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JOSÉ ADRIÁN CARRILLO SÁNCHEZ

VS
TERESA RUIZ ZAMORANO
JUICIO CONTROVERSIA SOBRE EL
ESTADO CIVIL DE LAS PERSONAS Y
DEL DERECHO FAMILIAR
MODIFICACIÓN DE CONVENIO
EXPEDIENTE 1855/2016

RECURSO DE APELACIÓN

C. JUEZ SEXTO CIVIL DE PRIMERA INSTANCIA DE CHALCO CON


RESIDENCIA EN IXTAPALUCA, ESTADO DE MÉXICO

TERESA RUIZ ZAMORANO, por mi propio derecho, personalidad


debidamente acreditada y reconocida en autos, ante Usted, con el debido respeto
comparezco y expongo:

Por medio del presente escrito, con fundamento en lo dispuesto por los
artículos 1.366, 1.367, 1.368, 1.377, 1.379, 1.380, 1.381, 1.382, y demás relativos
y aplicables del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de México,
vengo, en tiempo y forma legales, a interponer RECURSO DE APELACIÓN en
contra de la SENTENCIA DEFINITIVA, dictada con fecha 20 de noviembre de
2018, publicada y notificada a las partes 21 de ese mismo mes y año, en virtud de
que se considera que la misma es ilegal y ocasiona a la suscrita el Agravio que
más adelante se expone, violando mis derechos fundamentales.

AGRAVIO ÚNICO

A través de la resolución recurrida, el A quo viola en perjuicio de la suscrita


mis Derechos Humanos contenidos en los artículos 14 y 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con los artículos 1.366,
1.367, 1.368, 1.377, 1.379, 1.380, 1.381, 1.382, y demás relativos y aplicables del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de México, como se demuestra a
continuación:

La A quo, para resolver en el considerando IX señaló que acorde a lo


dispuesto por el artículo 4.130 del Código Civil para el Estado de México, la
suscrita tiene obligación de otorgar alimentos a favor de mi menor hijo Oscar
Carrillo Ruíz, de manera puntual, completa y permanente, lo cual es parcialmente
cierto, pues sí la suscrita tiene que dar dichos alimentos de manera puntual y
completa, pero no así permanente, pues es de explorado derecho que los
alimentos cesan, acorde a lo establecido en el artículo 4.143 del Código Civil para
el Estado de México, terminan cuando:

I. Cuando el acreedor deja de necesitar los alimentos;


II. En caso de daño grave, violencia o conducta viciosa
inferidos por el acreedor contra el que debe
proporcionarlos;
III. Si el acreedor, sin consentimiento del que debe dar
los alimentos, abandona la casa de éste por causas
injustificables; y
IV. Cuando el acreedor contraiga nuevas nupcias o se
una en concubinato.

Entonces, los alimentos no son PERMANENTES, pues eventualmente o en


futuro cercano mi menor hijo, dejará de necesitar alimentos otorgados por la
suscrita, pues comenzará a labores remuneradas, lo que traerá consigo que mi
menor hijo subsistirá con el producto de su trabajo, además eventualmente dejará
el hogar que actualmente habita ya sea por nupcias o concubinato o simplemente
por iniciar su propia vida, por lo tanto, los alimentos no pueden ni podrán ser
jamás PERMANENTES, ya que mi menor hijo se encuentra sano y apto para
poder conseguir sus metas, ahora pensar lo contrario, la A quo me está obligando
a otorgarle de manera permanente alimentos a mi menor hijo, lo que viola en mi
perjuicio el contenido del precepto legal invocado, por lo tanto, se deberá de
modificar tal señalamiento.

Por otro lado, la A quo, determino en el mismo considerando IX, que la


obligación de dar alimentos será proporcional a los haberes de las partes,
atendiendo el principio de Equidad y Proporcionalidad y a las necesidades del
acreedor alimenticio y la posibilidad real de darlos por parte del deudor alimenticio,
así la A quo, basó la cantidad y porcentaje decretados tomando en consideración
el Dictamen de Trabajo Social practicado de manera oficiosa.

