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latitud5. El daño actínico intenso se manifiesta clínica-


REVISIÓN mente como una queratosis actínica, se traduce histoló-
gicamente en la aparición de atipias celulares y pérdida
de la polaridad madurativa de los queratinocitos y se ca-
Carcinoma racteriza, desde el punto de vista molecular, por la mu-
tación del gen supresor de la proteína p53, la cual puede
espinocelular estar sobreexpresada pero funcionalmente alterada6. No
hay duda de que la radiación UV es capaz de inducir la
mutación de este gen, provocando el crecimiento incon-
Ángela Hernández Martína y Celina Echevarría Iturbeb trolado de células anómalas que, en condiciones norma-
a
Unidad de Dermatología. Hospital General Yagüe. Burgos. les, hubieran sufrido un proceso de apoptosis o muerte
b
Servicio de Anatomía Patológica. Hospital General Yagüe. Burgos. España. celular secundaria a la alteración del ADN7. En concre-
to, las mutaciones descritas en el gen supresor de la
proteína p53 afectan específicamente a las bases dipiri-
El carcinoma espinocelular es, después del epitelioma midínicas CC → TT o C → T, por lo que éstas reciben el
basocelular, el tipo más frecuente de cáncer cutáneo. nombre de mutaciones tipo UV8.
Para los autores que consideran la queratosis actínica El hecho de que la radiación solar sea uno de los fac-
como una lesión precursora del carcinoma espinocelu- tores condicionantes más importantes de la aparición
lar sería, incluso, más frecuente que los basaliomas1. Su del cáncer cutáneo justifica que los individuos afectados
manifestación clínica típica consiste en una lesión car- sean de fototipo bajo, edad avanzada y sexo masculino
nosa, hiperqueratósica y/o ulcerada localizada en las zo- ya que, tradicionalmente al menos, los varones se expo-
nas cutáneas fotoexpuestas de individuos de edad avan- nen más al sol por motivos laborales (labradores, mari-
zada. La extirpación radical o destrucción del tumor es neros, albañiles, jardineros, deportistas). Sin embargo,
obligada, ya que puede recurrir localmente y tiene capa- se ha observado que, a igualdad de radiación solar re-
cidad metastásica. cibida, las personas mayores tienen una mayor predis-
posición que las jóvenes a sufrir este tipo de cáncer
EPIDEMIOLOGÍA cutáneo, lo que hace pensar que el envejecimiento cro-
La incidencia en la raza blanca oscila entre 100/100.000 nológico de la piel facilita, por sí mismo, la aparición de
habitantes (sexo femenino) y 150/100.000 habitantes la malignidad9. El daño crónico del sol se suma al enve-
364 (sexo masculino)2. En la raza negra la incidencia es de jecimiento intrínseco de la piel y es mayor cuanto más
3/100.000 habitantes en ambos sexos, siendo el cáncer prolongada es la exposición solar, algo evidente cuando
cutáneo más frecuente en ese grupo racial3. En la raza se compara la piel fotoenvejecida con la de las zonas no
blanca se localiza en las zonas fotoexpuestas de pacien- fotoexpuestas del mismo individuo. Hay que destacar
tes varones, ancianos y con un fototipo bajo, mientras que la incidencia del carcinoma espinocelular en el sexo
que los pacientes de piel oscura lo suelen presentar en femenino es creciente10, probablemente debido, entre
áreas típicamente no fotoexpuestas (con frecuencia las otros factores, a la incorporación de la mujer a profesio-
extremidades inferiores), por lo que la radiación ultra- nes clásicamente reservadas a los varones.
violeta no parece tener la misma trascendencia etiopato-
génica en los dos grupos4. Papilomavirus
El virus del papiloma humano (VPH) es un virus ADN
FACTORES PREDISPONENTES de pequeño tamaño, capaz de inducir una amplia va-
La etiología del carcinoma espinocelular es multifacto- riedad de lesiones hiperproliferativas en el epitelio
rial (tabla I) y aunque en la mayoría de los pacientes es cutáneo y mucoso. Hasta la fecha, se han identificado 86
posible identificar más de un factor predisponente, el me- tipos virales distintos y se han caracterizado parcial-
canismo exacto por el que actúan no es bien conocido. mente al menos 130, todos ellos epidermotropos. Se
cree que aproximadamente un 10% de la totalidad de los
Radiación solar cánceres están relacionados con la infección por VPH,
El primer autor en sugerir la influencia de la radiación si bien la dificultad de cultivar los virus in vitro y de in-
solar sobre la aparición del cáncer cutáneo fue Unna en
1886. La radiación ultravioleta (UV) de mayor capacidad TABLA I
cancerígena es la de tipo B, que se absorbe más cuando Factores predisponentes del carcinoma espinocelular
el ángulo de incidencia con que atraviesa la capa de ozo- Radiación solar
no es mayor, lo que condiciona que el efecto nocivo va- Papilomavirus
ríe en función de la estación del año, la hora del día y la Carcinógenos químicos y físicos (tabaco, eritema ab igne,
fototerapia, alcohol, radiaciones ionizantes)
Inmunosupresión (iatrogénica, inmunodeficiencia)
Correspondencia: Dra. A. Hernández Martín. Trastornos crónicos (úlceras, quemaduras, cicatrices,
Unidad de Dermatología. Hospital General Yagüe. inflamación crónica)
Avda. Cid, 96. 09005 Burgos. España. Factores genéticos (alteraciones genéticas acumuladas
Correo electrónico: ahernandez@hgy.es y enfermedades hereditarias)

