C-B
TEMAS:
NIVELES DE ORGANIZACIÓN
LA CÉLULA
COMUNICACIÓN CÉLULA-CÉLULA
EL METABOLISMO
NIVELES DE ORGANIZACIÓN
Representan la forma en que se organiza y agrupa la materia viva en relación a las funciones que
realizan y el grado de complejidad de las mismas.
A grandes rasgos podemos decir que el cuerpo humano está constituido por células, las cuales se
agrupan para formar tejidos. Los tejidos se unen para construir órganos y los órganos integran
sistemas (o aparatos). Cada una de estas estructuras corresponde a un nivel de organización
diferente.
La célula
Representa la organización celular del cuerpo humano donde la estructura básica es la célula.
Todos los organismos vivos están formados por células (más adelante nos detendremos en el
desarrollo de la misma).
Los tejidos
Son la agrupación de células del mismo tipo que, en forma conjunta, realizan una función vital y
especializada para un organismo. En el cuerpo humano existe una variedad de tejidos. Algunos de
ellos son: nerviosos, musculares, sanguíneos, etc.
A los tejidos de los seres humanos los podemos clasificar en cuatro grupos:
Los órganos
Cuando los tejidos se agrupan para cumplir una determinada función constituyen el nivel de
organización orgánico. Un órgano sería entonces, un conjunto de tejidos que se agrupan para
cumplir una determinada función, ejemplo, el Estómago órgano del sistema o aparato, los Pulmones
órganos del sistema respiratorio encargado del intercambio gaseoso o Hematosis, etc.
Además, los órganos no solo son diferentes en funciones, sino también en tamaño, forma,
apariencia, y localización en el cuerpo humano.
En los seres humanos se han desarrollado órganos muy complejos con funciones muy específicas.
Algunos ejemplos son: los órganos sensoriales, el cerebro, los riñones, etc.
Representan el nivel más complejo de las unidades de organización del cuerpo humano. Involucra
sistemas y aparatos.
Sistema: es un grupo de órganos asociados que trabajan coordinados para efectuar una actividad
biológica particular y están formados predominantemente por los mismos tipos de tejidos. Por
ejemplo: el esquelético, el sistema cardiovascular, el sistema nervioso, etc.
Aparato: es un grupo de sistemas que desempeñan una función común y más amplia. Por ejemplo
el aparato locomotor, integrado por los sistemas muscular, óseo, articular y nervioso.
Los aparatos realizan una función en común a pesar que sus órganos realizan diferentes funciones.
Las funciones de estos órganos se complementan pero funcionan con el mismo “objetivo”. Los
aparatos presentes en el cuerpo humano son: aparato circulatorio, aparato digestivo, aparato
respiratorio, aparato excretor y el aparato reproductor.
LA CÉLULA
Estructura de la célula
o Núcleo
Es voluminoso y ocupa una posición central en la célula. Está separado del citoplasma por una
envoltura. Formado por dos membranas, que poseen poros por los cuales se desplazan algunas
sustancias desde y hacia el citoplasma. En su interior se encuentra el material genético (ADN),
responsable del funcionamiento celular y de la transmisión de las características que se heredan de
padres a hijos.
Es una estructura celular que se ubica entre la membrana celular y el núcleo. Químicamente, está
formado por agua, y en él se encuentran en suspensión, o disueltas, distintas sustancias como
proteínas, enzimas, líquidos, hidratos de carbono, sales minerales, etcétera.
Contiene un conjunto de estructuras muy pequeñas, llamadas organelas celulares, entre ellas
encontramos, por ejemplo:
Los músculos estriados están constituidos por un conjunto de células musculares denominadas
fibras musculares. Estas se agrupan por fascículos y dentro de cada fascículo encontramos la fibra
muscular. En esta asignatura conoceremos más a fondo la estructura de las fibras musculares.
→ Endomisio: capa fina de tejido conjuntivo que rodea directamente a cada célula muscular.
→ Perimisio: capa fina de tejido conjuntivo que rodea paquetes o haces de células musculares.
→ Epimisio: reviste el músculo en su conjunto, esta por fuera del todo, y es bastante más grueso
que el resto.