Ante tales circunstancias, primero debemos entender que el trabajo social


es una disciplina científica desconocida generalmente por la mayor parte de la
población, identificándose con frecuencia con las clases sociales marginales,
englobadas dentro de los diferentes sectores y ámbitos de actuación, como
pueden ser: tercera edad, minusválidos, drogodependencias, mujer, minorías
étnicas, etcétera, esta concepción sectorial vendría dada por el carácter benéfico
asistencial que formaba en un principio el objetivo único del trabajo social.
En los peritajes sociales concurren dos ámbitos profesionales con amplia
experiencia, el ámbito Jurídico y el del Trabajo Social, que supone para todos un
mutuo enriquecimiento. Por una parte, jueces y abogados se benefician de nuevas
fuentes de información tratadas desde un punto de vista técnico-social, que
incorporan algunos de los principios básicos del Trabajo Social como la
prevención, inserción social, a una Administración de Justicia cada vez más
relacionada con las ciencias sociales y humanas. Por otra parte, los trabajadores
sociales podemos desarrollar el campo de la investigación social de una forma
rigurosa y así fortalecer el Trabajo Social Jurídico.

Es así que el peritaje del trabajador social para dar dichos elementos al juez
y éste determine una resolución judicial, el trabajador social como perito docto en
la materia presenta su testimonio de forma testifical o por medio de un informe o
ambas maneras.

Su informe debe recoger observaciones, visitas domiciliarias, entrevistas y


toda aquella información o documento público o privado, fotografías, audio, o
copias certificadas que de luz para ampliar el conocimiento del juez en lo que basa
su testimonio rindiendo un informe social en donde contemple los elementos
siguientes:

Recogida de datos

Diagnóstico social

a) En la recogida de datos el perito en trabajo social por medio de la visita


domiciliaria obtiene información sociodemográfica, escolar, socioeconómica,
familiar, del medio que rodea al individuo utilizando sus 5 sentidos, apoyándose en
una entrevista ya sea informal o formal, poniendo en práctica el uso de la
observación tanto participante como no participante, para posteriormente rendir un
informe detallado de todo lo investigado. Y dado que es una forma de conocer
directamente la dinámica familiar y las relaciones familiares, específicamente
tiende a ser una técnica de observación participante. Y una forma de entrar en
contacto con los familiares parientes, maestros etc., que procuren darnos datos
fidedignos sobre el sujeto de estudio.

De tal manera que la investigación por medio de la visita domiciliaria, es


una acción que nos acompaña a lo largo de todo el proceso y sirve también para
captar rasgos de la personalidad del investigado mediante el tono de voz, sus
gestos y su desenvolvimiento dentro de su hogar.
Otro de los datos a recoger es el estudio socioeconómico para darnos
cuenta cómo se encuentra la manera de vivir, desde sus ingresos y egresos de la
familia hasta las características de la casa, cómo son el material con que se
encuentra construida la vivienda, si hay o no hacinamiento, el estado de salud que
guardan en la vivienda con relación a los animales con los que habitan, como lo
pueden ser perros, gatos, gallinas etc.

b) El segundo elemento a considerar es el Diagnóstico Social, en el se


comienza con lo que Mary Richmond llama la “Evidencia Social” (que son los
hechos tomados en un conjunto, que indican la naturaleza de las dificultades
sociales de un determinado paciente y los instrumentos para su solución)”.

A partir de las inferencias proceso racional por el cual pasamos de hechos


conocidos a hechos desconocidos, a partir de ellas se inicia el proceso del
diagnóstico social considerando las siguientes fases:

1. Entrevista con el paciente.


2. Primeros contactos con la familia inmediata del cliente.
3. Búsqueda de otras fuentes y uso de la intuición.
4. Cuidadosa ponderación de cada uno de los ítems estudiados y la
interpretación de todos los datos recopilados.
5. De la situación-problema diagnosticada.

El problema debe contextualizar como un aspecto de la totalidad social del


que forma parte por lo que se propone se aborde desde las ópticas de:

1. Un abordaje sistémico.
2. Ecológico.
3. Dialéctico.
4. Considerando que el sujeto a diagnosticar es un todo unitario y
organizado compuesto de dos o más partes por su misma naturaleza.

A partir de ello el diagnóstico social se formula desde el momento en el que


el paciente es observado por primera vez por el Trabajador Social, es decir el
problema principal, los factores usuales del mismo, el efecto aparente de las
causas en el comportamiento del sujeto, su personalidad (observando factores
positivos o negativos).

