Revisores externos
Arizaleta Beloqui, Mª Teresa
Enfermera. Centro de Salud de Iturrama. Pamplona.
Arrizabalaga Echegoenea, Iñaki
Psicólogo clínico. Centro de Salud Mental de Burlada. Pamplona.
Ayerdi Navarro, Karmele
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Master en Calidad. Centro de Salud II
Ensanche. Sección de Evaluación y Calidad Asistencial. Dirección de Atención Primaria.
Pamplona.
Cáceres Carrasco, José
Psicólogo clínico. Centro de Salud Mental de Ermitagaña. Pamplona.
García Campayo, Javier
Especialista en Psiquiatría. Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Profesor de la
Universidad de Zaragoza.
Goñi Barberena, Ainhoa
Enfermera. Centro de Salud de Huarte.
Indurain Orduna, Santos
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud de San Juan.
Pamplona.
Dibujos
Urtiaga Mendiguren, Izaskun.
Especialista en Rehabilitación. Servicio de Rehabilitación. Hospital Virgen del Camino.
Pamplona.
Coordinación gráfica
Laín Bandrés, Asun
Administrativa. Sección Evaluación y Calidad Asistencial. Dirección de Atención Primaria.
Pamplona.
Zarauz Sagüés, Marisa
Administrativa. Sección Evaluación y Calidad Asistencial. Dirección de Atención Primaria.
Pamplona.
Conflictos de interés:
Ana Cariñena, Mª Eugenia Ariz, Mª Angeles García, Aurora Salaberri, Pablo Pascual y Mª
Angeles Moros han declarado ausencia de conflictos de interés.
Este documento se debe citar como: Ariz ME, Cariñena A, García MA, Moros MA, Pascual P, Salaberri A,
“Manejo de la ansiedad en Atención Primaria. Guía de actuación”. Servicio Navarro de Salud-
Osasunbidea. 2009.
En Navarra, analizando el Plan de Salud de 2001-2005, se han cubierto parte de los objetivos
sobre los trastornos mentales, en cuanto a que se ha iniciado la especialización de los centros
de salud mental hacia los trastornos graves, reduciéndose el número de los menos graves, los
cuales están siendo atendidos progresivamente por los centros de AP. A ello han contribuido
las acciones formativas del Departamento de Salud, orientadas a enfermeras y médicos de
familia de los centros de salud. Atención Primaria, juega un papel muy importante en todas las
fases de la ansiedad: prevención, diagnóstico precoz, técnicas no farmacológicas para el
control de los síntomas conductuales, etc.
Con la realización de esta guía, se espera mejorar las habilidades en el manejo de la ansiedad
tanto por las enfermeras como por los médicos de AP y realizar una correcta coordinación con
el nivel especializado.
Deseando que este documento sirva de ayuda en el abordaje de la ansiedad y facilite nuestra
buena práctica, lo que con toda seguridad tendrá como resultado la mejora de la atención que
reciban nuestros pacientes, agradecemos el esfuerzo de todos los que han colaborado en su
elaboración.
Anexos
1. Folleto del estrés.
2. Técnica de resolución de problemas.
3. Manejo de pensamientos y emociones.
4. Estilos de comunicación.
5. Procedimiento de relajación muscular profunda (Método de Jacobson).
6. Tablas de estiramientos.
7. Higiene del sueño.
8. Biblioterapia.
9. Instrumentos para la medición de la ansiedad.
10. Ansiedad en la Historia Clínica Informatizada (OMI). “Protocolo Ansiedad”.
11. Tratamiento farmacológico.
Según los datos epidemiológicos que se poseen, las enfermedades de SM representan uno de
los cuatro principales problemas de salud de toda sociedad postindustrializada, junto con las
enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las lesiones debidas a los accidentes. Asimismo,
los datos apuntan a que constituyen el 2º o 3er motivo de consulta en Medicina General.
En el Plan de Salud de Navarra 2001-2005, una de las patologías seleccionadas como área
prioritaria a mejorar era la de los Trastornos Mentales. A partir de este Plan, SM se integra
dentro del nivel especializado y se establece una coordinación entre SM y AP similar a la que
se realiza con otras especialidades. Por tanto, SM se reserva para la atención de la patología
más grave, mientras que AP asume la atención de los trastornos menos graves y más
prevalentes.
Para cumplir esta tarea es vital la formación con el fin de mejorar la competencia de los
profesionales a la hora de identificar los grupos de riesgo y los factores psicosociales
asociados. Existe la percepción por parte de los profesionales de AP de tener poca preparación
en estos temas, viéndose agravada esta circunstancia por no tener protocolos consensuados
como en otras patologías.
Atendiendo las recomendaciones del Plan de Salud 2001-2005 sobre formación en el área de
los Trastornos Mentales, se han impartido dentro del Plan Docente del Departamento de Salud
tres cursos al año dirigidos a médicos y enfermeras con el fin de poder incluir en la Cartera de
Servicios de AP la atención a los Trastornos Mentales menos graves y darles a estos
profesionales una mayor autonomía en el manejo del tratamiento de estos problemas, (un
curso se dirigió al personal médico sobre Trastornos Mentales menos graves y dos al personal
de enfermería sobre el Manejo de la ansiedad en Atención Primaria).
En las hojas de evaluación que se pasaron a los alumnos en cada uno de los cursos (sobre
todo en enfermería), expresaron la importancia de la formación, además de la necesidad de
editar una guía o protocolo para seguir en las consultas.
Este ha sido el motivo por el cual desde el Comité de Mejora de la Coordinación de Salud
Mental de Adultos se decidió crear un grupo de trabajo para elaborar esta guía de manejo de la
ansiedad en AP.
Los contenidos de esta guía están orientados para que los profesionales de medicina,
enfermería y trabajo social de AP puedan utilizarlos en el manejo de la ansiedad en población
mayor de 14 años, incluidos en alguno de los siguientes apartados:
1. Pacientes atendidos por otro tipo de demanda pero en los que se aprecian niveles de
ansiedad importantes.
2. Pacientes que consultan directamente por sintomatología ansiosa.
3. Pacientes derivados de SM con problemas de ansiedad para su seguimiento en AP.
Objetivo general
• Consolidar el manejo de la ansiedad como trastorno mental menos grave en AP.
Objetivos específicos
• Mejorar el abordaje inicial de las personas que acuden a AP por presentar síntomas
relacionados con ansiedad.
• Mejorar la capacitación de los profesionales de AP (médicos, enfermeras y
trabajadores sociales) para la captación y seguimiento de pacientes con ansiedad.
