Primera edición.
Santiago de Chile, 2018.
Leucocarbo Ediciones
leucocarboediciones@gmail.com
@leucocarboediciones
Incisión #1
COLABORADORAS
Camila Andrade González
Flavia Duarte Bustamante
Sally Sprague
Camila Swaneck Troncoso
Cristina Pérez Williamson
Florencia Videla Lobos
Paulina Vilchez Gutiérrez
Aranzazu Zalvidea Romero
EDICIÓN Y SELECCIÓN
Catalina Muñoz Fuentes
Vicente Serrano Muñoz
Incisión #1
Prólogo
editores
|7
Cristina Pérez Williamson
Aromo
Arrancaba ramas
de aromo.
Me las llevaba a casa
o se las pasaba a alguien
que me importara mucho.
10|
Se me había olvidado
cuánto duele
rasparse la piel
y verte los ojos
así
porque hace tiempo
que no nos veíamos
y por las flores
y porque viniste.
|11
Sin título
12|
Dispositivos de ruptibilidad (2017)
Gotera
el frío en la pared es
casi
agua
la misma que se toma
en noche de gotera
o fracción
corre
como un río
guárdala en frasco
de vidrio lava
tus desiertos
|13
Cuchillo
corto-punzante
separa
convierte
una cosa en dos
o una
en otra
rasgada
con
posibilidades de reparo
sin
posibilidades de volver
corto-punzante
a la mano
brilla entre lo oscuro
si tuviera la posibilidad
cortaría todo
lo que sí tengo es un metal
que separa cosas
incisión
convierte al cuerpo
en cuerpo antiguo
en nuevo cuerpo
herido
x sanar
|15
Ventana
|17
Flavia Duarte Bustamante
reír
llorar
|19
Nosotr·s
No me parece raro
que más de alguna vez
hayas prestado atención
a las malas lenguas.
20|
Trágatelo
¿Sabes qué?
no te creas tanto
te dijeron cada vez que te fue bien
y te lo tragaste mil veces
porque no sé nada de ti
pero me dijeron que no eres suficiente
-avísamecuando-
y te lo tragaste de nuevo
echada en la cama
¿Cuántas veces más te vas a tener que tragar
sola
tu inseguridad?
|21
Promesa a una amiga fuerte
22|
Aranzazu Zalvidea Romero
|29
Lola me confesó que una mañana decidió obser-
varme, tiránicamente, sin piedad alguna: tras despertar,
fingió el sueño, para medir cuanto soportaría yo en eso de
hacer nada. Pues bien, la conclusión fue que yo podía so-
portar infinitamente. La verdad es que entre tanto yo tam-
bién jugaba, de la manera más silenciosa posible: mi mano
derecha era una suerte de señor, y la mano izquierda era
una niña; así se la pasaban viajando entre las arrugas de
las sábanas, conversando en un idioma mudo, recreando
historias como de teleserie; porque cuando el dedo índice
tocaba la punta del otro dedo índica, eso era como un beso,
y cuando las palmas se juntaban, eran como dos personas
abrazándose. Se veía igual, lo juro, ¡hasta se parecían a no-
sotros ahora!
|31
Útiles
32|
Sally Sprague
Melbourne, 1999. Estudiante de Ingeniería. De formación
autodidacta, sus incursiones artísticas se han desarrollado
a partir de su temprana proximidad con el grabado, téc-
nica aprendida en su intercambio en Chile durante 2013.
Entre sus inspiraciones e intereses creativos están los via-
jes, las experiencias con personas y lugares, la literatura
latinoamericana y el cuestionamiento de los roles de géne-
ro imperantes. La imagen bajo el texto corresponde a una
ilustración a mano alzada realizada durante 2018.
Be the feeling of release,
like when you crack your back,
and everything relaxes,
back to the way it should be.
|35
Camila Andrade González, Agnés
Mi cuerpo sangra,
mi cuerpo duele,
mi cuerpo muere,
y yo, sigo latiendo.
Mi cuerpo es árbol
mi cuerpo es mar,
y yo, sigo latiendo.
|37
ii.
38|
iii.
Me visito a mí misma,
pero mi tumba no tiene mi nombre.
Soy el lugar
donde los muertos no quieren estar.
He muerto tantas veces,
la misma herida.
He visto mi tumba
y las flores sacarse sobre mí.
|39
iv.
Esconder la herida
bajo la sobra de un árbol,
encerrar la herida
dentro de la jaula de pájaros.
Guardar el llanto,
en el cuerpo,
olvidar el llanto
en el silencio.
40|
v.
Soy la flor
que crece en primavera
en la maleza que nadie quiere.
|41
vi.
He deshabitado mi cuerpo,
me desangro y me pierdo en mi mar
42|
vii.
Estoy abismada,
al borde.
Estoy por caer,
por hundirme,
por ahogarme en el mar.
Estoy por volverme mar,
soy toda mar.
Un mar de sangre
soy.
Un mar muerto,
El mar de mis muertos.
|43
viii.
Me ahogo en la orilla,
me vuelvo ausencia.
Soy el lugar donde las olas
se rompen,
la sal que duele en la herida.
44|
ix.
Traté de reconstruirme
en el llanto.
Hurgué mis rincones
como si pudiera encontrarme,
pero no estoy,
no soy.
|45
Paulina Vilchez Gutiérrez, Paulina Lorenzo
***
***
***
***
***
***
***
54|
|55
Camila Swaneck Troncoso
/100