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“UNIVERSIDAD CATOLICA DE

TRUJILLO”

FACULTAD :
DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

TEMA:
CRIMINAL COMPLIANCE

ALUMNA :
CATHERINE REYES DE LA CRUZ

PROFESOR:
DR. EDUARDOREQUELME LULICHAC

CICLO
VI
2018
INTRODUCCIÓN

Desde hace algún tiempo, las empresas han procurado establecer dentro de su
organización ciertas reglas de control destinadas a evitar alguna situación de
riesgo corporativo que contemple sanciones de naturaleza penal por la
comisión de delitos. En ese sentido, aparece la figura compliance como
mecanismo de tipo preventivo o, de ser el caso, en el que la comisión de los
delitos ya se produjo, siendo de utilidad para reducir la carga de
responsabilidad al interior de la propia organización y de los grupos que
laboran dentro de la misma. Los conceptos antes indicados se analizarán y se
relacionarán con la materia tributaria.

La mayor parte de las empresas procuran hoy en día cuidar mucho su prestigio
e imagen, al igual que evitar situaciones de riesgo en las cuales se vean
involucradas por temas de delitos o conductas antijurídicas sancionadas por
Ley; además, procuran evitar que se les impute alguna responsabilidad que les
perjudique.

Es por ello que desde hace algún tiempo han iniciado la incorporación de una
herramienta que permite, en cierto modo, evitar caer en alguna situación
incorrecta o que pueda generar alguna contingencia de índole penal. Nos
estamos refiriendo a la figura del criminal compliance el cual constituye, en
cierto modo, un mecanismo preventivo orientado a evitar situaciones de riesgo
corporativo, al igual que nombrar a un funcionario al interior de la organización,
quien ejecutará labores de un oficial de cumplimiento, además de verificar los
procesos al interior de la organización, procurando identificar situaciones de
riesgo que deben corregirse a la brevedad. En los países donde existe la
tradición anglosajona es posible identificar y atribuir una responsabilidad penal
en las empresas, lo cual no ocurre en el Perú. Sin embargo, de ser el caso, en
el Perú no se podía atribuir sanciones de índole penal a las empresas, hasta la
publicación de la Ley N.° 30424, solo en el caso de sanciones administrativas
más no de naturaleza penal. El presente informe tiene por finalidad explicar
cómo opera el criminal compliance.

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INDICE

INTRODUCCIÓN _____________________________________________________ 2
INDICE _____________________________________________________________ 3
CRIMINAL COMPLIANCIE ____________________________________________ 4
1. ¿QUE ES? ____________________________________________________________ 4
2. DERECHO PENAL Y NUEVAS FORMAS DE CRIMINALIDAD ECONOMICA:
4
3. LA GESTIÓN DE RIESGO _____________________________________________ 6
4. Criminal compliance en el sistema penal peruano: avance sectorial_____________ 7
CONCLUSIONES _____________________________________________________ 9
BIBLIOGRAFÍA _____________________________________________________ 10

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CRIMINAL COMPLIANCIE

1. ¿QUE ES?
En este cuarto punto haremos una pequeña aproximación al concepto del
discurso jurídico-penal empresarial del «criminal compliance», proveniente de
los EE.UU, y que se remonta 30 años, en la reforma de las Federal Sentencing
Guidelines for Organizational Offenders del año 1991.

Compliance del verbo en inglés to comply with, de forma literal «cumplimiento»


(capacidad de aprendizaje), también to be in compliance with the law,
entendido como conformidad a Derecho (gesetzmäßig), es el deber de
observancia y cumplimiento de las normas conforme al derecho. En palabras
de Coca Vila se ocupa «en general de la responsabilidad penal en el marco de
la empresa, y más concretamente, de la determinación de la medidas que la
dirección empresarial en el marco de su deber de supervisión que debe adoptar
para evitar de infracción de deberes jurídicos-penales por parte de sus
empleado», sino también de sus dirigentes de la propia empresa como riesgo
personal.

