El sistema TIESTO: 1. Introducción: ¿qué es TIESTO?
una propuesta El sistema informático TIESTO consiste en una
de análisis aplicación escrita en el lenguaje de programación especifico de la Base de Datos dBASE-IV, compues- de los fragmentos ta por una serie de programas interrelacionados que cerámicos gestionan uno o varios ficheros OB, los cuales con- en excavaciones tienen datos cualitativos y cuantitativos sobre frag- mentos cerámicos procedentes de una excavación. arqueológicas Su diseño se ha llevado a cabo para analizar los datos de la excavación del poblado ibérico del Cerro de las Nieves (Pedro Muñoz, Ciudad Real) (FERNANDEZ, 1988; FERNANDEZ y HORNE- RO, 1990), aunque se pretende una utilidad general, Víctor M. Fernández Martínez extensible a otros yacimientos similares (preferente- Departamento de Prehistoria. Universidad Complutense. mente de época proto-histórica o histórica) Como es natural, la lógica de dicha aplicación es 28040 Madrid. independiente del soporte informático que se em- Gisleno Fernández López plee, y es perfectamente posible llevarla a cabo de forma manual, si se dispone del tiempo necesario Instituto Universitario de Recursos Humanos. Universidad para ello. Los cálculos de TIESTO pueden, lógica- Complutense. 28040 Madrid. mente, ser incluidos en cualquier sistema integrado que englobe todos los datos de una excavación (dia- no, inventarios, planos-dibujos-fotos, análisis, etc.), como por ejemplo ArchéoDATA (ARROYO- BISHOP, 1989) o SYSLAT (PY, 1990).
2. Los fragmentos cerámicos
Este• resto arqueológico es típico de los yacimien-
tos proto-históricos e históricos, en los que es habi- nial su recuperación por enormes cantidades en cual- quier campaña de excavación. Esto, unido a la espe- cial característica de la información que contienen, fragmentaria y desigual, provoca la habitual renun- cia a su estudio global, que se trata de compensarcon el estudio detallado de aquéllos que se consideran más interesantes (fragmentos mayores o formas com- pletas, decoraciones, etc.). Aunque somos conscien- tes de que es imposible extraer toda la información contenida en ellos, nuestra propuesta intenta ser una forma, entre otras posibles, de tratamiento global de este tipo de restos.
2.1. ¿Hay que «pegar» los fragmentos?
La respuesta ha de ser contundentemente afirma-
tiva. No sólo porque así se recuperan formas comple- tas, para fines tipológicos y de conservación-exposi- ción, sino porque las diferentes formas de rotura, de
Víctor M. Fernández Martínez y Gisleno Fernández López.
Conipturum, 1(1991), Madrid (pp. 231-241). cada clase cerámica o tipo concreto de vaso, provo- ro de otro fragmento que pertenezca a la misma vasija can que la unidad arqueológica analizada (fragmen- (si existe). El segundo corresponde a las dimensiones to) no sea comparable de forma homogénea con la del fragmento: diámetro, equivalente, altura (dimen- unidad etnográfica objeto del análisis (vasija). sión vertical con la pieza orientada ) y grosor para los Un caso arqueológico concreto servirá para ilus- de borde o fondo; longitud, anchura y grosor para los trar la importancia del aserto anterior. En los años de galbo. sesenta, y como parte de la eclosión teórica de la De los atributos cualitativos, la «clase» (ware) se «Nueva Arqueología», se intentó en Norteamérica la refiere a un grupo de vasijas definido por el mismo reconstrucción social apartir del análisis cerámico de tipo de pasta y superficie en todas ellas, y con un los yacimientos. Una de las aplicaciones más cono- rango limitado de tipos de forma y decoración. Por cidas fue la deducción de matrilocalidad en función ejemplo, en los yacimientos ibéricos se suelen encon- de una distribución agrupada de los motivos decora- trar las siguientes clases: ibérica oxidante, gris, de tivos en los distintos recintos del Broken K Pueblo barniz rojo, a mano grosera, a mano fina, ática (HILL, 1970): la concentración espacial y continui- importada, etc. La clase oxidante suele tener pasta dad cronológica de los motivos indicaban que las fina clara, desgrasante mineral pequeño o mediano, mujeres alfareras seguían viviendo con sus familias superficie alisada de color claro (aveces conengobe), una vez casadas (eran los maridos quienes cambia- decoración pintada de bandas o círculos, formas de ban de residencia). Recientemente, el equipo de urnas y platos, etc. Por ser muchos de los atributos Michael Schiffer se propuso contrastar tal hipótesis prácticamente constantes en cada clase, no sería en (puesta en duda por algunos análisis cuantitativos en principio necesario su registro; por ejemplo el los recintos: SCHIFFER, 1989), y comprobó que, en desgrasante o la pasta: no parece probable que las bastantes casos, Hill había considerado como frag- desviaciones respecto a los valores típicos -como mentos distintos aquéllos que pertenecían a la misma cuando un fragmento de clase ibérica oxidante tiene pieza, y que por lo menos una parte del modelo de pasta reductora- tengan un significado cultural muy covariación estilística en