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Cuestionario N°2

Alumno: Daniel Sepúlveda Aravena


Curso: Sistematización del Derecho Civil
Profesor: Manuel Barría Paredes

I. Interdicción del demente y del disipador.

El Código Civil regula la capacidad en los artículos 1445 y siguientes del Código Civil,
consagrándolo como un requisito de validez de los actos jurídicos. La capacidad legal de
una persona consiste en poderse obligar por sí misma, y sin el ministerio o la autorización
de otra. Luego, el artículo 1446 prescribe que toda persona es legalmente capaz, excepto
aquellas que la ley declara incapaces.

Junto a los menores de edad y a quienes padecen demencia, el código señala como
incapaces de administrar con autonomía su patrimonio a los “disipadores que se hallen
bajo interdicción de administrar lo suyo”, quienes reciben también el nombre de
“pródigos”. Éste individuo es plenamente capaz de administrar lo suyo y solo quedará
incapacitado para administrar sus bienes cuando se haya tramitado y declarado
judicialmente su interdicción en razón de dilapidar sus bienes sin una finalidad lógica.

I.I.- Importancia del decreto de interdicción.

El artículo 1447 nombra a los dementes como incapaces absolutos, esto es, que sus
actos no producen ni aun obligaciones naturales, y no admiten caución.

El artículo 456 señala que el adulto que se halla en un estado habitual de demencia,
deberá ser privado de la administración de sus bienes, aunque tenga intervalos lúcidos.

El decreto de interdicción respecto de la persona demente es un imperativo para poder


presumir sin lugar a prueba en contrario la incapacidad de ésta, es el objeto del
procedimiento que pretende se declare éste interdicto. El decreto da cuenta de una
condición médica que el código no se encarga de definir, no obstante esto, tiene varios
efectos jurídicos desde el momento en que se dicta, constituye una prueba de la
incapacidad de la persona y no puede ser controvertido respecto de este hecho; antes del
decreto, los actos y contratos celebrados por la persona van a presumirse válidos, sin
perjuicio de la posibilidad de impugnar estos actos y declararlos nulos en caso de
probarse que la demencia existía al momento de su celebración; luego, respecto de los
actos posteriores al decreto, no es necesario probar la demencia en cada caso en
particular puesto que este configura una presunción de derecho.

La importancia del decreto de interdicción respecto del disipador radica en que, mientras
no se declare, el sujeto puede con toda libertad seguir malgastando los bienes que tenía o
los que por cualquier razón siga adquiriendo; además, puede pedir créditos y realizar otro
tipo de actos que comprometan su patrimonio y de este modo su estabilidad financiera,
familiar, etc. El objeto del decreto es impedir estos actos irresponsables, pudiendo ser
impugnados de nulidad desde que este se dicte, sea declarando la interdicción provisoria
o definitiva.
I.II.- Sanción en caso de concurrir una y otra.

El demente es un incapaz absoluto, motivo por el cual sus actos son sancionados con
nulidad absoluta, no producen ni siquiera obligaciones naturales y no admiten caución
alguna por parte de terceros.

El interdicto por disipación es un incapaz relativo, por lo que sus actos pueden ser válidos
en ciertas circunstancias y en ciertos casos determinados por la ley. Los actos del
disipador son sancionados con nulidad relativa.

II.- Efectos de la nulidad entre las partes y respecto de terceros. Indicar todas
las consecuencias que se generan.

Para que la nulidad produzca sus efectos, esta debe haber sido declarada.

Efectos respecto de las partes:

-Art. 1687, el efecto de la nulidad conlleva la restitución al estado en que se


hallarían las partes si no hubiese existido el acto o contrato nulo. Invalidación retroactiva.

-Art. 1567 n°8, las obligaciones se extinguen además en todo o en parte: por la
declaración de nulidad o por la rescisión.

-Otorga excepción en contra de las acciones derivadas del negocio y que estén
destinadas a obtener el cumplimiento de éste.

-En caso de que se declare la nulidad cuando el negocio ya haya empezado a


producir sus efectos y obligaciones, deben cesar y dejarse sin efecto, por lo que proceden
las restituciones mutuas entre las partes.

-No puede solicitar la declaración de nulidad aquel que celebro el acto en


conocimiento de la causal de nulidad, en aplicación del principio del nemo auditur.

Efectos respecto de terceros:

- Art. 1689, la nulidad otorga acción reivindicatoria en contra de terceros


poseedores, sin perjuicio de las excepciones legales. La nulidad y reivindicación se
pueden accionar conjuntamente en un juicio, la acción de nulidad se ejerce en contra de
la o las partes del negocio viciado y la reivindicación se dirige en contra del tercero
poseedor no dueño.

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