En julio de 1985, al asumir el Gobierno el Apra, el MRTA le dio un año de "tregua", que
aprovechó para organizar cuadros guerrilleros en la selva del departamento del Cusco,
centro que fue desarticulado un año después por las fuerzas del orden. Luego de este
revés, trasladaron su centro operativo a las zonas cocaleras de los departamentos de
Junín, Huánuco y San Martín, donde establecieron una alianza con los barones del
narcotráfico.