Tao Te King
Pero el rabino no dijo nada, sino que se limitó a mirarles fijamente a los ojos, a
la vez que tarareaba insistentemente una melodía. Pronto empezó todo el
mundo a tararear. Entonces el rabino se puso a cantar, y todos le imitaron.
Luego comenzó a balancearse y a danzar con gestos solemnes y rítmicos, y
todos hicieron lo mismo. Al cabo de un rato estaban tan enfrascados en la
danza y tan absortos en sus movimientos que parecían no ver nada más…
Transcurrió casi una hora hasta que la danza, cada vez más lenta, cesó. Una
vez liberados de su tensión interior, todos se sentaron, disfrutando de la
silenciosa paz del recinto. Entonces pronunció el rabino las únicas palabras de
la noche:
Ese día, todos quedaron satisfechos de la sabiduría del rabino. Pero lo más
importante es que quedaron curados y restablecidos de la fragmentación
interior que separa de la Verdad.
Anthony de Mello.
o Algunas religiones han visto al cuerpo como la morada del pecado. Es el caso del
cristianismo a partir de la Edad Media.
o A nivel social hemos creado una educación que enseña que los cuerpos deben taparse,
el contacto físico se limita a las relaciones íntimas, no es correcto estirarse, bostezar,
censura la expresión de ciertos sentimientos, las chicas deben tener una apariencia y
conducta, los chicos otra...
o El estrés de nuestra vida colapsa nuestro sistema nervioso, que lo interpreta como
agresión o amenaza y crea respuestas corporales para defenderse: exceso de
activación, insomnio, tensión nerviosa y muscular o compensaciones adictivas.
Nuestras respuestas reactivas son memoria psicofísica puesta en acción de forma inconsciente.
Si reconocemos la reacción corporal, acogiéndola y escuchándola tal y como es, estamos
estableciendo un canal de liberación de estos patrones. A partir de la consciencia de su
aspecto somático observamos su naturaleza cambiante. Nos damos cuenta de la contracción
que causan, podemos aflojarla y experimentar cómo pierden poder sobre nosotros. Podremos
sentir cómo la tensión que generan se va relajando en el mismo cuerpo.
Además, somos sistemas de energía: captamos y gastamos continuamente energía para vivir, y
este intercambio lo hacemos a través del cuerpo. Y puede ocurrir que en el camino de entrada
o de salida, parte de esta energía quede retenida o bloqueada en el cuerpo, en forma de nudos
de tensión, contracciones musculares, enfermedades o sufrimiento psicológico. Si prestamos a
nuestro cuerpo una atención lúcida y sostenida seremos capaces de descifrar su mensaje, de
desbloquear sus canales obstruidos, de incorporar nuevas memorias más lúcidas, más
coherentes, más libres.
Sólo si usted es capaz de ser consciente sin pensamiento, puede usar su mente
creativamente, y la forma más fácil de entrar en este estado es a través de su
cuerpo. Siempre que necesite una respuesta, una solución o una idea creativa,
deje de pensar por un momento enfocando su atención en su campo interior de
energía. Tome consciencia de la quietud. Podríamos decir: no piense sólo con
su cabeza, piense con todo su cuerpo. Al cuerpo le encanta la atención que
usted le presta.
Contacto: se refiere a la sensación de tocarse de una parte del cuerpo a otra, o con
algún objeto.., e incluso cuando tocamos a otra persona o viceversa.
Esta memoria corporal es muy importante ya que maneja nuestras impresiones, nuestros
actos y decisiones cotidianas. Lo inquietante es que no siempre somos conscientes de ello, ya
que podemos haber olvidado la percepción inicial. (Por ejemplo, puede ser que alguien
rechaze o tenga desafección a personas muy morenas, porque cuando era niño vivió una
situación estresante con otro niño cuyo color de piel era de un moreno intenso).
Según esto, el cuidado y la atención a nuestros sentidos es una posibilidad de mejorar nuestras
vida, de "darse cuenta" de los vínculos emocionales asociados a ellos, y entender nuestras
reacciones inexplicables, y de incorporar nuevas memorias asociadas a estados de felicidad y
plenitud.
Zonas exiliadas
Estas zonas son aquellas ligadas a energías emocionales de dolor o sufrimiento. Suelen sentirse
como zonas "en blanco o ausentes", que no sentimos.
Estas áreas se pueden clasificar en:
1. Zonas bloqueadas: partes del cuerpo que parece ocultarse a la conciencia, es decir,
parecen no querer ser vistas ni sentidas. Frecuentemente están ligadas a "algo que
pasó" que dejó una huella dolorosa en esa zona.
2. Zonas lesionadas: áreas del cuerpo donde hubo un trauma del algún tipo, como una
lesión, una operación, un abuso, .. Puede ser que sea doloroso contemplarlas con
nuestra atención. Con una actitud amorosa y de aceptación, la energía bloqueada en
ellas comenzará a liberarse e integrarse.
La ansiedad y la preocupación tienden a tensionar ciertas partes del rostro, abdomen e ingles,
a sentirse como inquietud en manos y pies, y en forma de una calidad energética volátil o
turbulenta. La ira se suele percibir como una energía fogosa que intenta eliminar algo, y se
refleja en la tendencia a apretar manos, mandíbulas y ojos. La tristeza se puede percibir como
una pesadez en los hombros, tensión en la nuca y opresión en el pecho, con una calidad
energética apagada, incluso densa. El miedo toma la forma de un vacío en el estómago y
aparece asociado a una calidad energética de frío.
Emociones como la gratitud, la inspiración, el gozo, el amor y el aprecio, pueden ser brillantes
e incluso radiantes. Es común que se experimenten como el elemento espacio, abierto, infinito
e impregnado de luminosidad que irradia como vibración sutil y de una temperatura más bien
neutral o ligeramente cálida y amable.
Más allá de modas, el ejercicio físico ha entrado a formar parte de nuestra vida como aliado no
solo para una buena salud, sino también para nuestro equilibrio emocional. Hemos
descubierto que correr, ir al gimnasio o practicar spinning es una buena estrategia contra el
estrés. Quizás lo único que ahora nos falta incorporar es que ese ejercicio lo realicemos de
forma cada vez más consciente. Porque se puede estar haciendo footing en el parque de al
lado de casa y que nuestra mente se encuentre divagando perdida muy lejos de allí… La
expresión corporal, el teatro activo, el baile o la danza son también expresiones creativas de
esta interacción mente-cuerpo.
Otro aspecto de sumo interés es aprender a comer de forma consciente. Se trata de combinar
correctamente los alimentos para conseguir una digestión óptima, una evacuación eficaz y una
desintoxicación continua. Pasa por conocer las propiedades de los alimentos e incorporar
hábitos alimentarios sanos sencillos y prácticos. No hay que olvidar que somos lo que
comemos. La comida ejerce una gran influencia en la mente, obsérvalo en tu vida diaria. Tras
una indigesta, suntuosa y pesada comida resulta muy difícil controlar la mente: ésta corre,
vagabundea y salta como un mono todo el tiempo. El tipo de alimentos que ingerimos y las
bebidas con las que nos hidratamos influyen en nuestro nivel de conciencia. Es necesaria una
dieta equilibrada que nos ayude a crecer y a mantener la eficiencia, la resistencia y un alto
nivel de empuje y vigor. Es importante salir de nuestra ignorancia
alimenticia y re-educarnos también en este aspecto.