ESCUELA PROFESIONAL DE FILOSOFÍA

GUIÓN DEL TEATRO

“EL AMOR DE DIOS SE DA A LOS HOMBRES”

Personajes:
1. Narrador 14. Dianostres
2. San José 15. Matías
3. María 16. Pastora que grita que Dios ha nacido
4. Isabel 17. Pastor con carnerito en los hombros
5. Ángel Gabriel 18. Pastora con bolsita de dulces
6. Ángel encargado del coro 19. Pastor con atado de alfalfa
7. Herodes 20. Pastor con rebaño
8. Melchor 21. Coro de Pastores. Escuela Profesional
9. Gaspar de Economía
10. Baltasar 22. Seis parejas de bailarines.
11. Artabán 23. Músicos (dos quenas, dos zampoñas,
12. Escudero (Mistias) guitarras, charango y bombo)
13. Macarías

“EL AMOR DE DIOS SE DA HA LOS HOMBRES”

PRESENTACIÓN

La Escuela Profesional de Filosofía en unión, con la Dirección de Curso Generales, La

Facultad de Educación y Ciencias de la Comunicación; las escuelas profesionales de:
Contabilidad, Economía, Arqueología e Historia. Tienen, el agrado de presentar ante
ustedes la representación teatral que lleva por título: “El amor de Dios se da a los Hombres”,
representación en la cual se muestra el espíritu navideño y la cooperación mancomunada
de: Direcciones, Escuelas, docentes, plana administrativa y estudiantes.

La presentación es la continuación, del proyecto “La Filosofía hecha Teatro”, el cual ya dio
frutos el semestre pasado.

Nosotros los estudiantes junto con nuestro docente, hemos visto por conveniente escenificar
el nacimiento de Jesús, con algunas adaptaciones, pero sin dejar de lado la biblia.

La representación teatral está dividida en cuatro actos únicos:

Acto I: “El Anunciamiento del Nacimiento de Jesús”
Acto II: “El encuentro de María e Isabel”
Acto III: “El Nacimiento de Jesús”
Acto IV: “Los Sabios de Oriente”.

(Cortina Musical)
ACTO I
“EL ANUNCIAMIENTO DEL NACIMIENTO DE JESÚS”

Narrador: Nuestra historia inicia en una ciudad de Galilea llamada Nazaret donde:
Al sexto mes, envió Dios al Ángel Gabriel a Nazaret a buscar a una joven desposada con un
hombre llamado José de la descendencia de David; el nombre de la mujer era María.
El Ángel Gabriel se presenta a María y le dice:

Ángel Gabriel: Dios te salve llena de eres de gracia, el Señor está contigo.

Narrador: Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba que significaba
tal saludo.

Ángel Gabriel: No temas, pues Dios te ha concedido su favor. Concebirás y darás a luz un
hijo, al que pondrás por nombre Jesús.

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Él será llamado el Hijo del altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinara
sobre la descendencia de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin.

María: ¿Cómo será esto, pues no tengo relaciones con ningún hombre?

Ángel Gabriel: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso; el que va a nacer será santo y se llamara Hijo de Dios. Mira a tu prima
Isabel también ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses, la que todos
tenían por estéril; porque para Dios nada es imposible.

María: Aquí está la esclava del Señor que se haga según su palabra.

Narrador: Y escuchando la respuesta de María el ángel se retiró.

(CORTINA MUSICAL)

ACTO II
“EL ENCUENTRO DE MARÍA E ISABEL”

Narrador: Por aquellos días, María se puso en camino y fue de prisa a la montaña, a una
ciudad de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludo a Isabel.
Al oír el saludo de María, el niño salto en su seno.

María: Buen día Isabel Dios sea contigo ¿Cómo estás? ¿Qué se siente?
Dímelo por favor, ya que tengo miedo y a la vez me llena de alegría lo que me está
pasando, voy a ser madre, me muero de ganas por saberlo todo, cuéntame por favor.

Isabel: María, bendita tu entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
Pero ¿Cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Porque, cuando oí tú saludo, el niño salto de alegría en mi seno. ¡Dichosa tú que has creído!
Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.