Y valorando cuáles son los problemas y necesidades más importantes,


desde el punto de vista de la persona, a la que se quiere prestar ayuda; el
Diagnosto Social es un proceso de elaboración y sistematización de información
que implica conocer y comprender los problemas y necesidades dentro de un
contexto determinado, sus causas y evolución a lo largo del tiempo, así como los
factores condicionantes y de riesgo y sus tendencias. De tal suerte que el
diagnóstico ha de aportar:

1. Una correcta y precisa formulación del problema


2. La ubicación en el contexto en que tiene lugar el problema
3. El análisis de factores causantes del problema en relación circular con el
impacto en la causa directa y en otras áreas.
3. La previsión de alteraciones, riesgos y evolución en el proceso hacia el
cambio.
4. El señalamiento de recursos humanos, materiales, emocionales,
económicos que intervendrán en el proceso.
5. Metodología de Trabajo Social

La importancia del Trabajo Social en la investigación de historias de vida a


profundidad, radica en indagatoria que realiza este profesionista del Trabajo Social
a partir de las técnicas e instrumentos propios de su quehacer y que analiza desde
diferentes perspectivas al objeto y sujeto de estudio, por ejemplo el sistema
familiar, su entorno social, su medio criminógeno, a fin de conocerlo desde un
punto de vista integral, mediante la aplicación de un conjunto de herramientas y
estrategias con las cuales identifica causas, desarrollo y consecuencias que le
permiten la comprensión de la situación o hecho social y su implicación en lo
cultural, político, jurídico, económico, etcétera.

En consecuencia, al iniciar el estudio de una historia de vida el Trabajador


Social debe determinar la metodología a seguir de acuerdo con las características
del sujeto a investigar y la información que se requiere recabar a fin de lograr un
análisis integral de la situación socio-familiar y jurídico-criminógena.

Ahora bien, partiendo de que los Trabajadores Sociales dominan la


metodología de su profesión; es por ello que la metodología aquí señalada no
siempre permite cumplir una función de la complejidad y responsabilidad, pues
entre la información que se requiere recabar para conocer un hecho o fenómeno
se encuentra aquella que por su carácter abstracto o complejo no es posible
obtener a través de cuestionamientos, sino que amerita indagar con mayor
profundidad.

Tal es el caso de sentimientos, normas, principios, valores, costumbres,


tradiciones, dinámica familiar, expectativas entre otros datos que no se detectan a
través de un interrogatorio. Es entonces de gran importancia la aplicación del
diagnóstico cualitativo, al que con frecuencia recurre el Trabajador Social, dadas
las características y objetivos de la profesión.
De tal manera que el diagnóstico cualitativo ofrece medios eficientes para
explotar o examinar explicaciones de relaciones causales; por tanto identifica la
correlación entre dos variables que generalmente involucran una dinámica.
Entraña una recuperación de la subjetividad real de las relaciones sociales por lo
que supone el intento de sustitución del lenguaje informático de la encuesta pre
codificada, por la riqueza viva del proceso de comunicación producida por medio
del intercambio simbólico entre sujetos, capaces no sólo de formular las
preguntas, sin o incluso de cambiar el código de intercambio. De este modo, los
sujetos/objeto del diagnóstico social dejan de ser tratados metodológicamente
como masa pasiva e indiferenciada de individuos/autómatas, para brindarles la
oportunidad de expresar sus propios valores, deseos, creencias, etcétera.

La complementariedad de los enfoques cualitativo-cuantitativo en el análisis


de la realidad social favorece el conocimiento holístico, especialmente cuando se
trata de definir el futuro no sólo de un individuo, sino también de su familia. Es por
ello que en la aplicación de ambas estrategias es recomendable cuando se
requiere tener una visión integral de una determinada situación, como en el caso
de los historias de vida.

Aun cuando no se cuenta con un procedimiento único para recabar la


información, ya que cada persona es diferente y el objetivo también varía según el
caso, a continuación se abordan los principales tipos de entrevista que se aplican
en el diagnóstico cualitativo.

El proceso metodológico del Trabajador Social, bien sea con casos, grupos
o comunidad, comprende: el diagnóstico social, la planeación, la programación, la
ejecución y la evaluación.

Fuentes Indirectas

Dentro de la metodología cualitativa podemos identificar a la entrevista


como una técnica que se emplea para obtener información verbal, abstracta y
abierta de uno o varios sujetos a partir de una guía o guión.

Las características más importantes de la entrevista en el diagnóstico


cualitativo son:

1. Se basa en la comunicación verbal.


2. Es estructurada, metódica y planificada.
3. Se complementa con un guión.
4. Se apoya en la observación.
5. Su fin es la reunión de información abstracta.
6. Su uso puede ser: diagnóstico, selección, terapéutico, etcétera.
7. Existe una influencia bidireccional entrevistado-entrevistador.
8. Interviene un juego de roles.

