La autora del artículo hace énfasis en como el solo hecho de ofrecer vida a cambio de dinero,
convierte al ser humano en un objeto o una “cosa” que se puede adquirir al gusto y preferencia
del cliente, incluso menciona ejemplos en los que las damas buscan tener hijos con las
características que ellas buscan e incluso como un premio a su largo tiempo de soltería.
Se hace mención además que aunque se está prohibido la subrogación gestacional por el colegio
médico del Perú, esta no cumple un papel crucial en su prevención, puesto que las personas que
dan licitación a tal acto son notarios contratados por las mismas clínicas encargadas de estos
hechos, es decir, ellos se autorizan a sí mismos el hecho de llevar a cabo todo el procedimiento.
Está prohibida la fecundación de óvulos humanos con fines distintos a la procreación, así
como la clonación de seres humanos”.
Por lo tanto, en atención al artículo 7 de la ley General de salud, no está permitida, la llamada
maternidad subrogada, ya que la madre gestante debe ser la misma madre genética.
Como conclusión al artículo analizado tengamos presente que el ser humano no puede ser
objeto de comercio. Pues si se da la ocasión en el que los hijos concebidos en un “vientre de
alquiler” se encuentran con que su madre legal no es ni su madre genética, ni su madre gestante,
y además que el derecho no les permite conocer la identidad de la madre genética porque las
donaciones de óvulos son anónimas, crearán un desvinculo con la que hasta ese entonces
conocían como su madre natural.