Anda di halaman 1dari 28

Introducción

Desde la década de 1980 se viene produciendo un cambio en el modelo de capital


pasando de un capitalismo productivo a uno financiero. La única salida planteada
para la crisis es seguir alimentando el modelo de desarrollo basado en el
crecimiento económico de la riqueza de los Estados, incluso para la progresividad
en el ejercicio de los DESC, pero en las condiciones del orden global es imposible
generar condiciones equitativas para un crecimiento económico parejo de las
naciones, lo que hace necesario explorar alternativas de desarrollo acordes con
la satisfacción de los derechos humanos y la sostenibilidad del planeta. Allí
surgen propuestas como el desarrollo humano, que piensan más en el bienestar
de las personas que en las cifras de la macroeconomía.

Los derechos humanos han sido concebidos como un asunto de exclusiva


responsabilidad de los estados, pero ante el enorme incremento de los
patrimonios de las multinacionales y las imputaciones realizadas a estas en
territorios extractivos donde se vulneran derechos, hacen que este actor cada
vez adquiera más relevancia en estos asuntos. Existen instrumentos como el
Global Compact y los acuerdos voluntarios en DIH y DDHH, que comienzan a
fijar criterios de responsabilidad social de las empresas con relación a los
derechos.
Objetivos de la unidad.

Analizar los efectos del modelo económico neoliberal en la concepción y el


ejercicio de los derechos humanos.

Tema 1

Mundo hegemónico y contrahegemonía vs Derechos Humanos

Video La Corporación
Tomado de: [Ver fuente]

Síntesis

Con la caída del muro de Berlín se instala un orden unipolar que coloca al
capitalismo como único modelo posible. Esto hace que se aceleren las reformas
neoliberales permitiendo más acumulación de capital y un deterioro progresivo
de los ingresos de la clase trabajadora y de los derechos de la seguridad social.
El mercado crea un orden global que está por encima de la soberanía de los
Estados y es absolutamente depredador del planeta. Frente a este mundo
hegemónico, gobernado por países industrializados al servicio de los grandes
capitales se han venido levantando diferentes movimientos sociales de
resistencia en todo el mundo.

Preguntas orientadoras

1. ¿Después de la caída del Muro de Berlín en 1989, cuál ha sido el principal


impacto de un mundo unipolar y de la globalización del capital en materia
de derechos humanos?
2. ¿Durante la década de 1990, Estados Unidos se convirtió en la principal
potencia económica, militar, cultural y política del mundo, esto que ha
significado en el orden mundial?
3. ¿Cuáles son los principales elementos de la geopolítica mundial que
definen la permanencia o caída de las hegemonías y cuál es el
comportamiento actual de las potencias sobre los mismos?

Contexto

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, se empezó a configurar un nuevo orden


mundial en el que los polos centrales de desarrollo no estaban ubicados dentro
de Europa. En efecto, hasta la Segunda Guerra más de la mitad del mundo eran
colonias y los Estados europeos que marcaban la pauta económica y la mayor
influencia en la geopolítica mundial eran Gran Bretaña, el gran imperio hasta
entonces, y Alemania, país puntero en la revolución industrial.

Después de la guerra, una Europa semidestruida, con una economía eclipsada,


con muchas deudas y gente en la miseria, tuvo que aceptar que los polos de
lucha por la hegemonía mundial se desplazaran a los Estados Unidos de América
y a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que aunque tenía un
importante territorio en el continente europeo, no se concebía a ninguna de sus
repúblicas como parte del proyecto de hegemonía cultural europea. El escenario
de postguerra entregaba pues un modelo de Estado fascista aparentemente
derrotado y dos modelos antagónicos en disputa de la hegemonía mundial: el
capitalismo y el comunismo.

El conflicto entre estas dos visiones diferentes de concebir la organización del


Estado, la sociedad, la economía y las libertades individuales estuvo presente en
la configuración del nuevo orden mundial y el principal escenario de discusión
fue precisamente el de la construcción de una institucionalidad y un derecho
internacional con pretensiones de una jurisdicción universal.

En el seno de discusiones de las Naciones Unidas se presentaron los debates


entre las visiones capitalistas y socialistas. Desde 1948, la institucionalidad
financiera internacional se edificó con un enfoque liberal, las llamadas
instituciones de Breton Woods: El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el
Banco Mundial se construyen bajo cánones estrictamente capitalistas. Pero en
otras instituciones como el Consejo de Seguridad o en el diseño de los
instrumentos universales sobre derechos humanos las tensiones estuvieron más
parejas.

Es el caso de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Tanto


los derechos de la libertad, pregonados por el bloque capitalista y los llamados
de igualdad o bienestar, defendidos por los modelos socialistas, estuvieron
dentro del listado de los 30 derechos, todos reconocidos como universales y
como integrales, necesarios para la vida digna de todos los pueblos y sus
nacionales.

Pero la Declaración aunque es un importante reconocimiento moral de


obligaciones de la comunidad internacional, esta per se, no contiene
disposiciones vinculantes o sancionatorias que permitan asegurar el cabal
cumplimiento de las disposiciones. Por ello fue necesaria la construcción de un
convenio internacional, instrumento del derecho internacional que si contiene
clausulas exigibles a los Estados. Pero la discusión sobre la exigibilidad de
derechos fundamentales liberales, por encima de derechos económicos y
sociales y viceversa, hizo que para 1966 se presentaran dos pactos diferentes
para los Estados que quisieran suscribir su vinculación con la exigibilidad de los
Derechos Civiles y Políticos o Derechos Económicos Sociales y Culturales.

Este esquema de derechos liberales y derechos sociales como algo antagónico y


no como algo integral, marcó la diferencia ideológica y de construcción de
modelos de desarrollo económico y social durante todo el periodo bipolar de la
denominada Guerra fría. No obstante, había un importante grupo de países que
creían en la integralidad de ambos tipos de derecho y suscribieron ambos pactos,
reivindicando un modelo de desarrollo no alineado a ambos polos, este grupo
fue conocido como los No alineados, y del cual Colombia hizo parte, incluso
ratificó ambos pactos en 1968.

Cada bloque ideológico tenía sus medios particulares de control y de propaganda


para defender las bondades de cada modelo. En varios países comunista el
régimen se mantuvo debido a la rigidez del totalitarismo de Estado y la negación
de muchas libertades individuales. En el caso de los capitalistas, la
competitividad, la acumulación y los incentivos a la clase trabajadora hacían
parte de las llamadas alternativas democráticas del mercado para mantener un
orden de las cosas desigual en relación a los Estados y a la sociedad al interior
de los mismos. Estos sofisticados instrumentos para mantener el modelo liberal
aceptado socialmente han sido el derecho laboral, el fordismo 11, incluso, las
concesiones del Estado de Bienestar.

El derecho laboral porque se basa en contrapartidas para que las personas


acepten la condición de subordinación y contradicción. En igual sentido, apareció
la contraprestación taylorista, la reducción de la jornada y el salario eran
necesarios para mantener el consumo y el American way of life que se extendió
a Europa a través del plan Marshall. El contrato laboral permite una relación
desigual por la tesis del ejército industrial de reserva, que consiste en que no
hay trabajo para todos, para de esta forma poder regular salarios y así, que la
clase trabajadora haga conciencia de la condición de explotados.

Se han realizado una serie de promesas, incluso constitucionales, a la clase


trabajadora para mantener esta forma de vida de acceso al consumo: estatuto
propio, ampliación de garantías por convenios colectivos, mecanismos
institucionales para la resolución de conflictos, control de conflictos mediante
medidas preventivas, corporativismo, concurrencia del Estado en la asistencia
social, acceso al consumo, prevención de guerras.

Pero a partir de 1973, con la crisis del petróleo, se aumentan los costos de
producción y se plantea que es necesario mantener los márgenes de ganancia y
menos intervención del estado en las relaciones de mercado y de trabajo. Para
ello se crean nuevos métodos de gestión empresarial y de innovaciones
tecnológicas. Desde ahí, el trabajo se ha venido asumiendo como un mercado
de fuerza de trabajo barata y no como un derecho. Esto ha llevado a crear figuras
que deterioran los derechos adquiridos por la clase trabajadora a nivel orbital.