El Compliance Program o Programa de Cumplimiento Normativo es un


dispositivo interno que las empresas implementan para cumplir con la
normatividad vigente, así como para prevenir y detectar las infracciones
legales que se produzcan dentro de las mismas o como parte de las
actividades que estas realizan . A mediados de la década de 1970, diversas
empresas estadounidenses y trasnacionales comenzaron a adoptar
“Compliance Programs” con la finalidad de evitar y detectar infracciones
legales, sobre todo las relacionadas con la libre competencia y antimonopolio
(antitrust) y actos de corrupción (bribery laws) . Así, el Compliance tiene su
origen en la necesidad de las empresas de evitar la comisión de infracciones
legales como consecuencia de las actividades que llevan a cabo en el
mercado.

2. DERECHO PENAL Y NUEVAS FORMAS DE CRIMINALIDAD


ECONOMICA:
En los últimos años se asocia el término compliance dentro del ámbito penal,
por ello la mención al criminal compliance como identificación de una serie de
procesos llevados a cabos por las empresas, el cual tiene una doble finalidad.
La primera finalidad estaría orientada a buscar que se impida la comisión de

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delitos dentro de una organización, como labor de tipo preventiva. En este
caso, lo que se pretende es evitar precisamente el riesgo19 en la empresa, con
lo cual se estaría reduciendo o aminorando que la misma sea sancionada
administrativamente, al igual que se vea involucrada en materia de sanciones
de naturaleza penal. En esta misma lógica encontramos el comentario de
CLAVIJO JAVE respecto a la labor preventiva del criminal compliance.

“Esta consiste en un conjunto de medidas organizativas y de vigilancia


interna de la empresa, cuya finalidad es que la empresa no incurra en
infracciones normativas. Lo que se busca es impedir las infracciones
legales que pueda cometer individualmente un trabajador de la empresa
y, además, aquellas infracciones que se derivan de la organización
defectuosa de la actividad a la que se dedica la empresa20.”

La historia del derecho penal peruano por vez primera sale a la luz la Ley
30424 introduciendo la responsabilidad administrativa de las personas
jurídicas, que fuera luego modificada por el D. Leg. 1352, que estableció las
medidas de responsabilidad para las personas jurídicas en una esfera penal
con reglas de un proceso penal, aunque la norma se resista a llamarle
«responsabilidad penal», y optando por nombrarla «responsabilidad
administrativa» de las personas jurídicas autónomas, al margen de las
concretas personas físicas (naturales) que las integran, que también son
pasibles a una responsabilidad penal.

Dentro de este punto mencionamos que el derecho penal representa una forma
de control social formal. A través del poder punitivo del Estado,
específicamente, de la criminalización de conductas (función preventiva) y de la
sanción de las infracciones cometidas (función represiva), se busca controlar el
comportamiento de las personas a fin de evitar la vulneración del ordenamiento
jurídico. Es necesario mencionar que el derecho penal, al ejercer poder punitivo
y coacción sobre las personas, se rige bajo el principio de última ratio y de
mínima intervención, es decir, solo se ejercerá cuando otras formas de control
social —informales o formales— fracasen. En tal sentido, queda claro que el
derecho penal no interviene en todas las situaciones que generan algún daño
al orden jurídico, sino que limita su actuación a aquellas situaciones más
graves, más reprochables. De modo que la sobrecriminalización de conductas,
es decir, la creación indiscriminada de delitos, constituye una injerencia
inconstitucional en la esfera jurídica de las personas y contraria a los principios
básicos del derecho penal. Durante las últimas décadas, la sociedad ha sido
testigo del desarrollo y crecimiento exponencial de diversas corporaciones
como consecuencia de la liberalización del mercado, de la globalización, de las
múltiples operaciones económicas que se realizan día a día y del avance
científico y tecnológico. Estas distintas y nuevas actividades empresariales
constituyen una fuente de riesgos y han dado lugar a la generación de nuevas
formas de criminalidad, en especial, la criminalidad empresarial.