los recintos se debía a este distinto del simple accidente, en este caso de la hecho y no a la supuesta matrilocalidad (SKIBO et cocción. al., 1989). (Con todo, no consiguieron «pegar» más Con el atributo «tipo» designamos la forma del que una pequeña parte de los fragmentos decorados, fragmento. Dentro de cada clase se dan formas e incluso no fue posible localizar en el museo más de diferentes, que aunque son formas completas, en la una cuarta parte de los excavados.) muestra de fragmentos se dividen (con excepción de A pesar de lo anterior, y como en la mayoría de las las pequeñas, que se suelen recuperar enteras) en excavaciones no se suelen dar hoy las condiciones de formas de borde y formas de fondo; también son recursos y tiempo necesarios para intentar la recons- posibles tipos de galbo, asas, etc. Esta variable pre- trucción de todas las vasijas cuyos restos son recupe- senta mayor dificultad de definición que la anterior, rados, el sistema TIESTO está proyectado para el ya que es necesario clasificar unidades fragmentarias tratamiento de los fragmentos en si mismos (ver otros en función de sus correspondientes unidades com- enfoques del problema en 2.4). pletas, en principio desconocidas. Con todo, la expe- riencia demuestra que tras un cierto tiempo de familia- rízación con el material, se llegan a descubrir regu- 2.2. Los atributos cerámicos laridades en la composición geométrica de bordes y fondos, obteniéndose un agrupamiento relativamen- Aunque es imposible registrar absolutamente to- te objetivo en tipos (borde cefálico o plano, fondo das las variables de un fragmento cerámico, la pro- recto o en anillo, etc.). El normalmente elevado puesta que sigue está de acuerdo con las actuaciones número de casos no aconseja intentar una tipología más corrientes que hoy se llevan a cabo con estos por medios matemáticos (taxonomía numérica con restos en la mayoría de los yacimientos. análisis de cluster; no se descarta llevarla a cabo con Los atributos se dividen en cualitativos (nominales una o varias muestras pequeñas), sino más bien por u ordinales) y cuantitativos (numéricos de razones). simple inspección visual de los fragmentos. El primer grupo comprende: número de inventario, En el capítulo de dimensiones nuestra propuesta contexto, elemento de la vasija, fuego, desgrasante incluye el «equivalente» de borde o fondo para estos (tipo y tamaño), color, engobe, tratamiento superfi- fragmentos: se trata del porcentaje de la circunferen- cial, decoración (tipo yposición), clase, tipo, y núme- cia total que representa cada uno (ORTON, 1988: 174-7). Con este atributo se intenta compensar el un programa de conversión para saber que, por efecto de la diferente rotura de unos y otros tipos de ejemplo, «1000» quiere decir «decoración pintada». vasija, y en el análisis cuantitativo final se pueden Incluso cuando existen variables cuyos estados pue- obtener conclusiones interesantes sobre este tema. den aparecer al mismo tiempo (p.e. un fragmento Cuando dos fragmentos pertenecen a la misma vasi- puede tener decoración impresa e incisa), parece ja, es preciso sumar la variable: p.e. un borde con preferible la acumulación de códigos (IMIN) que la equivalente 15 (%) y otro con 25 resultaría en un dicotomización de esas variables (Cf. RICHAROS y único caso con equivalente 40. Al agrupar los frag- RYAN, 1985: 17-8; PLOG, 1980). mentos por tipos resulta muy fácil encontrar aquéllos que proceden del mismo vaso, con lo cual el inconve- niente citado en el apartado anterior se resuelve para 2.4. ¿Hay que inventariar todos los fragmentos? los bordes y fondos. No ocurre lo mismo con los fragmentos de galbo, incluso si los agrupamos por el Esta es una cuestión en la que intervienen varios mismo tipo de decoración, por lo que es preciso ser factores: abundancia de fragmentos, variabilidad de en extremo prudente con los datos cuantitativos que los mismos, recursos económicos de una excavación, se obtengan a partir de ellos. etc. Aunque una respuesta afirmativa sería lo desea- ble y «conservador» en la mayoría de los casos, las consideraciones que siguen pueden ser de utilidad a 2.3. ¿Códigos o tablas de presencia/ausencia? la hora de tomar una decisión. En el registro de una excavación ha de quedar El tipo de inventario más usual hoy entre nosotros constancia de toda o la mayor parte de la información es la tabla «disyuntiva completa» de presencia/au- útil contenida en los hallazgos de la misma (aunque sencia, consistente en separar cada atributo en sus el concepto de «útil» depende de la posición teórica respectivos estados, que así se convierten también en del investigador). Si se consiguen los medios para atributos (dicotómicos). Por ejemplo, si existen cua- reconstruir las vasijas, el problema deja de existir, tro tipos distintos de decoración (porque el atributo dado que entonces describiremos con detalle las decoración tiene cuatro estados): pintada, incisa, unidades completas (o casi). No obstante, incluso en impresa y en relieve, el inventario contará con cuatro ese