Participación comunitaria

Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.
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MINISTERIO DEL PODER POPULAR
PARA LAS COMUNAS Y LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
VICEMINISTERIO DE SISTEMAS
DE FORMACIÓN COMUNAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES
LA PARTICIPACIÓN
COMUNITARIA
MOTOR DEL PODER
POPULAR
MAYO, 2014

índice
Toda participación ¿es comunitaria? 7
¿Cuál forma de participación nos beneficia más? 9
¡Ejerce tu derecho a la participación! 18
Vamos a impulsar la participación comunitaria 21
Querer participar 21
Saber participar 22
Poder participar 22
Estrategias para integrarnos 25
El conflicto como fuente de aprendizaje 25
La comunicación 26
Auto y coevaluación 27
¿Cómo manejamos la comunicación, el conflicto

y la evaluación en las asambleas y reuniones? 28
Consejos prácticos para impulsar la participación del pueblo 33
Nuestras organizaciones revolucionarias 39
Recuerda ver el video: «Brigada Mujeres Constructoras

de Aragua» 41
Referencias 43

Toda parTicipación ¿es comuniTaria?
Todos los procesos en nuestras comunidades necesitan de la partici-

pación comunitaria; sin ella no hay proceso, no hay cambios reales,
no se transforma la realidad. En otras palabras, si no participamos en
la solución de las necesidades colectivas, los cambios serán producto
de las decisiones de otras personas, y quienes no participan serán sim-
ples receptores de las consecuencias de estas decisiones.
Es decir, la participación comunitaria no debería ser sólo la asistencia

a las actividades. No basta con que estemos presentes, con ser espec-
tadores o espectadoras; debemos ser «conscientes», es preciso que
reaccionemos, que hagamos algo, que tomemos parte de una u otra
forma en lo que ocurre, aquí y ahora (aunque sólo sea pensar en lo que
vemos y oímos para formar nuestra opinión, para después actuar en
consecuencia)1.
La participación comunitaria no es sólo movilización. No basta con

moverse si no se sabe para dónde se va o se quiere ir. Se trata de te-
ner formación y conciencia política para no caer en manipulaciones y
poder analizar la realidad. Por ejemplo, cuando alguna vecina o vecino
nos convoca a una reunión en la comunidad y nos dice el lugar y la
hora de la misma, pero no nos explica el objetivo que persigue dicha
reunión, si no sabemos para qué es, ¿qué nos motiva a ir? Si descono-
cemos el asunto, no sabemos si es de nuestro interés.
1
José F. De la Riva, «25 provocaciones para la participación comunitaria».Partici-pasión
[blog]. Recuperado el 7 de marzo de 2014, de http://participasion.wordpress.
com/2012/10/22/25-provocaciones-para-la-participasion-comunitaria-revisadas.
La participación cOMUnitaria. MOtOr deL pOder pOpULar 7

Si por el contrario, nos dicen que la reunión es para determinar cuáles
son los materiales que se necesitan para construir una torrentera, y sé
que mi pareja es albañil, me intereso porque él asista ya que conoce el
tema que será tratado en la reunión, y así puedo conocer los asuntos
que forman parte de nuestra vida en la comunidad.
«La participación popular tiene que arrancar de su génesis

y su campo de acción en la comunidad».
Hugo Chávez Frías

Minci, 2006
8 Morralito CoMunal

¿cuál forma de parTicipación
nos beneficia más?
Según como nos involucramos en el día a día de nuestra comunidad

existen diferentes formas de participación:
Informándonos de lo que sucede: Cuando nos centramos en en-

terarnos de las acciones que se realizan en nuestra comunidad, es de-
cir, cuando estamos informados. Por ejemplo, al asistir a las asambleas
del consejo comunal, reuniones por sectores, o al preguntarle al veci-
no o vecina qué se dijo en la reunión, entre otros.
Siendo consultados y opinando: Tenemos la oportunidad de opi-

nar sobre las situaciones que afectan a la comunidad en cuanto a pro-
puestas, acciones, decisiones, etc. Por ejemplo, cuando planteamos
nuestra opinión en diagnósticos comunitarios, censos, encuestas,
realización de charlas o talleres, entre otros.

