Edición 2013
Coordinación científica
M.ª del Carmen Hidalgo Brinquis
Rebeca Benito Lope
Corrección de textos
Educación y Patrimonio
Maquetación
Espacio y Punto
Edita:
© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA
Subdirección General
de Documentación y Publicaciones
© De los textos y las fotografías: Patrimonio Nacional,
Real Academia de la Historia y sus autores
NIPO: 030-13-048-7
ISBN: 978-84-8181-537-5
Depósito legal: M-10672-2013
El franciscano Bernardino de Sahagún llegó a México cargo de dirigir los trabajos y, una vez concluidos,
en 1529, cuando tenía treinta años, y allí murió en este libro muestra cómo se ha llevado a cabo la tarea,
1590 después de llevar a cabo una continua actividad los descubrimientos que ha permitido su realización
de enseñanza y misión, especialmente en el Colegio y el conjunto de experiencias previas obtenidas en
de Santa Cruz de Tlaltelolco. La misión evangelizado- otras restauraciones y estudios que han resultado úti-
ra requería un conocimiento profundo de la sociedad les también en esta ocasión.
indígena, de su lengua, costumbres y categorías de Hay sendos capítulos dedicados a la presentación
comprensión del mundo, y fray Bernardino dedicó general de los manuscritos de la Historia general y al
muchos años a conseguirlo, llevó a cabo múltiples contenido propio de los Códices Matritenses (R. Beni-
encuestas e investigaciones, y fue poniendo por es- to, M. A. Ruz). Los estudios codicológicos elaborados
crito los saberes que obtenía. Al cabo, su obra le ha por M. C. Hidalgo, asistida por colaboradores para
valido los calificativos «pionero de la antropología» o cada caso (N. Ávila, A. Gutiérrez), forman el núcleo
«primer antropólogo en Nueva España», y lo fue de del libro, fundamental porque estudia aspectos igno-
hecho, como tantos otros misioneros en las Indias y rados hasta hoy y, además, porque puede servir como
en diversas partes del mundo, aunque sus motivacio- modelo y guía para futuras investigaciones. Hay tam-
nes y fines principales iban por otros caminos. bién detallados estudios de la letra humanística en la
Su Historia general de las cosas de la Nueva Es- que se escribieron los códices (J. C. Galende, S. Ca- 5
paña es el resultado final de aquella ingente tarea, bezas). El análisis de las ilustraciones, sus colores, los
pero le precedieron varios esbozos y borradores. La colorantes y tintas utilizadas, es el asunto central de
redacción previa más completa fue el llamado Códi- varios capítulos del más alto interés porque nos con-
ce Florentino, concluido en 1575-1577, con textos en ducen al conocimiento de las técnicas pictóricas que
náhuatl y castellano y más de 2.000 pinturas. Antes, poseían los indígenas y su combinación con las traí-
hacia 1558-1565, había puesto por escrito los diversos das de Europa. Primero, una visión general sobre los
cuadernillos de los conocidos hoy como Códices Ma- manuscritos mesoamericanos (S. Kroustalis, R. Bru-
tritenses, que incluyen unos «Primeros Memoriales», quetas, A. Roquero). A continuación, la descripción
también con texto bilingüe y numerosas ilustraciones, de las técnicas de espectroscopia de fluorescencia de
fruto de las encuestas realizadas por fray Bernardino rayos X e infrarrojos empleadas para analizar el Códi-
y sus colaboradores. Uno de esos códices se conserva ce de Florencia por investigadores de la Universidad
en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid y el otro de Florencia y del Museo Nacional de Antropología
en la Real Academia de la Historia: son complemen- de México (P. Baglioni, R. Giorgi, D. Chelazzi, D. Ma-
tarios puesto que contienen partes o libros distintos galoni), y cómo estas mismas técnicas se han aplica-
de la misma obra. La Academia compró el suyo a un do al estudio del códice de la Real Academia de la
librero madrileño en 1762 y guarda también una co- Historia, completadas con la toma de micromuestras,
pia antigua de los textos originales, conocida como que ha permitido ampliar sustancialmente o consoli-
Códice de Tolosa porque lo cedieron a Carlos III los dar los conocimientos sobre la materia (E. González
franciscanos de este convento navarro. Arteaga, M. del Egido). Y, en fin, en otros dos capítu-
En el año 2009, la Real Academia acordó con el los se expone cuáles han sido las causas de deterioro
Instituto del Patrimonio Cultural de España la restau- del códice en tiempos pasados por obra de microor-
ración de los códices de fray Bernardino que posee. ganismos e insectos (N. Valentín) y de qué manera
doña María del Carmen Hidalgo Brinquis, jefe del se ha procedido a su restauración y encuadernación
Servicio de Libros y Documentos del IPCE, se hizo para asegurar su mejor conservación (P. García).
Pág.