María: Mi alma glorifica al señor, mi espíritu se alegra en Dios mi salvador, porque ha

mirado la humildad de su sierva.
Desde ahora me llamaran dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mi cosas
grandes el Poderoso.
Su nombre es santo, y su misericordia es eterna con aquellos que lo honran.
Actuó con la fuerza de su brazo y dispersó a los de corazón soberbio.
Derribo de sus tronos a los poderosos y engrandeció a los humildes.
Colmo de bienes a los hambrientos y a los ricos despidió sin nada.
Tomo de la mano a Israel, su siervo acordándose de su misericordia como lo había
prometido a nuestros antepasados, a favor de Abrahán y de sus descendientes para
siempre.

Narrador: Y es así como María se quedó en la casa de su prima Isabel durante tres meses
y luego volvió con José.
Mientras María se quedaba con su prima Isabel, José tomaba una decisión mientras estaba
dormido.

José: Que puedo hacer ahora, María es una buena mujer y nos íbamos a casar pero como
puedo aceptarla si va a tener un hijo, siento pena ya que la amo. Pero es mejor que la deje y
ella haga su vida sin mí.

Narrador: Debido a esta decisión el señor Dios envió a un Ángel Gabriel para que le diga lo
siguiente:

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Ángel Gabriel: José, hijo de David, no temas aceptar a tú esposa, pues el hijo que espera
viene del espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él;
salvara a su pueblo de los pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había
anunciado el señor por boca del profeta.

Narrador: Al día siguiente José fue a buscar a María para contarle su sueño:

José: Mi amor ayer decidí dejarte para que seas feliz, con el padre del hijo que esperas y
tome la decisión de irme lejos. Pero se me apareció el ángel Gabriel y me conto que es el
hijo de Dios, que no tenga miedo porque me amas y tu corazón me pertenece.

María: José esposo mío es verdad el hijo que llevo en mi vientre es el hijo de Dios Padre,
me ha bendecido y a ti también pues seremos los padres de su hijo, no temas mi vida te
amo y siempre estaré contigo no dudes de mí.

José: Perdóname mi amor fui un tonto al pensar ello, ahora sé que me amas te prometo que
te hare la mujer más feliz mi vida, perdóname por favor te amo.

Narrador: Y es así como María regreso a la casa de su esposo y José la aceptó.

Por el mandato del Emperador Augusto, que promulgo el decreto de hacer el primer censo
de los habitantes del Imperio.
Por este motivo los habitantes de su reino debían inscribirse en su ciudad natal.
También José por ser de la familia y descendencia de David, subió desde Galilea, desde la
ciudad de Nazaret, a Judá a la ciudad de David que se llama Belén para inscribirse con
María, su esposa que como bien sabemos ya espera a Jesús.
Mientras estaban en Belén llego a María el tiempo del parto, comenzando así la búsqueda
de un lugar para poder dar a luz al hijo de Dios.

CORTINA MUSICAL ()

ACTO III
“EL NACIMIENTO DE JESÚS”

Narrador: María y José´, llegaron a Belén en horas de la noche, y comenzaron a buscar

posada tocando las puertas de las diferentes casas que por ahí estaban.
Y es así como José comienza tocando la puerta de un vecino:

José: Buenas noches tengas hermano y tu familia, venimos desde muy lejos en búsqueda
de posada por tan solo unos días, ya que mi mujer está en cinta y muy pronto dará a luz.

Macarías: De donde vienen, tienen con qué pagar el cuarto que piden, no creo son pobres
lárguense de aquí más parecen mendigos que personas de bien.

José: Gracias hermano, la paz de Dios sea contigo y los tuyos.

Narrador: Continúa tocando puertas.

José: Dios este contigo y con los tuyos hermano, venimos desde Nazaret y buscamos
posada por unos días mientras mi esposa da a luz.
Dianostres: No tengo nada para ustedes extraños, aquí no hay nada para gente como
ustedes váyanse de aquí largo.

José: Gracias buen hombre que Dios este contigo.

