AÑO: 2004.
Virgen Madre, en Sarandí Este. A continuación haré una descripción de lo vivido allí y
DESCRIPCIÓN.
intersección de dos avenidas importantes de Sarandí: Av. Roca y Av. Debenedetti, siendo
vehicular y peatonal.
gente del barrio era avisada del comienzo de la misa. Al llegar al edificio, unos cuantos
verse unas cuantas lecturas y reflexiones de tipo devocional y además, detallando las
imágenes del Via Crucis hechas sobre vidrio, que le daban al lugar un toque de un arte
con una Biblia abierta, y un púlpito, donde se realizaban las diferentes lecturas.
sacerdote dice los siguientes pedidos y la congregación los repite: Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad. Luego se cantan algunas alabanzas más, la mayoría
entrada del lugar, llamada “Con María, naveguemos mar adentro” que, a pesar de su
los fieles se acerca al púlpito y realiza una primer lectura del Primer Libro de los
Macabeos. Posteriormente, otro fiel se acercó al mismo lugar para leer un pasaje de la
Primer carta de Pablo a los Tesalonicenses. Ambas porciones fueron terminadas por la
afirmación de parte del lector: “Palabra de Dios”, a la que todos respondían “Te
alabamos, Señor”. Finalmente, el sacerdote de acercó al micrófono y dijo “El Señor esté
con vosotros”, a lo que se respondió “Y con tu espíritu”. Luego agregó “Lectura del
santo Evangelio según San Lucas”, a lo que la gente respondió “Gloria a tí, Señor”,
(Lucas 20: 27-40), el sacerdote declaró “Palabra del Señor”, a lo que se respondió, a
esperanza de la vida eterna. Se siguió con la recitación al unísono del Credo Apostólico,
perdurable”. Culminó la liturgia de la Palabra con la oración de los fieles, en la cual una
señora desde el frente iba mencionando distintas intenciones de oración, a la que se debía
responder con la misma afirmación cada vez. Las intenciones de oración incluían desde
ingresó al Templo desde el fondo trayendo el pan, el vino y el resto de los elementos para
rodillas. En ella, el sacerdote eleva la hostia y el caliz, que son hechos la carne y la sangre
Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo todo
honor y toda gloria por los siglos de los siglos”, a lo que la gente aclama “Amén”.
unos a otros las manos en símbolo de unidad, que también es seguido por el rito de la
paz, en el cual toda la gente se saluda con un beso deseándose mutuamente la paz.
un canto que dice “Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros, danos la paz”. Luego la gente declara “Señor, no soy digno de que entres en mi
casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme”. Acto seguido, el sacerdote desciende
pequeño cofre con hostias anteriormente consagradas. Las personas que desean
comulgar se van acercando a él, formando así dos filas a cada lado del templo. Al llegar
delante del sacerdote, el mismo declara tomando una de las hostias consagradas “El
mencionado elemento. Todas las personas que comulgaban volvían a sus asientos, pero
EVALUACIÓN.
Hubo varias cosas que llamaron poderosamente mi atención, las cuales intentaré
resumir a continuación:
terminó (de 10:30 a 11:30). Además, al momento de comenzar, el templo estaba bastante
lleno, siendo la asistencia de variada edad: desde niños de 7 u 8 años hasta ancianos.
encontré en el interior del templo. Las pocas que había eran todas Cristológicas (Cristo
atención algunos pasajes de la oración que fue leída del mismo durante la misa:
“Sabemos que nadie puede ser enviado si no pasa primero por la experiencia de la
CONCLUSIÓN.
Si bien son evidentes las cosas o elementos de la misa con los cuales no estamos
elevar y renovar un poco nuestro espíritu y nuestra menteen busca de aquellos elementos
desafío es a no quedarnos sólo con lo que obviamente nos separa, sino a ir más allá de lo
evidente, en busca de aquello que nos une o lo que, de alguna manera, debemos aprender
humildemente de ellos. Sin lugar a duda, esta experiencia me ayudó en esta dirección.