caso quedarán muchos fragmentos «indepen- columnas para esa variable, y para cada fragmento se dientes» o «huerfanos», bien porque sus compañeros colocará una señal (suele ser un punto negro) en la pennanecen en contextos todavía no excavados (lla- columna que corresponda (si está pintado en la pri- mado «problema de Burgh»; BURGH, 1959: 189), mera columna, si inciso en la segunda, etc.). bien porque funcionaron ya como fragmentos duran- El método alternativo consiste en establecer una te la vida del asentamiento, y la asociación completa única columna por cada atributo, y colocar en ella el (vasija) se deshizo mucho antes de la deposición en código que se trate para cada estado del mismo. En el el registro arqueológico (por ejemplo, cuando los ejemplo anterior, podría ser «P» si la decoración es fragmentos fueron usados como materiales de pintada, «IN» o «IM» si es incisa o impresa, etc. construcción para reparar grietas en las estructuras Cuando existen varios sub-tipos de decoración pinta- de adobe: SULLIVAN, 1989). da, p.e. lineas, bandas y círculos, el código podría ser Un procedimiento que combina la corrección teó- PA,PB y PC; si hace falta añadir un nuevo sub-tipo, ricay la economía de medios, en nuestra opinión, es p.e. lineas en zig-zag, no habría más que añadir una el siguiente: para cada contexto (unidad mínima a la nueva letra al código: PD, etc. que se asigna un fragmento: capa artificial dentro de La facilidad de relleno y fácil comprensión del un recinto, mancha de cenizas dentro de esa capa, primer tipo de formularios explica su extraordinario relleno de un muro, agujero, hogar, tumba, etc.) los éxito, pero no cabe duda de que sus problemas fragmentos se agrupan según el atributo «clase»: los superan tal ventaja: 1) espacio necesario: al dividir oxidantes por un lado, los grises por otro, etc. Cabria cada variable, el número de columnas es muy grande; esperar que al final de este proceso los fragmentos de 2) dificultad de ampliación: si aparece un nuevo cada montón pertenecieran al mismo vaso, pero no estado no será en general posible añadir una nueva siempre es cierto: suelen pertenecer a varios y, vice- columna; 3) tratamiento informático: los programas versa, los de una vasija concreta aparecen en contex- de Bases de Datos tendrán problemas para procesar tos diferentes (ver 3.3). Con todo, esta clasificación una tabla tan grande de unos y ceros, y será necesario permite avanzar mucho en la reconstrucción de for- mas, y es recomendable mantener esta agrupación de didáctica, es decir, servircomo herramienta de traba- fragmentos por la misma clase y el mismo contexto jo para aquellos arqueólogos y estudiantes de arqueo- (o próximos) al almacenar los hallazgos, para facili- logía que deséen acercarse a la informática. tar la tarea en un futuro. De los dos primeros objetivos hacemos referencia Si no podemos todavía extraer toda la información exhaustiva a lo largo del este trabajo, pero ahora útil (número de vasijas de cada clase en cada contex- queremos hacer un especial énfasis en el tercer to), síes posible obtener algo que se le parece mucho: aspecto y, por extensión, en lo que podríamos deno- número y peso de los fragmentos de cada clase en minar la «democratización del conocimiento empíri- cada contexto, datos que luegopermitirán una evalua- co» (POWLESLAND, 1986: 40). ción cuantitativa global de cada contexto o grupo de En este sentido señalaremos que el programa ellos relacionados. Se puede suponer con cierta cer- presenta una serie de características que hacen de él teza que, para cada clase cerámica, el número/peso una herramienta «amigable». Con ello nos referimos de fragmentos será un valor proporcional al del a que cuenta con una ayuda sensible al contexto en número de vasijas (sobre todo si existe correlación todo momento, ya sea en un primer nivel, en todas las alta entre los valores de peso y número para todas las opciones de los menús, como más adelante con clases, algo fácil de comprobar). información sobre las claves utilizadas o utilizables Hecho lo anterior, una decisión «económica» pue- en multiples opciones de gestión (añadir, editar, de ser inventariar únicamente aquellos fragmentos hojear, etc.) y de análisis (contextos presentes en la que contienen información suplementaria a la de OB, tipos, etc.). «clase». Como ya vimos que los atributos de pasta Este hecho requiere, asimismo, una serie de (fuego, desgrasante, etc.) y superficie (tratamiento, procedimientos que mantengan la seguridad de laDB color, etc.) tienden a ser iguales en cada clase, serán en previsión de manipulaciones erróneas, «virus» los atributos de forma y decoración los que nos informáticos y cortes de corriente. Destacaremos en interesan ahora. Por lo tanto, merece la pena describir este sentido las opciones de creación automática de con mayor detalle los fragmentos de borde, fondo, copias de seguridad, la aparición de mensajes de carena, arranque de asa, etc. que permiten definir error cuando se quiere realizar una operación no tipos de forma, o los