Resumen
La diversidad actual del germoplasma utilizado en la producción de bebidas desti-
ladas de agaves (mezcales) en el centro-occidente de México está disminuyendo
debido a la expansión del clon A. tequilana Weber var. azul, cultivado para elaborar
el famoso Tequila. Se realizó una exploración etnobotánica en el centro y sur de
Jalisco para definir áreas críticas de conservación in situ y determinar el papel de
las culturas nativas y mestizas en la generación y mantenimiento de la diversidad.
Los resultados sitúan el núcleo actual de mayor diversidad en el sur de Jalisco co-
mo resultado de un proceso continuo de selección iniciado por la población indí-
gena para producir alimentos y bebidas fermentadas que continuó hacia fines del
siglo XVI con un nuevo objetivo: producir bebidas destiladas adaptando el desti-
lador asiático introducido por filipinos en Colima. Encontramos más de 20 varie-
dades locales cultivadas por agricultores tradicionales, la mayoría relacionadas
con el complejo A. angustifolia Haw. Los mecanismos de diversificación y conser-
vación del germoplasma han sido, fundamentalmente, la selección continua de
poblaciones silvestres y el mantenimiento y mejoramiento de variedades locales
antiguas y de reciente selección, con criterios propiciadores de diversidad genéti-
ca, relacionados con variedad de sabores, de duración del ciclo de vida y adapta-
ción a agroecosistemas multiespecíficos y multivarietales. Se discuten las posibili-
dades de conservación in situ y protección legal del germoplasma.
Abstract
Current germplasm diversity used in the production of agaves spirits (mescals) in
West-Central Mexico is diminishing due to the expansion of the clone A. tequilana
Weber var. azul, cultivated to elaborate the famous drink “Tequila”. An ethno-
botanical exploration was conducted in the Center and South of the state of Jalisco,
to define critical areas of in situ conservation and to determine the role of local na-
tive and mestizo cultures in the generation and maintenance of diversity. Results
situate the current nucleus of greatest diversity in this area and, along with the
ethnohistorical data, indicate that this is a result of a continuous process of selec-
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En lo ancestral hay futuro:
tion initiated by the indigenous population for the production of food and fer-
mented drinks, which continued into the final years of the 16th century but with a
new objective: distillation, adapting the Asiatic still introduced by the Filipinos
through Colima. More than 20 landraces were found to be cultivated by the tradi-
tional farmers, the majority relating to the A. angustifolia Haw. complex. The
mechanisms of diversification and conservation of germplasm have mainly been
the continuous selection of wild populations and the maintenance and improve-
ment of ancient and new landraces with criteria that favored genetic diversity, re-
lated to diversity of flavors, life cycle length, and adaptation to multiespecific and
multivarietal agroecosystems. We discuss the possibilities of in situ conservation
and legal protection of germplasm.
Introducción
Mesoamérica es una de las áreas más importantes de origen y diversidad de plan-
tas cultivadas del mundo. En el caso de los agaves, fue ahí en donde “la gran di-
versidad genética de un género rico en usos potenciales cayó en manos de los
pueblos que desarrollaron el principal centro agrícola de las Américas” (Gentry,
1982, p. 3), haciendo que esta área se convirtiera en el centro de una diversificación
explosiva por selección humana. Un grupo de especies de este género, conocido
colectivamente en muchas regiones de México como “mezcales” (del Náhuatl
“metl” = Agave e “ixcalli” = cocido u horneado), está entre los alimentos prehispá-
nicos más importantes y más ampliamente usados en las regiones estacionalmente
secas de México y Centroamérica, en donde se distribuyen de forma natural (Bru-
man, 1940). Su historia de diversificación bajo cultivo y selección humana puede
dividirse en tres periodos importantes: su uso como alimento, desde hace por lo
menos 11,000 años; su uso en la elaboración de bebidas fermentadas, y su uso en la
elaboración de bebidas destiladas (mezcales). Este último periodo, que inició hacia
fines del siglo XVI, ha tenido un crecimiento comercial considerable en los últimos
50 años, con características que están poniendo en riesgo la diversidad actual de
este grupo de especies.