Narrador: Desesperado José por no encontrar lugar para pasar la noche, mira a su esposa
que valientemente soporta los dolores; ella lo mira con una sonrisa tierna y amorosa.
José decide tocar una vez más la puerta de una casa y esto es lo que sucede.

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José: Buenas noches hermano, que Dios este contigo y los tuyos, venimos desde Nazaret y
no tenemos a ningún pariente cerca de aquí, te pido nos brindes posada por unos días ya
que mi esposa está embarazada y muy pronto entrara en labor de parto.

Matías: Buenas noches tengas tú y familia buen hombre de Nazaret, no tengo cuartos
disponibles ahora porque, por el censo han venido mis parientes al igual que tú; desde muy
lejos. Lo único que tengo para ofrecerte es mi establo, no tengo más por ahora lo siento.

José: No importa hermano es más de lo que pido gracias, que la bondad de Dios Padre este
contigo y los tuyos, y su gracia divina ilumine tu hogar por siempre hermano.

Narrador: Y es así como José encontró posada en la casa de un humilde vecino de la

ciudad de Belén.

Y lo anunciado por el ángel se cumplió, María entro en labor de parto y dio a luz aún robusto
Niño que por nombre le puso Jesús.
Muy cerca de la casa del buen vecino, habían pastores que pasaban la noche cuidando sus
rebaños.
Y presentándose ante ellos un ángel les dijo:

Ángel que preside el coro: No teman pues les anuncio el nacimiento del hijo de Dios una
gran alegría, que será para ustedes y para todo el mundo.
Ha nacido hoy, en la ciudad de Belén, el salvador, el Mesías, el hijo de Dios.
Esto les servirá de señal para encontrarlo: encontraran un niño envuelto en pañales y
acostado en un pesebre.
Junto con el ángel, se reunió un coro de pastores, que alaban a Dios diciendo:

Coro de Pastores: ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres que de
buena voluntad!
 Cholito Jesús
 Pitaq

Narrador: El Ángel miraba como los pastorcitos se alegraban, ante tal mensaje, ellos
esperaban pacientemente que lleguen a ver al Hijo de Dios, mientras los pastores entre ellos
decían:

Pastor con atado de alfalfa: Vamos a Belén todos al hijo de Dios que a ver nacido ya.

Pastor con carnerito en los hombros: El amor de Dios está con nosotros y con los
hombres de buen corazón.

Pastor con bolsita de dulces: ¡Bendito sea el día de hoy, tanto en el cielo como en la tierra
ya que Dios está entre nosotros!

El coro de Pastores
 Ven a cantar
 Ay tukuschay

Pastor con rebaño: Esta fecha será recordada por el resto del tiempo, ya que el amor de
Dios se hizo carne y vive entre nosotros.

Pastora con bolsita de dulces: Dichosa la mujer que trajo al mundo al hijo de Dios,
dichoso el hombre que es su esposo, bendita la casa en la que nació el hijo de Dios.

Pastora que anuncia: La alegría que mi corazón siente, tienen que conocerla, todos los
seres que aquí viven: Escuchar todos, escuchar lo que tengo que deciros.
Hoy en Belén ha nacido el hijo de Dios, el hijo del creador, esta entre nosotros venid
conmigo y vamos a adorarle, venid hermanos, venid a Belén.

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Narrador: De esa manera los pastores se dirigían a ver al hijo de Dios.

Encontrando a la sagrada familia unida en un establo, viendo al niño acostado en el humilde
pesebre. Al ver tan tierna escena lloraron de alegría, y entre llantos y risas contaron lo que el
ángel les había dicho de este niño. Contaban todo lo que vivieron a todos, los allí reunidos
los cuales, quedaron admirados ante tal información.
Al escuchar esto María, conservaba en su corazón todos los recuerdos y los meditaba.
Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios, porque todo lo que habían visto y
oído era tal como les habían dicho.