Lo mismo que la entrevista en investigación cuantitativa, la cualitativa sigue


un procedimiento. Se inicia por consultar todas aquellas fuentes escritas que
proporcionen información acerca del hecho o fenómeno que vamos a estudiar,
para posteriormente indagar con los sujetos, de acuerdo a los datos con los que
se cuenta. En las historias de vida se inició por conocer el expediente, tanto para
tener antecedentes del caso como para detectar contradicciones y/o profundizar
en algunos aspectos.

Esto dio pie a la planeación, en la que se definió lo que se quería conocer,


para determinar las variables que intervinieron y la relevancia de cada dato o
tema que se investigó así como el tipo de cuestionamientos que se hicieron. Éstos
no fueron preguntas-respuestas, sino temas generales en que el entrevistado, tuvo
la oportunidad de hablar libremente, fue describiendo y aclarando. Para ello fue
indispensable elaborar una guía de entrevista que permitió ir conduciendo al
interlocutor conforme a la información que fue necesaria recabar de acuerdo con
el motivo de la historia de vida que se investigó.

En la planeación también se fijó el tiempo de duración, que no pudo ser


muy corto ni muy prolongado. Es preferible hacer más de una entrevista, si se
requiere, que distraer al entrevistado por un tiempo demasiado largo, y se
recomienda elegir el lugar adecuado para llevarla a cabo cuidando que sea libre
de interrupciones.

Dado lo anterior, ya determinada la función del trabajador social y de su


dictamen, podemos señalar que el A quo, se basó de manera ilegal e ineficaz en
un Dictamen Pericial acéfalo, pues de la lectura del mismo, podemos observar que
el mismo fue discreto, tendencioso y que deja muchas verdades jurídicas de fuera,
debiendo en todo caso realizar una segunda o tercera entrevista, a efecto de
allegarse de más elementos para determinar y basar su resolución, con esa
ampliación, lo cual claramente no hizo, razón por la cual es a todas luces ilegal la
determinación de fijar una pensión alimenticia, basada en dicha pericial, además
debió de allegarse de otros elementos de prueba para arribar a sus
determinaciones, pues incluso se basó únicamente en el informe que presentó el
Instituto Mexicano del Seguro Social, en donde se acredita que la suscrita labora
para dicho Instituto y que obtiene por ese trabajo una salario remunerado, ¿pero
acaso no dijo el A quo que juzgaría basándose en los principios de
proporcionalidad y equidad?, en efecto así lo señala la misma A quo, pero oh
sorpresa dichos principios no los siguió a lo largo del procedimiento que nos
ocupa, pues basto y sobro que el contrario señalara que es comerciante y que no
tiene un sueldo o salario fijo para creerle, cuando en la realidad debió de girar
oficios a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Instituto Mexicano del
Seguro Social, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado, así como a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores a efecto de que
por su conducto, informaran si dentro del Sistema Financiero Mexicano, mi
contrario tiene cuentas de ahorro, crédito, inversiones, pero claro la A quo no lo
hizo, vamos ni siquiera se tomó la molestia de preguntar a las partes si la casa
que habitan es propia o de terceros, en fin, resulta claro que la A quo violó no solo
los principios que ella misma señalo, si no violo Derechos Humanos de la suscrita,
lo que da como consecuencia una modificación a la Sentencia que se combate.

Por otro lado, la A quo al señalar que se basa en el dictamen pericial en


trabajo social, tal perito determinó que percibe a la quincena después de
deducciones entre $4,000.00 (Cuatro mil pesos 00/100 M.N.) a $5,000.00 (Cinco
mil pesos 00/100 M.N.), por lo tanto, los ingresos de la suscrita ordinarios
mensuales varían entre $8,000.00 (Ocho mil pesos 00/100 M.N.) a $10,000.00
(Diez mil pesos 00/100 M.N.), así acorde según la A quo a los artículos 4.138 y
4.139 del Código Civil para el Estado de México, y una Regla de Tres.

