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INVESTIGACIÓN-ACCIÓN PARTICIPATIVA: UNA METODOLOGÍA

INTEGRADORA DEL CONOCIMIENTO Y LA ACCIÓN

INTRODUCCIÓN

Desde las últimas décadas del siglo XX, en la investigación en el campo de las
ciencias sociales, y de manera especial en las ciencias de la educación, han
venido ocurriendo grandes cambios que marcan diferencias significativas en las
dimensiones ontológicas, epistemológicas, éticas y metodológicas, para el
acercamiento al objeto de estudio. Esto implica que estamos ante la presencia
de diversos enfoques de investigación que permiten lograr diferentes miradas,
ángulos, apreciaciones o valoraciones de una misma situación o tema de
estudio. Para González (citado por Cifuentes, 2011, p. 24), los enfoques
“suponen comprender la realidad como totalidad, para dar cuenta de procesos,
estructuras, manifestaciones culturales, que definen la dinámica y organización
social; clarificar las concepciones, comprensiones y sustentos referidos a las
problemáticas, sujetos, contextos, intencionalidades e interacciones. […]”.
Hasta mediados del siglo pasado, la investigación social estaba encuadrada
estrictamente bajo el enfoque cuantitativo, dirigido por el método científico,
propio de las ciencias naturales o ciencias duras, positivista, con características
coherentes con el referido enfoque, como la relación sujeto-objeto, la
experimentación, la objetividad, verificación, validez y confiabilidad como
condiciones indispensables. Posterior a ello se hacen presentes opciones
diferentes para el avance de la investigación en las ciencias sociales y
humanas; progresivamente se asume un nuevo enfoque de corte cualitativo en
los estudios desarrollados en la educación, haciendo uso de diseños
emergentes, novedosos, flexibles pero a su vez rigurosos y sistemáticos, que
ha permitido el progreso del conocimiento a través de la investigación
cualitativa y que marca una gran distancia con el enfoque anterior. Habermas
(citado por Cifuentes, 2011), para explicar las formas de producir conocimiento,
ha propuesto una clasificación que denomina intereses, a saber: técnico,
práctico y emancipatorio. Cada uno de ellos posibilita el desarrollo de variadas
alternativas de investigación, permite definir el sentido o perspectiva con que se
investiga, prioriza algunas categorías de conocimiento de la realidad, define las
intencionalidades, concepciones y camino metodológico del estudio. En
atención a la clasificación de este autor se tiene entonces que existen tres
paradigmas: empírico-analítico, con un interés técnico, con el propósito de
predecir y controlar; histórico-hermenéutico, de interés práctico, con
intencionalidades de ubicar y orientar, y crítico-social o sociocrítico, de interés
emancipatorio o liberador, que se propone develar y romper. Cada uno de
estos paradigmas asume una visión ontológica, epistemológica, metodológica y
ética que orienta al investigador sobre cómo va a encaminar su objeto de
estudio, la realidad; cómo se va a relacionar con el conocimiento, las formas de
conocer esa realidad, incluso cómo va a presentar los hallazgos que emergen
de su investigación. En el caso concreto que nos ocupa, el paradigma crítico-
social o sociocrítico, según Guba (citado por Krause, 1995), da una respuesta
diferente del positivismo y pospositivismo a la pregunta epistemológica,
solucionando el problema de imposibilidad de la neutralidad; incluyendo los
valores explícita y activamente en el proceso de investigación y en atención a
los tres planos o dimensiones tenemos lo siguiente: a) una ontología realista o
realista crítica, b) una epistemología subjetivista, en el sentido de incluir los
valores, y c) una metodología dialógica transformadora. Ahora bien, cada
paradigma amerita una metodología concordante que permita desarrollar los
procesos investigativos; en el caso del crítico-social, la metódica está
representada por la investigación/acción o investigación-acción participativa
que orienta los procedimientos, técnicas e instrumentos acordes con la visión
onto-epistémica asumida por el investigador.