• Consolidar el papel de la enfermera como profesional de referencia para enseñar las
diversas técnicas cognitivo conductuales y la relajación en el manejo de la ansiedad.
• Reforzar el papel de la enfermera en el seguimiento de los pacientes con síntomas de
ansiedad.
• Realizar el seguimiento conjunto entre médicos y enfermeras de AP en pacientes con
trastornos de ansiedad que requieren la atención de ambos profesionales.
• Mejorar la coordinación entre los servicios de SM y los centros de AP, estableciendo
criterios de derivación en la patología de ansiedad.
Revisión Bibliográfica. Para realizar esta guía se han revisado las guías clínicas publicadas en
los últimos 5 años realizando una búsqueda en Medline, Tripdatabase y en otras direcciones de
guías clínicas. Entre ellas se han seleccionado las recogidas en la bibliografía que se ajustaban
a los criterios de calidad del instrumento AGREE y seleccionado las siguientes: NICE, National
Institute for Clinical Excelence 2004, la de la British Association for Psychopharmacology 2005,
la Clinical Practice Guidelines Management of Anxiety Disorders de la Canadian Psychiatry
Association 2006 y la Guía clínica del Ministerio de Sanidad y Consumo 2008. Se ha realizado,
para algún aspecto no recogido en las guías, una búsqueda de revisiones sistemáticas y
metaanálisis en Medline, Clinical Evidence, DARE, Crochane y, en alguna ocasión para temas
aun más concretos, una búsqueda de ensayos clínicos en las bases de datos anteriores. Los
idiomas en los que se ha buscado han sido inglés y español.
Para la atención enfermera se propone la valoración de la persona con ansiedad por Patrones
funcionales de Marjory Gordon, ya que los mismos desarrollados en España por Joana Fornes
y Consuelo Carballal en el campo de la salud mental, están siendo utilizados mayoritariamente
por las enfermeras que trabajan en dicha área. Nos apoyamos también en la importancia de la
relación con el otro como “relación terapéutica” destacada por diferentes autoras de la
disciplina enfermera como H. Peplau o R. Poletti.
Esta estructura es la que se ha seguido en la guía para el desarrollo del Plan de Cuidados de
Enfermería que, como ya se ha dicho, es la más consensuada en multitud de documentos a
nivel internacional y es además la elegida y aceptada en la Comunidad de Navarra por el
colectivo de enfermería y que ya dispone de un soporte informático desarrollado en la Historia
Clínica del paciente en AP.
Los patrones elegidos para la valoración, los NOC y los NIC son los más indicados para
aplicar, según la experiencia de los autores de la guía en el tratamiento de los pacientes con
ansiedad.
Durante todo el proceso de desarrollo de la guía se ha contado con el apoyo de los miembros
del Comité de Mejora de Salud Mental de Adultos quienes han ido realizando sugerencias y
aportaciones en las diferentes reuniones.
5. Manejo de la ansiedad
Es importante tener en cuenta que, con frecuencia, pacientes con enfermedades somáticas
presentan signos y síntomas de ansiedad asociados, especialmente en el caso de
enfermedades graves, invalidantes y crónicas. En algunos casos puede interferir
sustancialmente, si se la subestima, con la capacidad de recuperarse. También un nivel
elevado de ansiedad puede ser un factor coadyuvante en la aparición y mantenimiento de
numerosos trastornos somáticos: HTA, arritmias cardíacas, trombosis coronaria, ataque
asmático, etc.
Pueden ser obstáculos para una escucha activa: el cansancio del profesional, realizar la
entrevista en un lugar no adecuado (por ejemplo con ruidos), la interferencia de las propias
emociones, de los prejuicios ideológicos, éticos, culturales, etc.
2. Patrón nutricional-metabólico
Incluirá:
- Peso, talla.
- Comidas al día, lugar, horario.
- Alimentación adecuada, calorías adecuadas, líquidos.
- Tipo de dieta:
* Específica.
* Restrictiva.
- Problemas con la dieta: no equilibrada, insuficiente, pica entre horas.
- Otros problemas: síntomas digestivos, inapetencia, alteraciones en el peso, intolerancia
a alimentos, sedentarismo.
- Estado nutricional.
Parámetros disfuncionales:
- Peso, índice de masa corporal:
* Aumentado.
* Disminuido.
3. Patrón autopercepción-autoconcepto
Incluirá:
- Problemas consigo mismo: verbalizaciones autonegativas, expresiones de
desesperanza, expresiones de inutilidad.
- Problemas con su imagen corporal: preocupación por los cambios, miedo al rechazo de
otros, sentimientos negativos hacia su propio cuerpo.
- Problemas conductuales: indecisión, confusión, deterioro de la atención, irritabilidad,
agitación, angustia.
- Otros problemas: fracasos, ambiente familiar desfavorable, carencias afectivas,
insomnio, dificultad de concentración, ansiedad, depresión.
- Examen: imagen corporal, postura corporal, patrón de voz, contacto visual.
- Cambios recientes (autonomía, corporales, familiares, ideológicos), si le suponen
problema y en qué le influyen (conducta, nutrición, pensamiento).
- Patrón de comunicación (agresivo, pasivo, asertivo).
- Cambios frecuentes de ánimo.
Parámetros disfuncionales habituales en este patrón:
- Reactividad emocional:
* Expansión afectiva.
* Tonalidad variable.
- Autoevaluación general y competencia personal:
* Negativa.
- Sentimientos asociados:
* Inutilidad.
* Tristeza.
* Rabia.
* Impotencia.
* Desesperanza.
4. Patrón rol-relaciones
Incluirá:
- Convivencia en: residencia, unidad familiar, solo.
- Rol familiar: abuelo/a, padre/madre, hijo/a, amigo/a.
- Cuida o depende de alguien (test del cuidador, red de apoyos).
- Situación económica, sociofamiliar, vivienda.
- Problemas de relación familiar, social o laboral.
- ¿Se siente solo?, ¿comparte problemas?
- Pérdida de seres queridos: conductas inefectivas, expresión de culpa, tristeza
prolongada, duelo anticipado, negación de la pérdida.
- Pertenencia a grupos/asociaciones y grado de satisfacción.
Parámetros disfuncionales de este patrón:
- Percepción del rol/responsabilidad: insatisfactoria
- Relaciones familiares:
* Problemas.
* Relaciones insatisfactorias.
Control de la ansiedad
Definición: acciones personales para eliminar o reducir sentimientos de aprensión y tensión
por una fuente no identificable.