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Hernández Martín A, et al. Carcinoma espinocelular

ducir la enfermedad en animales experimentales impide Carcinógenos químicos y físicos


la verificación de los postulados de Koch en la causali- Se ha observado experimental y epidemiológicamente
dad. La mayoría de los estudios que apoyan la idea de la que la radiación X, los rayos de Grenz y los rayos gam-
participación etiopatogénica de los VPH en los carcino- ma son capaces de inducir carcinomas espinocelulares,
mas espinocelulares se han realizado en la epidermodis- pero no existen datos concretos acerca de la dosis má-
plasia verruciforme, una genodermatosis asociada a un xima aconsejable ni sobre la pauta de administración
aumento de la incidencia de cáncer cutáneo no melano- para minimizar el riesgo de malignización. El arsénico y
ma, sobre todo el carcinoma espinocelular, y que origina otros carcinógenos químicos inducen alteraciones gené-
una importante susceptibilidad a la infección por VPH, ticas que determinan la transformación maligna20.
fundamentalmente de los tipos 5, 8, 9, 12, 14, 15, 17, 19-
25, 36-38, 47 y 49. A este respecto, es interesante desta- Trastornos crónicos
car que cada vez hay más evidencias de la presencia ha- Se desconoce la causa por la que determinados tras-
bitual de los VPH en la población sana, los individuos tornos cutáneos, como las úlceras crónicas, las quema-
trasplantados, los pacientes con psoriasis e incluso en duras, las cicatrices o los procesos inflamatorios man-
las personas con otros trastornos queratinocitarios, tenidos pueden sufrir una transformación maligna.
como enfermedades ampollares autoinmunes y quema- Algunos autores responsabilizan de la malignización a
duras11, por lo que algunos autores defienden la natura- los factores de crecimiento tisular crónicamente activa-
leza comensal de los VPH en la epidermodisplasia verru- dos21.
ciforme y cuestionan la clásica asociación entre esta
enfermedad y los VPH12. En cualquier caso, parece que la Factores genéticos
radiación solar es un requisito imprescindible para la Al margen de los factores etiológicos específicos, está
aparición de carcinoma espinocelular en la epidermodis- generalmente admitido que la mayoría de los tumores
plasia verruciforme, ya que se han encontrado mutaciones sólidos están causados por la acumulación de alteracio-
en el gen supresor de la proteína p53 en el 60% de los car- nes genéticas22. Algunos autores proponen un modelo
cinomas espinocelulares asociados a epidermodisplasia genético basado en la pérdida de alelos donde la acumu-
verruciforme y en cerca del 40% de las lesiones premalig- lación –y no el orden de los eventos genéticos– determi-
nas13. Además se sabe que la proteína E6 del VPH contri- na la progresión de la enfermedad cuando las células
buye a la progresión tumoral, propiciando la degradación anormales adquieren capacidad proliferativa. La causa
inducida por la luz UV de la proteína antiapoptótica Bak14. concreta de la alteración de los queratinocitos es desco-
Únicamente los carcinomas de cérvix uterino parecen nocida pero, en último término, las células pierden la 365
inequívocamente asociados con la infección por VPH15. capacidad de reparar el ADN alterado por los carcinóge-
En el caso del carcinoma verrucoso genital, también nos, algo similar a lo que ocurre en el xeroderma pig-
conocido como condiloma gigante de Busckh-Löwens- mentoso. Otras genodermatosis, como las epidermólisis
tein, parece haber una clara asociación con los VPH tipo ampollares hereditarias23 y la enfermedad de Rothmund-
6 y 1116. Thomson24, también presentan un riesgo aumentado de
carcinomas espinocelulares.
Inmunodepresión
A lo largo de las últimas décadas, el número de pa- CLÍNICA
cientes inmunodeprimidos ha aumentado mucho, ya sea Teniendo en cuenta los factores etiológicos comenta-
a causa de la enfermedad o a los efectos secundarios de dos, es lógico que el carcinoma espinocelular se pre-
los medicamentos empleados. Los individuos receptores sente con más frecuencia en personas de piel clara, de
de trasplantes de órganos o con tratamientos inmunode- edad avanzada y sometidos a una exposición solar pro-
presores prolongados presentan un riesgo incrementado longada, generalmente en el contexto de una piel con
de complicaciones neoplásicas. En concreto, el cáncer evidencia de daño actínico crónico o sobre una lesión
de piel es la malignidad más habitual en este grupo de predisponente. En los casos inducidos por factores
pacientes, siendo el carcinoma espinocelular mucho etiológicos concretos, se pueden apreciar cambios cu-
más frecuente en ellos que en la población general17. táneos específicos, como el eritema ab igne en el caso
Este mismo fenómeno ha sido constatado en individuos de la radiación térmica, una cicatriz, una ulceración
VIH positivos o con leucemia linfática crónica, lo que crónica, una zona de radiodermitis crónica, etc. La
permite afirmar que la inmunodepresión es un factor morfología clínica del tumor varía según la localiza-
predisponente para el carcinoma espinocelular. Otras ción (piel o mucosa) y el estadio evolutivo (intraepi-
evidencias que apoyan esta afirmación son la buena res- dérmico o invasor), distinguiéndose las siguientes for-
puesta terapéutica al imiquimod tópico y a los modula- mas clínicas:
dores sistémicos, como el interferón α-2a en los carci-
nomas espinocelulares metastásicos, la relación directa Carcinoma espinocelular in situ
entre el grado de inmunodepresión y la incidencia de Las células neoplásicas no sobrepasan, en principio,
neoplasias asociadas18, así como la agresividad con que la membrana basal de la epidermis aunque conservan la
se comporta el carcinoma espinocelular en los pacientes capacidad de invadir la dermis en un momento imposi-
portadores del virus de la inmunodeficiencia humana19. ble de predecir.

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Hernández Martín A, et al. Carcinoma espinocelular

Figura 1. Enfermedad de Bowen. Placa eritematodescamativa de Figura 2. Carcinoma espinocelular invasor sobre enfermedad de
bordes irregulares y bien delimitados localizada en el muslo. Bowen. Lesión nodular vegetante sobre una placa previa de enferme-
dad de Bowen.