La caída del muro de Berlín y la instalación de un mundo unipolar, ha permitido


que el capitalismo de mercado deje de hacer concesiones a los trabajadores y
por el contrario, se observa que muchas de ellas se vienen recortando
progresivamente en todo el mundo. A partir de finales de la década de 1980 las
víctimas fueron los países latinoamericanos, pero en la última década los países
asiáticos y europeos también han entrado en la ola de asumir las directrices de
las instituciones de Breton Woods.

Este mundo unipolar es en esencia capitalista, marca una hegemonía cultural


occidentalista. Estados Unidos marca una supremacía militar sin precedentes en
la historia de la humanidad. La tiranía de los mercados financieros muestra que
las ideas neoliberales de la desregulación de la economía y la nula intervención
del Estado están cada vez triunfando más. Esta hegemonía se ha logrado
posicionar gracias a las nuevas tecnologías digitales de la información y la
comunicación, que precisamente logran su mayor desarrollo en la etapa
inmediatamente posterior a la caída de la Cortina de Hierro en 1989. Este modelo
se presenta como de evolución y desarrollo natural, como una consecuencia
necesaria de los tiempos, que no se cuestiona y para ello utiliza como principal
discurso de propagación el de la globalización.

La globalización ha presentado cambios en los últimos decenios, cambios que


aunque no son nuevos han adquirido una relevancia espectacular:

o Especulación: hemos transitado de un capitalismo soportado en el patrón


oro a un capitalismo especulativo basado exclusivamente en la confianza
en los mercados.
o Fusión de capitales: La fusión acelerada de capitales se ha multiplicado
por siete en los dos últimos años, como consecuencia la propiedad se ha
concentrado aun más en menos manos.
o Deslocalización: es un proyecto en práctica por el cual se trasladan las
empresas a lugares donde los costos de producción son más baratos,
explotando todas las posibilidades de rendimientos de beneficios que se
le ofrecen al empresario: mano de obra barata, bajos impuestos,
regímenes autoritarios.
o Desregulación: Desaparición de las normas legales que restringen la
movilidad de capitales.
o Redes del crimen organizado: Es el desarrollo de un capital que se mueve
a la trastienda de la legalidad, pero si no hay normas el concepto se diluye,
como en el caso de los paraísos fiscales.

La apuesta principal del capitalismo global esta vinculada a su movimiento a


escala planetaria sin restricciones, tal como se mueve a través de los paraísos
fiscales, o sea que podrá moverse a lo largo y ancho del planeta sin restricciones
arrinconando a los poderes políticos tradicionales. Así los problemas sociales,
humanos y medio ambientales quedaran proscritos.

Hay al menos dos mitos centrales en el proyecto de la globalización. Uno que se


trata de un proyecto uniforme y descentralizado y el otro que tiene una vocación
igualitaria. Se trata de un proceso controlado desde el norte opulento en el que
se destacan tres núcleos de poder después de la Segunda Guerra Mundial: EEUU,
UE y Japón. La mayoría de las empresas están en el norte o son controladas por
aquella, aunque se habla de un crecimiento de los flujos de inversión hacía los
países pobres, África solo recibe el 1% de estos flujos.
Los efectos de la globalización del capital son muy diferentes en todos los países,
arrinconando más a la pobreza a los que ya estaban en esta situación. 3.300
millones de personas viven con 2 dólares al día y 1.200 millones con menos de
1 dólar diario, de todas ellas el 70% son mujeres. La fortuna de las 3 personas
más ricas del planeta equivalen al PIB de los 40 países más pobres. El Banco
Mundial ha calculado la diferencia entre la población con mayores y menores
recursos con la siguiente relación: en 1960 de 30 a 1, en 1990 de 60 a 1 y en
2012 de 80 a 1. Se trata de la sociedad del 20/80, en donde el 20% vive en la
opulencia mientras el 80% está en una lucha feroz por sobrevivir.

Dimensión cultural y política

Se requiere una conciencia de calibrar con cautela la tecnología de la


globalización capital, en especial hay que tener cuidado con el elemento
uniformizador. La principal discusión política en el marco de la globalización del
capital remite a la institución del Estado, que nace de un hecho histórico. Esta
se encuentra sometida a dos flujos de signo contrario: de un lado el crecimiento
militar, visto en la capacidad represiva de los Estados y su sometimiento a las
reglas de la economía y del otro, retrocesos en derechos sociales conquistados.

La geopolítica de la hegemonía

El papel de la energía en el mundo contemporáneo y la ubicación estratégica de


estos recursos sirven para explicar muchas cosas en la geopolítica mundial pero
no de manera determinante. EEUU afronta un serio problema: la economía va
más rápido que las necesidades de energía para producir materias primas. Hoy
importa un 50% de sus necesidades energéticas y en el 2030 será el 65%. En
el debate está la diversificación de fuentes de energía y la racionalización del
consumo, la política tradicionalmente ha consistido en que las reglas de juego
las ponen las empresas petroleras y estas han insistido en: i) Acrecentar el
control de yacimientos de gas y petróleo. ii) Tener control de gaseoductos y
oleoductos y iii) Garantizar que los precios sean aquellos que interesan a la
empresa estadunidense.

En cuanto a las regiones, África occidental tiene una cercanía relativa con EEUU,
las reservas de América Latina, Ecuador, México, Venezuela y Colombia, están
relativamente controladas. Pero el principal conflicto se encuentra en Oriente
Medio (Turquía, Egipto, Palestina, Siria, Irán e Irak), países donde están las
principales reservas mundiales.

La conflictividad de este territorio se debe a que se juntan los 3 viejos


continentes, siendo geoestratégicamente importante la zona, ya que quien
controle la zona tiene la llave del planeta entero. Y geopolíticamente tiene las
mayores reservas fósiles del mundo, el golfo pérsico dispone del 60% de las
reservas mundiales y por eso EEUU quiere su control. Un poco más al norte, en
la cuenca del mar Caspio se encuentra el 10% de las reservas mundiales, con
regiones amplias inexploradas. Estos países hacen parte de la OPEP y por eso
son objeto de la competición EEUU-Rusia, esta última tiene el transporte y la
primera quiere el control. La invasión de Irak se puede observar desde esta
matriz, aunque los costos de la invasión y de infraestructura petrolera no se
compadecen con los de la producción local, sus empresas han disfrutado de
muchos beneficios, incluyendo el de privar a otros países el uso estos recursos.

De otro lado, el 11 de septiembre de 2001 sirvió para acentuar el estado de


cosas de una hegemonía universal. La denominada guerra contra el
terrorismo acentuó un discurso que sataniza la lucha por la justicia dentro del
esquema del terror, algo que invisibiliza las reivindicaciones sociales y políticas
de muchos pueblos e instala un discurso global de la seguridad dictado desde
Washington, que tiende en esencia a ser restrictivo de derechos y libertades. La
guerra contra el terrorismo acentúa los siguientes tópicos:

o El uso político y mediático de la amenaza que supone el terrorismo


internacional. Justificación de intervención y atropellos por el control de
territorios que se ambicionan.
o Reordenación de las reglas del juego de conflictos de larga duración,
amparados en el derecho internacional se violan derechos humanos.
o Restricción de derechos y libertades, con aberraciones legales que
permiten la violación de los mínimos esenciales.
o Crecimiento general del gasto militar planetario, se encuentra en cerca de
1.2 billones de dólares.

Estos últimos 10 años son los más tristes en la trayectoria de la ONU-EEUU hace
lo quiere sin limite de tiempo y espacio con un silencio cómplice de la comunidad
internacional. No se ajustan las intervenciones a la carta de la ONU.

Todo esto ha degenerado que en este momento el orden mundial sea


neoconservador estadunidense, en donde el único problema es desactivar redes
radicales del Islam o del narcotráfico, una visión reduccionista que tiene varias
consecuencias:

o Nos invita a desentendernos de los conflictos concretos.


o La idea de que frente al terror todo vale y que esto implica un compromiso
con los derechos humanos. Por eso la salida negociada a los conflictos no
es importante.
o Promueve la doble moral, tratar diferente a los amigos y a los enemigos.
o Frente al terrorismo solo hay una política policiva y militar y no hay
fórmulas políticas que permita explicar el porqué del terrorismo.
o Firme compromiso de no distribuir responsabilidades a las potencias ni a
sus aliados regionales.