Indicadores:
- Busca información para reducir la ansiedad.
- Elimina precursores de la ansiedad.
- Disminuye estímulos ambientales.
- Planea estrategias de superación.
- Utiliza dichas estrategias.
- Utiliza técnicas para reducir la ansiedad.
- Maneja la respuesta de la ansiedad.
Equilibrio emocional
Definición: adaptación apropiada del tono emocional en respuesta a las circunstancias.
Indicadores:
- Refiere dormir de forma adecuada.
- Muestra ausencia de conflictos de ideas.
- Mantiene un peso estable.
- Refiere cumplimiento de la medicación y del régimen terapéutico.
- Muestra interés por lo que le rodea.
- Refiere capacidad para realizar las tareas diarias.
Imagen Corporal
Definición: percepción positiva de la imagen y de las funciones corporales.
Indicadores:
- Imagen interna de sí mismo.
- Congruencia entre realidad corporal, ideal corporal e imagen corporal.
- Descripción de la parte corporal afectada.
- Voluntad para tocar la parte corporal afectada.
- Satisfacción con el aspecto corporal.
- Satisfacción con la función corporal.
- Adaptación a cambios en el aspecto físico.
- Adaptación a cambios en la función corporal.
- Adaptación a cambios en el estado de salud.
- Voluntad para utilizar estrategias que mejoren el aspecto físico.
Manejo de la medicación
Definición: facilitar la utilización segura y efectiva de los medicamentos prescritos y los de
libre dispensación.
Actividades:
- Comprobar la capacidad del paciente para automedicarse, si procede.
- Vigilar la eficacia de la modalidad de administración de la medicación.
- Observar los efectos terapéuticos de la medicación en el paciente.
- Observar si se producen efectos adversos derivados de los fármacos.
- Revisar periódicamente con el paciente los tipos y dosis de medicamentos que está
tomando.
- Facilitar los cambios de medicación con el médico, si procede.
- Explicar al paciente la acción y los efectos secundarios esperados de la medicación.
Aumentar el afrontamiento
Definición: ayudar al paciente a adaptarse a los factores estresantes, cambios o amenazas
perceptibles que interfieran en el cumplimiento de las exigencias y papeles de la vida
cotidiana.
Actividades:
- Valorar la comprensión que el paciente tiene del proceso.
- Valorar el impacto de la situación vital del paciente en los roles y relaciones.
- Disponer de un ambiente de aceptación.
- Proporcionar información objetiva con respecto a la ansiedad.
- Fomentar un dominio gradual de la situación.
- Evaluar la capacidad del paciente para tomar decisiones.
- Desalentar la toma de decisiones cuando el paciente se encuentre bajo un fuerte
estrés.
Apoyo emocional
Definición: proporcionar seguridad, aceptación y ánimo en momentos de tensión.
Actividades:
- Comentar la experiencia emocional con el paciente.
- Apoyar el uso de mecanismos de defensa adecuados.
- Ayudar al paciente a que exprese sentimientos.
- Proporcional ayuda en la toma de decisiones: Técnica de Resolución de Problemas
(Anexo 2).
- Favorecer la conversación o el llanto como medio de disminuir la respuesta
emocional.
- No exigir demasiado el funcionamiento cognitivo cuando el paciente esté enfermo o
fatigado.
Disminución de la ansiedad
Definición: minimizar la aprensión, temor o presagios relacionados con una fuente no
identificada de peligro por adelantado.
Actividades:
- Utilizar un enfoque sereno que dé seguridad.
- Tratar de comprender su perspectiva sobre una situación estresante.
- Proporcionar información objetiva.
- Escuchar con atención (escucha activa).
- Animar la manifestación de sentimientos, percepciones y miedos.
- Ayudar a identificar las situaciones que precipitan la ansiedad.
- Ayudar a determinar la capacidad en la toma de decisiones.
- Instruirle en el uso de técnicas de relajación
Modificación de la conducta
Definición: promoción de un cambio de conducta.
Actividades:
- Determinar la motivación al cambio del paciente.
- Ayudarle a identificar su fortaleza.
- Fomentar la sustitución de hábitos indeseables por deseables.
- Ayudarle a identificar los pequeños éxitos.
- Identificar la conducta que ha de cambiarse en términos concretos.
- Desglosar la conducta que ha de cambiarse en unidades más pequeñas.
- Establecer objetivos de conducta en forma escrita.
- Desarrollar un programa de cambio de conducta.
- Desarrollar un método para registrar las conductas y sus cambios.
- Administrar refuerzos positivos en las que han de incrementarse.
- Evaluar los cambios de conducta mediante la comparación de los sucesos de
ansiedad con sucesos posteriores a la intervención.
- Realizar un seguimiento de refuerzo a largo plazo.
Técnica de relajación
Definición: disminución de la ansiedad del paciente que experimenta estrés agudo.
Actividades:
- Hablar suavemente.
- Mantener la calma de manera deliberada.
- Favorecer la respiración lenta y profunda deliberadamente.
- Valorar la relajación muscular profunda (Jacobson) (Anexo 5).
Grupo de apoyo
Definición: uso de ambiente grupal para proporcionar apoyo emocional e información
relacionada con la ansiedad de sus miembros.
Actividades: todas las de la intervención.
1ª consulta
- Recogida de datos según Patrones Funcionales.
- Proporcionar apoyo emocional: explicar que entendemos su problema, demostrarle
aceptación respetando sus formas de expresión, no juzgarle, facilitar la expresión
emocional.
2ª consulta
- Situación actual, novedades desde la consulta anterior.
- Completar la recogida de información, si procede.
- Si hemos entregado el folleto sobre el estrés, trabajar aclarando dudas sobre el
contenido, explorando con cuáles se ha sentido más identificado.
- Profundizar en la educación, medidas higiénico-dietéticas que influyen en estos
problemas: actividad-descanso, reposo-sueño (Anexo 7), ejercicio físico y planificar un
cambio más saludable, si procede, en estas áreas.
- Comentar tarea realizada y problemas en su ejecución.
- Enseñanza respiración completa.
- Tarea para casa: practicar respiración completa y si procede, registro de situaciones
en los que aparecen o se agudizan los síntomas de ansiedad.
3ª consulta
- Situación actual, novedades desde la anterior consulta.
- Recogida y comentarios de las tareas encomendadas.
- Enseñanza de relajación progresiva (valorar Taller Grupal de relajación).
- Identificar con el paciente las fuentes de ansiedad, en el caso de no haber quedado
claro en las consultas anteriores.