RASGOS DISTINTIVOS

La investigación-acción participativa o investigación-acción es una metodología


que presenta unas características particulares que la distinguen de otras
opciones bajo el enfoque cualitativo; entre ellas podemos señalar la manera
como se aborda el objeto de estudio, las intencionalidades o propósitos, el
accionar de los actores sociales involucrados en la investigación, los diversos
procedimientos que se desarrollan y los logros que se alcanzan. En cuanto al
acercamiento al objeto de estudio, se parte de un diagnóstico inicial, de la
consulta a diferentes actores sociales en búsqueda de apreciaciones, puntos
de vista, opiniones, sobre un tema o problemática susceptible de cambiar. En
palabras de Miguel Martínez (2009, p. 239), “analizando las investigaciones en
educación, como en muchas otras áreas, se puede apreciar que una vasta
mayoría de los investigadores prefieren hacer investigaciones acerca de un
problema, antes que investigación para solucionar un problema”, y agrega que
la investigación-acción cumple con ambos propósitos. Por su parte, Antonio
Latorre (2007, p. 28) señala que la investigación-acción se diferencia de otras
investigaciones en los siguientes aspectos: a) Requiere una acción como parte
integrante del mismo proceso de investigación. b) El foco reside en los valores
del profesional, más que en las consideraciones metodológicas. c) Es una
investigación sobre la persona, en el sentido de que los profesionales
investigan sus propias acciones. Igualmente, señala Antonio Latorre que las
metas de la investigación-acción son: mejorar y/o transformar la práctica social
y/o educativa, a la vez que procurar una mejor comprensión de dicha práctica,
articular de manera permanente la investigación, la acción y la formación;
acercarse a la realidad vinculando el cambio y el conocimiento, además de
hacer protagonistas de la investigación al profesorado. Asimismo, los actores
sociales se convierten en investigadores activos, participando en la
identificación de las necesidades o los potenciales problemas por investigar, en
la recolección de información, en la toma de decisiones, en los procesos de
reflexión y acción. En cuanto a los procedimientos, se comparten discusiones
focalizadas, observaciones participantes, foros, talleres, mesas de discusión,
entre otros.

De lo expresado en las líneas anteriores se puede concluir que la investigación


- acción participativa presenta características bien particulares que la
distinguen de otros enfoques metodológicos y que la hacen más viable para
transformar realidades sociales. Según Pring (citado por Antonio Latorre, 2007,
p. 28), son cuatro las características que presenta esta metodología, a saber:
cíclica, recursiva, porque pasos similares tienden a repetirse en una secuencia
similar; participativa, ya que los involucrados se convierten en investigadores y
beneficiarios de los hallazgos y soluciones o propuestas; cualitativa, porque
trata más con el lenguaje que con los números, y reflexiva, pues la reflexión
crítica sobre el proceso y los resultados son partes importantes en cada ciclo.

DEFINICIÓN DEL MÉTODO


La investigación acción participativa es una metodología que apunta a
la producción de un conocimiento propositivo y transformador, mediante
un proceso de debate, reflexión y construcción colectiva de saberes entre los
diferentes actores de un territorio con el fin de lograr la transformación social.

Es investigación: Orienta un proceso de estudio de la realidad o de aspectos


determinados de ella, con rigor científico.

Es acción: En esta investigación hay acción la cual es entendida no solo como


el simple actuar, o cualquier tipo de acción, sino como acción que conduce
al cambio social estructural; esta acción es llamada por algunos de sus
impulsores, praxis (proceso síntesis entre teoría y práctica).

Es participativa: Es una investigación - acción realizada participativamente. La


investigación no es solo realizada por los expertos, sino con la participación de
la comunidad involucrada en ella.

ELEMENTOS DE LA INVESTIGACION ACCION PARTICIPATIVA

Los elementos definitorios del proceso acción participativa son:

- Conocimiento: Es un proceso de empoderamiento que permite analizar


la historia de las personas y del entorno desde un punto de vista holístico y
reflexivo, para precisar lo que se quiere cambiar de la situación bajo estudio, a
la vez de consentir que las personas y los grupos encuentren sus
potencialidades, admitiendo la de los demás para trabajar sobre la
transformación deseada.

- Formación: Se trata de cultivar el cúmulo de conocimientos adquiridos


previamente con nuevo conocimiento extraído de la situación observada. Crea
un espacio didáctico que se desarrolla en diferentes niveles, tales como: - Nivel
de técnicas aprendidas y aplicadas; - Nivel de vivencias, historia, experiencias
compartidas y expresadas: - Nivel de actitudes, motivaciones,
responsabilidades y enriquecimiento personal, y, - Nivel de desarrollo de las
capacidades de trabajo en equipo, de organización, de los conceptos que
conllevan a la investigación, acción y participación.

- Conciencia: Es un proceso cognitivo de sensibilización e identificación social,


que posibilita la corresponsabilidad y la importancia de participación de todos
los actores involucrados en el fortalecimiento de las acciones que buscan
alcanzar la justicia social.