Los manuscritos de fray Bernardino de Sahagún
El conocimiento de los Códices Matritenses: historiografía y estado de la cuestión................................................... 13
Rebeca Benito Lope
Las escrituras de los Códices Matritenses: cuestiones paleográficas................................................................................ 23
Juan Carlos Galende Díaz y Susana Cabezas Fontanilla
La estructura del contenido de los Manuscritos Matritenses de fray Bernardino de Sahagún................................ 33
Miguel Ángel Ruz Barrio
Estudio del papel y estructura material del Códice Matritense de la Real Academia de la Historia
Filigranas, formación de cuadernillos y encuadernación.................................................................................................... 51
M.ª del Carmen Hidalgo Brinquis y Ninfa Ávila Corchero
El códice de la Real Biblioteca con la Historia general de las cosas de Nueva España
de fray Bernardino de Sahagún.................................................................................................................................................... 73
Amparo Gutiérrez Sánchez y M.ª del Carmen Hidalgo Brinquis
Comentarios al estudio comparativo entre los dos Códices Matritenses........................................................................ 91
M.ª del Carmen Hidalgo Brinquis
In tlilli in tlapalli: escritura e ilustración de los manuscritos mesoamericanos............................................................ 93
Stefanos Kroustallis, Rocío Bruquetas y Ana Roquero
Estudios analíticos de los materiales constitutivos
del Códice Matritense de la Real Academia de la Historia.................................................................................................... 111
Elena González Arteaga y Marian del Egido
Alteraciones, diagnóstico y análisis del biodeterioro del Códice Matritense de la RAH:
Historia general de las cosas de la Nueva España.......................................................................................................... 127
Nieves Valentín
El Códice Tolosa: estudio codicológico...................................................................................................................................... 133
M.ª del Carmen Hidalgo Brinquis, Ninfa Ávila y Juan Carlos Galende
Conservación y restauración de los manuscritos de fray Bernardino de Sahagún
pertenecientes a la Real Academia de la Historia.................................................................................................................... 151
Pedro García Adán
Las pinturas del Códice Florentino
Materiales, procedimientos y la creación de una nueva técnica pictórica...................................................................... 157
Diana Magaloni Kerpel
Resultados del estudio científico del Códice Florentino........................................................................................................ 169
Rodorico Giorgi, David Chelazzi y Piero Baglioni
Este proyecto surge a raíz de las jornadas celebra- Parece ser que ambos códices formaron parte de
das en Florencia (12-13 junio del 2008): «The Co- un mismo ejemplar de los borradores realizados para
dice Fiorentino of Bernardino de Sahagún: Colors la concepción final de la obra, estructurada en 12
between two Worlds» patrocinadas por The Harvard libros, que tratan de los siguientes temas:
University Center for Italian Renaissance Studies y
el Kunsthistoriche Institut in Florenz Max-planck- Libro I: De los dioses que los mexicanos adora-
Institut, con la participación de diferentes exper- ban.
tos, tanto del continente americano como europeos Libro II: Del calendario y de las fiestas en honor
tomando como punto de partida el manuscrito de de los dioses.
Bernardino de Sahagún: Hystoria de Nueva España Libro III: Del principio que tuvieron los dioses, de
conservado en la biblioteca Laurenciana de Floren- la inmortalidad del alma y de los sufragios y de las
cia. Las comunicaciones presentadas han sido pu- obsequias de los muertos.
blicadas, recientemente, por las dos instituciones Libro IV: De la astrología jurídica.
organizadoras y editadas por Gerhard Wolf y Jose- Libro V: De los agüeros.
ph Connors en colaboración con Louis A. Walkman Libro VI: De la retórica, de la filosofía moral y de
en 2011. la teología.
Durante este encuentro, pensamos que sería muy Libro VII: De los astros, de los meteoros y del año 9
interesante estudiar los Códices Matritenses, deno- del jubileo.
minados así por la ciudad en que se encuentran, Libro VIII: De los señores, de sus costumbres y de
Madrid, ya que se consideran la versión más antigua su gobierno.
conservada de la Historia general de las cosas de la Libro IX: De los mercaderes y de los oficiales de
Nueva España, y poner al servicio de su conoci- oro, de piedras preciosas y de plumas.
miento las nuevas tecnologías aplicadas al análisis Libro X: De los vicios y virtudes, de la anatomía,
de los pigmentos, completándolas con estudios de de las enfermedades y de sus medicinas y de los
su estructura y características de los materiales con diversos pueblos que habitan estas tierras.
los que han sido realizados. Creemos que estos da- Libro XI: De los animales y de los minerales.
tos pueden aportar información fundamental para Libro XII: De la conquista de la ciudad de México.
saber cómo fueron concebidos y realizados estos
manuscritos, y ampliar el conocimiento de las carac- El códice del Palacio Real comprende del libro I al
terísticas codicológicas e iconográficas de numero- VI con un total de 303 folios y el de la Real Academia
sas obras realizadas en Mesoamérica en el siglo xvi. de la Historia consta de 343 hojas que incluyen los
Los códices de la Biblioteca del Palacio Real y la libros del VIII al XI, conteniendo, entre los dos, casi
Biblioteca de la Real Academia de la Historia con- la totalidad de la obra, a falta de los libros VII y XII.
tienen los «Primeros Memoriales», que son los do- Su autor, el franciscano Bernardino de Ribeira o
cumentos más antiguos conservados de la Historia Rivera (Sahagún, León, 1499-Ciudad de México, 1590)
general de las cosas de Nueva España, pero se da la llega a Nueva España en 1529 y permanece en estas
paradoja que se complementan con otros textos a tierras hasta su fallecimiento. Concibe esta ingente
los que Bernardino de Sahagún les fue añadiendo obra con criterios de un humanista renacentista ya
comentarios y anotaciones hasta el final de su vida, que cree que, para poder evangelizar a los indios,
por lo que, en este aspecto, son los últimos testi- es necesario tener un profundo conocimiento de sus
monios aportados al conjunto de estos manuscritos. costumbres, lengua y creencias y así poder erradicar
que se han centrado en la investigación de la obra aquí conservados. Nos referimos, en primer lugar, al
del franciscano en su aspecto más material y funda- historiador y político José Fernando Ramírez, del que
mentalmente en todo lo que atañe a los manuscritos la Real Academia de la Historia conserva un manus-
existentes o conocidos de su gran obra, la Historia. crito titulado Noticias críticas, históricas y bibliográ-
Por supuesto, como el título de esta publicación in- ficas de la Historia universal de las cosas de la Nueva
dica, nos detendremos con mayor detalle en los de- España por fr. Bernardino de Sahagún; con la des-
nominados como Códices o Manuscritos Matritenses1, cripción de los dos códices del autor que se conservan
sin pasar por alto el manuscrito castellano conocido en la biblioteca de la Real Academia española de la
como Códice Tolosa2, así como una breve referencia Historia, fechado (a lápiz) en Sevilla el 9 de octubre
al códice conservado en Florencia. El objetivo de esta de 1867, publicado después en el Boletín de la Real
revisión historiográfica no es otro que poder sentar Academia de la Historia, en 1885. Recoge una serie
el estado de la cuestión, como punto de partida para de noticias biográficas sobre el autor, la obra, su pro-
contextualizar la investigación interdisciplinar que se ceso de composición y sus borradores, así como, lo
ha llevado a cabo sobre los códices de Madrid y que que es más interesante para lo que aquí nos ocupa,
se presenta en las siguientes aportaciones. sobre «el descubrimiento del Códice mexicano» de la
Mencionar, en primer lugar, como han puesto de Academia, partiendo de documentación allí consul-
manifiesto algunos autores, que la obra de Sahagún, tada, y «la suerte que corrieron los ejemplares de la
durante siglos dispersa y en cierto modo en el ol- Historia» –aunque veremos como en este punto incu-
vido3, experimenta hacia la segunda mitad del siglo rre en alguna incorrección debida a un conocimiento
xviii un resurgimiento, asociado al redescubrimiento parcial de los mismos4–.
