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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

ESCUELA DE POSTGRADO
MAESTRIA EN DERECHO CIVIL Y COMERCIAL

RESPONSABILIDAD CIVIL POR DAÑO MORAL


MONOGRAFIA

Lucy Santiago Rodríguez

Maestrista en Derecho Civil y Comercial

2017
SUMARIO
1. Nota Introductoria
2. El daño y su clasificación
3. El daño moral en el código civil peruano.
4.- Dificultades para la cuantificación del daño moral
5. Motivación insuficiente del quantum del daño moral.

CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
ADDENDA
BIBLIOGRAFIA GENERAL

2 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017


1. NOTA INTRODUCTORIA
La responsabilidad por daño moral sigue vigente tanto en la doctrina, la ley y la
jurisprudencia, pues a diario se ventilan en el poder judicial, peticiones de indemnización
por daño moral, siendo indispensable que los abogados y jueces conozcan el origen,
características, criterios de cuantificación así como las dificultades que se presentan en la
determinación del quantum indemnizatorios, a efectos que las solicitudes estén
adecuadamente planteadas y sustentadas, y las resoluciones, debidamente motivadas.
Actualmente, no hay uniformidad en la jurisprudencia por daño moral, pues existen
resoluciones que fijan montos indemnizatorios arbitrarios, ya sea por exceso o defecto, y
las sentencias no se encuentran debidamente motivadas, tal es así, que sólo se enumeran o
citan formulas y/o criterios, pero no se justifica la aplicación de cada uno de ellos en el
caso en concreto.

2. EL DAÑO Y SU CLASIFICACIÓN
SEUBA señala que el daño es el elemento imprescindible para la pretensión de
responsabilidad civil, pues con este se inicia, delimita y finiquita la pretensión
indemnizatoria, toda vez que sin daño no hay pretensión indemnizatoria, ni lesión cuya
equivalencia económica se tenga que encontrar, a efectos de reparar íntegramente el daño1.
Los franceses dividieron el daño, en daño material e inmaterial o moral, estableciendo que
el primero afecta los bienes del individuo, y el segundo afecta todo lo que no pueda
incluirse en el primero. La obligación de resarcir el daño fue establecida en el Código de
Napoleón, en el artículo 1382, al señalar que todo hecho del hombre que causa un daño a
otro, obliga a aquel por cuya culpa se ha producido a repararlo.
Los alemanes clasificaron el daño en patrimonial y no patrimonial, siendo el primero una
lesión al patrimonio de la víctima, y el segundo, una lesión a los intereses de la víctima, no
susceptibles de valoración económica, por lo que dispusieron que este daño sólo era
indemnizable en los casos previstos por ley.
La terminología alemana fue recogida por los italianos, en el artículo 2059 de su Código
Civil, señalando que el daño no patrimonial debe ser resarcido sólo en los casos
determinados por la ley. Entendieron el daño no patrimonial como el sufrimiento, el dolor
que sufre una persona como producto del evento dañoso.

1
“Algunas cuestiones relacionadas con la cuantificación de los daños”, en Revista IUT ET VERITAS, Lima, 2012, pp.
48,49.
3 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
En el código civil peruano, el daño se encuentra previsto en el artículo 1969, e indica que
aquel que por culpa o dolo causa un daño a otro está obligado a indemnizarlo.

3. EL DAÑO MORAL EN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO.


LEON señala que el daño moral es el menoscabo del estado de ánimo que subsigue a la
comisión de un hecho antijurídico generador de responsabilidad civil2.
El pleno jurisdiccional civil de 1997 consideró que el daño moral está constituido por el
sufrimiento, afectación, dolor, preocupación, quebranto espiritual, que sólo puede ser
sufrido por personas naturales.
El daño moral o también llamado pretium doloris, es el padecimiento, aflicción, dolor, que
siente interiormente una persona por un hecho dañoso, y que no puede ser advertido con
los sentidos externos, resultando por ende, difícil su cuantificación en términos monetarios.
La cuantificación efectuada por el magistrado no cambia la naturaleza extra patrimonial
del daño moral, y la indemnización tampoco repara el daño moral, sólo mitiga el
sufrimiento causado.
El código civil peruano de 1936, recogió el daño moral en su artículo 1148, al señalar que
el juez al fijar la indemnización puede tomar en consideración el daño moral irrogado a la
víctima.
En las reuniones de coordinación de la comisión revisora del código civil de 1936,
FERNÁNDEZ propuso eliminar el daño moral por daño a la persona, pero su propuesta
fue rechazada, sin embargo, a pocos días de la promulgación del código civil de 1984, en
una reunión con el ministro de justicia Max Arias Schreiber, celebrada el día 03 de julio de
1984, logró introducir el daño a la persona en el artículo 1985 que preveía la indemnización
por lucro cesante y daño moral3. En consecuencia, el artículo 1985 del código civil quedo
redactado bajo los términos siguientes:
“la indemnización comprende las consecuencias que deriven de la acción u omisión
generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona y el daño
moral, debiendo existir una relación de causalidad adecuada entre el hecho y el
daño producido…”
DE TRAZEGNIES se opone a la adición efectuada en el código civil, por considerarla
innecesaria, al no conllevar derechos y obligaciones distintos a los que se atribuye al daño