A modo de conclusión se puede plantear que EEUU se constituye en una potencia


hegemónica con rasgos muy especiales en el hecho de que se despliega una
hegemonía por igual en todos los ámbitos importantes, a diferencia de las otras
potencias. Pero cuáles son los principales problemas de la hegemonía de EEUU:
o Problemas económicos y sociales internos muy graves, es la maquina de
pobreza más importante del mundo, tienen más de 46 millones en la
indigencia en las principales ciudades.
o La globalización del capital esta desbocada, fuera de control y puede dar
como resultados antitéticos del capitalismo. Se vuelve el caos el concepto
central para explicar muchas cosas. El capital se hunde por su propia
locura.
o Prepotencia: los imperios han desparecido en la historia por la incapacidad
de ver sus propias limitaciones. El apoyo inmoral a Israel también les
puede pasar factura.
o Existe la posibilidad de que potencias de rangos secundarios hagan
acuerdos entre sí para contrarrestar la hegemonía como la Unión Europea
y Rusia, y China y Japón. Por eso la política exterior de EEUU se basa en
impedir los acercamientos entre esas potencias secundarias.
o Aparición de diferentes movimientos de contestación antimperial basados
en valores muy diferentes.

11. Describe una importante forma de organización industrial de economía de producción en grandes series y
orientada a la distribución. Distintas formas de realización de este tipo de organización industrial se difundieron
por todo el mundo industrial desde los años de la Primera Guerra Mundial hasta mediados de los setenta, en
que este sistema empezó a dejar paso a nuevas formas de organización industrial. En: [Clic para ver articulo
en linea] Consultado el 17 de julio de 2012.

Tema 2

El derecho al desarrollo y las asimetrías globales

Video introductorio La doctrina del Shock, basado en el libro de Naomi


Tomado de: [Ver fuente]

Sinopsis

El modelo de desarrollo se basa exclusivamente en el crecimiento económico


de la riqueza de los estados, incluso para la progresividad en el ejercicio de los
DESC, pero en las condiciones del orden global es imposible generar
condiciones equitativas para un crecimiento económico parejo de las naciones,
lo que hace necesario explorar alternativas de desarrollo acordes con la
satisfacción de los derechos humanos y la sostenibilidad del planeta. Allí surgen
propuestas como el desarrollo humano, que piensan más en el bienestar de las
personas que en las cifras de la macroeconomía.

Preguntas orientadoras
1. ¿Cuál es la relación entre la adopción de un modelo de desarrollo y el
goce efectivo de los derechos humanos de todas las personas en una
sociedad?
2. ¿Es posible acabar con la pobreza sin acabar con la naturaleza del actual
modelo desarrollo capitalista de libre mercado?

Contexto

El asunto del desarrollo ha sido un tema central en la construcción del orden


mundial a partir de la segunda postguerra. Tanto que prácticamente es uno de
las tres principales misiones para las que fue creada la organización de la
Naciones Unidas: la paz mundial, la vigencia de los derechos humanos y el
desarrollo de todos los pueblos. Esto se puede corroborar con la simple lectura
de la Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco el 24 de octubre
de 1945, en el preámbulo y el articulado se pueden encontrar los siguientes
apartes:

“…a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad


y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y
mujeres y de las naciones grandes y pequeñas,

…a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto


más amplio de la libertad,

Artículo 55

Con el propósito de crear las condiciones de estabilidad y bienestar necesarias


para las relaciones pacíficas y amistosas entre las naciones, basadas en el
respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de
los pueblos, la Organización promoverá:

a. niveles de vida más elevados, trabajo permanente para todos, y


condiciones de progreso y desarrollo económico y social;
b. La solución de problemas internacionales de carácter económico, social
y sanitario, y de otros problemas conexos; y la cooperación internacional
en el orden cultural y educativo; y
c. el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo,
idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y libertades”.

Para el cumplimiento de estos propósitos, la propia Carta de las Naciones


Unidas estipuló tres tipos de instituciones: el Consejo Económico y social, las
comisiones e instituciones especializadas y la cooperación internacional. Tres
años más tarde, en la localidad de Breton Wods, en Estados Unidos, las
naciones acabarían de confeccionar la institucionalidad internacional motora del
desarrollo con la adopción de la arquitectura financiera que el desarrollo
equitativo de las naciones pudiera garantizar la dignidad de todos los
ciudadanos del mundo, fue así como se crearon el Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional, como entidades encargadas de financiar el desarrollo
y corregir los desbalances entre el mercado internacional de los países. En esta
reunión ganaron las posturas neoclásicas expuestas a través del jefe de la
delegación de Estados Unidos John Dexter White, que sentó las bases del
comportamiento de estas instituciones desde un esquema completamente
liberal.

En este contexto, se empiezan a separar las teorías puramente económicas de


las del desarrollo. Aunque es claro que no se puede construir modelos de
desarrollo apartados de las tesis económicas que priman dentro de un Estado,
por eso, es que las teorías sobre el desarrollo de la época se construyen desde
los dos principales modelos económicos y sociales que hacían carrera durante
la postguerra: El comunismo y el capitalismo. Las teorías económicas
socialistas estaban ancladas a paradigmas del desarrollo, en su postura más
radical el Estado tiene por objeto garantizar el desarrollo social y el bienestar
igualitario de todas las personas, razón por la que este era el propietario de los
modos de producción y el encargado de repartir igualitariamente los beneficios
y de asegurar las condiciones materiales dignas de todas las personas, con los
recursos disponibles. Pero el capitalismo, a pesar de su amplia trayectoria
desde varios siglo a tras, no tenía construida una teoría del desarrollo, ya que
su paradigma se concentraba en la competitividad individual, solo en la
acumulación privada y no en el desarrollo colectivo.

Este escenario permitió la construcción de una teoría del desarrollo que si bien
se encubo dentro de las categorías económicas capitalistas, traía consigo una
fuerte crítica a un modelo que privilegiaba el aumento de la riqueza de unos
países centrales, concentrados en el norte occidental del mundo, en detrimento
del desarrollo de los países de la periferia. Esta teoría, con un marcado enfoque
estructuralista fue conocida como la teoría de la Dependencia o el Centro -
periferia. Esta teoría tuvo una fuerte acogida en algunos organismos adscritos
al sistema de Naciones Unidas, como la Comisión económica para América
Latina y el Caribe, CEPAL, que durante la década de 1950 tuvo como secretario
ejecutivo, al argentino Raul Prebich, uno de los principales activistas de esta
teoría y que la situó como la piedra angular del trabajo de la CEPAL durante
ese y los siguientes decenios.

Democracia y desarrollo fueron los dos mitos que se abordaron en america


latina durante la década del 50, esta es la lógica de la modernización de los
latinos, con otros dos submitos, revolución (transformación) e integración. Por
eso la teoría del centro – periferia denunciaba las relaciones colonialistas que
aun subsistían en la economía internacional, en donde los países en vías de
desarrollo estaban condenados a la pobreza en una relación desigual, en la que
estos proveían materias primas a muy bajo costo a los países industrializados
del centro y a cambio estos le vendían bienes de capital y de consumo a un
alto costo, generando una gran disparidad en la balanza comercial. Por eso
estos teóricos, principalmente latinoamericanos, planteaban la necesidad de
acabar con la dependencia entregándole un papel muy activo al Estado, en la
economía, el mercado y el desarrollo. Proponían por ello, la sustitución de las
importaciones por el fortalecimiento del tejido productivo de los países
periféricos, mayor inversión pública en infraestructura, la generación de un
importante gasto público social, una fuerte regulación laboral, la protección de
la industria nacional vía aranceles y mayor equidad en el mercado de materias
primas. Pero la regulación del capital por parte del Estado no ha sido nunca
bien vista por los liberales y capitalistas ortodoxos y por eso, aunque esta
corriente logró una fuerte influencia en los gobiernos latinoamericanos hasta la
década de 1980, esta teoría nunca tuvo una aceptación universal y menos en
los círculos de economistas de los países del centro.

Como recuerda Fernando Henrique Cardoso en un artículo que escribió en


1977, para los defensores apasionados de la “lógica del mercado”, la doctrina
Prebisch-CEPAL representaba el caballito de Troya del izquierdismo, porque
cuestionaba la tesis ricardiana de las ventajas comparativas, que era
hegemónica en el centro. En cambio, para las posiciones más ortodoxas
vinculadas al marxismo, las formulaciones de la tesis Prebisch-CEPAL
enmascaraba el carácter clasista del subdesarrollo, porque no dejaban al
desnudo los mecanismos de explotación social y económica propios del sistema
capitalista, dispositivos que aseguraban la subordinación de los trabajadores a
la burguesía y de ésta a los centros imperialistas.

