ESCUELA DE POSTGRADO
MAESTRIA EN DERECHO CIVIL Y COMERCIAL
2017
SUMARIO
1. Nota Introductoria
2. El daño y su clasificación
3. El daño moral en el código civil peruano.
4.- Dificultades para la cuantificación del daño moral
5. Motivación insuficiente del quantum del daño moral.
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
ADDENDA
BIBLIOGRAFIA GENERAL
2. EL DAÑO Y SU CLASIFICACIÓN
SEUBA señala que el daño es el elemento imprescindible para la pretensión de
responsabilidad civil, pues con este se inicia, delimita y finiquita la pretensión
indemnizatoria, toda vez que sin daño no hay pretensión indemnizatoria, ni lesión cuya
equivalencia económica se tenga que encontrar, a efectos de reparar íntegramente el daño1.
Los franceses dividieron el daño, en daño material e inmaterial o moral, estableciendo que
el primero afecta los bienes del individuo, y el segundo afecta todo lo que no pueda
incluirse en el primero. La obligación de resarcir el daño fue establecida en el Código de
Napoleón, en el artículo 1382, al señalar que todo hecho del hombre que causa un daño a
otro, obliga a aquel por cuya culpa se ha producido a repararlo.
Los alemanes clasificaron el daño en patrimonial y no patrimonial, siendo el primero una
lesión al patrimonio de la víctima, y el segundo, una lesión a los intereses de la víctima, no
susceptibles de valoración económica, por lo que dispusieron que este daño sólo era
indemnizable en los casos previstos por ley.
La terminología alemana fue recogida por los italianos, en el artículo 2059 de su Código
Civil, señalando que el daño no patrimonial debe ser resarcido sólo en los casos
determinados por la ley. Entendieron el daño no patrimonial como el sufrimiento, el dolor
que sufre una persona como producto del evento dañoso.
1
“Algunas cuestiones relacionadas con la cuantificación de los daños”, en Revista IUT ET VERITAS, Lima, 2012, pp.
48,49.
3 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
En el código civil peruano, el daño se encuentra previsto en el artículo 1969, e indica que
aquel que por culpa o dolo causa un daño a otro está obligado a indemnizarlo.
2
Responsabilidad Civil. Líneas fundamentales y nuevas perspectivas, Lima, 2017, p. 348.
3
Vid. “Daño a la persona y daño moral en la doctrina y en la jurisprudencia latinoamericana actual”, en Revista
Themis, Lima, 2011, n.38, p. 188.
4 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
moral4. De igual opinión es LEON, quien sostiene que el daño moral, por ser extra
patrimonial, comprende el daño a la persona, por tanto, la expresión “daño moral” es
repetitiva e inútil5.
Por su parte, FERNÁNDEZ defiende su postura alegando que la autonomía del daño moral
se sustenta únicamente en la fuerza de la tradición, mientras que el daño a la persona tiene
sustento en una concepción humanista en cuanto unidad psicosomática, constituida y
sustentada en su libertad, y siendo el daño moral una modalidad, una especie que lesiona
una parte de la persona, debe ser englobado y subsumido por el genérico daño a la persona6.
En la actualidad, el daño moral se diferencia del daño a la persona, porque mientras el
primero afecta los sentimientos de una persona, el segundo lesiona un derecho fundamental
del individuo, como por ejemplo el derecho a la integridad física, el derecho a la protección
de la salud, el derecho a la reputación7. Asimismo, el daño a la persona puede ser
examinado externamente, mientras que el daño moral no, pues es inescrutable, resultando
difícil asignarle un precio al dolor.
Además del artículo 1985, el código civil peruano recoge el daño moral en los artículos
351, 1322, 1984, ubicados en las secciones de derecho de familia, obligaciones y
responsabilidad extracontractual, respectivamente.
4
La responsabilidad extracontractual, Lima, 1988, p. 110
5
La responsabilidad civil. Líneas fundamentales y nuevas perspectivas, cit., p. 383.
6
“Deslinde conceptual entre “daño a la persona”, “daño al proyecto de vida” y “daño moral””, en Revista Foro
Jurídico, Lima, 2003, n.2, p. 61.
7
Derechos previstos en la constitución peruana, en los artículos 2 y 7.