Decidiendo nuestro futuro: Participamos activamente cuando
ofrecemos una alternativa para responder a una situación, problema
o conflicto que nos afecta como comunidad. Por ejemplo, cuando co-
laboramos activamente en un comité de trabajo del consejo comunal
o participamos en asambleas para decidir los planes que es necesario
emprender o las obras que se aprobarán; cuando en alguna reunión
de la comunidad se plantea un tema que conocemos y proponemos
libremente una posible solución de dicha problemática, de tal forma
que se puede llegar a generar un plan de trabajo.
Ejerciendo la contraloría social: Cuando las personas velan por el

cumplimiento de las decisiones tomadas y tienen los medios para ejer-
cer el control. Por ejemplo, cuando decidimos participar en la Unidad de
Contraloría Social del consejo comunal y velamos porque se cumplan
las decisiones tomadas en asamblea, la ejecución de proyectos apro-
bados en la comunidad, el nivel de cumplimiento de instituciones del
gobierno; o cuando en la comunidad la alcaldía está ejecutando alguna
obra en particular como aceras, caminerías, cunetas. Cualquier vecino o
vecina puede realizar la contraloría, generando niveles de conocimien-
tos de la ejecución de dicha obra y velando porque los recursos sean
exactamente los aprobados para el desarrollo de la misma, entre otros.
Gestionando, ejerciendo autonomía comunal: La comunidad

organizada tiene libertad para ejercer su poder, cuenta con las habili-
dades y los recursos para el desarrollo de planes, programas y proyec-
tos. Asimismo, desarrolla un modelo de gestión para la organización
socioproductiva y fomenta el ahorro comunal. Ha alcanzado o está en
franco desarrollo hacia la autonomía como Poder Popular, rumbo al
Estado Comunal. Así, el desarrollo de proyectos socioproductivos de
cooperativas que forman parte de una comunidad, que efectivamente
trabajan bajo los valores y principios cooperativos, donde exista res-
ponsabilidad y participación de los asociados y las asociadas, se reci-
ban los anticipos societarios y donde la integración se haga desde el
10 Morralito CoMunal

ámbito económico y social, desarrollando los aspectos de la presta-
ción de servicios a la comunidad, son ejemplo de ello.
De igual manera, en las comunas, una empresa de propiedad social

directa comunal de producción agrícola ejercerá autonomía comunal,
siempre y cuando esté constituida por las instancias del Poder Popular
en sus respectivos ámbitos geográficos; exista un beneficio para los
productores y las productoras que lo integran, la colectividad en ge-
neral y el desarrollo integral del país; y realice reinversión social de sus
excedentes en todas las localidades que conforman la comuna, ayu-
dando de esta manera a construir el Estado Comunal2.
2
Artículo 10, numeral 1 de la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal.

Haciendo cayapa en nuestra comunidad, porque colaborando
también se participa: Así como en nuestra comunidad tenemos in-
tereses colectivos, también debemos convivir con nuestras particulari-
dades, y no todas las personas participamos de la misma manera, cada
quien lo hace de acuerdo con su disponibilidad, saberes y experiencias.
Todas las formas de participación son bienvenidas y tienen cabida.
Tenemos personas en nuestras comunidades que aunque no asisten a las
reuniones, colaboran con el desarrollo de la comunidad haciendo otras
cosas de importancia. El desarrollo de una reunión comunitaria es un
ejercicio de participación en el Poder Popular: un grupo de personas se
reúne, organiza una agenda, debate, se escucha, toma decisiones, asume
responsabilidades, ejecuta acciones. Debemos considerar que hay per-
sonas que participan de otra manera; por ejemplo, las que colaboran con
bebidas para la reunión, quien presta el espacio, quien colabora con la
reproducción del material, quien presta las sillas de su casa para la activi-
dad. Todos y todas son bienvenidos y necesarios.
Los jóvenes conforman un grupo valioso que debemos aprovechar. Tal

vez participar en reuniones y/o asambleas no sea lo más atractivo y de
interés para ellos; sin embargo, es común ver a nuestros muchachos y
muchachas colaborando en jornadas de saneamiento ambiental, pinta
de murales, clínicas de deportes y actividades culturales. Es necesario
escucharlos y crear las condiciones para que se involucren –desde sus
intereses– con el desarrollo de la comunidad.
También debemos pensar en las personas que colaboran con las con-
vocatorias a las reuniones. El señor del abasto que día y noche está en
su local, tal vez, alegue «que no tiene tiempo» para asistir a las reunio-
nes y/o asambleas, pero presta su espacio para colocar las convocato-
rias, informa a sus clientes del día y hora de la reunión, y se convierte
así en una herramienta de difusión efectiva. Nuestros adultos mayo-
res que están en la comunidad, tal vez algunos por limitaciones de

movilidad, no asistan a las reuniones, pero también colaboran convo-
cando, animando a otros a asistir y luego informando de los acuerdos.
«No puede haber una juventud acrítica. A la juventud

revolucionaria le corresponde el ejercicio de la rebeldía
crítica y creadora: su participación protagónica es deci-
siva para la batalla sin tregua contra las desviaciones».
Hugo Chávez Frías

Aló Presidente Teórico n.° 5, 23/07/2009

Otras personas prestan sus vehículos para las actividades comuni-
tarias, tocan puertas en las instituciones, apoyan en las jornadas de
limpieza, alertan sobre la presencia de personas con actitudes «sospe-
chosas» en la comunidad, organizan actividades infantiles durante fe-
chas especiales como Carnaval, Día del Niño y Niña, Navidad, vacacio-
nes. Igualmente, hay quienes acompañan al médico de Barrio Adentro
en sus recorridos, hacen el sancocho comunitario, prestan sus herra-
mientas y conocimientos. Éstos son ejemplos de cómo las personas
colaboran participando por el bienestar de la comunidad.
Como miembros de la comunidad debemos identificar y reconocer las

formas apropiadas para lograr que todos y todas –desde sus condicio-
nes y particularidades– participen en nuestro desarrollo como Poder
Popular, rumbo al Estado Comunal.
De acuerdo con nuestra experiencia, ¿cuáles formas de participación

predominan en nuestra comunidad?

