Raul Madrid*
academic freedom: Are they irreconciliable?”, 4 Diekema, Anthony (2000): Academic Freedom
European Journal for Education Law and Policy, 4, p. and Christian Scholarship, (Grand Rapids, W. B.
41. Eerdmans Pub.).
5 Sobre este particular, cf. O’Brien (2002): The Idea 6 Dworkin, Ronald (1999): Freedom’s Law. The
of a Catholic University (Chicago, The University of Moral Reading of the American Constitution (Oxford,
Chicago Press) p. 78. Oxford University Press). p. 244.
reducir a una única explicación7. La com- libertad de cátedra como algo distinto de la
plejidad de las sociedades y de los ámbitos libertad de expresión y la libertad de pensa-
en que se produce esta exigencia requieren miento; es decir, son su carácter específico.
de múltiples perspectivas de análisis. Su jus- Esta dignidad que emana del uso
tificación en sentido estricto, sin embargo, adecuado de la potencia electiva, al hablar
procede del mismo principio general que de libertad de cátedra, consiste en la exi-
da origen a la libertad de expresión, y que gencia de responsabilidad relativa a todas
se encuentra detrás de todas las garantías de las actividades académicas propias del
libertad: la necesaria capacidad de elegir de profesor y del investigador; no por razones
los entes racionales para obrar bien sin que institucionales, sociales o económicas, sino
ese bien sea impuesto desde el exterior. Si exclusivamente por el estándar fiduciario
el bien es impuesto desde el exterior de la propio de la integridad profesional. De este
estructura psicológica, resulta que el ente modo, no es que la responsabilidad institu-
no es capaz del bien, y por lo tanto debe ser cional carezca de importancia para efectos
llevado hacia él de un modo exterior o me- del tema que nos ocupa; su importancia es
cánico. Es lo que sucede con los animales secundaria para la determinación de la esen-
brutos, cuya capacidad de elegir se reduce o cia de la libertad de cátedra.
puede llegar en algunos casos a los medios, Nuestra opinión es que el derecho
pero no a los fines. La libertad, por lo tan- objeto de este trabajo, en cuanto garantía
to, es un signo de dignidad, sustentado en constitucional, se encuentra íntimamente
la dignidad anterior y primaria de la inteli- ligado a la noción de universidad que se
gencia, entendida para estos efectos como la utilice. En otros términos: la misión u obje-
capacidad de discernir los bienes. tivo de los centros universitarios proporcio-
La libertad para el bien constituye, na la esencia y características específicas de
por lo tanto, el género de la libertad de la libertad de cátedra, en cuanto subespecie
cátedra. Su diferencia específica radica en de la libertad de expresión. Por ello, parece
el conjunto de elementos que integran su relevante determinar cuál es el objetivo de
definición. Y fruto de esta diversidad de los centros universitarios en cada modelo
elementos esenciales de la libertad de cáte- de justificación, con objeto de proporcio-
dra, es que puede hablarse de otros “funda- nar los elementos metodológicos necesarios
mentos” o “justificaciones” en sentido débil para delimitar en concreto los derechos y
o secundario, que en lenguaje escolástico deberes de los académicos.
serían conocidas como causas eficientes se- Parece razonable distinguir tres gran-
gundas. Por razón de su incidencia esencial, des corrientes en la historia de la cultura
estas concausas no son completamente in- occidental, con tres propuestas diversas para
dependientes entre sí, sino que entre todas la misión de la universidad. Estos modelos
configuran la especificidad de la libertad de explicativos o cuerpos doctrinales están
cátedra; ordenadas siempre a su causa prin- asociados a momentos históricos; pero no
cipal: la posibilidad de elección de la acción son en sí mismos criterios históricos; sino
recta. Estas causas secundarias son lo que más bien mentalidades o formas teóricas
algunos llaman las razones para justificar la de comprender la noción de “universidad”,
según las necesidades y la inspiración doc-
7 Andreescu (2009) p. 500. trinal preponderante en cada momento. De
hecho, hoy en día coexisten los tres, incluso como la formación profesional de los alum-
en idénticas coordenadas geográficas. Estos nos. Y, como él, muchos otros.