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Enfermedad de Bowen
Es un carcinoma espinocelular intraepidérmico locali-
zado en cualquier zona cutánea no mucosa. Clínicamen-
te se corresponde con una placa eritematodescamativa
irregular, bien delimitada, de crecimiento lento y con un
variable componente queratósico, costroso o pigmen-
tado (fig. 1). Aunque suele localizarse en zonas foto-
expuestas, puede aparecer en cualquier parte de la su-
perficie corporal. A menos que progrese a un carcinoma
espinocelular invasivo, no existe riesgo de metástasis,
pero hay que tener en cuenta que entre un 3 y un 8% de
las lesiones sufren esta evolución. La transformación se
manifiesta como un nódulo de crecimiento rápido sobre
la lesión indolente (fig. 2), momento a partir del cual Figura 3. Eritroplasia de Queyrat. Lesiones eritematodescamativas
existe una capacidad metastásica del 13%25. El diagnósti- aterciopeladas en el glande y el surco balanoprepucial.
co diferencial incluye el epitelioma basocelular superfi-
cial, la queratosis actínica y algunos procesos inflamato-
rios crónicos, como la psoriasis. En los raros casos de factores etiológicos que otros carcinomas de pene,
enfermedad de Bowen pigmentada, hay que descartar como el esmegma, la mala higiene, el herpes genital, el
también un lentigo maligno. calor, la fricción y los traumatismos27. Clínicamente, es
una lesión eritematosa, bien delimitada y de superficie
Eritroplasia de Queyrat aterciopelada. El paciente puede referir dolor, picor o
Es el carcinoma espinocelular in situ de la mucosa escozor, pero a menudo es asintomática. La agresividad
genital. Se localiza casi siempre en el pene de varones de la eritroplasia de Queyrat es mayor que la de la enfer-
no circuncidados, principalmente en el glande y, con medad de Bowen, estimándose un riesgo de transforma-
menos frecuencia, en el surco balanoprepucial o la ción a carcinoma espinocelular del 30% y un potencial
superficie interna del prepucio (fig. 3), aunque también metastásico del 20%28. El diagnóstico diferencial incluye
hay casos raros descritos en la mucosa genital feme- la balanitis plasmocitaria de Zoom, el exantema fijo pig-
nina26. Su aparición se ha relacionado con los mismos mentario, la psoriasis y el liquen plano.

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Hernández Martín A, et al. Carcinoma espinocelular

Figura 4. Carcinoma espinocelular. Lesión cutánea carnosa en la re- Figura 5. Queratoacantoma. Lesión carnosa crateriforme de cúspi-
gión temporal en cuya zona central se observa una clara diferencia- de queratósica en el hélix.
ción queratósica.

Carcinoma espinocelular invasor y, más raramente, vulva, vagina y cérvix). Desde el pun-
Las células malignas rompen la membrana basal de la to de vista clínico, el carcinoma verrucoso se manifiesta
epidermis e invaden la dermis, siendo su comportamien- como una lesión hiperqueratósica exofítica, de superfi-
to más o menos agresivo en función de la localización y cie irregular con prolongaciones ascendentes y descen-
las características histológicas. dentes que determinan tractos fistulosos. Puede haber
ulceración, dolor y drenaje purulento maloliente e inclu-
Carcinoma espinocelular cutáneo so adenopatías locorregionales reactivas, sobre todo en
De modo genérico, el tumor se presenta como una pá- la localización genital. Si bien es considerado una forma
pula o un nódulo carnoso con un grado variable de hi- poco agresiva de carcinoma espinocelular, puede ser lo-
perqueratosis y/o ulceración (fig. 4). Al progresar au- calmente destructivo, presentar recidivas locales y me-
menta de tamaño y se adhiere a estructuras profundas tastatizar por vía linfática29.
de la piel, invadiendo los canales linfáticos para metas-
tatizar en el pulmón por vía linfática. El queratoacanto- Carcinoma oral 367
ma ha sido clásicamente considerado como una lesión El carcinoma espinocelular de la mucosa oral supone
benigna, pero en la actualidad algunos autores prefieren el 87% de todos los carcinomas de cabeza y cuello. Repre-
interpretarlo como un carcinoma espinocelular bien di- senta un serio problema de salud, ya que su incidencia
ferenciado y con capacidad autorresolutiva29. De hecho, mundial muestra una tendencia ascendente, mientras que
han sido descritos casos de recidiva30, metástasis e in- su mortalidad no ha descendido en las últimas décadas a
cluso fallecimientos31,32. El queratoacantoma se caracte- pesar de los progresos en el abordaje terapéutico38. Los
riza por su crecimiento rápido y su aspecto de cráter re- factores etiológicos en esta localización no difieren de los
lleno de queratina (fase de desarrollo) (fig. 5); una vez del resto, destacando la exposición solar (sobre todo en
alcanzado el desarrollo completo (fase de estado), invo- el labio inferior), el tabaco, el alcohol y los VPH39.
luciona espontáneamente hasta desaparecer con una se- La alteración mucosa premaligna más frecuente es la
cuela cicatrizal variable (fase de regresión), que puede leucoplasia, considerándose este término desde el
ser imperceptible o atrófica y desfigurante, sobre todo punto de vista exclusivamente clínico, es decir, sin con-
cuando se localizan en la nariz y el párpado33. ferirle ningún tipo de connotación pronóstica. Esta acla-
ración es importante, porque existen lesiones leucoplá-
Carcinoma verrucoso sicas de la mucosa oral estrictamente benignas, como el
Fue descrito inicialmente por Ackerman, en 1948, nevus blanco esponjoso, el liquen plano o el leucoder-
como una variante de carcinoma oral34 y redenominado ma. La leucoplasia puede ser focal, difusa, suave y ho-
por Rock y Fisher, en 1960, como papilomatosis oral flo- mogénea o heterogénea y de superficie irregular. En su
rida35. Posteriormente, otros autores observaron tumo- evolución puede ulcerarse o presentar un crecimiento
res epidermoides de morfología histológica similar en la verrucoso exofítico. El riesgo de malignización de la
planta del pie36 y la mucosa genital37, que recibieron el leucoplasia varía según las series y, aunque se estima
nombre de carcinoma cuniculatum y condilomatosis gi- entre un 6 y un 17,5%, parece ser mayor cuando existen
gante de Busche-Löwenstein, respectivamente. Aunque zonas atróficas o eritroplásicas asociadas38. Asimismo,
el carcinoma verrucoso puede aparecer en cualquier se consideran «localizaciones de alto riesgo» el suelo de
zona de la piel, las localizaciones más frecuentes son las la boca y la región ventral de la lengua40. Sin embargo,
mencionadas anteriormente: mucosa oral (sobre todo hay que dejar claro que las características morfológicas
yugal y gingival), planta del pie (antepié, dedos y talón, clínicas y la localización no son suficientemente fiables
en orden decreciente de frecuencia) y región genital y es imprescindible el análisis histológico para llegar al
(glande y prepucio de varones jóvenes no circuncidados diagnóstico exacto41.