de sus principales manuscritos y su valorización. En El otro gran erudito mexicano, que tendrá una ma-
palabras de Ballesteros Gaibrois: «Hay personas de las yor influencia en toda la investigación posterior sobre
que no se habla en siglos y que de pronto adquieren los manuscritos de Madrid, es Francisco del Paso y
notoriedad y surgen sobre ellas profusión de estu- Troncoso. Su edición facsímil de los Códices Matri-
dios y de controversias. Eso podría decirse de Fray tenses, publicada en la capital de España entre 1905
14
Bernardino de Sahagún. De todos estos estudios iba
y 1907, será decisiva para su conocimiento y puesta
surgiendo, cada vez más grande, la figura entera e
en valor. Más adelante veremos como la organización
íntegra del gran fraile franciscano» (Ballesteros, 1964).
de los manuscritos que él propone es recogida, anali-
Reaparición que se ha querido poner en relación con
zada o desarrollada por los diversos autores. Señalar
la iniciativa ilustrada de búsqueda y recopilación de
que solamente hemos tenido acceso a las imágenes
materiales americanos, que daría lugar, entre otras
fototípicas de los manuscritos de Madrid (vol. VI Cua-
cosas, a la constitución del Archivo de Indias en 1785
derno 2.º, vol. VII y vol. VIII). El Cuaderno 1.º del
(Bustamante, 1990: 227).
vol. VI, que contendría el estudio de los códices no
Para aproximarse al conocimiento de los manus-
ha sido posible consultarlo5. De cualquier modo, el
critos de Sahagún existen una serie de aportaciones
plan editorial de Paso y Troncoso debía ser mucho
imprescindibles, de las que es preciso partir para
más ambicioso, logrando sacar adelante solamente
cualquier análisis al respecto. Como estudios iniciales,
hay que destacar los llevados a cabo por dos investi- una parte de él (Zavala, 1939).
gadores mexicanos que vinieron a Madrid a trabajar, Aparte de estos dos citados, a lo que podemos
de forma más o menos directa, con los manuscritos considerar pioneros por ser los primeros que se de-
tienen en la descripción de los Códices Matritenses,
son numerosos los autores que se han ocupado de los
1
Como Códices Matritenses denominan los estudiosos a los manuscritos
conservados, como veremos más adelante, en la Real Academia de la
Historia (9/5524) y en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid (II-3280). 4
Ramírez declara no haber consultado directamente el códice de Palacio
Ambos códices bilingües y con ilustraciones. Real, sino que se refiere a él por las notas que le ha proporcionado don
2
Conservado también en Madrid, en la Real Academia de la Historia Manuel de Goicoechea, bibliotecario de la RAH. Además, la lectura de su
(9/4812). artículo demuestra que no conocía la existencia del Códice Florentino de
3
Aunque sí se citan referencias documentales durante los siglos xvi-xvii la Biblioteca Medicea, pues elucubra sobre el destino de la «copia limpia
en autores como Fr. Jerónimo de Mendieta, Fr. Juan de Torquemada, en cuatro volúmenes».
Antonio de León Pinelo o el bibliógrafo franciscano Lucas Wadding, entre 5
Incluso se plantea que no se sabe si llegó a redactarse (Marchetti, 1983:
otros (Bustamante, 1990, 219-227). 506).
manuscritos sahaguntinos. Aquí destacaremos, ade- Director, con cuya orden le ajusté y compré en
más de algunas otras que proporcionan datos puntua- precio de ciento y cincuenta Rs. Hice presente
les sobre determinados aspectos, las aportaciones del el Libro en la Junta, y habiéndose reconocido
mexicano Wigberto Jiménez Moreno y de los españo- se aprobó lo executado».
les Manuel Ballesteros Gaibrois6 y Jesús Bustamante
García, que en los años noventa del siglo xx publica Queda clara entonces la fecha y la vía de ingreso
un estudio esencial para el conocimiento de los ma- del códice mexicano en la RAH. Algunos autores, sin
nuscritos de fray Bernardino de Sahagún. En él lleva embargo, no recogen este dato o lo hacen de forma
a cabo una revisión crítica de la obra completa del errónea. Así, por ejemplo, Ballesteros dice que «en
franciscano, especialmente en lo referente a las ca- 1762 la Real Academia adquiere, por 150 reales, del
racterísticas formales de los manuscritos, su datación librero Eugenio Llaguno, el códice mejicano», aña-
y su proceso de redacción, realizando un exhaustivo diendo que «Ramírez nos proporciona este dato» (Ba-
barrido bibliográfico y contrastando lo que los dife- llesteros, 1964: XV) –autor que, según hemos podido
rentes estudiosos han dicho con el testimonio que se comprobar, no hace referencia a dicha adquisición–.