Dependiendo de la valoración que el profesional haga, en cuanto a los factores asociados con
la ansiedad del paciente, establecerá con él los temas a tratar en las siguientes consultas:
c) Trastorno adaptativo
El paso siguiente que nos tenemos que plantear es si estamos ante una reacción ante
acontecimientos estresantes. Si así ocurriera pensaremos en el diagnóstico de trastorno por
adaptación. Lo definimos como un estado de malestar subjetivo acompañado de alteraciones
emocionales que interfieren con la actividad social, familiar y/o laboral y que aparecen en el
período de adaptación a un cambio biográfico significativo o a un acontecimiento vital
estresante. Aquí lo que lo define es la existencia de un estrés identificable, ej. duelo,
experiencia de separación, desempleo, emigración. En este trastorno, a pesar de la existencia
de un acontecimiento estresante, su aparición está condicionada a una predisposición o
vulnerabilidad individual. En este cuadro se produce un malestar mayor de lo esperable en
respuesta al estrés. Puede acompañarse de síntomas depresivos, ansiosos, mixtos, de otras
emociones: preocupación, tensión, ira, alteraciones disociales. Ninguno de los síntomas que
aparece es por sí solo de suficiente gravedad o importancia para justificar un diagnóstico más
específico. Suele comenzar dentro del mes posterior al estrés y no suele durar más de 6 meses
una vez desaparecido el estrés. Si la duración de los síntomas persiste pasado este periodo de
tiempo el diagnóstico debería modificarse de acuerdo con el cuadro clínico presente y cualquier
estrés mantenido puede codificarse mediante uno de los códigos Z (Problemas sociales de
CIAP-2).
e) Trastornos de ansiedad
Dentro de los trastornos de ansiedad lo primero que nos tenemos que preguntar es si nos
encontramos ante una reexperimentación de un acontecimiento estresante o una situación de
naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica lo que nos haría pensar en un
trastorno por estrés postraumático, por ej. catástrofes naturales o provocadas por el
hombre, guerras, violaciones, etc.
Una vez llegados a este punto nos preguntamos si la ansiedad o el miedo aparecen ante
situaciones concretas lo que nos orienta hacia los trastornos por ansiedad fóbica. Hay que
tener en cuenta las conductas de evitación que a veces se presentan y que pueden llegar a ser
altamente incapacitantes. Entre éstos encontramos:
• Fobia social: existe una relación de los síntomas con situaciones sociales o actuaciones
en público en las que el sujeto se ve expuesto a la posible evaluación por parte de los
demás.
• Agorafobia: la ansiedad o la evitación están relacionadas con situaciones en las que
escapar pueda ser difícil o en las que no se dispone de ayuda en el caso de que pudiera
aparecer una crisis de angustia. Ej. estar sólo fuera de casa, autobús, aglomeraciones.
• Fobias específicas (simples): encontramos temor acusado y persistente que es
excesivo e irracional ante la presencia o anticipación de un objeto o situación específico.
Hay diferentes subtipos: a animales, a determinadas situaciones ambientales (tormentas,
alturas), visión de sangre y agujas, ante situaciones concretas (aviones, sitios cerrados).
Una situación que nos encontramos con relativa frecuencia es la imposibilidad de diferenciar
cuál es el síntoma predominante, la ansiedad o la depresión. Ninguno tiene la intensidad
suficiente como para considerar un trastorno por separado lo que nos hace considerar el
trastorno mixto ansioso-depresivo. Este trastorno, a pesar de no estar recogido como tal en
la clasificación de la DSM-IV (American Psychiatric Associatión – Manual diagnóstico y
estadístico de los trastornos mentales, IV edición), es muy prevalente en las consultas de AP y
nos hace ver la dificultad de poder ajustar las situaciones de la consulta habitual a la rigidez de
las clasificaciones.
Para medir la intensidad de la ansiedad existe la Escala de Hamilton, evalúa los aspectos
psíquicos, físicos y conductuales de la ansiedad y permite evaluar la evolución de la
sintomatología.
Hay otras escalas que pretenden llegar a diagnósticos psiquiátricos más precisos y aplicables
en AP (PRIME-MD y Mini Internacional Neuropsychiatric Interview (MINI)).
¿Consecuencia SI
de enfermedad Trastorno debido a enfermedad física
física?
NO
¿Consumo SI
importante de Trastorno de consumo de sustancias
sustancias?
NO
NO
NO Trastornos de ansiedad
Reexperimenta
Obsesiones o Preocupación
hecho
compulsiones por todo
traumático
En la Tabla 1, podemos ver los códigos según las distintas clasificaciones (DSM-IV-TR, CIE- 10
y CIAP-2).
En este apartado se hace una revisión de las recomendaciones según los niveles de evidencia
respecto al tratamiento de los trastornos de ansiedad.
En el caso de los 2 trastornos que más habitualmente vamos a atender en AP podemos hacer
dos recomendaciones generales:
c) Fobia social
Intervenciones que han demostrado su eficacia.
En negrita los que tienen reconocida la indicación en ficha técnica
Ante un síndrome de hiperventilación con mareo, parestesias en boca, brazos, etc. debido a la
alcalosis respiratoria:
• Es útil decirle al paciente que respire en una bolsa de papel para normalizar el nivel de
carbónico y evitar posibles casos de tetania (9).
Teniendo en cuenta los objetivos específicos de la guía se establecen los siguientes criterios
de calidad que permitirán construir los indicadores de evaluación:
• Se recomienda utilizar el Protocolo de ansiedad de OMI para realizar la valoración y
seguimiento de las personas que acuden a AP por patología relacionada con la
ansiedad.
• El apoyo emocional (a través de la escucha activa), la información, identificación de los
factores estresantes, la enseñanza de técnicas de relajación y de otras cognitivo-
conductuales (manejo de pensamiento y emociones, resolución de problemas, mejora
en asertividad) se recomiendan como tratamiento no farmacológico en los pacientes
diagnosticados de ansiedad.
• La enfermera será el profesional de referencia en la aplicación del tratamiento no
farmacológico a través del plan de cuidados, en los pacientes con ansiedad.
• Se recomienda como tratamiento farmacológico de primera elección los ISRS en todo el
espectro de trastornos de ansiedad.
• Se recomienda que a los pacientes con síntomas de ansiedad (código P01) su
diagnóstico y seguimiento se realice en los centros de AP.