Hay que aclarar que todas estas formas de participación son impor-
tantes, pero debemos reflexionar sobre el tipo de participación con el
cual lograríamos mayores beneficios para el desarrollo de nuestras co-
munidades, consejos comunales, movimientos sociales, comunas,
Mesas Técnicas de Agua, cooperativas, Comités de Salud, en el cami-
no al autogobierno comunal. Debemos trabajar como colectivo en la
superación de las debilidades que hacen difícil que los miembros de la
comunidad se incorporen en la participación y organización comuni-
taria, ya que nuestro proyecto socialista de país plasmado en el Plan de
la Patria 2013-2019 requiere que las comunidades no sólo se organicen
para resolver sus necesidades y condiciones de vida, sino que además
se preparen para ejercer el poder.
«La autocrítica debe ser para revisar, para rectificar y

para reimpulsar siempre la revolución por dentro de ella
misma».
Hugo Chávez Frías

Discurso en Av. Urdaneta, Caracas, 6/12/2008

¡ejerce Tu derecho a la parTicipación!
A partir de 1958, las venezolanas

y los venezolanos comenzaron
a vivir un período de democra-
cia. Este sistema de gobierno se
mantuvo durante 41 años estáti-
co, es decir, en una democracia
representativa en la cual los go-
bernantes eran elegidos por la
voluntad del pueblo, y se creía
que sólo elegir a un gobernante
ya era democracia. Pero el pue-
blo no se involucraba en la solución de sus problemas, ni velaba porque
los gobernantes elegidos cumplieran sus funciones con transparencia.
No hay democracia si los dirigentes no están dispuestos a tomar en

cuenta las opiniones de la gente. En este sentido, a partir de 1999,
Venezuela da un giro de 180° grados, gracias a la llegada del Presidente
Hugo Rafael Chávez Frías, quien fue elegido por la vía democrática e
impulsó principios bien fundados y nuevas estructuras para la con-
solidación de una nueva democracia en el país. Así, se pasó de un
sistema democrático estático, representativo y excluyente, a una de-
mocracia participativa cuya fundamentación –no sólo legal sino tam-
bién ideológica– se encuentra enmarcada en nuestra Carta Magna, la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
De esta manera, los problemas más sentidos por la población fueron

el punto de partida para la construcción del socialismo bolivariano,
bajo el principio del control de la gestión por el pueblo organizado.
Así, en revolución tanto el Estado como el pueblo se transformaron.

Un ejemplo de esta transformación es el proceso de regularización de
la tenencia de tierras urbanas, que muestra claramente esta doble di-
reccionalidad en la transformación del pueblo y de las estructuras del
Estado. En Venezuela existen decenas de miles de Comités de Tierra
Urbana y Mesas Técnicas de Agua, millones de personas se hacen car-
go de la mejora de la calidad de sus vidas, y aunque ambas organizacio-
nes forman parte del largo proceso de luchas populares de las últimas
décadas, cobran forma y son impulsadas justamente bajo el gobierno
de Hugo Chávez Frías.
Avanzar en nuestra organización y participación hacia el autogobier-

no comunal se traduce en acabar con los viejos esquemas de relación
entre la institucionalidad y las comunidades, erradicando prácticas
tan dañinas como el burocratismo, el clientelismo y la corrupción. Por

eso, debemos apropiarnos de las condiciones y recursos legales (le-
yes del Poder Popular) y financieros que creó la Revolución; pero estos
recursos no son nada sin lo más importante que es la organización y
participación activa de la comunidad a través de las diferentes figuras
organizativas y socioproductivas creadas (consejos comunales, movi-
mientos sociales, comunas, empresas de propiedad social, cooperati-
vas, grupos deportivos, culturales, organizaciones de vivienda, funda-
ciones, asociaciones, comités).
¿Cuáles acciones pueden ayudar a fomentar la participación y organi-

zación comunitaria en nuestra comunidad?