2
Responsabilidad Civil. Líneas fundamentales y nuevas perspectivas, Lima, 2017, p. 348.
3
Vid. “Daño a la persona y daño moral en la doctrina y en la jurisprudencia latinoamericana actual”, en Revista
Themis, Lima, 2011, n.38, p. 188.
4 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
moral4. De igual opinión es LEON, quien sostiene que el daño moral, por ser extra
patrimonial, comprende el daño a la persona, por tanto, la expresión “daño moral” es
repetitiva e inútil5.
Por su parte, FERNÁNDEZ defiende su postura alegando que la autonomía del daño moral
se sustenta únicamente en la fuerza de la tradición, mientras que el daño a la persona tiene
sustento en una concepción humanista en cuanto unidad psicosomática, constituida y
sustentada en su libertad, y siendo el daño moral una modalidad, una especie que lesiona
una parte de la persona, debe ser englobado y subsumido por el genérico daño a la persona6.
En la actualidad, el daño moral se diferencia del daño a la persona, porque mientras el
primero afecta los sentimientos de una persona, el segundo lesiona un derecho fundamental
del individuo, como por ejemplo el derecho a la integridad física, el derecho a la protección
de la salud, el derecho a la reputación7. Asimismo, el daño a la persona puede ser
examinado externamente, mientras que el daño moral no, pues es inescrutable, resultando
difícil asignarle un precio al dolor.
Además del artículo 1985, el código civil peruano recoge el daño moral en los artículos
351, 1322, 1984, ubicados en las secciones de derecho de familia, obligaciones y
responsabilidad extracontractual, respectivamente.

4. DIFICULTADES PARA LA CUANTIFICACIÓN DEL DAÑO MORAL


El daño moral, para efectos de su reparación, sufre una especie de metástasis o
transmutación, pues de ser extra patrimonial pasa a ser patrimonial, a fin de determinar el
quantum pecuniario, porque de otro modo no podría ser reparable8. Es así, que en el
resarcimiento del daño moral se utilizan sumas de dinero, por ser el único medio idóneo
que permite paliar los efectos de los sufrimientos padecidos por la víctima.
Al momento de cuantificar el daño moral se presentan dificultades, pues a diferencia del
daño patrimonial cuya valoración se encuentra en el mercado, este no tiene un mercado de
referencia en donde encontrar valoraciones.
El artículo 1984 del código civil peruano señala que el daño moral es indemnizado
considerando su magnitud y el menoscabo producido a la víctima. Y, el artículo 1332 del

4
La responsabilidad extracontractual, Lima, 1988, p. 110
5
La responsabilidad civil. Líneas fundamentales y nuevas perspectivas, cit., p. 383.
6
“Deslinde conceptual entre “daño a la persona”, “daño al proyecto de vida” y “daño moral””, en Revista Foro
Jurídico, Lima, 2003, n.2, p. 61.
7
Derechos previstos en la constitución peruana, en los artículos 2 y 7.
8
LEÓN, “Responsabilidad Extracontractual”, en Exposición de Motivos y Comentarios del Código Civil Peruano de
1984, Lima, 1985, p. 807
5 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
mismo cuerpo legal prevé que el resarcimiento debe fijarlo el juez con valoración
equitativa. La “magnitud” y el “menoscabo” son conceptos abstractos, y algunos jueces
utilizan tales conceptos para sustentar una indemnización, pero sin explicarlos ni
justificarlos, limitándose únicamente a enunciarlos. Igual sucede con los criterios
“prudencial” y “equitativo”.
ZANNONI señala que para efectos de establecer una reparación equitativa, el juez, en cada
caso en concreto, debe tener en consideración las circunstancias del hecho, la conducta del
agente, la situación existencial, individual y social de la víctima o damnificados 9. Y ello,
porque no todas las personas sufren los mismos malestares ante acciones similares, por lo
que es importante tener en cuenta el perfil de la víctima, a fin de compensar de la manera
más efectiva el daño ocasionado.
Las dificultades también se presentan en torno a la probanza del daño moral, porque la
valoración no puede estar sujeta a las mismas exigencias que corresponden a los daños
materiales, debiendo la judicatura recurrir a otros métodos probatorios facultados por ley,
como el principio equidad, las máximas de la experiencia, los sucedáneos probatorios, la
inferencia, el criterio de conciencia, etc.10, no aplicándose con rigor la ley probatoria, pues
tal aplicación rígida daría lugar a injusticias, toda vez que no existe fórmula matemática y
exacta para cada supuesto. Asimismo, en el pleno jurisdiccional civil de 1997, respecto a
la prueba del daño en la responsabilidad civil extracontractual, se acordó por unanimidad
que para la estimación y cuantificación del daño, debe tomarse en cuenta las cualidades
personales de la víctima y del agente productor.
La problemática planteada se ve incrementada por la conducta de los abogados litigantes,
quienes solicitan altas sumas indemnizatorias pero sin ninguna justificación, por lo que en
el proceso escasamente puede probar el monto requerido, teniendo los magistrados que
resolver discrecionalmente y en base a presunciones.
BARRIENTOS señala que en Chile sólo se acepta la presunción del daño moral, en los
casos de responsabilidad extracontractual, pues en materia contractual rige la regla general
del onus probando (quien alega el perjuicio debe probar su existencia), prevista en el
artículo 1698 de su código civil11.