galbos con decoración que permitida o no definida en el momento actual de su suministran tipos decorativos. Siendo consecuentes, creación y, lo más importante, que la OB no perma- en tales casos ya no sería útil consignar tos datos de nece abierta más de lo necesario, realizándose el pasta o superficie, incluidos ya en el atributo de clase, trabajo, siempre que sea posible, sobre ficheros tem- aunque tal detalle puede servir para evaluar la impor- porales (lo cual presenta a su vez una relativa desven- tancia relativa de las posibles desviaciones antes taja, pues incrementa las necesidades de espacio en citadas, considerando los inventariados como una el disco duro). muestra del total de fragmentos. En otro orden de cosas, las acciones que ejerce TIESTO se pueden dividiren aquellas que son típicas de cualquier Base de Datos (gestión de ficheros! 3. ¿Qué hace el programa? registros, consulta e impresión) de las que co- responden a tratamientos específicos de los frag- 3.1. Filosofía del sistema mentos cerámicos (cálculo de estadígrafos, tablas de frecuencias, índices de diversidad y espaciales, etc.) TIESTO gestiona los ficheros de inventario para Por último, destaquemos la última opción de utili- mantenerlos en activo y extraer ciertos tipos de dades, pensada sobre todo para el «trabajo de campo tnformación resumida. Con esta información se pre- informático», entre las que se incluye la creación de tende acceder al control de los procesos de formación etiquetas adhesivas para las bolsas de material, de y a la interpretación funcional del yacimiento. forma que permitan una estandarización en su forma- El programa responde a tres objetivos fundamen- toque ayude a encontrar cualquier resto almacenado tales definidos a la hora de elaborar el sistema, a en ellas y su referencia exacta en la ficha/registro de saber, el almacenamietito de la información obtenida la DB informática. También se ofrece la edición de tras un proceso de actuación arqueológica, la inves- un diario/agenda, utilizable como una pseudo-Base tigación propiamente dicha, entendiendo como tal la de Datos documental, útil tanto para el diario de elaboración de análisis estadísticos que ayuden en la excavación como para el de registro informático aceptación o rechazo de las hipótesis de trabajo, y la (piénsese que los datos van a ser introducidos por personas distintas, entre las cuales debe haber un 3.3. Cálculo de estadígrafos máximo de comunicación). Y por último, también presenta una calculadora (muy básica) y opciones Se trata en primer lugar de los valores medios y de información de capacidad del disco duro, útiles desviaciones típicas (y varianzas) de los atributos de estas últimas para la estimación del espacio ocu- dimensión, tanto para un tipo como para un contexto. pado por las copias de seguridad de nuestra OB Cuando se trata de un tipo, estos valores pueden principal. servir para el control de su uniformidad interna (tanto mayor cuanto menor es la desviación; CLARKE, 1978: 178, fig. 36). Cuando se trata de un contexto, 3.2. Gestión de flcheros/reg¡stros y Consulta la comparación de los valores medios entre unos y otros contextos (mediante el contraste de la «t» de La gestión de la OB permite usar todo el fichero, Student) puede ser indicativo de su diferente una vista del mismo por condiciones (p.e. por contex- funcionalidad (p.e. vasijas con distintos diámetros de to o tipo), crear una OB temporal, escoger entre los boca, grosores de pared, etc.). ficheros de diversas campañas, unir varios en un solo El programa también puede proporcionar listados fichero, borrar un fichero, hacer copias de seguridad, de dimensiones para cada tipo, por ejemplo todas las establecer formatos de impresión, etc. medidas del diámetro (de borde o fondo), las cuales La gestión de registros incluye añadir nuevos se pueden luego representar en forma de polígono o registros, examinar uno concreto, examinar toda la histograma de frecuencias (pasando el fichero del BO («hojear»), examinar uno o varios campos en listado, en formato ASCII, a un programa estadístico toda la ED, borrar o intercalar un registro, etc. Todas como el SPSS, o de gráficos como Chart o Harvard estas opciones son de edición, es decir, permiten Graphics).Dichos histogramas servirán también para corregir posibles errores. comprobar la uniformidad o «coherencia» de cada Las opciones de consulta e impresión no permiten tipo, o en algunos casos para detectar la existencia de corregir, pero las posibilidades de combinar infor- varios tipos o sub-tipos (dimensionales) en cada for- mación son mucho mayores, y todas se pueden obte- ma concreta; por ejemplo, vasos pequeños y grandes ner por pantalla o por impresora. Se puede hacer un con el mismo tipo de borde (CLARKE, 1978:171-6). listado general, un listado de registros que pertene- Con los listados anteriores también existe la posi- cen al mismo tipo o que aparecen en el mismo bilidad de abordar el problema de la reconstrucción contexto, de tipos distintos que aparecen en un de formas completas, siguiendo