Coro de Pastores
 Chaskañawi
 Navidad de los Pobres
(CORTINA MUSICAL)

ACTO IV

“LOS SABIOS DE ORIENTE”

Escena 1
Los Sabios buscan a Herodes

Narrador: El hijo de Dios Jesús nació, en Belén en el reinado del rey Herodes.
Por entonces unos sabios de oriente se presentaron en Jerusalén ante el rey Herodes.

Herodes: ¿A qué debo el honor de su visita ilustres extranjeros?

¿Qué motivo los trae por mi reino?
¿Acaso vienen a traerme regalos de sus lejanas tierras?
Decidme pues sabios, decidme se los ordeno.

Gaspar: Estamos en tu reino, mi señor porque la estrella que anuncia el nacimiento del
mesías nos ha traído hasta aquí.

Baltazar: Queremos saber

Melchor: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?

Gaspar: ¿Dónde está nuestro rey? ¿Queremos verlo?

Baltazar: Oh gran Señor decidnos pues, donde lo podemos encontrar, ya que su nacimiento
se nos fue revelado en sueños, a cada uno de nosotros desde que salió de Galilea.

Herodes: La verdad ilustres sabios no lo sé pero, en medio día lo sabré.

Melchor: Gracias mi buen señor volveremos entonces a ver que noticias nos tienes.

Narrador: Los sabios una vez entrevistados con Herodes se miraron entre ellos, se
retirándose, quedando en volver en el tiempo pactado.
Ya lejos de la presencia de Herodes conversaron entre ellos diciendo:

Gaspar: Herodes tiene maldad en su corazón, no confiemos en él, es malo y no quiere al

hijo de Dios.

Baltazar: Parece sincero al decir que no sabe nada de él, pero la verdad sus ojos son de
ambición y sed poder no confió en él, vámonos de aquí.

Melchor: No hay que apresurarse con él, solo sabe Dios si dice la verdad o no también creo
que es malo de corazón.
Pero esperemos que noticias nos tenga.

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Baltazar: Yo insisto vámonos, vámonos que hacemos aquí no dirá nada, solo mentira.

Gaspar: Esta vez estoy contigo Baltazar perdemos el tiempo con él, no dirá nada lo sé, solo
mentira, no tiene buen corazón.

Melchor: Apoyo lo que dicen pero recordad la voluntad de Dios, el confió en nosotros,
quienes somos para juzgar a los hombres, y no dar una oportunidad a quien se equivoca,
Dios confió en notros ¿Por qué no hemos de confiar nosotros también?

Baltazar: Esta bien tu gamas esperaremos juntos lo que diga Herodes.

Gaspar: Sea la voluntad de Dios esperemos pues, lo que tenga a bien decir Herodes.

Narrador: Mientras tanto, Herodes completamente ofuscado y lleno de ira comenzó a decir:

Herodes: ¿Quién es ese Mesías del que tanto hablan?

Es acaso esto una broma, de los extranjeros que me visitaron en la mañana.
Yo soy el único rey aquí y nadie ocupara mi reino, nadie.
Hablare con los jefes de las tribus, los sacerdotes. ¿Quién es ese mesías? y ¿dónde ha
nacido?

Narrador: Diciendo esto Herodes se fue y convoco a una reunión como dijo, en ella se
enteró de todo y astutamente tomo una decisión, la cual se las comunicó a los sabios al
medio día.

Herodes: Entrad ilustres Sabios, entrad, ahora tengo la información que me pedisteis. El
mesías nació en Belén, id y buscarlo. Pero cuando lo encontréis venid y decirme ¿dónde
está? y ¿quiénes son sus progenitores?, para que pueda ir a adorarle como ustedes.

Herodes: Id sabios y regresen con las noticias del mesías.

Baltasar: Oh mi gran señor, gracias te doy por la información que nos das, que el poder del
altísimo este contigo y con tu espíritu.

Melchor: Mi gran señor tu reino es prospero, pero recuerda que la vanidad del hombre es
su fuerza, pero también su perdición Dios sea contigo mi buen señor.

