Es
una orientación a continuas y reiteradas evoluciones, un propósito de perenne juventud
literaria, una anticipada aceptación de todo modulo y de toda idea nuevas. Representa el
compromiso de ir avanzando con el tiempo”. (Flores, pág. 22)
Esquematizada, la presente actitud del ultraísmo es resumible en los principios que siguen:
Según Borges “el ultraísmo no es quizá otra cosa que la espléndida síntesis de la literatura
antigua, que la última piedra redondeando su milenaria fabrica. Esa premisa tan fecunda que
considera a las palabras no como puentes para las ideas, sino como fines en sí, halla en él su
apoteosis”.
Concha, J. (1983). " El Aleph": Borges y la historia. Revista Iberoamericana, 49(123), 471-485.