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Hernández Martín A, et al. Carcinoma espinocelular

quen plano atrófico, la sífilis terciaria o el arsenicismo


crónico38. Otras localizaciones posibles son la mucosa
yugal en el caso del carcinoma verrucoso y, más rara-
mente, la parte faríngea de la lengua. El carcinoma espi-
nocelular del suelo de la boca supone un tercio de todos
los carcinomas de la cavidad oral. Se sitúa preferente-
mente en la zona anterior, cerca del frenillo lingual y los
ductos salivares de la mandíbula (fig. 8); le siguen en
frecuencia el paladar, las encías y la mucosa yugal, y es
habitual que los ganglios submandibulares, yúgulo-di-
gástricos y yugulares ya se encuentren afectados en el
momento del diagnóstico.
La clasificación más utilizada en la estadificación clí-
Figura 6. Queilitis actínica intensa. Leucoplasia difusa en el labio in- nica de los carcinomas espinocelulares es la TNM, que
ferior sobre la que se observan áreas descamativas y fisuradas. valora el tamaño del tumor (T), la afección ganglionar
(N) y la presencia de metástasis (M). El estadio clínico
tiene trascendencia pronóstica, ya que la tasa de super-
El carcinoma espinocelular es el estadio final de las vivencia a los 5 años está directamente relacionada con
lesiones displásicas cuando éstas no se diagnostican y la diseminación de las células tumorales. Este hecho es
tratan adecuadamente. El borde rojo del labio es la loca- particulamente evidente en la cavidad oral, donde el
lización más frecuente del carcinoma espinocelular oral, 80% de los pacientes con estadios avanzados de la enfer-
probablemente debido a la prolongada exposición solar medad no sobreviven al cabo de 5 años42. El diagnóstico
a la que está sometido. Los cambios clínicos evolucio- precoz del carcinoma espinocelular mejora no sólo la
nan lentamente desde una queilitis actínica hasta la des- supervivencia, sino también la calidad de vida de los pa-
camación, la fisuración y la ulceración crónica (figs. 6 y cientes, que serán subsidiarios de tratamientos menos
7). En general, el carcinoma espinocelular del labio infe- agresivos. A pesar de que la diseminación tumoral se
rior tiene buen pronóstico, con una tasa de supervi- produce a través de los ganglios linfáticos regionales y
vencia a los 5 años mayor del 90% si se trata precoz y raramente se constata en el pulmón en el momento del
radicalmente. Cuando hay metástasis, los ganglios sub- diagnóstico, la tasa de supervivencia combinada de to-
368 mentonianos son los primeros en afectarse, seguidos de dos los tipos de carcinoma espinocelular es del 34,4%42.
los yúgulo-digástricos y los submandibulares.
El carcinoma espinocelular de la cavidad oral es pro- HISTOLOGÍA
pio de varones fumadores y bebedores. En sus fases El carcinoma espinocelular se define por la presencia
iniciales es asintomático, por lo que a menudo tarda en de masas irregulares de células escamosas que invaden
ser diagnosticado. Clínicamente, se presenta como una la dermis y muestran un grado variable de anaplasia, pér-
lesión blanquecina o eritematosa, como una úlcera de dida de las conexiones intercelulares y diferenciación
bordes indurados o como una masa exofítica friable. queratinizante. Las perlas córneas son estructuras carac-
Las superficies posterolateral y ventral de la lengua son terísticas de este tipo de tumores, que consisten en capas
los lugares de presentación más frecuente, mientras que concéntricas de células escamosas con queratinización
la cara dorsal de la lengua solamente se afecta en caso creciente hacia el centro. En función del grado de quera-
de enfermedades predisponentes previas, como el li- tinización se establecen los estadios de Broders43: en el

Figura 7. Carcinoma espinocelular de labio inferior. Masa vegetante Figura 8. Carcinoma epidermoide oral. Leucoplasia irregular en la
de superficie queratósica en la zona lateral derecha del labio inferior superficie ventral de la lengua junto con una zona ulcerada e infiltra-
(la lateralización está probablemente condicionada por el apoyo da en el suelo de la boca.
continuo del cigarro en ese lado del labio).

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Hernández Martín A, et al. Carcinoma espinocelular

Figura 9. Carcinoma espinocelular de grado 1 de Broders. Se apre- Figura 10. Carcinoma espinocelular de grado 2 de Broders. Las cé-
cian células con atipia leve y numerosas perlas córneas (HE ×160). lulas son focalmente muy atípicas y las perlas córneas son escasas
(HE ×200).

369
Figura 11. Carcinoma espinocelular de grado 3 de Broders. Las cé- Figura 12. Carcinoma espinocelular de grado 4 de Broders. Se apre-
lulas son muy atípicas, no hay perlas córneas y la disqueratosis es cian queratinocitos muy indiferenciados sin apenas queratinización
unicelular (HE ×200). (HE ×200).