desprende del estudio directo de los manuscritos con- A lo que sí se refiere Ramírez es al hallazgo, en-
servados o conocidos de cada una de las obras. tre las papeletas de la biblioteca de la RAH, de las
A continuación pasaremos a hacer un recorrido Noticias de un Ms. mexicano, escritas de puño de Fr.
a través de los manuscritos de la Historia general de Martín Sarmiento: «En ellas dice, sustancialmente,
las cosas de la Nueva España de fray Bernardino de que el día 1.º de agosto de 1762 se presentó en su
Sahagún, analizando brevemente su historia material celda el Sr. Antonio Sanz, impresor muy conocido en
a través de las informaciones proporcionadas por los Madrid, mostrándole un cuaderno viejo en folio y pa-
diversos autores, que de una u otra manera han abor- pel, cuyos caracteres eran castellanos pero el idioma
dado el estudio de su obra. era extraño, que contenía varias pinturas de animales,
Los Códices Matritenses, a los que se dedica esta aves…, que por acaso ocurrió a su celda el Sr. D.
monografía, ya hemos visto que corresponden a los Felipe Samaniego, y habiendo visto el cuaderno dijo
que se parecía mucha a otros cuadernos en lengua 15
manuscritos conservados en la Real Academia de la
Historia y en la Biblioteca del Palacio Real. Tratando mexicana que formaban un Códice Ms. que poseía
de indagar en su trayectoria, y en cómo llegaron a la Academia Real de la Historia, y no sin bastante
dichas instituciones, en el caso del códice conservado fundamento sospechó, si el cuaderno de Sanz seria
en la RAH encontramos noticia de su adquisición en algún cuaderno desfalcado del dicho Códice Ms. Que
las Actas de la institución madrileña, en concreto en el Sr. Samaniego le envió el de la Academia, que por
el Acta de 30 de julio de 1762, firmada por Eugenio su examen y las apostillas castellanas reconoció per-
de Llaguno y Amírola, Secretario en aquel momento tenecía a la Historia del P. Sahagún, lo mismo que el
de la Academia7: cuaderno de Sanz» (Ramírez, 1885: 90).
El hallazgo de esta nota y de lo que dice a con-
«Habiéndome avisado el Señor Dn. Phelipe tinuación fue, según nos relata Ramírez, lo que le
de Samaniego, que en poder de un Librero ha- proporcionó los datos para poder dar con el códice
bía un tomo en fol. MS. en lengua Mexicana, de mexicano: «Encareciendo su importancia recomenda-
letra al parecer de tiempo poco posterior a la ba se procurara adquirir, incorporándolo en el Códice
Conquista de aquel Reyno, y con algunas pin- de la Academia y agrega “Uno de los antiguos posee-
turas de Yndios, Armas, y adornos militares, fui dores de este Códice lo hizo ridículo con la encua-
a verle, y pareciéndome ser digno de comprar- dernación y con el rótulo de por fuera: Obras de Sor
le para la Academia, di cuenta de ello al Señor María de la Antigua”. Esta indicación me fue muy útil,
pues recordé afortunadamente haber visto entre las
numerosas papeletas de la biblioteca una con el mis-
6
Trabajo dedicado a los Códices Matritenses realizado bajo su dirección mo título, y que desatendí como enteramente extraña
en el Seminario de Estudios Americanistas, donde se describen éstos y
al objeto de mi investigación. El Sr. Goicoechea tuvo
se ponen en relación con el Ms. Florentino, tratando también del vocabu-
lario, ilustraciones, alfabeto y marcas de agua.
la bondad de facilitarme el volumen a que se refería
7
Información amablemente facilitada por doña Asunción Miralles del Impe- y vi con gusto que era el mismo mencionado por el
rial y Pasqual de Pobil, bibliotecaria de la RAH. P. Sarmiento» (Ramírez, 1885: 90).
en tres columnas» con el texto en lengua mexi- la bibliografía. El que se ha dado en llamar «Manuscri-
cana de cuatro libros (VIII a XI) de los doce to de Tlatelolco» se encuentra repartido entre ambos
que componen la obra general. códices madrileños, en los distintos «memoriales» de
la ordenación de Troncoso. Jiménez Moreno plantea
Para Bustamante, los Códices Matritenses cons- la existencia de un borrador intermedio o manuscrito
tituyen «una pieza clave para seguir el proceso de transicional entre éste y los «Primeros Memoriales»,
confección de la obra»11 (Bustamante, 1990: 305). En que denomina «Segundos Memoriales» y que fecha en
este punto, es el propio Sahagún en su texto el que 1561-1562, trasladando la datación del de Tlatelolco
proporciona datos precisos sobre la redacción de sus hasta 1564-1565 (Jiménez, 1938: 37). En relación con
manuscritos. La documentación más antigua es la ob- esto, se han querido localizar una serie de folios de
tenida en Tepepulco (1558-1560), que correspondería pobre grafía, quizá coincidentes con la noticia que da
a los denominados «Primeros Memoriales», desde Paso el propio Sahagún al respecto: «se tornó a escribir de
y Troncoso, que es el conjunto al que más atención nuevo de ruin letra, porque se escribió con mucha
se le ha prestado y que se encuentra interpolado en prisa», en los que el texto en náhuatl abarca todo el
distintos lugares del códice de Palacio y el de la RAH. ancho de la página, diferenciándose de la presenta-
En 1993 Anders realizó una edición facsímil de los ción del resto del texto –«en tres columnas» (con solo
«Primeros Memoriales», siguiendo el orden reconstrui- la central escrita) o «con escolios», muestra del modo
do en la edición de 1905, completada unos años des- definitivo en que Sahagún quería presentar sus ma-
pués, en 1997, con la traducción inglesa de los textos nuscritos (con el texto náhuatl en el centro, la versión
en náhuatl, a cargo de Thelma D. Sullivan, y una serie castellana no literal a la izquierda y las anotaciones
de estudios sobre la redacción, el contenido, las ca- lingüísticas a la derecha) (León-Portilla, 1999: 136)–.
