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UNIVERISIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

Participante:

José René Almonte Capellán

Asignatura:

Derecho Político Constitucional

Tema:

LA REFORMA CONSTITUCIONAL

Facilitador:

Manuel Aurelio Gómez Hernández

Fecha:

Diciembre, 2018
UNIDAD III

LA REFORMA CONSTITUCIONAL
Introducción:

Al dar inicio a las actividades correspondientes a la unidad la cual tiene como


título: La reforma constitucional. En esta unidad es importante tener claro que la
justicia constitucional es la potestad del Tribunal Constitucional y del Poder
Judicial de pronunciarse en materia constitucional en los asuntos de su
competencia. Se realiza mediante procesos y procedimientos jurisdiccionales que
tienen como objetivo sancionar las infracciones constitucionales para garantizar la
supremacía, integridad y eficacia y defensa del orden constitucional, su adecuada
interpretación y la protección efectiva de los derechos fundamentales.

Cabe destacar que los Tribunales Constitucionales los integran jueces letrados
nombrados por las autoridades políticas (Gobierno, Congreso Nacional y,
eventualmente, la Corte Suprema o las jurisdicciones superiores del Estado), no
siendo en su mayoría magistrados de carrera, todo ello refuerza la legitimidad
política del Tribunal, sin descuidar la legitimidad jurídica.

A continuación con el desarrollo de las actividades…


Tarea #3

Distinguido participante:

Consulte la bibliografía básica de la unidad y demás fuentes


complementarias del curso; luego realice la actividad que se describe a
continuación:

Realiza un informe donde se destaquen las atribuciones del Tribunal


Constitucional.

INFORME

El procedimiento constitucional dominicano, a diferencia del sistema francés y el


norteamericano, establece dos procedimientos para declarar una ley o actos contrarios a
la Constitución. El primero a favor de limitadas personas por vía principal o concentrada
ante el tribunal constitucional; el segundo procedimiento, es la excepción de
constitucionalidad o control difuso que está reservado para las partes en un litigio laboral,
civil, penal, etc., por ante un tribunal de derecho común o administrativo. Es decir, el
control concentrado o por vía directa tiene lugar aun en ausencia de demanda inicial o
conflicto ante un tribunal de fondo, por eso, el fallo, producto de este apoderamiento
directo del tribunal constitucional tendrá un efecto general, erga omnes, o sea, contra todo
el mundo, mientras que las decisiones sobre la excepción de constitucionalidad, hábeas
data, hábeas corpus y acción de amparo tienen un efecto relativo, aunque hayan sido
elevadas a la categoría constitucional debido a las debilidades del sistema legal
dominicano.

Sin embargo, esto no significa, como alegan erróneamente algunos, que estos asuntos
dejan de ser de la competencia de los tribunales del derecho común o administrativo.

Nuestra Suprema Corte de Justicia, en funciones de tribunal constitucional, explica la


diferencia entre acción directa y la excepción de constitucionalidad ante los jueces del
fondo, ambas acciones son distintas, en sus efectos y apoderamiento, según el criterio de
la justicia constitucional pronunciado en fecha 19 de mayo del 2010, expresando: “...que
una persona tiene un interés legítimo y jurídicamente protegido cuando demuestre ser
titular de un derecho o interés consagrado por la constitución de la República, leyes,
decretos, reglamentos, resoluciones y ordenanzas, cuya violación sea susceptible de
causarle un perjuicio”. Este equilibrio entre los dos recursos ha sido reconocido por la
Suprema Corte de Justicia en funciones de tribunal constitucional al explicar en el fallo de
fecha 19 de mayo del 2010 el concepto de la parte interesada y la acción directa,
estableciendo que “el tribunal constitucional será competente para conocer en única
instancia de las acciones directas en inconstitucionalidad contra leyes, decretos,
reglamentos, resoluciones y ordenanzas a instancias del Presidente de la República, de
una tercera parte de los miembros del senado o de la Cámara de Diputados y de
cualquier persona con un interés legítimo y jurídicamente protegidos”. En este contexto, el
tribunal constitucional no decide sobre los hechos, salvo excepciones, y mucho menos
conoce el fondo del recurso de amparo, hábeas data y la acción de hábeas corpus, al
contrario, sólo conoce de las violaciones a la Constitución por tratarse de una falta de
mayor gravedad, regla suprema que rige su apoderamiento.

Todo esto significa que los precedentes del tribunal constitucional, por vía de autoridad,
obligan y están por encima de cualquier precedente de todos los demás tribunales,
incluyendo la Suprema Corte de Justicia, por lo que nada le impediría al tribunal
constitucional establecer y mantener la unidad de la jurisprudencia constitucional, porque
sus fallos tienen que ser acatado por todos los poderes del Estado, independientemente
de los motivos que den lugar a la apertura de un recurso de casación ante la Suprema
Corte de Justicia, según las disposiciones de los Arts. 6, 70, 71, 72, 149 y 184 de la
Nueva Carta Magna.

Entretanto, la Suprema Corte de Justicia, ejerciendo las atribuciones de tribunal


constitucional, en virtud del art. 29, numeral 2 de la ley 821 de 1927, sobre Organización
Judicial, debería dictar una resolución transitoria que reglamente el procedimiento a seguir
ante la Suprema Corte en los casos de excepción constitucional y de manera especial
establecer la forma de desglosar o separar el expediente constitucional y los medios
planteados por las partes en el recurso de casación.
Conclusión:

Al dar por finalizada las actividades correspondientes a la unidad aprendí que la


necesidad de dotar de independencia en el ejercicio de sus funciones
jurisdiccionales al Tribunal Constitucional y de imparcialidad a los magistrados que
lo integran, hacen necesario que el ordenamiento jurídico contemple ciertas
exigencias que eviten la politización contingente de los jueces, consideren una
formación y experiencia jurídica sólida de ellos, lo que hace dirigir la mirada sobre
el sistema y requisitos para ser nombrado juez del Tribunal Constitucional, la
duración del cargo, las posibilidades de reelección, el sistema de
incompatibilidades, el régimen de inmunidades, como asimismo, el sistema de la
elección del Presidente del Tribunal.

Es importante tener claro que todo juez o tribunal debe garantizar la efectiva
aplicación de las normas constitucionales y de los derechos fundamentales frente
a los sujetos obligados o deudores de los mismos, respetando las garantías
mínimas del debido proceso y está obligado a utilizar los medios más idóneos y
adecuados a las necesidades concretas de protección frente a cada cuestión
planteada, pudiendo conceder una tutela judicial diferenciada cuando lo amerite el
caso en razón de sus peculiaridades.
Bibliografía:

 https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-97532012000100012
 http://ojd.org.do/Normativas/General/Ley%20No.%20137-
11,%20Org%C3%A1nica%20del%20Tribunal%20Constitucional%20y%20de%20los%20proc
edimientos%20%20constitucionales,%20del%2015%20de%20junio%20de%202011,%20G.
O.%20No.%2010622.pdf

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