¡Vamos a impulsar la parTicipación
comuniTaria!
Querer participar: La participación requiere que las personas que

hacen vida en la comunidad quieran participar; esto significa tener
las motivaciones propias, los deseos, sentir la necesidad de participar
como algo valioso y enriquecedor desde el punto de vista personal y
social; identificarse con la tarea, tener conciencia de los intereses so-
ciales y personales, seguridad en las metas y objetivos, credibilidad de
la tarea y en los beneficios esperados.
La participación de la comunidad no puede imponerse por decreto,

ni obligarse por votación mayoritaria, ni forzarse de manera algu-
na. La participación o es voluntaria o no es, lo demás es imposición

o manipulación, no participación comunitaria. Los integrantes de la
comunidad deben, necesariamente, querer participar y eso refleja la
importancia de la motivación para participar, que es preciso cuidar
permanentemente3.
Saber participar: Es necesario que las personas sepan participar, es

decir, tengan la información y la formación necesarias para hacerlo
de forma efectiva. Implica tener los conocimientos y habilidades ne-
cesarios para participar, conocer nuestros derechos y deberes como
ciudadanas y ciudadanos, saber desarrollar las tareas específicas en la
organización, saber comunicarnos, saber mantener el funcionamien-
to con los demás.
Poder participar: Todas las personas tenemos el derecho de par-

ticipar, para ello es necesario que se organicen colectivamente, que
manifiesten sus opiniones y que existan cauces formales a través de
los cuales podamos participar en los asuntos públicos. A través de la
organización, las y los habitantes de las comunidades pueden diseñar
los espacios, formas, vías necesarias que permitan la participación sin
manipulación o restricción de las potencialidades personales y socia-
les; organización para la participación, socialización de la información
y las decisiones. La organización es la condición necesaria de la par-
ticipación comunitaria, por la que hay que trabajar desde el primer
momento.
3
José F. De la Riva, «25 provocaciones para la participación comunitaria».
Partici-pasión [blog]. Recuperado el 7 de marzo de 2014, de http://participasion.
wordpress.com/2012/10/22/25-provocaciones-para-la-participasion-comu-
nitaria-revisadas.

Entonces, motivación, formación y organización se articulan, combi-
nan, compensan, gradúan, se equilibran en el proceso de construc-
ción de la participación comunitaria, de forma dialéctica y dinámica;
es decir, no hay primero y después, sino todo al mismo tiempo inte-
ractuando en cada momento4 .
«Cuando hablamos de revolución, y si de revolución se

trata, es precisamente en el área educativa donde debe
haber un proceso mucho más profundo, ahí es donde
está la verdadera revolución, ahí es donde se construye y
se destruye un pueblo».
Hugo Chávez Frías

Discurso con motivo de los primeros cien días de gobierno,
Palacio de Miraflores, Caracas, 13/05/1999
4
Ibidem.

Busquemos los aspectos que debemos tomar en cuenta para lograr la
participación activa en la comunidad:
24 MORRALITO COMUNAL

esTraTegias para inTegrarnos
El conflicto como fuente de aprendizaje
El conflicto es parte sustantiva de la realidad y parte fundamental del

proceso de participación comunitaria; negarlo, sofocarlo, huir de él
es estéril; es una forma de resistirse al cambio y la transformación, de
combatirlos. El problema no es el conflicto, sino la forma de abordar-
lo y resolverlo; es necesario aprovechar el conflicto como fuente de
aprendizaje, utilizarlo para aprender, para buscar alternativas y nuevas
soluciones a los viejos y nuevos problemas y necesidades5.
Siempre es conveniente asumir la resolución de los problemas desde

lo colectivo, donde todos y todas podamos intervenir y ayudar a resol-
ver la problemática de la comunidad; donde cada integrante de la co-
munidad considere que su aporte es fundamental y necesario para al-
canzar la solución de los problemas y, de esta manera, todos y todas se
nutran de las buenas ideas de los demás estimulando al mismo tiempo
la creatividad y permitiendo una mayor integración para situaciones
más complejas; donde todos y todas nos sintamos comprometidos
con los resultados y se potencien los logros obtenidos. De allí el dicho:
«No hay mal que por bien no venga».
5
Ibidem.

«Yo creo que Venezuela, nuestro pueblo, ha venido ma-
durando para el conflicto, en el conflicto, sobre el con-
flicto. No neguemos el conflicto, no; reconozcámoslo,
nos dice Estanislao Zuleta. Maduremos sobre el conflic-
to y estaremos madurando para la paz».
Hugo Chávez Frías

Mensaje anual ante la Asamblea Nacional, 11/01/2008
La comunicación
En el proceso de participación comunitaria, es esencial hacer énfasis

en todos los momentos y niveles de comunicación en todas las di-
recciones: entre dirigentes y bases, entre los miembros del grupo o
colectivo, entre grupos y comunidad, entre los consejos comunales
y comunas, entre comunidades. Hay que ejercitar (especialmente las
personas promotoras de la participación) la escucha y la observación
activas, utilizar de forma sistemática la pedagogía de la pregunta. En
los procesos de participación comunitaria es necesario plantear ob-
jetivos para el éxito, reconocer, visualizar y celebrar los logros de la
comunidad6.
Es importante entender que la participación activa de cada integran-

te en las comunidades propicia el fortalecimiento y el desarrollo. Se
debe utilizar como instrumento la comunicación participativa, el
espíritu de equipo y la negociación, para lograr la socialización de la
cultura de la participación activa. Entonces, podría decirse que exis-
ten tres actitudes básicas que favorecen la participación y pueden
6
Ibidem.