grado 1, las células queratinizadas superan el 75%; en el (fig. 11). El carcinoma espinocelular de grado 4 es tan
grado 2, suponen más del 50%; en el grado 3, entre el 25 y indiferenciado que las células apenas presentan querati-
el 50%, y en el grado 4 no alcanzan el 25%. nización, carecen de puentes intercelulares y la atipia es
En el carcinoma espinocelular de grado 1 algunas cé- intensa, de manera que a veces es imprescindible recurrir
lulas epidérmicas tienen núcleos atípicos, pero la mayo- a las técnicas inmunohistoquímicas (fig. 12). El carcino-
ría presenta puentes intercelulares bien desarrollados. ma espinocelular es positivo para queratinas de alto peso
Las perlas córneas son abundantes y están más o menos molecular y el antígeno de membrana epitelial (EMA),
desarrolladas en función de las zonas (fig. 9). Las masas para llegar al diagnóstico.
tumorales, que generalmente no sobrepasan el nivel de En función de los hallazgos anatomopatológicos se
las glándulas sudoríparas, se delimitan bien de la estroma distinguen los siguientes tipos:
circundante. La dermis suele presentar una reacción in-
flamatoria más acentuada que en los grados menos dife- Carcinoma espinocelular in situ
renciados, reflejando probablemente una respuesta tisu- (enfermedad de Bowen/eritroplasia de Queyrat)
lar inmune44. En el carcinoma espinocelular de grado 2 Las alteraciones histológicas aparecen exclusivamente
la queratinización es menor, detectándose pocas perlas en la epidermis y respetan la membrana basal. La epi-
córneas y con centros mal queratinizados (fig. 10). Las dermis presenta hiperqueratosis, paraqueratosis y acan-
masas celulares se confunden con la estroma que las ro- tosis con engrosamiento y elongación de las crestas pa-
dea y hay numerosas células atípicas. El carcinoma es- pilares. Se aprecia una pérdida de la polaridad
pinocelular de grado 3 apenas presenta perlas córneas, madurativa de los queratinocitos, cuya apariencia es
pero puede hacer queratinización celular individual o en «desordenada» (blow up) (fig. 13). La intensidad del in-
pequeños grupos, observándose células disqueratósicas filtrado inflamatorio crónico de la dermis es variable45.
grandes y redondeadas, con un citoplasma muy eosinó- Cuando las células atípicas sobrepasan la membrana ba-
filo y un núcleo hipercromático. La mayoría de los nú- sal, la enfermedad de Bowen se transforma en un carci-
cleos son atípicos y hay abundantes mitosis anormales noma espinocelular invasor (fig. 14).

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Figura 13. Carcinoma espinocelular in situ. Queratinocitos atípi- Figura 14. Carcinoma espinocelular inicialmente in situ en el que
cos, desorganizados, con abundantes mitosis, pero con la membrana se aprecia una invasión de las células displásicas por debajo de la
basal indemne (HE ×100). membrana basal (HE ×100).

2. Estadio madurativo. A medida que la lesión evolu-


ciona los queratinocitos pierden el aspecto atípico y el
espacio crateriforme se rellena de queratina hialina de
aspecto esmerilado. Aunque algunos los lóbulos epidér-
micos son normales, existen otros con células atípicas.
3. Estadio involutivo. La lesión presenta un denso in-
filtrado liquenoide con histiocitos multinucleados, tejido
de granulación y fibrosis que, en ocasiones, determina
un cicatriz atrófica44,47.

El diagnóstico diferencial con el carcinoma espinoce-


370 lular típico puede resultar difícil, ya que comparten mu-
chas características histológicas y no existen criterios
fiables que los distingan. Algunos autores proponen in-
corporar ciertos parámetros, como la tasa proliferativa,
la presencia o ausencia de VPH, la expresión de genes
supresores y posibles mutaciones u otros hallazgos ci-
togenéticos y genéticos, para distinguir ambas entida-
des46.

Carcinoma espinocelular acantolítico


También es denominado carcinoma espinocelular ade-
noide, adenoacantoma o carcinoma espinocelular seu-
doglandular. Se aprecian áreas de carcinoma espinoce-
lular típico mezcladas con formaciones glandulares,
Figura 15. Queratoacantoma. Se aprecia una invaginación de la epider- células disqueratósicas y acantólisis. La epidermis pre-
mis y lóbulos de queratinocitos atípicos con escasa atipia (HE ×100). senta hiperqueratosis y paraqueratosis. El tumor se
compone de islotes y cadenas de células epitelioides atí-
Queratoacantoma picas que proliferan hacia la dermis, dando lugar a for-
Para algunos autores se trata de un carcinoma espino- maciones tubulares y alveolares (apéndides seudoglan-
celular muy diferenciado y con capacidad autorresoluti- dulares) (fig. 16), en el seno de las cuales puede haber
va31,32, mientras que para otros se carece de estudios ci- células acantolíticas grandes y multinucleadas (fig. 17).
togenéticos y biomoleculares que lo certifiquen46. Los Aunque casi siempre existe una conexión con la epider-
hallazgos histológicos dependen del momento evolutivo mis, en algunos casos el contacto es focal o no existe.
de la lesión, que se divide en tres fases: Las zonas típicas de carcinoma espinocelular pueden
presentar o no células acantolíticas, pero no es un ha-
1. Estadio proliferativo. Se aprecia una lesión circuns- llazgo habitual48. En ocasiones se observan estructuras
crita formada por una invaginación epidérmica rellena seudovasculares rodeadas por cordones de células tu-
de queratina. Los lóbulos epidérmicos están formados morales poligonales o alineadas, que se pueden confun-
por queratinocitos atípicos y el infiltrado inflamatorio dir con los angiosarcomas, pero las tinciones con CD34
subyacente es mixto (fig. 15). y factor VIII son negativas49.

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Hernández Martín A, et al. Carcinoma espinocelular

Figura 18. Carcinoma espinocelular de células fusiformes. Los que-


ratinocitos displásicos adoptan una morfología elongada, de aparien-
cia sarcomatoide, y existen numerosas mitosis (HE ×200).

Figura 16. Carcinoma espinocelular acantolítico. Formación de es-


tructuras seudoglandulares (HE ×160).

