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LA ALBOLAFIA: REVISTA DE HUMANIDADES Y CULTURA LUIS ANTONIO GONZÁLEZ MARÍN

MUSICOLOGÍA Y RECUPERACIÓN DE LA PRÁCTICA


MUSICAL HISTÓRICA. UNA REFLEXIÓN HETERODOXA

Luis Antonio González Marín


Científico Titular del CSIC (DCH-Musicología, IMF-CSIC)
Director de Los Músicos de Su Alteza

RESUMEN:
Este artículo propone una reflexión personal, desde la propia experiencia del autor en el campo
de la musicología y en el de la práctica musical profesional, acerca del papel de la musicología
en la recuperación del patrimonio musical histórico y, en concreto, de la práctica musical
histórica, su influencia en el desarrollo de las corrientes de interpretación “históricamente
informada” y la tradicional, artificial y perniciosa distancia entre músicos y musicólogos.

ABSTRACT:
This paper proposes a personal reflection from the author's own experience in the field of
musicology and professional musical practice, about the role of musicology in the recovery of
historical musical heritage and, in particular, of historical performance practice, its influence on
the development of current “historically informed performance”, and about the traditional,
artificial and pernicious distance between musicians and musicologists.

PALABRAS CLAVE: Musicología, patrimonio musical histórico, práctica musical histórica.


KEYWORDS: Musicology, Musical Heritage, Historically informed performance practice.

publicado por Norton bajo el título


A mediados de los ochenta, siendo
Perspectives in Musicology, que contiene las
estudiante de clave y órgano en el
conferencias inaugurales del programa de
Conservatorio de Zaragoza y, a la vez, de
doctorado en Música de la City University
Historia del Arte en la Universidad de la
of New York (CUNY) para el curso 1968-
misma ciudad -con la mirada puesta en la
196963. Ahora, treinta años después,
realización de una tesina y luego una tesis
hojeo y releo sus páginas subrayadas y
doctoral, ambas de asunto musicológico-,
anotadas aquí y allá, y pienso que, en
tuve la oportunidad de comprar y leer un
cierto modo, parece que el tiempo no
libro que, aunque había sido publicado en
haya pasado. O casi.
Estados Unidos varios años atrás -en
1972-, constituía en la España de
entonces una novedad considerable. Me
refiero al bien conocido volumen al 63 BROOK, Barry S.; DOWNES, Edward O.D.;
cuidado de Barry S. Brook, Edward O. D. VAN SOLKEMA, Sherman (eds.): Perspectives in
Downes y Sherman Van Solkema, Musicology, New York, WW Norton & Company,
1972.

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En el ciclo de charlas y seminarios ocurrió con una traducción castellana de


desarrollados en CUNY, y The Interpretation of Music de Thurston
consecuentemente en el libro, Dart64 o, sobre todo, con una versión
comparecen algunas de las más francesa de Musik als Klangrede de
prominentes figuras de la musicología del Nikolaus Harnoncourt65. Los dos textos
siglo XX: Gustav Reese, Friedrich Blume, tenían la particularidad de haber sido
François Lesure, H. C. Robbins Landon, escritos por importantes músicos en
Paul Henry Lang, Gilbert Chase, etc. Los activo -lo cual suscitaba en mí simpatía,
puntos de vista que aportan, no siempre proximidad y afán de emulación, como
del todo coincidentes, a veces estudiante de música y aspirante a
contrastantes y, en todo caso, profesional dedicado a la «música
complementarios, compendian y definen antigua»-, intérpretes ambos que
el quehacer musicológico internacional compaginaban su oficio -o su arte- con la
desde los orígenes de la disciplina hasta la investigación. Dart (*1921; †1971)
fecha de lectura de las conferencias. desarrolló una importante carrera
Probablemente para algunos adeptos a la académica, primero en Cambridge y
llamada «nueva musicología» este libro después en Londres, siendo a la par
constituya una compilación de todo notable multiinstrumentista y eminente
aquello que representa la «musicología clavecinista que se producía a menudo en
positivista», pero conviene hacer hincapié conciertos y grabaciones discográficas;
en que determinadas posturas que una ambos empeños, musical y musicológico,
atenta lectura del libro revela contienen se vieron truncados por una muerte
elementos muy novedosos, que lo eran temprana. Por el contrario, el
entonces y que siguen siendo esgrimidos recientemente desaparecido Nikolaus
como tales en la actualidad, como, por Harnoncourt (*1929; †2016), que
ejemplo, la necesidad de abordar estudios posiblemente haya de ser considerado
interdisciplinares (hoy, por supuesto, se como la figura más relevante -aunque tal
va más allá y merced a alguna pirueta vez menos influyente de lo que suele
conceptual o únicamente léxica no pensarse- en el panorama de la
siempre explicada o explicable se habla de recuperación de las prácticas musicales
«inter-», «multi-», «pluri-» y históricas en la segunda mitad del siglo
«transdisciplinaridad»), o la constatación XX y sin duda una de las mayores
del creciente auge de las ciencias sociales personalidades de la música en general en
y la historia cultural. Por esta razón decía el siglo, se mantuvo alejado del mundo
más arriba que, en algunos aspectos, académico y a menudo fue duramente
parece como si no hubiesen transcurrido criticado por éste, en particular por la
casi cincuenta años desde que las charlas
64 DART, Thurston: Interpretación de la música,
fueron pronunciadas.
Buenos Aires, Ed. Víctor Lerú, 1978. Se trata de
La lectura tuvo cierta influencia en mis una traducción de The Interpretation of Music,
publicado por vez primera en 1954 y varias veces
planteamientos como futuro musicólogo, reeditado.
pero con seguridad otros textos que por 65 HARNONCOURT, Nikolaus: Le discours