el método aplicado contexto, de contextos en los que aparece un mismo por Clive Orton a la cerámica romana de Highgate tipo, etc. Se ha diseñado también una opción amplia (ORTON, 1974; ORTON, 1988: 177-83). En primer de listado por condiciones en dos campos, defini- lugar hay que ver la asociación espacial entre tipos de das por operadores matemáticos y/o lógicos; por borde y de fondo para la misma clase; lógicamente, ejemplo, puede ser necesario saber qué bordes tienen los de la misma vasija tenderán a aparecer más cerca un diámetro mayor de 30 cms. en uno o varios entre si que los de distintos vasos, y un simple contextos, qué fragmentos de galbo no tienen deco- recuento de frecuencias por recinto puede ser sufi- ración pintada en determinada agrupación de contex- ciente (cuando los contextos sean recintos separados tos, etc. pormuros, la asociación será fuerte de forma obligato- En todas las opciones anteriores, y para el campo ria). Seguidamente, con los listados de cada tipo se que se trate, es posible introducir la clave completa o construirán gráficos de frecuencias acumuladas, po- «truncada». Por ejemplo, se puede solicitar informa- niendo en cada figura los valores de lostipos de borde ción de un tipo concreto de borde de cerámica gris y fondo asociados espacialmente. De esta forma, se («GB. 1») o bien de todos los bordes grises («GB»), detectará (viendo los porcentajes parecidos) la aso- de un contexto especifico, pe. la capa sexta del ciación de dimensiones entre borde y fondo (p.e. a un recinto 10 («R1OC6») o bien de todas las capas del borde de 20 cms. le corresponde aproximadamente recinto 10 («RiO»), etc. un fondo de 8 cms.). Finalmente, aunque no sea lo La últimas opciones de consulta permiten un lista- más sencillo, habrá que reconstruir la forma comple- do de todos los tipos de forma o decoración diferentes ta uniendo mediante ajuste de curvas los extremos del que hay en el yacimiento o en uno de sus contextos, borde y del fondo, consiguiendo así una imagen y un listado general de todos los contextos del yaci- aproximada de íos tipos de vasija existentes en el miento. yacimiento. El último estadígrafo que se propone es la media y en cada contexto o grupos de ellos. Dicha tabla desviación/varianza del tamaño (área) de los frag- (llamada de «contingencia» en términos estadísticos) rnentos, por tipo o contexto. Ante el gran trabajo que representa el compendio por excelencia de la infor- supondría medir directamente esta variable en cada mación que dan los fragmentos del yacimiento. Si los caso, se ha optado por una estimación aproximada de restos de cada contexto tienen alguna relación con las la misma, multiplicando la longitud por la anchura en actividades que se llevaron acabo allí—lo cual habrá los galbos, y utilizando el equivalente (directamente de ser comprobado como requisito previo, mediante proporcional al tamaño) para los bordes y fondos. otros análisis (que ya hemos visto y veremos)— El tamaño tiene claras implicaciones funcionales: entonces la asociación de tipos y contextos es esen- respecto a los tipos, indica las diferentes clases de cial para la interpretación funcional de las distintas rotura en unos y otros, lo cual servirá para corregir su zonas del yacimiento. cuantificación respectiva. Por ejemplo, el número de Lo recomendable es tratar después la tabla com- fragmentos de los tipos que se rompen en partes más pleta mediante algún estudio multivariante de «re- grandes corresponderá a un número mayor de vasi- ducción de datos», como el conocido Análisis de jas, y deberá ser ponderado de acuerdo con ello; lo Correspondencias, en especial apto para los datos contrario habrá de hacerse para los tipos más cualitativos y las tablas de frecuencias (GREENA- fragmentables. CRE, 1981; FOUCART, 1982). Antesconviene agru- En lo que se refiere a los contextos, la comparación par de alguna manera los datos, por ejemplo los de la variable de tamaño en varios recintos del contextos —si son capas artificiales unirlos por re- poblado ibérico del Cerro de las Nieves ha mostrado cintos— y unir los tipos cerámicos en algunas cate- una diferencia, estadisticamente significativa, entre gorías generales con posible significado funcional. los que se dedicaron a basurero (deposición secunda- En el yacimiento antes citado se sumaron las frecuen- ria), con tamaños más grandes, y los recintos «nor- cias de los vasos parecidos (urnas grandes, medianas, males» (en principio, deposición primaria) (FER- platos y cuencos, etc.) para cada clase, resultando una NANDEZ y HORNERO, 1990:173). Ello puede ser agrupación interesante de contextos y tipos (recintos debido a que tras una rotura se recogían únicamente y vasijas): vasos a mano (gruesos y finos); vasos las partes grandes, dejando las demás en el suelo (los grises (todos pequeños) y oxidantes pequeños; y fragmentos pequeños tienen más probabilidad de vasos grandes oxidantes. Cada grupo se asocia con convertirse en desecho primario residual, según el uno o varios recintos, que a su vez tienen