El mantenimiento de la agrobiodiversidad actual, su mejoramiento genético
y productivo, así como la protección legal del germoplasma y la de los productos
derivados, requieren que prestemos atención especial al papel que han jugado las
culturas locales e indígenas en su proceso de diversificación y mejoramiento gené-
tico, ya que es en su seno en donde ha ocurrido el proceso históricamente más
drástico: el paso de poblaciones silvestres a domesticadas. En el caso de México, es
en su seno en donde, de manera dinámica, esta diversidad se sigue generando,
manteniendo y mejorando genéticamente (Hernández-Xolocotzi, 1978), por lo que
la investigación en estas áreas es de vital importancia. Los rápidos cambios socioe-
conómicos y culturales que ha implicado la globalización de los mercados repre-
sentan una amenaza para la diversidad cultural que ha mantenido a la agrobiodi-
versidad. Sin embargo, la globalización de los mercados ofrece, a la vez, nuevas
oportunidades para mantener y difundir la diversidad de los cultivares.
Antes del desarrollo de la agricultura, el grupo de especies de agave conoci-
das como “mezcales”, representaba una fuente básica de alimentación para las po-
blaciones humanas recolectoras de las zonas áridas y semi-áridas al norte del Ist-
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115
siglos XVII y XVIII, de acuerdo con este autor, se dio, hacia el Norte, al distrito de
Tequila y la región de “Los Altos” del actual estado de Jalisco; hacia el Sur, a los
actuales estados de Michoacán, Guerrero y Oaxaca, y posteriormente a los centros
mineros del norte del país en los actuales estados de Sonora, San Luis Potosí y
Tamaulipas.
Figura 1. La gran área cultural en la que el agave es usado como alimento, la región del “Vino Mezcal” en
donde las bebidas fermentadas de agave eran muy importantes en la época prehispánica, y el área
cultural del “Mezcal-Jocote”, en la que las bebidas fermentadas se derivaban, fundamentalmente,
de agaves y de Spondias purpurea L. Modificado de Bruman (1940, 2000).
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Metodología
La exploración etnobotánica se llevó a cabo en septiembre de 2003 y abril de 2004,
siguiendo los principios de Hernández-Xolocotzi (1971). Se llevó a cabo en dos re-
giones: 1) En el sur de Jalisco, en los alrededores del río Armería-Ayuquila, el cual
desemboca al Océano Pacífico a través del Valle de Colima, y en los alrededores
del río Coahuayana-Naranjo-Tuxpan que desemboca en el mismo océano a través
del Valle de Alima (Fig. 2). La cuenca de ambos ríos está situada en las estribacio-
nes de los volcanes de Colima. Puesto que la producción de destilados requiere
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abundante agua fría, el uso del destilador debió haberse difundido a través de los
lechos de estos ríos, pasando de los valles a las estribaciones de los volcanes. 2) En
el centro del estado de Jalisco, la exploración se llevó a cabo en la región de Tequi-
la-Amatitán (Fig. 2), el área en la que el mezcal de Tequila se volvió famoso y que
hoy en día es el área de producción más importante.
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muestras de sus variedades locales. Uno de los agricultores nos acompañó a ins-
peccionar las áreas naturales de distribución potencial de poblaciones silvestres.
Los ejemplares vivos se depositaron en la Colección de Germoplasma de
Agaves del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) (Colunga-
GarcíaMarín, 2004). Los ejemplares de herbario se depositaron en CICY y MEXU.
La información histórica del área de estudio usada para discutir la informa-
ción etnobotánica se obtuvo de las fuentes que describen las condiciones de vida y
de producción de los grupos étnicos que habitaban los Obispados de Michoacán y
Nueva Galicia durante los siglos XVI y XVII. Estos obispados eran las entidades
político-religiosas a las que el área de estudio pertenecía en aquella época. Los tra-
bajos consultados fueron los de Acuña (1987, 1988), Sevilla del Río (1977) y Tello
(1637-1653).
Resultados
Sur de Jalisco. Cuenca del río Armería-Ayuquila
Encontramos poblaciones naturales de A. angustifolia de Cocula a Tuxpan (Fig. 2),
incluyendo aquellas señaladas por Gentry (1982, pp. 583-584) por su similitud
morfológica con A. tequilana. En Palo Alto, cerca de la localidad mencionada por
Gentry (1982), encontramos agricultores que mantienen poblaciones fomentadas
de esta especie, para la elaboración de mezcales. Las mantienen intercaladas con
sus cultivos anuales tradicionales —maíz, frijol, calabaza— y otras perennes tradi-
cionales como Opuntia spp. y Stenocereus sp. En Quililla, también cerca de la locali-
dad mencionada por Gentry, encontramos gente que colecta pedúnculos florales
para cocerlos y venderlos.