Ahora, acorde a lo anterior la A quo señala que la suscrita obtiene el


91.41% (noventa y uno punto cuarenta y uno por ciento), de los ingresos que
igualmente percibe mi contrario, pero a ver, la misma A quo dijo que la
determinación de la pensión la basa en lo manifestado por la perito en trabajo
social quien determinó que la suscrita percibe $10,000.00 (Diez mil pesos 00/100
M.N.) MENSUALES, entonces y los descuentos legales que tengo de INFONAVIT
y Caja de Ahorro, ¿se tienen que contabilizar para el efecto de la pensión
alimenticia?, la respuesta es clara pues SE DEBE DE CONSIDERAR EL
DESCUENTO POR INFONAVIT Y CAJA DE AHORRO, acorde al criterio aislado
visible en la Época: Décima Época, Registro: 2002960, Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Libro XVIII, Marzo de 2013, Tomo 3, Materia(s): Civil,
Tesis: I.3o.C.71 C (10a.), Página: 1910, cuyo título y contenido es el siguiente:

“ALIMENTOS. PARA DECRETAR EL PORCENTAJE DE LA


PENSIÓN ALIMENTICIA DEBE TOMARSE EN CUENTA EL
CRÉDITO DEL INFONAVIT, SI EXISTE LA CERTEZA DE
QUE EL DEUDOR ALIMENTARIO HABITA LA VIVIENDA
QUE ADQUIRIÓ CON DICHO PRÉSTAMO
(MODIFICACIÓN DE LA TESIS I.3o.C.493 C DE RUBRO:
"ALIMENTOS. LA BASE SALARIAL QUE INTEGRA LA
CAPACIDAD ECONÓMICA DEL DEUDOR NO INCLUYE
LAS CANTIDADES POR DEDUCCIONES AL SALARIO
PARA EL PAGO DE CRÉDITOS QUE SATISFACEN
NECESIDADES DEL ACREEDOR ALIMENTARIO O DEL
PROPIO DEUDOR.").

El derecho humano a la vivienda ha sido consagrado en


diversos instrumentos internacionales, como la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en su artículo 25,
numeral 1 y el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales en su artículo 11, numeral 1; así
también es reconocido por el artículo 123, apartado A,
fracción XII, de la Constitución Federal. Ahora bien, para
garantizar ese derecho, el Estado Mexicano creó el Instituto
del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores
(INFONAVIT), que es un organismo de servicio social con
personalidad jurídica y patrimonio propios, cuyo objeto es
administrar los recursos del fondo de vivienda a fin de
constituir depósitos en favor de sus trabajadores y
establecer un sistema de financiamiento que permita otorgar
a éstos un crédito barato y suficiente para adquirir una
propiedad. El precepto constitucional reconoce el derecho a
la vivienda en favor de los trabajadores y prevé la obligación
de implementar un fondo nacional para que éstos puedan
hacerlo efectivo a través de un crédito barato. Luego, existe
una diferencia esencial entre el ejercicio de un crédito
cualquiera -como pudiera ser al consumo- y el otorgamiento
de un préstamo a un trabajador para que adquiriera una
vivienda, ya que a través de este último se dota de eficacia
real a su derecho a la vivienda digna. La Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis aislada
2a. XC/2010, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXII,
septiembre de 2010, página 197, de rubro: "INFONAVIT.
SIGNIFICADO DE LA EXPRESIÓN 'CRÉDITO BARATO',
PREVISTA EN LA FRACCIÓN XII DEL APARTADO A DEL
ARTÍCULO 123 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.", reconoció que existe
una diferencia sustancial entre un crédito hipotecario,
otorgado por una institución bancaria o una empresa
particular y el concedido por el Estado, porque este último
siempre atenderá a la capacidad real de pago del trabajador,
a fin de que pueda liquidarlo oportunamente. Entonces, para
calcular el porcentaje que debe pagarse por pensión
alimenticia debe tomarse en cuenta el crédito del
INFONAVIT, siempre y cuando exista la certeza de que el
crédito fue destinado a adquirir la vivienda en que
actualmente habita el deudor alimentario. Lo anterior, porque
en el pago de una pensión deben considerarse dos
derechos: i) A la vivienda digna del deudor y ii) A percibir
alimentos los hijos; para lo cual el Estado debe buscar el
reconocimiento y ejercicio efectivo de ambos derechos, esto
es, que el trabajador tenga acceso a una vivienda digna a
través de un crédito barato otorgado por el Estado que
atienda a su capacidad real de pago, y al mismo tiempo
pueda cumplir con sus obligaciones alimentarias. Ese
objetivo no podría ser alcanzado si al momento de fijar la
pensión alimenticia, el Estado, a través de sus órganos de
justicia dejare de tomar en cuenta las sumas que son
descontadas al demandado en razón del crédito que le fue
otorgado por el INFONAVIT, es decir, el Estado no puede
omitir el crédito que otorgó para garantizar el derecho a la
vivienda del trabajador, porque el cumplimiento de las
obligaciones alimentarias que tiene este último para con sus
hijos, no debe llegar al extremo de desconocer otros
derechos humanos reconocidos a favor del deudor; es por
ello que este órgano jurisdiccional, con base en las
consideraciones planteadas, modifica el criterio sostenido en
la tesis I.3o.C.493 C, publicada en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXII, julio
de 2005, página 1368, de rubro: "ALIMENTOS. LA BASE
SALARIAL QUE INTEGRA LA CAPACIDAD ECONÓMICA
DEL DEUDOR NO INCLUYE LAS CANTIDADES POR
DEDUCCIONES AL SALARIO PARA EL PAGO DE
CRÉDITOS QUE SATISFACEN NECESIDADES DEL
ACREEDOR ALIMENTARIO O DEL PROPIO DEUDOR."