caracte- «principiodeMcKellar»;SCHIFFER, 1987: 62-3),o rísticas estructurales-funcionales propias: gran ho- bien que los fragmentos no recogidos se volvían a gar y cubeta con mucha ceniza (cocina); varias romper por la presión de las actividades ejercidas en cubetas, hogar y horno, molinos (procesado de cerea- cada recinto. En cualquier caso, la constatación an- les); y gran recinto sin hogar, con tumbas infantiles, tenor servirá para detectar el uso temporal como paredes pintadas y fusayolas (reunión-ritual-textil?) basureros de algunas partes de otros recintos (pe. si (FERNANDEZ y HORNERO, 1990; Cf. estudios aumenta significativamente el tamaño en unas capas parecidos en SCHIFFER, 1976: 178-85 para útiles respecto a otras), aunque no existan otros signos de líticos, o CIOLEK-TORRELLO, 1984: 143-7 para tal utilización (pe. gran densidad de cenizas). artefactos más variados, ambos en yacimientos Pue- Un último análisis que se puede hacer con el blo del SW norteamericano). tamaño de los fragmentos es comparar el área total ocupada por cada tipo de decoración (sumando el 3.5. Diversidad de los conjuntos cerámicos tamaño de los que la tienen) en todo el yacimiento (para ver la importancia relativa de cada motivo), El empleo del concepto de «diversidad» (diversily) para un cierto tipo (asociación de formas y decoracio- en arqueología es relativamente reciente, aunque se nes) o, mejor, en cada contexto (donde se supone que usara de forma intuitiva desde el comienzo de la hay restos de pocas vasijas), para intentar reconstruir disciplina, pero ya ha cobrado una gran importancia la sintaxis de los motivos en los vasos completos. dentro de las tendencias cuantitativas (LEONARD y JONES, 1989), siendo para algunos su concepto o 3.4. Tablas de frecuencias indice fundamental (CANNON, 1983). Para un de- terminado conjunto arqueológico, la diversidad El programa está preparado también para calcular engloba el concepto de «riqueza» (richness) de la las frecuencias de cada tipo (de forma o decoración) muestra, medido por el número de tipos (de forma o decoración) distintos que existen en ella; y el concep- En los análisis anteriores es necesario contar con to de «uniformidad» (evenness), medido por las el efecto del tamaño de la muestra sobre la diversi- frecuencias relativas de cada tipo (la muestra será dad: las muestras mayores tienden a tener siempre tanto más uniforme cuanto menor diferencia exista mayor diversidad que las pequeñas. La solución más entre esos valores). Ambos conceptos se suelen jun- sencilla a este problema consiste en comparar mues- tar en un solo índice, llamado de «heterogeneidad». tras de igual o parecido tamaño, pero tal cosa no En general, se puede decir que una muestra es tanto siempre es posible. El mejor método, aunque más diversa o heterogénea cuanto mayor sea su complicado, es generar por simulación aleatoria la número de tipos (mayor riqueza) y mayores las dife- diversidad «esperada» para muestras de diversos rencias entre los porcentajes de unos y otros (menor tamaños, partiendo de una distribución «padre» de uniformidad) (LEONARD y IONES, 1989: 3). tipos, cuyos porcentajes son las probabilidades que En un trabajo reciente, BOBROWSKI y BALL tiene cada uno de estar representado en cada muestra (1989) reunen hasta un total de 31 índices diferentes simulada. Esa distribución «padre» teórica puede ser para evaluar los conceptos anteriores, la mayoría de la de todos los tipos en el yacimiento completo, y ellos desarrollados en el campo biológico. A juzgar cuando no se posee este dato se suele utilizar la por los artículos consultados, los más utilizados son distribución en toda la zona excavada, o en los el simple recuento de los tipos distintos y el coeficien- basureros, como decíamos antes (KINTIGH, 1984; te «H» de SI-IANNON-WEAVER (1949), obtenido RHODE, 1988). Schiffer utilizó este sistema para mediante el sumatorio (con signo negativo) del comparar los recintos del Broken K Pueblo; en aqué- producto de la frecuencia decada tipo porel logaritmo líos cuya diversidad estaba por debajo de la variación de esa misma frecuencia (las frecuencias medidas en normal de lo esperado deducía la posible existencia proporciones: H= —2 (n/N) log(n/N)). En la versión de varios fragmentos de la misma vasija sin detectar actual de TIESTO, el programa proporciona, para (el mismo tipo contabilizado varias veces, lo que da cada contexto o grupo de ellos (muestra), el número un tamaño de muestra mayor sin aumentar el número de tipos, sus porcentajes respectivos y el coeficiente de tipos; SCHIFFER, 1989: 47-51). antertor. Si se compara en cada contexto la heterogeneidad ¿Con qué fin se hacen esos cálculos? Algunos (p.e. el coeficiente H) y el tamaño (número total de suponen que la diversidad estilística de un conjunto fragmentos), se pueden inferir conclusiones interesan- arqueológico está en relación con la «información» tes sobre la «captación» del mismo (la zona del social que trasmitieron esos artefactos en su monien- asentamiento cuyos desechos iban a ese