En las localidades de Zapotitlán y Canoas, las más aisladas de las visitadas,
encontramos 15 variedades locales cultivadas, la mayoría de ellas pertenecientes al
complejo A. angustifolia sensu Gentry (1982): “azul”, “cimarrón cenizo”, “cimarrón
verde”, “cimarrón negro”, “chancuella”, “cuaquesoca”, “cuchara”, “de brocha”,
“ixtero amarillo”, “ixtero verde”, “lineño”, “perempis o siriaco”, “prieto”, “tel-
cruz” y “pencudo”. Sólo un productor, Macario Partida, cultiva 11 de éstas en aso-
ciación con ganado y los cultivos anuales tradicionales, un verdadero banco de
germoplasma in situ (Fig. 3). Macario, además de producir alimento para su fami-
lia, también produce mezcales. Frecuentemente recorre las estribaciones de los
volcanes de Colima y parte de la “Sierra de Manantlán” (el Cerro Grande) en bus-
ca de poblaciones silvestres de agave, y en sus propias palabras, “de cualquier
planta interesante que encuentra, trae de dos a cuatro muestras”. Aquellas que le
dan buenos mezcales, las propaga y mejora a través de la selección de los mejores
individuos. Sus criterios de selección son: jugos más dulces, un tallo más grande y
jugoso, más suave (menos fibroso) para que sea más fácil de moler, más precoz, con
mayor producción de hijuelos rizomatosos, y con mayor resistencia a las plagas, las
enfermedades y el forrajeo del ganado. También mantiene variantes antiguas de su
misma población y otras que han sido seleccionadas en poblaciones cercanas.
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A B
Figura 3. Parcela de Macario Partida en donde cultiva 11 variedades locales para la producción de
mezcales en asociación con cultivos alimenticios tradicionales y cría de ganado, Zapotitlán,
Jalisco. A) Vista general. Al fondo, el “Cerro Grande”, perteneciente a la Reserva de la Biosfera
“Sierra de Manantlán”. B) Detalle mostrando el cultivo de Zea mays L. y Cucurbita sp.
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A C
Figura 4. A) “Cabezas” de agave (bases de las hojas y tallos) siendo llevados a los hornos tradicionales.
B) Cabezas siendo cocidas. C) Cabezas siendo trituradas en salientes rocosas con mazos.
Canoas, Jalisco.
La similitud de los destiladores usados hoy en día (Fig. 6), con los destilado-
res usados en los siglos XVI y XVII por los filipinos para la elaboración del “vino
de cocos” está perfectamente clara en la descripción de Fray Antonio de Tello de la
Colima de 1623:
Los alambiques son unos palos huecos, del grueso de un hombre, cubiertos con un ca-
so de cobre lleno de agua que, como se va calentando la van mudando, y en medio del
hueco una tabla ajustada, redonda, con un caño que sale por un lado, que es por don-
de destila (Tello, 1637-1653, p. 650 frontal).
Esta similitud fue notada por Bruman (1944) a través de la comparación entre
los destiladores que encontró en uso en 1938 en Bolaños, Tuxcacuesco, Tolimán y
Tuxpan, Jalisco, y los destiladores filipinos descritos por Feliciano (1926).
En Zapotitlán y Tolimán (Fig. 2), encontramos plantaciones de coco aparen-
temente introducidas desde el siglo XVI. En Zapotitlán, encontramos las dos ta-
bernas más antiguas de la localidad, ahora abandonadas: “Los Chinos” y “El
Campanario”. Estas tabernas, de acuerdo con los productores de mezcal (“vinate-
ros”) más viejos de la comunidad, fueron construidas por “fuereños” (probable-
mente filipinos o “indios chinos”, como eran llamados por los españoles). Ellos re-
portan que a principios del siglo XX estas tabernas aún estaban en uso. Los pozos
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Figura 5. Fermentadores tradicionales en el lecho del río, cavados y recubiertos a mano. Río Armería.
Canoas, Jalisco.