• Los pacientes diagnosticados de trastorno obsesivo-compulsivo, o de trastorno de
ansiedad con agorafobia (código P79) serán derivados a los centros de SM de
referencia.
Fuentes de datos
● Episodios abiertos y cerrados en la aplicación OMI. En esta guía se recomienda la
utilización del protocolo: “ANSIEDAD” como sistema de registro.
1. Criterio: se recomienda que los pacientes con síntomas de ansiedad tengan un plan
de cuidados en OMI.
• Indicador:
2. Criterio: se recomienda que los pacientes con trastornos de ansiedad tengan un plan
de cuidados en OMI.
• Indicador:
Período evaluado
Se recomienda que el período de la evaluación sea al menos de un año desde la implantación
de esta guía, considerándose el primer período como el que marcará las líneas de base que
permitan establecer estándares de mejora.
El folleto “El estrés” es un material elaborado en la Sección de Promoción de la Salud del Instituto de Salud
Pública (ISP) del Gobierno de Navarra que ha resultado muy útil como material de apoyo en las consultas
individuales y grupales de manejo de ansiedad.
La primera consulta, tanto individual como la primera sesión de grupo, tiene como objetivo establecer una
adecuada relación terapéutica, proporcionar apoyo emocional, demostrar aceptación y respeto y facilitar la
expresión de las emociones. Tiene como finalidad el intercambio de información con el paciente en cuanto a
los conocimientos sobre la ansiedad y formas de afrontarla.
Tras la presentación de los contenidos, se abre un espacio para aportaciones y dudas, se le entrega el
folleto explicándole qué es lo que le puede aportar. Se le pueden proponer como tarea para casa hasta la
siguiente consulta las siguientes actividades:
1. Lectura del folleto. Anotar dudas en las últimas páginas señaladas para esto.
2. Registro de episodios de ansiedad y situaciones que la desencadenan.
3. Practicar respiración abdominal 2 veces al día.
Existe también un tríptico breve sobre el estrés, ambos se pueden conseguir poniéndose en contacto con el
Centro de documentación de la Sección de Promoción de salud del ISP.
Desde siempre se ha sabido que las distintas personas presentan diferencias en su capacidad para resolver
problemas. Aunque durante años se pensó que este tema estaba relacionado con la inteligencia, hoy se
sabe que es una habilidad que se puede aprender. Unas veces por falta de un adecuado aprendizaje, otras
por un acúmulo de problemas o situaciones de estrés que bloquean a nivel mental al individuo, éste es
incapaz de resolver conflictos que todavía empeoran más su estrés o estado ansioso.
La técnica de resolución de problemas sirve para la resolución de situaciones de estrés en la vida diaria y
se caracteriza por su efectividad y facilidad de aplicación práctica. Tendremos en cuenta la siguiente
premisa: En la vida hay 2 tipos de problemas, los que no tienen solución y entonces nos tendremos que
adaptar a la situación de la forma que menos nos haga sufrir y los que sí la tienen y entonces aplicaremos
esta técnica paso a paso.
2. Formulación de metas. Se han de seleccionar una o dos metas realistas. A menudo se plantean
expectativas excesivamente ambiciosas o inapropiadas (por ejemplo, un hombre que acaba de
separarse y cuyo objetivo único es que su esposa vuelva con él).
3. Generar alternativas. Una vez seleccionada una meta alcanzable se generan tantas soluciones
como puedan ocurrirse. Es importante escribirlas en un papel y que, en la lista, estén las 2
soluciones más extremas: la de inmovilidad (dejar las cosas como están) y la de hacer desaparecer
drásticamente el problema (generalmente “cargándonos” al origen del problema). Ninguna debe ser
juzgada o descartada por ridícula que parezca.
Se elige la solución que mejor encaje con las metas seleccionadas y que produzca las menores
desventajas personales y sociales. Es la parte más difícil de realizar. El tomar la decisión más
adecuada nos conduce a:
• Modificar la percepción del problema.
• Adaptación crítica a la situación con tolerancia y serenidad.
• Controlar la tensión que produce el problema.
• Cambios a nivel del:
- Yo.
- Yo-Tú.
- Yo- Mundo.
5. Programar la acción y ponerla en marcha. Los pasos necesarios para desarrollarla deben ser
divididos en múltiples pequeños pasos para que sean más accesibles de realizar. Las acciones
deben ser especificadas y medibles.
6. Evaluación. Debe evaluarse cada progreso, realzándolo y buscando siempre los aspectos
positivos.
Esta técnica tiene de positivo que se ven todas las soluciones posibles a cada uno de los
problemas. Si pone en marcha una de ellas y no es efectiva siempre se puede volver atrás y poner
en marcha otra nueva.
Causas del fracaso
1. ¿Están poco definidas las tareas?
2. ¿Son las metas poco realistas?
3. ¿Han surgido nuevos obstáculos?
4. ¿No se han hecho las tareas?
Incluir también el
2. Formulación de metas ANÁLISIS DE LAS
EMOCIONES
La reestructuración cognitiva es una técnica que sirve para disminuir o eliminar reacciones negativas no
deseadas. La teoría sobre la que se basa es que no son las situaciones o los acontecimientos los que
causan estados de ansiedad, depresión, irritabilidad o estrés, sino que son los pensamientos que tenemos
sobre los sucesos de nuestra vida los responsables de las emociones.
Cada ser humano, dependiendo de su experiencia biográfica, desarrolla unos esquemas básicos sobre sí
mismo, el mundo y el futuro (ejemplos: “soy débil” “tengo que agradar a todo el mundo”) que le van a hacer
interpretar y valorar los acontecimientos de una forma propia.
Existen varios tipos de pensamientos distorsionados o errores de razonamiento derivados de una errónea
interpretación de la realidad. He aquí algunos de los más comunes:
Personalización. Se asume responsabilidad en un acontecimiento negativo donde no existen bases
para hacerlo. “Si yo no hubiera dicho o hecho tal cosa no hubiera sucedido aquello”. Es fuente
importante de culpa.
Sobregeneralización. De un único suceso se sacan conclusiones permanentes. Se suele nombrar
con los adverbios: nunca, siempre, todo. Después de suspender la primera vez un examen: “Nunca lo
voy a aprobar”.
Pensamiento polarizado. Se clasifican todas las experiencias en términos extremos y opuestos. Todo
o nada, éxito o fracaso, útil o inútil, bueno o malo, etc.
Pensamiento debería/debo. Mantener reglas rígidas sobre como deben de suceder las cosas de
manera exigente “Debo de...” “Tengo que...” “No debo de...”
