Pese a ser acosada por los prejuicios sociales, los roles, el machismo, la
violencia, ella hizo de su vida una vocación literaria. En su corta vida fue
creadora de inspirados poemas y trabajos literarios, el poema que más se le
conoce es Quejas. Generacionalmente Dolores inauguró el romanticismo en
el Ecuador, cerrando el neoclasismo.
Hija de don José Veintimilla y de doña Jerónima Carrión, pertenecía a una
familia aristócrata y recibió una esmerada educación, estudió en el Colegio
Santa María del Socorro y más tarde en el Convento de Santa Catalina de
Siena. Estudió música, sabía tocar el piano y la vihuela; recibió clases de
dibujo y pintura. Empezó a escribir poesías desde muy joven.