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 632/2012. 11 de octubre de 2011.


Unanimidad de votos. Ponente: Víctor Francisco Mota
Cienfuegos. Secretario: Arturo Alberto González Ferreiro.
Nota: La presente tesis modifica el criterio sustentado en la
diversa I.3o.C.493 C del propio tribunal, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XXII, julio de 2005, página 1368, con el rubro:
"ALIMENTOS. LA BASE SALARIAL QUE INTEGRA LA
CAPACIDAD ECONÓMICA DEL DEUDOR NO INCLUYE
LAS CANTIDADES POR DEDUCCIONES AL SALARIO
PARA EL PAGO DE CRÉDITOS QUE SATISFACEN
NECESIDADES DEL ACREEDOR ALIMENTARIO O DEL
PROPIO DEUDOR."

Además, lo anterior se refuerza con el criterio aislado visible en la Época:


Décima Época, Registro: 2006839, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito,
Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Libro 7, Junio de 2014, Tomo II, Materia(s): Civil, Tesis: II.1o.5 C (10a.) Página:
1786, cuyo título y contenido es:

“PENSIÓN ALIMENTICIA. DEDUCCIONES QUE DEBEN


TOMARSE EN CONSIDERACIÓN EN LA BASE SALARIAL
QUE SIRVE PARA EL CÁLCULO DEL PORCENTAJE
DECRETADO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).

De conformidad con los artículos 4.130, 4.136, 4.138 y 4.139


del Código Civil del Estado de México, el juzgador al
determinar el monto de una pensión alimenticia debe estar a
cada caso en particular y sustentarse en los dos principios
fundamentales que lo rigen, esto es: "la posibilidad del que
tiene la obligación de darlos y la necesidad de quien deba
recibirlos", de manera que la base salarial que debe tomarse
en consideración para el cálculo del porcentaje decretado
como pensión alimenticia, está conformada por la cantidad
neta resultante con posterioridad a los descuentos que
legalmente deben hacerse a la suma bruta devengada por el
deudor alimentario, y, por regla general, sólo pueden formar
parte de las deducciones excluidas de esa base salarial
alimentaria, aquellas que se realizan por imperativo legal,
como las fiscales, no así las contraídas personal y
voluntariamente por el obligado, como son las provenientes
del pago de préstamos personales pues, de no haber
adquirido esas obligaciones libremente, el numerario
retenido ingresaría directamente en su patrimonio, aunque,
de hecho, ya entró previamente desde la obtención del
préstamo, es decir, obtuvo dinero sobre el cual ningún
descuento por concepto de alimentos se practicó.
Considerar lo contrario implicaría justificar que el deudor
alimentario adquiriera deudas o préstamos con el objeto de
que al requerírsele el pago de una pensión alimenticia,
pueda eximírsele de tal obligación por encontrarse en un
estado de insolvencia, esto es, que sus ingresos sean
menores a sus egresos; sin embargo, deben considerarse
como excepción a esta regla general los casos en que los
préstamos están destinados a satisfacer las necesidades del
propio deudor o de los acreedores alimentarios, porque en
esos supuestos debe atenderse a la causa que originó la
solicitud de cantidades a terceros por el deudor, a fin de
establecer si deben o no quedar excluidas de la base
alimentaria las sumas correspondientes a esos préstamos;
por ejemplo, cuando éste está cubriendo un préstamo que le
fue otorgado por un organismo gubernamental para adquirir
la vivienda en donde habitan los acreedores alimentarios, de
tal suerte que con ese inmueble cumple con uno de los
elementos de los alimentos, como lo es la habitación; de ahí
que deba estimarse que dicho préstamo queda excluido de
la base salarial alimentaria, siempre y cuando se encuentre
destinado a satisfacer el mencionado rubro para él o sus
acreedores.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO


CIRCUITO CON RESIDENCIA EN CIUDAD
NEZAHUALCÓYOTL, ESTADO DE MÉXICO.