racterísticas materiales y las ilustraciones12. Trasladado a México, se dedicó a repasar y en-
En ellos debe rastrearse el primitivo plan de la mendar sus escrituras, organizándolas en libros y ca-
obra, que contenía en embrión los temas de toda su pítulos, de lo cual el mejor testimonio son todas las
historia (Jiménez, 1938: 30; 1974). Incluyen numero- anotaciones de mano de Sahagún que tanto abundan
en los Códices Matritenses. Se habla también de una 17
sas pinturas al modo prehispánico y textos en náhuatl
al pie que son la declaración de éstas, además de al- copia datada en 1569: el propio Sahagún dice que
gunas notas en castellano de manos del propio Saha- se empezó a sacar de los borradores, que contenían
gún. Son, por tanto, un trabajo híbrido, fruto del es- solo el texto en náhuatl, una definitiva copia en lim-
fuerzo del religioso español, sus asistentes (indígenas pio y sus amanuenses mexicanos fueron añadiendo y
pero aculturados) y los indígenas residentes en Te- reformando, acomodándola más a sus tradiciones (Ji-
pepulco, que presenta características tanto europeas ménez, 1938: 38). Todos los autores están de acuerdo
como nativas. Así, aunque su contenido se centra en en que esta versión fue la que serviría de base para la
la cultura prehispánica, tal como existía en México elaboración del códice de Florencia, pero mientras al-
central a la llegada de los europeos, la apariencia ge- gunos la consideran perdida, otros quieren ver la pre-
neral de los «Primeros Memoriales» revela que se trata sencia de parte de sus manuscritos entre los distintos
de un documento colonial, producido a la manera de documentos que conforman los Códices Matritenses.
los manuscritos y primeros libros impresos europeos Como conclusión respecto de los Manuscritos Ma-
(Quiñones, 1997: 17-18). tritenses, en los que fundamentalmente se centra esta
El resto de la documentación que conforma los publicación, decir que aunque en la actualidad son dos
Códices Matritenses correspondería a las estancias códices individuales y se encuentran en localizaciones
de fray Bernardino en el Colegio de Santa Cruz en distintas, sí parece bastante claro, teniendo en cuen-
Tlatelolco y posteriormente en el convento de San ta lo que de ellos dicen los diferentes estudios y par-
Francisco en México, a las que hace referencia toda tiendo de su observación directa, que forman una sola
obra, a su vez constituida con materiales muy diversos,
que responden a varios momentos y ordenaciones.
11
Formados con materiales correspondientes a dos etapas sucesivas (es-
Para Bustamante los dos manuscritos formarían
tancias en Tepepulco y Tlatelolco), más una tercera etapa de ordenación
y adición de notas y nuevos textos (estancia en México).
una sola unidad, por ello aborda su estudio de ma-
12
Ambas editadas por la Universidad de Oklahoma, en colaboración con nera conjunta. En cuanto al de Palacio, defiende que,
Patrimonio Nacional y la Real Academia de la Historia. Ver bibliografía. a pesar de su heterogeneidad, «el códice refleja una
acusada voluntad integradora, una organización inten- Por último, en cuanto a la llegada del manuscri-
cional que refleja que fue concebido como una unidad to de Sahagún desde México o España a Florencia
por el propio Sahagún», mientras que el de la Acade- existen varias hipótesis. Por un lado, en una carta del
mia lo encuentra «mucho peor integrado, con una con- naturalista boloñés Ulisse Aldrovandi a Francisco I,
fección con frecuencia menos cuidada y más rápida, gran duque de Toscana, fechada en octubre 1579, el
con mayor abundancia de anotaciones, correcciones y primero habla de un «ricchisimo libro di Spagna», so-
ampliaciones» (Bustamante, 1990: 247, 276, 303). licitándole sacar imágenes con las que poder ilustrar
Si estos manuscritos, como hemos visto, poseen sus estudios. Lo que indicaría, si se tratara de la mis-
un carácter parcial y más de borradores, la copia en ma obra, que ya en esa fecha se encontraba en poder
limpio más completa que ha llegado hasta nosotros de los Médicis, pudiendo haber sido un regalo del
es, sin lugar a dudas, el Códice Florentino, así llama- rey Felipe II a Francisco I en ocasión de su boda con
do por conservarse en la Biblioteca Medicea Lauren- Bianca Capello, y como gesto de gratitud por la ayu-
ziana de Florencia. Como todos los autores sostienen, da militar prestada por el gran duque en la conquista
se trata del manuscrito redactado por orden de fray de Portugal (Marchetti, 1983: 530). Por otro lado, en
Rodrigo de Sequera, nuevo comisario de la Orden el Inventario de pertenencias del cardenal Fernando
franciscana desde 1575 y benefactor de fray Bernar- de Médicis (1587) se ha pensado que la referencia a
dino de Sahagún, de ahí que en ocasiones se le de- «un libro di pitture dell´Indie/Tre libri di…» podría co-
nomine también Manuscrito Sequera. Originalmente rresponder al manuscrito de Sahagún, conjeturándose
estaba encuadernado en cuatro volúmenes aunque que tal vez fue entregado éste directamente por fray
en la actualidad se encuentra en tres. El texto bilin- Rodrigo de Sequera al cardenal Fernando, interesado
güe, confeccionado entre 1575 y 1577, está dispues- por estos temas y que tenía lazos cercanos con la
to en dos columnas (el náhuatl original, retocado y orden franciscana, evitando con ello que fuera con-
ampliado respecto al de los manuscritos de Madrid, fiscado por Felipe II (Rao, 2011: 40)15.