modelos o paradigmas están asociados a Si bien existen antecedentes de la ins-
criterios epocales, eso sí, en lo relativo a su titución universitaria anteriores al siglo XI,
aparición; y así los consideraremos en este el modo de organización propio de ella no
trabajo, con objeto de explicar con más cla- admite ser rastreado hasta la antigüedad clá-
ridad su aparición y mutua vinculación. sica, ni tampoco es posible encontrarlo en
Bizancio: se trata de un producto estricta-
2. LA LIBERTAD DE CÁTEDRA Y LA mente medieval, que proviene, como decía-
UNIVERSIDAD MEDIEVAL mos antes, de la Cristiandad. Por eso resulta
sorprendente la conocida afirmación de
La universidad es la institución eu- Bernard Shaw, en cuanto a que el concepto
ropea par excellence 8. Y, más concretamente, de “universidad católica” sería contradicto-
se trata de un producto o creación de la Eu- rio en los términos: la idea de universidad
ropa medieval, lo que es casi idéntico a afir- nace en el mundo católico; y esto es muy
mar que se trata de una creación de la Euro- importante para discernir el sentido de la
pa católica9. Ninguna institución europea se libertad de cátedra en términos clásicos, que
ha expandido a todo el mundo en la forma constituye el primer modelo de los conside-
en que la concepción tradicional de la uni- rados en este trabajo.
versidad lo ha hecho; de allí su importancia ¿Con qué objeto se crean las primeras
en la determinación de los bienes que impul- universidades? Meiner considera que se fun-
saron a su creación, con objeto de precisar daron como manifestación del “poderoso
qué ha cambiado realmente desde entonces progreso del espíritu”10. Estima, además,
hasta las concepciones contemporáneas. que las universidades no se debían al medio
El origen de las primeras universida- social de la época, sino más bien a la inver-
des es una cuestión compleja. Surgen entre sa: que ellas desempeñaban un papel en la
los años 1050 y 1500 con un objetivo do- formación de dicho medio. Aun cuando
cente, como Bolonia y París; objetivo que se había tensión entre los distintos objetivos
fusiona poco a poco, a través de la metodo- de la universidad, lo cierto es que no es
logía escolástica, con el objetivo de investi- posible responder de manera inapelable a
gación propiamente tal, en un sentido más la pregunta sobre cuáles fueron los facto-
cercano al moderno del concepto. Roger res decisivos, o en que escenario debían
Bacon, por ejemplo, realizaba sus propios ser combinados, para que principiantes
experimentos (investigación), pero daba y maduros académicos pudieran llegar a
también clases (docencia), desempeñando fusionarse en una unidad corporativa que
ambos papeles ya a mediados del siglo XIII. garantizara sus derechos y privilegios por
Esta misión docente incluía tanto la edu- las autoridades públicas11. Durante la Edad
cación liberal (artes liberales) de pregrado Media, la universidad tenía un modelo de
8 AAVV (2003): A History of the University in 10 Citado por Walter Ruegg en el prólogo a The
Europe, W. Ruegg, ed. (Cambridge, Cambridge History oft he University in Europe, vol. I, p. 9.
University Press). 11 Citado por Walter Ruegg en el prólogo a The
9 AAVV (2003) p. XIX. History oft he University in Europe, vol. I, p. 9.
gobierno a través del claustro, no mediante ligible13, y que todo lo susceptible de ser
estructuras puramente directivas como un conocido por el hombre puede ser conocido
directorio o consejo, ni un Rector. Esto era con verdad, gracias al entendimiento divi-
especialmente visible en las universidades no, que es causa de la verdad14. Es preciso,
de Alemania, que lo conservan en cierta sin embargo, comprender que la idea de la
forma hasta el día de hoy. Debía enfrentar, verdad, alcanzada a través de la razón na-
pues una estructura burocrática de control tural, debía incardinarse en una dimensión
que era externa a las Facultades, y que favo- trascendental, proporcionada por el cono-
recía por lo tanto una cierta libertad en lo cimiento de las verdades que, no pudiendo
relativo a las actividades de investigación y obtenerse por las fuerzas simplemente na-
docencia. turales de la razón, se ofrecían mediante la
No parece haber sido el objetivo Revelación. Los textos de los Evangelios, de
principal de las nacientes instituciones del este modo, servían al mismo tiempo como
conocimiento la dialéctica de la lucha de una guía para la investigación, y como cri-
clases, ni la educación de los grupos más terio de corrección de las conclusiones al-
acomodados en desmedro de los desposeí- canzadas por la inteligencia humana, puesta
dos, como sostiene Marx y el neomarxismo; en común a través de la dialéctica del mé-
pero tampoco se puede identificar con la todo escolástico. La vocación trascendente
formación de profesionales, como bien del conocimiento y la verdad debe ser un
explica Grundmann12; ni tampoco parece criterio hermenéutico insoslayable a la hora
hallarse este objetivo en el proveer de ex- de comprender la universidad medieval.