entonces cayeron en mis manos dejaron musical. Pour une nouvelle conception de la musique,
París, Éditions Gallimard, 1984. El original en
surcos mucho más profundos. Es lo que alemán, Musik als Klangrede. Wege zu einem neuen
Musikverständnis, había sido publicado en 1982.

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musicología alemana66, considerado como eran, ellos mismos, músicos prácticos. La


un amateur o un simple músico metido en distinción tiene lugar entre el ejecutante
menesteres que no le correspondían. sin más -cantor o instrumentista-, que en
el mejor de los casos hace lo que otros le
Si en algunos países -anglosajones- se
dicen, y el que realmente sabe de música,
ha considerado que práctica musical y
el «músico científico» que escribe
musicología no sólo han de ir de la mano
sino que pueden y aún deben estar en las Cerone67, el que comprende los entresijos
mismas manos, o en todo caso no es de la composición y de la ejecución y
malo que lo estén -esto es, que el hecho conoce la retórica, la filosofía, la
de ser musicólogo no ha de excluir por astronomía y cuanto hay alrededor de la
música y condiciona su producción -hoy
necesidad una actividad musical práctica
permanente y profesional, como fue el tal vez tenderíamos a llamar «musicólogo»
caso de Thurston Dart-, en otros países, a este «músico científico»-; esto es, se
aun teniendo total conciencia de que la quiere distinguir entre el ignorante y el
musicología se originó entre músicos, sabio. La diferencia con la actual
separación artificial entre el musicólogo
pronto se creó una estricta separación
entre investigadores y prácticos, que no -el científico, el sabio- y el músico -el
deja de traer a la memoria en cierta artista, que, por lo demás, se admite que
manera la antigua y radical distinción pueda ser un ignorante o un necio
entre musicus y cantor. Esta vieja disputa genialoide- es que el sabio o científico al
que se refiere Cerone es, ante todo y por
que se remonta a Boecio, se consolida en
encima de todo, un músico práctico,
ambientes monásticos y catedralicios
compositor, cantor, instrumentista...
medievales y pervive con algunos
Consecuentemente, los tratados que hoy
cambios en la tratadística renacentista y
a menudo calificamos de «teoría musical»
barroca, parece gozar aún de una
son en realidad manuales de «práctica
sorprendente vida, trasladada a la
musical», esto es, recogen reflexiones y
separación entre los que hacen música y
opiniones sobre la práctica y compilan y
los que la estudian y la juzgan. Ahora
sancionan normas y reglas extraídas de la
bien, en otros tiempos esta distinción
práctica común; son libros destinados a
entre musicus y cantor no respondía a otra
enseñar a sus lectores y usuarios a ser
cosa que a la lucha por parte de los que
buenos músicos prácticos. Bermudo,
ejercían la profesión de músico por
Santa María, el mismo Cerone, Lorente,
alcanzar una mayor consideración social,
Nassarre, Valls, Rabassa -sólo por citar
por eliminar de su trabajo cualquier rastro
algunos ejemplos de la tradición española
o achaque de oficio vil y por remachar la
entre los siglos XVI y XVIII-, todos
liberalidad y el carácter científico -ars- de
fueron conspicuos y reputados músicos
la música. Dejando al lejano Boecio
prácticos. Por eso tales tratados, bien
aparte, quienes con más vehemencia
leídos e interpretados, nos son tan útiles,
quisieron distinguir entre cantor y musicus
nos ofrecen una información
66 Así lo pone de manifiesto Reinherd Goebel en
el obituario que le dedicó recientemente en VAN. 67 CERONE, Pedro: El melopeo, y maestro, Nápoles,

