Hoy estamos asediados por huracanes, golpeados por sismos, naturales, económicos
y políticos. En lo económico, un dólar debilitado a imagen y semejanza de su líder
tuitero, hace correr a los inversionistas lejos de la divisa históricamente asilo ante la
incertidumbre, pero ahora lejos de serlo ante la impredictibilidad del habitante de la
Casa Blanca.
Hoy, para México y de cara a ser menos vulnerables a los fenómenos de la actividad
humana, la otra es impredecible, es imprescindible negociar un TLCAN que ofrezca
mejores condiciones a quienes han estado al margen de sus beneficios. Evitar que el
tuitero nos amenace y decida unilateralmente lo que tenemos que hacer y obedecer.
Es urgente mirar al Sur, tanto de nuestro país como del continente. Es urgente
diversificar mercados, Europa, Asia, África, Latinoamérica, pase lo que pase, para tener
poder de negociación con nuestro perenne vecino del norte. La geografía puede ser
inmutable. Nada fortalecería más nuestra posición contra la iracunda reacción de
poderosos irracionales que tener alternativas, otros planes, otros socios, otros
destinos.