Magnificación. Hacer una montaña de un grano de arena.
Minimización. Infravalorar los éxitos.
Filtro Mental. Quedarse en los aspectos negativos de una situación y no contemplar los positivos. Un
hijo se independiza y la madre o el padre sólo piensa que va a comer peor, va a gastar más dinero y
no piensa en el deseo de autonomía del hijo, por ejemplo.
Interpretación del pensamiento. Suponer las razones o intenciones de los otros sin prueba alguna:
“Esto lo dice por...” “Eso lo hace por...”
Adivinación. Hacer una predicción de futuro sin base “seguro que mi hijo mañana se pone enfermo”.
Razonamiento emocional. Pensar que lo que sentimos es lo que ocurre: “Estoy triste, pues el
acontecimiento es triste”.
De entre todas ellas, las que conllevan las expresiones: “debería de…”, “tengo que…”, “esto es un
desastre…”, “no tiene remedio…”, “siempre…” son las mas dañinas.
Ejemplo. Mujer que experimenta ansiedad moderada intensa cada vez que tiene invitados a comer, lo cual
le hace restringir este tipo de actos, a pesar de que es algo que le gusta.
- Pensamientos negativos: “Debería tener la casa mejor”, “No soy buena cocinera”.
- Desafío: aprender a cuestionar la lógica de las creencias irracionales. ¿En qué se basa para pensar
que la casa debe estar mejor?, ¿es tan importante que no cocine bien como para no disfrutar de los
invitados?
- Posible pensamiento alternativo o creencias racionales: “La casa no está tan mal”, “Se puede
comer lo que guiso”, “Lo importante es estar con los amigos, familiares”, etc.
- Poner en marcha una nueva conducta: organizar una comida con invitados.
- Valorar el resultado, los efectos deseables: afectivo (sentirse menos ansioso o deprimido),
conductual (mejora de las competencias: “voy a organizar una nueva cena”) y cognitivo (cambio de
actitud: “hay que repetir, se puede mejorar”).
A veces, cuando surgen las primeras manifestaciones de la ansiedad, el pensamiento se centra en ellas
“estoy temblando, sudando, etc.”, y este pensamiento no hace sino aumentar la ansiedad.
Según el diccionario emoción es: un estado de ánimo caracterizado por una conmoción orgánica
consecuencia de impresiones de los sentidos, ideas o recuerdos, la cual produce fenómenos viscerales que
percibe el sujeto emocionado, y con frecuencia se traduce en gestos, actitudes u otras formas de expresión.
Etimológicamente quiere decir “moverse hacia…”
Son unas respuestas biológicas que heredamos y nos ayudan a sobrevivir. Las emociones básicas son: ira,
tristeza, miedo, alegría, amor, sorpresa, aversión, vergüenza, enojo.
La emoción surge en el punto de encuentro entre cuerpo y mente, es la forma de mente más primitiva que
tenemos las personas. Tenemos, por así decirlo, una mente regida por la cabeza que es consciente, más
pensativa y más reflexiva, y otra regida por el corazón más impulsiva y más poderosa que es de donde
surgen las emociones y se pone en funcionamiento sin detenerse ni un instante a considerar lo que está
haciendo.
Las emociones se comportan de la siguiente manera: una parte del cerebro valora constantemente los
acontecimientos según las necesidades y deseos de la persona, generando acción, un movimiento. Si la
necesidad o deseo se ve satisfecho se experimentan emociones positivas (alegría..), si la persona se siente
amenazada surgen las llamadas negativas (enojo, miedo), si hay una pérdida tristeza. Las emociones son
los motores más importantes de nuestro comportamiento, ese movimiento que se manifiesta en el sistema
muscular (tiritar, tensar la espalda), su dirección está determinada por el sistema hormonal (adrenalina,
noradrenalina).
Los sentimientos son indispensables para la toma racional de decisiones, nos orientan hacia la conclusión
mejor que la fría lógica, nos ayudan a desechar algunas opciones y coger otras.
El recurso necesario para el manejo emocional es la atención consciente. Observar una emoción es como
observar o escuchar un pensamiento, la diferencia es que el pensamiento está en el cerebro y la emoción
en el cuerpo.
Hemos de aprender:
1. Identificar y en la medida de lo posible etiquetar los sentimientos.
2. Expresarlos como son con creatividad y de forma imaginativa (a través del cuerpo).
3. Expresarlos sin hacernos daño, y sin hacer daño a los demás.
4. Reducir el estrés.
Habilidades sociales tales como: comunicar, escuchar, manejar el conflicto, toma de decisiones… también
nos ayudan en el manejo saludable de las emociones.
Invitar a amigos Ansiosa “Mi casa no está ¿Estoy segura de ello? Menos ansiosa
a una cena en bien”
Triste ¿Qué razones tengo para Animada a organizar
casa
“La cena no va a pensar así? una comida
estar buena”
“No está tan mal la casa” Puedo mejorar
“Aunque la cena no salga
perfecta lo importante es
la reunión”
Es recomendable empezar por las tres primeras columnas (Auto-registro 1) y cuando los pensamientos
automáticos negativos estén bien detectados seguir con las dos siguientes (Auto-registro 2).
Previo al trabajo con el auto-registro es necesario que se haya instaurado una adecuada relación
paciente/profesional que de seguridad y confianza.
Comunicación asertiva
La ansiedad y la depresión pueden disminuir mediante un comportamiento asertivo, incluso puede
prevenirlas.
Dentro del comportamiento asertivo señalaremos la importancia de las siguientes habilidades: “mensajes
desde el YO”, “escucha activa”, “decir no”, “hacer y recibir críticas” que contribuyen a conseguir unas
relaciones interpersonales de calidad, ayudan a resolver conflictos inherentes a las mismas y proporcionan
satisfacción y aumento de la autoestima.
Los mensajes en primera persona se envían como: me gusta…, me gustaría..., yo creo…, yo opino…, yo
me enfado…
Es la manera responsable de hacer propios los sentimientos, decisiones, deseos, de evaluar sin
reprochar la conducta, opiniones y sentimientos de otras personas, es una descripción objetiva del
comportamiento del otro.
Muchas veces no nos hacemos responsables de lo que nos ocurre y lo comunicamos desde mensajes
tú. Estos mensajes se caracterizan por:
- Atribuyen a otra persona la causa de mi comportamiento: “Me estás poniendo al cien”.
- Hacen responsable a otras personas de lo que me pasa, advirtiendo o regañando: “Si no responde
ella, tendré que hacerlo yo”.