tornarse imprescindibles en el proceso: la integración, la interacción
y la comunicación.
Durante el proceso de promoción y construcción de la participación

comunitaria, es preciso interrelacionar los micro-procesos, crear re-
des, generar sinergias, favorecer la comunicación y el intercambio de
experiencias entre grupos, sectores, comunidades, comunas y colecti-
vos, e ir sumando fuerzas7.
Auto y coevaluación
La construcción de la participación comunitaria requiere, permanen-

temente, de la evaluación. Debemos autoevaluarnos, aprender de los
aciertos y los errores (los errores son excelentes motores de apren-
dizaje), convertir el proceso, la experiencia de la participación, en la
principal fuente de aprendizaje colectivo. Aprender a trabajar y a cre-
cer juntos8.
7
Ibidem.
8
Ibidem.

¿cómo manejamos la comunicación,
el conflicTo y la eValuación
en las asambleas y reuniones?
Veamos estas situaciones planteadas por Oscar Vivas (2013), en el artícu-

lo «Poder Popular: Consideraciones sobre la Asamblea de Ciudadanos y
Ciudadanas»9.
1) ¿Por qué se hace difícil lograr quórum en las Asambleas

de Ciudadanos y Ciudadanas?
Existen experiencias de consejos comunales donde los voceros y las

voceras se quejan de la apatía y poca participación de sus vecinos y
vecinas en las Asambleas de Ciudadanos y Ciudadanas; una de las ra-
zones puede ser la falta de comunicación constante y clara entre los
voceros y la comunidad. La comunicación efectiva y permanente es
una fuerte herramienta de la que deben hacer uso quienes deseen lo-
grar el éxito en sus comunidades.
Otro factor adverso podrían ser los temas que se tratan en la Asamblea;
si éstos son triviales o insubstanciales, la comunidad terminará por no
interesarse en participar de dichas asambleas. Las diatribas entre vo-
ceros y voceras constituyen otro agente que influye en la poca afluen-
cia de vecinos y, más aún, cuando se forman aquellos zafarranchos en
plena asamblea. ¡A nadie le gusta estar donde hay conflictos! Eso es
fundamental entenderlo.
9
Vivas, Óscar (2013, 13 de febrero). «Poder Popular: Consideraciones sobre la Asam-
blea de Ciudadanos y Ciudadanas». Aporrea [portal digital]. Recuperado el 4 de marzo
de 2014, de http://www.aporrea.org/poderpopular/a159309.html.

2) El reunionismo
Otro elemento en contra de las Asambleas de Ciudadanos y Ciudadanas

es el reunionismo. Querer convocar casi semanalmente a la Asamblea
no es malo, pero la gente se cansa (aunque esto no es excusa); sin em-
bargo, debemos recordar que muchos de nuestros vecinos y vecinas
trabajan, estudian, tienen quehaceres, tareas, obligaciones.
¿Qué los voceros y las voceras también las tienen? Sí, pero recorde-
mos que quienes se postularon y asumieron un compromiso frente a
la comunidad fueron los voceros y las voceras del consejo comunal que
en su momento integran el Colectivo de Coordinación Comunitaria
del consejo comunal. Las vecinas y los vecinos erróneamente asumen
que son ellos quienes llevan todo el peso y responsabilidad sobre
los asuntos de la comunidad, pero hay que tener en cuenta que si se
desconoce la importancia de la asamblea difícilmente se logra buena
participación.

¡Cuidado con estas situaciones en las reuniones!
~ Hablar demasiado o monopolizar el derecho de palabra:

Las personas hablan más tiempo del previsto para las intervencio-
nes, se refieren a aspectos que no están en la agenda.
~ No tener apertura al diálogo: Cada quien se cierra en su pos-

tura ante una situación y no hay flexibilidad para escuchar otras
opciones, cuando realmente entre todos y todas se pudiese encon-
trar una solución para determinado problema.
~ Poca claridad en el discurso: En el debate se mezclan varios

aspectos de la agenda, sin llevar un orden correcto, haciendo la dis-
cusión desordenada y poco concreta.
~ Deficiente coordinación del debate: Si la persona respon-

sable de controlar la discusión es muy flexible o rígida, ambos ex-
tremos afectan el correcto desarrollo de la reunión.