pertos a la Corte o a las administraciones
locales. Educar a los pudientes y generar ex- 13 Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, I-I,
pertos eran, cómo no, parte de la misión de q. 16 a. 6: como lo bueno está relacionado con el
los centros académicos; mas la universidad apetito, lo verdadero lo está con el conocimiento.
medieval no puede reducirse a ellos, ni se Algo tiene ser en tanto en cuanto es cognoscible.
Por eso, en el III De Anima se dice que, en cuanto
explica principalmente a través de ellos. al sentido y al entendimiento, el alma en cierto modo
Si tenemos en cuenta los desarrollos lo es todo. Así, como el bien se identifica con el ser,
de la Escolástica entre los siglos XI y XV, también lo verdadero. Sin embargo, así como lo
es posible aproximarse a la misión central bueno añade al ser la razón de apetecible, también
lo verdadero añade algo por su relación con el
de la universidad medieval. Su objetivo entendimiento.
principal era el descubrimiento de la verdad 14 La verdad que se dice de las cosas en comparación
El convencimiento de que la inteli- siglo XIX, por ejemplo, varias figuras del
gencia humana puede alcanzar la verdad, pensamiento occidental fueron propuestas
y que esa inteligencia –iluminada por la como mártires de dicha ausencia de libertad
verdad– se orienta o está hecha para el co- de cátedra. En esta lista figuran, entre otros
nocimiento de las verdades trascendentes, muchos, Galileo y, por supuesto, Giordano
fundamenta que, lo que hoy llamaríamos Bruno. Como dice Coleman, la Edad Me-
libertad de cátedra, era en la universidad dia se extiende desde el siglo V hasta el XV.
medieval el derecho a enseñar la verdad15. Mil años que han sido erróneamente conce-
El profesor tenía libertad para reflexionar bidos por muchos historiadores contempo-
sobre las Escrituras, el hombre, el mundo ráneos como monolíticos; la “edad obscura”
y Dios mismo; pero no tenía libertad (ni de la fe, y el declinar de la antigua razón
derecho) para contradecir el tenor literal de filosófica. Así, el período medieval estaría
dichas Escrituras. Como dice San Agustín, en “en medio” de la razón particular de los
solo la verdad tiene derecho, el error no antiguos, y la razón universal de los moder-
tiene derechos. León XIII repite esta idea nos, que comenzaría en el siglo XVI con el
varios siglos después: es contrario a la razón Renacimiento italiano. Esta obscuridad, ar-
que el error y la verdad tengan los mismos gumentan, se debería a que escribían en un
derechos. De este modo, la libertad de cáte- latín bárbaro, y estaban oprimidos por dos
dra de la universidad medieval, sin haberse tipos de arbitrariedades: (1) de los señores
formalizado como una especie de derecho, feudales, y (2) de los prejuicios religiosos
ni concebido siquiera como un concepto institucionalizados. En realidad –argumenta
separado y distinto, existía plenamente, con Coleman–, se le debe a la Edad Media casi
la salvedad de no contradecir las Escrituras, todos los progresos del tiempo moderno, y
de acuerdo a las características del modelo particularmente la creación de instituciones
universitario que le dio origen. y prácticas que jamás podrían haberse desa-
Sin entrar aquí en la validez o inva- rrollado en Grecia o Roma16.
lidez del principio de que el error carece de Es muy probable sin embargo que,
derechos, pues no resulta atingente a este más allá de los contenidos de sus afirma-
trabajo, es muy posible que el canon her- ciones, la verdadera razón de la condena
menéutico empleado en la época para juz- de Bruno fuera –a diferencia del caso de
gar la ortodoxia con las Escrituras haya sido Galileo– su insistencia en la curiositas, que
excesivamente literal, lo que –como es bien por sí misma daba razones para la acusa-
conocido– dio lugar a un buen número de ción17. La universidad medieval fue crítica
conflictos relativos a la libertad de cátedra del orgullo del conocimiento por el cono-
con la naciente ciencia lógico-empírica. Si cimiento, como también de la adquisición
se atiende solo a estos conflictos, se podría de conocimiento inútil para la salvación de
caer en el error de considerar que en la
universidad clásica la libertad de cátedra 16 Coleman, Jane (2000): History of Political
era prácticamente inexistente. A fines del Thought. From the Middle Ages to the Renaissence
(Londres, Blackwell) p. 2.