8
LEÓN, “Responsabilidad Extracontractual”, en Exposición de Motivos y Comentarios del Código Civil Peruano de
1984, Lima, 1985, p. 807
5 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
mismo cuerpo legal prevé que el resarcimiento debe fijarlo el juez con valoración
equitativa. La “magnitud” y el “menoscabo” son conceptos abstractos, y algunos jueces
utilizan tales conceptos para sustentar una indemnización, pero sin explicarlos ni
justificarlos, limitándose únicamente a enunciarlos. Igual sucede con los criterios
“prudencial” y “equitativo”.
ZANNONI señala que para efectos de establecer una reparación equitativa, el juez, en cada
caso en concreto, debe tener en consideración las circunstancias del hecho, la conducta del
agente, la situación existencial, individual y social de la víctima o damnificados 9. Y ello,
porque no todas las personas sufren los mismos malestares ante acciones similares, por lo
que es importante tener en cuenta el perfil de la víctima, a fin de compensar de la manera
más efectiva el daño ocasionado.
Las dificultades también se presentan en torno a la probanza del daño moral, porque la
valoración no puede estar sujeta a las mismas exigencias que corresponden a los daños
materiales, debiendo la judicatura recurrir a otros métodos probatorios facultados por ley,
como el principio equidad, las máximas de la experiencia, los sucedáneos probatorios, la
inferencia, el criterio de conciencia, etc.10, no aplicándose con rigor la ley probatoria, pues
tal aplicación rígida daría lugar a injusticias, toda vez que no existe fórmula matemática y
exacta para cada supuesto. Asimismo, en el pleno jurisdiccional civil de 1997, respecto a
la prueba del daño en la responsabilidad civil extracontractual, se acordó por unanimidad
que para la estimación y cuantificación del daño, debe tomarse en cuenta las cualidades
personales de la víctima y del agente productor.
La problemática planteada se ve incrementada por la conducta de los abogados litigantes,
quienes solicitan altas sumas indemnizatorias pero sin ninguna justificación, por lo que en
el proceso escasamente puede probar el monto requerido, teniendo los magistrados que
resolver discrecionalmente y en base a presunciones.
BARRIENTOS señala que en Chile sólo se acepta la presunción del daño moral, en los
casos de responsabilidad extracontractual, pues en materia contractual rige la regla general
del onus probando (quien alega el perjuicio debe probar su existencia), prevista en el
artículo 1698 de su código civil11.
9
El daño en la responsabilidad civil, Buenos Aires, 1982, p. 289.
10
Casaciones N° 3689-2013-La Libertad, N° 4393-2013 - La Libertad, N° 3260-2014 – Lambayeque y N° 1716-2015-
Lambayeque.
11
“Análisis preliminar de la jurisprudencia de la corte suprema sobre daños morales en causas por incumplimientos
contractuales civiles de los años 2002 a 2007”, en Revista Chilena de Derecho, Santiago de Chile, 2010, n. 1, p.163.
6 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
6. MOTIVACIÓN INSUFICIENTE DEL QUANTUM DEL DAÑO MORAL.
El derecho a la motivación de las resoluciones judiciales se encuentra previsto en nuestra
carta magna, en su artículo 139 numeral 5, y señala que es un principio y derecho de la
función jurisdiccional, la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley y de los
fundamentos en que se sustentan. Por tanto, sólo existe motivación, cuando hay explicación
y justificación del porqué de la aplicación de las normas al caso en concreto, argumentos
que expresan congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y suficiente justificación de la
decisión adoptada.
De la revisión de la jurisprudencia nacional, se constata que, por lo general, los jueces no
motivan el daño moral y menos el quantum indemnizatorio, sólo se limitan a enumerar los
hechos específicos o lesiones producidas, enunciar el término “cualidades personales” más
no precisan la cualidad o cualidades que están tomando en cuenta para la cuantificación del
daño, hacer apreciaciones generales, inferencias, señalar la dificultad de probanza del daño
moral, indicar que fijan la reparación civil con criterio objetivo y racional, que el monto es
equitativo, etc.
Como ejemplo de lo expuesto, tenemos los procesos siguientes:
A) En la casación N° 2677-2012-Lima, el juez señaló la existencia del daño moral en
una apreciación general, en el sentido que resulta normal que a cualquier persona el
despido le afecte. No expuso los argumentos, que en el caso concreto, sustentaban
el monto indemnizatorio (diez mil soles).