~ Intervenciones repetitivas: Cuando las personas toman el
derecho de palabra para repetir aspectos ya planteados, sin hacer
nuevos aportes.
~ Poca voluntad de escuchar: Personas con actitudes cerradas

ante las opiniones de los demás, que se niegan siquiera a escuchar
verdaderamente los argumentos de la otra persona.
~ Impuntualidad: Si no empieza a la hora acordada, se irrespeta

el tiempo de los demás. Asimismo, si las personas llegan después
de iniciada la reunión, hay que repetir lo que ya se ha tratado.
~ Imposición: Si hay personas que desean a toda costa imponer

sus puntos de vista.
Sugerencias para el éxito de las reuniones
~ Hablemos con los vecinos y

las vecinas, mantengamos una
constante y fluida comunicación.
~ Designemos responsabilida-
des en cada uno de los voceros
y las voceras del consejo co-
munal; no sólo los principales,
también los suplentes.
~ Perfeccionemos la técnica de convocatoria, incluyamos activida-

des culturales, no convoquemos sólo cuando se presenten proble-
mas o cuando queramos que la asamblea apruebe algo.
~ Evitemos generar conflictos entre los voceros y las voceras del

consejo comunal durante la realización de la asamblea.

~ Permitamos la participación de toda la comunidad, cuidando
que las intervenciones sean precisas y concisas, que se respeten
las ideas de cada quien, que las decisiones que se tomen reflejen el
deseo de la mayoría y no de individualidades.
~ No permitamos que nadie manipule la asamblea pues la comuni-

dad perderá interés en la participación.
~ Expliquemos a los vecinos y las vecinas la importancia de la reu-

nión o asamblea, hagamos folletos y distribuyámoslos.
~ Invitemos a vecinos y vecinas también a actividades de compartir:

¡Hagamos sancochos comunales! Celebremos fechas importantes.
«Máxima exigencia debe ser una consigna, buscar siem-

pre la mayor eficiencia en lo que se hace, por más ele-
mental o simple o sencillo que pudiera parecer».
Hugo Chávez Frías

Mensaje anual ante la Asamblea Nacional, 11/01/2008

consejos prácTicos para impulsar
la parTicipación del pueblo
A continuación, presentamos otra serie de recomendaciones para im-

pulsar la participación en cualquier organización o colectivo, toman-
do como referencia lo planteado por Martorano (2009) en su artículo:
«Algunas ideas para la Participación Popular (IV)»10.
Partir de la realidad del pueblo: Siempre debemos considerar las

necesidades de la comunidad y de los diferentes grupos que allí ha-
bitan, algunas veces los líderes comunitarios tienen ideas muy claras
de lo que se necesita hacer en la comunidad; sin embargo, desde un
10
Martorano, Juan (2009, 13 de febrero). «Algunas ideas para la participación
popular (VI)». Aporrea [revista digital]. Recuperado el 4 de marzo de 2014, de
http://www.aporrea.org/poderpopular/a78798.html.

principio, todos y todas debemos sentirnos incluidos, involucrados.
Por ejemplo: se desea disponer un recurso para la construcción de una
sede del consejo comunal, pero la comunidad manifiesta que desean
solventar la canalización de las aguas de lluvias; entonces hay que es-
cucharse y priorizar.
Promover una organización horizontal: El impulso de la direc-

ción colectiva no debe permitir que el mando recaiga en dos o tres
personas, es necesario distribuir las tareas y responsabilidades de
toda índole.
Respetar las diferencias: En lo colectivo está la diversidad, mien-

tras más personas haya, más riqueza de propuestas y acciones tendre-
mos. No alejemos a los que piensan diferente, busquemos la integrali-
dad, porque así es la comunidad, heterogénea.
No aceptar una relación de imposición con las instituciones

del Estado: En ocasiones, las instituciones caen en el error de llegar
con recetas preestablecidas a las comunidades sobre lo que debe ha-
cerse y cómo realizarse. La comunidad siempre debe ser escuchada y
deben respetarse sus decisiones.
Construir la mística revolucionaria: El pueblo organizado y su lu-

cha siempre se deben sentir parte de algo mayor, no están aislados; el
Plan de la Patria siempre será el documento rector de todas las accio-
nes que se impulsen en la comunidad.
Mantener siempre una ética política: Para ser congruentes en la

lucha siempre se debe actuar éticamente en ella. Es imprescindible no
dudar en denunciar e identificar a quien se aleja de este principio.
La lucha es un proceso de aprendizaje permanente: Debemos

aprender en cada momento de la lucha de las experiencias vividas, de

las personas que se van incorporando y su forma de hacer las cosas.
Ser flexibles y tener apertura permitirá reconocer cada día nuevas
lecciones.
Impulsar la parte cultural y artística de la lucha: Hacer de la

lucha un arte y una fiesta es una herramienta para sumar e integrar-
nos. El pueblo es alegría y la revolución es ante todo cultural, ya que
promueve la participación comunitaria desde lo cultural. Impulsar la
participación nos permitirá conocernos y reconocer las habilidades y
destrezas de otras personas que tal vez no asistan a las asambleas. Por
ejemplo, se puede organizar un encuentro de danza y teatro que a la
vez permita aprovechar para informar sobre el desarrollo de los pro-
yectos del consejo comunal.
Reconocer las limitaciones particulares de algunas personas:

Todas las personas podemos participar de acuerdo con nuestras posi-
bilidades y capacidad. No debemos menospreciar el aporte de nadie
por poco que sea. No se puede exigir lo mismo a todos, aspectos como
edad, ánimo, disposición de tiempo, sentimientos, preferencias y en-
fermedad afectarán la participación de las personas.
Desarrollar la crítica y la autocrítica: La crítica no es algo malo,

nos permite crecer y mejorar como personas y organización.
No menospreciar las opiniones de las y los jóvenes: En algu-

nas ocasiones se les menosprecia por no tener «experiencia», cuando
la realidad es que la visión fresca de ellos es lo que se necesita para
impulsar las organizaciones. Por ejemplo: si los jóvenes plantean la ne-
cesidad de rehabilitar la cancha deportiva, podemos promover su in-
tegración en la Comisión de Deporte del consejo comunal y que ellos
mismos lleven las riendas de ese proyecto.

No se debe subestimar o sobrevalorar a nadie: Todos y todas te-
nemos algo que aportar y nadie sabe demasiado como para no aprender.
No prometer lo que no se puede cumplir: Hay que tener especial

cuidado con los compromisos que se asumen; prometer sin funda-
mento como estrategia para impulsar la participación es un gran error
que sólo aleja a las personas.
Multiplicar las herramientas de comunicación popular: Es in-

dispensable desarrollar proyectos de radios comunitarias, periódicos
populares, propaganda, agitación y difusión, así como utilizar la tec-
nología actual: internet, redes sociales, audio, video, entre otros.

nuesTras organizaciones reVolucionarias
Diferentes organizaciones han ido tomando peso en el ejercicio de la

democracia participativa y protagónica, tales como las Mesas Técnicas
de Agua, Comités de Salud, cooperativas, organizaciones comunita-
rias de vivienda, Madres del Barrio, asociaciones civiles, colectivos,
Unidades de Batalla Bolívar-Chávez, así como los consejos comunales
y las comunas, que son espacios por excelencia para el ejercicio de la
participación popular.
Estas figuras organizativas surgen a partir de la búsqueda de soluciones

a las necesidades del pueblo, que vieron en el Gobierno Revolucionario
la disposición y apertura para la ejecución de políticas desde y para el
Poder Popular, dando respuesta a las áreas de salud, vivienda, econo-
mía, cultura, deporte, ambiente, discapacidad, entre otros.
Específicamente, «los consejos comunales, en el marco constitucional

de la democracia directa, participativa y protagónica, son instancias
de participación, articulación e integración entre las diversas organi-
zaciones comunitarias, grupos y/o colectivos sociales y ciudadanos y
ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer directamente
la gestión de las políticas públicas y los proyectos orientados a respon-
der las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construc-
ción de una sociedad de equidad y justicia social» (artículo 2 de la Ley
Orgánica de los Consejos Comunales).
La Ley Orgánica de las Comunas señala que la comuna «es un espacio

socialista que, como entidad local, es definida por la integración de
comunidades vecinas con una memoria histórica compartida (…) y
sobre el cual se ejercen los principios de soberanía y participación pro-
tagónica como expresión del Poder Popular» (artículo 5).

Por tanto, el consejo comunal y las comunas son las formas de organi-
zación más avanzadas que pueden darse entre los y las habitantes de
una determinada comunidad en nuestro país para asumir el ejercicio
real del Poder Popular, es decir, para poner en práctica las decisiones
adoptadas por la comunidad y a través de su participación.
«Conocedor como soy y somos del pensamiento de Fidel

Castro, los hombres individuales no hacemos la historia.
Sin el apoyo de los pueblos, imposible que hubiésemos
hecho nada de lo que hasta ahora hemos hecho».
Hugo Chávez Frías

Firma de los acuerdos entre Venezuela y Cuba,
Caracas, 24/01/2007

recuerda Ver el Video: «brigada mujeres
consTrucToras de aragua»11
Este video nos presenta la experiencia de treinta valientes mujeres ara-

güeñas que decidieron tomar el destino en sus manos y levantar sus
casas. Con una duración aproximada de cinco minutos, recorremos
esta experiencia de participación y organización del Poder Popular.
Una vez que hayamos visto el video, sugerimos realizar un debate para
el cual les proponemos las siguientes preguntas que podrían impulsar
la discusión:
~ ¿Qué motivó a estas mujeres aragüeñas a organizarse?
~ ¿En cuáles áreas necesitamos organizarnos y participar en nues-

tras comunidades?
11
Este video se encuentra en el CD, en la sección Instruccionales, en la carpeta videos
promos del Ministerio.