Por eso a Finales los 50 hay cambios en la teoría de la dependencia y comienza


una fuerte recuperación del pensamiento neoclásico (Bauer, Viner, H.G.
Johnson, Haberler, Mynt, entre otros). Estos cambios en la teoría política y
social transitaron hacía la teoría de la modernización basada en mantener el
orden en las sociedades en proceso de cambio. Aquí comienza una separación
disciplinar entre los estudios de desarrollo y los de crecimiento económico.
Estas teorías insisten en el mercado como factor de desarrollo, porque aumenta
la gama de elección de las personas. Se cree que es una salvaguarda política
frente al autoritarismo. Se supone que es garantía de eficacia en la asignación
de los recursos y que aumenta el ritmo de crecimiento. Los neoclásicos
plantean que el proteccionismo distorsiona el crecimiento, destacan las
insuficiencias del Estado en el fomento del desarrollo, insisten en los efectos
benéficos del comercio internacional, critican la industrialización por
desatender la agricultura.

No obstante, las bases de una teoría capitalista del desarrollo no se asentaron


hasta 1965, cuando se le confió a Walt Withman Rostow la elaboración de una
teoría del desarrollo desde la vertiente más ortodoxa del liberalismo, en donde
el crecimiento económico a través de la libertad del mercado fuera el fin último
de cualquier estrategia. Esta tarea la desarrolló Rostow en el libro Las etapas
del crecimiento económico: un manifiesto no comunista (1965). Con un corte
historicista Rostow prácticamente equipara las etapas del desarrollo del capital
a un proceso natural de evolución socio económico. Desde aquí provienen
conceptos como: países en desarrollo o el 0.7% del PIB de los países
desarrollados para la cooperación al desarrollo. La tesis capitalista de Rostow
sobre el desarrollo, la cual es aún vigente, plantea el tránsito por cinco etapas:

1. Sociedad tradicional
2. Etapa de transición o condiciones previas para el despegue económico
3. El despegue a la madurez
4. Camino a la madurez
5. Consumo a gran escala

Pero la contrarrevolución neoclásica del liberalismo no encontraría su versión


más dura hasta la aparición del monetarismo (1973 – 1990), es el
resurgimiento del pensamiento neoclásico más radical entre los economistas
del desarrollo (Balassa, Bhagwati, Krueger, Lal). Estos presentan una crítica
virulenta a la intervención gubernamental, y apuesta por la liberalización
interna (reducción del peso del Estado) y externa (apertura comercial y
financiera). Tuvo una influencia decisiva sobre las ideas y programas de los
organismos internacionales con el Consenso de Washington y su aplicación en
los planes de ajuste. Metodológicamente esto implicó el retorno de la
monoeconomía y poner el crecimiento económico y los ajustes en el centro del
debate. Igualmente, liberalización interna y externa de la economía, y esto
implicó la reducción del intervencionismo estatal, reducción del grado de
protección del mercado interior, para que la apertura a la economía mundial
suponga un incentivo de la eficiencia y competitividad y para eliminar el sesgo
contrario a las exportaciones, inherente a las estrategias proteccionistas.

Las ideas de la teoría de la dependencia prácticamente habían sido desechadas


en la década de 1980, para esto se aprovechó la crisis de la deuda externa que
azotó a América Latina durante todo este decenio. Para 1989, y con el ánimo
de que los acreedores tuvieran seguridad sobre el retorno del capital y el pago
de los servicios de la deuda, la principales entidades financieras multilaterales,
con sede en Washington acordaron una serie de medidas que obligaban a un
doloroso ajuste estructural a los Estados deudores. Este conjunto de exigencias
fue conocido como el Consenso de Washington. En un documento el economista
Williamson sintetizó estos acuerdos en los siguientes puntos: Disciplina
presupuestaria, cambio en las prioridades del gasto público, reforma fiscal, tipo
de interés determinado por el mercado y positivo en términos reales, tipo de
cambio flexible y competitivo, liberalización comercial, apertura a la inversión
extranjera directa, política de privatizaciones, política desreguladora, derecho
de propiedad.

El BM admitía a principios de los 90 la intervención del Estado limitada a


sustentar al mercado y circunscrita a estos campos: garantizar estabilidad
macroeconómica, inversión en capital humano y físico, crear entorno
competitivo para el sector privado, promover el desarrollo institucional,
salvaguardar el medio ambiente y proteger los grupos sociales vulnerables.
Pero el Consenso mostró grandes fallos, no solo en el efecto negativo sobre
derechos económicos y sociales, sino también en la solidez de las metas
macroeconómicas, esto se observó en la transición de los países del Este de
Europa, con la caída de la renta per cápita, en el crecimiento positivo pero
insuficiente para reducir la pobreza en AL y la recurrencia de crisis financieras
(México, Asia, Brasil, Argentina). Por eso, los post consensos han abogado por
el carácter complementario entre estado y mercado, por el reforzamiento de
las capacidades institucionales del Estado y por la aplicación de reformas de
segunda generación (centradas en cuestiones sociales y recuperación el Estado
como factor de desarrollo).

El post consenso moderado fue desarrollado por el Banco Mundial para América
Latina y poyada por Willimason, reconociendo que las reformas de la primera
generación habían recuperado el crecimiento y acabando con la hiperinflación.
Plantea complementar el consenso con cuatro elementos: Mejorar calidad
inversión en capital humano, promover el desarrollo de sistemas financieros
sólidos, fortalecer entorno regulatorio y legal, mejorar la eficiencia del sector
público. El segundo post consenso propuesto por Josep Stiglitz, acusa al
Consenso de defender políticas incompletas, en ocasiones contraproducentes y
de objetivo estrecho. Plantea la necesidad de crear un enfoque descentralizado
y muy respetuoso de la soberanía y las preferencias nacionales y la necesidad
de que los economistas fueran más humildes con sus proyecciones.

A partir de la crisis económica de 2008 hay autores que empiezan a plantear


que hay que frenar la globalización, como volver al proteccionismo, a los
controles de los estados sobre el mercado y las actividades económicas. El
elemento en común de la crisis en los países periféricos de Europa se debe a
déficit en la balanza comercial, no a crisis fiscales.

El derecho al desarrollo en la agenda de las Naciones Unidas

Como se mostró anteriormente, el tema del desarrollo global de las naciones


fue un asunto que se le confió a la organización de las Naciones Unidas desde
su nacimiento. A pesar, de que la Declaración universal de los derechos
humanos contiene varios derechos de los pueblos y económicos sociales y
culturales, que hacen parte del conjunto de los indicadores de desarrollo, este
puede decirse, que se observó claramente como derecho humano a partir de
la Declaración sobre el derecho al desarrollo de 1986

Artículo 1

1. El derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable en virtud del


cual todo ser humano y todos los pueblos están facultados para
participar en un desarrollo económico, social, cultural y político en el que
puedan realizarse plenamente todos los derechos humanos y libertades
fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y a disfrutar del él.
2. El derecho humano al desarrollo implica también la plena realización del
derecho de los pueblos a la libre determinación, que incluye, con sujeción
a las disposiciones pertinentes de ambos Pactos internacionales de
derechos humanos, el ejercicio de su derecho inalienable a la plena
soberanía sobre todas sus riquezas y recursos naturales.

Pero el reinado central de la perspectiva antropocentrista del desarrollo duró


poco, porque para el año siguiente de la Declaración se elaboró el informe
Nuestro futuro común, también conocido como informe Brundtland. Este
documento plantea la necesidad de incluir en el desarrollo la dimensión
ecosistémica, además de la económica y social que siempre habían
caracterizado los estudios y análisis sobre el desarrollo. Este informe marca la
pauta al señalar el profundo deterioro a la capacidad regenerativa del planeta,
comprometiendo seriamente los recursos naturales necesarios para la
supervivencia de las futuras generaciones de humanos.

Por eso acuña el concepto popular de desarrollo sostenible, que en algunos


ámbitos ha evolucionado a desarrollo sustentable, como aquel modelo de
desarrollo que permite el consumo racional de recursos naturales para el
bienestar de las generaciones presentes, sin comprometer los recursos
necesarios para la supervivencia digna de las generaciones futuras.