y su versión castellana) acompañado de abundantes Y es que, desde hacía años los manuscritos de
ilustraciones. Estas pinturas, realizadas por artistas na- Sahagún venían sufriendo diversas vicisitudes, que
18
tivos y de temática indígena, muestran ya en su es- ralentizaron e incluso llegaron a impedir verdadera-
tilo una clara influencia europea renacentista, repre- mente su trabajo en la Historia, como el propio Saha-
sentando «el encuentro del Viejo y el Nuevo Mundo» gún relata en su prólogo al Libro II (Marchetti, 1983:
(León-Portilla, 1999: 169). 504-540). Así, en 1570, por orden del provincial fray
Como en el caso de los Matritenses, este códice Alonso de Escalona, habían sido requisados y disper-
permaneció también largo tiempo en el olvido, a pesar sados por los conventos franciscanos novohispanos,
de que los estudiosos hablan de que estaba en la bi- no habiéndose podido recuperar éstos hasta 1575,
blioteca de los Médicis desde antiguo. La primera men- gracias a la llegada a México del padre Miguel Na-
ción es la que aparece en el catálogo de Menabuoni de varro primero y de fray Rodrigo de Sequera después,
la Biblioteca Medicea Lotaringia (1745-1765). En 1783 benefactores de su proyecto, que le proporcionarían
se trasladó a la Laurenziana y, así, figura descrito por los medios para reanudarlo y para ponerlo en limpio,
primera vez en el catálogo de Angelo Maria Bandini tal como hemos visto.
de la Biblioteca Leopoldina Laurentiana (1793), lo que A esto se une que el Consejo de Indias, consi-
supuso su conocimiento a nivel mundial (Rao, 2011: derando peligroso que hubiera varios volúmenes en
39). La primera transcripción completa fue la realizada lengua indígena sobre costumbres antiguas y ritos
por Francisco del Paso y Troncoso en la década de los idolátricos, que podían fomentar la vuelta a la su-
noventa del siglo xix13, dándose a conocer definitiva- perstición y a la infidelidad, ordenó recogerlos. Di-
mente con la edición facsímil de 197914. cho proceso de incautación, que se puede rastrear
a través de la documentación –cédulas, órdenes y
13
Impresa y publicada, su reproducción cromolitográfica, en Madrid en
1905, dentro de los trabajos publicados por este erudito mexicano a los 15
Localiza tal dato en el Archivio di Stato di Firenze, Guardaroba Medicea,
que venimos haciendo referencia (vol. V). 1587. Los puntos suspensivos que siguen a «Tre libri», según la
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Publicada por la Secretaría de Gobierno de México, en tres volúmenes. bibliotecaria de la Medicea Laurenziana, podrían referirse a una repetición
Destacar también la edición de Dibble y Anderson recogida en la biblio- de las palabras de la entrada anterior o bien a que su título y autor eran
grafía. desconocidos.
cartas varias estudiadas por García Icazbalceta, Ni- español, a la luz de la documentación referida. Fray
colau D’Olwer y Georges Baudot (Marchetti, 1983; Rodrigo de Sequera regresó a España en 1580, se su-
Bustamante, 1990: 336 y ss.)–, tiene su punto de par- pone que trayendo consigo el manuscrito con ilustra-
tida en 1577, con la Cédula real, otorgada por Felipe ciones en cuatro volúmenes entregado directamente
II y dirigida al virrey Martín Enríquez (22 de abril de por Sahagún (el Códice Florentino), sin embargo, si
1577), en la que se ordenaba la requisa y el envío de de verdad éste hizo llegar también una copia al virrey
los manuscritos de fray Bernardino de Sahagún. En en 1578, existiría otro manuscrito, el que se ha dado
una carta al Arzobispo de México, fechada tan solo en llamar «Manuscrito Enríquez», hoy desaparecido17.
unos días después (13 de mayo de 1577), se le hacen Bustamante opina, no obstante, que «como no
llegar las mismas instrucciones. existe constancia ni hipótesis alguna de que haya dos
Fray Bernardino, enterado de que se habían re- códices bilingües terminados para 1577, está claro
clamado sus obras aunque sin conocer el verdadero que el manuscrito de Sequera y el manuscrito remiti-
contenido de la cédula, escribe directamente al rey el do por el virrey son el mismo, es decir el Códice Flo-
26 de marzo de 1578. Dice en dicha carta que acabó rentino». Se desconoce entonces cuál sería la versión
de sacar sus obras en limpio el año anterior, repar- que Sahagún dice que entregó al virrey Enríquez en
tidas en doce libros y cuatro volúmenes, y que las 1578. Según el autor mencionado, el virrey le habría
dio a fray Rodrigo de Sequera, por lo que cuando pedido el manuscrito original a Sequera, mientras
la cédula llegó ya éste las tenía en su poder. Solicita que los otros traslados que se dice que estaban tam-
del rey, además, que si las obras no le son enviadas, bién en su poder serían probablemente los Códices
se le comunique para que él pueda realizar otra co- Matritenses (Bustamante, 1990: 336 y ss.). Otros in-
pia. Este ofrecimiento por parte del franciscano, que vestigadores sostienen que esa copia enviada por el
demostraba que aún conservaba en su poder docu- virrey sería probablemente aquella elaborada en 1569
mentos o borradores de su obra, será lo que motive (León-Portilla, 1999: 176), a la que anteriormente se
una posterior orden (18 de septiembre de 1578) para ha hecho mención.