depósito o to, por lo cual su estudio puede ser muy indicativo a basurero) y la distribución de actividades en el yaci- ese respecto (unos de los trabajos más conocidos es miento (BOONE, 1987). Representando los valores el de Meg Conkey sobre la diversidad de la decora- de H y 1’ para cada contexto en un sistema cartesiano ción del arte mueble y la funcionalidad de las cuevas de dos ejes, la curva que hacen los puntos puede cantábricas: CONKEY, 1980; 1989). En el caso de seguir Ires modelos: 1) de «grano fino», cuando es las muestras de fragmentos cerámicos, existe una una parábola cercana a los ejes, indica que en todas gran variedad de aplicaciones sobre la funcionalidad partes se realizaban todas las actividades; 2) de de los contextos, como veremos a continuación. «grano grueso», cuando es una parábola o una recta En primer lugar, la comparación de los indices de pendiente negativa separada de los ejes, indica que (tanto el número de tipos como el coeficiente H) de las actividades estaban concentradas en zonas distin- unos recintos con otros puede ayudar de nuevo a tas, aunque algo solapadas; 3) «sectorial», cuando es detectar los basureros, lugares en los que habrá, en una recta paralela al eje horizontal (tamaño), indica principio, mayor diversidad porque recogen distintas que no hay relación entre la heterogeneidad (casi procedencias, siendo posible incluso utilizar los por- constante) y el tamaño, y que las actividades estaban centajes en tipos de tales contextos como los «valores completamente separadas (barrios especializados). constantes» o reales de su utilización en todo o una Por último, también puede ser interesante compa- parte del yacimiento (MILLS, 1989). También se rar en cada recinto la densidad (por área) de fragmen- podrán deducir los contextos que tuvieron mayor tos en el suelo y en el relleno superior («medida de variación funcional (recintos que sirvieron para mas abandono relativo» de Reid; SCHIFFER, 1976: 129- actividades), una vez excluidos los basureros, que 33). Las habitaciones que dejaron de utilizarse antes serán aquéllos cuya diversidad se desvíe claramente tendrán poca densidad en el suelo y alta en el relleno de la media. (sirvieron de basureros), mientras que en las últimas en interrumpir su actividad ocurrirá lo contrario, y es (MURRAY, 1980; HAYDEN y CANNON, 1983; posible que los fragmentos del suelo correspondan a DEAL, 1985, etc.), como aquél que postula que la desecho «de facto» (abandonado iii situ tal y como nqueza de tipos va aumentando a medida que nos estaba al utilizarse: tal vez vasijas restaurables por acercamos al final de cualquiera de los flujos, y completo). Como en el análisis anterior, es posible disminuye (su contenido es más distintivo) cuanto que la representación de puntos en un diagrama de más cerca estamos de su inicio. Otros estudios recien- dos ejes permita distinguir modelos interesantes (re- tes demuestran que existe relación entre la separa- cintos «basurero» o «activos» en el Joint Site; SCHIF- ción de los espacios en habitaciones, con actividades FER, 1976: fig. 10.1; escasa utilización de las segmentadas por sexo y edad, y la complejidad social habitaciones como basureros en Broken K; de los grupos que vivieron en tales asentamientos SCHIFFER, 1989: fig. 5.1). (KENT, 1990). Terminaremos diciendo que los estudios de los fragmentos cerámicos, por muy humilde y poco 4. Conclusión: la teoría de la informativo que tal tipo de resto pueda parecer, han formación del depósito arqueológico de ser de gran utilidad en un futuro próximo para acercarse aún más al objetivo final de la arqueología: Todos los análisis anteriores, y otros que se irán la mejor comprensión de las sociedades del pasado. incorporando al estudio de los fragmentos cerámicos según siga avanzando la investigación, se inscriben en el marco general teórico de lo que Schiffer llamó ANEXO «procesos de formación cultural» <C-transformns), TIESTO: Organ¡grama principal del programa que constituyen una de las tres partes (junto con la «dinámica de la cultura material», correlates, y los MENU PRINCIPAL «procesos de formación no cultural», N-transforms) de la «Teoría de la reconstrucción»: la «inferencia de A Gestion de Bases de Datos B Gestion de Ficheros los aspectos del pasado cultural y natural mediante la C Consulta e Impresión aplicación rigurosa de principios explícitos a los D Análisis Estadísticos datos arqueológicos» (SCHIFFER, 1988: 469-74). E Análisis Espacial Además del control de los mecanismos de forma- F Utilidades ción, con la identificación de zonas y materiales de MODULO A: GESTION DE BASE DE DATOS deposición primaria, primaria residual, secundaria, «de facto», etc. que ya vimos, la leona incluye el 1.—Usar una BD Completa «modelo del camino» (PathwayModel), que se refie- 2.—Usar/Crear Vista re al cálculo del número de ítems (en este caso, Por contexto Por tipo vasijas enteras) que se usaron durante la vida del Por decoración asentamiento, partiendo de las unidades excavadas Por elemento - (número de fragmentos, peso, etc.), el tiempo trans- Por campaña currido, y ciertos parámetros que han de ser obteni- 3.