- Comunicación: Se establece un intercambio de información para lograr el


acercamiento de los grupos, se aprende a escuchar y a expresar las ideas, con
un alto margen de respeto y solidaridad, rompiendo con
las comunicaciones bilaterales. Mezcla la expansión y socialización del
conocimiento, la información sobre los recursos existentes y el acceso a ellos.

- Mediación. Es un trabajo de arbitraje o conciliación, donde se identifican


actores, colectivos e intereses para ubicar los aspectos compatibles entre ellos;
conocer las carencias de la base social, los nudos en las redes de
comunicación, los agentes multiplicadores de la información formales e
informales, para realizar un reconocimiento de todas las partes que se
relacionan en el proceso.

- Proximidad. Son los espacios sociales accesibles, para conectarse con la


gente, sus dificultades e preocupaciones, con el objeto de encaminar
propuestas de empoderamiento, donde se implique a la base social mediante
un estrategia de trabajo de calle, con el uso del lenguaje cotidiano, el uso de
los códigos y símbolos de una comunidad y cierto dominio de los valores que
circulan por la red social.

En todo este proceso cabe resaltar la importancia de dos elementos:

- La comisión de seguimiento. Se trata de una comisión que reúne a todas


las entidades potencialmente interesadas en debatir el proyecto en cada una
de sus etapas: equipo investigador, representantes del tejido asociativo y de la
administración (políticos y técnicos).

- Grupo de investigación-acción-participativa (GIAP). Se trata de un grupo


mixto formado por el equipo investigador y vecinos de la comunidad que tiene
por objetivo participar de forma activa en el proceso.

CARACTERÍSTICAS DE LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN PARTICIPATIVA.

La meta última de la investigación-acción participativa (IAP en adelante) es


conocer para transformar; siempre se actúa en dirección a un fin o un "para
qué", pero esta acción no se hace "desde arriba" sino desde y con la base
social.

CARACTERÍSTICAS DE LA IAP:

•El problema que desencadena el proceso ha de ser identificado por la


comunidad

•Se desarrolla en ambientes naturales

•Se pone en marcha en contextos microsociales

•Es un proceso dialéctico de conocer –actuar

•La comunidad deja de ser objeto y pasa a ser sujeto de la investigación

•Conjuga el conocimiento científico y el saber popular

•Perspectiva holística en la comprensión del problema

•Utiliza múltiples técnicas y recursos metodológicos

•Su finalidad es promover transformaciones en la realidad que se estudia y


mejorar la vida de los sujetos implicados

IMPORTANCIA DEL I.A.P.

Hay la manera tradicional de investigar científicamente, en la cual


una persona capacitada o grupo capacitado (sujeto de la investigación), aborda
un aspecto de la realidad (objeto de la investigación), ya sea para comprobar
experimentalmente una (s) hipótesis (investigación experimental), o para
describirla (investigación descriptiva), o para explorarla (investigación
exploratoria).

Generalmente, en este tipo de investigación, la comunidad en la que se hace la


investigación, o para cual se hace, no tiene injerencia en el proceso, ni en los
resultados; ella, solo puede llegar a conocer las conclusiones, sin quitar
los valores que tiene.

En este siglo, y más, en estas últimas décadas, sin perder el carácter de


cientificidad, han nacido otros enfoques de investigación científica, buscando
mayor participación y apropiación del proceso y de los resultados por parte de
la comunidad involucrada. En estos nuevos enfoques se ubica la Investigación
- Acción - Participación (IAP).

Para otros, las raíces de la investigación-acción (IA) se hallan, en la crisis de


la sociología tradicional y en la crisis del marxismo, que dieron lugar en
conjunto a la llamada sociología crítica.

Uno de sus aspectos claves es el dar el valor que se merece a las acciones
que conducen a procesos de transformación o a cambios estructurales y el
valor que tiene la comunidad participante, particularmente aquella más
necesitada.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL I.A.P

VENTAJAS:

 La participación permite la adecuación de las respuestas desde lo público a


las necesidades y demandas de los ciudadanos.

 La participación y la consulta permiten anticiparse a ciertas demandas


ciudadanas antes de que éstas cristalicen en reivindicaciones que pueden
producir respuestas apresuradas, escasamente planificadas y
probablemente más costosas económicamente.

 La participación favorece una mayor eficiencia en la intervención pública, al


producirse respuestas y propuestas bien orientadas que optimicen recursos:
mejores servicios con iguales recursos.