9
El daño en la responsabilidad civil, Buenos Aires, 1982, p. 289.
10
Casaciones N° 3689-2013-La Libertad, N° 4393-2013 - La Libertad, N° 3260-2014 – Lambayeque y N° 1716-2015-
Lambayeque.
11
“Análisis preliminar de la jurisprudencia de la corte suprema sobre daños morales en causas por incumplimientos
contractuales civiles de los años 2002 a 2007”, en Revista Chilena de Derecho, Santiago de Chile, 2010, n. 1, p.163.
6 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
6. MOTIVACIÓN INSUFICIENTE DEL QUANTUM DEL DAÑO MORAL.
El derecho a la motivación de las resoluciones judiciales se encuentra previsto en nuestra
carta magna, en su artículo 139 numeral 5, y señala que es un principio y derecho de la
función jurisdiccional, la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley y de los
fundamentos en que se sustentan. Por tanto, sólo existe motivación, cuando hay explicación
y justificación del porqué de la aplicación de las normas al caso en concreto, argumentos
que expresan congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y suficiente justificación de la
decisión adoptada.
De la revisión de la jurisprudencia nacional, se constata que, por lo general, los jueces no
motivan el daño moral y menos el quantum indemnizatorio, sólo se limitan a enumerar los
hechos específicos o lesiones producidas, enunciar el término “cualidades personales” más
no precisan la cualidad o cualidades que están tomando en cuenta para la cuantificación del
daño, hacer apreciaciones generales, inferencias, señalar la dificultad de probanza del daño
moral, indicar que fijan la reparación civil con criterio objetivo y racional, que el monto es
equitativo, etc.
Como ejemplo de lo expuesto, tenemos los procesos siguientes:
A) En la casación N° 2677-2012-Lima, el juez señaló la existencia del daño moral en
una apreciación general, en el sentido que resulta normal que a cualquier persona el
despido le afecte. No expuso los argumentos, que en el caso concreto, sustentaban
el monto indemnizatorio (diez mil soles).
B) En la casación N° 4393-2013-La Libertad, los magistrados de la sala suprema
recurrieron a una inferencia para determinar el daño moral, al considerar que con la
aplicación del Decreto Ley N° 25418, que ordenaba sancionar drásticamente todos
los casos de inmoralidad y corrupción en la administración pública, se señalaba
como corrupto al demandante. Establecieron como criterios del quantum
indemnizatorio (setenta mil soles), la edad del demandante al momento del cese, su
condición profesional, nivel educativo y los años en el ejercicio del cargo.
C) En la casación N° 699-2015-Lima, el magistrado declaró la dificultad de probanza
del daño moral, recurriendo al sentido común, respecto a que un despido arbitrario
afecta a la víctima. Indico que debe resarcirse el daño de manera equitativa y
proporcional, pero no motivo tal equidad ni proporcionalidad para fijar el monto
indemnizatorio (setenta y cinco mil soles).

