escritos como
cuentos, revistas o periódicos en pos de que incrementen su información sobre el
lenguaje escrito, así como también se requiere leerles para que observen cómo se
realiza la lectura: de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo.

4|Página
Durante el nivel silábico el niño es capaz de asociar sonidos y grafías, sin embargo,
una sílaba la representa con una grafía; pero se da cuenta de que dos cosas
diferentes no se escriben igual. Para estimular sus avances, se sugiere que escriban
nombres de personas, animales u objetos de su vocabulario usual y que se observe
su escritura.

En el nivel silábico-alfabético el niño se encuentra en un periodo de transición, por


lo que todavía representa silabas con grafías y, a la vez, escribe con
correspondencia alfabética, es decir, también es capaz de representar fonemas por
medio de las grafías. En esta etapa se pueden completar letras en una palabra o
comparar palabras que se parecen.

En el nivel alfabético el niño ha comprendido la naturaleza del sistema de escritura,


por lo que sin ningún problema establece la relación entre el fonema y la grafía y,
además, se puede comprender lo que escribe. Entre las actividades que puede
trabajar para estimular sus avances se encuentran: separar las palabras de una
oración presentada en un solo bloque o afianzar el uso de la letra mayúscula para
los nombres propios, al inicio de un texto o después de un punto.

“Es necesario descubrir el nivel de escritura en el que se encuentran los niños,


porque permite ajustar la programación y así facilitar sus aprendizajes” (Ochoa,
2004).

Así pues, leer y escribir debe ser divertido, por lo que las actividades destinadas
para la adquisición o el fortalecimiento de la lectura y la escritura deben procurar
que los alumnos piensen, disfruten y aprendan a escuchar, leer y escribir cada vez
de manera más autónoma. En tal sentido, es indispensable que los alumnos tengan
la orientación de un maestro que sea capaz de llevar a cabo estrategias que
solventen sus dificultades y que les enseñe a leer y escribir correctamente, que logre
guiar al alumno en su proceso de formación.

5|Página
CONCLUSIÓN.

¿Por qué la lectura y la escritura es un proceso de enseñanza-aprendizaje? Para


darle respuesta a esta pregunta es pertinente recurrir al concepto de educación que,
según García Hoz, significa “el perfeccionamiento intencional de las potencias
específicamente humanas" (Hoz, 1970); o bien, para otros autores, es un proceso
de socialización que dota al alumno de un conjunto de ideas, valores, tradiciones y
conocimientos que le facilitan adaptarse al entorno social al que pertenece. En tal
sentido, a través de la enseñanza de la lectura y la escritura se consigue capacitar
a los individuos para que logren desenvolverse en el mundo social y que logren
pasar del estado en el que se encuentran al que deben de estar, con características
mejores de utilidad para su propio beneficio y en dirección a lo positivo.

Sobre el docente recae la responsabilidad de formar lectores y escritores, sin


embargo, fomentar el hábito de la lectura y la escritura resulta una tarea complicada,
visto que los alumnos desisten de leer o se decantan por realzar realizar otras
actividades que roban su atención, el actor Groucho Marx hace alusión a un agente
distractor en su frase “Considero que la televisión es muy educativa. Cada vez que
alguien enciende el televisor salgo de la habitación y me voy a otra parte a leer un
libro”.

Con todo, el profesor debe tener la destreza de implementar estrategias funcionales


que les proporcione a los educandos las habilidades lectoras y de escritura que
necesitan; en busca de que su proceso de enseñanza-aprendizaje sea el adecuado.

6|Página
Bibliografía

Esclarín, A. P. (1999). Aprender es divertido. Valenzuela: Fe y Alegría.

Esclarín, A. P. (2006). El valor de educar. San Pedro Tlaquepaque, México: Alba.

Hoz, V. G. (1970). Principios de Educación Sistematizada. Madrid: EDICIONES

RIALP SA.

Ministerio de educación, c. y. (1970). Propiedad Intelectual (Octava ed.). Madrid.

Ochoa, M. L. (2004). El aprendizaje de la lecto-escritura. Lima, Perú: Fe y Alegría.

OECD. (2006). Marco de la evaluación. Conocimientos y habilidades en Ciencias,

Matemáticas y Lectura. España: Santillana Educación S.L.

SEP. (2010). Manual de procedimientos para el fomento y la valoración de la

competencia lectora en el aula. México.

7|Página

Anda mungkin juga menyukai