Los mensajes tú, contienen afirmaciones de culpabilización y/o etiquetado que producen generalmente,
una reacción de enfado en las personas juzgadas. Pueden sentir injusticia y rechazo. Por lo tanto es fácil
comprender por qué este tipo de mensajes, lejos de facilitar la tarea de comprensión que buscamos al
comunicar algo, nos la dificulta. Pone muchas barreras entre la persona que habla y la que escucha y
dificulta muchísimo el acercamiento y la negociación.
Estas dificultades se ven salvadas con los mensajes enviados desde el yo que, como hemos visto,
facilitan la expresión del otro, ya que al expresarme yo desde mis vivencias y sentimientos, le doy a
entender de forma implícita que estoy abierto también para la expresión de sus sentimientos, opiniones y
deseos.
2. Describir las consecuencias o el efecto que dicho comportamiento puede tener sobre ti o tu
interlocutor: “no te puedo permitir que digas eso sin argumentos”.
- Escucha activa
Además de decir lo que yo siento u opino, es importante en todo proceso de comunicación, el escuchar
a las otras personas. La escucha activa es un método mediante el cual el oyente puede hacer que el
orador sepa que lo que habla es recogido por los demás. Se trata de escuchar atentamente y devolverle
al orador a modo de paráfrasis o de sumario. Este método tiene la ventaja de poder aclarar cualquier
malentendido y corregir cualquier interpretación errónea (Ver punto 6.4. La relación terapéutica).
- Decir no
Dos consideraciones de partida: decir “no” no conlleva una crítica a la otra persona, ni quiere decir que la
otra persona nos cae mal, es solo decir “no”. Hay un derecho a expresar lo que uno piensa, siente o
quiere frente a las demandas del exterior.
Señalar que no solo no poder o no saber decir NO es fuente de problemas. En ocasiones la dificultad
surge en el decir SI a la propuesta por diferentes miedos: al fracaso, a perder autonomía, etc.
constriñendo de esta manera sus posibilidades de realización y siendo fuente de insatisfacción.
Una crítica asertiva propone conseguir un cambio en la otra persona. Hay que distinguirlo bien de un
ataque o un reproche ya que difícilmente cambiará alguien que se sienta atacado o si lo hace porque se
sienta obligado a ello, la relación se resentirá.
Una crítica puede ser una ocasión de aprendizaje, nadie es perfecto. Manejar bien una crítica significa
recibirla y no sentirse mal por ello.
Estás quedándote muy relajado, pero todavía puedes lograr una relajación mucho más profunda. Voy a
contar hasta diez y al final vas a lograr una relajación mucho más completa: uno… dos… te vas relajando
cada vez más tres… cuatro… nota tus brazos y piernas muy relajados… cinco… los músculos de tu cara
flojos y sueltos… seis… siete… la nuca y el cuello cómodos y descansados… ocho… tu tórax abdomen y
estómago relajados, muy relajados… la espalda, cómoda, sin tensiones… nueve… todo tu cuerpo está
relajado, muy relajado… diez… muy bien...
Se pueden realizar:
- Por la mañana antes de empezar el día.
- En el trabajo para relajarse.
- Después de haber estado sentado o de pie mucho tiempo.
- Cuando sienta el cuerpo tenso.
- En cualquier momento del día.
El estiramiento se realiza de manera relajada y conviene mantener la atención centrada en los músculos
que se están estirando. Inicialmente el estiramiento será de 10 segundos, sin forzar. Una vez se siente una
tensión moderada se mantendrá el estiramiento adoptando una posición relajada. Si no se produce esta
relajación, se corregirá hasta encontrar un grado de tensión cómodo. Después del estiramiento fácil se
continuará lentamente hasta el estiramiento progresivo, sin forzar el músculo.
La respiración ha de ser lenta, rítmica y prolongada. Al doblar el cuerpo hacia delante para realizar un
estiramiento, se debe expulsar el aire. No debe contenerse la respiración durante el ejercicio. Al realizar una
posición no se debe de inhibir el ritmo de respiración normal, y la atención de dicha respiración la
dirigiremos al músculo o músculos que estamos estirando.
Resumen de estiramientos diarios que incluyen a todas las cadenas musculares (ver tabla de
estiramientos).
1 2
3 4
5 6
30 segundos 20 segundos
9 10
Definición
Es el trabajo terapéutico que se establece con una persona mediante el soporte de uno o varios libros, con
el objetivo de profundizar tanto en los conocimientos como las actitudes y habilidades que puede desarrollar
una persona para hacer frente a un problema de salud, en este caso en concreto a los trastornos de
ansiedad.
Eficacia
La biblioterapia basada en los principios de la terapia cognitivo-conductual es eficaz dentro de las
estrategias de autoayuda en el manejo de los trastornos de ansiedad, pudiendo ser tan eficaz como otras
formas de psicoterapia.
Procedimiento
Una manera de llevar a cabo la biblioterapia es trabajando el contenido del libro en casa, por capítulos. La
persona anotará por escrito tanto las tareas, los casos prácticos que propone el propio libro, las indicadas
por el terapeuta, así como las dudas o sugerencias que se le puedan presentar.
Este material se revisa de forma conjunta en la consulta, reforzando los comportamientos y conductas
adecuadas y fomentado y supervisando los cambios que se introducirán de forma escalonada, de lo más
fácil a lo más complicado.
Resulta pedagógicamente adecuado ir añadiendo tareas a las ya incorporadas, de tal forma que para cada
consulta además de volver a hacer hincapié en los cambios que ya se han producido, se plantean algunos
nuevos, con ejercicios concretos para realizar en casa.
Requisitos
Precisa de materiales acordes con las capacidades de la persona y una cierta costumbre y predisposición
para el trabajo intelectual, además de tiempo y motivación.
La biblioterapia es una técnica muy útil para realizar el trabajo por partes y para la adquisición de nuevos
hábitos y cambios de conducta.
También se puede utilizar para potenciar la expresión de sentimientos y adquirir perspicacia, en este caso
se anotará para posteriormente comentar en la consulta, los sentimientos, reacciones, ideas que le han
surgido como consecuencia de la lectura de cierto libro o material. También podemos usar para este fin,
otros soportes como son las películas, la música, un debate grabado, etc.
Son múltiples los libros que se pueden utilizar como material de biblioterapia. Es fundamental haberlos leído
y trabajado previamente por parte del terapeuta.
1. Pérez Jarauta MJ, Echauri M, Salcedo MA. El estrés Estresa Navarra. Sección de Promoción de la Salud
(ISP). Publicaciones Gobierno de Navarra. 2000.