Las neuronas son las células fundamentales del sistema nervioso, representan la unidad anatómica
y funcional del cerebro humano y están especializadas en procesar la información: reciben señales
internas y externas para transmitirla a los centros nerviosos. Una neurona típica se compone de tres
regiones: cuerpo celular, dendrita y el axón.
→ Las dendritas, son prolongaciones del cuerpo celular y actúan como receptores de las señales
procedentes de otras neuronas o impulsos de los estímulos ambientales.
→ El axón es la vía a través de la cual se transmite la información de una célula a otra, su función
es conducir los impulsos fuera del cuerpo celular y llevarlos a otras neuronas o hacia otros
órganos. La terminal del axón contiene sacos denominados vesículas, que a su vez contienen
sustancias químicas denominadas neurotransmisores.
COMUNICACIÓN CÉLULA-CÉLULA
En los organismos multicelulares es esencial que las células individuales se comuniquen entre sí,
de modo que puedan "colaborar" para crear un órgano o un tejido que funcione armoniosamente.
La comunicación entre células es una tarea que cumplen tanto el sistema endócrino (a través de las
hormonas) como el sistema nervioso (por medio de neurotransmisores).
Las células en el cuerpo de los seres humanos liberan hormonas, estas no son más que
mensajeros químicos que se trasladan de un lugar a otro del cuerpo y afectan a otras células del
mismo organismo. Las hormonas son liberadas por glándulas, las más conocidas son la tiroides,
suprarrenal, hipófisis, etc.
Las hormonas liberadas tienen un destino final denominado célula blanco. Cuando las hormonas
alcanzan la membrana de la célula blanco, el mensaje puede ser transportado hacia su interior Al
unirse el mensajero químico al receptor, se ponen en marcha reacciones químicas dentro de la
célula, transmitiéndose así el mensaje a una serie de emisarios dentro de la célula. De esta manera
la célula blanco “actúa” según la “orden” que recibió.
Las comunicaciones entre células se cumplen por medio de señales químicas y/o eléctricas
conocidas como impulso nervioso.
→ Metabolismo anaeróbico: todas las transformaciones de materia y/o energía se realizan sin la
presencia suficiente de oxígeno (O2). Hay una carencia parcial de oxígeno, si este falta en su
totalidad, la célula muere.
→ Metabolismo basal: Son el conjunto de reacciones que realiza una célula cuando no está en
actividad.
Metabolismo celular
A la célula entran sustancias simples que al unirse a otras forman sustancias complejas, por
ejemplo, cuando se forma una proteína a partir de la unión de varios aminoácidos. Como lo hemos
mencionado en la clase anterior, Este tipo de proceso, que transforman sustancias simples en otras
más complejas, se denomina síntesis y, para que se produzca, se consume energía.
Otras sustancias, luego de entrar en la célula, son transformadas en sustancias más chicas o
simples. Por ejemplo, el almidón es transformado para dar como resultado varias moléculas de
glucosa. Este tipo de proceso en donde se transforman grandes y complejas moléculas en
moléculas más pequeñas y simples, se denomina degradación. El conjunto de las reacciones de
síntesis y degradación que tienen lugar en la célula constituye el metabolismo celular.
Las reacciones metabólicas realizan funciones determinadas en la célula. Cada paso es controlado
por una enzima específica y le permiten a las células llevar a cabo sus actividades químicas y
físicas.
La energía se obtiene de los alimentos (hidratos de carbono, grasas y, en casos puntuales, las
proteínas) y se almacena en un compuesto altamente energético llamado ATP. El ATP es una
fuente energética necesaria para todas las funciones biológicas, como la contracción muscular, la
digestión, la transmisión nerviosa, la secreción de las glándulas, la fabricación de nuevos tejidos, la
circulación de la sangre, etc.
La energía química de los alimentos se almacena en los enlaces químicos que los constituyen, de
manera que, cuando un alimento es degradado, se rompen esos enlaces liberando energía. Estos
enlaces son débiles y proporcionan poca energía cuando se descomponen, en consecuencia, los
alimentos no se usan directamente como energía. En lugar de esto, la energía liberada por los
enlaces de los alimentos, se almacena en una forma de un compuesto altamente energético: El
ATP.