—Usar/Crear una BD temporal dos por estudios etnoarqueológicos y experimentales 4.—Anexar desde una BD temporal (vida media de cada elemento, velocidad de deposi- 5.—Borrar Vista ción, frecuencia de uso por unidad social, etc.) 7.—Hacer Copias de Seguridad en Discos 8—Configuración de la Impresora (SCHIFFER, 1976: 53-65; HILDEBRAND, 1978; 9.—SALIDA AL PROGRAMA PRINCIPAL SCHIFFER, 1987: 50-58). Todo ello también ha sido llamado por Schiffer la MODULO B: GESTION DE FICHEROS «teoría de las corrientes de desecho» (WasteStream Theory) (SCHIFFER, 1988: 472-3), que son los 1—Añadir Registros flujos que siguen los restos descartados, o simple- Forma simple/Forma explicada ~WSin arrastre de fichas mente acumulados para reparación posterior, desde su lugar de utilización (contexto sistémico) a su 2.—Examinar un Registro 2 inventario - Por n’ registro/Por u posición final (contexto arqueológico). Diversos es- Forma simple/Forma explicada tudios etnoarqueológicos se encargan en la actuali- 3.—Examinar toda la ED (n’ inicio y n0 fin) dad de elaborar los principios generales de esta teoría 4.—Examinar solo un campo en toda la BD 6.—SALIDA AL PROGRAMA PRINCIPAL 5.—Borrar una Ficha 2 registro Marcar Marcar por por su su nn0inventario Marcar un rango de registro MODULO F: UTILIDADES Desmarcar todos los registros Proceder al borrado definitivo 1.—Gestión del disco 6.—Insertar una ficha Espacio en el disco 7.—SALIDA AL MENU PRINCIPAL Espacio ocupado por la BD Estimación de BACKUP 2.—Impresión de etiquetas para bolsas de material MODULO C: CONSULTA E IMPRESION 3.—Agenda/Diario 4—Calculadora A) OPCIONES DE CONSULTA: Consulta del Listado General 4.—SALIDA AL PROGRAMA PRINCIPAL Consulta por Condiciones: a) Por un campo b) Por dos campos con operadores lógicos y/o arit- ESTRUCTURA DE LA BASE DE DATOS mélicos Consulta de determinados campos Consulta de tipos y contextos CAMP: Año de la campaña. NUMINVEN: Número de inventario (PMS6-1, 2, etc.) a) Consulta de tipos diferentes b) Consulta de registros con el mismo tipo CONTEXTO: Contexto (ejemplo: Recinto 9 capa 12 = R9C12) cata, recinto, capa, etc., de forma abreviada c) Consulta de tipos con el mismo contexto ELEMENTO: Elemento de la vasija d) Consulta de contextos diferentes B borde e) Consulta de registros con el mismo contexto f) Consulta de contextos con el mismo tipo o = galbo F = fondo Consulta de tipos decorativos diferentes A asa; etc. FUEGO: Fuego B) OPCIONES DE IMPRESION: Listado General O = oxidante Listado de tipos y contextus. R = reductor N nervio cocción a) Listado de tipos diferentes A = Alternante b) Listado de registros con el mismo tipo DESGRASANTE: Degrasante (ej. MCV) c) Listado de tipos con el mismo contexto C caliza d) Listado de contextos diferentes M = mica e) Listado de registros con el mismo contexto Z cuarzo t) Listado de contextos con el mismo tipo V = vegetal Lista de tipos decorativos diferentes TAMANO: Tamaño del degrasante (ejemplo: PM) P = pequeño C) SALIDA AL PROGRAMA PRINCIPAL M = mediano G = grande, SUPERFICIE: Tratamiento superficial MODULO D: ANALISIS ESTADISTICO A = alisada B bruñida 1.—Cálculo de estadígrafos E espatulada a) Estadígrafos de un tipo determinado T tosca b) Estadígrafos de un contexto determinado L:: alterada 2.—Tablas de Contingencia TIPODIECORA: Tipo de decoración (ejemplos: INAC, 3.—Aiea de un tipo determinado PAlBiCI) 4.—Area de un tipo decorativo determinado IN = incisa 5.—Area de un tipo decorativoen un contexto IM = impresa 6.—SALIDA AL PROGRAMA PRINCIPAL AC = acanalada DI = digitada UN = ungulada MODULO E: ANALISIS ESPACIAL P = pintada de Al a F3 POSIDECORA: Posición de la decoración (ejem- 1.—índice de diversidad píos = LACU, PAFO, INEX) 2.—índice de heterogeneidad LA = labio 3—Coeficiente de Shannon-Weaver CU = cuello 4.—Indice de diversificación de Rodgers HO = hombro 5—Cociente de localización PA = panza FO = fondo Awatovi, northeastern Arizona», American IN = interior Antiquity, 25, 184-202. EX = exterior CANNON, A. DIAMETRO: Diametro de boca o fondo (cms.) 1983 «The quantification ofartifactural assembíages: ALTURA: Altura del fragmento en vertical (cms.) some implications for behavioral inferences», EOUIVALEN: Equivalente de borde o fondo (%) American Antiquiiy, 48(2), 785-92. GROSOR: Grosor del fragmento (mms.) CIOLEK-TORRFLLO, R. LONGITUD: Longitud &ara fragmentos de galbo) (cms.) 1984 «An altemative model of room function for ANCHURA: Anchura @ara fragmentos de galbo)(cms.) Grasshopper Pueblo, Arizona», en HIETALA, ANGULO: Angulo de inclinación del labio (grados) H.J. (cd.) Intra-site spatial analysis in TIPO: Tipo particular del fragmento (de borde, fondo, etc.; archaeology, Cambridge U.P., Cambridge. ejemplos: GB.4, tipo 4 de los Bordes de cerámica Gris; MFF.2, tipo 2 de los Fondos de cerámica a Mano Fina) CLARKE, DL. 1978 Ana/ytical archaeology (2 cd.). Methuen, Lon- IDENTICO: Num. mv. de fragmento de la misma pieza dres. 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