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Sumado a esto, es necesario recordar los grandes escándalos económicos en
Estados Unidos de América, como consecuencia de la quiebra de grandes
corporaciones como Enron o Lehman Brothers Holdings Inc.

Estos casos permiten percibir la relevancia de las corporaciones en la


sociedad, en tanto generan un alto impacto, en algunas ocasiones negativo,
provocando riesgos para los bienes jurídicos que el derecho penal busca
proteger. En efecto, de acuerdo con una encuesta realizada por
PricewaterhouseCoopers (PwC)2 en 90 países, resulta que el 6,3% de las
empresas consultadas experimentó un episodio de delito económico,
originados tanto interna como externamente. En nuestro caso peruano, el
19,5% de las empresas ha sufrido un delito económico en los últimos 24
meses. Si bien la cifra no es alta, lo preocupante es que del 73,2% de las
empresas peruanas que participaron de la encuesta y aseguraron no haber
sido víctimas de un delito económico en los últimos 24 meses, el 41,4% no
realizó una evaluación de riesgos de fraude en dicho periodo. Es decir, un gran
porcentaje de las empresas peruanas no cuenta con mecanismos para la
prevención y detección de delitos económicos que se cometan al interior o
exterior de la empresa o como consecuencia de las actividades que esta
realiza. Frente a esta situación de creación de nuevos riesgos, el Estado, como
parte de su deber de protección de la sociedad, ha decidido tomar acciones
conducentes a controlar y prevenir tales situaciones de riesgo. Por ejemplo, en
el caso de los Estados Unidos de América, si bien en 1991 la United States
Sentencing Commission promulgó las «Sentencing Guidelines» para incentivar
a las corporaciones a adoptar programas de Compliance, a fin de prevenir las
infracciones legales, los casos recientes de grandes fraudes, estafas y evasión
de impuestos por parte de las empresas han obligado al Estado a iniciar una
acción preponderante con la finalidad de controlar los riesgos empresariales.

El Perú, no ha sido ajeno a esta situación y ha mostrado un avance sectorial


en cuanto a imponer y/o incentivar que las empresas adopten programas de
Compliance en ciertos sectores. Ejemplos de esto son la ley 29783 — Ley de
Seguridad y Salud en el Trabajo—, la ley 28611 —Ley General del Medio
Ambiente—, entre otras normas relacionadas con la lucha contra el lavado de
activos. El avance sectorial del Compliance en el Perú, será tratado en el tercer
apartado de este trabajo. De lo antes expuesto, se tiene que la actividad
empresarial y el desarrollo económico, tecnológico y científico generan nuevos
riesgos que ponen en peligro los bienes jurídicos que el derecho penal busca
proteger.

3. LA GESTIÓN DE RIESGO
La gestión del riesgo o “risk management” Este concepto proviene del término
“risk management” del idioma ingles que al ser traducido al español sería
“gestión del riesgo” o también “administración del riesgo”. Su finalidad es poder
identificar las amenazas futuras que representan los riesgos que se pueden

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presentar en todo tipo de actividad, con la finalidad de poder evitar que estos
impidan el desarrollo de la misma.

Al existir estos riesgos que califican como peligros para el desarrollo de las
actividades, la organización debe identificarlos para poder así neutralizarlos, no
solo en el contexto actual sino evitar que en el futuro generen algún problema o
dificultad. El “risk management” o “gestión del riesgo” califica como un tipo de
disciplina que prioriza el análisis para evitar la incertidumbre en el futuro bajo la
figura de amenazas. Precisamente, el descubrimiento de estas amenazas y la
forma cómo enfrentarlas es parte del trabajo que se desarrolla en la gestión del
riesgo.