371
Figura 19. Carcinoma espinocelular de células fusiformes. Intensa
positividad inmunohistoquímica para las queratinas de alto peso mo-
lecular AE1/AE3 (HE ×200).

ra individual, sin formar cordones ni nidos tumorales y


que, con frecuencia, pierden la conexión con la epider-
mis50 (fig. 18). A veces la infiltración alcanza la fascia.
Las mitosis celulares y las células gigantes pleomórficas
son abundantes. El componente de carcinoma espinoce-
lular típico es variable y cuando es escaso, el diagnósti-
co es difícil, planteándose el diagnóstico diferencial con
el fibroxantoma atípico y el melanoma desmoplásico.
Figura 17. Carcinoma espinocelular acantolítico. Grandes células En el estudio inmunohistoquímico, el carcinoma espino-
displásicas acantolíticas (HE ×200).
celular es positivo para queratinas de alto peso molecu-
lar (fig. 19) y EMA, mientras que el fibroxantoma atípico
El carcinoma espinocelular acantolítico puede con- lo es para la vimentina y el melanoma para la S-100. En
fundirse con adenocarcinomas ecrinos, metástasis de los casos en los que el carcinoma espinocelular es muy
adenocarcinomas o angiosarcomas epitelioides. Los ha- indiferenciado, las células tumorales pueden perder la
llazgos inmunohistoquímicos específicos en los tumores expresión de las citoqueratinas y mostrar una expresión
de estirpe glandular (PAS, S-100, CEA) y sarcomatoide aberrante de vimentina, lo cual dificulta mucho el diag-
(vimentina, CD34) suelen ser concluyentes. Desde el pun- nóstico diferencial con el fibroxantoma atípico51. A ve-
to de vista pronóstico, la agresividad de este tipo histoló- ces, incluso, desaparecen los desmosomas y los tonofi-
gico de carcinoma espinocelular parece similar a la del lamentos, y son indiferenciables de los sarcomas29.
carcinoma espinocelular típico29. En cuanto al pronóstico, no existen series lo suficien-
temente largas que permitan establecer la agresividad
Carcinoma espinocelular de células fusiformes de este subtipo histológico, aunque para algunos auto-
Se caracteriza por la existencia de células fusiformes res la frecuencia de metástasis es mayor si hay antece-
dispuestas en remolinos que infiltran la dermis de mane- dentes de radiación52.

39 Piel 2003;18(7):364-76
Hernández Martín A, et al. Carcinoma espinocelular

lo que es necesaria la extirpación quirúrgica de la lesión.


La radioterapia está contraindicada por el riesgo de
transformación anaplásica de las células tumorales53.

Epitelioma cuniculatum. El término «epitelioma»


hace referencia a «tumor del epitelio» y cuniculatum se
refiere a los espacios en forma de cripta que presenta,
similares a las madrigueras de los conejos. Histológica-
mente, se aprecia una importante hiperqueratosis y pa-
pilomatosis. Los cordones tumorales pueden alcanzar el
tejido subcutáneo, determinando largos tractos rellenos
de queratina de cuyo aspecto deriva su denominación.
El infiltrado inflamatorio peritumoral es de tipo mixto y
el grado de atipia celular es notable, con un elevado nú-
mero de mitosis, agrandamiento nuclear e hipercroma-
sia54 (fig. 21).
El diagnóstico diferencial debe hacerse con la hiper-
plasia seudocarcinomatosa y las verrugas.
Es una variante poco agresiva de carcinoma espinoce-
lular, aunque existen casos descritos de metástasis cutá-
neas y linfáticas54.

Condiloma gigante de Busckhe-Löwenstein. Es im-


prescindible obtener una biopsia profunda para obser-
var los cambios histológicos característicos: hiper-
queratosis paraqueratósica, acantosis y papilomatosis
acentuada que determina la formación de tractos sinu-
Figura 20. Carcinoma espinocelular verrucoso oral. Se observa una sales rellenos de queratina hacia la dermis. El estrato
notable acantosis y papilomatosis, mientras que la atipia celular es granuloso puede ser prominente y mostrar células va-
372 escasa (HE ×100). cuoladas parecidas a los coilocitos virales. El infiltrado
inflamatorio, de tipo mixto, suele ser denso.
El principal diagnóstico diferencial se establece con
los condilomas acuminados y, como en los casos ante-
riores, la agresividad tumoral es baja.

Carcinoma espinocelular de células claras


Esta variante, también conocida como carcinoma es-
pinocelular hidrópico, fue descrita por Kuo en 198055.
Este autor distingue tres subtipos histológicos en fun-
ción de la diferenciación celular: queratinizante, no que-
ratinizante y pleomórfico. La degeneración hidrópica se
debe al edema intracelular y no la acumulación de glu-
cógeno, lípidos ni mucina, y aunque por su aspecto es-
pumoso plantea el diagnóstico diferencial con neopla-
sias sebáceas, suele haber zonas de diferenciación
Figura 21. Carcinoma espinocelular verrucoso plantar (epitelioma escamosa evidente y la tinción para células grasas con
cuniculatum). Se aprecia acantosis, papilomatosis y escasa atipia de
los queratinocitos. El engrosamiento de la capa granulosa correspon- rojo escarlata es negativa. Otros tumores con células
de a la región anatómica sobre la que asienta el tumor (HE ×100). claras son el acantoma de células claras, el hidradeno-
ma de células claras, el hidrocarcinoma de células cla-
ras, el triquilemoma, el carcinoma renal metastásico (to-
Carcinoma verrucoso dos ellos de elevado contenido en glucógeno), el nevus
Carcinoma verrucoso oral/papilomatosis oral flori- azul balonizante y el melanoma de células claras (que tie-
da. Se trata de un tumor netamente circunscrito con hi- nen nidos de células névicas y pigmento). Dada la rareza
perqueratosis y una acentuada papilomatosis y acanto- del carcinoma espinocelular de células claras, no se pue-
sis que se extiende a la dermis. Generalmente, la atipia de determinar el pronóstico. De los 6 casos publicados
es muy escasa y suele existir un denso infiltrado infla- hasta el momento, un paciente murió a causa de las me-
matorio29 (fig. 20). tástasis, otro por complicaciones posquirúrgicas y otro
Las metástasis son excepcionales, pero este tumor más presentó una recurrencia a los 3 meses del trata-
puede presentar agresividad local e invadir el hueso, por miento29.

Piel 2003;18(7):364-76 40
Hernández Martín A, et al. Carcinoma espinocelular

Figura 22. Carcinoma espinocelular pigmentado. Depósito de pig- Figura 23. Carcinoma espinocelular desmoplásico. Las células ma-
mento melánico en los queratinocitos displásicos (HE ×200). lignas se disponen en cordones rodeados de una importante reac-
ción estromal desmoplásica (HE ×100).