Este Informe sirvió de preámbulo para comenzar un proceso de concientización


sobre la necesidad de tomar medidas más fuertes de protección del medio
ambiente. Este fue el preámbulo que marco la antesala a la realización de la
Cumbre sobre el planeta realizada en Río en 1992. Aunque esta Cumbre se
quedó más en los reconocimientos formales recogidos en la Declaración de Río,
ya que no ha habido una verdadera voluntad política de las principales
potencias contaminantes de adoptar los protocolos que generan compromisos
en la emisión de gases invernadero y en general en la producción de CO2. Rio
+ 20, realizado a mediados de 2012, muestra la realidad de un planeta en el
que los seres humanos, lejos de corregir el daño que han provocado en la
naturaleza y en la sociedad, siguen acumulando una deuda con la ecología y
los derechos humanos de las comunidades.

La agenda del desarrollo en las conferencias de las Naciones Unidas, continúo


durante toda la década de 1990. Una de las declaraciones más importantes fue
la de Copenhague en 1995. La Cumbre Social constituyó la mayor reunión de
dirigentes mundiales hasta el momento. Allí expresaron la voluntad de
considerar la erradicación de la pobreza, el objetivo del pleno empleo y el
fomento de la integración social como las metas más importantes del
desarrollo. Cinco años después, se reunieron de nuevo en Ginebra en junio del
2000 para evaluar lo que se había conseguido y se comprometieron a adoptar
nuevas iniciativas. Esta cumbre sirvió de antesala a la denominada Cumbre del
milenio, realizada en la ciudad de Nueva York el 8 de septiembre de 2000.
Además de redundar en viejos principios incumplidos, la Declaración del milenio
es recordada más por los Objetivos de desarrollo del milenio que por cualquier
otra cosa. Los ocho objetivos fijados en la Declaración son:

o Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre.


o Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal.
o Objetivo 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la
mujer.
o Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil.
o Objetivo 5: Mejorar la salud materna.
o Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.
o Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
o Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

Pero este tímido avance recogido en ocho objetivos y diez metas se vio
prontamente opacado por las alternativas escogidas para el logro de estos
propósitos. Nuevamente en el Consenso de Monterrey de 2002, la comunidad
internacional se inclinó por la influencia de los neoclásicos liberales concibiendo
que el desarrollo y los objetivos del milenio se lograban gracias al libre
intercambio de mercado y a la generación de condiciones para el
establecimiento de la inversión extranjera directa. A la cooperación
internacional para el desarrollo le entregó el papel marginal de intentar
compensar los desequilibrios de la balanza comercial en las economías menos
desarrolladas. Con relación a la cooperación se preocupó más por su eficiencia
que por el volumen suficiente de recursos para apalancar alternativas de
desarrollo que efectivamente derroten la pobreza y la vieja promesa de un
0.7% del PIB de las naciones industrializadas, prácticamente quedó en el
olvido.

Durante la siguiente década, se presentaron una serie de declaraciones


internacionales que reforzaban y planteaban mecanismos para lo que se
denominó la eficiencia y armonización de la ayuda oficial al desarrollo, AOD. La
declaración de Roma de 2003 habla de la armonización que deben tener los
donantes en los objetivos de los programas y la destinación geográfica de la
AOD. La declaración de París de 2005, por su parte, habla de la necesidad de
medir la cooperación al desarrollo por resultados globales, que permitan
verificar la eficacia y la eficiencia de la inversión de los recursos, además
recomienda mecanismos como planes y presupuestos plurianuales, focalización
territorial de la AOD, utilización de los planes y los mecanismos oficiales de las
naciones destinatarias de la ayuda, estandarización de indicadores, entre otros
criterios administrativos y economicistas que poco tienen que ver con la
verificación objetiva que deben hacer los indicadores de desarrollo: la plena
satisfacción de los derechos humanos.

El modelo de desarrollo dominante

En la actualidad el modelo dominante es el capitalismo de mercado, modelo


económico que somete las expectativas de desarrollo de pueblos y personas.
Esto a pesar de que se han realizado un gran número de reuniones y
declaraciones por parte de la comunidad internacional que buscan matizar el
hecho de que el crecimiento económico sea la única forma de generar
desarrollo, una fórmula que se ha probado como absolutamente incorrecta. La
propia Declaración de Copenhague de 1995 reconoce las enormes asimetrías
globales: “La riqueza total de las naciones se ha septuplicado en los últimos 50
años y el comercio internacional ha aumentado en forma espectacular.”

Esto mientras en un aparte subsiguiente reconoce que:

En muchas sociedades, tanto en países desarrollado como países en


desarrollo, ha aumentado la distancia que supera a los ricos de los
pobres. Además, y a pesar de que muchos países en desarrollo están
creciendo con rapidez, también es mucha la distancia que separa a los
países desarrollados de los países en desarrollo, particularmente los
menos adelantados.

Más de 1000 millones de habitantes del mundo viven en pobreza


extrema y la mayoría de ellos padece hambre cada día. Una gran
proporción, en su mayoría mujeres, tiene un acceso muy limitado a los
ingresos, a los recursos, la educación, la atención de la salud o la
nutrición, especialmente en África y los países menos adelantados.
(Declaración de Copenhague, 1995)

La comparación de los datos es contundente, mientras la riqueza global ha


crecido 7 veces en 50 años, el porcentaje de la pobreza ha variado poco, de
hecho, a partir de la crisis económica de 2008 se calcula que 100 millones de
personas por año son lanzadas a la pobreza. En vez de reducir la pobreza, el
enorme crecimiento económico en este medio siglo ha servido para acabar con
una cuarta parte de la capacidad regenerativa del planeta. Con estas cifras, no
hay que hacer mucho discernimiento para comprender que de mantener el
actual modelo de desarrollo es imposible acabar con la pobreza sin acabar
primero con el medio ambiente. La lógica del modelo capitalista de libre
mercado consiste en entender que todo es mercancía y que por ello no hay
límite para el crecimiento económico y a su vez, para la acumulación de
riqueza. Al crecimiento económico no le importa acabar con la pobreza, por eso
es necesario pensar en modelos de desarrollo alternativos que piensen primero
en el ser humano y la naturaleza, y después en las frías cifras de la
macroeconomía, solo así la humanidad tendrá un compromiso verdadero con
los derechos humanos y la dignidad de todas las personas y de esta forma, el
desarrollo más que una fórmula se convierta en un derecho humano, lo que
Naciones Unidas ha venido planteando como desarrollo humano, según la tesis
propuesta por Amartya Sen.
El caso colombiano

Colombia es el país más inequitativo de la región más inequitativa del planeta.


Su coeficiente Gini, que mide la concentración de la riqueza, a junio de 2012
es del 0,58 (Revista Semana, 2012). Esto significa que la pobreza en Colombia
está en cifras cercanas al 45% (la nueva medición del gobierno habla de 38%),
o sea que más de 20 millones de personas no alcanzan a tener lo mínimo para
vivir dignamente. Aunque estas cifras son escandalosas, la situación más
indignante se presenta en el campo colombiano, en donde más de 10 millones
de campesinos viven prácticamente en la indigencia, con uno de los coeficientes
Gini de concentración de tierra más altos del planeta, alrededor del 0,89 (PNUD,
2011). Todos estos datos evidencian que el 10% de la población más rica se
lleva la mitad de los recursos, mientras el 10% más pobre solo alcanza a arañar
el 0,6% del PIB (Revista Semana, 2012).

Las crisis económicas en el País han sido una oportunidad para implementar la
ortodoxia neoliberal con el único propósito de incrementar la brecha social
haciendo a los ricos más ricos y a los pobres más pobres. Todas las reformas
implementadas, incluyendo una reforma laboral a través de la Ley 789 de 2003,
se han impuesto con el propósito de ser más competitivos para la generación
de empleo, algo que ha precarizado ostensiblemente a la clase trabajadora. El
Departamento Nacional de Estadística reportaba a diciembre de 2011 una tasa
de desempleo cercana al 10%, una cifra bastante mentirosa, ya que el nivel de
empleo informal se encuentra entre el 55 y el 60 por ciento, es decir que de
cada 10 personas económicamente activas solo 4 tienen un contrato laboral y
el resto viven del rebusque. Pero los que tienen contrato laboral tampoco se
encuentran seguros, solo 1 de cada 10 colombianos trabajadores tiene un
contrato a término indefinido.