B) En la casación N° 4393-2013-La Libertad, los magistrados de la sala suprema
recurrieron a una inferencia para determinar el daño moral, al considerar que con la
aplicación del Decreto Ley N° 25418, que ordenaba sancionar drásticamente todos
los casos de inmoralidad y corrupción en la administración pública, se señalaba
como corrupto al demandante. Establecieron como criterios del quantum
indemnizatorio (setenta mil soles), la edad del demandante al momento del cese, su
condición profesional, nivel educativo y los años en el ejercicio del cargo.
C) En la casación N° 699-2015-Lima, el magistrado declaró la dificultad de probanza
del daño moral, recurriendo al sentido común, respecto a que un despido arbitrario
afecta a la víctima. Indico que debe resarcirse el daño de manera equitativa y
proporcional, pero no motivo tal equidad ni proporcionalidad para fijar el monto
indemnizatorio (setenta y cinco mil soles).
12
Vid. Caso Loayza Tamayo vs. Perú, Caso Cesti Hurtado vs. Perú, Caso Castillo Páez vs. Perú.
8 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
CONCLUSIONES
El daño moral es diferente al daño a la persona, por tanto, resulta pertinente que ambos
conceptos se encuentren establecidos en nuestro ordenamiento civil.
Es innegable las dificultades que presenta el daño moral al momento de su valoración en
el proceso, por lo que resulta necesario y acertado recurrir a fórmulas y/o criterios
establecidos en la ley, plenos y la doctrina, a fin de establecer la existencia y el monto del
daño moral.
Es imprescindible que exista una debida motivación de los criterios o fórmulas que
determinan el quantum indemnizatorio por daño moral, pues de lo contrario, la decisión
judicial carecería de legitimidad jurídica.
Resulta reprochable la práctica generalizada de los abogados que se limitan a peticionar
altísimas sumas de dinero por concepto de daño moral, sin expresar ningún sustento factico
jurídico.
RECOMENDACIONES
Lo conceptos “daño moral” y “daño a la persona”, deben continuar subsistiendo en el
código civil peruano, por tratarse de daños diferentes, que requieren una sustentación
factico jurídica independiente.
Los jueces y abogados, inmersos en un proceso judicial en el que se ventile una solicitud
de reparación civil, deben conocer las diferencias existentes entre el daño moral y daño a
la persona, a efectos de sustentar adecuadamente la existencia y el monto indemnizatorio
por cada uno de ellos.
En las sentencias, los jueces deben motivar adecuadamente los criterios y/o fórmulas que
sustenten sus decisiones respecto a la existencia del daño moral y el monto indemnizatorio
que corresponde al caso en concreto.
Sería útil que el poder judicial elabore una directiva en la que se establezca las pautas de
los escritos que contengan una solicitud de indemnización, a fin que cada daño alegado se
encuentre debidamente diferenciado y sustentado.
Lima, Junio de 2017
LIBROS
JURISTA EDITORES, Código Civil, Lima, 2017.
LEÓN, Leysser, La responsabilidad civil. Líneas fundamentales y nuevas perspectivas, Lima,
2017.
DE TRAZEGNIES, Fernando, La responsabilidad extracontractual, Lima, 1988.
ZANNONI, Eduardo, El daño en la responsabilidad civil, Buenos Aires, 1982.
ARTÍCULOS
BARRIENTOS, Marcelo, “Análisis preliminar de la jurisprudencia de la corte suprema sobre
daños morales en causas por incumplimiento contractuales civiles de los años 2002 a 2007”, en
Revista Chilena de Derecho, Santiago de Chile, 2010, volumen 37, n. 1.
FERNÁNDEZ, Carlos, Deslinde conceptual entre “daño a la persona, “daño al proyecto de vida”
y “daño moral””, en Revista Foro Jurídico, Lima, 2003, n.2.
FERNÁNDEZ, Carlos, Daño a la persona y daño moral en la doctrina y en la jurisprudencia
latinoamericana actual, en Revista THEMIS, Lima, 2011, n. 38.
LEÓN, José, “Responsabilidad contractual”, en Exposición de motivos y comentarios del código
civil peruano de 1984, Lima, 1985.
SEUBA, Joan, “Algunas cuestiones relacionadas con la cuantificación de los daños”, en Revista
IUT ET VERITAS, Lima, 2012, n. 45.