Álvaro Echevarría
28-09-2018
Sociología de la Educación
Profesora Sandra Costabel
Formación Docente en Física
Instituto de profesores Artigas
2da Instancia Parcial
Introducción
En la actualidad, resulta poco novedoso afirmar que a lo largo del tiempo -y más si nos
aproximamos a nuestro presente- muchos seres humanos han puesto esfuerzo por elaborar una o más
de una categoría conceptual para dar respuesta a aquello que nos hace aproximarnos a todo
conocimiento. Sin embargo, a pesar de lo primero, aún siguen siendo interesantes, o, mejor dicho, de
profunda relevancia, las construcciones teóricas que son capaces de impulsarse en torno a la noción
de inteligencia. En ese sentido, a través del presente trabajo, intentaré analizar algunos aspectos
particulares y muy sustantivos de una de las teorías sobre la inteligencia que más repercusión ha tenido
en los últimos tiempos, me refiero a la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. Para
ello, he tomado apoyatura en un interesante aporte -de entre tantos- que nos brinda el autor Pierre
Bourdieu en Cuestiones de sociología, se trata de la noción de racismo de la inteligencia. De manera
que, asumiendo que Gardner nos coloca en el borde opuesto de aquellas perspectivas unificadoras de
la inteligencia, observar esta teoría con la visión que Bourdieu nos ofrece, habilita la reflexión sobre
elementos que no por el innegable hecho de ser novedosos y más globales respecto a la diversidad
humana, puedan ser eximidos de convertirse en una forma más expansiva y eufemizada de violencia
simbólica.
Algunas puntualizaciones
Ante todo, considero necesario aportar mayor claridad respecto al enfoque que toma este
análisis. En efecto, se trata de encontrar elementos en la visión de Gardner que puedan ser observados
con la construcción teórica que Bourdieu genera a partir de advertir que precisamente en la noción de
inteligencia puede fácilmente anidar una forma de racismo que no está próxima a ser advertida de
forma sencilla. Con lo cual, quiero mencionar que, no estoy yendo en busca de elementos que puedan
rebatir el contundente argumento de Gardner. Por el contrario, ha sido el valor y la consistencia de lo
que dicho autor nos ofrece al mostrarnos las Estructuras de la mente, lo que motivó mi inquietud por
hallar en esta, elementos que -si cabe la metáfora- puedan constituir las “reacciones adversas” de la
teoría.
Inteligencia o inteligencias múltiples.
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“¿Por qué existe hoy en día este recrudecimiento del racismo de la inteligencia? Quizá porque
muchos maestros, intelectuales (…) están más dispuestos a expresar o permitir que se exprese (…)
también hay que preguntarse por qué ha aumentado la pulsión que lleva al racismo de la inteligencia.
Pienso que se debe en gran parte al hecho de que (…) la irrupción de gente desprovista de las
disposiciones socialmente constituidas que el sistema requiere en forma tácita; es gente, sobre todo,
cuyo número devalúa los títulos escolares y al mismo tiempo los puestos que van a ocupar gracias a
estos títulos.” (Bourdieu, 1990, p.203)
Considero que esencialmente la teoría de Gardner no fue desarrollada en esa dirección y para
esto me baso en una exposición de él mismo en el marco de una charla TEDx publicada en 2015, en
la que, entre otros aspectos, menciona un hecho muy particular ocurrido con el empleo de su teoría en
Australia. En el año 1993, donde el autor y su equipo constataron que dicho país había empleado el
modelo de las inteligencias múltiples para enumerar a todos los grupos raciales del territorio y
determinar qué inteligencia poseían y de cuáles carecían, es justo decir que “el final de esa historia”
concluyó con Gardner en la televisión australiana solicitando que se abandone la utilización del
modelo, a partir de lo cual dicho uso cesó.