 La participación profundiza en la democracia y facilita la articulación social.

 La participación introduce las perspectivas de los diferentes actores sociales


en el ámbito de la planificación y la intervención y permite orientar y
gestionar de forma complementaria aquellos procesos planificadores que
han identificado claramente los intereses de los ciudadanos.

 La participación permite alcanzar u obtener el mayor consenso posible,


público/privado/ciudadano, a través de distintos procesos abiertos de
consulta y debate, ya sea dentro del modelo tradicional de participación local
mediante normas y reglamentos de participación local, o bien dentro de las
nuevas estrategias y dinámicas de participación que más adelante se van a
exponer.

DESVENTAJAS:

 Una de las desventajas de la Investigación Acción Participativa, es


el tiempo que se toma, debido a que existen problemas que tienen que ser
solucionados a la brevedad posible.

 Otra desventaja, de la Investigación Acción Participativa es que en muchos


casos la Comunidad manipula al investigador con respuestas falsas o poco
creibles.

 Uno de las desventajas que presenta la IAP, se encuentra en el tránsito de


la teoría a la praxis, de la reflexión a la acción. El investigador tiene,
por fuerza, que alejarse para ver el conjunto, reflexionar y contribuir con
teorías que expliquen los fenómenos sociales. Debe mantener los criterios
científicos de precisión y objetividad. Ha detener la sensibilidad para escoger
las técnicas apropiadas a cada problema, y sobre todo traducir los
enunciados científicos al lenguaje popular, haciéndolos más sencillos, pero
nunca simplificándolos.

 Una limitación es la necesidad de un compromiso de participación por parte


de la comunidad durante un período más amplio que en otros métodos.

 El tiempo que se toma en el desarrollo de la IAP es largo, sin tomar en


consideración existen problemas que tienen que ser solucionados a la
brevedad posible.

 En algunos casos la personas que participan en el proceso de la


investigación acción participativa no reúnen las condiciones y capacidades
requeridas para llevar el proceso adelante, sin tener pleno juicio del papel
que van asumir dentro de la misma.

FORMAS DE ORGANIZAR LA INVESTIGACIÓN (fases, etapas, momentos,


ciclos)
Los investigadores que siguen esta metódica han diseñado una serie de pasos,
etapas, momentos o fases, que difieren en sus denominaciones; no obstante,
su esencia sigue las orientaciones fundacionales que nos dejó Kurt Lewin, en
su clásico triángulo investigaciónacción-formación.

Las fases implican un diagnóstico, la construcción de planes de acción, la


ejecución de dichos planes y la reflexión permanente de los involucrados en la
investigación, que permite redimensionar, reorientar o replantear nuevas
acciones en atención a las reflexiones realizadas. A continuación esbozo
algunas clasificaciones que pueden servir de referentes. Lewin presenta lo que
denomina ciclos de acción reflexiva: planificación, acción y evaluación de la
acción. Por su parte, Stephen Kemmis (1988) organiza dos ejes, que denomina
estratégico, que comprende acción y reflexión; y organizativo, que implica la
planificación y la observación, ambos incluidos en cuatro fases o momentos
interrelacionados e identificados como planificación, acción, observación y
reflexión. Para Pérez Serrano (1998), los pasos o etapas para el acercamiento
con la metodología investigación-acción se inician con el diagnóstico de una
preocupación temática o problema; luego, la construcción del Plan de Acción,
la puesta en práctica del referido plan y su respectiva observación, la reflexión
e interpretación de resultados y la replanificación, si fuera necesaria. Como
seguidora de esta metodología, en mis desarrollos investigativos presento
cuatro fases, a saber: Fase I, descubrir la temática; Fase II, representada por la
coconstrucción del Plan de Acción por seguir en la investigación; la Fase III
consiste en la Ejecución del Plan de Acción, y la Fase IV, cierre de la
Investigación, en la cual se sistematizan, categorizan y generan
aproximaciones teóricas que pueden servir de orientación para nuevos ciclos
de la investigación, creando un binomio entre el conocimiento y la acción,
procesos que coadyuvan a la potenciación de las transformaciones esperadas;
por supuesto que todas estas fases van integradas por procesos reflexivos
permanentes de todos los investigadores involucrados.

