CAUSAS
La causa es la infección por el VIH, virus que se trasmite por vía sanguínea, sexual y por la leche
materna.
En concreto, el virus del sida se transmite a través de la sangre, el semen (incluido el fluido
preseminal o previo a la eyaculación), así como el fluido vaginal y la leche materna. El VIH puede
introducirse en el organismo por el recto, la vagina, el pene, la boca, otras mucosas, como el
interior de la nariz, o directamente a través de las venas. Las vías de contagio más frecuentes
son:
Por relación sexual (vaginal, oral u anal) con una persona infectada por el VIH.
Al compartir agujas, material de inyección o de consumo de drogas.
Por la llamada transmisión vertical (de madre a hijo).
Ser receptor de una transfusión de sangre o de un producto hemoderivado con fecha anterior
a 1987 en España.
PREVENCIÓN
No existe una vacuna para prevenir la infección por VIH ni una cura para el SIDA. Sin
embargo, puedes protegerte a ti mismo y a otros de la infección.
Utiliza un condón nuevo cada vez que tengas relaciones sexuales. Utiliza un condón nuevo
cada vez que tengas relaciones sexuales anales o vaginales. Las mujeres pueden utilizar un
preservativo femenino. Si usas lubricante, asegúrate de que sea a base de agua. Los
lubricantes a base de aceite pueden dañar los condones y hacer que se rompan. Durante el
sexo oral, utiliza un condón abierto sin lubricar o un protector bucal —pieza de látex de tipo
médico—.
Dile a tu pareja sexual si tienes el VIH. Es importante que les digas a todas tus parejas
sexuales actuales o anteriores que eres VIH positivo. Ellas también deberán hacerse los
análisis.
Utiliza agujas limpias. Si utilizas una aguja para inyectarte drogas, asegúrate de que esté
esterilizada y no la compartas. Aprovecha los programas de intercambio de agujas de tu
comunidad y piensa en buscar ayuda para superar tu consumo de drogas.
Si estás embarazada, busca atención médica de inmediato. Si eres VIH positivo, puedes
transmitirle la infección a tu bebé. Sin embargo, si recibes tratamiento durante el embarazo,
puedes reducir, de manera significativa, el riesgo de infección del bebé.