~ ¿Qué necesitamos para organizarnos en nuestras comunidades?
~ ¿Era posible tener estas experiencias de participación comunitaria

en la Cuarta República? ¿Por qué?
~ ¿Cuál es el mensaje que nos deja la experiencia presentada en el video?

referencias
Alayón Monserrat, Rubén (2010). «Comuna y Poder Popular». Poliética

2009 [revista digital], Caracas, año 2 (n.º 6), pp. 40-49. Recuperado el
19 de febrero de 2014, de http://www.polietica.com.ve/polietica6/
comuna.pdf.
Barreto, Juan (2012, 11 de junio). «Participación Popular y Poder del

Estado». Aporrea [portal informativo]. Recuperado el 7 de marzo de
2014, de http://www.aporrea.org/actualidad/a146648.html.
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de septiembre de 2001). Caracas: Gaceta Oficial n.° 37.285 de la
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nitaria». Partici-pasión [blog]. Recuperado el 7 de marzo de 2014, de
http://participasion.wordpress.com/2012/10/22/25-provocacio-
nes-para-la-participacion-comunitaria-revisadas/.
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Educación Popular. Cuba: Asociación de Pedagogos de Cuba.
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Oficial Extraordinaria n.° 6.011 de la República Bolivariana de Venezuela.

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Caracas: Gaceta Oficial Extraordinaria n.° 5.890 de la República
Bolivariana de Venezuela.
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de 2014, de http://www.aporrea.org/poderpopular/a78798.html.
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Parques Nacionales. Módulo de Trabajo Social Comunitario. Caracas,
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bre la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas». Aporrea [portal digital].
Recuperado el 4 de marzo de 2014, de http://www.aporrea.org/po-
derpopular/a159309.html.

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Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 3 07/07/14 09:07

Toda participación ¿es comunitaria? 7

¿Cuál forma de participación nos beneficia más? 9

¡Ejerce tu derecho a la participación! 18

Vamos a impulsar la participación comunitaria 21

Estrategias para integrarnos 25

El conflicto como fuente de aprendizaje 25

¿Cómo manejamos la comunicación, el conflicto

Consejos prácticos para impulsar la participación del pueblo 33

Nuestras organizaciones revolucionarias 39

Recuerda ver el video: «Brigada Mujeres Constructoras

Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 5 07/07/14 09:07

Todos los procesos en nuestras comunidades necesitan de la partici-

Es decir, la participación comunitaria no debería ser sólo la asistencia

La participación comunitaria no es sólo movilización. No basta con

La participación cOMUnitaria. MOtOr deL pOder pOpULar 7

Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 7 07/07/14 09:07

«La participación popular tiene que arrancar de su génesis

Hugo Chávez Frías

Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 8 07/07/14 09:07

Según como nos involucramos en el día a día de nuestra comunidad

Informándonos de lo que sucede: Cuando nos centramos en en-

Siendo consultados y opinando: Tenemos la oportunidad de opi-

La participación cOMUnitaria. MOtOr deL pOder pOpULar 9

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Ejerciendo la contraloría social: Cuando las personas velan por el

Gestionando, ejerciendo autonomía comunal: La comunidad

Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 10 07/07/14 09:07

De igual manera, en las comunas, una empresa de propiedad social

La participación cOMUnitaria. MOtOr deL pOder pOpULar 11

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Los jóvenes conforman un grupo valioso que debemos aprovechar. Tal

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«No puede haber una juventud acrítica. A la juventud

Hugo Chávez Frías

La participación cOMUnitaria. MOtOr deL pOder pOpULar 13

Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 13 07/07/14 09:07

Como miembros de la comunidad debemos identificar y reconocer las

De acuerdo con nuestra experiencia, ¿cuáles formas de participación

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«La autocrítica debe ser para revisar, para rectificar y

Hugo Chávez Frías

La participación cOMUnitaria. MOtOr deL pOder pOpULar 15

Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 15 07/07/14 09:07

A partir de 1958, las venezolanas

No hay democracia si los dirigentes no están dispuestos a tomar en

De esta manera, los problemas más sentidos por la población fueron

Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 18 07/07/14 09:07

Avanzar en nuestra organización y participación hacia el autogobier-

La participación cOMUnitaria. MOtOr deL pOder pOpULar 19

Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 19 07/07/14 09:07

¿Cuáles acciones pueden ayudar a fomentar la participación y organi-

Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 20 07/07/14 09:07

Querer participar: La participación requiere que las personas que

La participación de la comunidad no puede imponerse por decreto,

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Cuadernillo La Participación Comunitaria 25-06-14 ORIÓN.indd 21 07/07/14 09:07

Saber participar: Es necesario que las personas sepan participar, es

Poder participar: Todas las personas tenemos el derecho de par-