La precariedad en la vinculación laboral también tiene un impacto negativo muy


fuerte en la seguridad social, ya que si la economía del trabajo se mueve desde
la informalidad todos estos recursos se escapan del sistema y con ello se tiene
una alta población desprotegida, el tema en materia de pensiones es dramático,
solo 1 de cada 5 personas mayores de 60 años tiene acceso a las pensiones, el
resto depende de la caridad de la familia y en el peor de los casos se encuentra
en la indigencia. Para junio de 2011 la Secretaría de Salud de Medellín había
evaluado a 138.606 personas de la tercera edad para ingresar para obtener
salud subsidiada con un puntaje igual o inferior a 54.86, señalado por el
Ministerio de Protección Social (MPS) como corte para identificar a la población
más pobre y vulnerable para el subsidio de salud, lo que refleja dicha realidad
en la ciudad

Los estudios de casos documentados por la Personería de Medellín


respecto a la situación de las personas de la tercera edad, refieren a
abuelas y abuelos, encargadas/os de la manutención de sus nietas e
hijas, sin ingresos económicos seguros ya que nunca contaron con
empleo formal para acceder a una pensión. En la actualidad se dedican
al desarrollo de actividades informales como oficios domésticos,
cotero/as en las plazas de mercado y ventas de golosinas, entre otras,
pues a los trabajos legales y bien remunerados no tiene acceso este
grupo poblacional 12 y su dramática situación económica los lleva a
habitar zonas marginales en viviendas indignas, construidas en
madera, tejas de zinc y plásticos sin servicios públicos
domiciliarios. Muchos de ellos y ellas viven en una habitación en
los inquilinatos del centro de la ciudad, pagando entre 50 mil y 150 mil
pesos mensuales.

La alimentación es obtenida de diferentes formas, ya sea dada por la


comunidad 13, conseguida en los recorridos 14, o en los restaurantes del
ICBF, dónde más de un beneficiado indica que es la “única comida de
sal” 15 que consumen en el día. Respecto del vestido se observa que
ésta no es una prioridad y que es regalada por fundaciones o la
comunidad. En la asistencia médica, tan importante para esta
población, se observó el incumplimiento de las prerrogativas de ley que
les conceden tratos preferenciales por su condición de vulnerabilidad,
tales como asignar cita médica en dos días o llevar medicamentos a la
casa cuando éstos no se entreguen a tiempo 16. En este contexto los
subsidios de la Administración Municipal, aunque mínimos, se
convierten en muchos casos en la fuente segura de ingresos, siendo
utilizada para la consecución de alimentos o el pago del canon de
arrendamiento. (Santa & Sierra, 2011)

Al igual que en América Latina, los países de la periferia europea que padecen
la crisis económica se han visto obligados a aceptar onerosos créditos a cambio
de las fórmulas que desde hace más de 20 años se construyeron desde el
Consenso de Washington, incluso ahora tienen que aceptar las ampliaciones
que traen la segunda y hasta tercera versión de este consenso. El caso
colombiano, muestra una gran obediencia en el cumplimiento de estos
postulados, con medidas que se imponen aprovechando momentos de crisis y
que la historia evidencia, que lejos de ser transitorias se han naturalizado en
la economía de los países que las han implementado.

Sería importante que la sociedad civil de países como España, Grecia, Portugal,
Irlanda, Italia y de todos los demás países avocados a recortes y rescates
aprendan de la triste lección que pueden entregar los países de la periferia del
“tercer mundo” y exijan un modelo de desarrollo que ayude a salir de la crisis
con preceptos de equidad y no como lo ha mostrado la historia, haciendo más
ricos a los ricos que han sido responsables de esas crisis.

12. Para ahondar sobre los imaginarios existentes sobre la productividad de la tercera edad ver: Brigeiro
Mauro (2005) “Envejecimiento exitoso” y “tercera edad”: Problemas y retos para la promoción de la salud.
Investigación y Educación en Enfermería, 23(1): 102-109.
13. RIOBACH. Diagnostico Comunitario Alternativo de las comunidades de los Barrios La Cruz y La Honda.
Octubre de 2010.

14. Refiere a la búsqueda de alimentos en casas, tiendas y plazas de mercado.

15. Expresión para referirse a alimento nutritivo completo que por lo general se traduce en almuerzo (medio
día) o cena (noche).

16. Congreso de la Republica. Ley 1171 de 2007. Articulo 12 y 13 respectivamente.

Tema 3

El derecho al medio ambiente y modelo de desarrollo

Derechos de generaciones futuras

Ver video el documental una verdad incómoda,


Tomado de: [Ver fuente]

Sinopsis

Los derechos ambientales son de reciente consagración y parten de la


conciencia de la humanidad del daño irreversible que el modelo de desarrollo y
le hace al planeta y con ello colocan en riesgo la satisfacción de derechos de
las futuras generaciones. En este campo se presenta un conflicto entre los
bienes comunes de la humanidad y los derechos individuales que plantean un
uso competitivo de los recursos naturales.

Preguntas orientadoras

1. ¿Es posible justicia social sin combinar los patrones de relación entre
naturaleza y sociedad?
2. ¿Es posible la sostenibilidad sin cambiar las relacione norte-sur?
3. ¿Cómo impulsar una transición hacia un mundo justo social sin acabar
con los recursos que requieren las futuras generaciones?

Contexto

La Revolución industrial instaló la idea de que el ser humano no tenía límites


para la explotación de los recursos naturales, que en aras del progreso y gracias
a los incentivos que produce la acumulación de riqueza, la actividad productiva
se podía desarrollar sin restricción alguna.

Esta perspectiva también impactó el ámbito jurídico. Hasta mediados de la


década de 1970 el derecho solo se ocupaba de las personas vivas, a lo sumo,
le importaba quienes aún no habían nacido para reclamaciones en las
sucesiones, pero el concepto de los derechos de generaciones futuras no hacía
parte del universo de garantías y protección. Solo después de la Crisis del
petróleo de 1973, la carrera armamentista y la impresionante acumulación de
material radioactivo durante la guerra fría y grandes tragedias ambientales
como la explosión de la Central nuclear de Chernóbil en Ucrania, en 1986 o el
desastre provocado por el barco petrolero Exxon Valdez frente a las costas de
Alaska en 1989, entre muchos otros, provocaron muchas reflexiones respecto
a que el ritmo de explotación de los recursos que provee el planeta pronto se
acabarán y que esto amenaza la continuidad de la especie humana.

Estas preocupaciones no son infundadas, en los últimos 60 años hemos


acabado con cerca de una cuarta parte de la capacidad regenerativa de La
Tierra, sin duda esta es la generación más depredadora, hasta comienzos del
siglo XX, todas las generaciones de humanos en miles de años solo habían
devastado un 2% de los recursos naturales. A eso se suma la alta tasa
demográfica que actualmente soporta el planeta, según el Reloj mundial de la
Oficina del Censo de los Estados Unidos, solo hasta 1840 el mundo alcanzó a
tener sus primeros 1000 17 millones de habitantes, actualmente somos 7 mil
millones y lo preocupante es que los últimos mil millones nacieron en un poco
más de una década.

Uno de los efectos más dramáticos de esta crisis ambiental tiene que ver con
el cambio climático, nunca una especie había sido responsable de un cambio
de era geológica. Por eso, para algunos estamos en una nueva época del
cuaternario, vamos del Holoceno (últimos 12.000 años) al antropoceno. Esta
es una nueva era en la que el metabolismo de la economía mundial controla
los procesos fundamentales de la dinámica global del planeta. Los humanos
como el agente geológico y geomórfico más importante. El cambio global es el
efecto de la economía capitalista en el clima y si cambia el clima cambia todo.

El cambio global es una combinación de causas que se hacen pasar por efectos.
El cambio de los usos del suelo es el principal impulsor de los cambios globales,
estos son a corto plazo y más visibles y es el que alimenta el cambio climático
que es a largo plazo y menos visible.

Para el profesor Carlos Montes, de la Universidad de Córdoba, España, Las


causas directas del cambio climático global son:

o La mercadolatría (idolatría al mercado y al consumo).


o La privatización de los bienes público.
o La globalización.
o Los desequilibrios demográficos.
o El aumento del consumo per cápita.
o La tecnolatría: Sostienen que los impulsores indirectos del cambio son:
la demografía, la ciencia y la tecnología, la cultura y el género.