Amparo directo 693/2013. 30 de enero de 2014. Unanimidad


de votos. Ponente: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Secretario: David Fernández Pérez.

Esta tesis se publicó el viernes 27 de junio de 2014 a las


09:30 horas en el Semanario Judicial de la Federación.

En efecto, si la perito de trabajo social, determinó en su dictamen pericial


que la suscrita obtenía ingresos inferiores, en virtud de descuentos como
INFONAVIT y Caja de Ahorro, claramente al existir una merma en mi salario, la
pensión alimenticia también sufriría modificaciones para su determinación,
entonces para determinar la base de mi salario la A quo debió de valorar lo
siguiente, acorde al dictamen pericial la suscrita pensando que siempre recibe la
cantidad quincenal de $5,000.00 (Cinco mil pesos 00/100 M.N.), entonces mi
SUELDO MENSUAL ES DE $10,000.00 (Diez mil pesos 00/100 M.N.), operación
aritmética simple y que además ya se encuentra acreditada con el informe
realizado por el Instituto Mexicano del Seguro Social, en ese orden de ideas, es
claro que la A quo debió de tomar la cantidad antes señalada como base para
determinar la pensión alimenticia a favor de mi menor hijo.

Lo cual claramente no hizo, pues determinó que la suscrita percibía el


91.41% (noventa y uno punto cuarenta y uno por ciento), lo cual es falso, pues
la verdad y realidad de las cosas es que la suscrita percibe el 50% (Cincuenta por
ciento) de lo que mi contrario percibe de manera mensual, pues éste declaró que
percibe mensualmente la cantidad de $20,000.00 (Veinte mil pesos 00/100 M.N.).

Ahora, la A quo al determinar indebidamente y falso porcentaje del 91.41%


(noventa y uno punto cuarenta y uno por ciento), realiza su “regla de tres”
basándose en un salario de la suscrita por la cantidad de $18,282.74.00
(Dieciocho mil doscientos ochenta y dos mil pesos 74/100 M.N.), que resulta de
descontar de la cantidad de $20,000.00 (Veinte mil pesos 00/100 M.N.) el 91.41%,
siendo que en la realidad que la suscrita percibe el 50% (Cincuenta por ciento),
acorde al párrafo anterior.

Por otro lado, la A quo señala que la proporción de dar alimentos entre
ambos progenitores es de 1 (uno) a .91 (punto noventa y un) centavos, es decir,
que la suscrita debe aportar $0.91 (noventa y un centavos 91/100 M.N.) por cada
$1.00 (Un peso 00/100 M.N.) que suministra mi contrario, lo que es ilegal,
infundado y carente de motivación alguna, pues la A quo no determina, la
metodología u operación aritmética que le arrojó la cantidad a la que hace
referencia, pues la ley no determina tal regla para la determinación de la pensión
alimenticia, pues el artículo 4.138 del Código Civil que establece las reglas para
los alimentos no señala ni el porcentaje en su “regla de tres” ni en las cantidades
que dice la A quo debe de pagar por cada peso que gaste mi menor hijo, lo que es
violatorio del precepto legal invocado y de los derechos humanos consagrados en
los artículos 14 y 16 Constitucionales, por tanto la determinación de la pensión
alimenticia determinada por la A quo es ilegal, infundada e improcedente e insisto
carente de motivación alguna.

En ese orden de ideas, la A quo señala que las necesidades del menor
ascienden a la cantidad de $4,816.50 (Cuatro mil ochocientos dieciséis pesos
50/100 M.N.), sin que señale la A quo de dónde obtuvo o determinó tal cantidad,
pero suponemos o asumimos que es del dictamen pericial en trabajo social y
siguiendo la “regla de tres”, la suscrita deberá de pagar la cantidad de $2,294.77
(Dos mil doscientos noventa y cuatro pesos 77/100 M.N.), lo cual es incorrecto,
pues la suscrita percibe en el mejor de los casos el 50% (Cincuenta por ciento) de
los ingresos de mi contrario, entonces siguiendo la “regla de tres” tenemos que la
suscrita pagaría la cantidad de $1,605.50 (Mil seiscientos cinco mil pesos 50/100
M.N.), cantidad que resulta de dividir la cantidad de $4,816.50 (Cuatro mil
ochocientos dieciséis pesos 50/100 M.N.), dividida entre el 1.50 (uno punto
cincuenta), que es la suma de la proporcionalidad de (1.0 y 0.50) y el resultado se
multiplica por 0.50 (cero punto cincuenta), es decir, el factor correspondiente a la
suscrita.