Webmagazin für Klassische Musik J. B. Gargano y L. Nucci, 1613 (ed. facsímil al


(https://van.atavist.com/nachruf-n-harnoncourt; cuidado de Antonio Ezquerro, Barcelona, CSIC,
consultado en 03.04.2016). 2007).

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irreemplazable cuando queremos revivir Precisamente el estudio de algunos de


músicas compuestas en aquellos siglos. esos fenómenos periféricos ha sido
La «musicología positivista», así reivindicado por la nueva musicología,
llamada con no poca arrogancia por cierta que, sin embargo, no ha dejado de utilizar
«nueva musicología» y hoy a menudo profusamente la distinción -que puede
considerada por ésta como un fenómeno alcanzar tintes nacionalistas y etnicistas-
superado, obsoleto y, por tanto, en cierta entre centros y periferias68.
manera despreciable, ha colocado en el Asimismo, el peso del concepto de
centro de su interés la «obra» musical, «obra» musical como composición, fruto
desde la consideración de la música como del genio individual, de alguna manera ha
una forma de arte, como una creación del marginado tradicionalmente el interés por
espíritu humano. El modo de acceder a la el estudio de la interpretación y, por
obra musical histórica no puede ser otro, tanto, la investigación tendente a la
naturalmente, que la fuente musical, recuperación de la práctica musical
reflejo escrito, gráfico, de una histórica.
construcción intelectual y una sustancia
La nueva musicología, que en cierto
sonora. Así, la metodología de esta
modo se anuncia en algunos de los
musicología «tradicional», nacida en
artículos recogidos en Perspectives in
Alemania y definida en primer término
Musicology, ha tratado de introducir
por Robert Eitner, Guido Adler y otros, nuevos enfoques en la disciplina, nuevos
se ha basado principalmente en el estudio campos de investigación y puntos de vista
crítico de las fuentes -con ayuda de la diversos, a menudo próximos o inmersos
paleografía y la filología-, las formas en el nuevo paradigma de las «ciencias
musicales, la organología, la teoría sociales», que casi ha barrido las antiguas
musical, la estética, etc., dentro de una humanidades, al menos tal como éstas
común división entre musicología fueron entendidas durante más de un
histórica y musicología sistemática. Esta siglo. Asumiendo a figuras como Carl
musicología se ha servido de categorías Dahlhaus -a menudo malinterpretado- o,
como «jerarquía», «modelo», «forma», quizá más aún, Joseph Kerman69, y con
«género», etc., y se ha caracterizado por
su eurocentrismo, o más bien por la
creación de un canon centroeuropeísta, 68 De centros y periferias, entre otras cosas, trató
marcado por las corrientes de un proyecto de la European Science Foundation
pensamiento estético románticas y por los (Musical Life in Europe, 1600-1900. Circulation,
Institutions, Representation) en el que participé junto
nacionalismos predominantes a lo largo a otros colegas de diversos países entre 1998 y
del siglo XIX. El estudio de las grandes 2001. Una reflexión sobre este fenómeno se
obras de los grandes genios que encuentra en EZQUERRO ESTEBAN, Antonio;
GONZÁLEZ MARÍN, Luis Antonio;
componen el canon oficial, GONZÁLEZ VALLE, José V.: “The Circulation
particularmente poblado por músicos de of Music in Spain 1600-1900”, en RASCH, R.
(ed): Musical Life in Europe 1600-1900. Circulation,
habla alemana o raíz centro y noreuropea, Institutions, Representation. The Circulation of Music in
convierte en periférico y, en Europe 1600-1900, Berlín, BWV (Berliner
consecuencia, menos valioso cuanto no Wiessenschafts Verlag), 2004, pp. 9-30.
69 Cfr KERMAN, Joseph: Contemplating Music:
se ajusta totalmente a ese canon. Challenges to Musicology, Cambridge
(Massachussets), Harvard University Press, 1985.