Gaspar: Mi señor las gracias te doy por lo que tuviste a bien informarnos, pero recuerda;
que tú reino es de la tierra y el reino del mesías es el del cielo y Dios es su padre nunca lo
dejara solo, los hombres se llenan de riquezas materiales, y logros que solo exaltan su ego,
olvidándose de su espíritu, es momento de cambiar y tener a Dios en el corazón no crees mi
señor.

Herodes: ¿Cómo? ¿Qué quieres decir?

Narrador: Diciendo esto se fueron los sabios, en búsqueda del hijo de Dios.
Es así como los Sabios de Oriente salieron del palacio de Herodes y fueron Belén guiados
por la estrella que los guió desde oriente.

Escena 2
El anuncio de Artabán

Narrador: Pero recordemos que no solo a ellos se le presento la estrella si no, también ha
Artabán
Por los días en que César Augusto, era señor de muchos reyes y Herodes reinaba en
Jerusalén, un tal Artabán el Medo vivía en la ciudad de Ecbatana, entre las montañas de
Persia.

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Artabán contaba unos 40 años, su pelo era negro, su mirada brillante y sus labios delgados
y de líneas firmes.
Tenía el rostro de un soñador y la boca de un soldado, indicios de su gran sensibilidad y de
la firmeza de su carácter. Vestía túnica de seda, manta de lana blanca y gorra del mismo
color.
Tal era el hábito de la antigua hermandad de los magos, denominados los Adoradores del
Fuego.
Mientras Artabán miraba las estrellas se le apareció el Ángel Gabriel y le dijo:

Ángel Gabriel: La paz sea contigo Artabán hijo de Abgarus, el nacimiento del hijo de Dios
será pronto y fuiste elegido para verlo y adorarlo junto con: Melchor, Baltazar y Gaspar, tus
tres grandes amigos.

Artabán: Que dices, que fui elegido para conocer al hijo de Dios, yo un humilde mago y
médico que cura a los hombres.
No lo creo no soy digno de ver al hijo de Dios.

Ángel Gabriel: Dios te eligió por tu buen corazón y apoyo desinteresado a tus semejantes.
Mañana a media noche se pondrá en el centro del cielo la estrella de David, la cual te guiara
para que llegues junto con: Melchor, Gaspar y Baltazar.
Recuerda Artabán mira al cielo y sigue la estrella.

Narrador: Diciendo esto el Ángel desapareció y Artabán asombrado llamo a su sirviente

diciendo.

Artabán: Mistias, Mistias ¿dónde estás?

Te llama tu amo, ven inmediatamente te lo ordeno.

Mistias: Si mi señor.

Artabán: ¿Dónde estabas? Ya no me digas no importa, escuchadme bien, lo que os voy a

decir. Mañana saldremos de viaje.

Mistias: De viaje y ¿A dónde? se puede saber.

Artabán: No, no te he preguntado si vas a ir, te digo que vas a ir conmigo.

Mistias: Amo tú de viaje, por el campo; no lo creo. Bueno que más da igual tendré que
cuidar otra vez más.

Artabán: Alista todo después de media noche partiremos al reino de Herodes, ahí nacerá el
hijo de Dios, y tenemos que llevarle tres presentes: un zafiro, un rubí y una perla, entendiste
Mistias.

Mistias: Si mi amo, Mistias entendió, todo. Amo todo estará listo para mañana después de
medianoche. Pero recuerda que mañana es la fiesta de tu padre y vendrán: tus hermanos y
sus esposas, amigos y parientes y vas a tomar.
¿Cómo vas a evitar ello, dime amo?

Artabán: Tu evitaras ello, no sé cómo lo harás pero lo harás.

Narrador: Artabán se preparó, alisto todo, compro: un zafiro, un rubí y una perla.
Por otro lado Mistias pensaba como evitar que su amo tome; pero miremos que paso.

Mistias: Amo hoy día viajamos, no puedes tomar ni una gota de alcohol, por orden del
divino, recuerda así que te encerrare en tu cuarto y saldremos a medianoche.

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Artabán: Que cosa Mistias, medas órdenes a mi tu amo, no me molestes voy a divertirme y
a la medianoche veremos la estrella de David, que nos señalara el camino que debemos
tomar entendiste.