Carcinoma espinocelular papilar el pronóstico a largo plazo por su baja frecuencia, que pa-
Sólo hay dos casos publicados en la bibliografía56. El rece algo mayor en la raza negra4.
aspecto clínico pediculado se corresponde histológica-
mente con masas tumorales exofíticas y pediculadas Carcinoma espinocelular desmoplásico
con elongaciones papilares centradas por un eje fibro- Se caracteriza por un patrón de crecimiento trabecular,
vascular. Las células centrales de los lóbulos tumorales con columnas de células epiteliales atípicas inmersas en
son pequeñas y basófilas, mientras que las periféricas una acusada reacción desmoplásica (fig. 23). Aunque esta
son de mayor tamaño y tono claro. Existe una acusada variante fue descrita como una rareza, en una revisión de
atipia citológica, pero sólo áreas focales de invasión de 594 tumores epidermoides realizada en 1997 se identifica-
la estroma por las células tumorales, y el infiltrado infla- ron 44 casos y se determinó su comportamiento biológi-
matorio es denso y de naturaleza mixta. El diagnóstico co agresivo, ya que aunque todas las lesiones fueron tra-
diferencial se plantea con el carcinoma verrucoso, que tadas con cirugía de Mohs se observó una tasa de 373
presenta cordones tumorales que invaden la dermis y metástasis seis veces mayor que en el carcinoma espino-
una escasa atipia celular, y la enfermedad de Bowen, celular típico y una frecuencia de recurrencia local 10 ve-
que cuando presenta prolongaciones papilomatosas, és- ces más alta60.
tas no están centradas por un eje fibrovascular. El pro-
nóstico del carcinoma espinocelular papilar es incierto, FACTORES PRONÓSTICOS
dada su rareza. Los carcinomas espinocelulares inducidos por el sol en
las regiones cutáneas fotoexpuestas de individuos de piel
Carcinoma espinocelular de células en anillo de sello clara suelen ser lesiones de crecimiento lento, fácilmente
Como en el tipo anterior, sólo hay dos casos descritos tratables si se diagnostican de forma precoz y raramente
en la bibliografía médica57,58. Las células en anillo de sello metastásicas61. La agresividad tumoral depende de diver-
también han sido descritas en otros tumores malignos sos factores, entre los que se incluyen los siguientes:
como adenocarcinomas, linfomas, melanomas y sarco-
mas. Su morfología típica se debe al desplazamiento del Localización anatómica
núcleo celular hacia la periferia por el contenido citoplas- La oreja es la localización corporal que presenta mayor
mático. Para hacer el diagnóstico de certeza es preciso riesgo de recurrencia (18,7%) y metástasis (11%), mien-
observar áreas características de carcinoma espinocelu- tras que el labio tiene una tasa de recurrencia algo menor
lar o una tinción positiva para citoqueratinas. El compor- (10%) pero mayor capacidad metastásica (13,7%)42.
tamiento biológico del tumor es desconocido.
Tamaño
Carcinoma espinocelular pigmentado En las lesiones mayores de 2 cm de diámetro, la tasa
Histológicamente, se aprecia una mezcla de células esca- de recurrencia es dos veces mayor que en las de menor
mosas con diferenciación queratinizante y melanocitos lle- tamaño y la posibilidad de metástasis está tripliclada42.
nos de melanina59 (fig. 22). Algunas células tumorales esca- El riesgo de metástasis aumenta al hacerlo la profundi-
mosas tienen positividad focal para S-100 y HMB45, quizá dad del tumor, sobre todo cuando ésta supera los 4 mm
debido a la transferencia de antígenos desde los melanoci- de espesor, y es máxima a partir de los 8 mm62.
tos a las células neoplásicas29. El diagnóstico diferencial
debe hacerse con otros tumores pigmentados como el epi- Inmunodepresión
telioma basocelular, el pilomatrixoma y el melanoma con El comportamiento biológico en los pacientes inmu-
hiperplasia seudoepiteliomatosa. No es posible determinar nodeprimidos es más agresivo que en los pacientes in-

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Hernández Martín A, et al. Carcinoma espinocelular