17 Wades, Rowland (2011): Galileo’s Mistake. A New
15 Haskins, Charles Homer (1965): The Rise Look at the Epic Confrontation Between Galileo and
of Universities (Cornell University Press, séptima the Church (Nueva York, Arcade, segunda edición).
reimpresión) p. 51. p. 116.
las almas (curiositas). El amor a la verdad del fin y de lo que nos encamina hacia ese
(amor sciendi) se inclinaba al conocimiento, fin. Es decir, se hace necesario conocer la
en última instancia, no por su valor intrín- verdad con orden, rigor y providencia. La
seco, sino por su utilidad para la salvación. virtud de la studiositas tiene como objeto el
Es la noción de la studiositas, que se opone conocimiento necesario para actuar bien; y,
a la curiositas: “el bien del hombre consiste siendo la prudencia la virtud más necesaria
en conocer la verdad. Pero el sumo bien para ese actuar, la studiositas versará sobre
del hombre no consiste en conocer cual- las demás virtudes morales en la medida en
quier verdad, como dice el Filósofo en X que lo hace la prudencia. Esta lo hace cog-
Ethic. Puede, por ello, existir vicio en el noscitivamente; la studiositas, volitivamente:
conocimiento de algunas cosas verdade- las desea conocer, tiende a su conocimiento,
ras, en cuanto que tal deseo no se ordena y se apoya en el orden y en la disciplina,
debidamente al conocimiento de la supre- cuya concepción pertenece a la inteligencia;
ma verdad, en el cual consiste la suprema pero su ejecución al imperio o voluntad.
felicidad”18. La curiositas es entendida como Retomando: los ejemplos de restric-
una inquietud errante del espíritu, una acti- ciones a las opiniones que se apartaban de
tud cercana a la tibieza, en cuanto ausencia las Escrituras o del Magisterio podrían hacer
de esperanza, más que como vicio opuesto a pensar que la universidad medieval era en
la laboriosidad. La studiositas, por el contra- realidad un campo sin ley, donde los acadé-
rio, es siempre una actividad que requiere micos quedaban al arbitrio de las autoridades
de tiempo, orden, profundidad, esperanza eclesiásticas o de cualquier índole; frente a
y constancia; por eso Santo Tomás la sitúa las cuales la moderna noción de libertad de
entre las subespecies de la templanza, y cátedra habría sido una voz completamente
representa una de las virtudes principales vacía de significado. Sin embargo, esta in-
para el mundo académico, cuyo objeto es la terpretación no sería justa. Y no solo por las
verdad. La curiositas es más bien desorden, medidas procedimientos concretos que se
y produce esa inquietud del ánimo que “se tomaban para salvaguardar esta libertad; sino
manifiesta luego en la palabrería, en el des- fundamentalmente porque es preciso com-
control y en el deseo de escapar ‘del recinto prender de un modo correcto el significado
amurallado del espíritu, para derramarse de la búsqueda de la verdad emprendida por
en la pluralidad’, en el desasosiego interior, la universidad medieval; el cual no puede ser
en la inestabilidad, en la imposibilidad de calibrado simplemente a través de la expor-
asentarse en un lugar y de decidirse por tación de las categorías contemporáneas de
algo; exactamente, en eso que se llama ‘cu- análisis de la garantía de libertad de cátedra
riosidad’ insaciable”19. en sentido moderno.
Sobre esta diferencia descansa el sen- Así, ver la censura académica medie-
tido de la acción educativa. Para poseer el val solo en términos de limitaciones a la
bien supremo es necesario el conocimiento libertad de cátedra olvida el señalado papel
de lo racional en el proceso de examinar y
censurar a los académicos medievales. Los
18 Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, II-II, académicos tenían la libertad de presentar
q. 167 ad 1.
19 Pieper, Josef (2003): Las virtudes fundamentales sus argumentos al interior de la disputatio
(Madrid, RIALP. p. 291. entre expertos. Las herejías y errores eran
Social Order: the Role of the University in Social 29 Altbach (1999): “The Logic of Mass Higher
Change”, Sociological Forum, vol. IX, n. 3, pp. 325- Education”, Tertiary Education and Management,
341. pp. 330 ss. vol. V, Nº 2, p. 112.