Así, ante tales circunstancias la suscrita deberá de pagar tal pensión


$1,605.50 (Mil seiscientos cinco mil pesos 50/100 M.N.), pues además, mi menor
hijo y mi contrario habitan en un inmueble que al día de hoy estoy pagando en el
INFONAVIT, tal y como lo señala la misma perito en trabajo social, lo que se
traduce en que la suscrita tiene dos descuentos por el INFONAVIT y por la Caja de
Ahorro, entonces si en el mejor de los escenarios la suscrita percibe
mensualmente la cantidad de $10,000.00 (Diez mil pesos 00/100 M.N.), menos la
cantidad por descuentos la suscrita percibe aproximadamente la cantidad de
$6,500.00 (Seis mil quinientos pesos 50/100 M.N.) menos la pensión alimenticia a
favor de mi menor hijo, decretada por la A quo, la suscrita tendría la cantidad de
$4,205.23 (Cuatro mil doscientos cinco pesos 23/100 M.N.) aproximadamente y
con dicha cantidad mantengo a mi menor hija Nancy Carrillo Ruiz, pues sus
gastos en el mejor de los casos ascienden a la cantidad de $2,500.00 (Dos mil
quinientos pesos 00/100 M.N.), quién al día de hoy continúa estudiando, es decir,
que la suscrita sólo tendría al mes la cantidad de $1,705.23 (Mil setecientos cinco
pesos 23/100 M.N.) para mis gastos personales, todo lo anterior que no valoró la A
quo, no obstante que de la pericial en trabajo social se desprende, de ahí lo
infundado, ilegal e improcedente de la pensión decretada por la A quo.

Dado lo anterior, es claro que la A quo, al determinar la pensión alimenticia,


se basó única y exclusivamente, en la capacidad económica de suministrar
alimentos por parte de la suscrita, dejando de observar mi entorno social
completo, pues claramente no observo que el bien inmueble en donde habita mi
menor hijo y su padre, es proporcionado por la suscrita, además de que la suscrita
al habitar inmueble diverso, soy yo quien se hace cargo de los gastos de dicho
inmueble y además me hago cargo de otra hija que se encuentra estudiando al día
de hoy y de lo cual le consta a mi contrario pues es su padre también y que se
encuentra en el estudio de trabajo social practicado, por lo tanto, ante tales
circunstancias y basándose en las consideraciones de hecho y de derecho al que
hemos hechos referencia a lo largo del presente Agravio, es claro que la Sentencia
que se combate, es infundada e improcedente, carente de motivación, además de
que la sentencia no es clara y menos aún precisa, pues la A quo, no señala de
manera clara como arriba o decreta porcentajes, dejándome en un claro estado de
indefensión, por lo tanto, sus Señorías, deberán de revocar la Sentencia que se
combate, y debiendo de dictar una nueva en su lugar tomando en consideración lo
aquí manifestado, lo anterior para los efectos legales a que haya lugar.

Por lo anteriormente expuesto, a Usted, C. Juez, atentamente pido se sirva:

PRIMERO. Tenerme por presentada en los términos del presente escrito,


interponiendo en tiempo y forma legales RECURSO DE APELACIÓN en contra de
la SENTENCIA DEFINITIVA dictada con fecha 20 de noviembre 2018.

SEGUNDO. Admitir el presente Recurso, tal y como lo establece los


artículos 1.366, 1.367, 1.372, 1.378, 1.379, 1.380, y demás relativos y aplicables
del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de México, en términos de lo
solicitado a través del presente ocurso.

TERCERO. Con las copias exhibidas dar vista a la contraria para que
manifieste lo que a su derecho corresponda.

CUARTO. Hecho o no lo anterior, remitir el testimonio de apelación


correspondiente a la Superioridad para la substanciación y resolución del presente
Recurso.

QUINTO. En el momento procesal oportuno, previos trámites de rigor y


estilo, dictar sentencia revocando la resolución recurrida, dictando otra en su lugar
a través de la cual se sigan los lineamiento de hecho y derecho que se han hecho
valer a lo largo del presente ocurso.

Protesto lo necesario.
Ixtapaluca, Estado de México a 4 de diciembre de 2018

TERESA RUIZ ZAMORANO

Abogado Patrono

LIC. YONATAN YASSER CRUZ CÓRDOVA


CÉDULA PROFESIONAL 4559518
NIP 5028.

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