que el virrey «tome lo que allá queda, traslados y ori- Por último, dentro de este recorrido que estamos
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ginales, y lo envíe todo, sin que quede allá ningún realizando por los manuscritos de Bernardino de Sa-
traslado». hagún, no podemos dejar de detenernos en otro có-
Entre toda esta correspondencia que se sucede y dice perteneciente a la Real Academia de la Historia,
se cruza en estos años, cabe destacar también la carta en Madrid, que contiene una copia en castellano de
que el arzobispo de México dirige al rey, casi contem- la Historia. Nos referimos al conocido como Códi-
poránea a la del propio Sahagún, informándole de ce Tolosa, por haberse custodiado en el convento de
que el fraile le había dado noticia de haber «dado la franciscanos de esta localidad guipuzcoana hasta fi-
obra con todos sus papeles originales al Visorrey, en nales del siglo xviii, en concreto hasta 1783, cuando
lengua castellana y mexicana y ciertos traslados que el erudito americanista Juan Bautista Muñoz, comisio-
había sacado». A finales de ese mismo año volverá a nado para redactar una Historia de las Indias, recogió
informarle del envío de dicha obra16 (Marchetti, 1983). el manuscrito y lo trasladó a Madrid, en virtud del
Es esta duplicidad de versiones: entrega, por un permiso que se le concedió para consultar, copiar y
lado, del manuscrito bilingüe en limpio a Sequera (en tomar prestados los manuscritos antiguos que juzgara
palabras del propio Sahagún) y, por otro lado, de una de interés para su empresa. El códice quedó en la
copia al virrey Martín Enríquez (según el arzobispo, Secretaría de Indias, ordenándose una copia para el
basándose en lo que Sahagún le había dicho), lo que convento de Tolosa, a cambio de quedarse el rey con
ha dado lugar a una de las cuestiones más discutidas el original (Ballesteros, 1964: 142). Cuando la colec-
entre los investigadores que se han ocupado del estu- ción Muñoz se incorporó a la RAH, el Códice Tolosa
dio de los manuscritos sahaguntinos, preguntándose pasó a formar parte de sus fondos.
si hubo una o dos copias de la Historia en náhuatl y
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Esta es la tesis defendida por Howard F. Cline, y posteriormente por John
16
Carta del arzobispo a Felipe II (16 de diciembre de 1578): «la historia uni- B. Glass. Los manuscritos remitidos fueron dos transcripciones muy se-
versal de las Indias que hizo Fr. Bernardino de Sahagún, con los traslados mejantes, ambas bilingües, de los 12 libros de la Historia. El que llaman
y originales, fue en la flota pasada, según me dijo el autor, que habrá V.M. «Ms. Enríquez», perdido, sostienen que era una transcripción concluida
recibido». poco antes, muy parecida al Florentino (León-Portilla, 1999: 171).
La primera descripción de este manuscrito es la sacar la copia antes de remitir los volúmenes desde
que hace Ramírez, que comienza trascribiendo la España a Florencia, con la intención de conservar el
nota que precede al texto, fechada en Madrid el 4 de texto castellano (Bustamante, 1990).
julio de 1804, y en la que además de referir el origen A pesar de no tratarse de un manuscrito de Sa-
del códice, se señala: «Este libro aunque se llama ori- hagún propiamente dicho, el texto contenido en el
ginal, no es sino copia, ni tiene otra recomendación Códice Tolosa es bien conocido y difundido desde
que el estar escrito en letra antigua de la época de la las primeras ediciones de la Historia en castellano,
Conquista de Nueva España, y a pocos años de ella» pues fue el ejemplar que más fortuna tuvo. En primer
(Ramírez, 1885: 86). lugar fue copiado en 1793 por el brigadier don Diego
Se trata de una copia únicamente del texto caste- García Panes, al que según su propio testimonio se
llano del Códice Florentino, omitiéndose las ilustra- lo facilitó el mismo Juan Bautista Muñoz, y éste lo
ciones y la columna en náhuatl, por lo que Bustaman- llevó a México donde serviría de base para la edición
te considera que hay un buen número de elementos, mexicana realizada por don Carlos María de Busta-
comprensibles en el Códice Florentino (la división mante en 1829, siendo ésta la primera vez que se pu-
en volúmenes, la presentación del volumen primero, blica la Historia18. Otra copia fue la que perteneció a
etc.), que sin embargo quedan fosilizados y sin sen- Lord Kingsborough, a cargo de la edición londinense
tido en éste. Además, observa que «el amanuense a de 1830 (Ramírez, 1885: 110-115). «Así, casi simultá-
medida que avanza en su tarea va acusando el can- neamente, aparecía la Historia de Sahagún en ambos
sancio, aumenta los errores de lectura o de copia y continentes, tras haber estado oculta por más de dos
progresivamente, va cambiando su actitud de copista siglos.» (Ballesteros, 1964: 143).
fiel a editor que adapta el texto a las nuevas circuns- A cambio de quedarse con el original, ya hemos
tancias», dando lugar fundamentalmente a la omisión visto que se encargó también una copia para los
de los párrafos de contenido lingüístico que Sahagún franciscanos de Tolosa. Hay diversas hipótesis sobre
tanto gustaba incluir (Bustamante, 1990: 334). su destino: para algunos perecería al incendiarse el
Sahagún no alude a este manuscrito, que como se convento durante la intervención francesa (Jiménez
20 ha visto es la copia parcial de un texto bilingüe, de Moreno, 1938: 41); otros mencionan que la poseyó
una obra concebida para constar de dos columnas Antonio Uguina, desconociéndose su suerte posterior
–el original náhuatl y su traducción al castellano–, (Bustamante, 1990: 229) o incluso se habla de sus
y su mano estaría ausente en su ejecución, pues el sucesivas adquisiciones yendo a parar finalmente a la
franciscano, en tal caso, habría variado su redacción, Public Library de Nueva York (Ballesteros, 1964:143).