La finalidad por la cual se utiliza la política de administración de riesgos es


porque “permite, a través de un proceso iterativo, el perfeccionamiento de los
procesos. De acuerdo a la metodología, para cada proceso se deben identificar
los riesgos y los controles para evitarlos o mitigarlos, todo lo cual se plasma en
una matriz de riesgos”16. El ámbito donde puede presentarse situaciones de
riesgo para las empresas suelen ser de tipo múltiple, siendo los más comunes
los siguientes:

• Delitos relacionados con la corrupción de funcionarios públicos


• Delitos que tengan relación con lavado de activos
• Delitos vinculados con la financiación de actividades terroristas
• Delitos que tengan relación con mecanismos que entorpezcan la libre
competencia
• Delitos tributarios
• Delitos relacionados con el cuidado y protección del medio ambiente
• Delitos relacionados con la estafa

4. Criminal compliance en el sistema penal peruano: avance


sectorial
En el ordenamiento jurídico peruano no existe una regla general que imponga
la obligación a las empresas de adoptar un Programa de Cumplimiento
Normativo de la ley penal. Esto último guarda relación con el hecho de que en
nuestro sistema no existe la responsabilidad penal de las personas jurídicas,
por lo que estas no son destinatarias de la norma penal, sino que más bien son
sus funcionarios o los sujetos individuales que conforman su estructura
organizativa. En efecto, el deber de controlar y supervisar los riesgos que se
puedan generar como consecuencia de las actividades que realiza una
empresa le corresponde a sus directivos. Para este cumplimiento existe plena
libertad privada, es decir, en la actualidad, la empresa decide prevenir los
riesgos que pueda ocasionar implementando un Criminal Compliance o
cualquier otro mecanismo igualmente idóneo. Como se ha señalado, la regla
general es que la adopción de un Programa de Cumplimiento Normativo parta
de una decisión privada de las empresas. Sin embargo, el Estado ha

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identificado ciertos sectores en los que ha juzgado conveniente imponer la
obligación a las empresas de adoptar Programas de Cumplimiento Normativo
relacionados con la normatividad penal e incluso a determinar el contenido de
estos programas. En efecto, existen empresas que realizan sus actividades en
sectores considerados riesgosos para la sociedad o para el mercado, por lo
que no resulta idóneo esperar a que estas adopten voluntariamente programas
de cumplimiento normativo.

Es así que, sobre la base de un claro intervencionismo, el Estado intenta


anticiparse a una situación que ponga en riesgo bienes jurídicos y establece la
obligación legal de adoptar dichos programas. Los sectores en cuestión son
aquellos que corresponden a los siguientes ámbitos:

i) Lavado de activos
ii) Medio ambiente
iii) Seguridad y salud en el trabajo.
En estos tres sectores se ha identificado una fuente de riesgos que requiere
una regulación estatal pues no es suficiente con la autorregulación de los
privados. A continuación analizaremos los referidos sectores, haciendo un
análisis más detallado en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo.

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CONCLUSIONES

- Desde la perspectiva persona en el Perú se están tomando cartas al


asunto frentea esta problemática tanto corrupta que hace que nuestro
país combulsion. En la actualidad se están creando empresas
denominadas como Personas Juridcas que tienen como finalidad
aprovechamiento y buscando beneficio solo personal y no social.
- Criminal Compliance es un programa sumamente sutil y útil para cada
persona jurídica que internamente no se esta cumplimiento con el
ordenamiento vigente ya que se tiene que la actividad empresarial y el
desarrollo económico, tecnológico y científico generan nuevos riesgos
que ponen en peligro los bienes jurídicos que el derecho penal busca
proteger.

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BIBLIOGRAFÍA

• De igual manera el profesor alemán hace mención en cuanto al significado


de Compliance. Vid. En Rotsch, Thomas. «Criminal Compliance». Revista para
el análisis del derecho. Barcelona: Universität Augsburg, enero de 2012. p. 2.
Disponible en web: www. indret.com.
InDret1/2012. http://www.indret.com/pdf/876a.pdf.
• file:///C:/Users/HP/Desktop/trabajos%20caty/MEDICINA%20LEGAL/
INFORME%20DE%20PONENCIA/CRIMINAL%20COMPLIANCE.p
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