En Tonaya (Fig. 2), una población menos aislada en donde se produce co-
mercialmente el “Mezcal de Tonaya”, encontramos seis variedades locales. Una
de éstas, el “mezcal verde” o “lineño”, es el preferido para la elaboración de esta
bebida.
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B C
Figura 6. “Taberna” tradicional. Zapotitlán, Jalisco. A) Destilador filipino hecho de tronco de
Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb. El canal de salida del producto de la destilación está
elaborado con una hoja de agave. B) Porción superior mostrando el condensador hecho con una
vasija de cobre y usando agua corriente del arroyo. C) Interior del destilador mostrando la
“cuchara”, con la cual se captura el producto de la destilación.
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Figura 7. Plantaciones de Tequila (Agave tequilana Weber var. azul) en la “Barranca de Amatitán”,
Jalisco. La erosión del suelo es propiciada por este monocultivo, puesto que es plantado en la di-
rección de la pendiente y sin asociación con los cultivos tradicionales que pueden proteger el sue-
lo, como la calabaza. Se aplican herbicidas para eliminar la cubierta vegetal, causando la exposi-
ción del suelo por largos periodos.
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Discusión y conclusiones
La exploración etnobotánica confirmó la hipótesis de que los agricultores tradicio-
nales que habitan las estribaciones de los volcanes de Colima, en el sur del actual
estado de Jalisco, son los que mantienen una mayor riqueza de variedades locales
de agave para la producción tradicional de mezcales (más de 20), muchos más que
los nueve reportados para la región de Tequila-Amatitán a fines del siglo XIX por
Pérez (1887, p. 132-136). La exploración también mostró que el destilador usado
actualmente es igual al utilizado por los filipinos que vivían en Colima para la
producción de licor de coco, y que fue descrito a principios del siglo XVII (Tello,
1637-1653). Este destilador ya había sido descrito por Lumholtz (1902) en el siglo
XIX para la población cora y huichol del norte de Jalisco y Nayarit, y la náhuatl del
sur de Jalisco; y también por Bruman (1940; 1944) en esta misma región en la pri-
mera mitad del siglo XX.
Las evidencias sugieren, por lo tanto, que las variedades locales involucradas
en la elaboración del Tequila y otros mezcales del centro-occidente de México son
el resultado de un proceso continuo de selección iniciado por la población nativa
para su uso como alimento y bebidas fermentadas, y que prosiguió a fines del si-
glo XVI con un nuevo objetivo: la elaboración de bebidas destiladas (mezcales),
usando la tecnología filipina introducida a través de Colima. La selección de va-
riedades locales para destilación continúa hoy en día entre los descendientes de las
poblaciones indígenas, hoy mestizos, quienes prosiguen esta tradición regional.
Los mecanismos de diversificación y conservación del germoplasma han sido,
fundamentalmente, la selección continua de poblaciones silvestres y el manteni-
miento y mejoramiento de variedades locales antiguas y de reciente selección, con
criterios propiciadores de diversidad genética, relacionados con variedad de sabo-
res, de duración del ciclo de vida y adaptación a agroecosistemas multiespecíficos
y multivarietales.
Las principales características de las tres etapas más importantes en la histo-
ria de la diversificación y evolución bajo cultivo y selección humana de estas va-
riedades locales, pudo haber sido como sigue:
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1
El año correcto de publicación de este trabajo es 1944. En esta obra y en la de Walton (1977) nunca se dice
que los filipinos hayan introducido la caña a las costas de Jalisco y Oaxaca, y con ello, la destilación del ron.
Por el contrario, se dice que introdujeron el cocotero y su destilación a las costas de Colima y Jalisco, y de
ahí pasó a la población indígena para la destilación de las bebidas fermentadas de agave.
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Agradecimientos
Al Consejo Regulador del Tequila por las facilidades para llevar a cabo la explo-
ración etnobotánica en la región Amatitán-Tequila, especialmente a Ismael Vi-
cente, Jesús Macías y Fabián Rodríguez por sus amabilidades. A los productores
tradicionales de mezcal del sur de Jalisco por su disposición a compartir sus co-
nocimientos y su coraje y empeño en conservar sus recursos fitogenéticos, espe-
cialmente a Macario y Apolinar Partida. A Luis Eguiarte, Jorge Larson, Catarina
Illsley, Janet Long, Gerardo Gutiérrez-Mendoza y Teresa Rojas por sus comenta-
rios a una versión previa de este manuscrito.
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