7 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017


D) En el expediente 18701-2011-Lima, el juez indicó que para determinar el daño
moral y fijar el quantum indemnizatorio, se debe tener en cuenta las circunstancias
del caso en concreto, y además, que la reparación debe ser equitativa. En la
motivación de la reparación civil, el juez sólo se limitó a señalar que: a) la vida es
el bien jurídico de mayor valoración dentro del sistema jerárquico, b) los padres del
agraviado, ante las graves circunstancias en que se produjo el delito de homicidio,
sufrieron dolor e impacto emocional, c) la existencia de un hijo del agraviado de
apenas tres años de edad, d) el agraviado era el sustento económico de la familia,
trabajando como fotógrafo en un semanario y en una revista, e) el agraviado era una
persona joven; y fijo la reparación civil en la suma de ciento cincuenta mil soles.
E) En el expediente 1555-2011-Lima, los jueces determinaron el daño moral en la
apreciación general respecto a que la muerte genera en los familiares un influjo
negativo, repercutiendo en modo radical en el ámbito afectivo y emocional.
Respecto a la motivación del monto indemnizatorio (un millón de soles) por el
delito de homicidio calificado, únicamente expusieron que lo fijaron con absoluto
criterio racional, no teniendo en cuenta las posibilidades económicas del
responsable o su situación personal, puesto que la reparación civil está orientada a
indemnizar por el daño generado con la conducta del responsable.
F) En el expediente -2017-Lima (caso saettone), los jueces fijaron como reparación
civil por la muerte de María Elena Coronado la suma de cien mil soles.
La Corte Interamericana, en sus sentencias12 sólo señala que el Estado responsable está
obligado a pagar una justa indemnización a la víctima y/o familiares, pero para efectos de
determinar el monto indemnizatorio que debe pagar el Estado responsable, requiere de
información y elementos probatorios adecuados, suficientes que acrediten el quantum, por
lo que para tal fin, ordena llevar a cabo una etapa procesal especial.

12
Vid. Caso Loayza Tamayo vs. Perú, Caso Cesti Hurtado vs. Perú, Caso Castillo Páez vs. Perú.
8 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
CONCLUSIONES
 El daño moral es diferente al daño a la persona, por tanto, resulta pertinente que ambos
conceptos se encuentren establecidos en nuestro ordenamiento civil.
 Es innegable las dificultades que presenta el daño moral al momento de su valoración en
el proceso, por lo que resulta necesario y acertado recurrir a fórmulas y/o criterios
establecidos en la ley, plenos y la doctrina, a fin de establecer la existencia y el monto del
daño moral.
 Es imprescindible que exista una debida motivación de los criterios o fórmulas que
determinan el quantum indemnizatorio por daño moral, pues de lo contrario, la decisión
judicial carecería de legitimidad jurídica.
 Resulta reprochable la práctica generalizada de los abogados que se limitan a peticionar
altísimas sumas de dinero por concepto de daño moral, sin expresar ningún sustento factico
jurídico.

RECOMENDACIONES
 Lo conceptos “daño moral” y “daño a la persona”, deben continuar subsistiendo en el
código civil peruano, por tratarse de daños diferentes, que requieren una sustentación
factico jurídica independiente.
 Los jueces y abogados, inmersos en un proceso judicial en el que se ventile una solicitud
de reparación civil, deben conocer las diferencias existentes entre el daño moral y daño a
la persona, a efectos de sustentar adecuadamente la existencia y el monto indemnizatorio
por cada uno de ellos.
 En las sentencias, los jueces deben motivar adecuadamente los criterios y/o fórmulas que
sustenten sus decisiones respecto a la existencia del daño moral y el monto indemnizatorio
que corresponde al caso en concreto.
 Sería útil que el poder judicial elabore una directiva en la que se establezca las pautas de
los escritos que contengan una solicitud de indemnización, a fin que cada daño alegado se
encuentre debidamente diferenciado y sustentado.
Lima, Junio de 2017

Lucy Santiago Rodríguez


Maestrista de Derecho Civil y Comercial
Universidad Nacional de Trujillo
9 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo, 2017
BIBLIOGRAFIA GENERAL

LIBROS
JURISTA EDITORES, Código Civil, Lima, 2017.
LEÓN, Leysser, La responsabilidad civil. Líneas fundamentales y nuevas perspectivas, Lima,
2017.
DE TRAZEGNIES, Fernando, La responsabilidad extracontractual, Lima, 1988.
ZANNONI, Eduardo, El daño en la responsabilidad civil, Buenos Aires, 1982.

ARTÍCULOS
BARRIENTOS, Marcelo, “Análisis preliminar de la jurisprudencia de la corte suprema sobre
daños morales en causas por incumplimiento contractuales civiles de los años 2002 a 2007”, en
Revista Chilena de Derecho, Santiago de Chile, 2010, volumen 37, n. 1.
FERNÁNDEZ, Carlos, Deslinde conceptual entre “daño a la persona, “daño al proyecto de vida”
y “daño moral””, en Revista Foro Jurídico, Lima, 2003, n.2.
FERNÁNDEZ, Carlos, Daño a la persona y daño moral en la doctrina y en la jurisprudencia
latinoamericana actual, en Revista THEMIS, Lima, 2011, n. 38.
LEÓN, José, “Responsabilidad contractual”, en Exposición de motivos y comentarios del código
civil peruano de 1984, Lima, 1985.
SEUBA, Joan, “Algunas cuestiones relacionadas con la cuantificación de los daños”, en Revista
IUT ET VERITAS, Lima, 2012, n. 45.

10 Lucy Santiago, Monografía: responsabilidad por daño moral, Trujillo,


2017

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