adaptándose al hecho de tratarse de un texto única- Vemos, por tanto, como durante un largo perío-
mente en castellano, como hizo en otras ocasiones do de tiempo fue la versión contenida en el Códice
(Bustamante, 1990: 335). Tolosa la que se conoció y se aceptó como el texto
En cuanto a quién encargó esta copia y cuando verdadero y definitivo de la Historia de Sahagún, a
se realizó, los investigadores han planteado diversas pesar de las limitaciones de las que se ha hablado al
hipótesis. Según Baudot, se trataría de una copia re- tratar sobre él. Será partir de la edición de Francisco
dactada por voluntad de Sequera, una vez que hubo del Paso y Troncoso de los Códices Matritenses, a
regresado a España en 1580, y antes de desprender- la que tantas veces hemos aludido en este estudio,
se del Códice Florentino (suponiendo, como se ha cuando se empieza a conocer y a dar importancia
tratado al hablar del envío de manuscritos sahagun- a los textos en náhuatl. Este proceso de revaloriza-
tinos a España, que aún lo tuviera él), mientras que ción marcó un punto de inflexión en la historiografía
para otros, como Dibble o Cline, se trataría de una de la obra sahaguntina, pasando a primar la versión
copia casi contemporánea del Florentino, realizada mexicana sobre la castellana, por parte, fundamental-
en el mismo México (Marchetti, 1983; Bustamante, mente, de los investigadores de la escuela mexicana
1990: 334-336). Y es que, si el Códice Florentino fue y norteamericana (Bustamante, 1990: 237).
el remitido por el virrey a Felipe II en 1578, como
algunos autores han afirmado, no pudo ser Sequera 18
Esta edición mexicana primera fue la que serviría de base a otras
el promotor de la copia en España, aunque quizá sí realizadas posteriormente en México: en 1938 (con estudio de Jiménez
en México antes de su salida (Marchetti, 1983). Por Moreno) y en 1956 (publicada por Ángel M.ª Garibay). Además, sería
último, también se ha planteado que se pudo ordenar traducida a distintos idiomas.
Porfirio Díaz, presidente de la República Mexicana). and illustrations by Anderson, Arthur J. O. and Dib-
Madrid: Hauser y Menet, vol. VI-VIII. ble, Charles E., in thirteen parts. Salt Lake City: Uni-
versity of Utah; Santa Fe (New Mexico): The School
Quiñones Keber, Eloise (1997): «An introduction to of American Research.
the images, artists and physical features of the Pri- — (1956): Historia general de las cosas de Nueva Es-
meros Memoriales», en Primeros Memoriales by Fray paña. Escrita por Fr. Bernardino de Sahagún, fran-
Bernardino de Sahagún… University of Oklahoma ciscano, y fundada en la documentación en lengua
Press, pp. 15-37. mexicana recogida por los mismos naturales. (La dis-
puso para la prensa en esta nueva edición, con nu-
Ramírez, José F. (1885): «Códices mejicanos de Fray meración, anotaciones y apéndices Garibay K. Ángel
Bernardino de Sahagún», en Boletín de la Real Acade- M.ª). México: Porrúa.
mia de la Historia, tomo VI, pp. 85-124. — (1988): Historia General de la cosas de la Nueva
España. Primera versión íntegra del texto castellano
Rao, Ida Giovanna (2011): «Mediceo Palatino 218-220 del manuscrito conocido como Códice Florentino
of the Biblioteca Medicea Laurenziana of Florence», (Introducción, paleografía, glosario y notas de López
en Colors between two worlds. The Florentine Codex Austin, Alfredo y García Quintana, Josefina). Madrid:
of Bernardino de Sahagún (ed.) Wolf, Gerard and Alianza Editorial, 2 vol.
Connors, Joseph, Florence: Kunsthistorisches Institut
in Florenz Max-Planck-Institut/Villa I Tatti The Har- Vicente Castro, F., y Rodríguez Molinero, J. L.
vard University Center for Italian Renaissance Studies, (1986): Bernardino de Sahagún. Primer antropólogo
pp. 27-45. en Nueva España (siglo xvi). Salamanca: Ediciones
Universidad de Salamanca.
Sahagún, Fr. Bernardino de (1950-1982): Florentine
codex: General history of the things of the New Spain. Zavala, Silvio (1939): Francisco del Paso y Troncoso:
Translated from the Aztec into English, with notes su misión en Europa 1892-1916. México.
22
Resumen Abstract 23
Los Códices Matritenses representan las redacciones más The Codices Matritenses represent the oldest writings
antiguas de la célebre obra de Bernardino de Sahagún, from the famous body of work of Bernardo de Sa-
el padre de la antropología en América, Historia gene- hagún, who is considered the father of Anthropology in
ral de las cosas de Nueva España. Se pueden datar en America, Historia general de las cosas de Nueva España.
la segunda mitad del siglo xvi, conservándose uno en These essays have been dated from the middle of the
la Biblioteca del Palacio Real (Cat. II. 3280) y otro en la XVI century, which one of them is preserved in the
Biblioteca de la Real Academia de la Historia (9/5524). Library of the Royal Palace (Cat. II 3280), and the other
La escrituración de estos códices fue realizada, so- one in the «Real Academia de la Historia» (9/5524).
bre todo con caracteres humanísticos, por un número The codices were written with a humanistic char-
indeterminado de amanuenses, superior a la veintena, acter by more than twenty «amanuenses» but still an
por lo que en el presente estudio se tratan de iden- undetermined number, so through this research it
tificar las distintas manos que intervienen en ellos, tries to identify all the hands involved, and analyzes it
analizándolos desde un punto de vista paleográfico. under a paleographic point of view. Also, the «facun-
Asimismo, en sus folios, el citado historiador facundi- dino» historian left in those papers several handwrit-
no dejó constantes muestras manuscritas, tanto en la ten references like the way to structure and organize
estructuración y organización de los capítulos, como chapters, as well as the correction and translation of
en la corrección y traducción de numerosas palabras. numerous words.