Por otra parte, analizando el hecho de que el modelo de Gardner plantea ampliar los horizontes
de la identificación de talentos, es decir de inteligencias, recurriendo nuevamente a Bourdieu,
debemos advertir, si el modelo es puesto al servicio de “la reproducción”. De ser así, debo pensar que
este será notoriamente más eficaz en su `propósito´. En efecto, si en aquel entonces Bourdieu advertía
la incorporación de los test de inteligencia junto con el comienzo de la escuela obligatoria asociándolo
al hecho de controlar la reproducción social, ante un creciente número de alumnos carentes de capital
cultural, precisamente en la actualidad podemos observar un escenario similar, me refiero a que, ya
con ese numero alumnos que se incorporó a partir de la escuela obligatoria hoy se le está sumando un
numero aun mayor, producido a partir de la extensión de la obligatoriedad escolar en ambas
direcciones (extensión preescolar y secundaria), mas aún, si tenemos en cuenta la ampliación por
demás creciente de la oferta educativa (incluso extra edad). De modo que, si nuevamente recordamos
el ejemplo de utilización del modelo en Australia y lo replicamos sobre el escenario mencionado en
estas líneas, considero que podríamos estar justificando las respuestas citadas de la intervención de
Bourdieu.
Si entendemos que la educación no puede basarse en adjetivos calificativos descalificantes, ni la
apelación a las diferencias, ni la afirmación de la desigualdad de las inteligencias ofrece atractivos.
Toda afirmación que naturalice lo que no tiene nada de natural (las representaciones de los sujetos
acerca de sí mismos y de los otros), termina colaborando en que la desigualdad se naturalice.
Graciela Frigerio
Reflexiones finales
A través de los hallazgos de Pierre Bourdieu, acerca de los riesgos que nos plantea la noción
de inteligencia, al hacerle camino en el territorio educativo, ha sido posible identificar no pocos
aspectos de gran relevancia para poder comprender, con mayor profundidad, un modelo como el de
las inteligencias múltiples de Howard Gardner. No es posible afirmar que se trate de una nueva forma
de medir inteligencias, al servicio de las clases dominantes, con el sustento de teórico de la ciencia
que lo justifique y lo convierta en una forma aceptada inconscientemente de racismo. Tampoco ha
sido ese mi propósito. Sin embargo, vale decir que, honestamente no tengo la certeza -ni para
afirmarlo, ni para negarlo- lo que sí he constatado, es que, si la teoría de múltiples inteligencias, es
puesta en marcha con el propósito de servir a la reproducción de un capital cultural exclusivo de las
clases dominantes, ha de ser potencialmente eficaz. Por tanto, considero que, más allá de sentarnos a
esperar de brazos abiertos, todas las aportaciones que la ciencia tiene para dar a la educación y dejarnos
llevar por modelos que consiguen ofrecer perspectivas, contemplativas de mayores cualidades de los
seres humanos, debemos asumir un rol activo y profundizar en la mayor cantidad de aspectos que nos
conduzcan a descubrir la esencia de ese modelo educativo, lo que nos pone más cerca de una igualdad
de oportunidades y lo más difícil, pero no lo menos probable, aquello que pude convertir al campo
educativo en el terreno ideal para reproducir las desigualdades.
Referencias
Bourdieu, P., & Pou, M. (1990). Sociología y cultura (pp. 201-204). México: Grijalbo.
Gutiérrez, A. (2005). Las prácticas sociales: una introducción a Pierre Bourdieu. Córdoba, Argentina: Ferreyra
Editor.
Gardner, H. (2017). Estructuras de la mente: la teoría de las inteligencias múltiples. México: Fondo de Cultura
Económica.
Redes (N. º114) - De las inteligencias múltiples a la educación personalizada. (2018). Obtenido de
https://youtu.be/DUJL1V0ki38
Beyond Wit and Grit: Rethinking the Keys to Success | Howard Gardner | TEDxBeaconStreet. (2018). Obtenido
de https://youtu.be/IfzrN2yMBaQ
Frigerio, G. (2005). Las inteligencias son iguales. Ensayo sobre los usos y efectos de la noción de inteligencia
en la educación. Revista Interamericana de Educación de Adultos, 27 (2), 136-145.