Mistias: Pero amo.

Artabán: Que Mistias.

Mistias: Nada sea tu voluntad, diviértete pero a la medianoche salimos.

Narrador: Como era de esperarse Artabán, tomo y tomo, se durmió, y no llego a ver la
estrella cuando despertó ya era tarde.

Artabán: ¡Qué hora es!, me dormí

Mistias: Por fin despertó amo, duerme peor que oso viejo, no pude despertarlo lo siento.

Artabán: Perdí la oportunidad, no veré al hijo de Dios, es una pena.

Narrador: Pero el Ángel otra vez se le apareció y le dio una segunda oportunidad.

Ángel Gabriel: Artabán cambia, hoy en la noche mira en la mitad del cielo la estrella te
guiará. Melchor, Gaspar y Baltazar te esperan.

Artabán: Esta vez hare caso lo juro, no voy a dormir estaré despierto. Por piedad hoy día
no dormiré, no permitas que lo haga Mistias y la medianoche saldremos.

Mistias: Esta bien mi amo, así será.

Narrador: Pero Artabán no pudo cumplir su promesa, y el sueño le gano, otra vez perdió la
oportunidad.

Artabán: Hay falle por segunda vez, me dormí lo siento, de verdad lo siento.

Mistias: Amo ayer el Ángel vino pero te dormiste, no pude despertarte, el dejo esto para ti,
debemos partir ahora para alcanzar a los sabios de Oriente.

Artabán: Mi fiel Mistias, que haría sin ti la verdad no lo sé, que es lo que más quieres dime
ser libre, eso deseas lo concedo, eres libre vete hare esto solo es mi penitencia por no
cumplir la voluntad de Dios padre.
Vete Mistias eres libre, ve adiós viejo amigo.

Mistias: No quiero eso, nunca fui tu esclavo, siempre estuve y estaré a tu lado por tu buen
corazón Artabán, y gesto desinteresado con tus semejantes. Somos amigos partamos y
veamos a Dios juntos.

Narrador: Es así como Artabán emprende su travesía en búsqueda del hijo de Dios, pasa
por un sinfín de aventuras pero eso lo tendrán que averiguar ustedes.

Escena 3

Los sabios de Oriente frente al Hijo de Dios

Narrador: Al igual que Artabán, los magos de la orden de Fuego siguieron la estrella, la
cual se posó sobre la puerta de un establo donde encontraron, en un humilde pesebre al
que es el hijo de Dios, el mesías.
Se arrodillaron y con lágrimas en los ojos expresaron:

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Gaspar: He venido porque, el ángel en sueños me anuncio que el hijo de Dios iba a nacer,
me dijo que su nombre será Jesús: el que traerá paz al mundo. Yo que solo soy un mago de
oriente y nada tengo para darte, te ofrezco el contenido de este cofre (oro).

Melchor: Se me revelo en sueños que nacerá el rey de los judíos: él cual llenara de amor el
corazón de los hombres de buena voluntad. Te ofrezco este humilde presente (incienso).

Baltasar: Al igual que mis amigos me guio a ti, la estrella que vimos, desde que salimos de
oriente, hemos pasado por innumerables aventuras; pero por fin estamos frente a ti y te
ofrecemos estos humildes presentes (mirra).

Los tres Sabios: Alabado sea el señor en la tierra, y paz en la tierra a los hombres de
buena voluntad.
Que el espíritu de Dios sea con ustedes y con sus familias, Hasta pronto.

Narrador: Cuando dieron los presentes, los pastores en coro comenzaron a cantar, para
agradecerles, todo lo que hicieron para llegar donde estas Jesús.

Coro de pastores:
 Cusco
 La Navidad

Narrador: Terminadas las canciones, los sabios volvieron a Oriente y nunca más volvieron a
ver a nadie en Belén.
Es así como termina la presentación: “DESEANDOLES FELIZ NAVIDAD Y UN
VENTUROSO AÑO NUEVO”.
Y que el Nazareno llene de: paz, bondad y amor sus corazones y el de sus familias
Gracias Buen día

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