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planteamientos propios de la conoce con el acrónimo HIP (Historically


postmodernidad, la nueva musicología se Informed Performance). Sin embargo, por lo
ha volcado decididamente en el estudio que se refiere a nuestro país, a pesar de la
de los fenómenos que discurren alrededor existencia de algunos estudios referidos
de la propia música70, y también en la propiamente a la práctica, muchos de
reflexión sobre la disciplina misma, en ellos -sin que nuestra crítica redunde
una especie de «metamusicología» o necesariamente en demérito de los
«musicología que trata sobre la mismos- se quedan en los pasos previos.
musicología». Es obligado de vez en La nueva musicología ha fomentado, por
cuando plantearse la validez, la ejemplo, la proliferación de estudios
oportunidad y, al fin, la utilidad de sobre instituciones musicales, que
nuestros trabajos, pero quizá desde hace aportan numerosísimos datos
años estemos asistiendo a cierta concernientes a la práctica musical a
sobredimensión de la musicología quien sepa leerlos con inteligencia y
autorreferente71. conocimiento. Pero en el fondo estos
estudios, aunque incluyan una necesaria
Entre los nuevos enfoques que ha
interpretación de los datos -que en todo
asumido la musicología actual se
caso podrá y deberá ser vista críticamente
encuentra el estudio de la práctica musical
por los lectores- no dejan de ser trabajos
histórica, que en los últimos tiempos se
de documentación, esto es, acaban
engrosando los estantes de la tan
Significativamente, en la edición británica el libro denostada musicología positivista. Hay
fue publicado bajo el simple título Musicology.
70 Una interesante y agudísima visión sobre la también algunos notables estudios sobre
nueva musicología se encuentra en una recensión temas concretos de organología que, por
del musicólgo británico Tim Carter sobre una supuesto, atañen, aunque la mayor parte
conocida publicación de Susan McClary,
combativa y conspicua representante de esta de las veces solo de modo indirecto, a la
tendencia. Cfr. CARTER, Tim: “Musicología, ¿por práctica musical. Pero debemos insistir
qué?”, en Revista de libros, publicación online,
una vez más en la escasez de estudios
01.01.2002
(http://www.revistadelibros.com/articulos/la- sobre el ejercicio de la música, sobre los
nueva-musicologia-de-susan-mcclary, consultada diversos aspectos que conforman el
el 03.04.2016).
71 De alguna manera el presente dossier forma «cómo se hacía música» y que pueden ser
parte de esta tendencia, como lo hará el próximo útiles para hacer música hoy con fuentes
Congreso de la Sociedad Española de Musicología del pasado: sobre los diapasones, sobre
en noviembre de 2016 -en el que tendré el gusto
de participar-, cuyo título (Musicología en el siglo los sistemas de afinación, sobre técnicas
XXI: nuevos retos, nuevos enfoques) parece augurar un vocales e instrumentales, sobre lo que se
festival metamusicológico, aunque en realidad se
tratará mayormente de temas de investigación
esperaba de los intérpretes, sobre lo que
musicológica más o menos convencionales y éstos aportaban a la composición -y
necesarios. La nueva musicología se desarrolla también a la plasmación gráfica, a la
con vistas a superar el peligro de la limitación del
campo de investigación por parte de la notación: podríamos decir, la
musicología tradicional, pero también corre el contribución de los interpretes a la
riesgo de caer en cierta autocomplacencia y en generación de la obra- y sobre los efectos
una fe en el progreso que puede amparar el
desprecio hacia metodologías de la musicología que la interpretación producía en los
positivista -viejas- que no necesariamente han oyentes.
perdido su validez, o de devenir en un simple
juego académico.