El ATP es una molécula compuesta por una Adenosina y tres átomos de fosforo llamados fosfatos
o trifosfato de adenosina. La ruptura de los enlaces de esta molécula libera la energía necesaria que
requieren los músculos cuando requieren para realizar una contracción.
Como la célula muscular contiene una cantidad muy pequeña de ATP, esta molécula debe
sostenerse con una regeneración o resíntesis constante.
La resíntesis del ATP tiene lugar a través de tres vías: anaeróbica aláctica, anaeróbica láctica y
aeróbica. Estas vías de resíntesis del ATP funcionan todas al mismo tiempo, y de acuerdo a las
necesidades y disponibilidad inmediata, predomina una sobre la otra. Comúnmente se las conoce
como Sistemas energéticos.
Es el más sencillo de los sistemas y corresponde al primer mecanismo de resíntesis del ATP. Los
niveles de ATP se mantienen gracias a la energía suministrada por la descomposición del PC
(fosfocreatina). La PC se rompe por acción de la enzima creatinquinasa, liberando la creatina por un
lado, el fosfato (P) por otro, y energía. El P (fósforo) se combina con el ADP utilizando la energía
liberada, y el producto final es el ATP.
Con este sistema energético se evita el agotamiento del ATP reduciendo PC y proporcionando
energía para formar más ATP. La energía se desprende inmediatamente, y la presencia de oxígeno
no es obligatoria (aunque puede ocurrir en presencia del oxígeno) por lo cual se dice que el sistema
ATP-PC es anaeróbico y no deja desechos mayores (No hay producción de ácido láctico).
Sistema que reconstruye el ATP mediante la descomposición (lisis) de la glucosa a través del
proceso denominado glucólisis (descomposición de la glucosa). Antes de que la glucosa o el
glucógeno puedan usarse para generar energía, deben convertirse en un compuesto llamado
glucosa-6-fosfato. La glucólisis comienza una vez se ha formado la glucosa-6-fosfato. Este
compuesto se convierte en ácido pirúvico mediante las enzimas glucolíticas.
Este proceso no requiere oxígeno, pero el uso del oxígeno determina el destino del ácido pirúvico
formado por la glucólisis. Cuando la glucólisis se lleva a cabo sin presencia de oxígeno, el ácido
pirúvico se convierte en ácido láctico, cuando se produce en presencia de oxígeno se convierte en
Acetil-Co-A (listo para entrar en el ciclo de Krebs).
La glucólisis, que es mucho más compleja que el sistema ATP-PC, requiere 12 reacciones
enzimáticas para la descomposición de glucógeno en ácido láctico. Todas estas enzimas operan
dentro del citoplasma de las células.
La reconstrucción del ATP a cargo de este sistema, conlleva la descomposición de los sustratos
con la ayuda del oxígeno. Este sistema produce más energía que el ATP-CP y el glucolítico pero su
velocidad de obtención es lenta. Es el más complejo de los tres sistemas energéticos. Dado que se
emplea oxígeno, éste es un proceso aeróbico. Esta producción oxidativa de ATP se produce dentro
de organelas especiales de la célula: las mitocondrias.
Los sustratos del este sistema pueden ser los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas (en
situaciones muy puntuales). La oxidación de las proteínas es más compleja porque contienen
nitrógeno, que no se puede oxidar. Las proteínas tienen una contribución relativamente pequeña en
la producción de energía, por lo que su metabolismo con frecuencia se pasa por alto. Para obtener
energía de las proteínas, estas deben transformarse en Aminoácidos. Algunos aminoácidos pueden
reconvertirse en ácido pirúvico o ácidos grasos, y una vez convertidos en los mismos, cada nuevo
compuesto continúa su curso.
Una vez formado, el acetil Co A entra en el Ciclo de Krebs, durante este proceso se producen una
serie compleja de reacciones químicas que permiten la oxidación completa del acetil Co A. El ciclo
de Krebs va unido a una serie de reacciones conocidas como la cadena de transporte de
electrones. Ambos procesos permiten la oxidación completa del sustrato y proporcionan energía
para la fosforilación de ADP, formando así ATP. Puesto que este proceso precisa oxígeno, recibe la
denominación de fosforilación oxidativa.