La Fase I, relacionada con descubrir una preocupación temática, se puede


llevar a cabo con la búsqueda de testimonios, aportes y consideraciones de los
investigadores interesados en la misma; además, con la práctica de un
diagnóstico planificado y sistemático que permita la recolección de la
información necesaria para clarificar dicha temática o problemática
seleccionada. Al respecto, Antonio Latorre (2007, p. 41) señala que esta
metodología de investigación conlleva “establecer nuevas relaciones con otras
personas. Así pues, conviene desarrollar algunas destrezas respecto a saber
escuchar a otras y otros, saber gestionar la información, saber relacionarse con
otras personas, saber implicarlas en la investigación y que colaboren en el
proyecto”. La coconstrucción del plan de acción, como Fase II, implica algunos
encuentros con los interesados, a fin de delinear las acciones acordadas por
consenso que el grupo considere más acertadas para la solución de la
situación identificada o los problemas existentes en un área de conocimiento,
en una comunidad, una organización, en fin, en una realidad seleccionada. La
Fase III se corresponde con la ejecución del plan de acción que previamente se
ha coconstruido y que representa las acciones tendientes a lograr las mejoras,
las transformaciones o los cambios que se consideren pertinentes.

Por último, pero no menos importante, ni de carácter terminal, la Fase IV


comprende procesos de reflexión permanente, durante el desarrollo de la
investigación, además de la sistematización, codificación, categorización de la
información, y la respectiva consolidación del informe de investigación que da
cuenta de las acciones, reflexiones y transformaciones propiciadas a lo largo
de la investigación. Es necesario resaltar que en los estudios desarrollados
bajo esta metodología, tal como lo señala Miguel Martínez (2009, p. 240), […]
los sujetos investigados son auténticos coinvestigadores, participando
activamente en el planteamiento del problema que va a ser investigado (que
será algo que les afecta e interesa profundamente), en la información que debe
obtenerse al respecto (que determina todo el curso de la investigación), en los
métodos y técnicas que van a ser utilizados, en el análisis y en la interpretación
de los datos y en la decisión de qué hacer con los resultados y qué acciones se
programarán para su futuro. Desde estos planteamientos de Miguel Martínez, y
en los cuales coinciden varios seguidores, se muestra una de las grandes
diferencias que caracterizan esta visión metodológica, en la cual los actores
sociales investigados se constituyen en investigadores activos de sus propias
acciones, con la intencionalidad de conocerlas, interpretarlas y transformarlas.
Ellos participan en los diferentes procesos, en la toma de decisiones y en las
acciones concretas que se van a desarrollar durante la investigación; además,
los frutos de la investigación se convierten a su vez en insumos para mejorar
y/o transformar sus propias prácticas sociales o educativas.

Al respecto, son bien pertinentes las palabras de Miguel Martínez (2009, p.


243) cuando, al referirse a la epistemología de la investigación-acción, destaca
lo siguiente: La ciencia social crítica busca hacer a los seres humanos más
conscientes de sus propias realidades, más críticos de sus posibilidades y
alternativas, más confiados en su potencial creador e innovador, más activos
en la transformación de sus propias vidas, en una palabra, más autorrealizados
como tales; sin embargo, es consciente de su función, y por tanto, trata al
mismo tiempo de respetar su libertad y de ayudarlos pero no sustituirlos en sus
decisiones, para que sean ellos los forjadores de su propio destino. En
resumen, los autores antes señalados coinciden en tener en cuenta la
reflexiónacción-reflexión como procesos básicos para el desarrollo de los
pasos, etapas o momentos de un estudio bajo esta metodología
transformadora y de cambio social.

INTEGRACIÓN DEL CONOCIMIENTO Y LA ACCIÓN A TRAVÉS DE LA IAP

En líneas anteriores se señalan las intencionalidades, los propósitos y las


metas por lograr mediante un estudio delineado bajo la modalidad de
investigación-acción participativa. En estos aspectos subyace el fundamento
central de esta metodología para la construcción del conocimiento y la
consecuente acción, con miras a generar procesos autorreflexivos profundos
en los actores sociales participantes. La IAP es un método en el cual participan
y coexisten dos procesos: conocer y actuar; por tanto, favorece en los actores
sociales el conocer, analizar y comprender mejor la realidad en la cual se
encuentran inmersos, sus problemas, necesidades, recursos, capacidades,
potencialidades y limitaciones; el conocimiento de esa realidad les permite,
además de reflexionar, planificar y ejecutar acciones tendientes a las mejoras y
transformaciones significativas de aquellos aspectos que requieren cambios;
por lo tanto, favorece la toma de conciencia, la asunción de acciones concretas
y oportunas, el empoderamiento, la movilización colectiva y la consecuente
acción transformadora. En cada proyecto de IAP, según Eizagirre y Zabala (s.
f., p. 1), sus tres componentes se combinan en proporciones variables: a) La
investigación consiste en un procedimiento reflexivo, sistemático, controlado y
crítico que tiene por finalidad estudiar algún aspecto de la realidad con una
expresa finalidad práctica. b) La acción no sólo es la finalidad última de la
investigación, sino que ella misma representa una fuente de conocimiento, al
tiempo que la propia realización del estudio es en sí una forma de intervención.
c) La participación significa que en el proceso están involucrados no sólo los
investigadores profesionales, sino la comunidad destinataria del proyecto, que
no son considerados como simples objetos de investigación sino como sujetos
activos que contribuyen a conocer y transformar su propia realidad.