Estas causas se presentan al asumir un modelo económico depredador sin


control. El capitalismo degrada los ecosistemas y acaba con la biodiversidad. El
capitalismo genera injusticia social, porque se presenta una mercantilización
de servicios y bienes públicos que antes no tenían mercado. Por eso es
necesario un equilibrio entre la coservación y el desarrollo, realmente se trata
de conservación para el desarrollo.

Hay una desigualdad ecológico distributiva, los países pobres apenas están
contribuyendo al cambio global pero son los que más sufren las consecuencias,
de ahí que se presenten conflictos ecológicos distributivos representados
principalmente en la deuda ecológica, esta consiste en el saldo negativo que
dejan los países que tienen una mayor huella ecológica que biocapacidad.

La mayor parte de los análisis sobre las injusticias y desigualdades sociales


entre norte y sur carecen de un análisis ecológico. El impacto se comienza a
generar por los modelos económicos que históricamente han venido
construyendo las potencias industriales a lo largo del tiempo y que han
expandido por todo el mundo a través de los procesos de colonización. Todo el
ganado viene de Eurasia, y la biocarga de los animales domésticos es 4 veces
superiores a la de los humanos, solo por colocar un ejemplo, la emisión de
gases producida por la ventosas del ganado vacuno es superior a la emitida por
los vehículos automotores. Por eso las diferencias sociales se construyen desde
los ecosistemas que rodean las sociedades y por eso, hablar de ecosistemas
sustentables es necesario para un ejercicio integral de los derechos de todas
las comunidades.

La comunidad internacional ha venido tomando conciencia de esta situación,


aunque hay que advertir que han sido más las buenas intenciones que los
resultado tangibles en este campo. Las cumbres y declaraciones que se han
realizados tienen claro el problema pero no ha habido compromisos claros
frente a un cambio universal del modelo de desarrollo imperante, acumulador
y devastador del planeta. La reflexión es clara: ¿Si en 60 años ha crecido 7
veces la riqueza de las naciones a cambio de haber acabado con una cuarta
parte de la capacidad regenerativa del planeta, y aun así tenemos más de 1000
millones de personas en la más absoluta miseria y un 60% de habitantes en la
pobreza, cuántos planetas necesitaríamos para mantener las mismas tasas de
acumulación y al mismo tiempo acabar con la pobreza? Es absolutamente claro
que es imposible acabar con la pobreza y lograr la sustentabilidad de los
recursos naturales con el modelo de desarrollo capitalista imperante.

Uno de los informes que comienza a dar cuenta de la necesidad de integrar la


sociedad, la economía y la naturaleza dentro de las nociones de desarrollo fue
el presentado en la ONU en 1987 y conocido como Nuestro futuro común, o
informe Brundtland. Este informe es el que plantea el concepto de Desarrollo
sustentable, muy en la línea de la Declaración sobre el desarrollo, aprobada
por la Asamblea de la ONU en 1986. El informe Brundtland sería uno de los
principales insumos para la elaboración de los acuerdos de una de las
principales cumbres sobre medio ambiente celebradas en la historia, la Cumbre
de La Tierra, de Río de Janeiro de 1992.

Esta es la base de lo que se conoce como la Convención Marco de las Naciones


Unidas sobre cambio climático, suscrita en Nueva York en 1992, que entró en
vigencia en 1994 y que preveía como instrumento principal de exigibilidad el
Protocolo de Kyoto.

La Declaración de Río de 1992, sobre Medio ambiente y desarrollo retoma los


acuerdos realizados en la Declaración sobre el Medio humano, celebrada en
Estocolmo en 1972, esta es tal vez la primera reunión del Sistema de Naciones
Unidas en la que se debaten a profundidad los impactos del modelo de
desarrollo y la carrera armamentista en la ecología. Al igual que Estocolmo, Río
se quedó en buenos principios sin imperativos que permitieran la
materialización de cambios reales.

Río recoge principios como el derecho a una vida saludable y productiva en


armonía con la naturaleza, el respeto equitativo a las necesidades del desarrollo
y el medio ambiente de las generaciones presentes y futuras, la cooperación
para la erradicación de la pobreza como requisito para el desarrollo sostenible,
reducción de modalidades de producción y consumo insostenible, la
participación de toda la ciudadanía en la gestión del medio ambiente el
desarrollo, leyes eficaces en la protección del medio ambiente, entre muchos
otros principios que se han quedado en un canto a la bandera, porque Río
encarna la propia trampa de que las cosas no funcionen, ya que plantea que
no se puede distorsionar el mercado, excusa que ha servido para que los
estados no tengan un compromiso mayor.

Por su parte, el Protocolo de Kioto, elaborado en 1997, tenía el propósito de


trascender los buenos principios para proponerse acciones concretas en
materia de protección ambiental. El Protocolo proponía un plan de acción para
la reducción mundial de al menos un 5% de los 6 principales tipos de emisiones
de gases que producen un efecto invernadero. Pero el Protocolo solo entró en
vigencia en noviembre de 2004, fecha en la que Rusia ratificó el acuerdo, ya
que este solo es exigible con el compromiso de las potencias que producen un
55% de emisiones de CO2. Pero el Protocolo es ineficaz para el logro de estas
mínimas metas, ya que el mayor contaminante, Estados Unidos que produce el
25% de las emisiones globales de CO2 no lo ha ratificado y las economías
emergentes como la China, la India y la Brasilera, en el momento no se veían
tan contaminantes.

Entre 2008 y 2012 se esperaba lograr la meta de reducción de un 5% con


relación a las emisiones de 1990, habrá que esperar la evaluación de final de
año, pero por lo visto en la XV Reunión sobre Cambio Climático de Copenhague,
2009, aun no se logra el compromiso político de las potencias, incluyendo las
emergentes, para que esto se pueda lograr y por el contrario, la feroz
competencia del mercado internacional ha hecho que se haya disparado el
consumo de combustibles fósiles, siendo los compromisos post Kyoto por ahora
gaseosos y poco vinculantes, situación que poco corrigió la siguiente
conferencia de Cancún en 2010.

Dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, también se construyeron


objetivos de sostenibilidad ambiental, y se plantea que los servicios que
generan los ecosistemas son la base de bienestar humano. Estos servicios son
al menos de: abastecimiento, regulación y culturales. El capital natural es una
herramienta clave en la lucha contra la pobreza, por eso es necesaria una
cooperación basada en el capital natural y la transversalización del objetivo 7
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Video la intervención de José Mujica, Presidente del Uruguay, en Cumbre Río + 20


Tomado de: [Ver fuente]

El derecho al medio ambiente en la Constitución Política Colombiana

En relación con la protección de la riqueza natural y cultural de la Nación, el


artículo 8º de la Constitución Política establece como obligación fundamental
del Estado y de los ciudadanos velar por el cuidado de las riquezas culturales y
naturales de la Nación. Además, en el capítulo de derechos colectivos (arts. 79
y 80 C.P.) y obligaciones específicas (art. 95-8 C.P.), se fijan los patrones
generales que rigen la relación entre el ser humano y su entorno.

La Corte Constitucional ha desarrollado una jurisprudencia garantista de la


protección del medio ambiente y desde muy temprano comenzó a establecer
los criterios fundamentales de este marco de protección, en lo que ella misma
ha llamado el concepto de Constitución ecológica, el cual se encuentra recogido
en la Sentencia T-411 de 1992, por medio de la cual se dio inicio a este en la
jurisprudencia colombiana. Señala la Sentencia

La protección jurídica del medio ambiente es hoy una necesidad universalmente


reconocida, una necesidad socialmente sentida, de dar una respuesta
contundente a las intolerables agresiones que sufre el medio ambiente.

El desarrollo sin planificación y los avances científicos fueron ampliando


considerablemente el impacto industrial en el entorno.

El problema ecológico y todo lo que este implica es hoy en día un clamor


universal, es un problema de supervivencia.

Para esta Sala de Revisión, la protección al ambiente no es un "amor platónico


hacia la madre naturaleza", sino la respuesta a un problema que de seguirse
agravando al ritmo presente, acabaría planteando una auténtica cuestión de
vida o muerte: la contaminación de los ríos y mares, la progresiva desaparición
de la fauna y la flora, la conversión en irrespirable de la atmósfera de muchas
grandes ciudades por la polución, la desaparición de la capa de ozono, el efecto
invernadero, el ruido, la deforestación, el aumento de la erosión, el uso de
productos químicos, los desechos industriales, la lluvia ácida, los melones
nucleares, el empobrecimiento de los bancos genéticos del planeta, etc., son
cuestiones tan vitales que merecen una decisión firme y unánime de la
población mundial. Al fin y al cabo el patrimonio natural de un país, al igual
que ocurre con el histórico - artístico, pertenece a las personas que en él viven,
pero también a las generaciones venideras, puesto que estamos en la
obligación y el desafío de entregar el legado que hemos recibido en condiciones
óptimas a nuestros descendientes.