Información del conocimiento de ansiedad y estrategia general a seguir en el abordaje de forma breve.
2. Peurifoy Reneau Z. Venza sus temores ansiedad fobias y pánico. Ed. Robin Book. Barcelona 2007.
Muy didáctico, recomendado especialmente para el cambio de conductas y tareas a realizar.
6. Burns David D. Manual de ejercicios de sentirse bien. Ed. Piados. Madrid 1999.
Enseña a trabajar con los pensamientos negativos de la depresión y la ansiedad.
7. Una página de interés sobre una lista de libros de diferentes temas aconsejados por el grupo de
comunicación y salud de la Semfyc es: http://www.ramoncasals.net/
1) Escalas de síntomas
Son escalas que no intentan llegar a un diagnóstico. Pueden ser generales que pretenden detectar la
presencia de patología psiquiátrica en general, o específicas que pretenden documentar patologías
psiquiátricas específicas, ej. escalas de ansiedad, escalas de depresión, de demencia, etc.
Generales
Dentro de las escalas generales la más utilizada en el ámbito comunitario y de la AP es el
Cuestionario general de Golberg, General Health Questionnarie (GHQ). Es un cuestionario
autoadministrado que evalúa psicopatología leve, síntomas físicos y disfunción social. Fue diseñado
para usarlo en poblaciones comunitarias y en AP. Constaba inicialmente de 60 ítems, aunque se han
desarrollado diferentes versiones, siendo la de 28 items muy utilizada en investigaciones a nivel de AP
en nuestro país y que está estructurada en 4 subescalas: síntomas somáticos, angustia/ansiedad,
depresión y disfunción social. Las versiones de 60 y de 28 (GQH28) ítems están validadas en España.
Específicas
Hay múltiples escalas para documentar patologías específicas, ansiedad, depresión. No es objetivo en
este momento profundizar en ellas, aunque nos centraremos en las que tienen especial aplicación en
la detección de la ansiedad.
• En general el diagnóstico sintomático de ansiedad es relativamente sencillo a través del
interrogatorio habitual. Tal vez por ello no se ha prosperado mucho en este campo ya que las
necesidades de detección de ansiedad están prácticamente cubiertas con la escala de depresión y
ansiedad de Goldberg (EADG), diferente del cuestionario general del mismo autor. De fácil
aplicación y gran utilidad en AP. Es la de uso general (Ver Apartado 1).
• Otras escalas son un apoyo para evaluar la evolución de la sintomatología. En la guía
recomendamos la utilización de la escala de Hamilton para medir la intensidad de la ansiedad
(Hamilton Anxiety Scale, HAS) (Ver Apartado 2).
El punto de corte para "probable ansiedad" es mayor o igual a 4. Para la “probable depresión”, es mayor o
igual a 2.
Para registrar los datos del proceso de atención de las personas que tienen síntomas de ansiedad,
crearemos inicialmente el episodio del síntoma o problema por el que atendemos al paciente.
En esta guía se recomienda la utilización en OMI del protocolo y Plan de cuidados de “ANSIEDAD”.
La patología de ansiedad abordada en la guía se puede corresponder con uno de los siguientes códigos
CIAP:
Desde la tercera pestaña, a través del botón “Asistente” se entra al Módulo de Planes de Cuidados para crear
el diagnóstico NANDA.
A modo de guión, se presentan los posibles diagnósticos que deben contemplarse para ayudar en la
diferencia entre síntomas de ansiedad o trastorno secundario o primario de ansiedad.
Se ven las intervenciones NIC aconsejadas y las técnicas cognitivo-conductuales que se pueden utilizar en
este tipo de pacientes.
Se puede recoger la puntuación del Test de Hamilton para cuantificar el grado de ansiedad.
Por último, se recoge si el paciente lleva tratamiento ansiolítico, su adhesión al mismo y en observaciones
se pueden anotar datos relevantes, por ejemplo si tiene algún otro tratamiento psicológico asociado.
Muy importante la codificación de la evolución del proceso:
1 = se mantiene.
2 = mejora.
3 = se cura/se da por resuelto.
4 = empeora.
Desde el botón de información, se accede a los materiales de trabajo para el paciente y para el profesional.
En la pantalla que ofrece, se busca en la pestaña “por descripción” con la palabra “ansiedad” y una vez
seleccionado, se pulsa “elegir”.
• Control de la ansiedad.
• Superación de problemas.
• Equilibrio emocional.
• Aceptación estado de salud.
• Ejecución del rol.
• Imagen corporal.
Se elige el NOC que se desea, por ejemplo “Control de la ansiedad”, se clica el campo “indicadores” y se
van clicando y puntuando los indicadores que se deseen. A continuación se puntúa “Cumplimiento”,
registrando la situación actual y anotando la puntuación esperada en el tiempo que se propone.
El efecto secundario más frecuente es la somnolencia, aspecto que hay que tener en cuenta respecto a la
conducción de vehículos y manejo de maquinaria peligrosa. Si las dosis aumentan, se pueden experimentar
mareos, ataxia, disartria y diplopía pudiendo llegar a producir un síndrome confusional. Los pacientes
ancianos son especialmente susceptibles a estos efectos, con demostrado mayor riesgo de caídas, y por lo
tanto, en ellos, se debe extremar la precaución, utilizando dosis menores, así como evitar las de vida media
larga que presentan una mayor acumulación. Se han descrito problemas de memoria más frecuentes
también en ancianos.
Los antidepresivos, sobre todo los ISRS, tienen un efecto ansiolítico y están indicados en el tratamiento de
los trastornos de ansiedad. En estos trastornos las dosis iniciales se aconseja que sean menores y el
incremento progresivo ya que inicialmente se pueden incrementar los síntomas de ansiedad. Los efectos
secundarios más frecuentes y comunes son: náuseas, diarrea, vértigo, cefalea e insomnio. Las náuseas y
los vómitos fueron los motivos más frecuentes de abandono de la medicación. Al finalizar el tratamiento hay
que tener en cuenta el Síndrome de Discontinuación que ocurre tras la retirada o disminución de dosis de
ISRS. Se caracteriza por malestar generalizado con un cuadro pseudogripal, molestias gastrointestinales,
vértigo, parestesias, ansiedad, trastornos del sueño, y activación paradójica. Es autolimitado y con una
duración aproximada de dos semanas. Para prevenir la aparición de este cuadro se aconseja la disminución
progresiva del tratamiento.