La acertada forma como expresan Eizagirre y Zabala los componentes que


hacen vida en un proyecto de IAP es bien elocuente para identificar cómo a
través de esta metodología de investigación es posible integrar procesos de
acción y participación; la acción en sí misma “representa una fuente de
conocimiento”. Cifuentes (2011) reconoce que Fals Borda es uno de los
principales representantes de la metodología IAP; señala que él propuso que el
conocimiento debe transformar la realidad, hacerse más pertinente en relación
con un método de trabajo educativo renovador, con fundamentos de creatividad
y diálogo. Agrega que Fals Borda afirmó que desde la investigación y la acción
social se pueden promover procesos permanentes de construcción del
conocimiento con rigor, elaborando instrumentos y exigiendo continuidad
(evaluación, control, seguimiento). Asimismo, destaca que María Cristina
Salazar (2006) identifica que la IAP se ha establecido como concepto,
metodología y filosofía de transformación y aprendizaje; una nueva visión de la
sociedad, el conocimiento y la ciencia; trabajando y aprendiendo en acciones
de tipo colectivo, se logra una mejor posibilidad de transformación de una
situación (p. 57). Por su parte, señala Cifuentes (2011) que la IAP combina la
acción con el conocimiento, pues “el conocimiento válido se genera en la
acción” (p. 38); propicia la contextualización de las prácticas sociales, su
explicación dialéctica y global desde diferencias identificadas en forma
participativa. Ubicadas dentro de la concepción de conocimiento dialéctico
(acción, reflexión, teoría, praxis social), las técnicas son instrumentos, no fines.
Los aportes de los autores e investigadores antes señalados, y de muchos
otros que comparten apreciaciones sobre la proyección y alcance de esta
metodología cualitativa, sirven para fundamentar el entramado representado
por los diferentes aspectos y procesos que conformar una investigación bajo
esta modalidad. Ese entramado está caracterizado, entre otros, por los
procesos de observación desde las vivencias propias que dan lugar a un
conocimiento genuino de la realidad estudiada, la participación crítica de los
coinvestigadores como miembros activos dentro del estudio respectivo, las
continuas reflexiones que constituyen el umbral para generar los cambios,
transformaciones o mejoras; la integración de la teoría y la práctica como un
todo, la relevancia del diálogo en que se participa conjuntamente de una
experiencia vital, se comparten información y el entendimiento a través de una
actitud comprensiva con respecto a las acciones y el saber de todos los que
participan en la investigación.

La participación activa y crítica de los actores sociales durante el desarrollo del


proceso heurístico permite la toma de decisiones sobre las acciones por
programar, ejecutar, replantear o reorientar a lo largo de la experiencia, el
análisis y reconocimiento de las dificultades, debilidades y contradicciones en
el ámbito objeto de estudio y las subsecuentes propuestas de acción y
perspectivas de cambio social. La acción comunicativa se torna ineludible en la
generación de propuestas, el establecimiento de canales de comunicación
horizontal entre los diferentes actores sociales e instancias involucradas en la
experiencia, el procesamiento y posterior divulgación de la información
generada en la investigación. En resumen, el conocimiento y la acción se
entretejen en los intersticios de una realidad cotidiana, compleja y dialéctica,
para dar oportunidad a la travesía que permita a los protagonistas
comprometidos reflexionar sobre los diferentes procesos, acciones, estrategias
y actividades involucrados en la problemática que decidan indagar, y, juntos,
conformar propuestas viables para aportar soluciones transformadoras,
emancipadoras e innovadoras.

file:///C:/Users/PC07/Downloads/Dialnet-InvestigacionaccionParticipativa-
4054232%20(1).pdf
https://www.monografias.com/trabajos89/metodo-iap/metodo-iap.shtml

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