El hombre no es el amo omnipotente del universo, con carta blanca para hacer
impunemente lo que desee o lo que le convenga en un determinado momento.
Y, como sostiene el humanista Vaclav Havel, el mundo en que vivimos está
hecho de un tejido inmensamente complejo y misterioso sobre el cual sabemos
muy poco y al cual debemos tratar con humildad.

De esta forma, la disposición y explotación de los recursos naturales no puede


traducirse en perjuicio del bienestar individual o colectivo, ni tampoco puede
conducir a un daño o deterioro que atente contra la diversidad y la integridad
del medio ambiente como un todo. Por ello, el desarrollo sostenible, la
conservación, restauración y sustitución, hacen parte de las garantías
constitucionales para que el bienestar y el quehacer productivo-económico del
ser humano se efectúe en armonía y no a costa o en perjuicio de la
naturaleza. 18

En el anterior sentido la Alta Corporación en Sentencia C-126 de 1998, precisó


la triple dimensión que la Constitución ecológica tiene dentro del ordenamiento
colombiano, en los siguientes términos

De un lado, la protección al medio ambiente es un principio que irradia todo el


orden jurídico puesto que es obligación del Estado proteger las riquezas
naturales de la Nación. De otro lado, aparece como el derecho de todas las
personas a gozar de un ambiente sano, derecho constitucional que es exigible
por diversas vías judiciales. Y, finalmente, de la Constitución ecológica derivan
un conjunto de obligaciones impuestas a las autoridades y a los particulares.

La Corte Constitucional al reconocer los factores perturbadores y el riesgo que


enfrenta el medio ambiente que le ocasionan daños irreparables e inciden
nefastamente en la existencia de la humanidad, la Corte ha sostenido el
carácter de derecho fundamental por conexidad, al resultar ligado
indefectiblemente con los derechos individuales a la vida y a la salud de las
personas 19

el riesgo al cual nos enfrentamos no es propiamente el de la destrucción del


planeta sino el de la vida como la conocemos. El planeta vivirá con ésta o con
otra biosfera dentro del pequeño paréntesis biológico que representa la vida
humana en su existencia de millones de años, mientras que con nuestra
estulticia sí se destruye la biosfera que ha permitido nacer y desarrollarse a
nuestra especie, estamos condenándonos a la pérdida de nuestra calidad de
vida, la de nuestros descendientes y eventualmente a la desaparición de la
especie humana. (Corte Constitucional, 2002) Subrayado por fuera del texto
original.

La Alta Corporación ha manifestado que la Constitución proporciona una


combinación de deberes contiguo al reconocimiento de derechos, que permiten
advertir una visión del asunto ambiental desde los puntos de vista ético,
económico y jurídico

Desde el plano ético se construye un principio biocéntrico que considera al


hombre como parte de la naturaleza, otorgándoles a ambos valor. Desde el
plano económico, el sistema productivo ya no puede extraer recursos ni
producir desechos ilimitadamente, debiendo sujetarse al interés social, al
ambiente y al patrimonio cultural de la Nación; encuentra además, como límites
el bien común y la dirección general a cargo del Estado. En el plano jurídico el
Derecho y el Estado no solamente deben proteger la dignidad y la libertad del
hombre frente a otros hombres, sino ante la amenaza que representa la
explotación y el agotamiento de los recursos naturales; para lo cual deben
elaborar nuevos valores, normas, técnicas jurídicas y principios donde prime la
tutela de valores colectivos frente a valores individuales. (Corte Constitucional,
2002)

El ambiente sano, como se ha mencionado forma parte de los derechos


colectivos cuya esencia transciende el concepto de derecho individual para
radicarse en el ser social, el cual incumbe, además, a cada una de las esferas
que componen el entramado social, de manera que su conservación impone
deberes correlativos a los particulares, la sociedad, las empresas, al Estado y
la comunidad internacional. (Corte Constitucional, 2008)

En conclusión, la relación humana con el medio ambiente no puede continuar


siendo antropocentrista, dicho esquema de correlación es el germen de la
autodestrucción, por tanto se torna inaplazable y necesario entender que todo
está holísticamente enlazado y que la protección, va más allá de la mera
normativa y su cumplimiento, puesto que lo que está en juego no es solo la
subsistencia de la especie humana, sino la vida como un todo 20.

17. Ver en: [Ver articulo en linea]

18. Constitución Política (arts. 332, 333, 334 y 366 C.P). Declaración de Río, principios 1, 3 y 4.
19. Colombia, Corte Constitucional. Sentencias T-092 de 1993, C-432 de 2000, C-671 de 2001, C-293 de
2002, C-339 de 2002, T-760 de 2007 y C-486 de 2009.

20. Para mayor información relacionada con la Constitución ecológica o ambiental pueden consultarse, entre
otras, las Sentencias T-411/92, C-305/95, C-671/01, T-760/07, C-750/08, C-944/08, C-443/09 y T-356/10.

Bibliografía y Cibrgrafía de la unidad

Mondragón, Héctor. (2007). La estrategia del imperio: todo para el


capital trasnacional. Bogotá: Plataforma interamericana de derechos
humanos, democracia y desarrollo.

Chomsky, Noam. (2004). Hegemonía y supervivencia. Barcelona:


Ediciones B.

Kalmanovitz, Salomón. (2005). Recesión y recuperación de la


economía colombiana. Nueva Sociedad. (192), 91-116.

República de Colombia. Ley 50 de 1993. Congreso de la República.

PNUD. (Septiembre de 2011) Informe nacional de desarrollo


humano. Bogotá.

Santa, Johanna, Sierra, María C. (2011). Derechos humanos de la


tercera edad: “Derecho a un nivel de vida adecuado y al trato
digno”. Informe semestral sobre la situación de derechos humanos
en Medellín.

Naciones Unidas. (1995). Declaración sobre el desarrollo social.


Copenhague.

Naciones Unidas. (2000, septiembre). Declaración del milenio.


Nueva York.

Gabay, Ruth. (2008, mayo). Revisitando a Raúl Prebisch y al papel


de la CEPAL en las ciencias sociales de América
Latina. Iconos Revista de Ciencias Sociales. (31), 103-113.

Carvajal, Arizaldo. (2009). Desarrollo y Postdesarrollo. Modelos y


Alternativas. Santiago de Cali: Universidad del Valle.
Cibergrafía:

Garay, Luis Jorge. Colombia: Estructura industrial e


internacionalización 1967 – 1996. Biblioteca virtual Luis Ángel
Arango, Banco de la República. Bogotá. Recuperado el 4 de julio de
2012 de [Ver articulo en linea]

Villar Gómez, Leonardo. ¿La economía colombiana se cerró o se


abrió en la década de los noventa? Una nota sobre indicadores de
apertura económica. Recuperado el 5 de julio de 2012 de [Ver
documento]

BID – ANIF. El crédito hipotecario en Colombia: evaluación del


impacto regulatorio post crisis. Bogotá, mayo de 2011. Recuperado
el 5 de julio de 2012 de [Ver documento]

Revista semana del 1 de julio de 2012. Recuperado el 9 de julio de


2012 de [Ver documento]

www.corteconstitucional.gov.co

Sentencias:

República de Colombia, Corte Constitucional. Sentencia C-339 de


2002.

República de Colombia, Corte Constitucional. Sentencia T-299 de


2008.

Ver el video La Corporación Recuperado el 12 de junio de 2012


de [Ver video]

Declaración de Rio Recuperado el 20 de junio de 2012 de: [Ver


documento]

Documental una verdad incómoda Recuperado el 28 de junio de


2012 de: [Ver video]

Intervención de José Mujica, Presidente del Uruguay en Cumbre Río


+ 20 Recuperado el 2 de julio de 2012 de: [Ver video]

Video La doctrina del Shock, basado en el libro de Naomi Klein


Recuperado el 8 de julio de 2012 de: [Ver video]

Anda mungkin juga menyukai