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Perogrullada o tópico, por bien sabido hacer para que lo sean73), etc.- se
que sea, también conviene insistir de embarcan en programas de master y
nuevo en que la música -aquello que la doctorado, tal vez en muchas ocasiones
musicología estudia o dice estudiar- no es no tanto por espíritu investigador como
un objeto, sino un conjunto de hechos por la real o ficticia amenaza de no poder
que suceden y se desvanecen, y en que el formar parte del claustro de los
fenómeno musical no está en la partitura, conservatorios superiores sin un
aunque para nosotros, que pretendemos doctorado, o, dicho de otro modo, por el
recuperar música compuesta en el afán de una dignificación de los estudios
pasado, comience en ella. artísticos superiores y una real
equiparación de los mismos con los
Por eso mismo, porque la música no
es un objeto sino algo que «se hace» y en universitarios, esperanza en la que hay no
realidad sólo existe mientras sucede, es poco de reivindicación de prestigio social,
como sucedía con los músicos de los
tan importante la faceta experimental de
siglos XVI-XVIII, que querían librarse
la investigación. Empieza a ser frecuente
del marchamo del oficio vil, propio de
cierto acercamiento entre intérpretes y
criados. Sin embargo, estos
grupos supuestamente especializados en
música histórica, de un lado, y acercamientos no parecen haber
musicólogos, de otro, para diseñar producido un incremento notable de una
programas, para que estos últimos musicología experimental, de laboratorio.
En mi opinión, la situación ideal, para el
proporcionen ediciones pretendidamente
caso del estudio de la práctica musical
fiables de fuentes de difícil acceso o
histórica y para la recuperación del
escasa inteligibilidad para el músico
patrimonio musical histórico, no consiste
medio, etc72. Es decir, algunos intérpretes
han asumido que los musicólogos pueden sólo en que musicólogos y músicos
serles de ayuda en ciertos aspectos de su trabajen coordinadamente, ni en que los
trabajo. Paralelamente, en los últimos musicólogos den instrucciones a los
años asistimos al fenómeno de que ejecutantes, sino más bien en que los
numerosos músicos -intérpretes en propios musicólogos hagan música -han
ejercicio y, sobre todo, profesores de de tener formación para ello, claro es- y
conservatorios (dos vertientes del oficio en que los músicos, dotados de las
que no deberían ser excluyentes, a pesar herramientas intelectuales que lo
de los esfuerzos que las administraciones permitan, investiguen realmente. Es
obvio que no todos han de hacer todo,
pero esta es mi postura particular y la de
72 Precedentes de este tipo de colaboraciones los

hay en el país. Baste recordar el papel decisivo de


muchos otros antes y ahora -aunque en
Higinio Anglés y del antiguo Instituto Español de España no sea la más habitual-, postura
Musicología del CSIC en el desarrollo de las que acarrea no sólo mucho trabajo, sino
actividades del grupo Ars Musicae de Barcelona,
fundado por José María Lamaña bajo supervisión también, de vez en cuando, algunas
y auspicios de Anglés, quien se encargó también
de poner en marcha, junto a las colecciones
editoriales musicológicas del CSIC (los Monumentos 73 Las dificultades administrativas para
de la Música Española, la revista Anuario Musical, simultanear una carrera profesional como
etc.), el proyecto discográfico Monumentos Históricos intérprete con la enseñanza y/o la investigación
de la Música Española, del antiguo Ministerio de en centros oficiales son, sorprendente y
Educación y Ciencia (MEC). desgraciadamente, crecientes en nuestro país.

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incomprensiones y críticas desde ambos mundo musical occidental que es el


lados. ámbito hispánico.
¿Puede un musicólogo, un
investigador, comprender ciertos aspectos
de la música que estudia si no pasa por la
experiencia de la práctica musical?
Sinceramente, creo que no de una manera
tan rica como si ejerce asiduamente el
oficio de hacer música, no únicamente
tocándola, cantándola o dirigiéndola en
privado, sino buscando la recreación de
las condiciones más próximas a las que,
según la investigación documental revela,
existían en el momento de su creación, y
además exponiéndose al público, a su
efecto, a su escrutinio y a su crítica. Pasar
por esto regularmente aporta una visión
de la música radicalmente distinta y más
completa de la que se obtiene cuando
únicamente se vive entre archivos,
despachos y congresos. En cualquier
caso, no se puede pedir que todos los
musicólogos sean intérpretes dotados ni
que todos los intérpretes sean
consumados investigadores, así que una
cooperación próxima e intensa entre
investigadores verdaderamente
aficionados o filarmónicos -pues algunos
lo son y otros, según parece, no tanto- y
músicos curiosos y con espíritu crítico
-no todos entran en este grupo- puede ser
sumamente útil para unos y otros, y
redundará en beneficio tanto de la
disciplina musicológica como de la
actividad musical relativa a la
recuperación del patrimonio musical
histórico, hoy felizmente en boga y que
tantas hermosas sorpresas, en forma de
bellísimas composiciones de maestros
olvidados, recobradas para músicos y
público, nos viene deparando en esta
vastísima y riquísima «periferia» del

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