Yo no sé a dónde van
ni de dónde vienen,
Sólo sé que pasan por mi mente.
¿Será que no me escuchan?
¿Será que no comprenden?
Yo sigo pensando
que la vida permanece por ahí,
un poco escondida y a la deriva,
un poco loca y un poco niña,
pero siempre viva,
aunque con el corazón deshecho,
con el corazón vacío.
Yo no sé de dónde vengo,
ni a dónde voy;
pero esa gente que me sigue,
que me cuida y me dice:
“Por aquí...” y “Por acá...”
¿Será que ellos también habrán perdido el rumbo y no saben a dónde ir?
¿Será que ellos también están perdidos y recurren a mi?