Origen cicatrizal
Los carcinomas espinocelulares que se desarrollan so-
bre una cicatriz o procesos inflamatorios crónicos tie-
nen mayor tasa de metástasis. En este grupo se incluyen
los tumores que crecen sobre úlceras crónicas, osteo-
mielitis, radiodermitis, úlceras de decúbito, cicatrices
traumáticas e incluso dermatosis crónicas, como el lu-
pus eritematoso discoide42. Existen estudios en los que
se constata que la posibilidad de metástasis a largo pla-
zo en los carcinomas espinocelulares sobre cicatriz es
del 37,9%67. No se sabe con certeza por qué este tipo de
tumores en áreas no fotoexpuestas tiene un riesgo me-
tastásico tan elevado, pero es posible que la detección
tardía y la escasa respuesta inmune secundaria al des-
Figura 24. Carcinoma epidermoide de alto riesgo por su localiza- censo del flujo sanguíneo puedan desempeñar un papel
ción y su tamaño. importante en la patogenia.
Es evidente que muchos de estos factores pueden es-
munocompetentes, sobre todo en las áreas fotoexpues- tar correlacionados y ejercer un efecto sumatorio en el
tas, donde se observan lesiones de mayor tamaño y más pronóstico (fig. 24), pero no siempre se da esta circuns-
numerosas, lo cual, en conjunto, aumenta el riesgo de tancia. Así, con mucha frecuencia las lesiones de Bowen
metástasis42. La frecuencia de carcinomas espinocelula- miden más de 2 cm y, sin embargo, no metastatizan. Por
res en estos pacientes es de 5 a 20 veces mayor que en otra parte, la duración del seguimiento también incide
la población general63. directamente en la cuantificación de las tasas de recidi-
va y metástasis, de manera que las series con un segui-
Factores de diferenciación histológica miento más prolongado presentan un aparente peor pro-
Cuanto menor es la diferenciación histológica (grados nóstico que los estudios a más corto plazo42.
3 y 4 de Broders), mayor es el riesgo de recurrencia lo- Finalmente, hay que señalar que en los carcinomas es-
cal y metástasis. Sin embargo, el hecho de que más del pinocelulares aparecidos por exposición crónica al arsé-
60% de las metástasis del carcinoma espinocelular co- nico o la radiación ionizante existe un riesgo asociado
374 rrespondan a formas bien diferenciadas (grados 1 y 2 de de afección sistémica por otro tipo de neoplasias20.
Broders) pone de manifiesto que los factores pronósti-
cos histológicos no deben ser considerados aisladamen- TRATAMIENTO
te. La invasión neural por células tumorales, que puede El objetivo fundamental del tratamiento es eliminar
apreciarse en un 3,7% de los tumores42, eleva la tasa de radicalmente el tumor, ya que los tratados de modo in-
recurrencia local hasta el 47,2% y la de metástasis al completo recidivan y pueden metastatizar. La modalidad
34,8%. Es especialmente infausta en el caso del carcino- de tratamiento dependerá del tamaño de la lesión, la lo-
ma espinocelular de labio, en el que se reporta una tasa calización, la edad y el estado general del paciente y los
de supervivencia del 35% a los 5 años64. La extensión en tratamientos previos, así como de la familiaridad del
profundidad del tumor también es muy importante, tal dermatólogo con las diferentes técnicas.
como se ha mencionado en el apartado anterior.
Electrocirugía y criocirugía
Recurrencia postratamiento Indicadas en tumores menores de 1 cm, sobre todo si
La tasa de metástasis en el carcinoma espinocelular son múltiples, superficiales y asientan sobre superficies
que ha recurrido localmente después del tratamiento se planas, como es el caso de los carcinomas espinocelulares
cifra en el 25% en el caso de la piel, un 45% en la oreja y aparecidos sobre zonas de radiodermitis crónica tardía.
un 31,5% en el labio42. Una vez que el tumor ha recidiva-
do, el riesgo de una nueva recurrencia local oscila entre Cirugía
el 23,365 y el 10%66, dependiendo de la realización o no La extirpación quirúrgica de la lesión es el método de
de cirugía de Mohs. elección siempre que el tamaño del tumor y las caracte-
rísticas del paciente lo permitan. Se prefiere también en
Modalidad de tratamiento las lesiones de gran tamaño cuando se localizan en el
Tanto la recurrencia local a largo plazo como el riesgo cuero cabelludo, la frente y la zona distal de las extremi-
de metástasis son menores cuando se practica la cirugía dades, ya que en esos lugares la radionecrosis es fre-
escisional del tumor controlada mediante microscopio cuente20, y cuando hay afección de estructuras profun-
(cirugía de Mohs), sobre todo en carcinomas espinoce- das o la lesión recidiva tras la radioterapia. El margen de
lulares de alto riesgo (pobremente diferenciados, mayo- piel indemne perilesional recomendado es de 4 mm en
res de 2 cm, neurotropos, localizados en la oreja o el la- los tumores de bajo riesgo y de 6 mm en los de alto ries-
bio, en pacientes inmunodeprimidos y si asientan sobre go68, incluyéndose la grasa subcutánea e incluso los teji-
una cicatriz)42. dos subyacentes en los tumores más agresivos. La ciru-

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Hernández Martín A, et al. Carcinoma espinocelular

gía controlada mediante microscopio, o cirugía de Mohs, citocinas, interleucinas, factor de necrosis tumoral e in-
es de especial utilidad en el grupo de tumores de alto terferón α. Ha sido utilizado con éxito en pacientes con
riesgo, ya que permite la extirpación completa del tumor lesiones cutaneomucosas displásicas de alto grado y
respetando el máximo de piel sana circundante, y la tasa carcinoma espinocelular in situ75.
de recurrencias con esta técnica es muy baja. Si hay me-
tástasis ganglionares, la resección tumoral va asociada a Otros
la linfadenectomía, con o sin radioterapia coadyuvante. La quimioterapia queda reservada para las lesiones
La afección ganglionar es la variable pronóstica más muy extensas o irresecables, a pesar de que el empleo
importante en el carcinoma de la cavidad oral, por lo de citostáticos no parece reducir la mortalidad ni pro-
que es aconsejable la realización de una linfadenecto- longar la supervivencia41.
mía electiva en los pacientes de riesgo69,70. Teniendo en
cuenta la importancia de las linfadenopatías metastási- PREVENCIÓN
cas, algunos autores han propuesto la realización de la Evitar los factores desencadenantes es esencial para
técnica del ganglio centinela en los pacientes con carci- prevenir los carcinomas espinocelulares. En los tumo-
nomas espinocelulares de alto riesgo71, pero todavía no res inducidos por la radiación solar es aconsejable el
existen estudios que corroboren la utilidad de la misma. uso de cremas fotoprotectoras con la frecuencia y canti-
dad necesarias, especialmente en individuos de alto
Radioterapia riesgo (fototipos bajos, genodermatosis sensibles a la
Es el método de elección en los pacientes ancianos o radiación ultravioleta, paciente inmunodeprimidos) y en
cuando existe alguna contraindicación quirúrgica. Resulta las zonas predispuestas (cicatrices, zonas irradiadas) o
particularmente útil en los párpados, las orejas, la nariz y que más radiación reciben (labio inferior, pabellones au-
los labios, localizaciones donde la cirugía convencional riculares). En los carcinomas espinocelulares de otras
puede conllevar secuelas funcionales o cosméticas. Tam- etiologías es aconsejable prevenir la exposición a los
bién se utiliza como terapia coadyuvante en tumores de carcinógenos, como el alcohol y el tabaco, y emplear
gran tamaño cuya resección es incompleta, cuando hay preservativos durante las relaciones sexuales para dis-
metástasis ganglionares o en recidivas tumorales que no minuir la incidencia de infecciones por VPH.
se pueden abordar quirúrgicamente, pero en estos casos
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