INTRODUCCIÓN:
En la segunda mitad de la década irrumpió el paradigma de la nueva economía que
postulaba la posibilidad de un crecimiento sostenido de la productividad, la ausencia de
ciclo económico y la difusión de las nuevas tecnologías a todos los terrenos de la actividad
económica. La existencia de un mercado global, la reducción de costes y aumento de la
eficiencia debido a la fuerte competencia, la nueva y barata tecnología, las bajas barreras
de entrada, la mayor flexibilidad en el empleo, las economías de red y la presencia de
fuertes rendimientos crecientes a escala, son algunos de los argumentos esgrimidos para
defender la existencia de una nueva era de crecimiento económico.
Se dio inicio al desarrollo de tecnologías informáticas y telecomunicaciones, de esta
manera los mercados financieros comenzaron a globalizarse y crear un mercado
interdependiente operado por redes informáticas en un tiempo real ahí comenzó la euforia
y todo el mundo quería estar subido a la nueva economía, término acuñado por Brian
Arthur, donde el Internet es el sistema de organización de la nueva economía.
Algunos inversores que creían que la carrera alcista todavía tenía recorrido no olvidarán
la decisión de invertir en aquellos días previos al desastre. En un ambiente de euforia y
entusiasmo, la burbuja fue creciendo hasta llevar al Nasdaq a un máximo superior a los
5.000 puntos.
El modelo puntocom tenía muchos defectos, existía un gran número de empresas que
tenían el mismo plan de negocios, pretendiendo monopolizar sus respectivos sectores.
Incluso cuando dicho plan era bueno, sólo podía haber algunos ganadores en cada sector,
y por tanto el resto tendrá que fusionarse o cerrar porque no podrá hacer frente a sus costes
estructurales.
A pesar de los defectos mencionados anteriormente, hubo algunos fundadores de
empresas puntocom que llegaron a hacer grandes fortunas, al venderlas en una fase
temprana antes de que estallara la burbuja. Estos éxitos iniciales hicieron la burbuja aún
más grande. Durante este auge se produjo una cantidad sin precedentes de inversión
personal, y la prensa informaba del fenómeno de personas que dejaban sus puestos de
trabajo para dedicarse a tiempo completo en la inversión tecnológica.
El crecimiento y la caída de America Online (AOL) ha sido una de las más importantes
de todas las empresas del sector con esta famosa burbuja:
En 1992 salió a bolsa por un valor de 61,8 millones de dólares.
En 1997 ya se situaba con una valoración de 4.000 millones de dólares.
En 1999 un artículo en Wired situaba la capitalización de AOL en 105.000 millones de
dólares
Enero del 2000, justo antes del pinchazo de la burbuja fue valorada en 161.000 millones
de dólares
En Diciembre del 2005 Google invirtió 1.000 millones de dólares en AOL, el 5% del
capital, dándole un valor de 20.000 millones.
En la actualidad JPMorgan estima que AOL vale alrededor de 4.000 millones de dólares,
lo mismo que hace 13 años.
Las cinco empresas más significativas desde el pinchazo de las empresas punto com.
En primer lugar destacar la gran caída sufrida por Cisco Systems; una empresa de
software que, por culpa de la desconfianza del mercado en la valoración real de sus know
how sobre sistemas y la importancia de sus desarrollos de software, sufrió una gran crisis
de confianza que la ha relegado a la última posición de este top 5 cuando hace años llegó
a ser la primera de forma indiscutible.
Mientras esto sucedía con Cisco, Microsoft pese al fuerte descenso que también ha sufrido
en su capitalización, ha logrado mantener su hegemonía durante todos estos años. Ni en
la gran crisis del mercado, y de sus productos, durante mediados del 2008 bajaron de la
primera posición en capitalización bursátil.
Tampoco podemos dejar de lado el gran crecimiento que ha tenido Apple desde el año
2000 y Google desde su salida a cotizar en 2004 poniéndose al nivel de algunas grandes
como IBM o Cisco Systems y casi alcanzando a Microsoft.